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Retos y Desafíos de las Mujeres en los Programas de Desarrollo

Con Enfoque Territorial (PDET)


Experiencia en el Cauca

A 10 meses de la Implementación del Acuerdo de Paz, departamentos como el


Cauca se están preparando para participar en la construcción de los Programas de
desarrollo con Enfoque Territorial PDET, esta herramienta de planificación del
territorio, será a su vez, el mecanismo para que el punto 1 del acuerdo Reforma
Rural Integral se haga realidad en los municipios más afectados por el conflicto
armado, pobres, con presencia de cultivos de uso ilícito, y poca y débil presencia
institucional. Es en buena medida, la materialización de la paz territorial, sentida y
pensada por 11.000 veredas de 170 municipios del país, de la Colombia profunda.

La Agencia para la Renovación del Territorio – ART- (Agencia creada para coordinar
y estructurar los PDET) desde mediados del año en curso llegó a los territorios,
primero a sus capitales para empezar el diálogo institucional y social en los distintos
niveles que van a ser construidos (Regional, municipal y veredal), y luego en los
municipios para generar encuentros de socialización y diseño de la ruta
metodológica para llevar a cabo con las comunidades, pueblos indígenas y
afrodescendientes, reconociendo y acatando el enfoque étnico que deberán
contener los 16 PDET del país, según reza en el acuerdo de paz. Es importante
mencionar que los 16 PDET coinciden con las 16 circunscripciones de paz, es decir,
la Reforma Rural Integral y la Participación política de las comunidades rurales que
han vivido la guerra, serán el epicentro de la implementación del acuerdo de paz,
con todos los obstáculos, retos y oportunidades que este escenario de transición
nos plantea.

Por lo pronto, la implementación va a pasos vertiginosos en los territorios pese a la


lentitud del proceso en el Congreso. Ejemplo de ello es el Cauca, el cual ha sido
departamento piloto para iniciar la ruta de construcción del PDET Alto Patía – Norte
del Cauca que agrupa 24 municipios entre Cauca, Valle del Cauca y Nariño (17
municipios de Cauca, 2 del Valle del Cauca y 5 de Nariño); municipios como
Caldono, Buenos Aires, Corinto y el Tambo iniciaron desde mediados de agosto e
inicios de septiembre, pre- asambleas por núcleo veredal para dar los insumo
básicos de lo que será el PDET y el PATR (Plan de Acción para la Transformación
Regional) y seguir escalonando en los siguientes niveles las visiones de
planificación del territorio desde lo rural a un nivel regional, tarea que no será fácil
si se tiene en cuenta que no sólo las comunidades participan, sino también los
gobiernos territoriales, las juntas de acción comunal –JAC- gremios económicos, y
organizaciones sociales de segundo nivel en la fase municipal y regional.
Estos ejercicios pilotos dejan las siguientes lecciones aprendidas y retos para que
las mujeres sean partícipes de la construcción de paz territorial en el marco de los
PDET:

1- Los PDET no tienen un enfoque poblacional sino territorial, esto implica que el
enfoque de género y étnico será transversal y para ello se debe precisar la ruta de
construcción que garantice dichos enfoques, en el caso étnico la interlocución y
acuerdos con organizaciones étnicas, autoridades indígenas y consejos
comunitarios son imprescindibles y cruciales para su construcción. Pero en el caso
de las mujeres rurales el reto es aún mayor porque no hay medidas concretas por
parte de la ART, para procurar que las mujeres participen desde una incidencia real
y efectiva en las propuestas de los 8 pilares del PDET. En este sentido, es clave la
interlocución con la ART en cada municipio, que las mujeres y sus organizaciones
sean referenciadas, hagan parte de las socializaciones de la ART en las veredas y
núcleos veredales, y sean convocadas para las pre-asambleas, al igual que exigir a
la ART que asuma una política de paridad para la participación en todas las
instancias de construcción del PDET, sobre todo en lo local.

2. Las agendas de paz de las mujeres son un insumo de gran importancia para
aportar en la construcción de los PDET. Las propuestas desde las mujeres sentidas
y pensadas para la construcción de paz es un trabajo que ha adelantado la Ruta
Pacífica de las Mujeres y sus organizaciones de base que, en articulación con otros
procesos de mujeres a nivel territorial tomaron la iniciativa de reflexionar y
estructurar una propuesta de paz atendiendo a las situaciones y contextos de los
territorios, es por ello que estas agendas deben ser retomadas y traducidas en clave
de pilares PDET (1- Ordenamiento social de la propiedad rural y uso del suelo; 2-
Reactivación económica y producción agropecuaria; 3- Educación Rural; 4.
Vivienda, agua potable y saneamiento; 5- Derecho a la alimentación; 6-
Reconciliación, convivencia y paz; 7- Infraestructura y adecuación de Tierras y 8-
Salud Rural).

3- Llegar con propuestas y apostarle a la representación de pilares temáticos en las


pre-asambleas, de tal manera que se logre garantizar que las propuestas desde y
para las mujeres sean incorporadas, en ese sentido, no es suficiente participar en
las pre-asambleas, sino también postularse para ser representantes de pilares
temáticos y llegar a la conformación del equipo motor, que tiene la tarea de construir
el pacto comunitario producto de todos los aportes de los núcleos veredales del
municipio. También de este grupo salen los y las representantes que irían al nivel
municipal.

4- Las mujeres rurales tienen mucho que decir y aportar en todos los pilares
temáticos. Reconocer-se como sujetas de derechos y sobre todo reivindicar y exigir
el derecho a la tierra, esto es clave para generar propuestas en la formulación de
pilares como el ordenamiento social de la propiedad rural y uso del suelo e
Infraestructura y adecuación de tierras, de esta manera, proponer “Acceso a la tierra
garantizado para mujeres afrodescendientes, indígenas y campesinas”,
“Formulación y actualización de los planes de gestión de riesgo para incluir el medio
ambiente y la problemática del cambio climático” o “Las mujeres deben estar en la
priorización de la formalización de la tierra” son totalmente factibles en términos del
ordenamiento del territorio que se espera posicionar.

5- Exigir que los procesos de acompañamiento técnico a los comités delegados de


las veredas y del consejo asesor del PDET para la constitución de los PATR cuenten
con la participación de organizaciones de mujeres de segundo nivel, y de una
necesaria revisión y alimentación de perspectiva de mujer y género.

Finalmente, cabe decir que los PDET son para las mujeres y las comunidades, una
oportunidad cierta de incidencia en la construcción de paz territorial, por ello la
importancia de participar de manera cualificada en su formulación, teniendo en
cuenta que es una herramienta de planificación del territorio que busca el bienestar
de la población rural, reconocer y promover las organizaciones comunitarias,
convertir al campo en escenario de reconciliación, entre otros objetivos
establecidos. Ver los PDET desde los lentes de los derechos de las mujeres será
sin duda un avance sustancial en la dignificación de la vida de las mujeres
indígenas, afrodescendientes, campesinas y víctimas del conflicto armado.

Elaborado por Juliana Rodríguez López


Politóloga - Coordinadora Ruta Pacífica Cauca.

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