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22 de junio de 2020

Filosofía de la Historia
Entrega final:
El pensamiento de Marx
Mtra. Blanca E. Aranda Juárez
Alberto Vázquez Quiroz

Las 5 tesis de Karl Marx


Karl Marx es un filósofo que ha revolucionado la historia con su lucha en favor de
las clases sociales más bajas, pero sobre todo con la radicalidad de sus
propuestas y sus pensamientos. Tan grande ha sido su relevancia para el mundo
que su filosofía no ha quedado en meros escritos o en teoría pura, sino que ha
sido llevado a la práctica en diversos países del mundo en los últimos cien años.
El comunismo, la enajenación del hombre, la división de clases, el proletariado y la
propiedad privada, son solo algunos de los temas más recurrentes en los escritos
de Marx, quien apunta a un cambio en la estructura de las sociedades con el fin de
lograr una mayor equidad en la repartición de bienes y vivir una auténtica justicia
social.
Para comprender mejor esta revolución del pensamiento que inició Marx, se
presentan 5 de sus tesis con las que trabajó a lo largo de sus obras y que después
se enlazarán con el tema de la educación desde la visión del autor.
1. El hombre vive una enajenación
2. La Historia es la sucesión de generaciones
3. La división del trabajo se convierte en división de clases
4. La propiedad privada es consecuencia del fin de la comunidad
5. El auténtico cambio provendrá de la revolución comunista
A continuación, el desarrollo de estas cinco tesis:

1. El hombre vive una enajenación


Marx es muy crítico con la realidad que vive el ser humano, especialmente la que
experimentan los que pertenecen a la clase del proletariado, porque comprende
que de nada sirve proponer ideales filosóficos si el hombre solo tiene oportunidad
de enfocarse cotidianamente en llevar el sustento a casa, aún a costa de soportar
la explotación laboral de parte de aquellos que pertenecen a las clases más
dominantes.
Para Marx, los hombres de mayor capital se niegan a aceptar que el poder que
ejercen sobre los menos favorecidos es prácticamente esclavizante, lo que impide
que se pueda generar un auténtico cambio. De este modo, el asalariado está
condenado a vivir como desposeído de sí mismo, puesto que su fuerza laboral
aparece “no como un poder propio, asociado, sino como un poder ajeno, situado al
margen de ellos”1. A esto es a lo que Marx llama ‘enajenación’, pues reconoce que
“los actos propios del hombre se erigen ante él en un poder ajeno y hostil, que le
sojuzga, en vez de ser él quien los domine”2.
A consecuencia de esta enajenación, el hombre ya no es el dueño de su trabajo
(será el patrón quien le dicte de qué manera y cuánto tiempo deberá trabajar) ni
mucho menos dueño de aquello que produce (puesto que esto queda en posesión
del patrón y solo se le retribuye a través de un salario que no es siempre el más
justo). El trabajador, entonces, queda atrapado en “un círculo exclusivo de
actividades, que le es impuesto y del que no puede salirse” 3.
Marx luchará por erradicar esta condición de opresión en la que viven las clases
bajas e impulsará que éstas se contrapongan “no como clase, sino como
representante de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante” 4, a fin
de que el hombre se libere de la enajenación que se le ha impuesto.

2. La Historia es la sucesión de generaciones


Para Marx es fundamental comprender la Historia para, a su vez, poder entender
de qué manera se ha perpetuado un sistema que pareciera no tener fecha de
erradicación. Con todo esto, Marx logra visualizar la Historia como “la sucesión de
las diferentes generaciones, cada una de las cuales explota los materiales,
capitales y fuerzas productivas transmitidas por cuantas la han precedido” 5.
Esto implica que los hombres, en su gran mayoría, no tengan muchas opciones
puesto que dependen de lo que las generaciones pasadas les dejen como legado,
abarcando lo material pero también el pensamiento e incluso los postulados
filosóficos.
Entre las consecuencias de esta concepción podemos señalar que los hombres de
cada generación tienen dos opciones a seguir: “Prosigue en condiciones
completamente distintas la actividad precedente… o modifica las circunstancias
anteriores mediante una actividad totalmente diversa” 6. Esto quiere decir que los
hombres están condicionados por el avance o el progreso de los hombres que los
preceden y, a menos de que se reestructuren los cimientos, no pueden hacerse
muchos cambios a la estructura del pensamiento o del actuar.
Esto reforzará en Marx, como se mencionará más adelante, su teoría acerca de la
implementación del comunismo a partir de una verdadera revolución. De no ser
1
K. MARX, La ideología alemana, p. 36
2
Ibid, p. 34
3
Ibid, p. 34
4
Ibid, p. 52
5
Ibid, p. 49
6
Ibid, p. 49
así, se tendría, casi en automático, un mismo sistema con cambios mínimos entre
generación y generación.
Otro aspecto a resaltar en relación con la Historia y que será también una de las
más grandes denuncias del marxismo es el hecho de que las clases sociales
dominantes son quienes heredan las ideas dominantes para las épocas
posteriores. En palabras de Marx: “La clase que ejerce el poder material
dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante” 7.
Haciendo uso de su dominio, determinan aquello que serán las ideas
predominantes para toda una época, aunque con el riesgo de que todas ellas “se
esfumen tan pronto como la dominación de clases en general deja de ser la forma
de organización de la sociedad”8.

3. La división del trabajo se convierte en división de clases


Marx observa que la sociedad no es equitativa, especialmente al momento de
repartir la posibilidad de ser partícipe en las distintas actividades, no solo aquellas
de carácter laboral sino incluso aquellas de carácter recreativo, creándose una
contraposición y división entre los individuos de la sociedad. Así, “las actividades
espirituales y materiales, el disfrute y el trabajo, la producción y el consumo, se
asignen a diferentes individuos”9.
Marx no concebía correcto esta forma de división que había comenzado a
gestarse, principalmente porque las clases bajas no tenían voz ni voto en dicha
repartición, siendo una elección arbitraria a cargo de quienes pertenecían a las
clases más altas de la sociedad.
En efecto, la división del trabajo se había llevado incluso a los ámbitos que
abarcaban la parte intelectual, pues de éstos últimos unos cuantos sujetos (los
privilegiados) aportarían ideas mientras que otros se verían limitados a recibirlas y
aceptarlas pues la realidad es que estos últimos “disponen de poco tiempo para
formarse ilusiones e ideas acerca de sí mismos”10.
Este reclamo de Marx fue aún más grande al momento de aterrizarlo en lo laboral
pues él denunció “una distribución desigual, tanto cuantitativa como cualitativa, del
trabajo y sus productos”11, teniendo por consecuencia que un sector mínimo de la
sociedad fuera privilegiado mientras que el resto debía aceptar esta nueva forma
de esclavitud.
La división del trabajo, así como el choque entre intereses particulares y comunes,
tiene por consecuencia la división de la sociedad en distintas clases sociales,
7
K. MARX, La ideología alemana, p. 50
8
Ibid, p. 53
9
Ibid, p. 33
10
Ibid, p. 51
11
Ibid, p. 33
estando una, evidentemente, a la cabeza de las demás. Esto provoca que “toda
clase que aspire a implantar su dominación… tenga que empezar conquistando el
poder político”12, pues de lo contrario, sus ideas no permearán sobre el resto de la
sociedad. Esto será fundamental para que Marx sostenga la radical propuesta de
la revolución para lograr el cambio en la sociedad y en el mundo.
La realidad es que, mientras esta revolución no suceda, existirá “una clase
condenada a soportar todos los inconvenientes de la sociedad, sin gozar sus
ventajas”13, condenada prácticamente a no aparecer en el mapa del Estado aun
siendo la clase a la que pertenecen la mayoría de sus individuos.
El sujeto que es parte del proletariado asume la condición que le ha sido impuesta
de por vida y a la que no aspira nunca a poder superar, puesto que “no tiene la
menor posibilidad de llegar a obtener, dentro de su clase, las condiciones que le
coloquen en la otra”14.

4. La propiedad privada es consecuencia del fin de la comunidad


Si, para Marx, la división del trabajo es hablar de esclavitud, esto mismo sería la
propiedad privada, solamente que referido a términos del producto, es decir, “el
derecho a disponer de la fuerza de trabajo de otros” 15. Entendido de esta manera,
Marx no encuentra justicia en que unos pocos dispongan del fruto del trabajo de
los hombres de manera arbitraria, como si pudiera tomarse con todo derecho
aquello que, en principio, pertenecería a los trabajadores por ser sus auténticos
productores.
Detrás del concepto de propiedad privada, Marx encuentra “una contradicción
entre el interés del individuo concreto y el interés común de todos los individuos
relacionados entre sí”16, puesto que pareciera que quienes tienen más poder
logran ‘imponer agenda’ de pensamiento y de actuar sobre los demás, sin permitir
que exista un intercambio de ideas a fin de tener en cuenta a todos los
involucrados.
Se destruye la comunidad para tener, entonces, una imposición exclusiva de unos
cuantos individuos que “solo buscan su interés particular, que no coincide con el
interés común”17. Así la comunidad permanece ajena (y lejana) a todos aquellos
que no pertenecen a la élite de la sociedad, mientras que el Estado se convierte

12
K. MARX, La ideología alemana, p. 35
13
Ibid, p. 81
14
Ibid, p. 90
15
Ibid, p. 34
16
Ibid, p. 34
17
K. MARX, La ideología alemana, p. 35
en “una forma propia e independiente, separada de los reales intereses
particulares y colectivos… una comunidad ilusoria”18.

5. El auténtico cambio provendrá de la revolución comunista


El comunismo es la respuesta de parte de Marx a la realidad que se enfrentan las
clases bajas. Para él, el comunismo “no es un estado que debe implantarse, sino
un ideal al que haya de sujetarse la realidad” 19. Con esto Marx indica que no hay
otra forma de revertir la situación sino a través de la destrucción de cuanto
sustenta el mundo actual, “echando por tierra la base de todas las relaciones de
producción y de intercambio que hasta ahora han existido” 20.
Marx sabe que el cambio se verá reflejado en el momento en que “una clase no
tenga ya por qué oponer ningún interés especial de clase a la clase dominante” 21,
es decir, donde todos los individuos vivan en similares condiciones y bajo las
mismas oportunidades para todos.
Para esto, Marx no ve otra opción sino la revolución (con todo lo que en la práctica
esto implica) “dirigida contra una clase, la que hasta ahora domina” 22, y en la que,
a diferencia de otras revoluciones, la revolución comunista “estará dirigida contra
el modo anterior de actividad, elimina el trabajo y suprime la dominación de clases
acabando con ellas mismas”23.
Es importante que esta revolución provenga de las clases oprimidas pues solo
ellas serán capaces de revertir el sistema que hasta ahora ha predominado e
implementar nuevos cimientos para la sociedad. De lo contrario, sucederá como
con anteriores revoluciones, que solamente “trataban de lograr otra distribución de
esta actividad”24.

Tesis personal:
La educación como bastión de la revolución comunista
(A partir de las tesis de Karl Marx)
18
Ibid, p. 35
19
Ibid, p. 37
20
Ibid p. 82
21
Ibid p. 88
22
Ibid p. 81
23
Ibid p. 81
24
Ibid p. 81
Después de haber analizado cinco de las tesis de pensamiento de Marx, ahora se
enlazarán estas mismas con el tema de la educación a partir de la visión marxista
que critica a la burguesía y propone un cambio radical en la sociedad para bien d
toda ella y no solamente de unos cuantos individuos. Para ello se ha relacionado
cada una de las tesis con un punto que Marx desarrolló en sus obras o textos
relacionados a la educación.
De esta manera, la relación podría pensarse desde la siguiente perspectiva:

# Tesis Educación
1 El hombre vive una enajenación El hombre no elige su educación
2 La Historia es la sucesión de Ciencia al servicio del capital, legado
generaciones generacional
3 La división del trabajo se La burguesía no debe encargarse de la
convierte en división de clases educación
4 La propiedad privada es El desarrollo del individuo como aporte a
consecuencia del fin de la la comunidad
comunidad
5 El auténtico cambio provendrá La mejora educativa partirá de una
de la revolución comunista revolución

A continuación, se desarrollarán cada uno de los puntos, intentando que con esto
se comprenda de una mejor forma lo que Marx criticaba y proponía en relación a
la educación en los tiempos en que las ideas de la burguesía dominaban a la
sociedad.

*El hombre no elige su educación


Como ya se mencionó previamente, la gran mayoría de los hombres, es decir,
todos aquellos que pertenecen a las clases bajas o al proletariado, pareciera que
no se pertenecen (viven enajenados) puesto que, al no disponer del capital
necesario para producir por su cuenta, terminan por ofrecerse ellos mismos (y, en
consecuencia, su trabajo) como mercancía a cambio de obtener los recursos
mínimos para poder satisfacer sus necesidades básicas y sobrevivir.
Esto, en el tema de la educación, no es excepción, pues son las clases bajas
quienes, para Marx, al no tener capital suficiente para ser considerados entre la
sociedad de élite, deben conformarse con las migajas de la educación que la
burguesía les permite.
Será evidente que las clases altas tratarán de no descuidar la producción, dándole
prioridad en todo sentido, incluso a costa de la educación de las personas. Este
nivel de prioridades que la burguesía maneja, en donde se deja de lado a la
persona trae como consecuencias que “el saber se despersonalice, que el dominio
completo del proceso sea parcializado y que el conocer el objeto, en sentido
estricto, sea impracticable”25. Esta realidad marcada por el capitalismo revela un
empobrecimiento humano (en todo sentido) en los obreros a causa de la
indiferencia de la burguesía, pues al fin de cuentas es necesario que exista una
clase sometida a otra para que el capitalismo pueda seguir dando fruto.

*Ciencia al servicio del capital, legado generacional


No hemos de olvidar que las sociedades van heredando aspectos de todo tipo a
las siguientes generaciones. Una de las principales críticas que hace Marx es que
todo gire en torno al capitalismo, incluso la educación.
Por esto, no es de extrañar que, al ser sometida, “la educación está como
trasfondo mudo, como lo negado sistemáticamente por la división del trabajo en el
capitalismo”26, puesto que la prioridad para la burguesía es la producción, no el
bienestar ni la plenitud del proletariado. No hay razón para escandalizarse si el
obrero se mantiene entre la mediocridad y la falta de cultura, porque es más
importante el producto que la ciencia.
Incluso es posible considerar que la ciencia es separada del trabajo para ser
puesta al servicio del capital y la plusvalía 27, algo que pareciera impensable e
imposible, aunque no es así entre la burguesía. Con todas estas realidades el
proletariado no tiene más opción que resignarse ante aquello que domina el
momento, pero que tiene un trasfondo de mucho tiempo atrás por ser el legado de
generaciones anteriores.

*La burguesía no debe encargarse de la educación


Si recordamos, también se ha mencionado anteriormente que las ideas
dominantes en la época siempre provendrán de las clases altas, pues son ellos
quien impondrán el pensamiento que mejor les favorezca y convenga a sus
intereses personales. Esto también se verá reflejado en el tema de la educación y
por ello el marxismo alzará la voz en contra del Estado, primero para exigir “que la
educación sea la misma para todas las clases, lo cual desconoce las diferencias
de clases”28, en clara alusión a la preferencia por establecer el sistema comunista
que reconocía a toda clase social por igual.
La crítica no solo quedará en eso, sino que también se peleará para que la
educación no quede a cargo del Estado, pues “una cosa es que el Estado
25
G. CARVAJAL, <<El educador necesita ser educado>>, Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de
Educación, 46, (2017), 22
26
Ibid, p. 24
27
Cfr. Ibid, p. 23
28
Ibid p. 26
administre el aparato educativo, otra que eduque; la segunda es inadmisible” 29. La
lógica que sigue el marxismo en este segundo argumento es obvia: Si el Estado
es quien impartirá la educación, entonces es claro que será la burguesía quien
tendrá las riendas de la educación, misma que seguirá los intereses de la clase
dominante con clara predilección capitalista.

*El desarrollo del individuo como aporte a la comunidad


La división del trabajo propicia la propiedad privada y, en consecuencia, limita la
libertad del hombre en relación con el producto de su trabajo. Contrario a esto, el
comunismo apuntará a potenciar el desarrollo del individuo, evitando que “quede
preso en una especialización que le es impuesta” 30 y apostando a un sistema
donde “la sociedad se encarga de regular la producción general” 31
Esta apuesta por el hombre y por el desarrollo de sus potencias, es también una
apuesta por la libertad y la capacidad de elección, contrario a esa enajenación en
la que la burguesía y el capitalismo (obsesionado por la producción) han
encerrado al hombre.
Así, con las diferentes herramientas que la educación puede brindar al hombre y
lejos de la especialización que lo esclaviza, la sociedad encontrará en cada
individuo una de sus mayores fortalezas, puesto que podrá desenvolverse en
diversos ámbitos en que sea requerido, pero también en los que éste se sienta
más cómodo.

*La mejora educativa partirá de una revolución


Marx no duda en que la revolución 32 será la única forma de instaurar el comunismo
y así instaurar un nuevo orden en donde todos se vean beneficiados. Esta opción
radical también tiene su aplicación en el ámbito educativo, pues incluso hasta hoy
se tiene “una educación que obliga al individuo a reorganizar, en el marco del
capitalismo, sus capacidades productivas”33.
Desde el comunismo se puede soñar con una nueva educación donde se parta
incluso desde “la combinación del trabajo productivo con la enseñanza desde una
edad temprana como uno de los más potentes medios de transformación de la

29
G. CARVAJAL, <<El educador necesita ser educado>>, Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de
Educación, 46, (2017), p. 26
30
Ibid, p. 29
31
K. MARX, La ideología alemana, p. 34
32
Cfr. Ibid, p. 82
33
G. CARVAJAL, <<El educador necesita ser educado>>, Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de
Educación, 46, (2017), 30
sociedad actual”34 lo que conllevaría precisamente que los hombres se
desarrollaran a plenitud desde edades tempranas.
Aunado a esto podemos sumar lo que ya se ha dicho: darle prioridad al desarrollo
de las potencias del individuo en vez de enfocarse en la producción de un objeto,
la erradicación de las clases sociales (y en consecuencia una misma educación
para todos), la separación del Estado (es decir, la burguesía) en cuanto al control
del sistema educativo, entre otros. Todo esto hace pensar con serios fundamentos
que la revolución también estaría pensada a llegar a la educación y transformarla
totalmente.

Conclusión
Las propuestas de Marx son radicales e incluso extrañas en medio de una
sociedad que ha puesto en su centro al capital; algunos, por voluntad propia (me
refiero a la burguesía) y otros (el proletariado) porque, al no tener voz ni voto, no
les queda más que seguir aquello que los de clase dominante les imponen.
La educación no es ajena a esta revolución que el filósofo propone y si bien
parece imposible ganar esta lucha, Marx no desfallece en proponer un auténtico
cambio para favorecer no solo a unos cuantos, sino a todos.
La educación que propone Marx busca ser incluyente e incluso busca ser llevada
más allá, pues destaca entre sus propuestas el que los hombres lo combinen con
el trabajo a fin de desarrollar sus cualidades y capacidades. Esto refleja un
verdadero contraste ante un sistema educativo que, al darle prioridad al capital o
la producción, no tiene mucho interés en la calidad de estudios que llegan a recibir
las personas de menor capital en la sociedad.
Esto, pese a tener varios años de haberse escrito, no debería dejar de
cuestionarnos acerca de lo que vivimos en nuestros días, pues considero que
seguimos teniendo a la moneda en el centro de nuestras actividades y aún muy
olvidados a muchas personas que, limitadas entre sus realidades, sus
capacidades y su poder de adquisición, parecieran no importar en una sociedad
que se mueve y cambia constantemente.
En mi opinión, Marx no solo propone a la revolución como un camino para
alcanzar una mejor educación, sino también propone a la educación como una vía
para lograr la tan anhelada revolución. Sin embargo, mientras ‘los de arriba’ sigan
teniendo ese poder, pocos cambios habrá y la ciencia seguirá subordinada al
capital.
Quizá queda como esperanza el que algunos decidan compartir con los menos
favorecidos esa luz que la educación siempre sabe brindar, a manera de despertar

34
K. MARX, Crítica del programa de Gotha, Moscú 1986, p. 33
conciencias y así, volver a soñar con el día en que llegará una verdadera
transformación.

BIBLIOGRAFÍA
1. CARVAJAL, G., <<El educador necesita ser educado. Sobre Marx y la
educación>>, Universidad Pedagógica Nacional, Facultad de Educación 46,
(2017), 19-30.
2. MARX, K., Crítica del programa de Gotha, Edit. Progreso, Moscú 1986.
3. MARX, K., La ideología alemana, p. 28-90

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