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P
or sus planteamientos formales y consecuen- menor despliegue formal.
te visión de la vida, la obra de Carlos Germán Así pues, la amplitud de
Belli posee un carácter único, sin parangón en miras ayuda a descubrir los
la poesía actual de nuestra lengua. La amalgama de aspectos positivos de la vida
sus registros, provenientes de distintas épocas –sobre –antes escamoteados por sis-
todo de la barroca–, desarrolla un vasto y dinámico tema–, sus goces efímeros y,
mundo propio, capaz de autoabastecerse a través de más adelante, coincidiendo
sus afinadas correspondencias en todos los niveles de con las extensas estancias pe-
la escritura, cuyas exigencias recompensan con creces trarquescas, el deleite amoro-
los esfuerzos del lector para no perderse un ápice de so, donde la amada es carnal
la riqueza expresiva de esta poesía, que va de un aplas- y celeste a la vez, fruto de una
tante sentimiento de insignificancia a una entrelazada C. G. Belli, 1932. visión deudora de la mística.
plenitud amorosa y espiritual. Sin embargo, ciertos altibajos anímicos no desa-
Al lado de causas personales, dos procedimientos parecen del todo de la poesía de Belli, pero alcanzada
aglutinantes favorecen, a mi juicio, dicha evolución: la la transformación vital, incluso los poemas más des-
metamorfosis y el aparente anacronismo del lenguaje. engañados, mantienen un fondo compasivo y pacien-
La primera ya alienta en los tempraneros y tenebro- te que los distinguen del nihilismo, la ironía corrosi-
sos poemas de Belli, imbuidos de desazón kafkiana. va y el humor negro de sus libros iniciales. En dicha
La ductilidad imaginativa –que del claustro materno conversión interior –que va de la intrascendencia a
al más allá transita por todos los tiempos y los tres la trascendencia–, los temas y los símbolos tópicos
reinos naturales– irá minando, poco a poco, el pesi- de este mundo poético, como el bolo alimenticio o
mismo a ultranza y la demoledora falta de autoestima, el Hada Cibernética, sin dejar de ser centrales, ad-
sin que para ello sea necesario renovar las imágenes. quieren un sentido ambivalente de carencia o placer
A partir de Oh Hada Cibernética (1962) Belli adoptó, según los casos. De ahí que los poemas de madurez
sin abandonarla ya más, su inconfundible amalgama hagan frecuentes guiños a los de juventud en pos de
de recursos retóricos, donde arcaísmos, neologismos, una indeleble unidad y de una suerte de propósito de
pronombres enclíticos e hipérbatos, al convivir con la enmienda, que es también esta obra.
jerga peruana, frases hechas e imágenes ultramoder- Sus recreaciones de determinados esquemas clá-
nas, conforman un intrincado espesor verbal y sintác- sicos –que suponen una vuelta de tuerca y una lla-
tico que en ningún caso rebaja la emoción del poema, mada de atención crítica sobre la progresiva pérdida
sino que la potencia, como si la calidad humana de de significación formal del poema– separan la obra
su contenido emanara íntimamente de tan compleja de Belli de la de compañeros de su generación como
estructura. Por esto, la apariencia anticuada de este Blanca Varela, Jorge Eduardo Eielson o Javier Sologu-
abigarrado estilo refuerza tanto la situación degradada ren, aunque comparta con ellos su afán renovador y
e incluso despersonalizada del hablante como anticipa sus comienzos vanguardistas, cuya impronta está den-
las pautas para salir de ella. Hasta que Belli no empieza tro de algunos de sus mecanismos expresivos, y justifi-
a usar la estrofa regular, con su inalterable distribución ca su atrevida decisión de volver hacia atrás.
métrica, los poemas dominados por el resentimiento y La poesía de Carlos Germán Belli está a la vez
el fracaso –aunque dentro de su tono más propio y de dentro y fuera de nuestro tiempo, aquí y allá hasta
una medida fija– son breves, concentrados, casi cons- anudar las dos orillas del Atlántico. Por ello, sus hos-
treñidos, acordes con el exabrupto, la queja o el des- pitalarias estrofas, cerradas como entrañables refugios
ahogo. La aparición de la estrofa –conductora de un contra los embates de la vida y recitadas por él con
lenguaje cada vez más proteico y rico en paladeables su particular y demorado tono salmódico, nunca nos
aliteraciones, herederas del mejor modernismo– reve- dejan solos ante las eternas incógnitas.
la un afán orgánico que, sin modificar de inmediato *Poeta y director de la revista Palimpsesto. Fragmento de un ensayo
la visión negativa de las cosas, aumenta la confianza publicado en la revista Sibila, nº 47, Sevilla, 2015. Ver: Lectura de
Carlos Germán Belli https://youtu.be/SX8rKwArTcA
del hablante en sí mismo y, subrepticiamente, amplía Entrevista: http://franciscojosecruz.blogspot.com/2011/06/car-
la mirada del poema en consonancia con su mayor o los-german-belli-un-converso-sui.html
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POEMAS DE UN CLÁSICO PRESENTE
Carlos Germán Belli (Lima, 1927) fue empleado público, periodista, profe-
sor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es miembro de la Aca-
demia Peruana de la Lengua. Entre sus libros figuran Poemas (1958), ¡Oh Hada
Cibernética! (1962), El pie sobre el cuello (1967), Sextinas y otros poemas (1970), En
alabanza del bolo alimenticio (1979), Los talleres del tiempo (1992), ¡Salve Spes! (2000),
El alternado paso de los hados (2007), Los versos juntos (2008) y Los dioses domésticos
y otras páginas (2012). Ha recibido el Premio Nacional de Poesía (1962), el Pre-
mio Iberoamericano Pablo Neruda (2006) y el Premio José Lezama Lima (2009).