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Documat ElConceptoDeVerbo 58428 PDF
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NOTAS
fll Vid. Albert Barrera-Vidal: Parfait simple e t parfait composé en castillan mo-
derne, München, Max Hueber Verlag, 1972, p. 48.
(21 R. H. Robins: Breve historia de la lingüística, Madrid, PARANINFO, 1974, p. 39.
(3 Vid. Constantino Garcia: Contribución a la historia de los conceptos grama-
ticales. La aportación del Broeence, Madrid, R.F.E. Anejo LXXI, C.S.I.C., 1960,
p. 113.
En Robins, p. 43, l a definición concluye así:
((... y que significa una actividad
o proceso realizado o experimentado,,.
(4) Robins, pp. 144 y 145
(5) Robins, p. 58.
( 6 ) Vid. A. Barrera-Vidal, p. 48; Constantino García, p. 113; y Luis Juan Piccar-
do: ((El concepto de 'partes de la oración',,, en Estudios gramaticaies, Monte-
video, Instituto de profesores ((Artigasm, 1962, pp. 39 y 40.
Vid. F. Lázaro Carreter: Dicclonaris de téimil2os diloiBgicos, 3.&ed., Madrid,
Gredas, 1973, s.v. VERBO.
Vid. John Lyons : Lntroducsri6n en la lingiiísticn teórica, Barcelona, Teide,
1971, p. 337.
A. Martinet: (<Las estructuras elemectales del enunciadon, en La lingüística
sincrenica, Madrid, Gredos, reimpresión, 1971, p. 198.
Vid. Constantino García, p. 113.
Madrid, Espasa-Calpe, 1976, c a p í t u ! ~r de! verbo.
Vid. Robins, p. 145.
1.-ovaina, 1955 [edición facsimilar con estudio e índices de A. Roldán, Ma-
drid, 1977, p. LXXI].
Grpmática GasteElamri (edición facsimilar y estudio d e Constantíno Garcíal,
Madrid, C.S.I.C., 1971, pp. 36 y 37.
Arte ds la lengua ecpafiola castellana (edición y prólogo d e E. Alarcos Gar-
cíal, Madrid, R.F.E., Anejo LVi, C.S.I.C., 1954, p. 240.
Vid. Constantino García: áJorr;tibnciBn . . . , p. 114.
Ma'nerva, Madrid, Cátedra, 1976, p. 77.
8b. cit., p. 114.
R. Jimer,ez Patón: Epítome d e la ortografía latina y castellana. instituciones
de la gramática espnfiola (estudio y edición de A. Quilis y J.M. Rozas], Ma-
drid, C.S.I.C., 1965, p. XCV.
Vid. Robins, p. 124.
Arnauld e t Lancelot: Ciammaire genéral at raisonn6ol París, Republications
Paulet, 1969, p. 66.
Vid. Robins, p. 125.
M.J. Sánchez Márquez: Cir~máticainoelurna del esp-.aisl, Buenos Aires, EDIAR,
1972, p. 281.
Academia Española: Gramática de 13 lengua casteilana (primera edición],
Madrid 1771, p. 57.
Gramática de la lengua española, Madrid, 1931, p. 44.
FillosofCa deP verbo, 2." ed., Madrid, 1931, p. 20.
Gramática de ta lengua cr?stet!ana, 9." ed., Buenos Aires, Editorial Sopena,
1973, pp. 34 y 35. Más adelante vuelve Bello a definir el verbo e incluye el
concepto d e modo junto al del tiempo (p. 1791.
Pbidem, p. 50.
I,a oración y s u s partas, Madrid, 1920, p. 317 y p. 367.
Gramática castollana, 2." curso, 24." ed., Buenos Aires, Losada, 1971, p. 102.
También S. Giii Gaya afirma que los verbos son conceptos necesariamen-
t e dependientes. Las diferentes formas d e la flexión constituyen en cada ca-
so una determinación del verbo. El valor expresivo de estas determinaciones,
cuyo signo formal son las desinencias, se clasifica en las categorías grama-
ticales de número, persona, modo y tiempo [Curso superior de sintaxis es-
pañofa, 8." ed., Barcelona, SPES S.A., 1961, p. 99 y p. 103.
Art. cit., p. 42.
Gramática cactelilana, p, 102.
Piccardo, p. 41.
A. Meillet: &iingliiistiq~!ehistoriqua et Linguistique générale. 1, Paris, 1948,
p. 175; y 11, París, 1951, p. 117.
Vid. Robcrt Martín: Temps et ~spcct,Paris I(ilnksieck, 1971, p. 28. Fue
J. Fourquet el que scñaló e s t a s dos objeciones en .La notion d ~ iverbe,,,
Gramrnaire et Pcychologie, Paris, 1950, pp. 74-76.
Tampoco le satisfizo a Erondal la definición de Meillet, y advierte que el ver-
bo no indica solo un contenido: es siempre y al mismo tiempo un término
d e relación [Les pwrties dui discoksrs, Copenhague, 1948, p. 1101.
LBxique de la termiinologíe iinguistiqge .Érancaise, allemand, anglais, 2." ed.,
Paris, 1943, S.V. VERBE.
J. Larochette: {[Les deux oppositions verbo-nominales(<, en Grammaire et
Psychologie, P a r i s , 1950, p. 109.
Teoría expuesta en 1939 en el Journal d e Psychologie, t. 36, pp. 183-198
[((Discernement e t entendeinent dans les langues. Mot e t partie du dis-
c o u r s » l , y reproducida en Langage et sclence du langage, Québec, Presses
d e I'Univ. Laval, 1964, pp. 87-98.
El espafiol vulcgcr, Madrid, 1958, p. 100.
Gramática espafiola, Madrid, 1958, p. 105
Fhysiollogie de la laazgue franqaise, Paris, 1949, p. 50.
Essai sur la str~zcturellogique de Icn phrese, Paris, 1950, p. 49.
No sólo Meillet, también E. Sapir reconoce que ninguna lengua desconoce por
coinpleto la distinción entre sustantivo y verbo, .aunque en ciertos casos
particulares e s difícil captar la naturaleza d e la distinción» (El Lenguaje, Méxi-
co, Fondo d e C ~ i l t u r aEconómica, 3." reimpresión, 1971, p. 140).
Structure immanente de la langue francaise, París, 1965, p. 196.
((Psycho-systérnatique e t psycho-sémiologie du langage)), en Franqais Moder-
ne, avril 1953, p. 127.
Las e s t r u c t u r a s elementales del enunciado)), p. 193.
Martinet indica q u e e n semítico la categoría del género e s común a las dos
clases (.Las e s t r u c t u r a s elementales del enunciado, p. 193).
De e s t o habla t a m b i é n E. Sapir: El lenguaje. pp. 94-96.
El subrayado e s nuestro.
J. Vendryes: Ei jencjuaje. Introducción lingüística a la historia, México, Unión
Tipográfica Editorial Hispano Americana, reimpresión de 1967, pp. 168-170.
S e encontrard u n excelente resLimsn en G. Moignet: L'adverbe dans la locu-
tion verbilc. Etude de psycho-syst&natique franqaise, Québec, Presses d e
I'Univ. Laval, 1 9 6 1 , pp. 17-19.
Vid. para todo e s o Robert Martin: Ob. cit., pp. 34 y 35.
La Filosofía de la gramática, Barcelona, Allagrama, 1975, p. 106.
.Le verbe e s t le porteur privilégié d ' i ~ d i c e squi afFectent le s e n s d e la phra-
se entiere* (J. Fourquet: art. cit., p. 781.
Vid. A. Meillet: Ob. cit., p. 179.
R. Navas Ruiz: [{Pausa, base verbal y grado cero., en R.F.E., XLV, 1962, p.
277. En e s t e s e n t i d o ya s e había expresado O. Jespersen en 1924: La filo-
sofía d e la gramática, pp. 133-136.
Principios d e gramática general, Madrid, Gredos, 1976, pp. 311 y 312. Aun-
que Hjelmslev reconoce que en algunas lenguas el infinitivo pertenece al
verbo ficito. Estrictamente hablando, hay e n danés dos clases d e infinitivo:
un infinitivo nominal y otro verbal (pp. 312 y 3131.
L. Hjelmslev: GEI verbo y la frase nominal., en Ensayos lingüísticos, Madrid,
Gredos, 1972, pp. 218-252.
Esta definición d e verbo e s e s t r i c t a m e ~ t efuncional y s e aproxima en cier-
to inodo al c o n c e p t o de nexus propuesto por Jespersen [vid. Ob. cit., p. 102
y pp. 424-1271. Recuérdese que para Brondal el verbo es siempre un término
de relación.
En 1964, Emilio Lorenzo indicó que nociones como la del tiempo, persona o
inodo puedei-i e s t a r detarmizadas por el contexto, y lo que llamamos verbo
puede s e r , e n rigor, como la llamada cópula, un elemento superfluo -au-
s e n t e e n m u c h a s l e n g ~ a s - que sólo sirve d e apoyo en las realmente efi-
cientes (((Un n u e v o planteamiento del estudio del verbo en español^, en
El español d e hoy, lengua en ebullición, 2. ed., Madrid, Gredos, 1971, p. 141).
E. Benveniste: «La phrase nominal,), en BSL, XLVI, 1950, pp. 19-36.
Vid. una clara exposicióil d e e s t o s problemas en el artículo ya citado de
R. Navas Ruiz, pp. 273-276.
A. Martinet: Eiementos de Eingüística general, 2. ed., Madrid, Gredos, 1967,
p. 177.
Ya indica el inismo Martinet que e n español llover es un verbo, no porque
exprese un proceso, sino porque s e flexiona sobre un modelo que e s el d e
una multitud de palabras que, tradicionalmente, han recibido la denominación
de verbo^; lluvia e s un nombre, no porque designe una cosa, sino porque
entra en ciertos tipos d e combinaciones que caracterizan los complejos Ila-
mados *nombres. ((<Lasestructuras elementales del enunciado», p. 195).
a lingüística estructural y funcional), en ComunicaciBn y lenguaje I R . Lapesa,
coordinador), Madrid, Editorial Karpos, 1977, p. 177.
las clases d e palabras en español, como clases funcionales., en Estudios
de gramática estructural, Buenos Aires, Editorial PAIDOS, 1969, pp. 20 y 21.
Vid. G. Mounin: Claves para la lingüística. Barcelona, Anagrama, 1969, \p. 109
.Aditamento, Adverbio y ciiastiones conexas», Estiadios de gramiitica funcio-
nal del esnnñol, reimpresión, Madrid. Gredos, 1972. p. 253.
Ch. Bally: Linguistique g8nérale et linguistique francaise, 4." ed ., Éditions
Francke Berne, 1965, pp. 80 y 81.
S. Mariner Biqorra: a criterios morfológicos para la categorización gramati-
call,, en Español Actual, 20, 1971, pp. 4-6.
Esboza de una Nueva Gramática d e la Lengua Espafiola, Madrid, Espasa-Cal-
pe, S.A., 1973, p. 249.
~ T o w a r da formal definition of the Verb iii Spanishv, en Issuel; ín Linguis-
tics. Papers in Woaior of Henry and René Kahane, University of lllinois Press,
1973, PP. 41-47.
En la página 42, Badía propone esta definición formal del verbo en inglés:
sería verbo e s a forma que, aumentada con -ing e introducida por i s (o
was), produciría una secuencia como «(the boy) is (or was) V + ing*: d h e
boy is workingn.
«Saber: hacia una gramática de los términos episiemológicos~,en Estu-
dios de qramática generativa det espaíáol, Madrid, Cátedra, 1977, pp. 111-121.
*Sobre la estriictura del verbo español., en Estudios de gramática funcional
del españal, p. 71.
Para Alarcos, la diferencia entre las formas simples y comtmestas e s una di-
ferencia aspectual, no temporal. Ahora bien, como el participio tiene carác-
t e r distensívo, terminativo, presenta un valor en cierto modo pasado. De ahí
el valor «pasado,) d e todas las forinas compuestas con respecto a s u s corres-
pondientes formas simples. Y d e ahí la terminología d e Bello: antepresente
he cantado, antepretérito hube cantado, etc. (vid. pp. 71-75).
Así podemos comprender también el futuro cantaré ( .S cantare habeol: el
infinitivo tiene carácter d e tensión, posee distensión cero, por lo que presen-
ta un valor en cierto modo futuro. El paralelismo entre las construcciones IN-
FlNlTlVO + HABER y HABER + PARTlClPlO e s evidente. La única diferen-
cia estriba en el grado d e lexicalízación alcanzado por una u otra formación.
«Notas sobre estructura del verbo español., Problemas y principios del es-
tructuralisma iingUístico, Madrid, C.S.1.C., 1967, pp. 92 y 93.
Ibidem, pp. 95 y 96.
E. Lorenzo: ~Desgajamiento del participio en los tiempos compuestos)~,en
El español de hoy, lengua en ebullición, 2." ed., Madrid, Gredos, 1971, pp.
168-176.
En televisión, durante el campeonato mundial d e fútbol celebrado en Arge~i-
tina, s e escucharon abundantes ejemplos como: «Brasil perdió aquel parti-
do contra Inglaterra que se jugara en el estadio Maracanán. El lenguaje d e
los locutores no e s precisamente una muestra de la lengua familiar, coloquial,
al menos en la intención.
Hay expresiones fijas como (cesto es el acabóse-, que no admiten el uso
proclítico d e la forma pronominal, ya que la forma verbal está nominalizada.
Son clichés donde s e encierran huellas d e una etapa anterior d e la lengua,
q u e ya no e s como la actual. El grado d e evolución podrá s e r mayor o me-
nor, pero así habría que entender expresiones fijas como .había más que
superado a s u oponente..
(80) G. Rojo: uLa temporalidad verbal en español^^, en Verba, 1, 1974, p. 68. Pa-
ra Rojo, lo que se llama aspecto no es más que un problema d e temporali-
dad.
(81) E. Alarcos: pasividad y atribución en español^^, en Estudios d e gramática
funcional del español, pp. 124-132.
De la misma opinión e s J. P. Rona: <<Laestructura Iógico-gramatical de la
oración», en Filología, XVI, 1972, pp. 199 y 200.
(82) *La frase verbal pasiva en el sistema españoln, en Filología, VII, 1967, pp.
145-159 (artículo recogido en Estudios de gramática estructural, volumen ya
citado, pp. 71-90).
(83) .Sobre los formantes de la voz pasiva en español>, en R.S.E.L., 3, 2, 1973,
PP. 333-341.
(84) asobre la pasiva en español1,, en Homenaje al instituto de Filología y Lite.
ratura Hispánicas R D ~Amado
. Aloaso,~en su cinclaentenario 1923.1473, Bue-
nos Aires, 1975, pp. 200-209.