N°1 Teoría Del Conocimiento

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“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE CONTABILIDAD Y
FINANZAS

Tema TEORÍA DEL CONOCIMIENTO, EL CONOCIMIENTO,


FORMAS.

Docente:
CHOLAN CALDERON Antonio

Autores:
CABRERA MOSTACERO BLANCA LIZBETH
CISNEROS MONDALGO DE VILLANUEVA ELENA
FLORES JUAREZ OMAR ANTHONY
ROMERO JIMENEZ CARLOS JAMPIER
VALDEZ MONSEFÚ ANGY LIZETH

Asignatura:
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Semestre académico:
III CICLO

Guadalupe, julio del 2020


UNIDAD I
FUNDAMENTOS GENERALES DE LA INVESTIGACIÓN
CIENTÍFICA

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO


EL CONOCIMIENTO, FORMAS.

CONOCIMIENTO

Es el entendimiento, inteligencia, razón natural. Aprehensión intelectual de la realidad


o de una relación entre los objetos, facultad con que nos relacionamos con el mundo exterior.
Conjunto de saberse sobre un tema o sobre una ciencia.
La adquisición del conocimiento está en los medios intelectuales de un hombre
(observación, memoria, capacidad de juicio, etc.…) a medida que crece el conocimiento se da
tanto el cambio cualitativo por haber en ello un incremento de reorganización del conjunto y
de adquisición de estos.
La definición de conocimiento se refiere a la posesión de datos sobre algún tema en
específico o en general, o, dicho de otra forma, es el conjunto de nociones que se tengan
sobre algún tópico. Esto implica saber o conocer hechos específicos o información sobre el
tema, mediante varios recursos: la experiencia, la data ya existente al respecto, la
comprensión teórica y práctica, la educación, entre otros.
De acuerdo con las distintas ciencias, el término “conocimiento” tiene distintas
acepciones, e, incluso, existen teorías al respecto, como, por ejemplo, la epistemología o la
teoría del conocimiento.
Para decir qué es el conocimiento, se debe mencionar que es propio del ser humano,
pues es el único ser dotado o capacitado para tener un amplio entendimiento; además, la
veracidad de este no está sujeta a alguna circunstancia en particular, por lo que la ciencia
tiene presencia; y hace evidente que existe en el ser humano un alma que razona y que se
encuentra en la búsqueda de la verdad.
De igual forma, aunque su terminología es similar conceptualmente hablando, conocer
y saber no significan lo mismo. Lo primero se refiere a tener una creencia basada en una
comprobación mediante la experiencia y la memoria del sujeto, lo cual pasará al pensamiento
como parte de la sapiencia de la persona. Lo segundo, se refiere a lo anterior, cuando a una
justificación fundamental, y para ello debe existir una conexión con significado basado en la
realidad.
Para comprender la importancia de este concepto, existe en la cultura popular una
frase célebre que reza que “el conocimiento es poder”, pues el mismo permite a quien lo
posee tener influencia en otros.

TEORÍA DEL CONOCIMIENTO


La teoría del conocimiento estudia qué mecanismos permiten el conocimiento.
La teoría del conocimiento es una rama de la filosofía, centrada en el estudio del
conocimiento humano.
Dependiendo de la perspectiva académica específica, este término puede considerarse
sinónimo de la gnoseología, dedicada al estudio de la naturaleza del conocimiento, su origen
y sus límites.
En otros casos puede usarse como sinónimo a la epistemología, que se centra en el
estudio de las circunstancias históricas, psicológicas o sociológicas en las que se obtiene el
conocimiento, así como las estrategias empleadas para justificarlo o invalidarlo.
El conocimiento humano es un tema abordable desde muchas aristas posibles y cuya
naturaleza es difícil de asir, aunque mucho más fácil de clasificar. De esta manera, el estudio
del conocimiento, por un lado, reflexiona sobre sus características y sus condiciones de
aparición. Por otro lado, esta disciplina ordena el conocimiento en base a sus limitaciones,
requisitos formales o mecanismos que empleamos para convalidarlos y diferenciar el
conocimiento de la fe, de la fantasía o del error.
Así, es posible hablar de conocimiento científico, por ejemplo, cuando se rige por las
exigencias del método científico; de conocimiento teológico, cuando se trata de los saberes en
torno a lo religioso; de conocimiento artístico, cuando se adquiere mediante el ejercicio del
talento y de los mecanismos de representación conocidos por el ser humano.
La posibilidad de distinguir entre ellos, de ordenarlos y esquematizarlos como si de objetos
concretos se tratara, es fruto de la teoría del conocimiento.
EPISTEMOLOGÍA
(del griego, episteme, 'conocimiento'; logos, 'teoría')
Rama de la filosofía que trata de los problemas filosóficos que rodean la teoría del
conocimiento. La epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos
relacionados, de las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el
que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto
conocido.
En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos: El sujeto que conoce. El
objeto conocido. La operación misma de conocer. El resultado obtenido que es la
información recabada acerca del objeto.
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una
información acerca del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la
representación interna correspondiente, decimos que estamos en posesión de una verdad.
Por eso, puede definirse como un estudio crítico de las condiciones de posibilidad del
conocimiento humano en general, que se ocupa de responder a cuestiones como: ¿en qué
consiste conocer?, ¿qué queremos decir cuando decimos que sabemos o conocemos algo?,
¿qué podemos conocer?, ¿cómo sabemos que lo que creemos acerca del mundo es verdadero?
O bien ¿cómo es posible un conocimiento digno de crédito? (habermas). Johannes Hessen, en
su clásica y conocida obra, teoría del conocimiento, recurriendo a una descripción
fenomenológica del conocimiento, es decir, a una descripción que pretende presentar la
esencia misma del fenómeno del conocimiento, lo describe como una relación entre un sujeto
y un objeto, siendo esta dualidad una característica esencial del conocimiento. En cualquier
caso, el objeto conocido ha de considerarse siempre de algún modo trascendente al sujeto,
incluso en el caso de los objetos ideales, como pueden ser, por ejemplo, las entidades
matemáticas. Los objetos conocidos sean reales, como las cosas físicas del mundo, sean
ideales, como los números y las figuras geométricas, son, en cuanto conocidos,
independientes del espíritu humano.
Supuesta esta descripción fenomenológica, son cinco -siempre según hesse- los
principales temas que pueden considerarse problemas fundamentales de una teoría del
conocimiento:
1) La posibilidad conocimiento: ¿existe en realidad tal relación entre el sujeto humano
que conoce y el objeto conocido?
2) El origen del conocimiento: ¿de dónde proceden los objetos del conocimiento? ¿de la
razón? ¿de la experiencia? ¿de ambas cosas?
3) La esencia del conocimiento humano: en el dualismo de sujeto y objeto, ¿es el
hombre activo y espontáneo o se comporta meramente de forma pasiva y receptora.
4) La cuestión sobre las clases de conocimiento: ¿hay algún otro conocimiento humano
que no se haga por medio de una representación intelectual del objeto?, es decir, el
problema del conocimiento intuitivo, y
5) El criterio de verdad: ¿cómo sabemos que el conocimiento es verdadero?

FORMAS DEL CONOCIMIENTO


Las formas de conocimiento tienen dos propósitos centrales en TdC. Por un lado, son
herramientas para contestar la pregunta “¿cómo sabemos?”, y por otro lado nos ayudan a
contestar la pregunta “¿cómo sé?” Por ejemplo, podemos analizar el papel de la imaginación
en la construcción del conocimiento compartido, en términos del descubrimiento científico,
pero también podemos discutir la imaginación en el contexto del conocimiento y la
comprensión personales.

FORMAS DE CONOCIMIENTO ESPECÍFICAS:


 Lenguaje
El lenguaje puede referirse a la facultad mental que permite a la gente aprender y
utilizar sistemas de comunicación sofisticados, o puede referirse a dichos sistemas en
sí (en cuyo caso hablamos de “lenguas” o “idiomas”). El lenguaje consiste en un
sistema de signos con significados acordados o convencionales, combinados
siguiendo un conjunto de reglas con el propósito de comunicarse, formular ideas,
almacenar conocimiento o como medio de pensamiento. El término “signos” puede
interpretarse en sentido muy amplio, para abarcar letras, símbolos, sonidos, gestos,
imágenes e incluso objetos. Es una parte crucial de nuestras vidas cotidianas, pero
también está lleno de posibles áreas problemáticas, por ejemplo, la ambigüedad, el
sarcasmo, la ironía y las cuestiones de traducción.

 Percepción sensorial
La percepción sensorial es el proceso por el cual podemos obtener conocimientos
acerca del mundo exterior. Tradicionalmente, se creía que existían cinco sentidos: la
vista, el tacto, el olfato, el gusto y el oído. Sin embargo, hoy en día mucha gente
sostiene que hay otros sentidos, tales como el sentido del calor, del dolor, del
movimiento, del equilibrio, los sentidos del hambre y de la sed, o un sentido de dónde
se encuentran las partes de nuestro cuerpo.

 Emoción
La concepción naturalista de las emociones sostiene que son el producto de procesos
naturales, con causas y efectos fisiológicos. Un promotor de esta teoría fue Darwin,
quien creía que las emociones son puramente fisiológicas, y por lo tanto universales y
presentes en todas las culturas. No obstante, pueden citarse muchos ejemplos de
emociones que son específicas de una determinada cultura, por ejemplo, la noción
china del “amor triste”. El punto de vista opuesto es el de los construccionistas
sociales, quienes sostienen que las emociones dependen de la conciencia social, y no
poseen ninguna base natural. Por ejemplo, las emociones como la vergüenza parecen
presuponer una noción de lo correcto y lo incorrecto.

 Razón
La razón nos permite ir más allá de la experiencia inmediata de nuestros sentidos.
Está vinculada estrechamente con la lógica, que es la deducción de conclusiones
válidas a partir de premisas o puntos de partida dados. El razonamiento humano
también puede ser de naturaleza inferencial, permitiendo sacar conclusiones que no
pueden deducirse estrictamente a partir de sus premisas. Surge entonces una pregunta
interesante sobre si los criterios de racionalidad y las normas de razonamiento están
basados en la cultura. Las áreas del conocimiento pueden establecer sus propios
requisitos con respecto a los tipos de razonamiento que son aceptables.

 Imaginación
La imaginación se define con frecuencia como la capacidad de formar una
representación mental de algo, sin el estímulo de una experiencia sensorial.
Tradicionalmente, la imaginación ha estado asociada con las imágenes y con la
construcción de una imagen mental de alguna cosa. Sin embargo, más recientemente
el interés en la imaginación se ha centrado también en la exploración de la
imaginación proposicional, o “imaginar qué”. Las enfermedades que pueden afectar la
imaginación, tales como el autismo grave, o los trastornos que ocasionan delirios,
tales como la esquizofrenia grave, subrayan su importancia y su poder.
 Fe
El término “fe” se utiliza con mayor frecuencia para hacer referencia a una fe
religiosa, pero también puede utilizarse en sentido laico como sinónimo de confianza.
Si bien se la asocia en la mayoría de los casos con una creencia en un Dios o dioses, la
fe puede ser religiosa sin ser teísta, por ejemplo, en el caso del budismo. También
puede verse como un compromiso con una determinada interpretación de la
experiencia y de la realidad que no es necesariamente religiosa, tal como el
humanismo. El positivismo lógico sostiene que las afirmaciones de fe no tienen
ningún contenido cognitivo significativo, por lo cual no tiene sentido hablar de la fe
como forma de conocimiento. Sin embargo, para muchas personas la fe es una manera
clave de intentar comprender y explicar el mundo.

 Intuición
La intuición se describe a veces como cognición inmediata, o conocimientos que son
inmediatamente evidentes sin una inferencia, prueba o justificación previas. La
intuición se contrasta a menudo con la razón, ya que se considera que es conocer sin
utilizar procesos racionales. Jung, en su famosa obra Psychologische Typen (1921), se
refirió a la intuición como percepción a través del inconsciente, subrayando así la idea
de que la intuición suele verse como creencias que se conocen sin entender cómo se
las conoce.

 Memoria
Muchas discusiones sobre el conocimiento suelen centrarse en cómo se forman las
creencias y el conocimiento, en vez de en cómo los individuos los recuerdan. Sin
embargo, la mayoría del conocimiento que tienen los individuos consiste en la
memoria, y por ello la cuestión de cómo retenemos la información y cómo se
reconstruyen las experiencias y acontecimientos pasados es un aspecto importante de
cómo se forma el conocimiento personal.
1.- LA EDUCACIÓN EN LA ACTUAL SOCIEDAD DEL
CONOCIMIENTO
Con respecto a la llamada sociedad del conocimiento, Broveto (2000) afirma que:
Una profunda contradicción entre conocimiento y sabiduría, entre desarrollo
científico tecnológico y bienestar social, parece dominar una civilización que se declara
incapaz de resolver los problemas más elementales del mundo contemporáneo: la
pobreza, la marginación y la desnutrición, las muertes infantiles y la degradación
ambiental, en una época en que esta misma civilización nos sorprende con sus proezas
científicas.
En esta sociedad del conocimiento y de contradicciones, la educación debe
desempeñar un papel preponderante en la orientación de la sociedad hacia un desarrollo
humano sostenible. Para ello, de acuerdo con Gómez (2000), cada sociedad requiere que
su9 sistema educativo se oriente a dar respuesta a las exigencias y necesidades que hoy
demanda esa sociedad.
Toda sociedad que desee desempeñar un papel protagónico en este entorno dominado por
el conocimiento y que pretenda resolver sus contradicciones, deberá considerar su
sistema educativo como el motor y factor de dinamismo. Por tanto, las instituciones
académicas requieren sensibilizarse con el fin de:
 Orientar los acontecimientos que guiarán el rumbo de la sociedad.
 Adelantarse a su tiempo.
 Gestionar los cambios para construir una sociedad justa y sensible a los
problemas, y así mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

En una sociedad intensiva en conocimiento, la creación y divulgación de éste se


torna un factor esencial del sistema educativo, especialmente en las instituciones de
educación superior. En este sentido, en la sociedad del conocimiento se requiere personas
cada vez más y mejor capacitadas para la apropiación y la generación de conocimiento.
En la sociedad del conocimiento, educación, ciencia y tecnología desempeñan una
función clave en la construcción de la nación. Por ello, para Amaya (2000), “el
conocimiento es el fundamento para edificar un país con capacidad para enfrentar los
problemas y los retos del futuro”
¿Cuáles son entonces las exigencias que en esta sociedad del conocimiento deben
afrontar las instituciones educativas?
Las exigencias son diversas y complejas, pero, siguiendo a De Zubiría (2001),
aunque la educación tiene sus propios retos y exigencias, siempre será necesario que dé
respuesta a las demandas para desarrollar y potenciar las capacidades individuales y
colectivas, con el fin de desarrollar la sociedad en su conjunto.
Por tal razón, para el mencionado autor, los siguientes son los principales retos que
debe afrontar la educación superior en la sociedad actual, para que en realidad se
constituya en factor dinamizador en favor de una mejor sociedad:

a. DESARROLLAR PROCESOS DE PENSAMIENTO EN LAS PERSONAS. - La


sociedad actual exige individuos con mayor capacidad analítica y reflexiva; por
consiguiente, más que el conocimiento, se torna prioritaria la capacidad para
comprenderlo, interpretarlo, procesarlo, usarlo y, en especial, construirlo.
Se trata de formar para aprender a apropiarse del conocimiento y para construir
conocimiento propio, que responda a las necesidades y a los retos que la sociedad les
demanda en el proceso de su propio proyecto de vida y de la sociedad misma.

b. PROMOVER LA COMPRENSIÓN BÁSICA DEL MUNDO. - Es deber de la


educación orientar a las personas y a la sociedad a tener una visión general e integral
del ambiente y de sus acontecimientos, para ser conscientes de las implicaciones de
sus actos en los demás y en el mundo, así como de las implicaciones de los actos de
los otros y de los acontecimientos globales en cada uno de nosotros y en la sociedad.

c. ESTIMULAR LA FORMACIÓN DE INSTITUCIONES Y SERES HUMANOS


FLEXIBLES. - En un mundo regido por el cambio, la incertidumbre, la globalización
y la competitividad en los diferentes ámbitos de la sociedad, la educación se debe
caracterizar por su propia maleabilidad y por formar personas con mentes abiertas y
flexibles. La sociedad actual necesita instituciones académicas flexibles que formen
personas flexibles, capaces no sólo de adaptarse a los rápidos y complejos cambios,
sino de protagonizarlos, de manera que les permitan al propio individuo y a la
sociedad lograr una mejor calidad de vida.

d. CAPACITAR PARA LA AUTONOMÍA. - Es tarea de la educación formar


personas que estén en capacidad de tomar de manera responsable las decisiones con
las que se enfrenten. Para De Zubiría (2001), la finalidad más importante de toda
actividad educativa es formar personas autónomas; para todo maestro, debe ser una
meta lograr que el alumno prescinda de su apoyo y participación, para que éste viva
por sus propios medios y capacidades.

e. ESTIMULAR EL INTERÉS POR EL CONOCIMIENTO. - El interés por el


conocimiento es esencia en una época en que la educación no tiene límites de edad y
el conocimiento adquiere más relevancia y se convierte en el recurso más valioso de
toda persona u organización, pues determina la capacidad competitiva de los
individuos, las organizaciones, incluso del Estado mismo. El interés por el
conocimiento debe ser la prioridad de quienes deseen participar de manera activa en
las decisiones del nuevo orden mundial.
Según Amaya (2000), una sociedad con bajos niveles de conocimiento es una
sociedad atrasada y pobre, en los ámbitos intelectual y material.

f. PROMOVER EL SENTIDO DE LA SOLIDARIDAD Y LA INDIVIDUAL. - En


el nuevo orden mundial caracterizado por la injusticia, la desigualdad y la
indiferencia, la educación debe formar personas con un claro sentido de preocupación
por los demás, sin que ello implique dejar de afirmar su individualidad.

g. PRACTICAR Y PROMOVER EL SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD. -


La educación tendrá que volverse responsable y asumir el compromiso con su razón
de ser, de modo que sirva como ejemplo y exija de sus egresados la responsabilidad
con ellos mismos.
Adicional a las exigencias para la educación actual ya mencionadas, la ética es
hoy uno de los mayores retos sobre los cuales la educación debe orientar sus
esfuerzos, dada la confusión de valores que existe en la sociedad. El propósito es
formar conciencia en las personas sobre su responsabilidad y compromiso con la
sociedad; mientras que la responsabilidad de la educación y de la investigación es con
el bienestar de la sociedad y con el respeto de su entorno.
Asimismo, la educación superior enfrenta el reto de establecer integración
entre las instituciones educativas, el sector empresarial y el Estado, buscando una
optimización de los recursos disponibles y potenciales, con el fin de intentar un
desarrollo sostenible para todos los seres humanos.
2.- LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y LA INVESTIGACIÓN
La metodología de la investigación social de América Latina se encuentra en un
momento crucial, definido por el desarrollo de un paradigma original que busca
enraizarse en las circunstancias específicas de la realidad de nuestro continente, sin dejar
de lado los profundos cambios globales. Se aspira a comprender la especificidad de la
formación social de América Latina siguiendo nuestras propias tradiciones cognoscitivas
para que sean parte del desarrollo teórico universal.
Precisamente, uno de los avances más serios de las ciencias sociales en América
Latina es el desarrollo de una conciencia metodológica. Proceso representado en el
trabajo persistente y exitoso del Grupo de Trabajo de Epistemología y Metodología de la
Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS), en los Encuentros Latinoamericanos
de Metodología de las Ciencias Sociales (ELMeCS), verdaderos congresos masivos y
plurales de nuestro continente, y en las diversas revistas que se editan (entre las que
destacan ReLMIS, ReLMeCS y Cinta de Moebio), y que observan, indudablemente, los
desarrollos de cada país de la región. La metodología de la investigación social empieza
a transformarse en un “campo intelectual en América Latina” (Piovani, 2011). En las
últimas décadas se han generado transformaciones profundas en la investigación social, y
desde diversos ángulos se cuestionan los viejos modelos metodológicos fundados en el
positivismo y el mecanicismo, no solo está en cuestionamiento la teoría de las ciencias
sociales sino las propias bases cognoscitivas que corresponden a la forma de producir
conocimiento, que tuvo hegemonía desde el siglo XVI hasta gran parte del XX. Hay
muchos signos que indican que algo está acabando y una nueva visión sistémica de la
vida social comienza a tomar forma en la construcción del conocimiento (Capra y Luigi,
2014).
La ciencia social moderna fundada en el modelo newtoniano-cartesiano está en
un proceso de transición hacia una nueva forma de racionalidad basada en la complejidad
(Wallerstein, 2001). Como nunca, América Latina participa de ese cambio
epistemológico mundial, las contribuciones de Humberto Maturana (2006) con su teoría
de la autopoiesis es central para entender el mundo social como totalidad sistémica y, en
esa misma dirección, Pablo González Casanova en Las nuevas ciencias y las
humanidades (2004) desarrolla una alternativa innovadora para las ciencias sociales,
indicando que la “complejidad obliga a cambiar los comportamientos epistemológicos”
de la investigación social. Ya no se trata de la búsqueda de certezas, de leyes
determinantes, ahora la ciencia contemporánea define el proceso investigatorio como
“una acción en busca de posibilidades”
En condiciones de una concepción sistémica, el progreso metodológico de la
investigación social discurre por una perspectiva de integración de la pluralidad de
métodos y procedimientos, con la intención de construir un paradigma propio que
contribuya a dar cuenta de la complejidad de América Latina. La investigación social teje
la unificación de los procedimientos de descubrimiento y justificación, interrelacionando
en un sistema metodológico los hallazgos conceptuales e inductivos con las operaciones
probatorias (Gallegos y otros, 2011). De esta forma, la metodología de la investigación
social en América Latina evoluciona claramente hacia una dinámica de interrelación
dialéctica entre los enfoques cualitativo y cuantitativo (Canales, 2006), superando la
vieja dicotomía y hasta el enfrentamiento de ambas formas de indagación y análisis.
“Principio de complementariedad” cuanti-cuali que resulta esencial para estudiar la
heterogeneidad estructural de nuestro continente.
No obstante el desarrollo de propuestas originales de la metodología de las ciencias
sociales en América Latina, en el ámbito técnico de la investigación que considera cómo
se elaboran los procedimientos concretos y cómo se realizan los instrumentos, pareciera
que son las técnicas cualitativas las que muestran una cierta creatividad propia y una
originalidad en nuestros países, mientras que las técnicas cuantitativas de la investigación
todavía hacen más eco de la producción y el legado europeo (Martínez, 2013). El interés
de la técnica cualitativa de la investigación en América Latina aparece con la
investigación acción de Orlando Fals Borda (1981), revalorizada recientemente por
Pablo González Casanova como la alternativa de investigación en las nuevas ciencias y
las humanidades. Se consolidan los logros de la investigación cualitativa con las
propuestas de la historia oral de Silvia Rivera Cusicanqui (1987), la investigación
activista (Spees, 2006) y la difusión de la investigación de co-labor que impulsa Xochitl
Leyva (2008). Todas estas prácticas buscan rescatar el protagonismo de los pueblos que
encarnan los otros saberes, se intenta un trabajo conjunto entre investigadores y
comunidades para rescatar la diversidad de expresiones culturales mediante el diálogo
intercultural, y potenciar así la capacidad colectiva de la investigación en esta parte del
planeta. En general, la trayectoria reciente de la metodología de ciencias sociales en
América Latina ha intentado discurrir más allá del eurocentrismo. La investigación social
ensaya propuestas innovadoras y se muestra como un campo de desarrollo muy
fructífero, busca abrir los procedimientos y métodos a nuevas posibilidades con la
esperanza de estimular la creación de un paradigma metodológico desde la singularidad
de Latinoamérica.
En el campo específico de la educación superior, en la actualidad, en los países
latinoamericanos parece que el estudio de las diferentes disciplinas es pragmático, y su
enseñanza, en esencia profesionalizante, sin ningún interés por la actividad investigativa.
Se cree que el conocimiento generado por las diferentes disciplinas en las naciones más
desarrolladas resulta suficiente y adecuado para utilizarse en cualquier otro país, lo cual
refuerza la ingenua creencia de que no es necesario hacer investigación y desarrollo
propios para cada contexto, y de que es suficiente con aprovechar lo que se produce en
otras latitudes.

Los índices de inversión en investigación científica y tecnológica en nuestros países


revelan serias deficiencias. Además, la escasez de formación del potencial humano, y la
ausencia de políticas nacionales coherentes y decisivas, contribuyen a formar el cuadro
de retos para el desarrollo armónico, equilibrado y sostenido de nuestras sociedades.

Vale la pena recordar que aunque en el llamado tercer mundo en la actualidad vive el
77% de la población mundial, tan solo posee el 6% del total de los científicos del planeta
y de estos sólo el 1% son latinoamericanos. En América Latina existen aproximadamente
240 científicos por cada millón de habitantes; en tanto que Japón cuenta con 4 200 y
Estados Unidos con 3 600 por cada millón de habitantes.

Otro aspecto relevante relacionado con los retos de la sociedad latinoamericana en


materia de investigación, y al cual se requiere dar respuesta efectiva, son los cambios en
el contexto global. Entre éstos, Álvarez (1991) destaca los siguientes: a) la
reestructuración de la economía mundial con énfasis en el establecimiento de mercados
globales; b) la influencia creciente de las corporaciones y de sus alianzas en el mundo
entero, y el papel preponderante de la información en este proceso; c) la revolución
tecnológica y el simultáneo decaimiento en la importancia de la materias primas para el
proceso de producción industrial en los países desarrollados; d) la reconsideración de la
deuda social contraída por los países en vías de desarrollo con sus poblaciones más
pobres; e) la caracterización de las sociedades más avanzadas por la utilización intensiva
del conocimiento; f) los cambios en la composición demográfica de la sociedad; y g) los
cambios en los ámbitos político y social que hoy enfrentan especialmente los países en
vías de desarrollo.
Resulta indudable que si los llamados países subdesarrollados pretenden desempeñar
un papel activo y protagónico en el nuevo orden mundial necesitan generar tanto su
propia teoría como un conocimiento propio de su realidad, que dé respuesta a los retos y
a las exigencias que hoy demandan la sociedad y el nuevo orden mundial. Para ello, la
educación y la investigación son las estrategias fundamentales, las cuales, basadas en el
aprovechamiento del talento y del potencial de la gente, se convierten en la estrategia
competitiva para estas sociedades.

Según lo planteado, el gran reto para los países de América Latina no consiste sólo en
la transformación de sus estructuras sociales, sino en la creación de un nuevo contexto
científico-tecnológico de alta competitividad, e internacionalización en todos los
aspectos de la vida y de la sociedad. Superar tales retos, afirman muchos expertos en
desarrollo social, supone el impulso de un gran proyecto educativo y cultural
fundamentado en valores éticos, que genere una nueva mentalidad para convertir a la
investigación en una dimensión básica para todos los niveles de enseñanza,
implementada, además, como un componente fundamental de la vida ciudadana, y como
factor esencial del cambio social y de mejoría en la calidad de vida de los individuos.

3.- UNIVERSIDAD E INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA


Las funciones sustantivas de la universidad son tres:
 La docencia,
 La proyección social y
 La investigación.
Sin embargo, en la sociedad del conocimiento, la investigación debe ser la misión
fundamental de la verdadera universidad. Para expertos en el tema de educación y
desarrollo, la investigación es la misión primera y fundamental de la universidad. El
mismo Juan Pablo II (1992) afirmó que “ninguna presencia cultural puede incidir de
modo duradero en la experiencia del pueblo, si no fundamenta sus raíces en el riguroso
esfuerzo por ampliar sin cesar los horizontes del conocimiento de los diversos ámbitos
del saber”.
Para organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una de las
misiones esenciales de la universidad es desempeñar un papel protagónico en el ámbito
de las ciencias, las artes y las letras. Así, la investigación es una labor de vital
importancia y se concibe en estrecha relación con la docencia y la proyección social.
Para muchos estudiosos de la educación superior, la verdadera universidad debe estar
inmersa en la producción de conocimiento que, desde un enfoque integral e
interdisciplinario, permita analizar y resolver los problemas actuales de la sociedad, así
como proveer estrategias para la construcción de una sociedad más justa, responsable y
solidaria, que sea capaz de erradicar la pobreza, las enfermedades, la violencia, el
analfabetismo, y de dinamizar los avances tecnológicos.
Gacel Ávila (1999) señala que en la sociedad del conocimiento la universidad debe
favorecer la formación de los recursos humanos e incentivar la investigación, orientando
la preparación de expertos que puedan hacerles frente a las necesidades de sus
sociedades, con miras a resolver sus problemas desde una perspectiva integral tanto de la
persona como de la sociedad.
Los constantes cambios, el dinamismo y la complejidad del mundo actual inducen a
dar respuestas a nuevos retos y exigencias en las diferentes disciplinas y campos del
conocimiento; por tanto, la universidad, mediante la investigación, tiene como
responsabilidad dar respuesta a esas demandas.
Toda la investigación que se realice debe ser responsable, puesto que debe tener en
cuenta que en sí misma tiene que estar al servicio del ser humano y, por tanto, el
investigador necesita ser consciente de las consecuencias del empleo de sus métodos y de
los resultados de sus investigaciones.
BIBLIOGRAFÍA
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 Monografía, Teoría del conocimiento. Recuperado el 13 de julio de
https://m.monografias.com/trabajos12/marcono/marcono.shtml
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 https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Teor%C3%ADa_del_conocimiento
Enciclopedia, Teoría del Conocimiento. Recuperado el 13 de julio de
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Monografía, Formas del Conocimiento. Recuperado de
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