Ribagua

Revista Iberoamericana del Agua

ISSN: 2386-3781 (Print) 2529-8968 (Online) Journal homepage: https://www.tandfonline.com/loi/trib20

Relación entre las causas y los modos de fallo

de tuberías en la red de distribución de Canal de
Isabel II en Madrid

Ángela MartÍnez-Codina, Patricia Gómez & Georgina de la Fuente

To cite this article: Ángela MartÍnez-Codina, Patricia Gómez & Georgina de la Fuente (2018)
Relación entre las causas y los modos de fallo de tuberías en la red de distribución de Canal de
Isabel II en Madrid, Ribagua, 5:1, 16-28, DOI: 10.1080/23863781.2018.1442188

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RIBAGUA, 2018
VOL. 5, NO. 1, 16–28
https://doi.org/10.1080/23863781.2018.1442188

RESEARCH ARTICLE/ARTÍCULO CIENTÍFICO

Relación entre las causas y los modos de fallo de tuberías en la red de

distribución de Canal de Isabel II en Madrid
Ángela MartÍnez-Codina, Patricia Gómez and Georgina de la Fuente
Research, Development and Innovation Directorate. Canal de Isabel II S.A. Calle Santa Engracia, 125. CP 28003, Madrid, Spain

RESUMEN PALABRAS CLAVE

Presentamos una metodología para determinar las causas y los modos de fallo de tuberías en corrosión; distribución del
redes de distribución de agua. El objetivo principal: entender la relación existente entre las causas agua; fallo de tuberia;
y los modos de fallo, y aportar conocimientos al fenómeno de las roturas. Un método directo para roturas; servicio de agua;
tubería
la evaluación del estado de los elementos del sistema es la técnica de tomar muestras y
analizarlas. Permite recopilar un conjunto elevado de variables y establecer vinculaciones entre KEYWORDS
ellas. Este caso consta de 4.482 roturas registradas en la red de distribución de Madrid, España, Breakage; corrosion; pipe
gestionada por la compañía ‘Canal de Isabel II’. Los fallos encontrados en tubería general son failure; service connection;
1.937; las roturas en acometidas ascienden a 2.545. El caso de estudio se construye sobre la toma water distribution; water
de muestras directas de las roturas, durante el proceso de rehabilitación. En la tubería general, las main; water supply
principales causas de fallo son corrosión, y presiones o maniobras no habituales. La corrosión se
asocia al modo de fallo con el tener forma de agujero, y las presiones se ligan a las roturas
longitudinales y de tipo explosivas. En acometidas, la causa de fallo más frecuente se asocia con
defectos del material de la tubería, y le corresponde un elevado número de roturas en forma
circunferencial. Estos resultados sirven como base para el desarrollo de modelos mecánicos y
contribuyen al esfuerzo de las compañías gestoras del agua en reducir el número de roturas.

Relationship between the modes and causes of failure of pipes in the

distribution network of Canal de Isabel II in Madrid
ABSTRACT
A methodology to determine the modes and causes of failure of water supply pipes is presented.
The main objective is to understand the relationship between these two variables and to
contribute to current knowledge about water main failure phenomena. Sampling and subsequent
analysis constitute a direct method for assessing the condition of water mains. It allows for
recording of a high number of variables, in order to establish relationships among them. This case
study consisted of 4482 pipe breaks recorded in the water supply network of Madrid, Spain,
managed by the Canal de Isabel II water utility. Main breaks were equal to 1937, whereas the
number of breaks in service connections was of 2545. Sampling was undertaken during the
rehabilitation process. In the water mains, the most relevant causes were corrosion, and pressure
or unusual operations. Corrosion was linked to holes, and pressure was associated to longitudinal
explosive breaks. Within service connections, the most frequent cause of breaks was due to
material defects and was associated with a great number of circumferential breaks. Our results
will serve as a basis for developing mechanical models, and for contributing to water company
efforts to reduce break occurrence.

1. Introducción historia de fallos [2]. Johnston [3] incluye las inspec-

ciones visuales y los métodos no destructivos. También
El deterioro de un sistema de abastecimiento de agua
explica que la evaluación de la condición de un ele-
tiene como síntoma la aparición de roturas frecuentes
mento consiste en el proceso o conjunto de procesos
en tuberías [1]. Se cuenta principalmente con las
que dan lugar a un registro del estado de los aspectos
siguientes vías para evaluar la condición en la que se
críticos de un objeto, en un tiempo concreto.
encuentran los elementos del sistema: la toma de mues-
Específicamente, Liu y Kleiner [4] dividen los
tras y su posterior análisis, el monitorizar diferentes
métodos de evaluación de la condición de la tubería
variables (en las tuberías) y la valoración en base a la
en métodos directos e indirectos; y dentro de los

CONTACT Ángela MartÍnez-Codina angelamartinezcodina@gmail.com Research, Development and Innovation Directorate. Canal de Isabel II S.A.
Calle Santa Engracia, 125. CP 28003, Madrid, Spain
© 2018 The Author(s). Published by Informa UK Limited, trading as Taylor & Francis Group.
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métodos directos, además de contarse con las inspec-
ciones visuales y los métodos no destructivos, se incor-
poran las técnicas de muestreo. Wengström [2] indica
que es conveniente que un análisis de fiabilidad de
tuberías cuente con registros de roturas, con muestras
de tubería y con modelos hidráulicos. Para completar
una evaluación preliminar de un problema estructural,
se requiere una investigación detallada que incluye la
toma de muestras y su análisis [5]. En todo caso, estas
últimas técnicas se han justificado para confirmar los
resultados obtenidos en otros tipos de estudios.
Igualmente, se deben incluir en una etapa inicial de
un proceso que pretende establecer relaciones entre
diferentes variables y las roturas, o determinar los
modos de fallo de las tuberías [3]. El método de toma
y análisis de muestras, por lo general, constituye un
método costoso, pero bastante preciso [2]. La principal
diferencia con el estudio histórico de roturas es que se
pueden registrar muchas más variables, tantas como las
que a partir de una muestra se puedan determinar. En
Rajani y Kleiner [6] se reconoce la necesidad de recur-
rir a los métodos de muestreo para conseguir la gran
cantidad de datos que se necesitan en algunos modelos
que estén físicamente basados sobre el deterioro estruc-
tural de tuberías. Hay que prestar atención al número
de componentes que constituyen la muestra, con el fin
de que el análisis sea estadísticamente representativo.
Dado el elevado costo que supone la toma de muestras,
y en caso de que no se pudieran analizar todas las
roturas durante un periodo de tiempo determinado,
es necesario estudiar detenidamente la localización y
el instante de rotura del conjunto de muestras [5].
Son numerosos los estudios que tratan de determi-
nar las causas de las roturas de los distintos elementos
que constituyen un sistema de distribución [7, 8, 9, 10],
así como sus modos de fallo [5, 11]. Entre las causas de
roturas de tubería se distinguen, por lo general, los
factores externos, que tienen en cuenta el entorno en
el que se ubican las tuberías, los factores intrínsecos
que se refieren a las características de la propia tubería,
y los factores operacionales, que están relacionados con
la operación de la red [7]. Además, los factores de
instalación se pueden separar en un cuarto grupo, que
considera las condiciones propias de la instalación [12].
Figura 1. Modos de fallo en tuberías (Figuras tomadas de: Federation of Canadian Municipalities and National Research Council [5]).
RIBAGUA 17
La toma de muestras también ayuda a la identificación
de los modos de fallo. Los principales modos de fallo se
muestran en la Figura 1. Se le puede añadir la rotura en
la campana de la tubería, ya sea de forma longitudinal
o en cizallamiento, pero este tipo de fallo está fuera del
ámbito de estudio de este artículo. Algunos autores
incorporan la rotura en forma de espiral, aunque esto
se puede deber a una combinación de distintas causas
de fallo [11].
Un conjunto de autores presenta los resultados de
los análisis realizados en muestras de tuberías de redes
de distribución de agua, para conocer las causas
específicas de roturas y los modos de fallo: Según
Seica et al. [13], en la ciudad de Toronto, Canadá,
entre los años 1998 y 2000, se tomaron 111 muestras
de tubería: 73 correspondían con roturas de tubería,
mientras que el resto no había experimentado ningún
daño estructural relevante. La mayoría de las tuberías
de la muestra eran de hierro fundido, aunque también
se podían encontrar de fundición dúctil y de acero. El
propósito del estudio era entender el fenómeno de las
roturas de tubería e identificar el mecanismo de fallo
más probable. Se registraron datos para evaluar la
geometría de las tuberías (defecto de material por
fabricación, espesor, diámetro, cantidad de material
perdido por corrosión, y tamaño y distribución de
marcas por corrosión) y se realizaron ensayos rele-
vantes (ensayo de tracción, ensayo para estudiar las
cargas externas, y ensayos en el suelo circundante,
como los destinados a identificar el tipo de suelo, su
resistividad, su pH y su contenido en sulfuro). Los
resultados mostraron que la corrosión y el defecto de
fabricación podían influir en la resistencia de las
tuberías y que los modos de fallo eran principalmente
circunferenciales, longitudinales o agujeros. Seica y
Packer [14] analizaron un conjunto de muestras de
tubería y de suelos en Toronto para conocer las pro-
piedades mecánicas de los materiales y, para ello, reali-
zaron ensayos de tracción, de compresión, de carga y
de flexión. Los resultados contribuyeron a conocer el
proceso de fallo de las tuberías. En Díaz-Parralejo et al.
[15], se analizaron muestras de roturas de acometidas
del plástico “polyvinyl chloride” (PVC) para determi-
nar las causas de roturas de las mismas. Los análisis
18 Á. MARTÍNEZ-CODINA ET AL.
que se llevaron a cabo consistieron en la determinación
de los diámetros y de los espesores de los tubos, en la
inspección visual y micrográfica de los tubos siniestra-
dos, en el estudio del comportamiento mecánico y
resistente de los materiales a través de ensayos de
tracción, de compresión y de dureza con
microdurómetro, y en pruebas de presión interna en
todos los tubos, y finalmente, el análisis del comporta-
miento frente al fuego con mechero Bunsen y frente a
diferentes disolventes orgánicos. Además, se realizaron
análisis de absorbencia con espectrofotómetro ultravio-
leta-visible y de permitividad dieléctrica con un equipo
de espectroscopía de impedancia. Las causas más prob-
ables de fallo estaban interrelacionadas con los proce-
sos de conformación y con la presencia de poros en las
paredes de los tubos. Los modos de fallo que se encon-
traron fueron: perforaciones y fisuras longitudinales.
Estudios anteriores explican que existe una relación
entre las causas de las roturas y los modos de fallo [5,
6, 11, 16]. Estos autores comentan que las roturas
circunferenciales se pueden deber a tensiones longitu-
dinales producidas por contracciones térmicas y a
esfuerzos provocados por heladas (bajas temperaturas),
a movimientos diferenciales del suelo, a tensiones de
flexión sobre las tuberías, al tener instalación defec-
tuosa (zanja y cama de apoyo) y a otras interferencias
como roturas accidentales. Las roturas longitudinales
están provocadas por tensiones transversales, las cuales
pueden ser debidas a la presión del agua en el interior
de la tubería, a cargas del terreno, al tráfico y a las
fuerzas de compresión que ejerce el agua congelada del
terreno sobre la tubería. Generalmente las roturas
explosivas fueron debidas a presión interna y a
corrosión, mientras que los agujeros en las tuberías
solían producirse principalmente por corrosión.
En este artículo se presenta el resultado del análisis
de la toma de muestras de un conjunto elevado de
roturas de tuberías y de acometidas de la red de
distribución de agua gestionada por la empresa dedi-
cada Canal de Isabel II, en la Comunidad de Madrid,
España. Se ha desarrollado una metodología para con-
seguir la identificación de las causas más probables de
rotura y los modos de fallo en los tubos. Existen
importantes diferencias entre las características de las
tuberías que conforman la red de distribución y las que
constituyen las acometidas que unen la red de
distribución con el usuario final. Las particularidades
físicas de cada subconjunto, en cuanto a materiales,
diámetros y el número de conexiones por longitud de
tubo, así como las diferencias en lo relativo a las con-
diciones de instalación y de operación, hacen necesario
el desarrollo de un estudio independiente para las
roturas en tubería general y en acometida. El objetivo
principal del estudio consiste en conocer la relación
entre las causas y los modos de fallo en estos dos
subconjuntos. De esta forma, se quieren ratificar los
resultados conseguidos en estudios previos y contribuir
al esfuerzo de las compañías gestoras en entender el
fenómeno de las roturas.
2. Metodología
La primera parte de la metodología consiste en la visita
y en la toma de muestras de un conjunto representativo
de roturas en tubería general y en acometidas de la red
de distribución. Para ello, cuando se detecta que se ha
producido una rotura en una tubería o en una acome-
tida, se procede a una visita de campo y a la
recopilación de los datos referentes al estado del mate-
rial, y a las condiciones del terreno y de la instalación.
En las visitas, se realiza una primera inspección visual
rellenando una ficha de campo que contiene
información específica:
(1) La localización geográfica y temporal de la
rotura,
(2) las características y los parámetros identificati-
vos de la tubería general o acometida,
(3) las condiciones ambientales,
(4) el estado de la tubería,
(5) el mantenimiento y la operatividad de la red,
(6) la tipología y la descripción del fallo, y
(7) las características de la zanja.
Las fichas se complementan con reportajes
fotográficos, y croquis específicos de la rotura y de la
zanja. También se recaba información adicional, med-
iante el sistema de información geográfico, y las bases
de datos disponibles para su posterior integración en
un fichero final, el cual constituirá el conjunto de
roturas objeto de estudio. En las fichas de campo se
propone una primera causa de fallo relacionada con la
rotura, que posteriormente se valida en gabinete tras
analizar el resto de la información recopilada. Además,
se toman muestras de suelo y de tubería para analizarse
en el laboratorio. A continuación, en el laboratorio se
realizan una serie de ensayos, los cuales se presentan en
la Tabla 1, con el objetivo de determinar las propie-
dades químicas y mecánicas de las tuberías, así como la
resistencia y la agresividad del terreno circundante.
Con toda esta información disponible, se procede a
establecer en gabinete las causas más probables de fallo,
con el fin de validar los resultados obtenidos previa-
mente. Asimismo, se pueden concluir los modos de
fallo asociados a las roturas de tubería general y de
acometidas. En base a la literatura existente y a los
 RIBAGUA 19

Tabla 1. Ensayos realizados en tuberías y acometidas para su De la misma forma, las roturas se agrupan según sus
caracterización. modos de fallo. Estos modos de fallo consisten princi-
Tipo de ensayo palmente en roturas circunferenciales, en roturas long-
En suelos Análisis granulométrico de suelos por tamizado
Límites de Atterberg
itudinales, en roturas explosivas y en forma de agujero
Determinación cuantitativa del contenido de sulfatos (Tabla 3). Además, se les añada la forma de poro, por
solubles en el suelo resultar ser de menores dimensiones que el agujero.
Determinación de la expansividad de un suelo en el
aparato Lambe Algunas alertas de roturas pueden considerarse
Determinación de la humedad del suelo mediante pequeñas fugas, por lo que es conveniente analizarlas
secado en estufa
Método de ensayo de laboratorio para determinar el de forma particular, identificándolas como un campo
índice C.B.R. de un suelo nuevo. Se estudia la correlación entre los datos obteni-
Determinación del contenido en sales solubles
Determinación del contenido en suelo de materia dos acerca de causas más probables de rotura y de
orgánica oxidable por el método del permanganato modos de fallo, analizando los mayores registros de
de potasio
Determinación del pH
roturas que son debidos a la misma causa, y que le
Determinación de la resistividad de suelos corresponde a un determinado modo de fallo.
Determinación de la densidad de un suelo Consecuentemente, se avanza el conocimiento del
Determinación del peso específico de las partículas
En tuberías Ensayo de dureza Brinell fenómeno de las roturas.
metálicas Ensayo de resistencia a la tracción Para seleccionar la muestra de roturas, se ha apli-
Determinación metalográfica de la microestructura
Análisis químico de los productos de la corrosión cado un muestreo estratificado [23], con el objetivo de
Composición química de perfiles metálicos mantener en la muestra las propiedades del conjunto
En tuberías Determinación de las propiedades de tracción
plásticas Determinación de la densidad de los plásticos total de las tuberías que se rompen en la red. De esta
Determinación de las propiedades de flexión de forma, el muestreo estratificado divide a la población o
plásticos
Determinación de la rigidez anular
al total de tuberías rotas en subgrupos o estratos según
Determinación del tiempo de inducción a la oxidación determinadas propiedades. Por lo tanto, la muestra
CBR:; pH: tiene que estar formada por un número de registros
en una proporción igual al de la población en cada uno
de los estratos que se consideren. Además, hay que
datos observados, las causas de rotura se agrupan en
tener en cuenta que, para poder tener conclusiones
agentes externos, en características intrínsecas del
estadísticamente robustas, el número de roturas que
material, en las operaciones de la red, en las condi-
pertenezca a cada estrato tiene que ser lo suficiente-
ciones de instalación y en otras causas. En cada grupo,
mente elevado. Así, se puede conseguir que la
se definen una serie de causas que pueden provocar la
asignación del número de roturas en los estratos sea
rotura de tuberías. Esta clasificación se muestra en la
óptima.
Tabla 2. A través de la toma y del análisis de muestras
se trata de relacionar las roturas con las diferentes
causas.
3. Caso de estudio
La metodología propuesta se ha llevado a cabo en la red
Tabla 2. Clasificación de las causas de fallo.
Agrupación Número Causas de fallo
de distribución de la comunidad de Madrid, España.
Agentes externos a la 1 Presencia de raíces
‘Canal de Isabel II’ es la compañía gestora que sumi-
tubería 2 Provocada nistra agua a más de seis millones de personas en dicha
3 Heladas u otras condiciones
climáticas extremas
región. En la Figura 2 se muestra esta red estratégica,
4 Sobrecargas externas (árboles, encargada del transporte de agua desde su punto de
tráfico pesado, etc.) captación, y la red de distribución de la comunidad de
5 Otras (incendios, roedores, etc.)
Características intrínsecas 6 Corrosión Madrid, que parte de la red anterior y que distribuye el
del material 7 Defecto del material por causa
desconocida
8 Defecto del material por edad Tabla 3. Clasificación de los modos de fallo de tuberia.
avanzada
Número Modos de fallo
Operación de la red 9 Presiones o maniobras no
habituales 1 Sin forma definida
10 Vibraciones o fuerzas continuadas 2 Circunferencial
Condiciones de 11 Asentamientos del terreno cercano 3 Longitudinal
instalación a arquetas 4 Explosiva
12 Asentamientos del terreno – otros 5 Poro
13 Defecto de instalación de la 6 Agujero
tubería 7 Fuga
Otras causas 14 Desconocida 8 Otro
20 Á. MARTÍNEZ-CODINA ET AL.
Figura 2. La red estratégica y de distribución de agua de la Comunidad de Madrid y los sectores en los que se divide.
agua hasta los usuarios finales. También se presentan
los sectores en los que se divide la red de distribución.
El sistema de suministro está compuesto por más de
17.000 km de tuberías, sobre 620.000 acometidas y más
de 235.000 elementos de control. Además, cuenta con
15 captaciones superficiales, 14 estaciones de trata-
miento de agua potable y 321 depósitos.
La muestra de roturas que se analiza en este artículo,
tomada entre los años 2010 y 2013, está formada por
4.482 registros: 1.937 corresponden con fallos en
tubería general, mientras que el total de fallos en aco-
metidas es de 2.545. La muestra es representativa,
debido al elevado número de roturas analizadas y a
su localización particular y el instante temporal en el
que se detectaron. Se ha considerado la serie de roturas
históricas de años anteriores, en los que se disponía de
un registro fiable para constituir la muestra objeto de
estudio. Además, tanto en tubería general como en
acometidas, se ha realizado un muestreo estratificado
para justificar la representatividad de la muestra de
roturas seleccionada frente al conjunto total de roturas
producidas. En el caso de tubería general, las variables
que se han considerado para conseguir una muestra
representativa y estratificada son la edad, el material y
el diámetro, porque son variables influyentes en la
probabilidad de ocurrencia de las roturas [20]. Por lo
tanto, el volumen de roturas de la muestra tenia que ser
de la misma proporción al volumen de roturas totales
que se producen en la red, en función de los subgrupos
que se cree están atendiendo a las variables de la edad,
del material y del diámetro. En la Figura 3a se mues-
tran los estratos que se han creado cuando se considera
la variable de la edad. Como se muestra en la Figura 3a,
se puede observar que son similares los porcentajes de
roturas pertenecientes a cada subgrupo o estrato de la
muestra de roturas y del conjunto total de roturas. La
diferencia entre ellos estriba principalmente en que se
quiso obtener un suficiente número de roturas en cada
estrato, para poder realizar un análisis estadístico pos-
terior. Dado el elevado número de registros en los que
no se había anotado la edad, se consideró además la
variable del material, con el fin de seleccionar una
muestra representativa de roturas. En la Figura 3b se
presenta el porcentaje de roturas según el tipo de
material, tanto de la muestra de roturas como del
conjunto de roturas registradas en el mismo periodo
de tiempo.
Las abreviaturas del tipo de material se muestran en
la Tabla 4. Se puede apreciar que existe una pequeña
diferencia en los porcentajes entre la muestra de
roturas y del conjunto total, en el material de
fundición gris y de fundición dúctil. Esta discrepancia
es debida a que el material reconocido en la visita de
campo resultó ser distinto en algunos casos al justifi-
cado en el laboratorio, por resultar la fundición gris
visiblemente similar a la fundición dúctil, con el paso
del tiempo.
Finalmente, se tuvo en cuenta el diámetro para
conseguir la muestra estratificada de la “Figura 3 c”.
Del mismo modo se procedió con la muestra de roturas
 RIBAGUA 21

a) Tubería general: edad (años) b) Tubería general: material c) Tubería general: diámetro (mm)
100% 100% 100%
Muestra de roturas: edad Muestra de roturas: material Muestra de roturas: diámetro
80% Roturas totales: edad 80% Roturas totales: material 80% Roturas totales: diámetro

60% 60% 60%

40% 40% 40%

20% 20% 20%

0% 0% 0%
FC FG FD PO PE Otros

m
to

(120; 120]
(140; 140 ]

(350; 250]
>50; 500 ]
(40; 40]

(240; 160]
(2 00; 170]
(1 00; 120]
(70; 6 0]

(1 0; 100]
(5 ; 50]

( ; 0]
(1 0; ; 90]

00 00]
m]
(30; 30]
(4 ; 4 0]
(20; 2 0]

(5 ; 5 ]

da ]
(2 ; 25]

(3 ; 3 0]

N 5; 65]
(10; 10]
(1 ; 1 ]

(5 ; 55]
(3 5; 35]

(4 5; 45]

(980 80
0 0

o 0
(5 ; 5

(2 ; 2

0 3
(0

0
(0
5

5
0
0

0
d) Acometida: material e) Acometida: diámetro (mm)
100% 100%
Muestra de roturas: material Muestra de roturas: diámetro
80% Roturas totales: material 80% Roturas totales: diámetro

60% 60%

40% 40%

20% 20%

0% 0%
PO PE PL CA Otros
0 ]
5 ]
5 ]

(4 ; 40]
(4 ; 45]
(5 ; 5 ]
(6 ; 60]
0 ]
>8 ; 8 ]
0 0]
m
(1 ; 10
(1 ; 15
(2 ; 25
(3 ; 35

0 0

(7 ; 70

m
(0

5
0
5

0
Figura 3. Justificación de la representatividad de la muestra de roturas.

en acometidas, teniendo en cuenta que no habían los grupos tuvieran un número considerable de roturas
registros de antigüedad de acometidas. Por ello, se para poder ser analizados estadísticamente, y conse-
consideró la variable del material (Figura 3 d) y del cuentemente, influyó en la variabilidad de los
diámetro (Figura 3 e), para obtener una muestra estra- diámetros. Por ello, se puede decir que la técnica de
tificada que fuera representativa del conjunto total de muestreo estratificado se ajustó a una asignación
roturas producidas en acometidas. Debido al elevado óptima.
porcentaje de roturas totales de acometidas de polieti- En la Figura 4 se presentan las funciones de
leno de normativas anteriores vigentes, se redujo este distribución acumulada (FDA) del total de la red, lla-
porcentaje en la muestra de roturas para que el resto de mada FDA genérica, y de las roturas, llamada FDA
muestra de roturas, para las propiedades principales
de la edad de tubería, de su diámetro y del material
Tabla 4. Abreviatura y el nombre del material. de las tuberías. La FDA genérica se ha dado en forma
Abreviatura Nombre del material gráfica a partir de los registros de la base de datos de
AC Acero toda la red de tubería general o de las acometidas. Para
AH Acero helicosoldado el caso de tubería general, la FDA genérica se ha con-
CA Caña
CU Cobre struido a partir de los datos de los tubos de toda la red
FC Fibrocemento de distribución disponibles en el año 2010, coincidente
FD Fundición dúctil
FG Fundición gris con la fecha de inicio del estudio de toma de muestras,
FV Fibra de vidrio dado que en el estudio se ha realizado en el conjunto
HA Hormigón armado
HC Hormigón armado con camisa de chapa
total de la red y no en determinados sectores.
HT Hormigón pretensado con camisa de chapa En el caso de las acometidas, se ha optado por
ND Desconocido utilizar los registros más actuales de todas las acome-
PE Polietileno de normativa vigente
PL Plomo tidas del año 2014, porque anteriormente también se
PN PVC de normativa vigente anotaban aquéllas que estaban fuera de servicio, por lo
PO Polietileno de normativas anteriores a la vigente
PV PVC de normativas anteriores a la vigente que se podrían producir desviaciones en los resulta-
RP Rehabilitado polietileno dos. En la Figura 4a se muestra la FDA genérica y de
PVC: plástico hecho con clorhidrato de polivinilo la muestra de roturas de la edad de la tubería general.
22 Á. MARTÍNEZ-CODINA ET AL.

a) Edad tubería general b) Diámetro tubería general Diámetro acometida

1 1
FDA genérica

Probabilidad acumulada
0.8 FDA muestra de roturas 0.8 0.8

0.6 0.6 0.6

0.4 0.4 0.4

0.2 0.2 FDA genérica 0.2 FDA genérica

FDA muestra de roturas FDA muestra de roturas
0 0 0
0 20 40 60 80 100 0 200 400 600 800 1000 0 25 50 75 100 125 150
Edad (años) Diámetro (mm)
c) Material tubería general
1

0.9

0.8
Probabilidad acumulada

0.7

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1 FDA genérica

FDA muestra de roturas
0
ND PL CU PO PE RP PV PN CA FG FD FC FV AC AH HA HC HT
Material acometida
1

0.9

0.8
Probabilidad acumulada

0.7

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2

0.1
FDA muestra de roturas
0
ND PL CU PO PE PV PN CA FG FD FC FV AC AH HC HT

Figura 4. Características de las muestras de roturas analizadas.

Se observa un comportamiento disparejo entre las dos de inflexión hacia la edad de los 35 años. Se puede
curvas, siendo muy superior la probabilidad acumu- observar cómo la probabilidad acumulada para esta
lada para una edad temprana cuando se analiza la edad no supera los 0,12 puntos. En cambio, en los 25
FDA genérica. En la FDA de roturas, se diferencian años posteriores, la probabilidad acumulada asciende
claramente dos pendientes en la curva, con un punto casi 0,4 puntos. Cabe mencionar que los registros de

tubería con edad inferior a 60 años superan la prob-
abilidad acumulada del 65%, y esto se debe a que a
partir de una edad de 60 años no se dispone de
información fiable sobre el año de instalación de las
tuberías. Se puede añadir que en los primeros años
(entre los años 1 a 4), la probabilidad acumulada
asciende a un ritmo superior que en años posteriores.
Algunos autores asocian la mayor tasa de fallo inicial
a edades tempranas, a la instalación de las tuberías
[12]. Se podría hacer un estudio más exhaustivo para
conocer la forma de la curva que relaciona el número
de roturas en la unidad de tiempo y el índice de
roturas, y su ajuste a una curva ‘bathtub’ [12, 24].
Aunque se puede deducir que a medida que aumenta
la edad, el número de fallos en tubería general es
superior. No se ha representado la FDA de la edad
de las acometidas, porque el número de registros en
los que se conoce su antigüedad no son lo suficiente-
mente elevados como para que la muestra sea
estadísticamente representativa.
Como se puede apreciar en la Figura 4b, en cuanto a
tubería general, el ritmo de crecimiento de la probabil-
idad acumulada de la muestra de roturas es muy super-
ior en los de diámetros menores o iguales a 125 mm,
cuando se compara con la FDA genérica. En la FDA
genérica, el mayor aumento se produce para diámetros
de 150 mm. En la FDA de roturas, la probabilidad
acumulada supera el 80% para diámetros menores o
iguales a 150 mm; y el 65%, si se consideran tuberías de
125 mm. Para diámetros de 100 mm, este porcentaje
supera el 50%, resultando con más del doble de lo
correspondiente a la FDA genérica. Se corroboraron
estudios anteriores [17], [18], [19], [20], [21], [22],
que afirmaron que la probabilidad de ocurrencia de
roturas es mayor cuando los diámetros son más redu-
cidos. Algunos autores justifican que la tubería resista
menos, porque el espesor es menor cuanto más redu-
cido es el diámetro de las tuberías [20], [21]. En la
Figura 4b, también se analizan los diámetros de las
acometidas. Es destacable que en la FDA genérica se
produce un incremento de la probabilidad acumulada
de más del 60% para los diámetros de 20 mm. En la
FDA de la muestra de roturas, la probabilidad acumu-
lada para diámetros de 50 mm es casi del 90%, y
aumenta considerablemente para diámetros de 20, 40
y 50 mm.
Asimismo, en la Figura 4c se presenta la probabil-
idad acumulada, en función del tipo de material. En la
Tabla 4 se presentan las abreviaturas de los distintos
tipos de materiales de las tuberías y a los que se hace
referencia en la Figura 4. En la muestra de roturas de
tubería general, el mayor aumento en la probabilidad
acumulada corresponde con el material de fundición
RIBAGUA 23
gris (superior al 50%). También es relevante el número
de fallos en tuberías de fibrocemento (en el orden del
30%). Se trata de dos materiales que están siendo
sustituidos por otro tipo de material, principalmente
por fundición dúctil, con menores índices de rotura
(número de roturas por kilómetro de red y año), tal y
como se muestra en la Tabla 5. El material de fundición
dúctil constituye un gran porcentaje de la tubería gen-
eral instalada (la probabilidad acumulada de la FDA
genérica para el material de fundición dúctil es de más
del 70%). En la Figura 4c se observa que, en las aco-
metidas, el material que da lugar a un ascenso mayor
en la probabilidad acumulada (más del 50%) es el
polietileno, que fue instalado cumpliendo normativas
anteriores a la vigente de Canal de Isabel II [25], y que
está en proceso de ser sustituido. La información sobre
el tipo de material de las acometidas que están en
servicio es insuficiente como para hacer un gráfico de
la FDA genérica del material.
4. Resultados y discusión
La asignación de las causas de roturas es un proceso
complejo. Se ha aplicado la metodología de evaluación
de estado del material, consistiendo en la toma de
muestras, su análisis en el laboratorio y el trabajo en
gabinete, para poder deducir la causa más probable de
fallo de una tubería. Se han tenido en cuenta valora-
ciones subjetivas y objetivas para concluir la causa de
fallo. Las valoraciones objetivas consisten en los análisis
llevados a cabo en el laboratorio. En la Tabla 2 se
presentan las diferentes causas de rotura que se han
considerado para tipificar las roturas. Desde un punto
de vista subjetivo, la causa de fallo de presencia de
raíces se dedujo cuando en la visita al campo se podía
observar que se habían producido daños en las tuberías
por raíces de plantas. Las roturas que fueron provoca-
das se debieron a máquinas y útiles de excavación, así
como por impactos de vehículos. Se les asignaba la
causa de heladas o condiciones climáticas extremas si
el número de roturas había incrementado en tuberías
de pequeño diámetro, instalados a poca profundidad y
ubicados en municipios al norte de Madrid. Se asociaba
Tabla 5. Índice de roturas de tubería general según el tipo de
material, expresado como el número de roturas producidas en
un año determinado entre los kilómetros de tubería instalada.
Índice de roturas
(nº roturas/km tubería y año)
Material 2010 2011 2012 2013
Fibrocemento 0,82 0,80 0,71 0,72
Fundición dúctil 0,04 0,03 0,03 0,02
Fundición gris 0,69 0,55 0,55 0,52
24 Á. MARTÍNEZ-CODINA ET AL.
la causa de rotura a sobrecargas externas si existía una
sobrecarga del tipo de árboles de gran envergadura,
tráfico pesado en zona industrial, maquinaria de obra,
equipamiento público, etc. próxima a la rotura. Se les
asignó el nombre de ‘otras causas’ a aquellas roturas
que no eran frecuentes, como las provocadas por roe-
dores o por incendios. La causa de rotura de formarse
corrosión en las tuberías con contenido de hierro
implicaba una pérdida de capas de óxidos marrones,
con la formación de agujeros o zonas débiles con
fisuras. En las tuberías de plástico, la ‘corrosión’ se
relacionaba con la reducción de la plasticidad del mate-
rial. También se tuvo en cuenta para asignar como
causa de corrosión, el tipo de relleno de la zanja y la
presencia de corrientes vagabundas inducidas. En gen-
eral, se establecía la causa del fallo por defecto de
material en aquellos tubos con comportamientos
mecánicos distintos a los comunes de cada material, y
que presentaban solo una zona defectuosa. Con el fin
de conocer si una rotura se había debido a presiones o
maniobras no habituales, se analizaron los registros de
maniobras y presiones cercanas a la rotura, prestando
especial atención si habían surgido nuevas averías en
reparaciones donde se habían manipulado válvulas. Los
tubos rotos sometidos a esfuerzos de signo alternativo,
a vibraciones, etc. que contaran con superficies de
rotura pulidas y brillantes se relacionaban con la
causa de rotura de vibraciones o esfuerzos continuados.
Los asentamientos de terreno se producían por el asen-
tamiento diferencial de las camas de apoyo de las
tuberías, y que ocurrían especialmente en espacios nat-
urales y zonas con jardines. En redes antiguas se
podían observar fallos cercanos a las paredes de las
arquetas, sobre todo en terrenos poco consistentes. La
rotura debida al defecto de la instalación se relacionó
con la inadecuada puesta en obra de la tubería. Las
causas de fallo desconocidas eran aquéllas que no se
podían asociar a ninguna de las causas anteriores.
Estas causas de roturas se agruparon en agentes
externos a la tubería, en características intrínsecas del
material, en la operación de la red, en condiciones de
instalación, y en otras causas tales como se muestra en
la Tabla 2. Se ha contabilizado el porcentaje del
número de fallos, tanto en tubería general como en
acometida, en función de la agrupación de las causas
de fallo. Estos resultados se presentan en la Tabla 6. En
ambos casos, las causas de fallo correspondientes a las
características intrínsecas del material son las que han
registrado mayores fallos (Tabla 6).
En la Figura 5 se puede apreciar la probabilidad
acumulada de las causas de fallo presentadas en la
Tabla 2. En tubería general, la mayor probabilidad de
ocurrencia corresponde con la corrosión (19,5%), y
Tabla 6. Porcentaje de casos agrupados según la clasificación
de las causas de roturas.
Tubería Acometida
Agrupación general (%) (%)
Agentes externos a la tubería 25,9 23,0
Características intrínsecas del material 29,9 55,7
Operación de la red 17,4 5,5
Condiciones de instalación 25,0 14,7
Otras causas 1,8 1,1
posteriormente, con las presiones o maniobras no habi-
tuales (16,3%). Le siguen las causas de asentamientos
del terreno (otros) (12,5%), las sobrecargas externas
(11,2%) y el defecto de instalación de tubería (8,7%).
En las acometidas analizadas, el defecto de material con
causa desconocida está vinculado a casi un tercio de los
casos (33,0%). A continuación se encuentran las causas
debidas al defecto de instalación de la tubería (14,2%) y
al defecto de material por edad avanzada (13,1%). En la
Figura 5 también se presenta el resultado de analizar el
modo de fallo en la muestra estudiada, según los casos
expuestos anteriormente en la Tabla 3. El modo de fallo
predominante en la muestra de tubería general es el
circunferencial (32,6%). A continuación, la mayor
probabilidad de ocurrencia corresponde con las roturas
de tipo longitudinal (22,0%) y la rotura explosiva
(14,3%). En las acometidas, prevalecen las roturas long-
itudinales (28,6%) y las circunferenciales (27,9%) sobre
el resto de tipos, y les sigue el modo de fallo en forma
de poro (20,3%).
El resultado del análisis de la relación de las cau-
sas y de los modos de fallo para la muestra estudiada
se presenta en la Figura 6. En el caso de tubería
general, se ha visto en la Figura 5 que las causas de
fallo con mayor probabilidad de ocurrencia son la de
corrosión y las de presiones o maniobras no habi-
tuales. Según la Figura 6, hemos llegado a la
conclusión de que la corrosión está ligada a varios
modos de fallo, pero que predomina la forma de
agujero (con una probabilidad de 3,9% sobre el
total de casos de rotura en tubería general), seguido
del modo longitudinal (3,7%) y del poro (3,5%). Los
fallos debidos a presiones o maniobras no habituales
de la muestra están vinculados a las roturas long-
itudinales (5,9%), así como a las roturas explosivas
(5,4%). Se ha explicado previamente que la
corrosión, por lo general, se asocia al modo de fallo
en forma de agujero, y la presión del agua, a los
modos de fallo de roturas longitudinales y explosivas.
Además, existe un elevado número de roturas corre-
spondientes a la causa de fallo por asentamiento del
terreno, por sobrecargas externas y por defecto de
instalación de la tubería. Tanto los fallos debidos a
asentamientos del terreno como los correspondientes
 RIBAGUA 25

Tubería general Acometida

1 1

0.8 0.8

0.6 0.6

0.4 0.4
Probabilidad acumulada
0.2 0.2

0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8
Modos de fallo
Tubería general Acometida
1 1

0.8 0.8

0.6 0.6

0.4 0.4

0.2 0.2

0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Causas de fallo

Figura 5. Número de fallos según las causas de fallo y modos de fallo en tubería general y en la acometida de la muestra analizada.

a sobrecargas externas que se han registrado en la
muestra están unidos a roturas de forma circunfer-
encial (probabilidad de 8,0% y 6,0%, respectiva-
mente). En cambio, el defecto de instalación se ha
ligado a las fugas (2,5%), entre las que se consideran
las fugas en el sitio de las uniones entre tubos.
Las causas de fallo se pueden relacionar con las
tensiones a las que está sometida la tubería. Las
tensiones longitudinales están ligadas a las roturas
circunferenciales, y las tensiones transversales provo-
can roturas longitudinales. Se ha visto que la causa
de roturas de presiones internas se asocia en su
mayor parte al tipo de rotura longitudinal, porque
la presión del agua da lugar a tensiones axiales sobre
las paredes de la tubería que hace que se rompa
según este modo de fallo. Sin embargo, la causa de
asentamiento de terreno podría estar atada al mismo
tipo de modo de fallo, porque provoca tensiones
radiales en sentido opuesto. Puede que el asenta-
miento de terreno dé lugar a un momento flector
que provoca que las tuberías se rompan de forma
circunferencial, por lo que habría que analizar el tipo
de asentamiento de terreno, y diferenciar si provocan
fuerzas distribuidas a lo largo de la tubería o fuerzas
puntuales. Lo mismo sucede con las sobrecargas
externas, que han sido relacionados principalmente
con la forma de fallo circunferencial. Habría que
distinguir entre el tipo de fuerza (puntual o
distribuida), porque el tráfico por lo general se ha
asociado a las roturas longitudinales. La carga de
tráfico provoca además de flexión y de una acción
cortante en la tubería, que vendrá dada por las con-
diciones de apoyo de la misma, esfuerzos axiales que
son los que generan roturas longitudinales. Para el
caso de las acometidas, se puede observar que a
causa del defecto del material con causa desconocida
(causa 6, según la Tabla 2), que es la que tiene mayor
probabilidad de ocurrencia, le corresponde en gran
parte el modo de fallo circunferencial (probabilidad
de 12,3% sobre el total de roturas en acometidas)
(modo número 2, según la Tabla 3). También son
relevantes para este tipo de causa, aunque en menor
medida, los modos de fallo longitudinal (8,4% del
total) y de poro (5,3%). El defecto de instalación de
la tubería está conectado principalmente al modo de
fallo tipo poro (4,0%). En cuanto a la causa de fallo
de defecto de material por edad avanzada, se le
asigna principalmente la forma de fallo longitudinal
(probabilidad de ocurrencia de 7,4%).
De esta forma se puede afirmar que en la muestra
analizada se han detectado patrones fundamentados de
la literatura y que pueden servir para estudios poster-
iores que traten de analizar el fenómeno de las roturas.
Con la técnica de muestreo se ha conseguido registrar
variables que con otro tipo de métodos no sería posi-
ble. La toma de muestras y su posterior análisis
26 Á. MARTÍNEZ-CODINA ET AL.

Probabilidad de ocurrencia. Tubería general

0.08

0.07

0.06

0.05

0.05 0.04
0
1 0.03
2 1
3 2
4 3 0.02
5 4
6
7 5
8 6 Modos de fallo
9 0.01
Causas de fallo 10 7
11 8
12
13 0
14
Probabilidad de ocurrencia. Acometida
0.12

0.1

0.08

0.06
1
0.1 2
0.05 3
0.04
0 4
5 Modos de fallo
1 2 6
3 4 0.02
5 6 7
7 8 8
9 10
Causas de fallo 11 12 0
13 14

Figura 6. Relación entre las causas y los modos de fallo de tubería general y en acometida de la muestra analizada (probabilidad de
ocurrencia).

constituye definitivamente un método directo para eva-
luar la condición en la que se encuentra un elemento,
como puede ser una tubería general o una acometida.
Contribuye a mejorar los estudios de fiabilidad de
tuberías y a tener un registro de estados de los aspectos
críticos de los distintos elementos que conforman el
sistema con el tiempo. La información obtenida y los
resultados a los que se ha llegado pueden ser significa-
tivos a la hora de llevar a cabo una evaluación prelimi-
nar del problema estructural y servir de base a modelos
físicamente basados en el deterioro estructural.
5. Conclusiones
La evaluación del estado de las tuberías ha permitido
deducir las causas de fallo de tuberías. Esta técnica con-
siste en la visita, toma de muestras, en llevar a cabo una
serie de serie de ensayos en laboratorio de las tuberías
metálicas y de plástico, y las que están en el suelo, reali-
zando un análisis posterior en gabinete. Por lo tanto, se
cuenta con valoraciones subjetivas, de las visitas de
campo, y objetivas, de los ensayos y análisis de labora-
torio, como fuentes de información para concluir la causa
más probable de fallo. Además, se han podido deducir las
relaciones entre las causas y los modos de fallo, tanto en
tubería general como en acometidas, lo cual es el objetivo
primordial de este artículo.
Se ha conseguido una muestra representativa med-
iante un muestreo estratificado que contiene un
número elevado de registros, 4.482 registros, a los que
se les asignó una serie sustancial de variables. Para la
construcción de los estratos de la muestra, se han
utilizado las variables de la edad, el diámetro y el
material de los tubos. La metodología consistente en

la toma de muestras de tuberías que se habían roto, su
posterior análisis en el laboratorio y el trabajo en gabi-
nete se ha aplicado a la red de distribución de agua
gestionada por el Canal de Isabel II en la comunidad de
Madrid, España. En base a las funciones de
distribución acumuladas construidas para la muestra
representativa de roturas en tubería general, se ha
observado que a medida que aumenta la edad, el
número de fallos es superior, existiendo un punto de
inflexión en la edad de 35 años, cuando asciende con
mayor ritmo la probabilidad de ocurrencia de roturas.
También se ha deducido que existe una mayor tasa de
fallo a edades tempranas (entre 1 y 4 años) que se
puede asociar a problemas de instalación. Además, se
ha corroborado que la probabilidad de ocurrencia de
roturas es mayor cuando menores son los diámetros,
especialmente menores o iguales a 125 mm en
diámetro, lo cual algunos autores justifican al decir
que la tubería resiste menos por tener un espesor más
reducido. Se ha observado que el material que mejor se
comporta frente a las roturas es la fundición dúctil, y
que su índice de roturas es mucho menor en
comparación con el correspondiente a las tuberías de
fundición gris y de fibrocemento. En acometidas, la
probabilidad de ocurrencia de roturas para diámetros
reducidos es elevada, especialmente en diámetros
menores o iguales a los 20 mm. También se ha dedu-
cido que el material que peor comportamiento tiene es
el polietileno instalado que cumplía con normativas
anteriores a la vigente de Canal de Isabel II, y que
está en proceso de sustitución.
Se ha deducido que los principales modos de fallo
son los correspondientes al modo de fallo circunferen-
cial, el longitudinal, la rotura explosiva, el poro, el
agujero y la fuga. La relación entre las causas y los
modos de fallo concluye que, en tubería general, la
corrosión está ligada al modo de fallo en forma de
agujero, al modo longitudinal y al poro. Las roturas
debidas a las presiones o maniobras no habituales están
asociadas a las roturas longitudinales, así como a las
roturas explosivas. Estos resultados concuerdan con
estudios anteriores que explican que la corrosión se
vincula a la forma de fallo de agujero, y que las pre-
siones provocan tensiones axiales que dan lugar a la
rotura longitudinal. Los fallos debidos a asentamientos
de terreno y a sobrecargas externas se relacionan con la
rotura en forma circunferencial. Las cargas derivadas
de estas causas de fallo generan fuerzas sobre las
tuberías. En la literatura, las tensiones longitudinales
son las que se asocian a las roturas circunferenciales,
mientras que las tensiones transversales se vinculan a
las roturas longitudinales. Por lo tanto, el estudiar en
RIBAGUA 27
mayor profundidad el desglose de las cargas facilitaría
la conexión entre la causa y el modo de fallo. Por
último, el defecto de instalación se ha relacionado con
las fugas, que incluyen las fugas en las uniones. Un
análisis más detallado de las causas de fallo y de los
patrones de rotura en uniones, en piezas especiales y en
accesorios permitiría confirmar estos resultados e ilus-
trar las condiciones particulares de la instalación que
desencadenan la rotura. En el caso de acometidas, la
causa de un defecto de material con causa desconocida
está asociada en gran medida a la rotura circunferen-
cial, aunque también destaca el modo de fallo long-
itudinal y el poro. La causa de defecto de material por
edad avanzada está relacionada con la forma de fallo
longitudinal y la causa de defecto de instalación de la
tubería, al modo de fallo en forma de poro.
Se han detectado patrones causa-modo afines en
estudios previos, que facilitan el análisis de fiabilidad
de tuberías. La metodología presentada se puede apli-
car en otros estudios, tanto en posteriores investiga-
ciones sobre la red del caso de estudio presentado,
como en otras redes de distribución de agua. Sirve de
base al desarrollo de modelos mecánicos o físicamente
basados, que indaguen sobre los problemas estructur-
ales de las roturas. Finalmente, los resultados hallados
favorecen la comprensión del fenómeno de las roturas
y constituyen un punto de partida para el desarrollo de
futuros modelos predictivos de fallos.
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