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“Post a 4 Manos” por Pilar Jimenez Abós, BIM Manager y Carlos J. Pampliega, Project
Management Professional sobre cómo afecta en la práctica el uso de BIM a la Dirección
de Proyectos de Construcción.
Hay que recordar que BIM es una herramienta. De hecho, los BEP (BIM Execution Plans),
como la guía propuesta por Building and Construction Authority de Singapore, o la BIM
Project Execution Planning Guide de The Computer Integrated Construction Research
Program, Penn State Architectural Engineering , pueden integrarse (y a mi modo de ver,
deben) dentro de los Project Management Plans.
Estas guías proponen un project charter en el que se recopilan los requisitos del proyecto BIM,
se identifican los stakeholders, se determina el alcance a través de los BIM goals, se identifican
los BIM uses a lo largo del ciclo de vida del proyecto (planificación, diseño, construcción y
operación), se proponen unos entregables BIM y unas fichas para su verificación de calidad, se
estudian los procesos… etc en realidad es el mismo trabajo que se venía haciendo en Project
Management en las áreas del PMBOK y las áreas de la extensión para Construcción:
integración, alcance, tiempo, coste, calidad, recursos humanos, comunicaciones, riesgos,
stakeholders, seguridad, medio ambiente, financiación y reclamaciones pero en este caso,
teniendo en cuenta que además del entregable físico, tenemos uno o varios entregables
virtuales en función de las necesidades y requisitos demandados por el sponsor del
proyecto.
BIM como herramienta de comunicación e integración de la Fase de
Proyecto
BIM ayuda a informar a los clientes acerca de lo que es realista, y les ayuda a visualizar el
proyecto. Y todo esto sólo puede aumentar la satisfacción del cliente.
BIM también ofrece una mejor coordinación y colaboración entre los distintos profesionales
que intervienen en el diseño, y la mejora de la planificación y gestión del proyecto. Forja
relaciones de trabajo más estrechas entre todas las partes – arquitectos, ingenieros estructurales,
consultores y contratistas mecánicos y eléctricos – desde el principio. Todos los involucrados
en el proceso de diseño, especificación y construcción tienen una comprensión más clara de
cómo es el diseño del edificio, y de los condicionantes y requisitos que les afecta.
La gestión de los cambios del proyecto puede realizarse durante las primeras etapas de su
contratación, que es significativamente más económico que hacer una vez se ha iniciado la
construcción; y el programa de construcción se pueden planificar mucho antes incluyendo las
modificaciones que se plantea la constructora durante la licitación.
Para las constructoras, una vez en obra, les facilita entender qué productos necesitan ser
entregados e instalados primero; y les permite cualquier descubrir problema potencial de una
forma temprana antes de que comience la construcción, reduciendo así significativamente los
enfrentamientos en el terreno.
Tradicionalmente, los enfrentamientos en la obra no se identifican hasta muy tarde, una vez se
hayan ejecutado las partidas. Esto causa frustración, incomodidad, disminución de la
productividad y los retrasos – y puede ser costoso.
Además hay que tener en cuenta que dicho edificio virtual permite la detección y corrección
de errores en fase de diseño antes muy costosos en fase de construcción. Realizar un “clash
detection” para comprobar que las distintas instalaciones programadas no chocan entre sí es
una operación sencilla gracias al modelo virtual. La ventaja del BIM es obvia…
Es importante señalar que BIM no sólo proporciona beneficios durante el proceso de diseño y
construcción – que puede ofrecer beneficios a los propietarios de edificios también. En
particular, BIM puede ayudar con el mantenimiento y remodelaciones planificación, la mejora
de la eficiencia energética y el cálculo de los costes del ciclo de vida.
El 7D, lo que se está entendiendo como Facilities Management a través de BIM permite la
gestión de activos a través de la maqueta virtual del edificio. Aún queda mucho camino que
recorrer para que esos “activos virtuales” se conecten de forma sencilla y fluida con los
sistemas de gestión, y nos avisen, por ejemplo, de un fallo en una instalación de forma
eficiente.
Pero la tecnología avanza muy rápido. Lo que sí es crucial es que desarrolladores de software
apuesten por el formato de intercambio IFC para favorecer esta integración más allá del
proceso de construcción.
Esta integración entre los diferentes equipos (es decir, el diseño, contratación,
construcción y operaciones), es esencial para que los interesados del proyecto demuestren
los beneficios de BIM.