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DIRECCIÓN GENERAL DE COMUNIDADES EDUCATIVAS

DOCUMENTO FUNDACIONAL
PROGRAMA DE VINCULACIÓN SOCIAL

ABRIL 2014

La vinculación social como proceso transformador

La escuela no se concibe como un espacio aislado de la comunidad sino que es más bien un
agente socializador que se articula y se relaciona de manera propositiva con su ámbito
territorial más próximo, para el beneficio común y para mejorar las condiciones de vida de la
gente en conjunto con el poder popular como actor protagónico de esas transformaciones que
nos aproximan al “vivir bien”. Bajo esta premisa, la vinculación social se constituye en la
medida que las y los educandos y educadores se comprometen con su contexto, en un acto
de leer el mundo para reconocerse con el otro en torno a la realidad que los condiciona1.

Por ello, la vinculación social en nuestro contexto actual cobra una relevancia primordial como
parte de las transformaciones profundas que vivimos como nación. Nada perdurable puede
construirse sin el pueblo como protagonista del cambio. En el marco de la revolución
bolivariana, la vinculación social se desarrolla a partir de la estrategia político - metodológica
del “punto y círculo”, articulando colectivos, organizaciones y escuelas, en función de generar
iniciativas y buscar soluciones a los problemas específicos que les afectan, entendiéndose
además como parte de la agenda política general que asumimos como país y que se orienta
en base a los postulados del Plan de la Patria 2013-2019.

Nuestro modelo educativo impulsado por el Comandante Chávez y hoy por el Presidente
Maduro, ha generado la posibilidad de un incremento exponencial de la matrícula escolar.
Ahora, el desafío que se nos presenta apunta a aumentar la calidad de la propuesta
educativa, considerando todas las variables pedagógicas que intervienen en el proceso
formativo. Una de ellas y de especial importancia, se relaciona con el ocio improductivo donde
las condiciones materiales y simbólicas con las que se identifican los jóvenes está
estrechamente relacionada con la delincuencia y la violencia, las cuales son manifestación de
un cúmulo de antivalores que se han impuesto en el marco de la sociedad de consumo
capitalista, heredada de la cuarta República y afincada como forma cultural de vida de la
inmensa mayoría de la población. En este sentido, es necesario revisar cómo la educación ha
dado respuesta a este contexto, propiciando o no la erradicación de anti valores, el modelaje
de una forma cultural de solidaridad y su relación con las formas de exclusión, así como los
mecanismos para garantizar prosecución escolar, generando una relación entre el aprendizaje
y el significado práctico del mismo, el cual en la inmensa mayoría de los casos, parece
encontrarse distanciado de los intereses de los jóvenes.

En este sentido, la escuela transciende su ámbito formal tradicional para dar paso a la
creación de proyectos educativos integrales comunitarios (PEIC) en función de la valoración
comunal y en articulación con los sujetos sociales, para diagnosticar y resolver problemáticas
comunes, identificando intereses y necesidades de los sujetos protagónicos del proceso
educativo: Niños, Niñas, adolescentes y jóvenes. La comunidad, en la que se inserta la
escuela como espacio privilegiado para el encuentro, se convierte en ámbito de la
conformación de tejido social activo y creativo, necesario para promover la participación, la
prevención y resolución de conflictos, la convivencia solidaria, además del intercambio de
1
Freire P. (2008): Pedagogía del Oprimido
saberes populares, identitarios y culturales propios.

Por tanto la práctica educativa, tal como la entiende el Estado Docente en la revolución
bolivariana, tiene direccionalidad política, se compromete con la transformación de las
situaciones que generan o mantienen la pobreza y la injusticia, especialmente en las
poblaciones o sectores en condición de vulnerabilidad. Por consiguiente, el quehacer
educativo debe intervenir en transformar las causas que generan la violencia y que afecta
directamente a los jóvenes, así como incidir en la disminución de los niveles de pobreza
extrema que rodean a las instituciones educativas.

Como hemos afirmado anteriormente, el Gobierno Bolivariano ha trabajado estos 15 años en


la gestación y organización de un sistema educativo diferente, en función de mantener la
prosecución escolar y generar las bases para la formación de la nueva ciudadana y ciudadano
republicano que precisamos para hacer imperecedera la revolución y la construcción del
socialismo humanista y democrático. La Educación Bolivariana ha logrado romper con el
sistema excluyente que decantaba y clasificaba a los estudiantes en profesionales y obreros,
a través de la estructuración de un sistema educativo formal que inicia con los simoncitos,
escuelas y liceos bolivarianos, para luego culminar con las escuelas técnicas robinsonianas y
universidades, a fin de garantizar la formación de profesionales en los distintos campos que
necesita el país. Se concibe la educación como un continuo humano, como una unidad
compleja en sus diferentes niveles de enseñanza, que atiende a edades e intereses
vocacionales en su contexto cultural, social e histórico en concordancia con los preceptos
constitucionales: ser, saber, hacer y convivir, en sus artículos 102 y 103 2. El continuo humano
responde a la formación del ciudadano y ciudadana para la construcción de la Patria
socialista, con valores que los comprometan con el protagonismo y el ejercicio de sus
derechos, así como, con la consolidación del modelo socio productivo.

Uno de los principios fundamentales es la formación del pueblo para la participación


protagónica en la transformación de la sociedad y del modelo económico productivo, para la
construcción del Estado Social de Derecho y de Justicia, como lo contempla el Plan de la
Patria, 2013-2019. En este sentido, los actores que hacen vida en la escuela, como sujetos de
la formación deben analizar las problemáticas escolares y sociales e impulsar procesos
transformadores de la realidad local y nacional.

Por consiguiente, la escuela se convierte en otra instancia de participación popular, como


parte integrante de un ámbito territorial más amplio, donde convergen organizaciones
sociales, instituciones, comunas, familias, cuerpos de seguridad y otros. Estas instancias se
constituyen sobre una base pedagógica-social en donde la acción educativa se sitúa en cada
espacio comunitario, potenciándose diferentes contextos para el aprendizaje, en relación con
el ámbito político, cultural y económico territorial.

Lograr procesos de vinculación social en el ámbito de las escuelas, con pertinencia política de
cara a resolver los problemas neurálgicos que afectan a nuestro pueblo, pasa necesariamente
por identificar las diversas dimensiones problemáticas contextualizadas. Algunas de ellas se
vinculan con las deficiencias del tejido social; otras responden a variables estructurales,
institucionales y/o situacionales. Es de vital importancia destacar la necesidad del trabajo
mancomunado, uniendo esfuerzos entre las instituciones del Estado, de manera de dar
respuesta oportuna a las problemáticas sociales, entendiendo que la gestión responde a un
solo gobierno. Los principios que deben regir estos procesos son los siguientes:

 La participación popular como ejercicio del poder ciudadano, entendido como la


participación crítica del pueblo en demanda de sus derechos, en la construcción de las
políticas públicas y en la acción corresponsable ante las problemáticas sociales.
2
Ministerio de Comunicación e Información (2005): La Educación Bolivariana.
 La dialogicidad entendiendo el diálogo desde una perspectiva ética y política frente al
proceso educativo, donde nadie educa a nadie, todos nos educamos entre si,
mediados por la realidad, por ello la acción formativa es relacional, se reflexiona y se
acciona colectivamente en función de la transformación social.
 La educación como acción política entendida como práctica social transformadora
que opta por la atención a la población más vulnerable y por revertir las situaciones
que generan injusticia, por tanto, no es neutra.
 La ética socialista entendida como la formación de la nueva conciencia revolucionaria
basada en la justicia social, la solidaridad y la equidad, para la superación de los
valores capitalistas, la pobreza y la desigualdad.
 El ecosocialismo entendido como la preservación del planeta y el cuido de la
naturaleza como criterio de acción permanente en las propuestas formativas.
 La democracia entendida como el proceso de democratización donde todos los
actores del quehacer educativo tienen participación y toman decisiones en el ejercicio
de sus derechos.

Este programa de vinculación social que impulsa el Ministerio del Poder Popular para la
Educación, a través del Viceministerio de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo,
intenta aproximarnos a la generación de políticas educativas de largo aliento que puedan ir
abordando de manera oportuna, eficaz y eficiente dichas dimensiones problemáticas, en aras
de consolidar procesos de participación protagónica del pueblo en la transformación educativa
y haciendo viables los Proyectos Educativos Integrales Comunitarios (PEIC). Analizamos a
continuación algunas de estas variables a considerar.

Las dinámicas de la violencia y su relación con la escuela y comunidad.

El camino que se ha trazado la Revolución Bolivariana de cara a atender las causas y efectos
de la violencia, apunta necesariamente a darle un valor fundamental como política de Estado
a todo aquello que refiere a la prevención integral y a la recuperación de condiciones de
inclusión y vida digna para nuestro Pueblo. En tal sentido, la escuela como espacio de
relaciones y de socialización debe contribuir a propiciar la convivencia en su propio ámbito
escolar, a la vez que articula y conjuga esfuerzos, en función de revertir situaciones de
conflictividad y violencia, en especial las que aquejan a los jóvenes, reconociendo que la
población juvenil de los sectores populares entre los 12 años y 24 años de edad, está en el
centro de las dinámicas de la violencia, siendo protagonista tanto en el rol de víctima como de
victimario.

En ese contexto, los jóvenes de los sectores populares padecen diversas situaciones de
exclusión, que si bien se ha avanzado para revertirlas en la población adulta, en el caso de la
población juvenil aún se denotan cifras significativas de exclusión. La tasa de desocupación
juvenil se estimó para el año 2012 en 18,4% en relación a la tasa nacional que se ubicó en
8,6%3. En los años 2009-2010 el 26% de la población joven en edades comprendidas entre
los 13 años y 17 años están fuera del sistema educativo 4. Igualmente se presentan
situaciones de conflictividad en los centros educativos que han propiciado la instauración de
una cultura del maltrato y de relación marcada por la violencia; en un estudio independiente
realizado sobre el tema se refleja que el 43% de los estudiantes han pasado por una situación
de pelea en la escuela, el 79% han sufrido agresiones físicas y el 88% han padecido
agresiones verbales5. Otro estudio6 realizado en el 2010 y publicado en 2011 por el Ministerio

3
Gran Misión a Toda Vida Venezuela, año 2012.
4
Ibídem
5
Centro Gumilla (2009): Violencia en la Escuela.
6
MPPE – UNICEF (2011): Estudio Nacional sobre Violencia contra Adolescentes en los entornos de la Familia, la
Escuela y la Comunidad.
del Poder Popular para la Educación, en colaboración con El Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF) reporta que, sobre un total de 10.757 estudiantes encuestados, el
11,3 % de los estudiantes consultados afirmaban haber visto compañeros con armas de fuego
en sus planteles y 21,2 % con armas blancas; 21,8 % afirman haber observado consumo de
alcohol dentro de los planteles y 50% conocer robos ocurridos en el plantel. A eso se le suma
las situaciones generadas fuera de la escuela, en sus alrededores, que afectan directamente
el desenvolvimiento de la cotidianidad escolar, como es el caso de la distribución y consumo
de drogas, el ajuste de cuentas, peleas, entre otros.

Todas estas situaciones marcan un escenario complejo de violencia que debe ser atendido de
manera interagencial y con activa vinculación de las comunidades que conforman el entorno
de las escuelas o liceos afectados, siendo la prevención y atención de la violencia un tema
primordial del PEIC.

Vencer las resistencias para lograr la Gestión Comunal de la Escuela

En el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela el poder popular


tiene el derecho de ejercer la democracia participativa y protagónica en el ámbito de lo
público. En tal sentido la sociedad en general, junto a la institución escuela y el Estado, tienen
el compromiso de intervenir en el proceso educativo para el desarrollo integral de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes, como lo establece la Ley Orgánica de Educación7. Eso se expresa en
las instancias de participación como los consejos comunales y otras organizaciones sociales
quienes como pueblo organizado ejercen el gobierno comunitario y la gestión de las políticas
públicas8. En tal sentido, los centros educativos se convierten en un ámbito de articulación
importante con la comunidad y sus diferentes actores en función de generar planes y acciones
que tributen a la formación, calidad y prevención dentro y fuera de la escuela, así como a la
inclusión de los jóvenes que han quedado fuera del sistema educativo.

Sin embargo, la práctica aún no se desarrolla de esa manera deseada; la conformación de los
consejos educativos en el año transcurrido desde la aprobación de la resolución N° 58, no ha
logrado consolidarse como forma organizativa democrática y corresponsable de la gestión de
las políticas educativas. Se ha generado resistencia por parte de los directivos y de la
comunidad en general para su pleno ejercicio a favor de una gestión escolar articulada e
integrada de la comunidad con los centros educativos. Esto incide directamente en la
concreción de objetivos, tales como la defensa de los principios fundamentales de la
educación, la gratuidad y la educación integral, debilitando la fortaleza que tiene la resolución
058 a favor de la organización y la corresponsabilidad que deben tener los ciudadanos y
ciudadanas con la educación. Igualmente la organización y ejecución del Proyecto integral
Comunitario (PEIC) no se ha fortalecido como estrategia para la búsqueda de soluciones ante
necesidades y problemáticas que afectan el entorno, la escuela y los diferentes actores que
hacen vida en la comunidad, partiendo de la idea que la escuela es uno de los centros del
quehacer educativo comunitario, al igual que la comunidad se concibe como centro del
quehacer educativo9.

Reducción de la pobreza extrema.

Los logros alcanzados por el gobierno Bolivariano para la reducción de la pobreza extrema
han sido muy significativos y de gran avance para el cumplimiento de las metas del Milenio,
debido a las acciones emprendidas para garantizar el acceso a la vivienda, salud y educación.
Así como de políticas agroalimentarias a través de programas, tales como, la creación de la
empresa de producción y distribución venezolana, la misión alimentación y la red mercal.

7
Ley Orgánica de Educación, artículo 17.
8
Ley orgánica de los Consejos Comunales, artículo 2.
9
Consejos Educativos, Resolución 058, gaceta oficial N° 40.029. Ministerio del Poder Popular para la Educación.
Dichas acciones han sido determinantes para la reducción de la pobreza logrando disminuirla
del 11,36% en 2001, a 6,97% para 201110. Sin embargo, aún tenemos un porcentaje de 6,97%
de hogares que están en situación de pobreza extrema, es decir 2,3 millones de personas
permanecen en esa condición y es tarea del gobierno Bolivariano extender las políticas y los
programas hasta tanto no logre superar la pobreza cero.

La erradicación de la pobreza extrema implica el trabajo articulado institucional a través de los


programas y proyectos que garanticen el ejercicio de los derechos sociales. En tal sentido, los
centros educativos tienen la tarea de apoyar iniciativas que tributen a la formación de los
sujetos involucrados en prevención, promoción y protección para el vivir bien , además de
aperturar espacios educativos dentro y fuera de la escuela para la inclusión y ocupación
juvenil en propuestas que contribuyan a la prevención integral.

Los objetivos de la Vinculación Social

Objetivo general

Promover la gestión comunal de los centros educativos en aras del fortalecimiento de las
condiciones que generen calidad educativa, convivencia pacífica y solidaria, reducción de la
violencia, minimización de la pobreza-pobreza extrema y construcción de tejido social
inclusivo que tome a la escuela como centro del quehacer comunitario.

Objetivos específicos

1. Fortalecer el tejido social a partir de la creación de redes educativas con las comunidades e
instituciones del Estado, para impulsar propuestas culturales, deportivas, políticas y socio
productivas dirigidas a la población escolar del subsistema de educación básica.

2. Generar procesos de formación y articulación que favorezcan la inclusión laboral de la


población juvenil desescolarizada, en áreas socio-productivas, generando iniciativas que
contribuyan a la creación de proyectos de vida para los y las jóvenes.

3. Articular en torno a la escuela las propuestas de formación política, cultural, recreacional y


deportiva que desarrollan organismos gubernamentales, instituciones privadas y
organizaciones sociales a favor de la ocupación juvenil y el protagonismo de la juventud.

4. Fortalecer la participación protagónica de las instituciones escolares en articulación con el


poder popular para el diagnóstico e intervención en las problemáticas locales y nacionales, a
través de la formación y la remisión al sistema de misiones para lograr amplia cobertura.

5.- Sistematizar las experiencias significativas de vinculación escuela-comunidad que puedan


proyectarse a la generación de políticas públicas de carácter nacional que favorezcan el rol
protagónico del pueblo organizado en la gestión de la escuela.

1) Proyectos de la Vinculación social

A.- Los Circuitos Educativos Comunitarios de Paz (CECOPAZ)

10
Encuesta de hogares por muestreo, primer semestre de 2011. http://www.ine.gov.ve
Objetivo General

Organizar redes educativas articuladas con las comunidades para generar propuestas
formativas socioculturales y deportivas dirigidas a la población escolar del subsistema de
educación básica, que contribuyan a la calidad educativa y a la formación de sujetos políticos
con arraigo e identidad cultural, así como a la prevención de la violencia intra e inter escolar.

Objetivos específicos
1. Desarrollar unidades de formación en el ámbito cultural, deportivo, político y socio-
productivo dirigido a la población escolar, en el marco de la convivencia solidaria, de
acuerdo a los indicadores de calidad propuestos.

2. Diseñar planes y estrategias pedagógicas en función de revertir las condiciones que


generan deserción escolar y violencia entre la población joven, que tributen a la política
pública.

3. Diseñar y aplicar una metodología para la organización, el acompañamiento, la


evaluación y la sistematización de los circuitos educativos comunitarios de paz.

A modo explicativo
Circuitos Educativos Comunitarios de Paz (CECOPAZ)

Nos proponemos crear los “Circuitos Educativos Comunitarios de Paz (CECOPAZ)”,


concebidos como espacios de FORMACIÓN integral de los NNA, asumiendo todo el territorio
de la comunidad como un espacio formativo. Para ello, cada centro educativo tiene la
necesidad de identificar y georreferenciar en su entorno los actores e instituciones que pueden
tributar al proceso educativo, partiendo de las familias, los consejos comunales y las comunas
como actores primarios de esta relación. El valor primordial de esta forma de construir la
agenda educativa es que el Pueblo organizado se asume a la vez como un “Maestro pueblo”,
que proyecta sus saberes, reivindicando su identidad cultural e histórica.

Criterios para definir los Circuitos Educativos Comunitarios de Paz (CECOPAZ)

Para poder crear un CECOPAZ es fundamental que el centro educativo, como eje en la lógica
del “punto y círculo” identifique, mapee, referencie y articule los distintos actores socio-
comunitarios que pueden aportar al desarrollo del circuito. Esta labor técnica pero también de
interacción humana debe ser organizada por los equipos que conforman el Consejo Educativo
de cada centro y contar con una instancia de coordinación que les permita sistematizar de la
mejor manera la información necesaria para la creación del circuito. A partir de ahí, se deberán
definir las estaciones y dimensiones a abordar en cada circuito, lo cual responderá a las
características propias de cada espacio comunitario.

Por estas razones, un Circuito Comunitario de Paz se define tomando en cuenta los siguientes
criterios:

1. Continuidad territorial: Entendida como las escuelas que están próximas y podrían
trabajar de manera articulada en un mismo plan de trabajo.

2. Comunidades en situación de vulnerabilidad: Entendida como las escuelas que están


situadas en comunidades populares con necesidades materiales y simbólicas no
cubiertas y donde la violencia tiene expresiones concretas.

3. Posibilidades para aglutinar fuerzas organizativas, instituciones y potencialidades:


Entendida como aquellas escuelas cuyo entorno podría viabilizar un circuito dada la
capacidad de organización y capacidad instalada en el sector donde está anclada.

4. Sentido de pertenencia con el sector: Entendida como el arraigo que tiene la


comunidad educativa de un centro con los sectores y la historia que lo ha configurado
como centro educativo.

Las estaciones de los Circuitos Educativos Comunitarios de Paz (CECOPAZ)

El circuito se estructura a partir de “estaciones”, éstas contemplan todos aquellos espacios


comunitarios donde los estudiantes puedan realizar actividades de carácter deportivo
(canchas, parques, plazas), cultural (anfiteatros, plazas, museos, teatros, centros culturales
comunitarios), socio productivo (talleres, fábricas, huertas, mercados), sanitarias, sobre
administración de emergencias (cuarteles de bomberos, estaciones policiales, grupos de
rescate), oficios varios (identificando negocios o instituciones presentes en la comunidad),
axiológico (hogares de la patria, organizaciones sociales). Se agrupan:

 Estación socioproductiva: carpintería, plomería, serigrafía, audiovisual, herrería,


albañilería, costura, cocina, agronomía, mecánica, reparación de computadoras, otros.

 Estación deportiva y recreacional: cátedra de ajedrez, disciplinas deportivas, arbitraje,


excursionismo, escalada, rapel, otros.

 Estación de participación política: parlamento estudiantil, gobierno parroquial, consejos


comunales juveniles, comuna, mediación de conflictos, historia de la patria, del barrio,
virtudes republicanas, otros.

 Estación cultural: música, teatro, pintura, escultura, danza, historia local, fotografía,
cuenta cuentos, circo, literatura, otros.

Procedimiento para conformar un Circuito Educativo Comunitario de Paz (CECOPAZ)

Para conformar los circuitos se requiere del trabajo en equipos escolares, organizados desde
el Consejo Educativo y bajo la coordinación de la directiva del plantel, los cuales tendrán como
tareas:

 Lograr un acuerdo político con las instancias de gestión escolar de la parroquia y el


municipio para la conformación del circuito.

 Conformar el consejo pedagógico del circuito que agrupa a los directores y directoras
de los planteles escolares que forman parte del circuito y miembros de la comunidad
organizada.

 Realizar el mapeo y georeferenciación del ámbito comunitario de su poligonal.

 Realizar un directorio institucional y de aliados comunitarios con quienes articular para


la realización de los circuitos.

 Diseñar un plan educativo común de las escuelas del circuito donde se pongan en
común las fortalezas y capacidad instalada.

 Concretar alianzas y convenios con instituciones públicas o privadas y organizaciones


sociales para darle formalidad y prosecución a las actividades de los circuitos.

 Identificar espacios educativos (tales como comedores, bibliotecas, laboratorios, rutas


escolares culturales que se puedan transitar a pie y en vehículo, lugar para la siembra
o huerto escolar, etc.)

 Organizar los temas logísticos relacionados con alimentación, equipamiento, movilidad,


seguridad, entre otros aspectos.

 Identificar los espacios y dinámicas pedagógicas a aplicar en el trabajo de primaria y


en el trabajo del bachillerato.

 Anunciar y difundir ampliamente a toda la comunidad las dinámicas y estrategias a


emplear para que se incorpore activamente.

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