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Traduccion de Ferwanvo Huco Azcurra Revision técnica de Oscar Det Barco - Psicoandlisis y transversalidad Critica psicoanalitica de las instituciones por Félix Guattari Prefacio de Giles Deleuze LA TRANSFERENCIA (exposiciON EN EL oTPst) Schotte tuvo razén en valorizar las operaciones signficantes que znos permiten identificar los fenémenos de transferencia con los de la palabra y del lenguaje. Esto deberia ayudarnos a esclarecer esta cuestién de la transferencia fuera del campo estricto dels experienc ‘coanalitica; quiero hablar de la transferencia en el grupo, de la Transferencia inaitacional-Fa Ta medida. en lemon conaidetar ae también el grupo est “estructurado como. un, lenguaje” —para Utilizar una formula de Lacan sobre el inconsciente—, puede entonces plantearse 14 cuesti6n de saber cémo habla, ¢Un grupo puede o no ser sujeto de sw ?°ZA titulo consciente o inconsciente? ¢A quién habla? ;Un grupo sametido, alienado en el discurso de’ los ‘demas. grupos, est condenado a quedar prisionero del sin-sentido desu propio discursa? ¢ Existe para él una salida posible que le permita, ‘aunque mas no fuera parcialmente, tomer cierta distancia respecto a los enunciados que profiere y de los que puede decirse que, en un contexto de sometimiento, es la ver el sujewo y el objeto? En qué condiciones puede esperarse que de un campo de palabra-Vacia pueda ‘surgir una palabra plena <-para tomar prestado otras {érmulas de Lacan? zEs posible considerar, por ejemplo, de fe y sin taicionar que baya “sin embargo algo para hacer” ‘en situaciones tan alienadas como las de un hospital psiquidtrico, una escuela, etc.? gO hay que echar la soga tras el caldero, realizar la ‘Poor politica ) hacer de la revolucion social Ia condicién previa “absoluta a cualquier intervencién de los “usuarios” en el funciona- ‘ent local de las instituciones? El su sin-sentido no mantienen una suerte de didlogo secreto, producto de una alteridad potencial? Del fondo mismo de su impotencia, el grupo puede ser portador de in llamado inconsciente_ para que algo pueda ser posible, aunque més no sea hablar juntos de “esta impotencia: zQué es lo que eso piensa de todo esto réspecto de ‘ototro? ¢ Para qué sirve? Qué hacemos ahi? [..]". Grupo sometido y grupo sujeto no deberian ser entonces considerados como mutua- _mente excluysnies Un partido, ant LA TRANSHERENCIA a “ jo revolucionario.y ahora mis 0 ‘menos sometido al orden _dominante, puede ocupar ain ante los ojos dé Ta masa el lugar dejado vacio al sujeto de la historia, ¢ incluso, en ciertas circunstancias, convertirse como a su pesar ene) sujeto de la enunciacién de una lucha revolucionaria, el “portavoz” de un discurso que no es el siya, sin perjuicio de traicionarlo cuando la evolucién de la relacién de fuerzas le permita un “retorno a la normalidad”. Asi, por més sometido que esté a los determinismos socioeconémicos, tal partido conservard involuntariamente una poten- cialidad de corte subjetivo que s6lo una transformacién del contexto podria revelar. No se trata, pues, para nosotros, de considerar los fenémenos de alienacién y de desalienacién de grupo como si fueran cosas en si, sino mas bien como aspectos, diferentemente expresados y desarrollados segiin los contextos situacionales de un mismo objeto institucional. Desde _el_aspecto del sometimiento_del_grupo, tendremos que descifrar los fendmenos que tienden a replegar al grupo en si mismo, los liderazgos, las identificaciones, los efectos de sugestién, los recha- 208, los chivos emisarios, etc., todo lo que tiende a promover una ley social y formaciones idiosincrdsicas, con sus prohibiciones, sus ritos, etc., todo lo que tiende a proteger al grupo, a defenderlo de las ‘tempestades significantes cuya amenaza es sentida como proviniendo del exterior por una operacién especifica de desconocimiento, que consiste en producir esa especie de falsas ventanas que son los fantasmas de grupo. En este tipo de grupo, estamos pues comprome- tidos en una lucha perpetua contra toda inscripcién posible del sin- sentido: los diferentes roles estén cosificados, falicizados al modo del jefe o al modo de la exclusién. Se esté en el grupo para negar colectivamente el hacer frente a la nada, a la significaci6n ltima de las empresas en las cuales estamos comprometidos. Es un sindicato de defensa mutua, un lobby contra Ja soledad, contra todo lo que’ podria ser sefialado por un cafActer trascendental. Desde el otro aspecto, el del_grupo-sujeto, no_disponemos de los mismos medios de seguridad. Estamos amenazados de sex-tragados por “in océang de problemas, tensiones, luchas internas, ricsgas de escin si6n, en razén misma de la apertura del grupo a los. otros. grupos. El didlogo, ta intervencidn en los otros grupos es una finalidad acep- tada por el grupo-sujeto, que lo obliga-a una. cierta Iucides. con relaciOn a su finitud, y que le perfila el horizonte de su propia muerte, es decir de su estallido. La vocacién del grupo-sujeto a tomar la palabra tiende a comprometer el status y la seguridad de los miembros del grupo; se desarrolla asi una suerte de vértigo, de locura.expecifiea Provistonalided —Trensuersatidad n PSICOANALISIS.¥ TRANSVERSALIDAD del grupo-sujeto; una crispacién paranoica sustituye a esta vocacion Se Paco: el grupo querré.cuestelo_quecueste_ser_sujto, comprendido en ef lugar del otro, j asi recaera en la peor alienacién, fa que esté en el origen de todos los mecanismos compulsionales y mortiferos que conocemos en las pequeiias camarillas religiosas, Titerarias o revolucionarias, Cudles podrian ser los factores de equilibrio de un grupo entre estos distintos aspectos de la alienacién: el factor externo, del grape ometido, © el interno, en la tangente loca del proyertode. grupo-sujeto? "Nuestra prictica hospitalaria puede aportar cierta claridad a esta cusstin, Vemios bien que la integracioi de un enfermo a un grupo. 5 “‘ocializacién”, né“depende’sclamente de la buena voluntad.de-los {erapeutas, Ciertos enfermos, en una institucién, se encuentran con zonas de tolefancia, umbrales y zonas de imposibilidad absoluta, en gus intentos de integracién un grupo a una actividad. Estamos en presencia de un mecanismo similar al de las sociedades primitivas en Inateria de recibimiento en el seno de una nueva clase de edad inieiaciSn con sus ritos de pasaje. ¢Qué hace que una persona acepte ser mareada por el grupo? Si foreamos las cosas, legamos a una iternativa tl gue, oextalla el grpo oetalla la persona misma, Per ecisamente, en los grupos que no cultivan ritualmente sus sintomas Pree Braporsujsis=: ePrize del cara a cara con el sin-sentido es mucho més grande, pero mis grande es también la posibilidad de_ tuna eliminacién de las impasses sintomiticas individuales. En tanto que el grupo permanece como objeto de otros grupos, recibe el sin-sentido, la muerte, del exterior; podemos dar por descontado que se refugiard en sus estructuras de desconocimiento. Pero ni bien el grupo deviene sujeto de su destino, ni bien asume su propia finitud, su propia muerte, entonces los elementos de recepcién Gel superyé son modificados, el umbral del complejo de castracién, especifico de tn orden social dado, puede ser localmente modificado. Estamos ¢n_el.grupo no para escondernos del deseo y de la muerte, “Gomprometidosen-un proceso. colectiva_de_ obsesionamiento,_sino ‘en razbn de un problema particular, no para la eternidad, sino a titulo. transiterio: esto es lo que he llamado Ja estructura. de teame- ss chats “ha subrayado que, en la transferencia, no habia casi nunca verdadera relacién dual; es muy importante, La relacién madre-nifio, por ejemplo, no es una relacidn dual, en cualquier nivel qué”se-ta Tome Cuando se la considera en una situacién real, advertimos que'es nl menos tWangulae, que siempre hay un objeto mediador que actia LA TRANSFERENCIA 2B como soporte ambiguo. Para que haya desplazamniento, transferencia, enguaje, es preciso que haya algo que pueda ser cortado, desligado. Lacan insistié mucho en esta dimensién del objeto, decisivo para reconocerse en estas cuestiones de transferencia y contratransferencia, No nos desplazams en. el orden de a tanserenci, sino ue alge pueda desplazanie “Algo Gus no os a AL aufen “Mo-fay anlaciin interubjeive ‘Tundar_up_sistema_de_expresion, es. . ECE eee funda el acceso a su comprensién. Lo que de la metéfora, es ese algo fuera del sie yi que Lacan describié ‘con el'término de_objeto “a”. iPero_qué es este “a”? No seria necesario hacer una clave universal de esencia linglfsica, o una experimentacin de un nuevo tipo, una nueva forma de turismo, por ejemplo para visitar la Grecia antigua no desplazindose mis que por medios lingiifsticos muy poco costosos; quisiera hablar de esta practica perversa de la co ee ee tae Esas especies de retrospectivas imaginarias que, en el fondo, no tienen nada que ver con el verdadero trabajo de Freud sobre el significante, No creo que sean portadoras de un mensaje particular del inconsciente. Todo lo que Freud pudo utilizar, con razén o sin ella, en el orden de las mitologias, para traducir sus distribuciones conceptuales, no deberia, en mi opinién, ser tomado al “pie de la Soopee Brel Spice cee, naa wfiedad, bess In cifra, que constituye la clave de fa interpretacién. Esto es claro, en un Te ee ee ea eae eon Chino ‘a cade acne corel oa he pot ejemplo, no mantienen relaciones particulares con las leyes de la slg oacriaclbn pants havens sanbicn sabe Tosemia una acentuacién, un juego sintdctico o un desplazamiento semantico, Vino c por nar a kee he ade calles var Beal ek deificado por sus sucesores, son las referencias miticas que le surgieron en Ia mente un poco por azar en un principio, como medio de localizacién de la dramatizacién y de la impasse de la familia Srayegs Poy ao Gn hacer en nit eh it ox atte antigua. de sferenia, sobre ol sma de- Edipo_por etsy 0 Genen nada que ver con los resortes imaginarios y_{as acticulaciones simbélicas de la familia conyugal actual, ni con nuestro_sistema de Es una ilusién pensar que habria algo para leer en el orden_del ser, de Tado de un mundo perdido; pensar que el remontarse hacia 4 [PSICOANALISIS ¥ TRANSVERSALIDAD un ser mitico, de este lado de todo origen histérico.. pueda _ser instauirado como propedéutica. psicoanalitiea-o-como-mayeutiea. La referencia a estas especies de reducciones miticolingiiisticas no es de ninguna utilidad en el manejo real de una cura psicoterdpica, 0 para la instalacién de un club terapéutico, ja menos de caer en no sé qué sistema adivinatorio! Lo importante es acceder al mensaje. singular_ ‘yal objeto. portador y fundadorde ese mensaje. Tal objeto no podria encontrar su sentido a partir de semejante ilusionismo retros- Pectivo; no podemos esperar recobrar la especificidad del mensaje freudiano mas que a condicién de desconectarlo, de privarlo de esta pasién del retorno a las fuentes, mito moderno que ha hallado su régimen de pleno desahogo a partir del romanticismo: la busqueda infinita de una verdad imposible, de un més alld de la manifestacién, en el seno de la naturaleza, en el coraz6n de la noche... El remedio para salir de alli consiste en reorientarse en el sentido de Ia historia, en el sentido de la delimitacién diacrénica de lo real y ‘de sus intentos provisorios y parciales de totalizacién. Es lo que lla- maria los remiendos de la historia y de las combinaciones sociales. Es imposible operar tal rehabilitacin si no se plantea previamente fa pregunta: jdénde estd la ley? ¢Esta detras de nosotros, detras de la historia, de este lado de nuestra situacién real y por tanto de nuestra apreciacién? ,O bien est ante nosotros, a nuestro alcance, en una posible recuperacién? Como dice Bachelard, hay que obligar a la naturaleza a ir tan lejos como nuestro espiritu.' ;Quién plantear& esta cuestién? ; Con seguridad que no las agrupaciones y sociedades que fundan su razén de ser a partir de sistemas antihistoricos de legitimidad de cardcter politico 0 religioso! Sélo podran hacerle frente grupos que acepten de entrada el cardcter precario y transitorio de su existencia, aceptando Iicidamente la confrontacién de las contingencias situacionales e histéricas, el cara a cara con la nada, y rechazando refundar misticamente y justificar el orden existente. Hoy, un_psicoanali 4 satisfecho si su analizado supera sus fijaciones_arcaicas, si llega, por ejemplo, a casarse, a tener hijos, a reconciliarse_con tus contingencias bioldgicas y a integranse a la tal como ésta ea. Cualesquiera sean los lineamientos del cursus analitico, la referencia a 1 manece implicita, Ciertamente el analista, en principio, no espera que esta normalizacién sea el producto de una identificacién pura y simple del analizado con el analista, pero no por ello trabaja ‘menos y como a su pesar (aunque no fuera més que desde el punto Gaston Bachelard, Filosofia del no, Buenos Aires, Amorrortu, 1973. wodelo determninado de normalidad per LA TRANSFERENCIA 5 de vista de la continuidad de la cura, es decir asmenudo de la capacidad del analizado en poder seguir pagdndole) en un' proceso de identificacién del analizado en un perfil humano compatible con la ley social existente y la asuncién de su marcado por los engranajes de la produccién y de las instituciones. Este modelo el analista no lo encuentra totalmente en la sociedad actual. Justamente, su trabajo ¢s forjar uno nuevo alli donde falla su paciente; por otra parte, de luna manera més general, la sociedad burguesa y capitalista moderna ya no tiene @ su disposicién modelos satisfactorios. Es para responder a este carencia que el psicoandlisis toma prestado sus mitos a las sociedades anteriores, y asi es como el psicoanalista nos propone un ‘modelo pulsional, un tipo de subjetividad y de relaciones familiares, que es a la vez nuevo y compuesto, sincretismo de elemento arcaicos y de elementos completamente modernes, Lo importante, para el orden social dominante, es queel modelo esté en condiciones de funcionar en la sociedad actual. Tal es el sentido de esta asuncién exigida por el complejo de castracién —suerte de eriatz de iniciacién para las sociedades modernas— como posible salida de las impasses edipianas, ;T: és éxi asic st Para nosotros, la cuestién es otra: se trata de saber si existe 0 no una posibilidad de economizar este. recurso a los modelos alienantes, si es posible fundar las leyes de la subjetividad en otra parte que g & & ven Ta coaccién social y por los caminos mistificantes de estas referen- cias miticas compuestas. ;Existe para el hombre una posibilidad de ser dl mismo el fundador desu papa ley Intentemos de nuevo reubicar algunos’ conceptos. Si existe un Dios totalizador de los valores, todos los sistemas de expresién metafé- ‘os Permaneceran concctaden en el grupo mometido por una ert de cordén umbilical fantasmatico ligandolo a este sistema de totali- zacién divina. Forzando la formulacién, y para evitar cueste lo que cueste una recaida en una opcién idealista, partimos de la idea de que tampoco tenemos que considerar que tal'sistema de totalizacién debe ter buscad en nivel de la "tama humana”, tranamiido de tsperma en espera. Es Gesto. que hay ahi un vopovte de wane misibn, pero sin embargo no constituye un verdadero mensaje. | Los tspermatozoides no hablan’ ¥ todos es érdenes que nowtos afr mamos que estan “estructurados como un lenguaje” se le escapan desde el punto de vista del sentido. El orden de los valores humanos, tomado como sistema de referencia, esti a dos pasos de los sistemas de posiionalidad divina. ¢Oue es lo que st teansmive de le ue! encinta al nifio? Un cimulo de casas, alimentos, anticuerpos, pero Y Hes que ides mn eee Mar t + mek. no PA % PSICOANALISIS ¥ TRANSVBRSALIDAD tal vez también y ante todo los modelos fundamentales de la sociedad industrial. No palabras todavia ahi adentro, pero si ya un mensaje, el mensaje de la sociedad industrial, un mensaje particular y que diferiré segiin la posicién en la que se encuentre ubicado en este trance. Estamos entonces ya en el significante, pero no ain en las palabras y el lenguaje. El mensaje transmitido no tiene que ver gran fea con las leyes estrucuraes de la lingustvca'7 dela etimolaga, sino ~prineipalmeite, con’ todas” esas cosas. heteréclitas drenadas paral llamado. género humano, Todo lo que concierne al hombre en su relacién con la demanda mAs primitiva2st4 bien marcado_por_e! siguificaite, pero-no-heceésariamente por un significante participate de una esencia lingiistica més om ersal, Todo lo que intenta” asf Tablar, en uni nivel que no es el de la palabra, todo, lo que es transferencia, transmisién, intercambio, esta caracterizado como pudiendo ser cortado, como algo que permite ese juego de articulaciones de los significantes. Si los objetos de trans- misién, los gestos, las miradas que terminan por hacer posible la nutricion del nifio, en todos los niveles estén marcados, apresados en este sistema de cadenas significantes, cuél es la ley de los intercam- bios en ‘este nivel? jEs imposible escapar a la pregunta! Siempre se juega y se arriesga. Existe aqui una precariedad congénita de la estructura de intercambios, en tanto que ése significante que no ha “eristalizado” como un lenguaje esti en el fundamento de la socie- dad y, en Ultima instancia, en el fundamento de las leyes de todo sistema significante, incluido la lingiifstica. Si la palabra no existe en el orden animal, es porque el sistema de transmisién y de totalizacién de este orden pudo pasarse sin ella hasta el presente, lo que no es el caso para la rama degenerada de la humanidad; las’ relaciones de la_palabra, de la imagen y de transferencia én el hombre atin ligadas a una Carencia fundamental Toque Lacan ttama-una““dehiscencia del organismo"—* que, ade- més, lo obliga a recurrir a. forimas de.divisin. social del trabajo para sohtevivir. Mafiana, esta sobrevivencia dependerd de la capacidad de las méquinas cibernéticas en resolver sus problemas. Sera imposible responder a la agresién de un nuevo virus sin la intervencién de calculadoras cada vez més perfeccionadas Si recuerdo este mito de la maquina, es para hacer resaltar lo absurdo de la situacién, ¢La calculadora en cuestiOn es Dios? :O bien Dios mismo prestablecié ya sus versiones sucesivas, en tanto que ellas tendran que responder a todo tipo de problemas més o * Jacques Lacan, Escritos 1, México, Siglo XXI, 1971, p. 14. LA TRANSEERENCIA ” menos contingentes, por ejemplo a los cdlculos estratégicos inéditos planteados por una nueva guerra fria? Este mito, después de todo, no ilustra mejor las impagses de la sociedad actual que la referencia deformante a las imaginerias habituales del familiarismo, de! regio- nalismo y del nacionalismo, y que, ademds, tienen el inconveniente de funcionar reforzando las formas de la neurosis social a medida ‘que responden menos a su objeto. Esta imagineria tradicional no pa- rece, en efecto, capaz de mantenerse en su funcién de sometimiento més que con la condicién de desarrollar sin cesar su trabajo de descono- cimiento, de neurosis de civilizacién, exponiendo siempre més al sujeto a recurrir compulsivamente a formas bastardeadas de demanda, demanda ciega y sin objeto, dirigidas a un Dios convertido en tonto y malvado, 1964 LA TRANSVERSALIDAD* La terapia leble, por lo que es conveniente Seguir de cerea su desarrollo vigilar sus relaciones, pues esta rodeada de malas compaiiias. La tal_ que pesa_sobre alla no reside en una debilidad. congénita, sino_mas bien en que Todo tipo d i | acecho para arrebatarle sii objeto -cfico. Psicdlogos, psicosocidlogos y hasta psicoanalistas, le arran- Zarin~aliginos jirones que transformaran luego en. “su_quehacer”, iientas que 1a. rapacidad_ministeral_aguarda Ia oportunidad de imcorporarla” a los textos oficiales, Desde la altima postguerra, 7 Vastngos de Te psiquiatria de vanguardia fueron de ese modo tempranaménte desviados de su sendero: la ergoterapia, la socialtera- pia, la psiquiatria de sector, etcétera. , Proclamomos en primer lugar que esse un objeto des tania inition y aie te lentes aie Sr defendile detodin los-aue fenten sacar de la problem real, Esto implica, = la vez, una toma de conciencia del nivel social ns vu mas ample sentido, ejemplo el de una orientacion de la salud mental en Francia, y tina toma de posicidn doctrinaria en Jos niveles mas técnicos de las teraplas eaistentes. En cierto modo, podemos considerar que la ca nua de una concepeién unitaria en el movimiento. psiquidtrico etal es el reflejo de la segregacién que persste, bajo diferentes formas, etre el mundo de tos locos ye eeto de la sociedad. Este Corte, en los psiquiatras responsable de un establecimiento asistencia entre sus preocupaciones interiores y los problemas sociales més euerales, Gende & ser transpucsto a dversos todos: desconocimiento Shtemaico de lo gue ocutre iis all de Tos muros del hospital cologieacién de los problemas sociales, escotomisacion de su campo Intencional dentro de fa instituciin, ete. El problema de la incidencia dlividuo 3e-plantea ef todo momento Bh la peispectiva de una terapia inst Te paidemos hacer otfa-cosa que apoyarnos en @h Lan + tnforine presentado al 1. Congreso Intemacional de Piicodrama, que se desarrollo en Paris en septiembre de 1964, y publicado en el n” 1 de la Reewe de prychotherapie institutionele LA TRANSVERSALIDAD 98 no constituye un més alld de los problemas individuales y familiares, poF el Contrario, podemos reconocerla en todas las instanclas” pai patolégicasy, ercemos, su importancia es tanto més grande por cuanto Umbues enfvenarner con sngromes pester ese presenta bajo los aspectos mds “desocializados”. Freud, cuya obra se desarroll6.

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