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 2.-  LECTURA DE LA PALABRA: Hech.

2, 1-11

 Hacemos silencio en nuestro interior y acallamos los ruidos para escuchar la voz del Señor
que quiere decirnos su Palabra. (Momento de silencio con música de fondo).

 4.-  ORACIÓN DE INTERCESIÓN AL ESPÍRITU

 Presentamos tres situaciones que se están dando en nuestro mundo: la guerra, la división,
el individualismo. Por estas tres realidades hacemos oración de intercesión al Espíritu.

 - Ven Espíritu Santo a todos los corazones y lugares donde se ejerce la violencia, la
injusticia, la guerra, el terror.

 . Silencio

 - Ven Espíritu Santo sobre los cristianos divididos, los pueblos separados, las situaciones
de marginación étnica, social y religiosa.

 . Silencio

 - Ven Espíritu Santo a nuestro individualismo, comodidad, egoísmo, indiferencia,


pasividad.

 . Silencio      

Al Espíritu Santo se le representa de diferentes formas:

 Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el


Bautismo, ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo
nacimiento.

 Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo.
En el sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser
testigo de Cristo.
 Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu.

 Nube y luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así
desciende sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor,
en la Transfiguración, el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube.

 Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la


unción del Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano.

 La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos,


trasmiten el "don del Espíritu".

 La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de


paloma y se posa sobre Él.

5.- LOS DONES DEL ESPÍRITU SE CONVIERTEN EN TAREAS

 Se Presentan tres pancartas con estos nombres: RECONCILIACIÓN; COMUNIÓN,


CREATIVIDAD y se invita a que cada uno se coloque dónde cree que el Espíritu le invita
a trabajar.

 Una vez formados los tres grupos, cada uno de los componentes puede decir a qué se siente
llamado/a.

 Después de haberse escuchado unos a otros, los que forman cada uno de los grupos unen
sus manos y oran todos con la oración de Jesús y del Espíritu: El Padre Nuestro.

Actividad
1. Luego de finalizado el trabajo en los grupos se dirigen en procesión hacia el templo. Se
canta un canto apropiado y todos caminan detrás del Cirio Pascual. En la procesión se
hacen paradas, en cada una de ellas se lee una “renuncia” y cuando todos responden, se
rompe el cartel que tiene una situación de pecado referido a esa renuncia.
Animador: Somos una comunidad que quiere vivir al estilo de Jesús y, movidos por su
Espíritu, amar y servir a nuestros hermanos. Por ello, todos juntos vamos a proclamar
nuestra fe y nuestro deseo de renunciar a lo que nos impide ser fieles testigos del amor de
Dios; vamos a hacer manifestación pública de nuestra adhesión a Jesús y a su Iglesia, para
comprometernos a hacer realidad el Reino y su Justicia, para vivir conforme a la invitación
de Jesús de amar al prójimo como él nos amó y de entregar, en todo, nuestra vida. Y para
que todo esto sea posible:

¿Están dispuestos a renunciar al pecado, que se manifiesta en el egoísmo, la mentira, la


envidia, la venganza?
Sí, estoy dispuesto.
¿Están dispuestos a renunciar al pecado que se manifiesta también en la búsqueda del
placer por el placer sin importar los otros, en la búsqueda de la comodidad, en el
consumismo desenfrenado?
Sí, estoy dispuesto.
¿Están dispuestos a perdonar cuando los traten mal, a amar, incluso, a los que no les
quieren bien, a ayudar a los que necesiten, aunque no sean sus amigos?
Sí, estoy dispuesto.
¿Están dispuestos a dejar de buscar, ante todo, los propios intereses y poner en el corazón
y en la vida, el corazón y la vida de los hermanos?
Sí, estoy dispuesto.
2. Cuando todos están ubicados dentro del templo se realiza la proclamación de nuestra fe,
después de cada “Sí, creo” se encienden las velas.
¿Creen que Dios es un Padre bueno que nos ama y nos ha creado por amor? ¿Creen que
todo el mundo está en sus manos, de El salió y a El se dirige?
Sí, creo.
¿Creen en Jesús, Hijo del Padre y hermano nuestro, que nació de María, Virgen y que pasó
por este mundo haciendo el bien y entregó su vida para darnos vida en abundancia?
Sí, creo.
¿Creen que Dios lo Resucitó y está con nosotros hasta el fin de los tiempos animando
nuestra fe con el Espíritu Santo?
Sí, creo.
¿Creen que el Espíritu Santo continúa actuando en los hombres y mujeres que se
comprometen en la construcción del Reino?
Sí, creo.
¿Creen en la Iglesia que busca hacer camino de seguimiento a Jesús y nos da la vida de
comunidad, dándonos la fe e incorporándonos al pueblo de Dios a través de una comunidad
concreta y real?
¿Creen que estamos llamados a ser constructores de la Iglesia por nuestra
condición de bautizados para gloria de Dios y de los hombres?
Sí, creo.
¿Creen que algún día nos encontraremos en la fiesta que no tiene fin, celebrando el
Banquete del Reino junto a Dios Padre y los Santos?
Sí, creo.
Esta es nuestra fe, esta es nuestra esperanza y alegría, la cual proclamamos por la gracia
del Espíritu que vive en nosotros. Creemos en ella, creemos que está presente en nuestra
comunidad e Iglesia, y por ello somos enviados a proclamar que el Espíritu de Dios está en
medio nuestro.

1. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA SABIDURÍA.


Se pone un cartel y se prende una vela
Así con cada uno de los dones.
Este don, que Tú regalas, Señor,
es el don del buen gusto en las cosas.
El saber discernir, disfrutar, agradar.
La espontaneidad con Dios
y la familiaridad con los hombres.
La facilidad de moverse con soltura en cualquier ambiente.
Saber gustar donde la gente se intoxica;
saber disfrutar donde todo el mundo tiene prisa
por llegar a donde nunca llega y hacer lo que nunca hace.
El don de vivir y apreciar la vida.
Por la sabiduría, que es un don que se aprende con el corazón,
saboreamos y gustamos lo bueno que es el SEÑOR.
Por esta sabiduría aceptamos TODO lo que en nuestra vida pasa,
viendo en todos los acontecimientos la historia de amor
que Dios va escribiendo junto a nosotros:
nuestra propia historia.
Después se canta varias veces la antífona “Ven, Espíritu de Dios…”
2. DANOS, SEÑOR, EL DON DEL ENTENDIMIENTO.
Con este don, Señor, podemos leer por dentro, estudiar a fondo,
llegar al corazón de las cosas.
Por el don del entendimiento llegamos a calar
en el sentido y en el por qué de las cosas
y de nuestra propia vida,
a veces tan difícil de entender.
Por este don nos hacemos capaces de sorprendernos gratamente
con las personas que nos rodean.
Ellas, como son, nos son entregadas como don de Dios.
Por este don del entendimiento
podemos reconocer la mano de Dios donde otros sólo ven casualidades.
Con este don del entendimiento, en definitiva,
vemos con los ojos de Dios.
Invoquemos a María para que nos ayude a ver como ella veía a Jesús. “Dios te salve…”

3. SEÑOR, DANOS EL DON DEL CONSEJO.


Por este don Tú nos ayudas a vivir y nos ayudas a tomar
las verdaderas y más importantes decisiones
que afectan a nuestra vida y a la vida de los demás,
porque la vida tiene sentido cuando se entrega.
Es escuchar atento y callado
cuando alguien nos cuenta sus desánimos y sus confusiones,
creando un espacio en el que, el que habla, pueda entrar en sí mismo
y encontrar la salida más adecuada a lo que le preocupa.
Este don del consejo es el que nos une unos a otros
para buscar conjuntamente,
y para animarnos en el camino que nos lleva hacia Ti.
Después se canta: “Nada te turbe, nada te espante…”
4. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA FORTALEZA.
Con este don, Tú nos das, Señor,
el valor, la constancia y la perseverancia.
Porque la vida no puede vivirse a pedazos,
hay que definirse, hay que “tirarse al agua”;
y para eso necesitamos la tenacidad y la fortaleza.
Necesitamos este don para hacer frente a tantas cosas
que nos quieren apartar del proyecto de Dios;
y no tanto cosas fuera de nosotros, que también las hay,
sino cosas que dentro de nosotros están luchando
y tratando de apartarnos
de la fidelidad al plan de Dios.
Un don para que no seamos gente que empieza
y nunca sigue ni termina el camino del bien empezado.
Constancia y perseverancia para alcanzar, ayudados por Dios,
la santidad a la que Él nos llama.
Se van diciendo nombres de persona y situaciones que necesiten fortaleza.
5. SEÑOR, DANOS EL DON DE LA AUDACIA.
Derrama, Señor, entre nosotros tu Espíritu de audacia
Que nos de fuerza y valentía para anunciar el Evangelio sin miedos, ni
complejos.
El Espíritu que nos libre de la cobardía y nos transforme en testigos arriesgados
y audaces para repetir con María a todos: “hagan lo que él les diga”
Después se canta varias veces la antífona “Cristo, Jesús, oh fuego que
abrasa…”
6. SEÑOR, DANOS EL DON DE PIEDAD.
El don de sentirnos hijos de Dios.
Sentir ternura, admiración y afecto hacia Dios como Padre,
y sentirnos hermanos de los demás y amarlos,
porque Dios mismo nos los ha dado como hermanos.
El don de piedad por el que sabemos vivir profundamente la amistad.
Tener amigos con los que compartir lo que somos;
para poder abrir nuestro corazón y descansar en la confianza.
Un don, sobre todo, por el que podemos llamar y sentir
a Dios como padre,
y por el que nos atrevemos a llamarlo cariñosamente Papá.
Silencio…
7. SEÑOR, DANOS EL DON DEL TEMOR DE DIOS.
Un temor que no tiene nada que ver con el miedo.
Es un sentimiento profundo por el que valoramos de tal manera
el don del amor que Dios nos da,
-que es lo mismo que darse a sí mismo, porque es amorque
tememos perderlo,
como tememos perder el tesoro más precioso que tengamos.
Un don que nos lleva a respetar y reverenciar a Dios,
porque sabemos que Dios es Dios,
y es el que sabe lo que nos hace falta y nos conviene.
Después se canta o escucha: "Si tu no vienes…"

CREDO
-CELEBRANTE: Nadie de nosotros puede decir "creo" si no es por el Espíritu de
Jesús que está en nosotros. En esta Vigilia de Oración recordamos la Vigilia pascual
y con la fuerza del Espíritu confesamos:
* ¿Creen en Dios, Padre, creador del cielo y tierra?
(Todos): Por la fuerza del Espíritu confieso: Creo en Dios.
* ¿Creen en Jesucristo, Hijo de Dios, enviado desde el Padre, ungido por el Espíritu
y resucitado de la muerte?
(Todos): Por la fuerza del Espíritu confieso: Creo en Jesucristo.
* ¿Creen en el Espíritu, Señor y dador de vida, fuerza que todo lo recrea?
(Todos): Por la fuerza del Espíritu confieso: creo en el Espíritu santo, Señor
y dador de vida.

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