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Propiedad

intelectual

Derecho
Privado IV
(Contrato de
empresa)

1
Propiedad Intelectual
En el estudio de los contratos sobre obras intelectuales aparece un
elemento muy particular que no estaba necesariamente presente en los
contratos analizados en los módulos anteriores; este es el elemento extra
patrimonial que en los contratos que ahora estudiaremos tienen gran
importancia.

La noción de bienes inmateriales es muy amplia. Quedan comprendidos,


dentro de su espectro, los diseños, los bienes culturales, las ideas
patentables y los modelos de invención. Podemos inferir, sin dificultad, que
es a través de estos bienes intangibles que se centra el desarrollo
tecnológico y económico de los países en la era moderna, donde para ello
la educación desempeña un rol clave, debiendo ser una prioridad en todo
país que desee progresar seriamente y a largo plazo.

Para dar una idea del amplio campo de actuación que tienen estos bienes
DERECHOS DE AUTOR: la inmateriales, protegidos por las leyes que estudiaremos, mencionaremos al
música, la literatura, la pintura, la
escultura, etc derecho de autor que se aplica a la música, la literatura, la pintura, la
escultura, entre otros.

Los bienes inmateriales se Los bienes inmateriales, de esencial importancia en los contratos analizados
caracterizan por emerger de la
creación humana y y carecen de en este módulo, se caracterizan por emerger de la creación humana y
sustancialidad o materia carecen de sustancialidad o materia. Esa inmaterialidad se transformará en
materialidad sólo al momento en que se plasmen en algún elemento, a
través de una impresión, edición o cualquier otro medio que lo haga
reproducible, siendo justamente a partir de este momento donde se
viabiliza su explotación comercial. Con la explotación comercial, surge la
necesidad de proteger la obra intelectual, para que sea oponible a terceros,
que pueden fácilmente copiarla y obtener beneficios ilegítimos.
Es allí donde llega en auxilio nuestro ordenamiento jurídico brindando un
amplio marco normativo de protección, en el que encontramos al derecho
de propiedad cuyo interés de protección es el uso de la obra y la exclusión
de terceros a través de su oponibilidad. A su vez, en el derecho de
En el derecho de propiedad propiedad, podemos distinguir dos ámbitos específicos de aplicación:
podemos distinguir 2 ámbitos:

a. Propiedad industrial a. El de la propiedad industrial.


b. Derechos intelectuales b. El de los derechos intelectuales.

Dentro del ámbito de estudio, Ahora bien, debemos comprender que dentro del ámbito de estudio en
existen dos esferas: que nos encontramos, existen dos esferas de igual importancia, que
a. una relacionada con el ámbito conviven y son reconocidas por el derecho. Una de ellas relacionada con el
no económico o extra patrimonial
b. relacionada con la faz de
ámbito no económico o extra patrimonial; y la otra, por el contrario,
explotación económica o relacionada con la faz de la explotación económica o patrimonial. Valga
patrimonial
destacar que es justamente ésta última la que puede recaer en objeto de
algún contrato.
2
En este punto, haremos un paréntesis para mencionar la repercusión que
ha tenido la nueva regulación del Código Civil y Comercial respecto a la
materia bajo estudio, en lo que refiere a la calificación de los bienes cuando
el titular de la obra intelectual ha contraído matrimonio. Este es, sin
lugar a duda, un punto de sumo interés al tiempo de decidir la concertación
de un vínculo jurídico que los tome como objeto de contratación. Sobre
esta temática se ha debatido in extenso en la doctrina a los fines de arribar
a una solución. Así, encontramos, por un lado, una posición que se ha
pronunciado a favor de la ganancialidad de la obra intelectual. Funda su
posición en la idea de que toda obra intelectual refleja el talento de su
autor, pero también se compone de su trabajo. Señalan los autores que
esta es una característica común a cualquier tipo de trabajo cuyos frutos
son gananciales, como, por ejemplo, sucede con otras labores profesionales
tales como llevar adelante un juicio elaborando la demanda, seleccionando
los hechos, evaluando la prueba y argumentando sobre su mérito; o cuando
se concibe, dirige y ejecuta una obra de ingeniería, sin duda se encuentra
presente el talento creador del abogado o ingeniero. Se preguntan,
entonces: ¿por qué en estos casos nadie duda del carácter ganancial de los
honorarios percibidos? Dentro de esa línea de pensamiento, hay quienes
proponen que, al producirse la liquidación de la sociedad conyugal, la obra
intelectual sea incluida íntegramente en la hijuela de su autor y se
compense su valor en la hijuela del otro cónyuge (Llambías, 1997).

Esta es la solución que adopta el nuevo artículo 499 del Código Civil y
Comercial unificado, que prevé como novedad la atribución preferencial al
autor de los bienes amparados por la propiedad intelectual o artística, con
cargo de pagar en dinero la diferencia al otro cónyuge o a sus herederos
(Büeres, 2015).

Claro está, que si la obra intelectual fue producida con antelación a la


celebración del matrimonio, acorde con la línea normativa antes señalada,
encuadrará en la categoría de bienes propios. En tal sentido, reza el artículo
464 del Código Civil y Comercial:

Bienes propios. Son bienes propios de cada uno de los


cónyuges: (…) o la propiedad intelectual, artística o
industrial, si la obra intelectual ha sido publicada o
interpretada por primera vez, la obra artística ha sido
concluida, o el invento, la marca o el diseño industrial han
sido patentados o registrados antes del comienzo de la
comunidad. El derecho moral sobre la obra intelectual es
siempre personal del autor.1

En cuanto a la prueba del carácter propio o ganancial de un bien, en este


caso puntual de la obra intelectual, el artículo 466 del mismo plexo
normativo expresamente prevé que:

1
Art. 464 - Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de La Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

3
Se presume, excepto prueba en contrario, que son
gananciales todos los bienes existentes al momento de la
extinción de la comunidad. Respecto de terceros, no es
suficiente prueba del carácter propio la confesión de los
cónyuges. Para que sea oponible a terceros el carácter
propio de los bienes registrables adquiridos durante la
comunidad por inversión o reinversión de bienes propios, es
necesario que en el acto de adquisición se haga constar esa
circunstancia, determinándose su origen, con la
conformidad del otro cónyuge. En caso de no podérsela
obtener, o de negarla éste, el adquirente puede requerir
una declaración judicial del carácter propio del bien, de la
que se debe tomar nota marginal en el instrumento del cual
resulta el título de adquisición. El adquirente también puede
pedir esa declaración judicial en caso de haberse omitido la
constancia en el acto de adquisición.2

De tal manera, se mantiene la presunción de ganancialidad que contenía el


anterior Código Civil respecto de los bienes existentes al tiempo de la
extinción de la comunidad, salvo que se demuestre que son propios
(Bueres, 2015).

Las obras intelectuales


La obra intelectual "es toda
producción científica, literaria, artística La Ley N° 11.723, en su artículo 1, define a la obra intelectual diciendo: “es
o didáctica, sea cual fuere el
procedimiento de reproducción"
toda producción científica, literaria, artística o didáctica, sea cual fuere el
procedimiento de reproducción”.3

La última parte de la definición es clave, porque es el propio ordenamiento


jurídico el que solicita que la obra tenga algún medio que la vuelva
reproducible, vale decir, que la idea que se ha pergeñado debe encontrarse
plasmada en algún medio que permita su tangibilidad. Sin embargo, la obra
intelectual debe reunir también las siguientes características:

La obra intelectual debe reunir las  Originalidad: en cuanto a su forma de reproducción, en su forma de
siguientes características:
ORIGINALIDAD
expresión, ya que las ideas en sí mismas pueden circular libremente,
SIGNIFICACIÓN diferenciándose en cuanto al método o medio que utiliza el autor
para reproducirlas. Para lograr la protección de la explotación
comercial, no puede consistir en una combinación de elementos
existentes.

 Significación: lo que significa, ni más ni menos, que debe tratarse de


algo de cierta entidad, de cierto peso para la sociedad. No
necesariamente algo trascendente. Más bien sí, un cierto nivel de
importancia.

2
Art. 466 - Ley N° 26.994. Op. cit.
3
Art. 1. - Ley 11.723 (1933). Ley de Propiedad Intelectual. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
4
Por su parte, la jurisprudencia ha entendido que:

Se debe entender por obra o Se debe entender por "obra" o "producción" científica,
producción literaria o artística, literaria o artística, una expresión personal, original y
una expresión personal, original
y novedosa de la inteligencia novedosa de la inteligencia, resultado de la actividad del
espíritu que tenga individualidad, que represente algo y sea
una creación integral. El juez se encuentra facultado para
determinar si existen estas características en una obra
determinada para que proceda la protección legal.4

Debemos aclarar que para que nuestro ordenamiento jurídico ampare una
determinada obra, basta con que ésta no sea una copia de otra y que,
además, importe una construcción intelectual significativa. La novedad
implicará que estamos frente a un invento, y de ello podrá resultar su
patentabilidad, pero para lograr el amparo de la ley no es requisito.

Conforme lo expresa el artículo 1 de la ley 11.723:

Son obras dignas de protección para nuestro derecho: los


escritos de toda naturaleza o extensión, las obras científicas,
literarias, artísticas o dramáticas, las composiciones
musicales o dramáticos musicales, las obras
cinematográficas, coreográficas, dibujos, pinturas,
esculturas, arquitectura; modelos artísticos; impresos, planos
y mapas; fotografías, imagen fotográfica, bases de datos,
entre otras.5

Adentrándonos en el ámbito del derecho de autor, podemos afirmar que


quien ha producido la obra, o la ha creado, tiene derecho a su titularidad. A
su vez, los derechos que emanan de la titularidad de la obra son
transmisibles por actos inter vivos o mortis causa; es decir, a través de un
contrato a todo aquel que, con autorización del autor, traduzca, refunde,
adapte, modifique o transporte la obra; o bien, en caso de muerte de su
titular (autor), a sus herederos.

Este derecho de autor en cabeza del o de los titulares de la obra comprende


la posibilidad de disponer de la misma, en distintas formas, ya sea
publicándola, ejecutándola o exponiéndola en general al público. Asimismo,
comprende el derecho a enajenarla o adaptarla, y es por intermedio de
esta facultad que el autor podrá contratar libremente, aprovechando la faz
patrimonial del derecho bajo estudio.

Podemos afirmar, entonces, siguiendo a Lorenzetti (1999) que el autor


puede:

 Excluir a todo aquel que intente o pretenda utilizar su obra con


fines comerciales.

4
C.N. Conten. ádmins. Fed. Sala lB, 7-7-83, ED. 681.
5
Art. 1. - Ley 11.723. Op. cit.
5
EL AUTOR PUEDE:  Impedir que la obra se modifique, en cuanto a sus aspectos
- Excluir a todo aquel que pretenda sustanciales.
utilizar su obra con fines comerciales
- Impedir que la obra se modifique  Tiene el derecho de editar la obra, poniéndola a disposición del
- Tiene el derecho de editar la obra público.
- Explotar la obra
- Modificar la obra  Explotar la obra en cualquier forma.
- Disponer de la obra
 Modificar la obra, por ejemplo, para insertarla en algún mercado
específico.
 Disponer de la obra, ya sea de manera gratuita u onerosa, a su
criterio.

La totalidad de los derechos que, a modo de ejemplo, acabamos de referir,


forman parte de la faz económica o patrimonial y, por lo tanto, son
libremente transmisibles, y, aún más, al no tratarse de cuestiones de orden
público, pueden incluso renunciarse o limitarse en el tiempo.
autor, jamas puede ser despojado de la
faz extra patrimonial, revistiendo las En cambio, el autor no puede ser jamás despojado de la faz
características de IMPRESCRIPTIBLE,
INALIENABLE E IRRENUNCIABLE extrapatrimonial, revistiendo las características de imprescriptible,
inalienable e irrenunciable.
La propiedad intelectual sobre las obras La propiedad intelectual sobre las obras corresponde a los autores durante
corresponde a los autores durante su
vida y a sus herederos o derecho- su vida y a sus herederos o derechohabientes hasta setenta años contados
habientes hasta 70 años contados a a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor. En los
partir del 01/01 del año siguiente a la
muerte del autor casos de obras en colaboración, este término comenzará a contarse desde
el 1 de enero del año siguiente al de la muerte del último colaborador. Para
las obras póstumas, el término de setenta años empezará a correr a partir
del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor. Un caso que
puede presentarse y que está contemplado en la ley, es el del autor que
fallece sin dejar herederos, y se declara vacante su herencia. Los derechos
que a aquél correspondiesen sobre sus obras pasarán al Estado por todo el
término de ley, sin perjuicio de los derechos de terceros.

Respecto de los derechos de los herederos o derechohabientes, la ley prevé


los herederos o derecho-
habientes no podrán oponerse que éstos no podrán oponerse a que terceros reediten las obras del
a que terceros reediten las causante cuando dejen transcurrir más de diez años sin disponer su
obras del causante cuando
dejen transcurrir más de diez publicación. Tampoco podrán oponerse los herederos o derechohabientes
años sin dispones su
publicación.
a que terceros traduzcan las obras del causante después de diez años de su
fallecimiento. En estos casos, si entre el tercero editor y los herederos o
derechohabientes no hubiera acuerdo sobre las condiciones de impresión
o la retribución pecuniaria, ambas serán fijadas por árbitros.
Propiedad intelectual sobre La propiedad intelectual que recae sobre obras anónimas pertenecientes a
obras anónimas dura 50
años instituciones, corporaciones o personas jurídicas, dura cincuenta años
contados desde su publicación.6

Cualquiera puede publicar Cualquiera puede publicar con fines didácticos o científicos, comentarios,
con fines didácticos o críticas o notas referentes a las obras intelectuales, incluyendo hasta mil
científicos...
palabras de obras literarias o científicas u ocho compases en las musicales
y, en todos los casos, sólo las partes del texto indispensables a ese efecto.

6
Art. 8. - Ley 11.723. Op. cit.

6
Quedando comprendidas en esta disposición las obras docentes, de
enseñanza, colecciones, antologías y otras semejantes.

Todas las disposiciones que estamos analizando son igualmente aplicables


a las obras científicas, artísticas y literarias, publicadas en países
extranjeros, sea cual fuere la nacionalidad de sus autores, siempre que
pertenezcan a naciones que reconozcan el derecho de propiedad
intelectual.

Para asegurar la protección de la Ley argentina, el autor de una obra


extranjera sólo necesitará acreditar el cumplimiento de las formalidades
establecidas para su protección por las leyes del país en que se haya hecho
la publicación. La protección que la Ley argentina acuerda a los autores
extranjeros no se extenderá a un período mayor que el reconocido por las
leyes del país donde se hubiere publicado la obra. Si tales leyes acuerdan
una protección mayor, regirán los términos de la Ley argentina vigente.

Nada impide que el autor o sus derechohabientes puedan enajenar o ceder


total o parcialmente su obra. Esta enajenación es válida sólo durante el
término establecido por la ley y confiere a su adquirente el derecho a su
aprovechamiento económico sin poder alterar su título, forma y contenido.
Pero, atento hemos referido anteriormente, aunque el autor enajenare la
propiedad de su obra, conserva sobre ella el derecho a exigir la fidelidad de
su texto y título, en las impresiones, copias o reproducciones, como
asimismo la mención de su nombre o seudónimo como autor.

Bienes inmateriales, culturales, derechos reales y


personales. Niveles de protección
Los bienes inmateriales pueden ser definidos por contraposición a los
bienes materiales, como aquellos que carecen de materia. Sin embargo,
pueden adquirir materialidad cuando se incorporan a una obra, sea a través
de su impresión, representación, etc., que permiten su reproducción.
Entonces, mientras los bienes inmateriales son la creación del intelecto
humano, la obra es la materialización de esa creación.

Sólo cuando la creación del intelecto es insertada en una obra, puede


reproducirse y, por ende, ser objeto de explotación económica. Nace aquí,
entonces, el interés de su protección por la ley, para evitar que los autores
del bien inmaterial o intelectual puedan ver menoscabado su derecho sobre
la obra en la cual se concreta su creación.

Siguiendo a Lorenzetti (1999):

La obra intelectual admite entonces una protección basada


en:

a) El derecho real de propiedad, que permite su uso y su


oponibilidad a terceros;

7
La obra intelectual admite una protección basada
en:
b) el derecho personal basado en el contrato que se celebre
- El derecho real de propiedad sobre ella, el que sólo puede ser oponible a la contraparte y
- El derecho personal basado en el contrato que
se celebre sobre ella no a los terceros;
- la acción extracontractual basada en los daños
causados por terceros a la propiedad intelectual c) la acción extracontractual basada en los daños causados
- la protección basada en los derechos
personalísimos por terceros a la propiedad intelectual;
- la defensa penal en los casos en que exista
tipificación delictiva d) la protección basada en los derechos personalísimos, en
los supuestos en que se trate de obras que sean expresión
de la personalidad;

e) la defensa penal en los casos en que exista tipificación


delictiva.

Dentro de los bienes inmateriales, protegidos por derechos


reales, es necesario distinguir:

- La propiedad industrial: que comprende las patentes de


invención, marcas, designaciones comerciales, dibujos,
diseños industriales.

Resulta aplicable la ley 24.481, modificada por la ley 24.572


de patentes de invención y modelos de utilidad, la 22.362 de
marcas y designaciones comerciales, y el decreto 6673/63
de modelos y diseños industriales, secreto (ley 22.802).

- Los derechos intelectuales: se aplica la ley 11.723, y el


Derecho común (art. 12, ley 11.723), así como: la Convención
para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de
Berna, 1886, ratificada por ley 17.251; la Convención
Universal sobre Derechos de Autor, de Ginebra, ratificada
por decreto-ley 12.088/57; la Convención sobre Protección
de Artistas Productores de Fonogramas (ley 23.921); el
Registro Internacional de Obras Audiovisuales (ley 24.039), y
el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad
Intelectual relacionados con el Comercio, ratificado por ley
24.425. (Lorenzetti, 1999, pp. 14 y 15).

Derecho de autor. Obra y propiedad intelectual

La protección del derecho de autor se origina con la creación de la obra, sin


necesidad de otra formalidad, verbigracia, sin necesidad de su registro.
Este último viene a asegurar al autor de la obra su exclusividad y, por ende,
le permite hacer cesar su utilización sin su autorización.

8
Ahora bien, podemos afirmar que existe una cierta confusión terminológica
entre las expresiones derecho de autor, derechos intelectuales, obra
intelectual, propiedad intelectual, todo lo cual se corresponde con diversas
La ley protege el derecho de posturas doctrinarias cuyo tratamiento excede este trabajo. Para nuestros
autos y este tiene 2 aspectos:
uno vinculado a los elementos
fines, es suficiente con señalar que la ley protege el derecho de autor, y que
extra patrimoniales y otro a su éste tiene dos aspectos: uno vinculado a los elementos extrapatrimoniales,
explotación económica
y otro a su explotación económica. Este último aspecto permite que sea
objeto de los contratos (Lorenzetti, 1999).

Así, el citado autor expresa que:

La obra es lo que produce el autor y es intelectual porque


emana de una creación del intelecto, pero a los fines de su
utilización económica, la obra es lo que el Derecho dice que
es, y está definida por el cúmulo de derechos reales y
personales que se le reconocen. (Lorenzetti, 1999, p. 16).

Añade a ello que “la propiedad intelectual es una forma de proteger la


producción del intelecto confiriéndole al autor un derecho real sobre la
misma” (Lorenzetti, 1999, tomo 3, p. 16).

Sabido es que el derecho de autor es protegido por el artículo 17 de la


Constitución Nacional, el que expresamente prevé: “Todo autor o inventor
es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el
término que le acuerde la ley”.7

El art. 1 de la Ley N° 25.036 define a la obra intelectual como "toda


producción científica, literaria, artística o didáctica, sea cual fuere el
procedimiento de reproducción".8 De tal modo, la obra intelectual es “un
hacer reproducible” (Lorenzetti, 1999, p. 17).

La mencionada ley enumera de manera meramente ejemplificativa las


obras que son objeto de tutela legal.

Para profundizar en esta temática, remitimos al alumno a la bibliografía de


la lectura obligatoria, en Lorenzetti (1999), páginas 17 y siguientes.

Derechos del autor

El autor, en tanto titular del derecho sobre una obra, goza de los siguientes
derechos:

- El derecho de excluir a quienes pretendan usar su obra para explotarla

7
Art. 17 – Constitución Nacional Argentina (1853). Congreso General Constituyente. Santa Fe, Argentina. 1 de
mayo de 1853.
8
Art.1 - Ley N° 25.036 (1998). Propiedad intelectual –Ley de Modificación de la Ley N° 11.723 – Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
9
económicamente.
- El derecho de impedir la modificación de aspectos sustanciales de la
obra.
- El derecho de editar la obra.
- El derecho de difundir públicamente la obra y explotarla.
- El derecho de modificar la obra.
- El derecho de traducir la obra a otro idioma.
- El derecho de disponer o desprenderse de la obra, gratuita u
onerosamente.

Contrato de Edición
Definición
La Ley N° 11.723 define al contrato de edición en su artículo 37,
Contrato de edición: expresando que: “Habrá contrato de edición cuando el titular del derecho
REPRODUCCIÓN
DIFUSIÓN
de propiedad sobre una obra intelectual, se obliga a entregarla a un editor,
VENTA y éste a reproducirla, difundirla y venderla”.9

Calificación y delimitación
El derecho de autor necesita de una forma legal para llevar adelante su
explotación comercial. A tal fin, el ordenamiento jurídico estatuyó al
contrato de edición.

Las tres actividades (reproducción, difusión y venta) que surgen de la


definición antes brindada, en su conjunto, son las que conforman la
actividad del editor, pese a tratarse de tres procesos distintos.

 Reproducción: es la impresión de la obra, esto es, el


procedimiento por el cual se inserta la obra en un soporte tangible.
 Difusión: es la actividad de promoción de la obra.
 Venta: es la actividad por la cual el editor emplea los medios
necesarios para lograr colocar la obra en el mercado al que se
encuentra destinada. La obligación del editor es de medios,
porque éste no se compromete a un resultado específico, sino sólo a
poner sus mejores esfuerzos para lograr el éxito comercial de la
obra. Es común que en el mismo contrato de edición se prevea cuál
va a ser el número de ediciones que constituirá la relación
contractual, e incluso en cuántos ejemplares consistirá cada una de
ellas. Si nada de esto estuviese estipulado en el contrato, se estará,
como sucede habitualmente, a los usos y costumbres del lugar.
Valga destacar que su falta de previsión en el contrato no acarrea

9
Art 37. - Ley 11.723. Op. cit.

10
consecuencias jurídicas como la nulidad. El contrato será igualmente
válido.

Una cuestión relevante es el hecho de que puede pactarse un precio, a


través de las ventas efectivas que se realicen, lo que aleja las dudas en
cuanto a la locación de obra, ya que estamos frente a un contrato de
naturaleza más compleja.

En cambio, si el autor estuviese contratado de manera permanente,


debiendo entregar sus obras a cambio de un precio, independientemente
OJO!
de las cantidades de obras a entregar, estaríamos frente a una clara
locación de servicios, o bien una relación de dependencia, ajustada a la
normativa laboral.

También habrá locación de obra (y no contrato de edición) si en el contrato


Habrá locación de obra y no
contrato de edición cuando:
que se celebra se prevé sólo la actividad de impresión de la obra, sin que
haya ningún tipo de distribución, ni promoción alguna.

Por último, también puede suceder que exista sólo una actividad de
distribución, donde tampoco existiría el contrato de edición, sino que
estaríamos, valga la redundancia, frente a un contrato de distribución en el
que el distribuidor coloca la obra en los puntos de venta.

Caracteres
Siguiendo a Lorenzetti (1999), podemos afirmar que el contrato de edición
tiene los siguientes caracteres:

1) Es bilateral o sinalagmático: pues genera obligaciones recíprocas


para ambas partes.
2) Es oneroso: conforme lo establece el artículo 40. Pero puede
ser gratuito si el autor no cobra ningún precio y el editor actúa
por un interés no económico, sino de apoyo a las artes.
3) Es consensual: ya que queda concluido por el mero acuerdo de
voluntades.
4) Es un contrato de empresa: porque el editor es un empresario
dedicado al intercambio de bienes y servicios en el mercado
económico.

Objeto
Como todo contrato, el contrato de edición tiene un objeto que debe ser
lícito, no prohibido por la ley ni contrario a las buenas costumbres.

Este objeto se encuentra constituido, según el artículo 1° de la ley 11.72310,


por las obras intelectuales que sean susceptibles de reproducción,
verbigracia, los libros artísticos, literarios o científicos, los grabados, las

10
Art 1 - Ley 11.723. Op. cit.

11
estampas, las fotografías, las grabaciones fonográficas, las copias
cinematográficas, los software, las bases de datos, etcétera.

Forma y prueba
El contrato puede celebrarse en forma verbal o por escrito. En este último
caso, el art. 40 de la ley 11.72311 establece una serie de recomendaciones
en orden a su contenido, cuya lectura sugerimos.

En cuanto a la acreditación de su existencia, rigen los principios generales


relativos a la prueba de los contratos que establece la ley de fondo.

El autor. Obligaciones y derechos


Derechos y obligaciones del autor:

 Realizar la obra.
 Entregar la obra.
 Colaboración.
 Garantía de autenticidad y disfrute.

El editor. Obligaciones y derechos


Derechos y obligaciones del editor:

 Pagar el precio de la obra.


 Imprimir, distribuir y vender la obra.
 Colaboración.
 Información.

Riesgos del contrato


En cuanto a los riesgos por pérdida o deterioro, podemos afirmar que el
momento que define la asignación de la asunción de los riesgos es el de la
entrega de la obra misma. En efecto, desde ese momento se transmite el
control de la obra, por lo que puede inferirse que previamente a la entrega
los riesgos serán a cargo del autor, mientras que con posterioridad caerán
en cabeza del editor.

Para los casos de fuerza mayor o caso fortuito, la doctrina manifiesta


mayoritariamente la falta de responsabilidad, extinguiéndose el contrato
por imposibilidad de cumplimiento del objeto del contrato (Lorenzetti,
1999).

11
Art 40 - Ley 11.723. Op. cit.

12
Modificaciones subjetivas
Para estudiar este punto, se referencia al alumno a la lectura de la
bibliografía obligatoria, en Lorenzetti (1999), tomo 3, página 37.

Extinción
El contrato bajo análisis puede extinguirse por las siguientes causales:

 Venta de las ediciones convenidas: el contrato se ha cumplido,


agotando su objeto. Las partes se deberán eventualmente las
rendiciones de cuenta que correspondieren.
 Pérdida de la obra: a los fines de determinar la responsabilidad,
remitimos a los conceptos anteriormente vertidos.
 Resolución: frente al incumplimiento de una de las partes, la parte
cumplidora podrá resolver el contrato, debiendo regirse por las
disposiciones propias de los contratos en general.
 Vencimiento del plazo resolutorio: libremente las partes pueden
acodar sujetar la duración del vínculo a una fecha determinada.
Acaecida la misma, se extingue el contrato.
 Muerte o incapacidad de las partes: si se produce la muerte del
autor, previo a la entrega de la obra, el contrato se extingue, sin
ningún derecho a indemnización por parte del editor. En lo que
atañe a la incapacidad, ésta comprenderá no sólo la demencia,
sino cualquier incapacidad física que impida al autor desarrollar la
obra pactada. Curioso es el caso en que la muerte del autor
acontezca con la obra ya próxima a finalizar, en cuyo caso los
herederos no podrán obligar al editor a un pago parcial, por una
obra inconclusa. Si los herederos continúan y finalizan la obra, el
editor podrá publicarla, en cuyo caso estaremos frente a un nuevo
contrato.
 Quiebra del editor: en dicha situación es posible pedir la resolución
del contrato. Sin embargo, el síndico de la quiebra podrá solicitar
autorización judicial para que el contrato se cumpla, según la
conveniencia de los acreedores del editor.
 Supresión de la obra: el autor podrá incluso suprimir la obra,
extinguiendo el contrato, sin perjuicio de la correspondiente
indemnización de los daños y perjuicios que hubiese ocasionado al
autor.

Seguidamente daremos algunos conceptos de interés de la Ley N° 11.723,


referidas a la inscripción de la obra y sus eventuales sanciones.

Entre otras cuestiones importantes, ¿qué procedimiento debemos seguir


para inscribir una obra intelectual?

Según lo establece la Ley N° 11.723 en su artículo 61 y siguientes, la obra


deberá presentarse en el Registro Nacional de Propiedad Intelectual, donde
deberá depositar el editor de las obras, comprendidas en el artículo 1°,

13
tres ejemplares completos, dentro de los tres meses siguientes a su
aparición. Si la edición fuera de lujo o no excediera de cien ejemplares,
bastará con depositar un solo ejemplar. En el mismo término y condiciones
deberán respetarse las presentaciones para las obras impresas
provenientes de países extranjeros, pero que tuvieren editor en la
República. Los plazos se contarán desde el primer día de ponerse en venta
en territorio argentino.12

Para el caso de pinturas, arquitecturas, esculturas, etcétera, el depósito


consistirá en un croquis o fotografía del original, con las indicaciones
suplementarias que permitan identificarlas.

Para películas cinematográficas, el depósito consistirá en una relación del


argumento, diálogos, fotografías y escenarios de sus principales escenas. Y,
finalmente, para los programas de computación, consistirá el depósito de
los elementos y documentos que determine la reglamentación.

A toda persona que se presente a inscribir una obra con los ejemplares o
copias respectivas, le será entregado un recibo provisorio, con los datos,
fecha y circunstancias que sirven para identificar la obra, haciendo constar
su inscripción.

Una de las actividades a desarrollar por el Registro Nacional de la Propiedad


Intelectual consiste en publicar diariamente, en el Boletín Oficial, la nómina
de las obras presentadas para su inscripción, además de las actuaciones
LEER BIEN!
IMPORTANTE
que la dirección estime necesarias, con indicación de su título, autor, editor,
clase a la que pertenece y demás datos que las individualicen. Pasado un
mes desde la publicación, sin haberse deducido oposición, el Registro las
inscribirá y otorgará a los autores el título de propiedad definitivo si éstos lo
solicitaren.

Para aquellos casos en que existiese algún reclamo, éste deberá realizarse
dentro del plazo de un mes, y se levantará un acta de exposición, de la que
se dará traslado por cinco días al interesado, debiendo el director del
Registro Nacional de la Propiedad Intelectual resolver el caso dentro de los
diez días subsiguientes.

Dicha resolución podrá apelarse al ministerio respectivo, dentro de otros


diez días y la resolución ministerial no será objeto de recurso alguno, salvo
el derecho de quien se crea lesionado para iniciar el juicio correspondiente.

¿Qué consecuencias trae la falta de inscripción?

Pues bien, la falta de inscripción trae como consecuencia la suspensión del


derecho del autor hasta el momento en que la efectúe, recuperándose
dichos derechos en el acto mismo de la inscripción, por el término y
condiciones que correspondan, sin perjuicio de la validez de las
reproducciones, ediciones, ejecuciones y toda otra publicación hechas
durante el tiempo en que la obra no estuvo inscripta.

12
Arts. 61 y Sgtes. - Ley N° 11.723. Op. cit.

14
Es importante destacar que no se admitirá el registro de una obra sin la
mención de su pie de imprenta. Se entiende por tal, la fecha, lugar,
edición y la mención del editor.

Ahora bien, en la misma Ley N° 11.723 se establece, además, cuáles serán


las sanciones, frente a los distintos incumplimientos. Veamos algunos de
ellos a continuación.

Para aquellos casos en que se defrauda en cualquier forma los derechos de


propiedad intelectual reconocidos por la ley, se reprimirá con la pena
establecida por el artículo 172 del Código Penal.13

Sin perjuicio de la disposición general del artículo


precedente, se consideran casos especiales de defraudación
y sufrirán la pena que el Código Penal establece, además del
consecuente secuestro de la edición ilícita:

a) El que edite, venda o reproduzca por cualquier


medio o instrumento, una obra inédita o publicada sin
autorización de su autor o derechohabientes.

b) El que falsifique obras intelectuales,


entendiéndose como tal la edición de una obra ya editada,
ostentando falsamente el nombre del editor autorizado al
efecto.

c) El que edite, venda o reproduzca una obra


suprimiendo o cambiando el nombre del autor, el título de la
misma o alterando dolosamente su texto.

d) El que edite o reproduzca mayor número de los


ejemplares debidamente autorizados.14

La Ley de Propiedad Intelectual prevé también la posibilidad de lograr


medidas preventivas. Efectivamente, los jueces podrán, previa fianza de los
interesados, decretar preventivamente la suspensión de un espectáculo
teatral, cinematográfico, filarmónico u otro análogo; el embargo de las
obras denunciadas, así como el embargo del producto que se haya
percibido por todo lo anteriormente indicado y toda medida que sirva para
proteger eficazmente los derechos que ampare esta Ley de Propiedad
Intelectual.

Ninguna formalidad se ordena para aclarar los derechos del autor o de sus
causahabientes. En caso de contestación, los derechos estarán sujetos a los
medios de prueba establecidos por las leyes vigentes.

En cuanto a la posibilidad de iniciar acciones en el ámbito civil, podemos


afirmar que, en todo juicio motivado por esta ley, ya sea por aplicación de

13
Art 172 – Ley N° 11.179 (1921). Código Penal Argentino. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
14
Art. 72 - Ley N° 11.179. Op. cit.
15
sus disposiciones, como consecuencia de los contratos y actos jurídicos que

tengan relación con la propiedad intelectual, regirán, fuera de las medidas


preventivas en que se establece para las excepciones dilatorias, en los
respectivos códigos de Procedimientos, en lo Civil y Comercial, con las
siguientes modificaciones que establece la ley que protege los derechos del
autor:

a) Siempre habrá lugar a prueba a pedido de las partes o


de oficio pudiendo ampliarse su término a 30 días, si el
juzgado lo creyere conveniente, quedando firme a esta
resolución.

b) Durante la prueba y a pedido de los interesados se


podrá decretar una audiencia pública, en la sala del tribunal
donde las partes, sus letrados y peritos expondrán sus
alegatos u opiniones.

Esta audiencia podrá continuar otros días si uno sólo fuera


insuficiente.

c) En las mismas condiciones del inciso anterior y cuando


la importancia del asunto y la naturaleza técnica de las
cuestiones lo requieran, se podrá designar un jurado de
idóneos en la especialidad de que se tratare, debiendo estar
presidido para las cuestiones científicas por el Decano de la
Facultad de Ciencias Exactas o la persona que éste designare,
bajo su responsabilidad, para reemplazarlo; para las
cuestiones literarias, el Decano de la Facultad de Filosofía y
Letras; para las artísticas, el Director del Museo Nacional
de Bellas Artes y para las musicales, el Director del
Conservatorio Nacional de Música.15

El artículo 81, sigue:

Complementarán el jurado dos personas designadas de


oficio. El jurado se reunirá y deliberará en último término en
la audiencia que establece el inciso anterior. Si no se hubiere
ella designado, en una especial y pública en la forma
establecida en dicho inciso.

Su resolución se limitará a declarar si existe o no la lesión


a la propiedad intelectual, ya sea legal o convencional. Esta
resolución valdrá como los informes de los peritos
nombrados por partes contrarias, cuando se expiden de
común acuerdo.16

15
Art. 81 - Ley 11.723. Op. cit.
16
Art. 81 - Ley 11.723. Op. cit.
16
Referencias
Büeres, A. J., (2015). Código Civil y Comercial de la Nación, analizado, comparado y
concordado. Tomo 1. Buenos Aires: Ed. Hammurabi.

Constitución Nacional Argentina (1853). Congreso General Constituyente. Santa Fe,


Argentina. 1 de mayo de 1853.

Ley N° 11.179 (1921). Código Penal Argentino. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley N° 11.723 (1933). Ley de Propiedad Intelectual. Honorable Congreso de la


Nación Argentina.

Ley N° 25.036 (1998). Propiedad intelectual –Ley de Modificación de la Ley 11.723 –


Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso


de la Nación Argentina

Lorenzetti, R. (1999). Tratado de los Contratos. Buenos Aires: Ed. Rubinzal Culzoni.

Llambías, J. (1997). Tratado de Derecho Civil. Buenos Aires: Ed. Perrot.

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