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Cuestionario del primer parcial:

1) En el texto Las Confesiones de la introducción Hay un


planteamiento de la existencia de Dios. ¿Se observa la influencia
griega? de ser así detalla la respuesta.

Inserta tu respuesta aquí:

En efecto, hay una importantísima influencia griega que refleja que la


sustancia creadora de aquello que nos rodea no se encuentra en el
plano terrenal, Dios como esa sustancia creadora se encuentra en un
nivel superior que crea nuestro mundo pero no pertenece a él. La
influencia griega es de manera obvia por parte de Platón, su teoría de
las ideas que incluye el planteamiento de que el verdadero conocimiento
se encuentra en la sustancia, en las ideas inteligibles que residen en el
topus uranos. En caso de San Agustín, como es evidente en el texto,
esta idea es adaptada para explicar por qué sin importar las veces que
se busque a Dios en aquello que externo a nosotros y podemos ver,
siempre fracasaremos. A diferencia de Platón, Agustín no cree que las
cosas de este mundo en algún punto existieron en uno celestial; las
cosas de este mundo fueron creadas por lo único que habita este
espacio celestial: el Dios cristiano. Las cosas que en este fragmento
niegan ser Dios en realidad son un camino de rastros que Dios dejó al
crearlas.

Como Dios es el único creador de todo lo existente, es él quien alumbra


el alma de las ideas universales de lo que nos rodea, el entendimiento
aparece de manera divina y podríamos establecer un símil entre esta
teoría de la iluminación y el conocimiento genuino que obtiene el
hombre platónico al salir de la caverna; ambas son una vía filosófica que
lleva al conocimiento verdadero. Para San Agustín este entendimiento
es tan dependiente de la razón como de la fé, “entender para creer y
creer para entender” porque es posible aplicar el siguiente razonamiento
lógico:

1. Dios es el creador universal de lo existente


2. Dios proporciona iluminación para entender lo que nos rodea
3. Sin creer en Dios, nunca surgirá el entendimiento, porque el
entendimiento mismo resulta ser también, su creación.

La importante influencia griega en el texto es una demostración de que


la doctrina de San Agustín se basa (entre otras cosas) en la importancia
de la interioridad como clave para el conocimiento certero, ya que el
mundo exterior puede conducir al error, mediante la iluminación cada
hombre se encuentra con la verdad eterna y con el mismo Dios, que se
encuentra en lo más íntimo de cada uno.

2) Explica cuál fue la labor de los apologetas.

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Desde sus inicios, el cristianismo se expandió muy rápido a lo


largo del Imperio Romano ofreciendo un mensaje de salvación universal
que se diferenció de creencias monoteístas anteriores. Sin embargo,
antes de esa importante expansión, muchas personas se mostraron en
contra de sus preceptos y buscaron ridiculizarlos y tildarlos de
irracionales: los gnósticos. Es así como los apologetas se convirtieron
en los defensores de la fé cristiana ante las acusaciones de los
paganos, un movimiento reactivo ante las especulaciones, burlas y
críticas que los romanos emitieron a los cristianos, llegando a
catalogarlos como una incipiente secta. En respuesta, escribieron
contenido dirigido a los no cristianos para explicarles la fé pero éste
contenido se dividió en dos corrientes importantes: la fusión de la
filosofía clásica con la nueva o un apego puro a la fe y a la relación
entre Dios y el alma humana como algo mucho más valioso que el
conocimiento que surgió de procesos filosóficos previos.

La primera posición la podemos ver reflejada en los trabajos de


San Justino Martín, cuya línea ideológica buscaba proponer a la filosofía
antigua como precuela de la fé cristiana. Platón y Aristóteles consiguen
la coronación de sus teorías en la nueva fe. Por otro lado, esta Tertulio
que defiende que la filosofía antigua es incompatible con Dios, las
verdades que esta alguna vez creyó descubrir son insensatas frente a la
nueva fe; siendo la mejor garantía de ésta su propia irracionalidad ya
que la racionalidad no ha llevado a resultados certeros.

En conclusión, se puede decir que los apologetas tenían una


misión fáctica de defender al cristianismo a toda costa, sin embargo su
trabajo y huella fue mucho más profundo. Gracias a los primeros
apologetas, el cristianismo inició corrientes de pensamiento que
racionalizaron las escrituras sagradas y marcaron una vía lógica de la
existencia de Dios con sus máximos expositores San Agustín de Hipona
y Santo Tomás de Aquino. Los apologetas cumplieron su función de una
forma más grande de la que alguna vez creyeron.
3) Elabora un ensayo reflexivo sobre la vida y obra de san Agustín.
(Entre 3 y 5 páginas. -Introducción, desarrollo, conclusión y referencias.
Estas últimas pueden ser del material recibido en el curso y/o una
bibliografía reconocida).

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“La fe no solamente se cree, se piensa. Si no existe pensamiento, no


existe la fe” es una frase de San Agustín que define perfectamente su
obra filosófica con respecto al cristianismo. Cuando se creía imposible
pensar que la esperanza y creencia en un ser superior podría ser
compatible con el método racional que identificó a la antigüedad, San
Agustín planteó una tesis que más bien las hacía dependientes entre sí.

Nació en el año 354 en el seno de una familia de padre pagano, pero su


madre era cristiana. Estudio retórica después de terminar la escuela y
partió a Cártago con ese fin. Al culminar estos estudios parte a Milán
para hacerse profesor y pasa algo decisivo en su vida: se une a los
maniqueos. Esta doctrina religiosa que tuvo su origen en las ideas de
Manes se caracterizaba por creer en la existencia de dos principios
contrarios y eternos que luchan entre sí. Sin embargo, después de
empezar a asistir a las celebraciones litúrgicas quedó asombrado de sus
prédicas. Conoce los escritos de Plotino y Pablo de Tarso y ellos
influyen en su conversión al cristianismo. Fue bautizado ante la iglesia
católica y abandonó Milán con el fin de volver a su lugar de nacimiento,
antes de llegar su madre murió y Máximo tomo el control de su país;
tuvo que quedarse en Roma. Regresó finalmente para fundar una
comunidad cristiana que hizo que la iglesia y la santidad se fijaran en su
labor de evangelización. Después de ser ordenado sacerdote fundó un
monasterio en la ciudad de Hipona, momento importante para su misión
filosófica ya que estos se convirtieron en los centros de conocimiento
por excelencia de la temprana Edad Media. Mediante la búsqueda de
conocimiento estableció grandes pugnas contra los escépticos y los
herejes, escribiendo sus principales libros para marcar el inicio de una
nueva era para la Iglesia.
La labbor de San Agustín se ve marcada a lo largo de su vida por
el contexto que vivió en el momento. Copleston afirma que “la filosofía
del santo implica una teoría del mundo corpóreo, una teoría que consta
de elementos tomados de pensadores anteriores, puestos en una
estructura cristiana”. Su concepción del mundo, la creación, el tiempo, la
moral, el Estado, entre muchas otras; fueron una forma de dar una
respuesta lógica a los cuestionamientos de la existencia de Dios. En
este sentido es menester mencionar la Doctrina de las Ideas y Razones
seminales: las ideas son fundamentales para la creación del mundo ya
que estas se convierten en el “verbo de Dios”, ese Dios que es el único
que puede expresar ideas perfectas. La teoría de ideas de Platón se
adapta al cristianismo colocando a Dios como aquel que crea todas las
cosas según un modelo que solo él es capaz de crear. Las razones
seminales elaboradas por los estoicos son tomadas por Plotino quien
las replantea para que luego Agustín las utilice: el mundo se crea de
manera simultánea en la que Dios no crea, sino que introduce en lo
creado gérmenes que con el tiempo se desarrollaran en nuevos modos,
la materia no fue creada de manera estática, sino que viene con sus
posibles actualizaciones visibles en la evolución del mundo a lo largo del
tiempo.

Bajo la premisa creacionista anterior, Agustín dio explicación a los


dilemas que trata la filosofía antigua poniendo a Dios como centro en la
solución a dichos problemas. El alma es un ente fundamental en su
obra, ya que esta es la más cercana a Dios en el mundo corpóreo,
incluso el tiempo reside en el alma porque esta es la única capaz de
tener inteligencia, comprensión y reflexión. El papel protagónico del
alma es una clara referencia e influencia platónica en Agustín, que
asume que ésta es la parte más importante del ser humano.

También toda esta filosofía da pie a una de las afirmaciones más


importantes de Agustín: la ontología de mal. Si Dios solo crea materia
perfecta y buena, ¿por qué el mal existe?. En términos del dilema del
ser, para Agustín el mar no es ser, sino carencia y privación del ser. El
mal en sí no es una creación de Dios, sino la ausencia de su creación
verdadera (el bien). La tesis de San Agustín sobre el mal es bastante
extensa, y divide este problema en los planos metafísico-ontológico,
moral y físico. En el primero, plantea que en el cosmos no existe el mal
sino grados inferiores del ser en comparación a Dios, degeneraciones
del ser desde lo perfecto hasta lo más imperfecto. En el segundo,
plantea el mal como el pecado y que este depende de la mala voluntad
cuya causa es deficiente en lugar de eficiente; la voluntad tiende hacia
el bien de manera natural, pero puede tener tendencia a preferir los
bienes inferiores. El mal moral procede del hecho de que no hay un
único bien sino muchos bienes, ser malo entonces es la elección
incorrecta del bien. Por último, en el plano físico el mal es una
consecuencia del mal moral. Resumiendo los tres planos, el mal carece
de realidad y sustancialidad porque la única forma de comprenderlo es
si se hace una referencia al bien, tal como la oscuridad que es ausencia
de la luz, el mal deriva de la actuación desordenada del hombre que
sucede gracias al libre albedrío que Dios otorgó a los hombres. Para
Agustín, Dios hizo al humano a su imagen y semejanza, pero esa
imagen es deteriorada por el mal que puede cometer, al elegir al mal el
humano se deteriora en lo más íntimo. Sin embargo, el mensaje de
salvación del cristianismo también es reconocido por Agustín mediante
una regeneración ética en la que se elija nuevamente el bien en siu
verdadero ser.

San Agustín de Hipona lleva a cabo la elaboración de una


corriente que marca precedente por la consideración de dos elementos
que hasta la época parecían incompatibles: la fé y la razón. Establece
que ambas son necesarias para entender a la otra “cree para conocer,
conoce para creer”, el verdadero conocimiento depende tanto de la fe
como la fe depende de llegar al verdadero conocimiento. El alma es la
única que puede conseguir el verdadero conocimiento de nuestro
mundo y en ella esta Dios, aquel que no cree en Dios no puede utilizar
su alma para conocer.

En conclusión, la vida y obra de San Agustín trascendieron en el


modus operandi de la iglesia católica hasta el día de hoy, teniendo una
gran importancia en la cultura Europea. Agustín es un puente entre la
antigüedad clásica y la cultura cristiana.

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