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LA FE DE LO IMPOSIBLE

En día muy normal en los que las mañanas son frías, el viento sopla muy despacio y se escucha el
ruido de los carros, me disponía a llevar a mi hijo un gemelo de tan solo 1 mes de nacido a cita con
su pediatra.

Al llegar al consultorio lo revisa el doctor y me dice:

-Señora, su hijo debo remitirlo a urgencias por color pálido en sus ojos.

- Yo le respondí: ¿Doctor, pero es algo urgente?

-El doctor dijo: Si señora, puede ser muy grave.

Sali del consultorio con lágrimas en mis ojos y con mi bebe en mis brazos de inmediato para el
Hospital. Al llegar nos recibe un pediatra el cual dice que el niño se debe quedar en observación
mientras le realizan exámenes.

Paso todo el día y en la noche llegaron los resultados de los exámenes, aquellos de los cuales
sentía temor de ver por miedo a que le pasara algo a mi bebe. Pasados 15 minutos llego el doctor
y dijo:

- ¡Señora! A su hijo hay que realizarle un trasplante de hígado pues padece de ATRESIA DE
VIAS BILIARES.
- Lloré desconsoladamente y le pregunte: ¿cómo debo hacer todo?
- El doctor contesto: Debe llevarlo a la mejor clínica de trasplantes en Colombia.
- Yo le pregunte: ¿dónde es?
- El dijo: En Cali o en Medellín, pero deberá de entrar en una larga lista de espera de
donantes.

En ese momento no acepte el traslado de mi hijo, pues tenía mi otro hijo gemelo en casa, no
tenia quien me lo cuidara todo este tiempo mientras viajaba.

Al día siguiente hable con el doctor el cual dijo que tenia una alternativa y era hacerle una
cirugía de DERIVACIÓN con el fin de que mi hijo durara por lo menos dos años esperando el
trasplante.

Acepte esta operación pues sabia lo difícil que es recibir un donante de hígado en Colombia.

Ese día desconsolada y llena de miedos, desespero y un profundo dolor me arrodille en


Oración con mi esposo en la clínica pidiendo a Dios por la salud de nuestro hijo, pues todo el
proceso que estábamos viviendo estaba siendo demasiado doloroso para todos.

Mi esposo hizo una promesa de no cortarse el cabello durante un año y yo hice ayudo durante
una semana en la clínica.

Mientas mi esposo cuidaba en casa a mi otro hijo y yo estaba en la clínica con el gemelo,
pasada una semana le programaron la cirugía.
Ese día se lo llevaron muy temprano a cirugía y llenos de miedo con mi esposo en la sala de
espera durante 8 largas horas nos llamaron para darnos noticias de nuestro hijo, el doctor dijo:

- Su hijo no necesita un trasplante ni necesito derivación, ya que solo tiene las vías biliares
pequeñas y están en un proceso de desarrollo por haber sido prematuro.
- Mi esposo y yo solo nos abrazábamos y dimos infinitas gracias a Dios.

Conclusión

 Este proceso me dejo una gran enseñanza y fue nunca perder la fe en Dios, no dudar de
cada uno de los milagros que el puede hacer por nosotros, me enseño que la espera vale
la pena, a valorar cada minuto y cada segundo que pasas con los seres mas amados, pues
nada en la vida compensa del amor que les damos. Aprendí a darle valor a lo que para mi
no era importante, aprendí que la palabra SERVIR es mas que eso es darlo todo por los
demás sin esperar nada a cambio y que la satisfacción llega en el momento en el que
vemos a los demás bien gracias a nuestra ayuda.

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