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Ante el riesgo de infección por COVID-19, en un

paciente hipertenso en tratamiento con un


inhibidor de la enzima convertidora de la
angiotensina, ¿hay que suspender dicho
tratamiento?La pregunta original del usuario era "En un paciente
hipertenso en tratamiento con un inhibidor de la enzima convertidora
de la angiotensina, ¿hay que suspender dicho tratamiento por el
riesgo de que, ante una infección por COVID-19, esta evolucione de
forma más grave?"Patients taking ACE-i and ARBs with COVID-19,
should this treatment be suspended?

Pregunta actualizada a 30 de mayo de 2020

La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión,


siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando
una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los
documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido
revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada
con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la
práctica clínica.

En base a la información consultada, no hay evidencia que sugiera


que los pacientes en tratamiento con inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina (IECA) y antagonistas de la angiotensina
II (ARA II) tengan un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2 o de
evolución grave de la COVID-19 (aunque hay que tener en cuenta que
los pacientes con enfermedades cardiovasculares e hipertensión
arterial forman parte de los grupos con mayor riesgo de desarrollar
enfermedad grave por COVID-19(1)). En consecuencia, en el
momento actual se recomienda a los pacientes que continúen con su
terapia antihipertensiva habitual, incluyendo los IECA y/o ARAII, dado
que no hay evidencia clínica o científica que sugiera la necesidad de
suspender el tratamiento con dichos fármacos para reducir el riesgo
de complicación de la COVID-19 y, sin embargo, dicha suspensión
puede suponer que un paciente estable se descompense.
Recientes metanálisis comentan (aunque en base a los datos que
aportan estudios observacionales) que el tratamiento con estos
agentes antihipertensivos no sólo no empeora los resultados clínicos
de los pacientes con COVID-19 sino que podría tener un efecto
protector (al observarse una menor tasa de mortalidad entre los
pacientes hospitalizados con COVID-19 que los toman frente a los
pacientes que no los utilizan).

El 25 de mayo la Agencia española de medicamentos y productos


sanitarios (AEMPS) actualizó una nota informativa(2) sobre los
medicamentos antihipertensivos que actúan sobre el sistema renina
angiotensina y la COVID-19 que mantiene las recomendaciones de la
previamente publicada (16 de marzo de 2020); se comunica en la
actualización que:

 Ante la aparición, al principio de declararse la pandemia, de


algunas publicaciones sugiriendo que el tratamiento con
antihipertensivos del tipo IECA y/o ARAII podría ser un factor de
riesgo de gravedad para pacientes hospitalizados infectados con
la COVID-19 o que el tratamiento con ARAII podría actuar como
factor de protección, se indica que varios estudios recientes, uno
de ellos realizado en España(3), no observan ningún efecto
desfavorable del tratamiento con IECA/ARAII en la evolución de
los pacientes con COVID-19. En el estudio
observacional realizado en España(3) se ha analizado si existía
diferencia en la hospitalización de pacientes en tratamiento con
IECA o ARA II respecto a los tratados con otros antihipertensivos.
Los pacientes hospitalizados por COVID-19 procedían de siete
hospitales y los controles poblacionales se obtuvieron de la base
de datos BIFAP(4). No se observaron diferencias en cuanto al
requerimiento de hospitalización por COVID-19 en pacientes
tratados con IECA o ARAII respecto a los tratados con otros
medicamentos antihipertensivos.
 También se han publicado recientemente varios estudios que
analizan si el uso de IECA/ARA II supone un factor de riesgo para
contraer la infección (si su uso se asocia con el resultado positivo
en el test para COVID-19), de severidad de la enfermedad o de
mortalidad en pacientes infectados. En ninguno de estos estudios
se observó un aumento de riesgo asociado al uso de IECA o
ARAII en las variables estudiadas.
 En base a esto, y en línea con las recomendaciones
establecidas en marzo por la Sociedad Europea y Española de
Cardiología(5,6) la AEMPS recomienda lo siguiente:
o Los pacientes en tratamiento con medicamentos del grupo
de los IECA o ARAII, deben continuar con el tratamiento, sin
que actualmente esté justificada una modificación del mismo.
o En los pacientes con infección por COVID-19 con
síntomas severos o sepsis, tanto los antihipertensivos que
actúan sobre el sistema renina angiotensina como otro tipo de
antihipertensivos, deben de manejarse de acuerdo con las
guías clínicas, teniendo en cuenta la situación hemodinámica
del paciente.

Un resumen de la evidencia de NICE(7), con fecha de publicación del


21 de mayo, establecía que a pesar de la posibilidad biológica
respecto al papel de los IECA y los ARA II en el aumento y la
disminución del riesgo (respectivamente) de complicaciones de la
COVID-19, no se ha encontrado datos observacionales o
experimentales que respalden estas hipótesis. Señalan que, sin
embargo, los riesgos de suspender el tratamiento con uno de estos
fármacos, como el empeoramiento de la insuficiencia cardíaca o la
hipertensión, sí son bien conocidos.

También la Organización Mundial de la Salud publicó en mayo


un resumen científico(8) en el cual tras una revisión de la evidencia se
concluye que existe evidencia de baja certeza de que los pacientes
que reciben tratamiento a largo plazo con IECA o ARA II no tienen
mayor riesgo de resultados clínicos adversos por la COVID-19.

Los sumarios de evidencia de Dynamed,Uptodate y BMJ Best


Practice sobre COVID-19 y el paciente con enfermedad cardiovascular
o hipertensión(9-11) incorporan información sobre este tema
y establecen, de forma similar, que los pacientes que reciben IECAo
ARA II deberían continuar el tratamiento con estos fármacos (a menos
que haya una indicación de interrupción, como hipercalemia o
hipotensión). No hay evidencia de que detener los IECA o los ARA II
reduzca la gravedad de la COVID-19 y además, los estudios
realizados antes de la pandemia sugieren que la suspensión de estos
fármaco en algunos pacientes puede exacerbar la enfermedad
cardiovascular o renal comórbida y conducir a una mayor mortalidad.

Comentar por último que la revisión bibliográfica realizada identifica


varios metanálisis publicados a lo largo del mes de mayo(12-21), todos
“preprint”, que evalúan el riesgo de infección por SARS-CoV-2 en
pacientes en tratamiento con IECA y/o ARAII y el potencial riesgo de
complicaciones de la COVID-19 asociado a dicho tratamiento. En
general, coinciden en concluir que el uso de IECA o ARAII  no está
asociado a una mayor gravedad  de la COVID-19 ni a un mayor riesgo
de infección por  SARS-CoV-2 y recomiendan que los pacientes
continúen sus tratamientos de forma habitual.

En algunos de los metanálisis(12-16,19) incluso se sugiere que el uso de


estos antihipertensivos podría tener un efecto protector al encontrar,
los estudios observacionales evaluados, una menor tasa de mortalidad
entre los pacientes hospitalizados que estaban en tratamiento con
ellos; en los otros metanálisis, en cambio, se considera necesaria más
investigación y de mayor calidad metodológica para poder confirmar
estos posibles efectos beneficiosos.

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