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Describe las características esenciales de la Constitución de 1869

Las Cortes se reunieron en febrero de 1869 y nombraron una comisión parlamentaria para
redactar una nueva Constitución, que fue aprobada con la abstención de carlistas y algunos
republicanos. Esta Constitución fue promulgada el 1 de junio de 1869.

Contiene 112 artículos y está influida por la constitución belga y la estadounidense. Establece
en el preámbulo la soberanía nacional de base popular y proclamaba la división de poderes y
una amplia declaración de derechos.

Recogía multitud de libertades y derechos, por lo que fue una de las más democráticas de la
época (derecho de manifestación, reunión, residencia, inviolabilidad del domicilio y la
correspondencia, sufragio universal masculino y libertad de enseñanza).

Regulaba todos los derechos individuales, incluso los no nombrados de forma expresa.

Se establece la soberanía nacional aunque España quedaba configurada como una monarquía
parlamentaria se reconocía que la soberanía residía en la nación.

Se establecía una clara división de poderes:

- Legislativo: en las Cortes bicamerales (Congreso y Senado).


- Ejecutivo: lo ostentaba el monarca (aunque lo ejercía el Gobierno, porque el reinaba,
no gobernaba). El rey se limitaba a promulgar y sancionar leyes, también tenía la
capacidad de suspender las Cortes una vez por legislatura.
- Judicial: tribunales de justicia a los que se le incorporó el jurado (no profesional) que
democratizaba en parte el poder judicial.

Se establecía un sistema parlamentario bicameral en el cual para llevar a cabo las propuestas
del Gobierno debía contar con el apoyo de las Cortes (elegidos por sufragio universal
masculino): los del Congreso votados por los ciudadanos y los del Senado a partir de
compromisarios y representantes. Para ser senador había que cumplir unos requisitos: ser
mayor de 40 años, haber desempeñado cargos públicos, disponer de títulos universitarios,
mayor contribuyente y ‘’las altas capacidades’’ por lo que aseguraban la presencia de las élites
en el Parlamento. Se declara la libertad de cultos, aunque el Estado se obligaba a mantener el
culto católico.

El rey tenía atribuciones similares alas de constituciones anteriores pero estaba sujeto a la
soberanía nacional de la que emanaban todos los poderes del estado y no tenía derecho a veto
aunque podía intervenir en decisiones ejecutivas y en la designación de ministros.

Se planteó la necesidad de una nueva dinastía a los Borbones.

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