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Había una vez una dulce niña que quería ser una buena cazadora como su madre y su abuela.

Les ayudaba en todo lo que podía y como era tan buena el día de su cumpleaños su abuela le
regaló una caperuza roja y su primer cuchillo. Como le gustaba tanto e iba con ella a todas
partes, pronto todos empezaron a llamarla Caperucita roja.

Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, fue secuestrada por un licántropo y la
madre de Caperucita fue la que le conto acerca de lo que paso y caperucita se coloco su
caperuza y se armo con cuchillos y armas de plasma que tenia la abuela que usaba en sus días
de juventud.

- Ten mucho cuidado Caperucita, dijo la madre un poco preocupada.

- ¡Sí mamá! Contesto caperucita decidida.

Ella caminaba por el bosque cuando el licántropo la vio y se acercó a ella convirtiéndose en un
conejo.

- ¿Dónde vas Caperucita?

- A casa rescatar a mi abuelita.

- Yo también quiero ayudar…. así que, ¿te puedo indicar el camino para que atravieses el
bosque más rápido, si tú quieres? Tú ve por ese camino de aquí que yo iré por este otro y si
alguno lo encuentra debe gritar fuertemente.

- ¡Vale!

El licántropo mandó a Caperucita por el camino de los lobos feroces y hambrientos, la


caperucita tuvo que luchar contra muchos de ellos, mientras ella luchaba el licántropo llevo a
la abuela a una cabaña en donde tenia pensado completar su pésima para convertir a todos los
humanos en lobos para que le sirviesen como esclavos, pero la abuela se negaba a hablar y el
la amenazaba con matar a su querida nieta.

En un charco de sangre la caperucita fue en busca de la abuela y al fin dio con la cabaña en
donde estaban, pero ella no sabía si estaban ahí así que toco a la puerta, y el licántropo
contesto;

- ¿Quién es?,

- Necesito ayuda para encontrar a mi abuela.

- Oh no, ven entra yo puedo ayudarte, dijo el licántropo detrás de la puerta con un hacha en
las manos dispuesto a matarla cuando entrara.
En cuestión de segundos caperucita desenvaino las pistolas y disparo contra la mano del
licántropo haciendo que dejara el hacha.

Le apunto en la cabeza y le pregunto que es lo que deseaba, y porque la había secuestrado.

El le conto sobre su macabro plan,

- Eres desagradable- dijo caperucita

Un golpe certero en la cien hizo que el licántropo muriera esparciendo sus sesos por todos
lados.

Caperucita rescato a su abuela y regresaron a casa con su madre, y vivieron felices para
siempre fin.

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