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UNIVERSIDAD NACIONAL​ ​AUTONOMA DE MEXICO

Facultad de Estudios Superiores Iztacala


Sistema Universidad Abierta y a Distancia

Licenciatura en psicolog​í​a

Módulo 712
Práctica Supervisada II La Intervención Conductual con Niños y Adolescentes

Tutor
Mtra. Helene Judith López Rodríguez

Integrantes
Chow Martínez Marcela de los Ángeles
Cruz Pérez Jesús Omar
Herrera Calderón Rosa Elena
Morales Martínez Claudia Yohualli
Rodríguez Guzmán Leticia Elizabeth

Grupo
9712

26 de Agosto de 2016
Marco Teórico

En la actualidad los problemas de comportamiento en la población infanto- juvenil


han tenido un impacto significativo en nuestra sociedad, los factores que intervienen
son diversos, sin embargo, uno de los más frecuentes es la influencia que los padres
tienen sobre el comportamiento de sus hijos ya que es a través de sus prácticas de
crianza y estilos parentales los que determinan un desarrollo psicoafectivo adecuado
o deficiente, lo cual se ve reflejado directamente en el comportamiento de sus hijos.
En los casos específicos de los trastornos o problemas de conducta, es la Psicología
Clínica infantil la disciplina que nos permite corregir ciertas conductas a través del
tratamiento Cognitivo-Conductual, ésta disciplina tiene su origen en los inicios del
siglo XX, cuando Witmer dio inicio a la primera clínica psicológica en la que se daba
tratamiento a niños con diversos problemas tales como problemas de aprendizaje o
que presentaban conductas destructivas en clase (Phares & Trull, 1999)
Con el surgimiento de la psicología clínica infantil los problemas de tipo conductual
han sido atendidos a través de diversos tratamientos tales como el tratamiento
cognitivo-conductual, que consiste en una intervención que tiene como objetivo un
cambio conductual, cognitivo y emocional modificando o eliminando la conducta
desadaptada y enseñando conductas adaptadas cuando estas no son producidas,
este tratamiento conductual es en su totalidad activo ya que implica la realización de
actividades a través de un previo entrenamiento para que sea aplicado por parte del
interesado en su medio ambiente natural (Ruíz, Díaz & Villalobos, 2012).
En la aplicación de este tratamiento se han encontrado hallazgos importantes que
respaldan su efectividad, estos son los encontrados por Kazdin (1996, citado en
Marsh & Graham, 2001) enumerados a continuación:
● Los cambios conseguidos por los niños que reciben psicoterapia son
mayores que los de los niños que no reciben terapia. Este resultado has sido
consistente en las distintas revisiones.
● Los efectos del tratamiento no han demostrado ser diferentes, de
forma fiable para trastornos internalizante, versus externalizantes.
● Los efectos del tratamiento suelen ser duraderos, siendo los efectos
evaluados en el seguimiento similares a los encontrados inmediatamente
después del tratamiento.
● Los tamaños del efecto del tratamiento son aproximadamente, el doble
para problemas que son objetivo del tratamiento, de forma específica, que los
cambios en áreas no específicas del funcionamiento.
Los tipos de tratamiento o técnicas individuales dentro de una clase determinada de
tratamientos no varían de forma consistente en su eficacia relativa, sin embargo las
diferencias encontradas han favorecido a los tratamientos cognitivos conductuales
en comparación con los no conductuales, como en el asesoramiento centrado en el
cliente o la terapia centrada hacia el interior. (Marsh & Gram, 2001)
La influencia de los padres en el comportamiento de sus hijos.
La familia, tal como está definida en la Constitución Política, es el núcleo
fundamental de la sociedad y no sólo es buena para la sociedad, sino de forma
individual para el desarrollo de la persona humana, a lo largo de toda su vida. Los
cambios culturales y sociales, han dado pie para discutir acerca de la vigencia del
modelo tradicional de familia –con padre, madre e hijos— como el mejor para
cumplir dichas funciones.
Tanto hombres y mujeres tienen capacidades parentales similares, pero también hay
mucha evidencia sobre las diferencias, algunas de las más significativas radican en
la forma de jugar, siendo el padre más explorador, ayudando al hijo en la formación
de su confianza en sí mismo. El padre apoya las conductas del hijo que buscan
novedad y lo ayuda a tolerar frustraciones cuando intenta algo nuevo. La madre, en
cambio, suele aferrarse a los esquemas más convencionales. Otra divergencia en el
modo de relacionarse los padres con sus hijos está en la disciplina, ya que mientras
la madre tiende a imponerla subrayando los costos sociales y de relación que tiene
la mala conducta, el padre lo hace subrayando las consecuencias mecánicas y
sociales de ésta, alejándose de lo emocional y de un modo más impersonal cuando
han trazado un límite
El concepto de paternidad comprometida se refiere a determinadas características
presentes o ausentes en las relaciones entre padres e hijos. (Doherty y Erikson,
2001) han determinado que estas características son:
Ø Tener sentimientos y conductas responsables respecto del hijo.
Ø Sentirse emocionalmente comprometido.
Ø Ser físicamente accesible.
Ø Ofrecer apoyo material para sustentar las necesidades del niño.
Ø Ejercer influencia en las decisiones relativas a la crianza del hijo.
Muchos investigadores que han identificado los efectos de la paternidad
comprometida señalan que los niños con padres altamente comprometidos se
caracterizan por una mayor capacidad cognitiva, mayor empatía, creencias sexuales
menos estereotipadas y mejor capacidad de autocontrol.
La paternidad comprometida se ve influenciada por tres aspectos: motivación,
habilidad y autoconfianza. La preocupación empática por los otros, el autocontrol,
una alta sensibilidad moral, e incluso el desarrollo físico, están determinados en un
nivel importante por el compromiso del padre en la crianza y educación. La
influencia paterna positiva ocurre con la relación padre-madre y otros hijos generará
un contexto familiar positivo.
La ausencia de hostilidad familiar es el correlato más consistente de adaptación
infantil, mientras que el conflicto conyugal es el correlato más consistente y confiable
del desajuste infantil.

Estadísticas sobre las problemáticas infantiles y familiares


Los estudios internacionales revelan que una cuarta parte de todos los adultos
manifiestan haber sufrido maltratos físicos de niños y 1 de cada 5 mujeres y 1 de
cada 13 hombres declaran haber sufrido abusos sexuales en la infancia. Además,
muchos niños son objeto de maltrato psicológico (también llamado maltrato
emocional) y víctimas de desatención.​ (Organización Mundial de la Salud , 2014)
Se calcula que cada año mueren por homicidio 41 000 menores de 15 años
(Organización Mundial de la Salud , 2014)
La Unicef estima que en México, el 62% de los niños y niñas han sufrido maltrato en
algún momento de su vida, 10.1% de los estudiantes han padecido algún tipo de
agresión física en la escuela, 5.5% ha sido víctima de violencia de sexual y un
16.6% de violencia emocional. (Forbes México , 2016)
Actualmente, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen
más de 18 millones de niños que viven en situación de pobreza, lo que representa el
56.3% del total de menores que habitan en el país (35.5 millones). El Módulo de
Trabajo Infantil indica que más de tres millones de niños entre 5 y 17 años realizan
actividades económicas y laborales, de los cuales el 47% no perciben remuneración
alguna​ (Universia México, 2013).
Por otro lado, según Organización Mundial de Salud, aproximadamente un 20% de
las mujeres y un 10% de los hombres manifiestan haber sufrido abusos sexuales en
la infancia. ​ (Universia México, 2013).
Sobre el último padecimiento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición 2012 (ENSANUT 2012), en México ​10 de cada 100 niños menores de 5
años tienen sobrepeso​.​ (Universia México, 2013)
Por su parte, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) en un
estudio realizado entre 2011 y 2012, reveló que una de las consecuencias de la
guerra contra el narcotráfico ha sido el deceso de 1,226 niños y niñas en fuego
cruzado y ataques directos. (Universia México, 2013)
LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
La importancia de la intervención psicológica recae en el hecho de que implica un
proceso en el cual se aplican principios y técnicas psicológicos por parte de un
profesional, planteando elementos de su objetivo que recaen en comprender las
conductas problemáticas del individuo, en reducir o eliminar tales conductas, a
prevenir la ocurrencia de los mismos y/o a mejorar las capacidades personales o
relaciones de las personas aun en ausencia de problemas. (Bados López, A., 2008)
Cabe mencionar que el trabajo conjunto de padres con hijos durante la intervención
psicológica proyecta resultados importantes, ya que como lo menciona Phares, J. y
Trull, T. (1999) muchos de los problemas presentados se adquieren dentro del
núcleo familiar y por lo cual resulta esencial la cooperación y comprensión de esta
unidad social.
En qué consisten los programas de intervención dirigidos a modificar el
comportamiento de los padres para obtener un impacto en la conducta de sus
hijos (ejemplos reportados en la literatura y revistas científicas).
Originalmente los programas de entrenamiento para padres deriva de la fusión entre
los principios básicos del aprendizaje social propuestos por Bandura. Este tipo de
intervención considera a los padres como “agentes de cambio” (Barlow y
Stewart-Brown, 2000), y bajo diferentes formatos; grupal, individual, o una
combinación de ambos (Marinho y Ferreira, 2000), se instruyen en procedimientos
específicos que promueven la conducta prosocial de sus hijos, favorecen la
generación de un clima familiar positivo, mientras se fortalece el vínculo afectivo
entre padres e hijos rompiendo así la evolución y generalización de los primeros
problemas conductuales.
Dos principales orientaciones teóricas se muestran en los programas de
entrenamiento de padres: la aproximación “conductual” y la aproximación
“democrática” o “basada en las relaciones interpersonales” (Barlow, Coren y
Stewart-Brown, 2002; Richardson y Joughin, 2002; Smith, 1996). Son cada vez más
los programas que combinan elementos de ambas, como en el caso del programa
basado en la visualización de videos Webster Stratton´s Parent And Children Series
(PACS), de Webster-Stratton (Webster-Stratton, 1982, 1984, 1989, 1990, 1994;
WebsterStratton y Hammond, 1997; Webster-Stratton, Reid, Kazdin y Weisz, 2003).
Lochman y Steenhoven (2002) realizaron un estudio en el que muestran que en
todas las intervenciones en las que se realizaron un entrenamiento con padres se
hallaron mejoras en las prácticas parentales y/o disminución de la conducta
externalizante en el niño. Las mejoras en las prácticas parentales incluyen
reducciones en la conducta hostil de los padres y en el castigo físico (e.g., azotes),
un mayor número de respuestas contingentes hacia la conducta inapropiada y un
incremento de las expresiones de afecto hacia el niño. Estos instrumentos cuentan
con cuestionarios, autoinformes, escalas de calificación y observaciones
independientes.
El entrenamiento de padres es un componente del que difícilmente puede prescindir
cualquier intento de tratamiento integral de los problemas de conducta disruptivos,
siendo considerado “superior en calidad y cantidad a la mayoría de las otras áreas
de la psicoterapia infantil” (Nock, 2003, p.12).
Algunos de los componentes en los programas de entrenamiento son:
Entrenamiento general a padres:
Registro anecdótico del comportamiento de sus hijos:
antecedente-conducta-consecuencia (Ayala, González, Fulgencio, Téllez y Barragán
1998).
Interacción padre-hijo​:
En el padre: Contacto visual, Premiar, Físico positivo, Provocar risa, Reir,
Dialogar.
En el niño: Contacto visual, Físico positivo, Reir, Dialogar

Seguimiento instruccional: 1.Obtener la atención del niño, 2. Dar instrucciones


claras y específicas, 3. Esperar un tiempo razonable para que el niño realice la
actividad, 4. Premiar, 5. Formas adecuadas de actuar cuando sus hijos no obedecen
la instrucción
Supervisión y monitoreo de instrucciones en niños mayores (mayores a 10
años)

La justificación del diseño e implementación del taller que tú vas a realizar (en
este apartado le darán su sello personal)
La importancia de desarrollar un taller dirigido a padres de familia, implica generar
un aprendizaje relacionado a la conducta que muestran frente sus hijos, de tal modo
que los estilos parentales que sea posible modificar, ya sea para disminuir o
incrementar, repercutan en el comportamiento de sus hijos, proyectando en estos
últimos una adaptación positiva en los entornos en los que se desarrollan y posean
habilidades sociales, cognitivas o emocionales.
Por lo tanto es esencial conocer y detectar los estilos parentales que podemos
encontrar, los cuales, según D. Baumrind (1966) son: democráticos (Establecen
reglas, comunicación constructiva y acuerdos con sus hijos); autoritarios (Imponen
reglas de manera intransigente sin posibilidad de tomar en cuenta la opinión de sus
hijos); permisivos (no hay reglas, permiten a los hijos extrema libertad); y por último
negligentes (Excesiva tolerancia con sus hijos, no atienden las necesidades de
estos).
A partir de los estilos parentales, los cuales son características que engloban la
crianza de los padres hacia sus hijos, podemos desprender las prácticas parentales,
las cuales son conductas específicas de los padres, es decir una práctica parental
del estilo negligente, es no atender la alimentación de los hijos y permitirles que
ingieran únicamente lo que pudieron obtener por sí mismos. Otro ejemplo de una
práctica parental del estilo democrático es establecer un acuerdo con el hijo si este
cumple con una tarea dentro del hogar. Concretamente estas prácticas parentales
nos permitirán clasificar a que estilo pertenecen.
Con la dimensión ortogonal de los estilos parentales podemos diferenciar los estilos
que presentan los padres de familia a partir de un nivel alto o bajo de presencia y
combinación entre control e involucramiento parental: democrático (control y afecto);
permisivo (afecto y no control); autoritario (control y no afecto); negligente (no control
y no afecto).
Al estar íntimamente ligadas los estilos parentales con las prácticas parentales, es
importante pensar que estas se adquieren a partir de aquellas metas y valores que
poseen los padres y que por lo tanto genera cierta expectativa en su contexto sobre
cómo “educar” a sus hijos. Esto, por lo tanto, va produciendo fuerza en el ejercicio
cotidiano, de tal modo que se van transmitiendo dichos comportamientos en los
hijos.
Por último, se justifica el diseño y realización de este taller dirigido a identificar y
desarrollar estilos y prácticas parentales, por diversos estudios como el de ​Lochman
y Steenhoven (2002) en el que se demuestra que en las intervenciones con un
entrenamiento con padres de familia, resultaron con avances importantes en las
prácticas parentales y/o disminución de la conducta exterior en el niño, además de
que la unidad familiar y la imagen de los padres de familia poseen gran influencia en
el comportamiento de los niños.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Ayala Velázquez, H., Chaparro Caso-López, A., Fulgencio Juárez, M., Pedroza
Cabrera, F., Morales Chainé, S., Pacheco Trejo, A., ... & Barragán Torres, N. (2001).
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intervención conductual multi-agente. ​Revista Mexicana de Análisis de la Conducta,​
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http://revistas.unam.mx/index.php/rmac/article/viewFile/26317/24720
Bados López, A. (2008) La intervención psicológica: características y modelos.
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Baumrind, D. (1966). Effects of authoritative control on child behaviour. Child
Díaz, I. M., Ruiz A. M y A. Villalobos (2012) Manual de Técnicas de Intervención
Cognitivo Conductuales. Edit.Desclee.

Forbes México . (24 de Agosto de 2016). Obtenido de México: 6 de cada 10 niños


sufren maltrato infantil :
http://www.forbes.com.mx/violencia-infantil-la-otra-cara-de-mexico/#gs.8xDvx
JE
Kazdin, A. (1983) Historia de la modificación de conducta. Bilbaro: Desclée de
Brouwer. P.p. 159 – 193
Marsh, E. & Graham, S. (2001). Clasificación y tratamiento de la psicopatología
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Adolescente.Trastornos Generales.​ Madrid: Pirámide
Organización Mundial de la Salud . (Diciembre de 2014). ​Centro de prensa .​
Obtenido de Maltrato infantil :
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs150/es/
Phares, J. y Trull, T. (1999) Psicología Clínica: conceptos, métodos y práctica.
México: Manual Moderno, cap.20
Universia México. (30 de Abril de 2013). Obtenido de Noticias:
http://noticias.universia.net.mx/actualidad/noticia/2013/04/30/1020651/ninez-
mexico-datos-duros.html

Pacho, Z. R., & Triñanes, E. R. (2011). Programas de entrenamiento para padres de niños con
problemas de conducta: una revisión de su eficacia.​Anales de psicología,​ ​27(​ 1), 86-101.
Recuperado de:​http://www.redalyc.org/pdf/167/16717018011.pdf
Raya, A. F. (2008). Estudio sobre los estilos educativos parentales y su relación con los
trastornos de conducta en la infancia. Córdoba: Universidad de Córdoba

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