MUJERES DESESPERADAS
Felicidad comprende su destino. El no la
|| pasado fiuese tan gible, ella cree ver en
jo rojizo de las luces traseras del auto.
‘Alasomarse a la ruta,
ha esperado y,como si ¢!
q{horizonte el débil refle}
En la oscuridad lana del campo solo hay desilusion, un vestido
de novia, y un bafo en cl que no debié haber tardado tanto.
Sentada sobre una picdra junto la puerta, quita del borda-
do del vestido los granitos de arroz. No llora todavia, sino
que, absorta en su shock de abandono, corrige los pliegues del
yestido, analiza sus ufias y contempla, como quien espera el
regreso, la ruta por la que él se ha alejado.
-No vuelven -dice Nené, y Felicidad grita por el susto—
Taruta es una mierda.
La mujer esta detrés de ella y enciende un cigarrillo.
—Una mierda, de lo peor.
Felicidad logra controlarse y entre los restos del temblor se
reacomoda los breteles.
El primero? —pregunta Nené y espera sin aprecio que el
ae ia le permita dejar de temblar para mirarla~.
Ba et ipo es tu primer marido,
a oS ey foo forzada, Descubre en Nené el
Bs ernces pic cline las mates de u ee
matura se conservan los Wigs As ee — ate
imensiones, ros y unos labios de perfectas
“Sie! prim i ici
are Bo = Felicidad con esa timidez que llevade Felicidad, que tiembla al respirar y niega
Me jopoedo creer que... Felicia espira— que al, que
fs ncorpors. Estar en la pared del bao eles
Bese sino an termina, mita’con desprecio a Felici-
0
dad ye alee "
Siting M pesconsideraca! “le grita Felicidad
loqed Pas unossequncos después, cuando entionde que se qaeda-
Wicggah isola Felicidad a alcanza compo adentro.
4 pete... No se vaya, entienda.
an Nené se detiene y la mira.
eng : yeas
: a “Callese ~dice Nené y enciende otro cigarrillo~. Callese,
‘Odo i
| ip digo,y escuche,
Hs Felicidad deja de Horar y traga lo que podrian ser los co-
Uando enzos de nuevos brotes de pena. Hay un momento de silen-
i mien I
Engel ig en el que Nené no siente alivio sino que, atin més afligi-
aas haber day nerviosa que antes, dice:
solo tie Bueno, ahora escuche. ;Lo siente? —Nené mira hacia el
le gris campo ne;
ero.
ra, cada Felicidad hace silencio y se concentra, pero no logra escu-
f s)
char nada, Nené niega con reprobacién
adele =Es que lord demasiado, tiene que esperar a que se le
acostumbre el oido.
Esto Felicidad mira hacia el campo y tuerce un poco la cabeza.
eapid® _ Horan... —dice Felicidad, en voz baja y casi con ver-
‘prabt! giienza,
“Si, ( f
‘alquit ei Uoran. ;Si, Horan! {Lloran toda la maldita noche!
Nene sen, iene
ae efala su rostro-: zNo me ves la cara? ;Cudndo dor-
08
08? (Nunca! Lo tinico que hacemos es oirlas todas las
malditas noches, Y no k 4 jena
f Felig 8. Y no lo vamos a soportar mas, gse entiende?
| ge i ‘dad la mira asustada. En el campo, voces y lantos de
*a Uejumbrosas repiten los nombres de sus maridos.
todas lloran! ~dice Nené.
Entonce
5 las voces gritan:
a:entraa ly
odio fi
ANNO, agonds
a mujer Jay
vel campo beg
as la care
iguitas rebels
st
rata de em
pe
deaeeh
tl
~ siempre es axi,quetida -Nené palmea la mano de Felici-
age fs inevitable En Ta ruta al menos... siempre,
Pero... “dice Felicidad.
_Siempre “dice Nené.
—;Dénde estas, turra jHabla!
Felieidad mira a Nené y comprende cuinto mis grande es
in eristeza de aquella mujer comparada con Ia suya,
=iInfeliz!
Vieja fea!
_{éjenla en paz! —dice Felicidad
y ha abraza como se abraza a una nifia.
Se acerca a Nen
-Ay, qué miedo dice una de las voces~. Asi que ahora
tenés compaierita.
“Yo no soy compafierita de nadie —dice Felicidad-, solo
trato de ayudar.
=Ay. Solo trata de ayudar
=(Cillense! —dice Nené
2¥ saben por qué la dejaron a esta en la ruta?
{Porque es una morsa flaca!
-No, la dejaron porque... —se ren— porque mientras ella
se probaba st vestidito de novia, nosotras ya nos acostabamos
con su maridito.
Las risas se escuchan mis cerca, tapan ya completamente
los Tlantos. Desde el bafio, una figura avanza hacia Nené y
Felicidad a paso lento.
=Miren, ahi viene otra, ;Turra!
A medida que la figura se acerca descubren el rostro de
una vieja, Cada tanto, se detiene y contempla la ruta, Vestida
én tonos dorados, deja ver en su escote el sensual encaje ne-
gro de una prenda interior, Ya cerca, antes de que pueda
Preguntar algo, Felicidad se adelanta:
Siempre, en la ruta siempre, abuela
Cuando la vieja las descubre, sentadas en el campo con sus
Vestidos de novia, endereza su postura y mira indignada hacia
la ruta.
~Pero jcomo?auizk Felicidad piense ahora, POF
piense para si misma: Que nO
de esperanaa-Q
Min el amor. Quizd
2 abandone.
« ~grita Nené.
pregunta la vieja
del batio.
—dice Felicidad.
Qué dice?
Yuestin cerca
RN, UQue s el auto Pata.
ay “como? ~insiste la viel -
— Elmurmullo avanza sobre ellas, Aunque no las ven, saben
re enujeres estin ania pocos metTOS Felicidad grita. Algo
el:
4a Felic ane manos le roza ls piernas, cl cuelO, Ja punta de Tos de-
eu < Potonee 5
Idia co, Mag) dos. Felicidad grita y no escucha las érdenes de Nené, que
ji a vieja y corta. El coche se
Mig, ha alejado y le dice que agarte ak
Nené se vuelve hacia Felicidad y le
detiene frente al bafio.
Ia vieja. Pero es la vieja
avance, que arrastre @
ad hacia Nené, que ya &
se baje, para subir
ordena que
quien reaceiona y arrastra a Felicil
Ssientendltamly junto al coche a la expera de que la mujer
'yobligar al hombre a conducir.
“No me sueltan —grita Felicidad-. jNo me sueltan! —Mien-
tras espanta desesperada las Giltimas manos que la retienen.
Li vieja empuja.Tira de Felicidad con todas sus fuerzas:
{Ujeres se oyengg
e mujeres deese
voces, qué quite
hacen Felicdas :
Ge Nesp aniose gue se abra la puerta, que la mujer baje
21 es se
SAP ote ve by 41. Con las luces recortando el camino
cea 4
que pare ain no ha visto a las mujeres, y baja apurado buscando en su
panulén la hebilla de la bragueta con la que bajaré el cierre
Entonces el barullo aumenta. Las risas y las burlas se olvidan
de Neng | é
” iat yse dirigen pura y exclusivamente a él. Llegan a sus
Oidos. E; :
a fits En lo ojos del hombre, el terror de un conejo frente a
eras.
an pind se detiene, ya es tarde. Nené ha dado la
‘s by sube al auto por la puerta del hombre. Sostiene a la mu-
due intenta zafarse, y
abre una puerta t r
: rasera por la
ntran Felicidad y la vieja, ‘ anil
~Sosténganta — :
| et dice Nené,y suelta a la mujer para dejarla
~Sise quiere oe obedece la orden sin preguntar.
ae ajar dejala dice Felicidad-, por ahi ellos si
‘Ssottos no tenemos por qué meternos.
51Lamujerlogra zafirse de b vieja Pemomo ss
na pregunta
quieren, de dénde vienen. ™
que Nené le abre la puerta.
Bajé, rapido le dice.
Desde el auto se escuchan Jos gritos de las n
tea elas permanece, despegada de la oscurida
del auto, la figura averrada e inmévil de ua Rg
piensa en lo mismo que pensaba hace un rato,
“No me bajo nada —dice la mujer. Mira
aprecio y después a Nené— Arrancé antes de que:
yy traba la puerta de su lado.
Nené enciende el motor. El hombre
se vuelve hacia elas.
—jArranci! —grita la mujer.
La vieja aplaude nerviosa, aprieta con fit
Felicidad, que con espanto mira al homb
dos ruedas laterales fuera de la ruta, el au
barro. Nené mueve el volante sin control y
Jos faros del coche iluminan el campo. Pe
a> luces b
» vieja, que n° alcanza a ver-- aQué pasa ?
Enel asien! el acompasante, la mujer mira cada canto a
“Nenés esperando una explicacion. Los pares de luces crecen,
se acercan hacit clas. Felicidad se asoma entre Jos asientos
delanteros- rf 7
—=Yaelven —dice, sontic y mira a Nené.
En [2 ruta, los peimeros pares de luces ya son coches cast
sobre ella, y pasan ahora a toda velocidad.
ge arepintieron —dice Felicidad-. Son ellos, jvuelven a
Duscarnos!
No -dice Nené.
Enciende un cigarnillo y después, soltando el humo, agrega:
re iin Son ellos. Pero vuelven por él.
2 cera
1 auto patina sabes
ol y por anna
Pero lo quesst®
z,del auto sept
mento distin!