El coleccionista de relojes extraordinarios, de Laura Gallego.

(Resumen realizado por Mariella Phillot Molina)

Jonathan Hadley y su familia están de vacaciones en la Ciudad Antigua. Un día van a visitar
el Museo de Relojes, propiedad de un marqués, y, aunque está cerrado, al final consiguen
visitarlo. Entran en la sala de los Relojes Extraordinarios. El marqués les advierte de que no
pueden tocarlos pero Marjorie, sin darse cuenta, toca el orbe del reloj Qui Shui que le atrapa el
alma.
Para salvarla solo hay una solución, que es encontrar el reloj Deveraux que está escondido
en la Ciudad Oculta, la otra cara de la Ciudad Antigua, pero Jonathan solo tiene doce horas
para conseguirlo.
El protagonista inicia la búsqueda del reloj. En el camino conoce a muchos personajes,
entre ellos a Emma, una joven que le ayuda y lo conduce por las calles de la Ciudad Oculta,
hasta que se da cuenta de que debe continuar él solo la búsqueda.
Más tarde se encuentra a su padre que ha ido para ayudarlo a buscar el reloj Deveraux.
Aparece de nuevo Emma y Jonathan ve que no es una persona normal y que ha hecho todo lo
posible para que no encuentre el reloj, por eso decide alejarse de Emma, aunque está
enamorado de ella. Su padre también decide abandonar la Ciudad Oculta y el joven sigue su
camino solo.
Encuentra al Contador de estrellas, un personaje inmortal como Emma. Los dos, con otros
inmortales, le revelan a Jonathan que, si el marqués encontrara el reloj Deveraux, el Universo
acabaría.
En ese momento aparece Jeremiah, el guardián del reloj Deveraux. Todos juntos van a casa
del marqués, que se enfrenta mentalmente a Jeremiah, que sale vencedor del enfrentamiento
y ordena al marqués que toque el orbe del reloj Qui Shui; de esta manera el alma de Marjorie
queda liberada justo antes de que expire el plazo.
Finalmente, la familia Hadley regresa a Estados Unidos y Jonathan se queda con el último
reloj-puerta, un regalo del Contador de estrellas.