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PATRIMONIO

La
verdadera
carga del
78 Universidad del Nor te
EL MAYOR MUSEO DE COLOMBIA ESTÁ EN
LAS PROFUNDIDADES DE SU MAR CARIBE

Por William Gómez Pretelt


Profesor de Ingeniería Mecánica.
MsC en Maritime Affairs
wpretel@uninorte.edu.co

A
llí estaban frente a mis ojos, resistiendo la inclemencia submarina
de los últimos 300 años: los restos del mítico galeón San José.
Por mi mente rondaban las imágenes de mi abuelo y sus fantás-
ticos relatos de la noche de la batalla y el naufragio del galeón.
Había revivido ese momento en mi cabeza durante años y ahora
lo tenía aquí en frente, a través de un monitor en la mitad del Mar Caribe. El
San José era el buque de mis amores; me había generado una absoluta pa-
sión por los océanos, así como por las cartas náuticas en las cuales, cuando
era niño, marcaba la que pensaba era su posición. Años después, esa misma
pasión me convertiría en oceanógrafo y Capitán de la Armada de Colombia.

El Titanic del Caribe


El hundimiento del galeón San José, donde perecieron 600 personas, es
considerado una de las mayores pérdidas de la historia marítima de la huma-
nidad, comparable solo con el accidente del RMS Titanic, e igual de trágico
en esa época, a los acontecimientos del 911 en Nueva York. Además de
invadir cada rincón del mundo conocido por aquel entonces, el suceso trajo
consigo una depresión económica en Europa, y casi cien años después sería
una de las causas del colapso del Imperio Español. Su explosión y posterior
hundimiento la noche del 8 de junio de 1708 frente a la flota británica, son
hasta hoy día todo un enigma.

San José
RE VISTA INTELLEC TA 79
PATRIMONIO

Con el paso de los años, la historia se había tras- humedad propia de esta época del año. Se conoce,
formado en una especie de leyenda urbana, convir- además, que el viento era “flojo” en términos marine-
tiéndose en parte del ADN de colombianos caribeños. ros, provenientes del noreste con una intensidad entre
Hasta el mismo Gabriel García Márquez había reflejado 4 y 6 nudos y se habían presentado algunas precipi-
la leyenda en sus libros El amor en los tiempos del có- taciones aisladas, lo que en algunos momentos de la
lera, y Cien años de soledad, donde algunos expertos noche dificultaría parcialmente la visibilidad.
afirman que Gabo habría dejado claves sobre la ubica- Esta información ha sido posible debido a algunos
ción del galeón. recuentos de las bitácoras de buques españoles e ingle-
El San José había sido encontrado en 2015, a tra- ses presentes en la batalla, que reposan en el Archivo de
vés de una coalición conformada por el Gobierno con Indias y en el Archivo Nacional Británico. De hecho, la
el ICANH (Instituto Colombiano de Antropología e His- historiadora Carla Rahn Phillips, intentó, a partir de estos
toria), la Armada Nacional documentos, estimar posiciones
con el buque oceanográfi- y profundidades relacionadas a
co ARC Malpelo, el WHOI la batalla y al naufragio del San
(Woods Hole Oceanographic José, algo muy difícil debido a la
Institution) y una curiosa fir-
CON EL PASO DE LOS crudeza de las técnicas de nave-
ma consultora de la que na- AÑOS LA HISTORIA DEL gación de la época.
die había escuchado hablar SAN JOSÉ SE HABÍA Según ella, el almirante bri-
llamada M.A.C (Maritime tánico Charles Wager y sus co-
TRANSFORMADO mandantes de la flota conocían
Archaeology Consultans),
cuestionada por el mundo EN UNA ESPECIE DE la geografía del área de Carta-
científico y señalada de ser LEYENDA URBANA, gena de Indias, así como algu-
una empresa cazatesoros. CONVIRTIÉNDOSE nas profundidades del teatro de
Sin embargo, el gran reto operaciones, a través de obser-
que nos plantean el galeón
EN PARTE DEL ADN vaciones. Las cartas náuticas de
San José y la arqueología su- DE COLOMBIANOS la época carecían de precisión
bacuática, va más allá de un CARIBEÑOS. científica, sus batimetrías eran
hallazgo y tiene dos premi- inexactas, y la hidrografía ape-
sas: la primera, ver si tecno- nas estaba en sus inicios; solo
lógica y económicamente es algunos oficiales navales eran ya
viable un proyecto científico conscientes del desarrollo cien-
hoy día, o si debemos esperar unos años más antes de tífico que las ciencias náuticas requerían.
intervenir el naufragio, apelando al mantra arqueológico Resultaría maravilloso poder efectuar lo que se cono-
de la conservación in situ. Y la segunda, imaginar formas ce como un “reanálisis”, un método científico para deter-
responsables de un acceso público a este lugar. minar cómo el tiempo y el clima han cambiado a través
de los años y su variabilidad a partir del fenómeno del
Con ojos de oceanógrafo cambio climático.
Restos de la
Como oceanógrafo, me llaman la atención las condi- Los reanálisis han sido posibles en diferentes proyec- porcelana que
ciones meteomarinas de la noche del 8 de junio de tos, como la NOOA (Administración Nacional Oceánica viajaba en el
1708 durante la Batalla de Barú o Acción de Wager y Atmosférica- National Oceanic and Atmospheric Ad- galeón San José.
donde se hundió el galeón. Se sabe que no hubo vien- ministration) que logró la reconstrucción de las precipi- Foto cortesía
to, lo que dificultó las maniobras tácticas de guerra taciones ocurridas entre los años 1902 y 1903 acon- Woods Hole
aquel día; las condiciones océanoatmosféricas tampo- tecidas durante expedición antártica a bordo del “RRS Oceanographic.
co habían permitido mucha visibilidad debido a la alta Discovery”.
LA VERDADERA CARGA DEL SAN JOSÉ

chaba por todos lados de la ciudad que el galeón y su


El San José y el buceo tesoro habían sido encontrados.
La empresa cazatesoros norteamericana Glocca Mo-
rra había anunciado el hallazgo del galeón en 1982 y
había vendido los derechos a la Sea Search Armada, que
bajo la dirección de Jack Harbeston y con permiso del go-
bierno colombiano, había traído un buque oceanográfico
llamado State Wave y un submarino tripulado llamado
Auguste Piccard, desarrollado con fines netamente cien-
tíficos por el oceanógrafo suizo Jacques Piccard.
La avanzada tecnología al servicio de esta empresa
cazatesoros venía acompañada de los máximos adelantos
de exploración subacuática del momento, un ROV (vehí-
culo operado a distancia) y técnicas de buceo por satu-
ración que permiten profundidades de casi 500 metros.
Sorprendentemente, uno de los orígenes del buceo sería
un proyecto tecnológico del inventor británico John Le-
thbridge, que en 1715, al escuchar la historia del galeón
San José, se propuso contribuir a la extracción del oro y
diseñó el primer “traje” de buceo. El aparato alcanzaría
una profundidad inicial de 60 pies (18 mts) y con el paso
del tiempo lograría los 500 metros de profundidad.
Años después y ya en la secundaria, uno de los recto-
res del colegio hablaba apasionadamente del galeón San
José, y hasta había presentado a Jimmy Malone, uno de
Uno de los orígenes del buceo sería justamente los profesores de literatura inglesa, como hijo de uno de
un proyecto tecnológico del inventor británico los cazatesoros que había estado con él en la búsqueda
John Lethbridge, que en 1715, al escuchar la del galeón. Después supe que la familia de este rector
historia del galeón San José, se propuso contri- había estado involucrada con la Sea Search Armada a
inicios de los 80 en la búsqueda activa del San José. Todos
buir a la extracción del oro y diseñó el primer
estos sucesos, pero principalmente la semilla plantada por
“traje” de buceo. El aparato alcanzaría una
mi abuelo, me habían hechizado para siempre, y llegaría
profundidad inicial de 60 pies (18 mts) y con a amar al San José igual que un capitán ama su buque.
el paso del tiempo alcanzaría los 500 metros
de profundidad. La revolución científica
Su carga no llegó a Europa, pero en cambio desen-
cadenaría en puerto una “revolución científica” que
ha de moverse en tres ejes: ciencia, tecnología y de-
sarrollo de teorías sobre el derecho del mar. Es allí, en
Mi historia con el San José estos ejes, y no en el oro, donde realmente se deben
—¿Usted ama la mar, capitán? centrar las discusiones del galeón.
—Sí, la amo. ¡El mar lo es todo! (Capitán Nemo). Estudiar el San José in situ como es debido, en lugar
Vente mil leguas de viaje submarino, Julio Verne de sacarlo del fondo a la carrera, permitiría realizar cien-
cia en áreas como arqueología, historia, oceanografía,
Mi historia con el galeón San José había iniciado dos hidrografía, geología, biología marina, química y final-
generaciones atrás. Mi abuelo Manuel H. Pretelt, escri- mente, historia. El estudio del galeón sobre el terreno en
tor e historiador, había iniciado estudios a principios del el que yace sería como una especie de viaje al pasado,
siglo XX en el Seminario Conciliar ubicado en el claustro permitiendo abrir esa cápsula de tiempo. Su observación
de Santo Domingo en Cartagena de Indias, que para responsable ayudaría a determinar asuntos tales como
entonces era una ciudad en ruinas, desolada por el paso las condiciones físicas y químicas que pueden afectar un
del tiempo y con sus murallas destruidas e inservibles. pecio en las condiciones del Mar Caribe; la interacción
Allí, el abuelo se había fascinado por la famosa leyenda de la fauna alrededor del naufragio; los procesos de se-
del galeón San José, el cuento que desde 1708 se había dimentación, estratificación marina y descomposición o
regado como la pólvora en cada rincón del Caribe. conservación de los materiales orgánicos e inorgánicos.
Una mañana calurosa de junio en Cartagena, casi Sería como volver al futuro desde el año 1708, dan-
300 años después de la Batalla de Barú, me encon- do así a conocer importantes datos sobre la época. El
traba aprendiendo a leer en la biblioteca de mi abuelo norteamericano Corey Malcom, experto en arqueología
y fue allí donde escuché por primera vez la fantástica marítima, afirma que un proyecto de las magnitudes del
historia. Corría entonces el año de 1984, y se escu- San José podría durar entre 20 y 25 años.

RE VISTA INTELLEC TA 81
Galeón San José

Ilustración de la Batalla de Barú, que


recrea el ataque de navíos ingleses a
ación la la flota española encabezada por
la embarc - 1699
Datos de ón : 16 69 el galeón San José.
trucci uín.
Fecha de cons uyó su gemelo, el San Joaq
ns tr y el
A la par se co an los nombres del esposo Navío inglés HMS Expedition,
y Jo aq uí n er
José
rgen María. paña) comandado por el Capitán
padre de la Ví en Usurbil (Guipúzcoa, Es
Astillero: M áp il,
te gu i y su hi jo, Francisco. Henry Long, y la flota británica
Pedro de Aros rribalzaga, en el caribe dirigida por el
Carpinteros: Antonio de Gaztañeta e Itu pañola. comodoro Charles Wager
rv is or : Jo sé la Ar m ad a Es
Supe egó a
a Cádiz y entr abordo del Expedition.
quien los llevó ñones
ca
Artillería: 62 hombres
ci da d: 60 0
Capa ladas
nto: 1037 tone
Desplazamie

Estructura del San José La exploración


Buque oceanográfico
Sección de un navío galeón de la categoría del San José. Originales de Rafael Monleón, Embarcación acondicionada para
restaurador y conservador del Museo Naval, pintados en 1895. este tipo de procedimientos.
Cuenta con laboratorios para
análisis de información,
5 6
plataformas para el manejo a
control remoto y condiciones
20 técnicas para investigación.

1 7
19
8 ROV
4 (Remoted Operated Vehicle)
2 9 Robot de operación remota
controlado por un cable que lo
10
conecta al buque. Sus dos
21 22 brazos mecánicos mueven hasta
3
11
2 toneladas de peso. Puede
sumergirse hasta 3000 metros.
18
12 23
13 14 15
17 16 AUV
(Autonomous Underwater Vehicle)
Eslora: 38,9 m Vehículo autónomo subacuático no
tripulado que alcanza profundida-
1.Palo de mesana 6.Palo masterelillo 11.Vela mayor 16.Lastre y carga 21.Vela de trinquete des de hasta 6000 metros. Cuenta
2.Vela de mesana 7.Vela de gavia 12.2ª batería 17.Bodega y aguada 22.Palo bauprés con un sistema sonar para obtener
3.Bandera de combate 8.Cofia 13.Bombas de achique 18.Palo trinquete 23.Vela de cebadera información de grandes áreas del
4.Gavia de mesana 9.Verga 14.1ª batería 19.Velacho suelo submarino.
5.Vela juanete mayor 10.Palo mayor 15.Cabestrante 20.Vela juanete de proa

Manga: 11,6 m
Fabricado con madera española,
constaba de tres puentes, Equipo interdisciplinario
Puntal: 5,5 m pesaba 1.066 toneladas, tenía lastre de Investigadores intervienen en el
Plan: 5,8 m piedras y 62 cañones de bronce. estudio arqueológico:
historiadores, arqueológos,
geólogos, biólogos y oceanógrafos.
Los restos subacuáticos

Fotogrametría hecha con 6000 fotografías


tomadas a 80 centímetros de cada objeto Los restos del
con un ROV. Se observan, entre otros, los navío se
cañones del galeón San José. encuentran
aproximadamente
Foto: Propiedad del Instituto Colombiano a 600 metros
de Antropología e Historia (ICANH) de la superficie
del mar.
LA VERDADERA CARGA DEL SAN JOSÉ

Ciencia en el San José


Investigación
Un estudio del galeón San José in situ con los componentes de
ciencia, tecnología y derecho del mar traería un amplio desarrollo
científico y académico, donde Colombia sería considerada como un
“Egipto de la arqueología marina en el siglo XXI”, y el San José, un
camposanto que es a la vez patrimonio de la humanidad. Es por
ello que es prioritario la creación de espacios que permitan regis-
trar, clasificar, compilar y gestionar información actualizada y a Cañones del galeón San José en el
disposición de la investigación. Proyectos como el Observatorio del lugar del naufragio. Foto cortesía
galeón San José (www.elgaleonsanjose.com), entre otras iniciativas, Woods Hole Oceanographic.
permiten mecanismos de monitoreo para quienes estén interesados
en seguir promoviendo la batalla de la ciencia y la tecnología. Todo
ello, junto con la cooperación de otros países, un amplio trabajo
científico y de reconstrucción histórica del naufragio, traerían el
desarrollo arqueológico alrededor del territorio marítimo colom-
biano, que incluso pueda ser referente internacional.

Tecnología
El desarrollo de tecnologías subacuáticas estarían en primera línea,
aprovechando a Barranquilla como eje de la industria petrolera
costa afuera que ha permitido el ingreso de tecnologías subacuá-
ticas con técnicas modernas para hallazgos de hidrocarburos, como
es pistón Core a más de 3000 metros de profundidad y su análisis
in situ a bordo de los buques en investigación. En Colombia, la
Universidad Bolivariana de Medellín ha venido desarrollando estas
técnicas poniendo recientemente a prueba un ROV a 400 metros
de profundidad, también la Universidad del Norte inició en 2018
un ambicioso proyecto para el diseño y construcción de un ROV
Clase I, enfocado en la arqueología subacuática y dotado de una
poderosa cámara que le permita desarrollar fotogrametría a los
diferentes naufragios del Caribe colombiano. De igual forma, el rol
de la Armada Nacional sería fundamental en el desarrollo de estas
labores; de hecho sus centros de investigaciones y sus capacidades
oceanográficas superan a nivel regional a países como Chile y Perú,
con una moderna flota de más de seis buques de investigaciones.

Derecho del mar y cooperación internacional


La creación de un tribunal de almirantazgo con el fin de resolver
algunos casos, no solo del San José, sino de los cientos de pecios
que rodean el territorio marítimo colombiano, (Cartagena de
Indias, desde el bajo Salmedina, pasando por Bocachica y llegando
hasta las Islas del Rosario y el archipiélago de San Bernardo). Buscar
la inclusión de Colombia en el contexto internacional a través de
mecanismos como la Ley de Patrimonio Sumergido de la UNESCO
del año 2001 y la ratificación de la III Convención del Mar de 1982,
convenios multilaterales, los cuales protegen el patrimonio sumer-
gido y permiten una amplia cooperación en ciencia y tecnología, así
como la reforma o derogación de la Ley 1675 de 2013 sobre patri-
monio sumergido, son iniciativas urgentes que permitirían a Colombia
ejercer un liderazgo internacional en esta materia.

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Bitácora del galeón del San José

A España
DESDE
San Agustín OCÉANO ESPAÑA
ATLÁNTICO

La Habana Galeón San José

CUBA

JAMAICA
MAR CARIBE
Derrotero del San José en
su ida a América (1706)
Cartagena
Portobelo
PANAMÁ Derrotero del tesoro
hasta España (1711)
COLOMBIA
El 10 de marzo de 1706, después de seis años
de retraso, la Armada de Tierra Firme (16 navíos
y 10 mercantes liderados por José Fernández de ECUADOR
Santillán, conde de la Casa Alegre y capitán del
San José) y la Flota de la Nueva España (3 barcos
de guerra y 13 mercantes) zarpan juntos de PERÚ
Cádiz. Por motivos de seguridad, los mercantes
navegaban armados, en grupo y escoltados por
navíos de guerra.

La flota de 17 barcos comandados por Santillán zarpan de Portobelo


el 28 de mayo de 1708 con rumbo a Cartagena. El comodoro inglés
Wager es avisado por el navío espía de Pudner el 3 de junio. En su Relación sumaria del real tesoro
BATALLA DE BARÚ
travesía, la flota española encuentra vientos flojos y en sentido sur. de Su Majestad que transportaba
8 de Cartagena
junio el galeón San José.
4 de
2 de 3 de junio COLOMBIA
Desde Veracruz 30 de 1 de junio junio
29 de mayo junio
28 de mayo 7 de
mayo 31 de
mayo 6 de junio
Portobelo junio
Ruta de la flota 5 de
del San José junio

Puerto Perico

PANAMÁ

A las 17:00 horas, los ingleses dan Durante la Guerra de Sucesión (1701 - 1713),
alcance a la flota. Después de dos Inglaterra y Holanda acosan a los barcos españoles en el
horas de combate contra el Caribe para impedir que lleguen a España importantes
Expedition inglés, el San José caudales americanos. El comodoro inglés Charles
Riquezas en oro
del Perú y plata sufre una enorme explosión y en Wager, que tenía su base en Jamaica, se encontraba al
de Bolivia (Potosí) cuestión de minutos se hunde. acecho en la zona desde el 6 de abril.

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