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Primorosa la mariposa vanidosa

Había una vez una mariposa llamada Primorosa, pequeña, juguetona y distraída, que vivía en
un lugar muy lejano del bosque, todos los días salía con sus dos hermanas a tomar miel de las
flores, cerca de un rio.
Primorosa siempre volaba delante de sus hermanas a donde quiera que iba, porque le gustaba
llamar la atención. Cuando pasaban sobre el rio, solía admirar su belleza, iba y volvía solo para
verse reflejada en él. Las hermanas de primorosa, tenían que estar pendientes de que no se
distraiga para poder llegar temprano a casa, como pidió su mamá.
A primorosa no la dejaban que se acercara al rio porque pasaba mucho tiempo mirándose y
mirándose.
Un día como de costumbre Primorosa y sus hermanas, salieron a pasear y al llegar a un rosal
empezaron a tomar la miel, y en un momento de descuido Primorosa aprovecho que sus
hermanas estaban bebiendo miel para acercarse al rio a contemplar su belleza.
¡Qué hermosa me he puesto desde la última vez! ¡Soy la más bella! ¡Soy la más bella¡¡estas alas
nadie las puede igualar!!Me hacen la más veloz¡¡ estos ojos negros, me permiten ver mejor y
estas manchas de colores son tan brillantes como el sol relucientes! Tanto estuvo admirándose
en el rio, que no se fijó que sus hermanas regresaron a casa olvidándose de ella

Primorosa se quedó completamente sola, era muy tarde y el aire empezó a soplar y a soplar.
Anocheció y Primorosa tuvo que buscar un lugar para ponerse a salvo, Primorosa encontró un
árbol que parecía seguro pero no pudo dormir toda la noche porque los ruidos del bosque la
atemorizaban, tenía mucho miedo de que algún animal grande se la comiera.
Al día siguiente tuvo que esperar que sus hermanas fueran al mismo lugar para pedir ir a casa
porque ella no conocía el camino. Las hermanas y la mamá de Primorosa habían estado
buscándola toda la noche y cuando llegaron al rosal cerca del rio, Primorosa voló hacia ellas
volando desconsoladamente, las abrazo y pidió disculpas por ser tan vanidosa, descuidada y
haber ido al rio sin avisar.
La mamá de Primorosa, abrazándola fuerte, le dijo: La vanidad no es buena compañera de las
personas que quieres y las cosas importantes de la vida y colorín, colorado este cuento se ha
terminado.

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