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George Novack

La ley del desarrollo


desigual y combinado
de la sociedad
 

Escrito: Escrito en 1957 bajo el seudónimo


"William F. Warde".
Historial de publicación:  "Uneven and
Combined Development in History", en la
revista Labour Review.  En 1957 fue republicado
como pamfleto con el titulo The irregular
movement of history: the Marxist law of the
combined and uneven development of society por
New Park Publications en Nueva York y por la
imprenta de A. Bandara para Spark Publishers
en Colombo - Sri Lanka.  En 1965 el SWP de los
EEUU, a través de su editorial, Pioneer
Publishers, lo volvió a publicar con el
título Uneven and Combined Development in
History, y al año siguiente lo volvió a hacer a
través de su Meritt Publishers. 
Edición en castellano: George Novack, La ley
del desarrollo desigual y combinado de la
sociedad, Editorial Pluma, Bogotá, 1974.
Esta edición: Marxists Internet Archive, 2012.

EL CURSO DESIGUAL DE LA HISTORIA

Este ensayo pretende dar una explicación


comprensible y coherente de una de las leyes
fundamentales de la historia humana, la ley del
desarrollo desigual y combinado. Es la primera vez, en
mi opinión, que se intenta hacer esto. Tratare de
demostrar que es esta ley, como ha operado en las
principales etapas de la historia y también como puede
clarificar algunos de los más importantes fenómenos
sociales y problemas políticos de nuestra época.

LA DOBLE NATURALEZA DE LA LEY

La ley del desarrollo desigual y combinado es una ley


científica de la más amplia aplicación en el proceso
histórico. Tiene un carácter dual o, mejor dicho, es una
fusión de dos leyes íntimamente relacionadas. Su primer
aspecto se refiere a las distintas proporciones en el
crecimiento de la vida social. El segundo, a la
correlación concreta de estos factores desigualmente
desarrollados en el proceso histórico.

Los aspectos fundamentales de la ley pueden ser


brevemente ejemplificados de la siguiente manera:

El factor más importante del progreso humano es el


dominio del hombre sobre las fuerzas de producción.
Todo avance histórico se produce por un crecimiento
más rápido o más lento de las fuerzas productivas en
este o aquel segmento de la sociedad, debido a las
diferencias en las condiciones naturales y en las
conexiones históricas. Estas disparidades dan un
carácter de expansión o compresión a toda una época
histórica e imparte distintas proporciones de
crecimiento a los diferentes pueblos, a las diferentes
ramas de la economía, a las diferentes clases,
instituciones sociales y campos de cultura. Esta es la
esencia de la ley del desarrollo desigual. Estas
variaciones entre los múltiples factores de la historia
dan la base para el surgimiento de un fenómeno
excepcional, en el cual las características de una etapa
mas baja del desarrollo social se mezclan con las de otra
superior.

Estas formaciones combinadas tienen un carácter


altamente contradictorio y exhiben marcadas
peculiaridades. Ellas pueden desviarse mucho de las
reglas y efectuar tal oscilación como para producir un
salto cualitativo en la evolución social y capacitar a
pueblos antiguamente atrasados para superar por un
cierto tiempo a los mas avanzados. Esta es la esencia de
la ley del desarrollo combinado. Es obvio que estas dos
leyes estos dos aspectos de una sola ley, no actúan al
mismo nivel. La desigualdad del desarrollo precede
cualquier combinación de factores desarrollados
desproporcionalmente. La segunda ley crece sobre y
depende de la primera. Y a su vez esta actúa sobre
aquella y la afecta en su posterior funcionamiento.

EL TRASFONDO HISTORICO

El descubrimiento y formulación de esta ley es el


resultado de mas de 2.500 años de investigaciones
teóricas sobre las formas del desarrollo social. Las
primeras observaciones sobre ella fueron hechas por los
filósofos e historiadores griegos. Pero la ley misma fue
llevada a un primer plano y efectivamente aplicada por
primera vez, por los fundadores del materialismo
histórico, Marx y Engels, aproximadamente un siglo
atrás. Esta ley es una de las más grandes. contribuciones
del marxismo para la comprensión científica de la
historia y uno de los más poderosos instrumentos de
análisis histórico.

Marx y Engels derivaron la esencia de esta ley, a su


vez, de la filosofía dialéctica de Hegel. Hegel utilizó la
ley en sus obras sobre la historia universal y la historia
de la filosofía sin darle no obstante, un nombre especial
o un reconocimiento explícito.

De la misma manera, muchos pensadores dialécticos,


antes y después de Hegel, usaron esta ley en sus
estudios y la aplicaron mas o menos concientemente
para la solución de complejos problemas histórico-
sociales y políticos. Los mas destacados teóricos del
marxismo, desde Kautzky y Luxemburgo hasta Plejanov
y Lenin, advirtieron su importancia, observaron su
funcionamiento y consecuencias y la usaron para la
solución de problemas que confundían a otras escuelas
de pensamiento.

UN EJEMPLO DE LENIN

Déjenme citar un ejemplo de Lenin, quien basó su


análisis de la primera etapa de la revolución rusa en
1917 en esta ley. En sus "Cartas desde Lejos" escribió a
sus colaboradores bolcheviques desde Suiza: "El hecho
de que la revolución (de febrero) haya ocurrido tan
rápidamente... es debido a una coyuntura histórica
inusual donde estaban combinados, de una manera
"altamente favorable", movimientos absolutamente
distintos, intereses de clases absolutamente diferentes y
tendencias políticas y sociales absolutamente opuestas"
(Collected Works, Book I, pag. 31).

¿Que había ocurrido? Una sección de la nobleza y


terratenientes rusos, la oposición burguesa, los
intelectuales radicales, los obreros y soldados
insurgentes, junto con los aliados del imperialismo-
fuerzas sociales absolutamente disimiles"- se habían
unido momentáneamente contra la autocracia zarista.
Cada una por sus propias razones. Todas juntas sitiaron,
aislaron y voltearon al régimen de Romanov. Esta
extraordinaria coyuntura de circunstancias y
combinaciones de fuerza irrepetible surgió de la
totalidad de desigualdades previas del desarrollo
histórico ruso por sus largamente pospuestos y no
resueltos problemas sociales y políticos exacerbados por
la primera guerra imperialista mundial.

Las diferencias, que habían desaparecido


superficialmente en la ofensiva contra el zarismo, se
manifestaron inmediatamente y no pasó mucho tiempo
antes de que esta alianza de facto, de fuerzas opuestas
por naturaleza, se desintegrara y rompiera. Los aliados
de la revoluci6n de febrero de 1917 se transformaron en
los irreconciliables enemigos de octubre de 1917.
¿C6mo se llegó a esto? La caída del zarismo, en su
momento, produjo una nueva y superior desigualdad en
la situación, que puede ser sintetizada en la fórmula
siguiente: Por un lado, las condiciones objetivas estaban
maduras para la toma del poder por los obreros; por el
otro, la clase obrera rusa -y sobre todo su dirección-no
habían apreciado correctamente la situación real ni
probado la nueva relación de fuerzas. O sea que,
subjetivamente, no estaban maduros para realizar la
tarea suprema. El desarrollo de la lucha de clases, desde
febrero a octubre de 1917, se puede decir que consistió
en el reconocimiento creciente, por parte de la clase
obrera y sus líderes revolucionarios, de lo que debía
hacerse y de las condiciones objetivas y la preparación
subjetiva. La brecha abierta entre ellos fue cerrada en la
acción por el triunfo de los bolcheviques en la
revolución de Octubre, que combino la conquista obrera
del poder con el más amplio levantamiento campesino.

EL FORMULADOR DE LA LEY

Este proceso esta totalmente explicado por Trotsky en


su Historia de la Revolución Rusa. La revolución rusa
misma fue el ejemplo mas claro del desarrollo desigual
y combinado en la historia moderna. En su análisis
clásico de este acontecimiento Trotsky dió al
movimiento marxista la primera formulación explícita
de la ley.

Trotsky, el teórico, es mas celebrado por la


formulación de la teoría de la Revolución Permanente.
Sin embargo, su exposición de la Ley del desarrollo
desigual y combinado podría ser aparejada a aquella en
cuanto a su valor. No solo puso nombre a esta ley sino
que también fue el primero que la expuso en su pleno
significado y le dió una expresión redondeada.

Estas dos contribuciones a la comprensión científica


de los movimientos sociales están, de hecho,
íntimamente ligadas. La concepción de Trotsky de la
Revolución Permanente resultó de su estudio de las
peculiaridades del desarrollo histórico ruso, a la luz de
los nuevos problemas que se le presentaban al
socialismo mundial en la época del imperialismo. Estos
problemas eran particularmente agudos y complejos en
piases atrasados donde la revolución democrático-
burguesa no se había dado, y planteaban la solución de
sus tareas más elementales en un momento en que
estaba planteada la revolución proletaria. Los frutos de
sus ideas sobre esta cuestión, confirmados por el
desarrollo actual de la Revolución Rusa, prepararon y
estimularon su subsecuente elaboración de la ley del
desarrollo desigual y combinado.

Por cierto, la teoría de Trotsky de la Revolución


Permanente es la aplicación más fructífera de esta
verdadera ley a los problemas claves de la lucha de
clases internacional de nuestro tiempo-época de
transición de la dominación capitalista al mundo
socialista-y ofrece el mas alto ejemplo de su penetrante
poder. Sin embargo, la ley misma no sólo es aplicable a
los acontecimientos revolucionarios de la época
presente sino, como veremos, para toda la evolución
social. Tiene también aplicaciones más amplias.

DESARROLLO DESIGUAL EN LA NATURALEZA

Dejando de lado el trasfondo histórico del cual ha


surgido la ley del desarrollo desigual y combinado,
vayamos ahora a la consideración del alcance de su
aplicación.

Aunque directamente originada en el estudio de la


historia moderna, la ley del desarrollo desigual y
combinado tiene raíces en acontecimientos comunes a
todos los procesos de crecimiento en la naturaleza como
así también en la sociedad. Los investigadores
científicos han puesto énfasis en la prevalencia de las
desigualdades dominantes en muchos campos. Todos
los elementos constituyentes de una cosa, todos los
aspectos de un acontecimiento, todos los factores de un
proceso en desarrollo no se realizan en la misma
proporción o en igual grado. Mas aun, bajo diferentes
condiciones materiales, las mismas cosas exhiben
diferentes proporciones y grados de crecimiento.
Cualquier campesino o jardinero urbano conoce esto.

En "Life of the Past", G. G/ Simpson, una de las


autoridades más notables en materia de evolución,
desarrolla este mismo punto, diciendo:

"Lo más importante con respecto a las proporciones


de evolución es que varían enormemente y que las mas
rápidas de ellas parecen al mismo tiempo las más lentas
para los seres humanos (incluyendo a los paleontólogos,
podría decir). Si seguimos una línea de filogenia en su
registro fósil, es casi seguro que encontraremos que
distintos caracteres y partes evolucionan en
proporciones bastante diferentes, y en general que
ninguna parte evoluciona por un largo tiempo en la
misma proporción. El cerebro del caballo evoluciona
rápidamente mientras el resto del cuerpo cambia muy
poco. La evolución del cerebro es mucho más rápida
durante un espacio de tiempo relativamente corto, que
en ningún otro momento. La evolución del pie queda
prácticamente estacionada durante toda la evolución del
caballo pero en tres oportunidades sufre relativamente
rápidos cambios en su mecanismo.

"Las proporciones de evolución varían aun mucho de


una familia a otra, e igualmente entre familias ligadas.
Hay un numero de animales que viven actualmente, que
han cambiado muy poco en largos periodos de tiempo:
un pequeño branquiopodo llamado Lingula, en
alrededor de 400 millones de años; el Limidus, el
"cangrejo" herradura-mas bien un escorpión que un
cangrejo-, en 175 millones de años o más; el
Esphenodon-un reptil parecido a una lagartija-ahora
confinado a Nueva Zelandia, en alrededor de 15
millones de años; el Didelphis -una zarigüeya americana
en alrededor de 75 millones de años. Estos y otros
animales, para los cuales la evolución se detuvo mucho
tiempo atrás, han tenido que evolucionar todos a una
proporción común relativamente rápida.

"Hay, por otra parte, diferencias características de


proporciones en los distintos grupos. La mayor parte de
los animales terrestres ha evolucionado más rápido que
la mayor parte de los acuáticos -esta generalización no
contradice el hecho de que algunos animales acuáticos
hayan evolucionado más rápido que algunos terrestres"
(p. p. 137-138). La evolución de un orden entero de
organismos ha pasado, durante un ciclo marcado, por
una fase inicial de crecimiento lento, restringido,
seguido por un periodo mas corto pero intenso de
"expansión explosiva", la que vuelve a caer en una
prolongada fase de cambios menores.
En "El significado de la Evolución" (p. p. 72-73), G.
G. Simpson señala: "El tiempo de expansión rápida, alta
variabilidad y comienzo de radiación adaptativa...... son
periodos que alargan las oportunidades que se presentan
a los grupos capaces de continuarla". Tal oportunidad
para una expansión explosiva se abrió a los reptiles
cuando evolucionaron, al punto de independizarse del
agua como medio de vida y entrar en la tierra, en la
árida vida de los vertebrados. Cuando un "periodo más
tranquilo siguiente a la radicación ha sido completado",
el grupo puede entrar indulgentemente en el "goce
progresivo de la conquista lograda".

La evolución de nuestra propia especie ha llegado, a


través de la primera fase de tal ciclo, a entrar en la
segunda. Los antecesores animales inmediatos del
genero humano pasaron por un prolongado periodo de
crecimiento restringido, como lo demuestra su pequeño
cerebro comparado a otros. El género humano arribo a
su fase de "expansión explosiva" solo en el último
millón de años aproximadamente, después de que el
primate de que descendemos adquirió los necesarios
poderes sociales. Sin embargo, el posterior desarrollo
del género humano no duplicó su ciclo de evolución
animal, porque el crecimiento de la sociedad procede de
una base cualitativamente diferente y es gobernado por
sus leyes específicas.

La evolución de los distintos organismos humanos


esta marcada por una considerable irregularidad. El
cráneo desarrolló sus presentes características entre
nuestros antecesores monos, mucho antes que nuestras
manos flexibles con el pulgar opuesto. Solamente
después que nuestros prototipos hubieran adquirido la
postura erecta y las manos para trabajar, el cerebro
dentro del cráneo desarrollo sus presentes proporciones
y complejidades.
Lo que es válido para órdenes enteros, y especies de
animales y plantas también lo es para especímenes
individuales. Si la igualdad prevaleciera en el
crecimiento biológico, cada órgano del cuerpo podría
desarrollarse simultáneamente y en el mismo grado de
proporciones, pero tan perfecta simetría no se encuentra
en la vida real. En el crecimiento del feto humano,
algunos órganos emergen y maduran antes que otros. La
cabeza y el cuello se forman antes que los brazos y
piernas, el corazón en la tercera semana y los pulmones
después. La culminación de todas estas irregularidades
se manifiesta en los recién nacidos, que salen de la
matriz en diferentes condiciones, con deformaciones y
en distintos intervalos entre la concepción y el
nacimiento. El periodo de nueve meses de gestación no
es mas que un promedio estadístico. La fecha de
nacimiento puede divergir por días, semanas o meses de
este promedio. El sinus frontal, un desarrollo tardío que
solo poseen los primates y los hombres, no se da en los
jóvenes humanos, sino después de la pubertad y, en
mucho casos, nunca se produce este desarrollo.

LA EVOLUCION DESIGUAL DE LAS SOCIEDADES


PRIMITIVAS

El desarrollo de la organización social y de las


estructuras sociales particulares exhibe desigualdades
no menos pronunciadas que la historia biológica de los
antecesores de la raza humana. Los diversos elementos
de la existencia social han aparecido en tiempos
diferentes, evolucionado en proporciones enormemente
distintas y desarrollado en grados diferentes bajo
distintas condiciones. Los arqueólogos dividen la
historia humana en edad de Piedra, de Bronce e Hierro,
teniendo en cuenta los principales materiales usados en
la fabricación de herramientas y armas. Estas tres etapas
del desarrollo tecnológico han tenido inmensas
diferencias temporales de vida. La edad de Piedra tuvo
alrededor de 900 mil años; la edad de Bronce de 3.000 a
4.000 años a. C; la edad de Hierro tiene menos de 4.000
años. Sin embargo, los distintos grupos del género
humano han atravesado estas etapas en diversas fechas,
en distintas partes del mundo. La edad de Piedra
finalizó 3.500 años a. C., en la Mesopotamia, alrededor
de 1.600 años a. C., en Dinamarca, en 1942 en América
y no había terminando todavía en 1.800 en Nueva
Zelandia.

Una desigualdad parecida se puede señalar en la


organización social. El salvajismo, basado en la
recolección de alimentos; hierbas, caza y pesca, se
extiende alrededor de muchos centenares de miles de
años, mientras que el barbarismo, fundado en la crianza
de animales y el cultivo y cosechas de cereales, data de
8.000 años a. C. La civilización tiene menos de 6.000
años de vida.

La producción regular, amplia y creciente de


alimentos produjo un avance revolucionario en el
desarrollo económico, y elevo la producción alimenticia
de los pueblos muy por encima de la de las tribus
atrasadas, que continuaban subsistiendo en base a la
recolección de alimentos. Asia fue el lugar de
nacimiento de la domesticación de animales y la
horticultura. Es incierto cual de estas ramas de la
producción se desarrollo antes, pero los arqueólogos
han descubierto remanentes de comunidades
campesinas mixtas, que llevaban ambos tipos de
producción de alimentos, tan tempranamente como
8.000 años a. C.

Existen tribus puramente pastoras que dependen


exclusivamente del stock de animales para su
existencia, como también pueblos completamente
agrícolas, cuya economía esta basada sobre el cultivo de
cereales o tubérculos.
La cultura de estos grupos especializados tiene un
desarrollo unilateral por virtud de su tipo particular de
producción de los medios básicos de vida. El modo de
subsistencia puramente pastoral no tiene, sin embargo,
las potencialidades inherentes al desarrollo de la
agricultura. Las tribus pastoras no pueden incorporar a
su economía los tipos más altos de producción de
alimentos en ninguna escala sin dejar de lado y cambiar
enteramente sus modos de vida. Esto se cumple
especialmente después de la introducción del arado, que
supera las técnicas de quemar y cavar de la horticultura.
No podían desarrollar una división extensa del trabajo
ni avanzar desde la aldea a la vida de la ciudad en tanto
continuaran como simples cuidadores de su stock de
ganado

La superioridad inherente a la agricultura sobre la cría


de ganado fue demostrada por el hecho de que las
poblaciones densas y las más avanzadas civilizaciones,
como la azteca, inca y maya lo han probado, se
desarrollaron sobre la base de la agricultura.

Los agricultores han podido incorporar fácilmente


animales domesticados a su modo de producción
mezclando o combinando el cultivo del alimento con el
pastoreo de animales como también transfiriendo
animales de tiro a la tecnología de la agricultura, con la
invención del arado.

Fue la combinación de la ganadería con el cultivo de


cereales en chacras mixtas lo que ayudó, dentro de la
sociedad bárbara, a pueblos agrícolas a superar a las
tribus meramente pastoras, y a transformarse, en las
condiciones favorables de los valles de los ríos de la
Mesopotamia, Egipto, India y China, en las niñeras de
la civilización.

Desde el advenimiento de los pueblos civilizados han


existido tres diferentes niveles esenciales de progreso,
que corresponden a sus modos de asegurarse las
necesidades vitales: la recolección de alimentos, la
producción elemental de alimentos y la producción
mixta con un alto desarrollo de la división del trabajo y
un creciente cambio de mercaderías.

Los griegos de la época clásica eran altamente


conscientes de esta disparidad del desarrollo entre ellos
mismos y los pueblos que aun se mantenían en una
etapa mas atrasada del desarrollo social. Señalaron esta
diferencia haciendo una distinción tajante entre griegos
civilizados y bárbaros. La conexión y distancia histórica
entre ellos fue explícitamente señalada por el historiador
Tucídides cuando dijo: "Los griegos vivían
anteriormente como los bárbaros viven ahora".

EL NUEVO Y EL VIEJO MUNDO

La desigualdad del desarrollo histórico mundial raras


veces ha sido más notable que cuando los habitantes
aborígenes de América se enfrentaron por primera vez
con los invasores blancos que venían de Europa. Se
encontraron allí dos rutas de evolución social
completamente separadas, productos de diez a veinte
mil años de desarrollo independiente en dos
Hemisferios. Ambas se vieron obligadas a comparar sus
proporciones de crecimiento y medir sus respectivos
logros totales. Esta fue una de las más tajantes
confrontaciones de diferentes culturas en toda la
Historia.

En este momento la Edad de Piedra choc6 con los


finales de la Edad del Hierro y el comienzo del
Maquinismo. En la caza y en la guerra, el arco y la
flecha tuvieron que competir con el mosquete y el
cañón; en la agricultura, la azada y el bastón, con el
arado y los animales de tiro; en el transporte acuático, la
canoa con el buque; en la locomoción terrestre, las
piernas humanas con el caballo y el pie descalzo con la
rueda. En la organización social, el colectivismo tribal
contra las instituciones y costumbres feudal burguesas;
la producción para la consumisión inmediata de la
comunidad contra una economía monetaria y el
comercio internacional.

Podrían multiplicarse estos contrastes entre los indios


americanos y los europeos occidentales. Sin embargo, la
desigualdad de los productos humanos de tan amplias
etapas separadas de desarrollo económico fue,
aparentemente, demasiado violenta. Surgieron grandes
antagonismos; trataron de apartarse cada uno del otro, y
así como al principio los jefes aztecas identificaron a los
recién llegados blancos con dioses, los europeos,
recíprocamente, miraron y trataron a los nativos como a
animales.

La desigualdad en productividad y poder destructivo


en Norteamérica no fue superada, como sabemos, por la
adopción por los indios de los métodos de los blancos y
su asimilación gradual y pacífica a la sociedad de
clases. Por el contrario, en los cuatro siglos siguientes se
llegó a la desposesión y aniquilación de las tribus
indias.

EL RETRASO DE LA VIDA COLONIAL

Si los colonizadores blancos desarrollaron su


superioridad material sobre los pueblos nativos ellos
mismos estaban atrasados en relación a su madre patria.

El retraso general del continente norteamericano y sus


colonias, comparado con el occidente europeos
predetermino las principales líneas de su desarrollo
desde el comienzo del siglo XV hasta mediados del
siglo XIX. En este periodo, la tarea central de los
americanos fue alcanzar a Europa y superar la
disparidad en el desarrollo social de los dos continentes.
Cómo y por quiénes fue hecho esto es el principal tema
de la Historia Norteamericana a través de estos tres
siglos y medio.

Ello requirió, entre otras cosas, dos revoluciones para


completar la tarea. La revolución colonial, que corono
la primera etapa de progreso que dió al pueblo
americano instituciones políticas más avanzadas que las
de cualquier otro lugar del viejo mundo y allano el
camino para la rápida expansión económica. De todos
modos, después de haber ganado la independencia
nacional, los EE.UU., todavía tuvieron que conquistar la
independencia económica dentro del mundo capitalista.
La diferencia económica entre este país y las naciones
del occidente de Europa fue limitada en la primera
mitad del siglo XIX y virtualmente cerrada por el
triunfo del capitalismo industrial del Norte sobre los
poderes esclavistas en la guerra civil. No fue necesario
mucho tiempo para que los Estados Unidos superaran a
la Europa occidental.

LA DESIGUALDAD DE LOS CONTINENTES Y PAISES

Estos cambios en la posición de Estados Unidos


ilustran la desigualdad del desarrollo entre los centros
metropolitanos y las colonias, entre los diferentes
continentes y entre los países de un mismo continente.

Una comparación entre los diversos modos de


producción en los distintos países demostraría mas
abruptamente sus desigualdades. La esclavitud había
virtualmente terminado como modo de producción en
los países de Europa antes que fuera introducida en
América, en virtud de las necesidades de los mismos
europeos. La servidumbre había desaparecido en
Inglaterra antes que surgiera en Rusia y se hubieran
hecho intentos de implantarla en las colonias
norteamericanas después que había sido barrida en la
madre patria. En Bolivia, el feudalismo floreció bajo los
conquistadores españoles y languideció la esclavitud,
mientras en Estados Unidos esta surgió cuando el
feudalismo era frenado.

El capitalismo estaba altamente desarrollado en el


occidente de Europa, en tanto que en el Este era
implantado sólo superficialmente. Una disparidad
similar en el desarrollo capitalista prevaleció entre los
Estados Unidos y México.

La desigualdad es la "ley mas general del proceso


histórico" (Historia de la Revolución Rusa p. 5). Estas
desigualdades son la expresión especifica de la
naturaleza contradictoria del progreso social y de la
dialéctica del desarrollo humano.

DESIGUALDADES INTERNAS

La desigualdad del desarrollo entre los continentes y


países es acompañada por un semejante crecimiento
desigual de los distintos elementos dentro de cada grupo
social u organismo nacional.

En una obra sobre la clase obrera norteamericana,


escrita por Karl Kautzki a principios de siglo, el
marxista alemán señalaba algunos de los contrastes
marcados en el desarrollo social de Rusia y de los
Estados Unidos en ese tiempo. "Dos estados existen"-
escribió-"diametralmente opuesto el uno al otro. Cada
uno de ellos contiene un elemento extraordinariamente
desarrollado en comparación con su standard capitalista.
En un estado-Norteamérica-es la clase capitalista. En
Rusia es el proletariado. En ningún otro país como en
Norteamérica se puede hablar con tanta propiedad de la
dictadura del capital, mientras el proletariado en
ninguno ha adquirido tanta importancia como en Rusia".
Esta diferencia en el desarrollo, que Kautzki describe en
su comienzo, se acentuó enormemente en sus etapas
ulteriores. Trotsky hizo un análisis extraordinario del
significado de tales desigualdades para explicar el curso
de una historia nacional, en el primer capítulo de su
Historia de la Revolución Rusa, sobre "las
peculiaridades del desarrollo ruso". La Rusia zarista
contenía fuerzas sociales que pertenecían a tres
diferentes etapas del desarrollo histórico. En las alturas,
estaban los elementos feudales: una monstruosa
autocracia asiática, un clero estatal, una burocracia
servil, una nobleza territorial favorecida. Mas abajo
había una débil, impopular burguesía, y una
intelectualidad cobarde. Estos fenómenos opuestos
estaban orgánicamente interrelacionados. Constituían
distintos aspectos de un proceso social unificado. Las
condiciones históricas que fortificaron y preservaron el
predominio de las fuerzas feudales -la lentitud del
desarrollo ruso, su economía atrasada, el primitivismo
de sus formas sociales y su bajo nivel de cultura-habían
frenado el crecimiento de las fuerzas sociales y
acentuado su debilidad social y política.

Este fue un aspecto de la situación. Por el otro lado, el


extremo retraso de la historia rusa había dejado los
problemas agrarios y nacionales sin resolver,
provocando descontento, hambre de tierra en el
campesinado y ansias de libertad en las nacionalidades
oprimidas. Mientras tanto aparecía la industria
capitalista, dando nacimiento a empresas altamente
concentradas, bajo la dominación del capital financiero
extranjero, y a un no menos concentrado proletariado,
armado con las últimas ideas, organizaciones y métodos
de lucha. Esta violenta desigualdad en la estructura
social de la Rusia zarista proveyó la base para los
acontecimientos revolucionarios que estallaron cuando
la caída de la decadente estructura medieval en 1917, y
concluyo en unos pocos meses poniendo al proletariado
y al partido bolchevique en el poder. Solamente
analizando y comprendiendo esto, es posible captar por
que la revolución Rusa se dió de esta manera.

IRREGULARIDADES EN LA SOCIEDAD

Las pronunciadas irregularidades que se han


producido en la historia han inducido a algunos
pensadores a negar que haya o pueda haber alguna
causalidad o ley en el desarrollo social. La escuela mas
conocida de los antropólogos norteamericanos,
encabezada por el desaparecido Franz Boas,
explícitamente niega que pueda haber alguna secuencia
determinada de etapas que puedan descubrirse en la
evolución social, o que las expresiones culturales estén
ligadas a la tecnología o economía. De acuerdo a R. H.
Lowitt, el expositor mas conocido de este punto de
vista, los fenómenos culturales presentan meramente el
carácter de "un caos sin plan", una "jungla caótica". La
"jungla caótica" esta en la cabeza de este anti-
materialista y antievolucionista, no en la historia o en la
constitución de la sociedad.

Es posible que los pueblos que viven bajo las


condiciones de la edad de Piedra en el siglo XX posean
una radio-resultado del desarrollo combinado-. Pero es
categóricamente imposible encontrar tal producto de la
electrónica contemporánea enterrado con los
remanentes humanos de la edad de Piedra depositados
muchísimos años atrás.

No se necesita mucha penetración para ver que un


recolector de alimentos, de hierbas, cazador, pescador o
cazador de pájaros existieron mucho antes que la
producción de alimentos en forma de horticultura o
ganadería. O que las herramientas de piedra precedieron
a las de metal; que la palabra precedió a la escritura; que
las cavernas existieron antes que las aldeas; que el
trueque de bienes precedió a la moneda. A una escala
histórica general estas secuencias, son absolutamente
inviolables.

Las principales características de la estructura social


simple de los salvajes están determinadas por sus
primitivos métodos de producir los medios de vida, que
dependen a su vez del bajo nivel de sus fuerzas
productivas.

Se estima que los pueblos recolectores de alimentos


requieren un promedio de 40 millas cuadradas per
capita para mantenerse. No pueden ni producir, ni
mantener grandes concentraciones de población sobre
tales fundamentos económicos. Generalmente agrupan
un numero de personas menor de 40 y raras veces
exceden de 100. La ineludible pequeñez de su
producción de alimentos y la dispersión de su fuerza
limitan estrictamente su desarrollo.

DEL BARBARISMO A LA CIVILIZACION

¿Qué se puede decir con respecto a la próxima etapa


del desarrollo social, el barbarismo? El notable
arqueólogo V. Gordon Childe ha publicado
recientemente, en un libro llamado Evolución Social, un
informe de los "sucesivos pasos a través de los cuales
las culturas barbaras entran en la vía de la civilización,
en contraste con su ambiente natural". Childe reconoce
que el punto de partida en la esfera económica fue
idéntico en todos los casos, "en la medida en que las
primeras culturas barbaras examinadas estaban basadas
en el cultivo de los mismos cereales, y el pastoreo de las
mismas especies de animales" Es decir, el barbarismo
esta separado de las formas salvajes de vida por la
adquisición y aplicación de mas altas técnicas
productivas para la agricultura y la ganadería.

La llegada al resultado final-la civilizaci6n -exhibe


diferencias concretas en cada caso, "sin embrago, en
todos lados, ello significa el agregado de grandes
poblaciones en las ciudades, como la diferenciación
entre la producción primaria (pescadores, cultivadores,
etc.) de artesanos especializados full-time, mercaderes,
burócratas, curas y gobernantes; una efectiva
concentración del poder político y económico, el uso de
símbolos convencionales para recordar y transmitir
informaciones (escritura) e igualmente standards
convencionales de pesos y medidas, y de medidas de
tiempo y espacio que llevan a un tipo de ciencia
matemática y calendario".

Al mismo tiempo, Childe señala que "los pasos que


integran este desarrollo no presentan igualmente, un
paralelismo abstracto" La economía rural de Egipto, por
ejemplo, tiene un desarrollo diferente del de Europa
templada. En la agricultura del viejo mundo la azada fue
reemplazada por el arado, herramienta que no fue
conocida por los mayas.

La conclusión general que Childe saca de estos


hechos es que "el desarrollo de la economía rural
barbara de las regiones estudiadas no presenta
paralelismos sino convergencias y divergencias" (p.
162). Pero esto no es suficiente. Considerados en su
totalidad y en su interrelación histórica, la mayoría de
los pueblos que entran en el barbarismo surgen de las
mismas actividades económicas esenciales, el cultivo de
cereales y la ganadería. Han logrado un desarrollo
diversificado de acuerdo a los diferentes habitats
naturales y circunstancias históricas y prueban, al
atravesar el camino hacia la civilización, que no fueron
detenidos en la ruta u obliterados, y arribaron por fin al
mismo destino: la civilización.
 

LA MARCHA DE LA CIVILIZACION

¿Qué ocurrió con la evolución de la civilización? ¿Es


un "caos sin plan"? Cuando analizamos la marcha del
género humano a través de la civilización, vemos que
sus segmentos avanzados pasaron sucesivamente a
través de la esclavitud, feudalismo y capitalismo y ahora
están en camino hacia el socialismo. Esto no significa
que cada sector de la humanidad haya pasado por esta
invariable secuencia de etapas históricas, de la manera
que cada uno de los bárbaros pasó a través de la misma
secuencia de etapas. Pero su verdadero logro capacita a
quienes llegan mas tarde a combinar o comprimir etapas
históricas enteras.

El real curso de la historia, el pasaje de un sistema


social a otro, de un nivel de organización a otra, es
mucho más complicado, heterogéneo y contradictorio
que el que se puede dar en un esquema histórico
general. El esquema histórico universal de las
estructuras sociales -salvajismo, barbarismo,
civilización-con sus respectivas etapas, es una
abstracción. Es una abstracción indispensable y racional
que corresponde a las realidades esenciales del
desarrollo y sirve como guía para la investigación, pero
no puede sustituir directamente el análisis de ningún
segmento concreto de la sociedad.

Una línea recta puede ser la distancia mas corta entre


dos puntos, pero la humanidad ha dejado de lado
frecuentemente este adagio y ha seguido a menudo
aquel que dice que "el camino más largo es el mas corto
a casa".

En la historia se mezclan ambas: regularidades e


irregularidades. La regularidad es fundamentalmente
determinada por el carácter y desarrollo de las fuerzas
productivas y el modo de producir los medios de vida.
Sin embargo, este determinismo básico no se manifiesta
en el actual desarrollo de la sociedad de una manera
simple, directa y uniforme, sino por medios
extremadamente complejos, desviados y heterogéneos.

LA EVOLUCION DESIGUAL DEL CAPITALISMO

Esto esta ejemplificado con mayor énfasis en la


evolución del capitalismo y sus partes componentes. El
capitalismo es un sistema económico mundial. En los
últimos cinco siglos se desarrollo de país a país, de
continente a continente, y pasó a través de las sucesivas
fases del capitalismo comercial, industrial, financiero y
el capitalismo estatal monopolista. Cada país, aunque
atrasado, ha sido llevado a la estructura de las relaciones
capitalistas y se ha visto sujeto a sus leyes de
funcionamiento.

Mientras cada nación ha entrado en la divisi6n


internacional del trabajo sobre la base del mercado
mundial capitalista, cada una ha participado en una
forma peculiar y en un grado diferente en la expresión y
expansión del capitalismo, y jugó diferente rol en las
distintas etapas de su desarrollo.

El capitalismo surgió con mucha mayor fuerza en


Europa y Norteamérica que en Asia y Africa. Estos
fueron fenómenos interdependientes, lados opuestos de
un solo proceso. El bajo desarrollo capitalista en las
colonias fue un producto y una condición del super
desarrollo de las áreas metropolitanas, que se realizó a
expensas de las primeras.

La participación de varias naciones en el desarrollo


del capitalismo ha sido no menos irregular. Holanda e
Inglaterra tomaron la dirección en el establecimiento de
las formas y fuerzas capitalistas en el siglo XVI y XVII,
mientras Norteamérica estaba aun en gran medida en
posesión de los indios. Sin embargo, en la fase final del
capitalismo, en el siglo XX, los Estados Unidos
superaron ampliamente a Inglaterra y Holanda. A
medida que el capitalismo iba captando dentro de su
órbita a un país tras otro, aumentaban las diferencias
mutuas. Esta creciente interdependencia no significa
que siguen idénticas pautas o poseen las mismas
características. Cuando más se estrechan sus relaciones
económicas surgen profundas diferencias que los
separan. Su desarrollo nacional no se realiza, en muchos
aspectos a través de líneas paralelas, sino a través de
líneas de ángulos, algunas veces divergentes como
ángulos rectos. Adquieren trazos no idénticos, sino
complementarios.

A IGUALES CAUSAS DIFERENTES EFECTOS

La regla que dice que las mismas causas producen los


mismos efectos no es incondicional y general. La ley es
sólo valida cuando la historia produce las mismas
condiciones, pero generalmente hay diferencias para
cada país y constante cambio e intercambio entre ellos.
Las mismas causas básicas pueden conducir a muy
diferentes y aun opuestos resultados.

Por ejemplo, en la primera mitad del siglo XIX,


Inglaterra y EE. UU. eran ambos gobernados por las
mismas leyes del capitalismo industrial. Pero estas leyes
operaban bajo diferentes condiciones en los dos países y
produjeron muy diferentes resultados en el campo de la
agricultura. Las enormes demandas de la industria
británica de algodón y alimento barato estimularon
poderosamente la agricultura norteamericana, al tiempo
que los mismos factores económicos estrangularon a los
campesinos de Inglaterra. La expansión de la agricultura
en un país y su contracción en el otro fueron
consecuencias opuestas pero interdependientes de las
mismas causas económicas.

Pasando del proceso económico al intelectual, el


marxista ruso Plejanov señalaba, en su notable trabajo
"En defensa del materialismo" (p. 126), como el
desarrollo desigual de los diversos elementos que
componen una estructura nacional permite al mismo
conjunto de ideas producir muy diferente impacto social
sobre la vida filosófica. Hablando del desarrollo
ideológico en el siglo XVIII, Plejanov señalaba: "El
mismo conjunto de ideas llevo al ateísmo militante de
los materialistas franceses, al indiferentismo religioso
de Hume, y a la religión "práctica" de Kant. La razón
fue que la cuestión religiosa en Inglaterra, en ese
tiempo, no jugaba el mismo rol que en Francia, ni en
Francia que en Alemania. Y esta diferencia en el
significado de la cuestión religiosa tenia sus raíces en la
distinta relación en que estaban las fuerzas sociales en
cada uno de esos países. Similares en su naturaleza,
pero disimiles en su grado de desarrollo, los elementos
de la sociedad se combinaban de modo diferente en los
distintos países europeos y conducían a hacer de cada
uno de ellos un muy particular estado de conciencia que
se expresaba en la literatura nacional, la filosofía, el
arte, etc. Como consecuencia de esto, una misma
cuestión puede excitar a los franceses a la pasión y dejar
fríos a los británicos. Un mismo argumento puede ser
considerado con respeto por un alemán progresivo,
mientras un francés progresivo lo verá con un odio
amargo".

PECULIARIDADES NACIONALES

Desearía cerrar este examen del procese de desarrollo


desigual con una discusión del problema de las
peculiaridades nacionales. Los marxistas son a menudo
acusados por sus enemigos de negar, ignorar o
subestimar las peculiaridades nacionales en favor de las
leyes históricas universales. No es verdad. No es
correcta esta crítica. Aunque algunos marxistas
individualmente puedan ser acusados de tales errores.

El marxismo no niega la existencia y la importancia


de las peculiaridades nacionales. Sería teóricamente
estúpido y prácticamente sin valor si lo hicieran, desde
que las diferencias nacionales pueden ser decisivas para
dar la política del movimiento obrero, de una lucha
nacional o de un partido revolucionario, durante un
cierto período en un país dado. Por ejemplo, la mayor
parte de los activistas obreros en Gran Bretaña siguen al
partido laborista. Este monopolio es una peculiaridad
primaria de Gran Bretaña y del desarrollo político de
sus trabajadores. Los marxistas que no tomen en cuenta
este factor como la clave de su. orientación organizativa
violarán el espíritu de su método. Hay otro remoto
ejemplo: en la mayor parte de los países coloniales hoy
día las razas de color están luchando contra el
imperialismo por la independencia nacional de la
opresión de las naciones blancas. En los Estados
Unidos, por el contrario, la lucha de los negros contra su
carácter de ciudadanos de segunda clase se caracteriza
por no ser un movimiento hacia la separación sino por
la demanda de la integración incondicional en la vida
americana sobre bases iguales. Sin tener en cuenta este
carácter especifico es imposible comprender las
principales tendencias de la lucha de los negros
americanos en la presente etapa. Lejos de desechar las
diferencias nacionales el marxismo es el único método
histórico, la única teoría sociológica que las explica
adecuadamente, demostrando cuales son sus raíces en
las condiciones materiales de vida y considerando sus
orígenes históricos, desarrollo, desintegración y
desaparición. Las escuelas burguesas de pensamiento
miran las particularidades nacionales con un criterio
distinto, como accidentes inexplicables, como producto
de la voluntad divina o características fijas y finales de
un pueblo particular. El marxismo las ve como un
producto histórico que surge de combinaciones
concretas de fuerzas y condiciones internacionales.

Este procedimiento de combinar lo general con lo


particular, y lo abstracto con lo concreto concuerda no
solamente con las exigencias de la ciencia sino con
nuestros hábitos diarios de juicio. Cada individuo tiene
una distinta expresión facial, lo que nos permite
reconocerlo y separarlo de los otros. Al mismo tiempo,
comprendemos que este individuo tiene el mismo
género de ojos, oídos, boca, frente y otros órganos que
el resto de la raza humana. De hecho, la fisonomía
particular que produce su expresión distinta es solo la
manifestación fundamental de un específico complejo
de estas estructuras y características humanas comunes.
Así ocurre con la vida y la fisonomía de una nación
dada.

Cada nación tiene sus propios rasgos distintivos. Pero


estas peculiaridades surgen como consecuencia de la
modificación de leyes generales por el material
específico y las condiciones históricas. Son, en ultima
instancia, la cristalización individual de un proceso
universal.

Trotski concluyó que las peculiaridades nacionales


son el producto más general del desarrollo desigual
histórico, su resultado final.

LOS LIMITES DE LAS PECULIARIDADES NACIONALES

Sin embargo, por profundamente asentadas que estén


estas peculiaridades en la estructura social y por
poderosa que sea su influencia sobre la vida nacional,
ellas son limitadas. En primer lugar, son limitadas en la
acción. No reemplazan el proceso superior de la
economía y política mundial ni pueden abolir el
funcionamiento de sus leyes.

Consideremos, por ejemplo, las diferentes


consecuencias políticas de la crisis mundial de 1929, en
EE.UU. y Alemania, debidas a su diferente trasfondo
histórico, especifica estructura social y evolución
política nacional. En un caso, el New Deal de Roosevelt
llegó al poder, en el otro el fascismo de Hitler. El
programa de reforma bajo los auspicios democrático-
burgueses, y el programa de la contrarrevolución bajo la
desnuda dictadura totalitaria, fueron métodos totalmente
diferentes utilizados por las respectivas clases
capitalistas para salvar su pellejo.

Este contraste entre las formas capitalistas americana


y alemana de auto preservación fue explotada hasta la
saturación por los apologistas del capitalismo
norteamericano, quienes lo atribuyeron al espíritu
democrático inherente a la nación americana y a sus
gobernantes capitalistas. En realidad, la diferencia se
debió a la mayor riqueza y fuentes del imperialismo de
EE. UU., por un lado y a la inmadurez de las relaciones
de clase y conflictos, por el otro. Sin embargo, en la
etapa siguiente y antes de que sobreviniera la
decadencia, el proceso del imperialismo llevó a ambos
poderes a una Segunda Guerra Mundial, para
determinar quién dominaría el mercado mundial. A
pesar de significativas diferencias en sus regímenes
políticos internos, ambos llegaron al mismo destino.
Continuaron subordinados a las mismas leyes
fundamentales del imperialismo capitalista y no
pudieron impedir su funcionamiento, o evitar sus
consecuencias.

En segundo lugar, las peculiaridades nacionales


tienen límites históricamente definidos. No están fijados
para siempre ni tienen un destino absolutamente
determinado. Condiciones históricas las generan y las
suplantan; nuevas condiciones históricas pueden
alterarlas, eliminarlas e igualmente transformarlas en
sus opuestos.

En el siglo XIX Rusia era el país mas reaccionario de


Europa y de la política mundial; en el siglo XX se
transforma en el más revolucionario. A mediados del
siglo XIX los Estados Unidos eran la nación más
revolucionaria y progresiva; a mediados del siglo XX, le
tomó a Rusia su lugar como fortaleza de la
contrarrevolución mundial. Pero este rol tampoco puede
ser eterno, como lo señalaremos en el próximo capítulo,
donde estudiaremos el carácter y consecuencias del
desarrollo desigual y combinado.

EL DESARROLLO COMBINADO Y SUS


CONSECUENCIAS.

Analizaremos ahora el segundo aspecto de la ley de


desarrollo desigual, y combinado. Su nombre indica de
qué ley general es ella una expresión particular
-verbigracia, la ley de la lógica dialéctica llamada Ley
de la interpenetración de los opuestos-. Los dos
procesos- desigualdad y combinación--que están unidos
en esta formulación representan dos diferentes y
opuestos y, no obstante, íntegramente relacionados e
interpenetrados aspectos o etapas de la realidad.

La ley del desarrollo combinado parte del


reconocimiento de la desigualdad en las proporciones de
desarrollo de varios fenómenos del cambio histórico. La
disparidad en el desarrollo técnico y social y la
combinación fortuita de elementos, tendencias y
movimientos pertenecientes a diferentes etapas de la
organización social, dan la base para el surgimiento de
algo nuevo y de más alta cualidad.
Esta ley nos permite observar cómo surge la nueva
cualidad. Si la sociedad no se desarrollara en un camino
diferencial, es decir, a través del surgimiento de
diferencias, por momentos tan agudas que se vuelven
contradictorias , la posibilidad para la combinación e
integración de fenómenos contradictorios no se daría.
Sin embargo, la primera fase del proceso evolutivo
-desigualdad- es la indispensable precondición para la
segunda fase: la combinación de características que
pertenecen a diferentes etapas de la vida social en las
distintas formaciones sociales, desviándose de los
standards deducidos abstractamente o tipos "normales".

Esta combinación llega como la necesaria superación


de la pre-existente desigualdad. Podemos ver como se
dan juntas casi siempre y ligadas en la simple ley de la
combinación y desigualdad del desarrollo. Partiendo del
hecho de los niveles dispares del desarrollo que resultan
de la progresión desigual de los distintos aspectos de la
sociedad, podremos ahora analizar la próxima etapa y la
necesaria consecuencia de esta situación: su
combinación.

FUSION DE DIFERENTES FACTORES HISTORICOS

Ante todo debemos preguntarnos que significa


Combinado. Hemos podido ver como características que
pertenecen a un estado de la evolución se ligan a otras
que son esencialmente propias de una etapa más alta. La
Iglesia Católica, cuyo centro está en el Vaticano, es una
característica institución feudal. En la actualidad, el
Papa usa radio y televisión-invenciones del siglo XX-
para diseminar la doctrina de la Iglesia. Esto conduce a
una segunda cuestión: ¿Cómo se combinan las
diferentes características? Aquí, las combinaciones de
los metales nos proporcionan una analogía útil. El
bronce, que juega un gran rol en el desarrollo de las más
tempranas construcciones de herramientas, que ha dado
su nombre a toda una etapa del desarrollo histórico, se
ha compuesto de dos metales elementales, el cobre y el
estaño, mezclados en proporciones especificas. Su
fusión produce una aleación con propiedades
importantes que difieren de ambos constituyentes.

Algo parecido ocurre en la historia cuando se unen


elementos que pertenecen a diferentes etapas de la
evolución social. Esta fusión da origen a un nuevo
fenómeno con sus propias características especiales. El
período colonial de la historia Norteamericana se une al
salvajismo y barbarismo, cuando la civilización europea
cambiaba del feudalismo al capitalismo. De este modo,
proveyó un magnifico caldo de cultivo para las
combinaciones y dio el más instructivo campo para su
estudio. Casi todos los géneros de relaciones sociales
conocidos, desde el salvajismo a las compañías por
acciones, se pueden encontrar en el nuevo mundo
durante el periodo colonial. Varias colonias, como
Virginia y Carolina del Norte y del Sur, fueron
originalmente colonizadas por empresas capitalistas de
acciones, cuyas cartas habían sido garantizadas por la
Corona. Las formas mas avanzadas de capitalismo
regían la firma accionaria que tomó contacto con los
indios que vivían aun bajo primitivas condiciones
tribales.

Las formas precapitalistas de vida con las que se


encontraron fueron combinadas en un grado u otro con
las características fundamentales de las civilización
burguesa. Tribus indias, por ejemplo, fueron anexadas
al mercado mundial a través del comercio de pieles; y es
verdad que los indios se volvieron, en cierta medida,
civilizados. Por otro lado, los colonos blancos europeos,
cazadores, leñadores y pioneros de la agricultura se
barbarizaron parcialmente por haber sobrevivido en el
desierto de las planicies y montañas de los campos
"vírgenes". Sin embargo, el leñador europeo que
penetraba en los desiertos de América, con su rifle y su
hacha de hierro, y también con su concepción y hábitos
de civilización, fue muy diferente del indio tribal Piel
Roja, aunque muchas de las actividades de la sociedad
barbara del leñador también le correspondían.

En su obra sobre las fuerzas sociales en la historia


Norteamericana, A. M. Simon, uno de los primeros
historiadores socialistas, escribió: "El curso de la
evolución siguió en cada colonia una línea de desarrollo
muy parecida a la que la raza había seguido (p. 30-31).
En el comienzo, -señalo-hubo un comunismo primitivo.
Después, una pequeña producción individual, y así se
siguió hasta llegar al capitalismo.

Sin embargo, la concepción según la cual la colonia


americana, o algunas de ellas, sustancialmente
repitieron las secuencias de las etapas que las
sociedades avanzadas habían atravesado antes de ella,
es excesivamente esquemática e ignora el principal
punto respecto a su desarrollo y estructura. La
peculiaridad más significativa de la evolución de las
colonias británicas en América se deriva del hecho de
que todas las formas de organización y las fuerzas
impulsoras pertenecientes a las primeras etapas del
desarrollo social, desde el salvajismo, igualmente en el
caso de la esclavitud, fueron incorporadas en, y
condicionadas por el sistema en expansión del
capitalismo internacional. No hay, en el suelo
americano, repetición mecánica de las etapas
hist6ricamente superadas. Por el contrario, la vida
colonial testimonia una dialéctica mezcla de todos estos
variados elementos, de la que resultan deformaciones
sociales combinadas de un tipo nuevo y especial. La
esclavitud de las colonias americanas fue muy distinta
de la esclavitud de la Grecia clásica y de Roma. La
esclavitud norteamericana fue una esclavitud
burguesificada; que no fue solamente un brazo
subordinado del mercado capitalista mundial, sino que
cada ramificación de esta fusión de esclavitud y
capitalismo fue la aparición de traficantes de esclavos
entre los indios Creek, en el Sur. ¿Podría encontrarse
algo más contradictorio que indios comunistas, ahora
propietarios de esclavos, vendiendo su producto en un
mercado burgués?

LA DIALECTICA DE LA COMBINACION

El resultado de esta fusión de diferentes etapas o


elementos del progreso histórico es, en consecuencia,
una mezcla o aleación particular de cosas. En la unión
de diferentes y opuestos elementos, la naturaleza
dialéctica de la historia se manifiesta por sí misma más
poderosa y prominente. Aquí la contradicción, simple,
obvia, flagrante, predomina. La historia le hace todo
tipo de travesura a todas las formas rígidas y las rutinas
fijas. Surgen todos los géneros de desarrollos
paradójicos que confunden y dejan perplejas las mentes
limitadas y formalizadas.

Como un importante ejemplo de esto, permítasenos


considerar la naturaleza del stalinismo. En la Rusia
actual, la más avanzada forma de propiedad -la
propiedad nacionalizada- y el más eficiente modo de
organización industrial, la economía planificada, ambos
logrados a través de la revolución proletaria de 1917, se
han unido en una sola masa con el tipo más brutal de
tiranía, creada por una contrarrevolución política de la
burocracia soviética. Los fundamentos económicos del
régimen stalinista históricamente pertenecen a la era
socialista del futuro. Sin embargo. este fundamento
económico esta unido a una superestructura política que
muestra los aspectos mas malignos de las dictaduras de
clase del pasado. No debemos maravillarnos de que este
fenómeno extraordinariamente contradictorio haya
confundido a mucha gente y los haya llevado por mal
camino.

El desarrollo desigual y combinado se nos presenta


como una mezcla particular de elementos atrasados con
los factores más modernos. Muchos píos católicos
llevan imágenes en sus coches, que se supone los
protegerán contra los accidentes. Esta costumbre
combina el fetichismo de los crédulos salvajes con el
producto de la industria automovilística, una de las
industrias automatizadas más avanzadas del mundo
moderno.

Por otra parte, estas anomalías son especialmente


pronunciadas en los países más atrasados. Existen
curiosidades tales como harenes con aire
acondicionado!

"El desarrollo de las naciones históricamente


atrasadas lleva necesariamente a una combinación
peculiar de diferentes etapas del desarrollo histórico",
escribió Trosky en la Historia de la Revolución Rusa (p.
5).

Carlton S. Coone escribe: "...... Hay todavía regiones


marginales donde la difusión cultural es desigual, donde
simples cazadores de la Edad de Piedra están
enfrentados sorprendentemente con extraños cazadores
con rifles, donde jardineros neolíticos están cambiando
sus hachas de piedras por otras de acero y sus cacharras
de agua por descartados de hojalata, donde orgullosos
ciudadanos de los antiguos imperios acostumbraban
recibir las novedades algunas semanas después de las
caravanas de camellos, se encuentran oyendo la
propaganda radial de radios públicas. Y en el paseo de
baldosas azules y blancas de las ciudades el claro
llamado de los muslim pidiendo la fe del creyente es
reemplazada un día una caja metálica colgada del
alminar. Afuera, en el aeropuerto, los peregrinos de los
lugares santos, saltan directamente del lomo de sus
camellos a los asientos del DC4. Estos cambios en la
tecnología conducen al nacimiento de nuevas
instituciones en estos lugares como en cualquier otro,
pero el recién nacido es a menudo una criatura no
familiar, que no recuerda ni los parientes cercanos ni los
alejados, superando a ambos". The History of man, (pp.
113-114).

En el Africa actual, entre los kikuyos de Kenya, como


también entre los pueblos de la Costa de Oro, las
antiguas ligazones y costumbres ayudan a fortalecer su
solidaridad en la lucha por el avance social y la
independencia nacional contra el imperialismo
británico. En el Movimiento Nacionalista del Premier
Nkrumah's el partido parlamentario nacional esta ligado
con los sindicatos y el tribalismo-los tres pertenecen a
diferentes etapas de la historia social.

La mezcla de elementos atrasados con los más


modernos factores puede verse cuando comparamos la
China moderna con los Estados Unidos de América.
Actualmente muchos campesinos chinos en pequeñas
aldeas tienen retratos de Marx y Lenin en sus paredes y
se inspiran en sus ideas. El obrero norteamericano
medio vive en ciudades más modernas y tiene, por
contraste, pinturas de Cristo o fotografías de
Eisenhower o del Papa sobre sus paredes prefabricadas.
Sin embargo los campesinos chinos no tienen el agua
corriente, caminos pavimentados, automóviles, radios o
televisión, que tienen los obreros norteamericanos.

De esta manera, aunque los Estados Unidos y su clase


obrera han progresado mucho más que China en su
desarrollo industrial y standard de vida y de cultura, en
ciertos aspectos los campesinos chinos han superado al
obrero norteamericano. "La dialéctica histórica no
conoce nada semejante al atraso desnudo o al progreso
químicamente puro" como señalara Trotsky.
 

LA ESTRUCTURA SOCIAL DE GRAN BRETAÑA

Si analizamos la estructura social de la Gran Bretaña


contemporánea, podremos ver que conserva
características de tres periodos histórico-sociales
distintos, inextricablemente relacionados. En las alturas
de su sistema político hay una monarquía y una Iglesia
establecida, ambas heredadas del feudalismo. Estas
están conectadas a una estructura de propiedad
capitalista monopolista perteneciente a la etapa más alta
del capitalismo. Junto a esta industria capitalista existen
la industria socializada, sindicatos y un partido
laborista, todos precursores del socialismo.

Es significativo que esta particular combinación


contradictoria en Gran Bretaña, deje perplejos a los
norteamericanos. Los norteamericanos liberales no
pueden comprender por qué los ingleses tienen una
monarquía y una Iglesia establecida. Los
norteamericanos con mentalidad capitalista se
sorprenden de que la clase dominante británica tolere al
Partido Laborista.

Al mismo tiempo, Gran Bretaña está golpeada por el


más formidable de todos los movimientos combinados
de fuerzas sociales de nuestro tiempo a escala mundial,
verbigracia, la combinación del movimiento
anticapitalista de la clase obrera con la revolución
anticolonial de los pueblos de color. Estos dos
movimientos muy diferentes, opuestos ambos al
dominio imperialista, se refuerzan mutuamente.

Sin embargo, estos dos movimientos no tienen el


mismo efecto en todos los países imperialistas. Se
sienten, por ejemplo, más fuerte y directamente en
Francia y Gran Bretaña que en EE. UU. No obstante, en
EE. UU. la lucha de los pueblos coloniales por la
independencia y de la minoría negra por la igualdad se
influencian mutuamente.

LOS SALTOS PROGRESIVOS EN LA HISTORIA

La manifestación más importante de la interacción del


desarrollo desigual y combinado es el surgimiento de
"saltos" en el flujo histórico. Los más grandes saltos se
hacen posibles por la co-existencia de pueblos de
diferente nivel de organización social. En el mundo
actual, estas organizaciones sociales cubren toda la
gama, desde el salvajismo hasta el verdadero umbral del
socialismo. En Norteamérica, mientras los esquimales
en el Artico y los indios Seri en la Baja California viven
aun en el salvajismo, los banqueros de Nueva York y
los obreros de Detroit operan en la más alta etapa del
capitalismo monopolista. Los "saltos" históricos se
tornan inevitables porque los sectores retrasados de la
sociedad se ven enfrentados a tareas que solo pueden
resolver utilizando los métodos más modernos. Bajo la
presión de las condiciones externas, se ven obligados a
saltar o precipitar etapas de evolución que originalmente
requirieron un período histórico entero para desarrollar
sus potencialidades.

Cuando más amplias son las diferencias del desarrollo


y mayor el numero de etapas presentes en un periodo
dado, mas dramáticas son las posibles combinaciones de
condiciones y fuerzas, y más rápida la naturaleza de los
saltos Algunas combinaciones producen extraordinarias
erupciones y rápidos movimientos en la historia. El
transporte ha evolucionado lentamente la locomoción
humana y animal, a través de los vehículos a rodado
hasta el tren, automóviles y aeroplanos. En época
reciente, sin embargo, los pueblos de Sudamérica y
Siberia han pasado directamente y de un solo salto
desde el animal al uso de los aviones.
Tribu, nación y clase son capaces de comprimir
etapas o de saltar sobre ellas, asimilando los logros de
los pueblos mas avanzados. Usan esto como una picana
para encaramarse sobre las etapas intermedias y
sobrepasan obstáculos de un solo salto. Pero no pueden
hacer nada hasta tanto los países pioneros a la
vanguardia del genero humano, hayan previamente
allanado el camino, prefabricando las condiciones
materiales. Otros pueblos preparan los medios y
modelos para, una vez maduros, adaptarlos a sus
condiciones peculiares.

La industria soviética fue capaz de hacer tan rápido


progreso porque, entre otras razones, pudo importar las
técnicas y maquinarias del Oeste. Ahora también China
puede marchar a un ritmo más acelerado en su
industrialización porque no solamente se basa en los
logros técnicos de los países capitalistas avanzados, sino
también sobre los métodos de planificación de la
economía soviética.

En sus esfuerzos para superar a la Europa Occidental,


los colonizadores de la costa del Atlántico Norte,
pasaron a través del "barbarismo salvaje", virtualmente
saltando por encima del feudalismo, implantando y
extirpando la esclavitud, constituyendo grandes pueblos
y ciudades sobre una base capitalista. Esto se hizo a un
ritmo acelerado. A los pueblos europeos les llevo 3000
años saltar de la etapa superior del barbarismo de la
Grecia homérica a la Inglaterra triunfante de la
revolución burguesa de 1849. Norteamérica cubrió las
mismas transformaciones en 300 años, o sea a un ritmo
de desarrollo diez veces más rápido. Pero esto fue
posible por el hecho de que Norteamérica pudo
beneficiarse con los logros previos de Europa,
combinados con la impetuosa expansión del mercado
capitalista en todos los rincones del globo.
A lo largo de esta aceleración y compresión del
desenvolvimiento social se fue acelerando también el
tiempo de desarrollo de los acontecimientos
revolucionarios. El pueblo británico tardó ocho siglos
desde el comienzo del feudalismo en el siglo IX, hasta
su revolución burguesa triunfante en el siglo XVII. Los
colonos norteamericanos solamente en ciento setenta y
cinco años pasaron de sus primeros asentamientos en el
siglo XVII a su revolución victoriosa en el ultimo cuarto
del siglo XVIII.

En estos saltos históricos las etapas del desarrollo son


algunas veces comprimidas y otras omitidas, lo que
depende de las condiciones particulares y las fuerzas.
En las colonias norteamericanas, por ej. el feudalismo,
-que floreció en Europa y Asia por muchos siglos- logro
apenas asentarse Las instituciones características del
feudalismo (feudo, siervos, la monarquía, la iglesia
establecida y las corporaciones medievales) no tuvieron
un ambiente favorable y fueron comprimidas entre la
esclavitud comercial por un lado, y la sociedad burguesa
injertada por el otro. Paradójicamente, al mismo tiempo
que el feudalismo iba siendo atrofiado y estrangulado en
las colonias norteamericanas, adquiría una vigorosa
expansión en el otro lado del mundo, Rusia.

REVERSIONES HISTORICAS

La historia tiene sus reversiones, así como sus


movimientos hacia adelante; sus periodos de reacción;
formas infantiles y características caducas propias de
etapas primitivas de desarrollo pueden unirse con
estructuras avanzadas para generar formaciones
extremadamente regresivas e impedir el avance social.
Un ejemplo primario de tal combinación regresiva fue
la esclavitud en Norteamérica, donde un modo de
propiedad y una forma de producción anacrónica,
perteneciente a la infancia de la civilización, se inserto
en un ambiente burgués que pertenecía a una sociedad
de clase madura.

La reciente historia política nos ha hecho familiarizar


con los ejemplos del fascismo y el stalinismo, que son
fenómenos históricos del siglo XX simétricos, aunque
no idénticos. Ambos representan reversiones de formas
de gobiernos democráticos preexistentes que tenían
bases sociales completamente diferentes El fascismo fue
el destructor y reemplazante de la democracia burguesa
en el periodo final de la destrucción y decadencia del
imperialismo. El stalinismo fue el destructor y
reemplazante de la democracia obrera de la Rusia
revolucionaria en el periodo inicial de la revolución
socialista internacional.

De esta forma, nosotros vemos mezclados dos etapas


en el movimiento dialéctico de la sociedad. Primero,
algunas partes del genero humano y ciertos elementos
de la sociedad, se mueven mas rápidamente y se
desarrollan antes que otros. Mas tarde, bajo el choque
de fuerzas externas se produce un retroceso, o una
detención en relación al ritmo de progreso de sus
precursores, por la combinación de las últimas
innovaciones con viejos modos de existencia.

LA DESINTEGRACION DE LAS COMBINACIONES

Pero a la historia no se detiene en este punto. Cada


síntesis única, que ha surgido del desarrollo desigual y
combinado engendra en si misma posteriores
crecimientos y cambios, los que a su vez pueden llevar a
una eventual desintegración y destrucción de la síntesis.
Una formación combinada amalgama elementos
derivados de diferentes niveles del desarrollo social. Su
estructura interna es, por lo tanto, altamente
contradictoria. La oposición de sus polos constituyentes
no solamente imparte inestabilidad a la formación, sino
que lleva directamente a posteriores desarrollos. Mas
claramente que a cualquier otra formación, la lucha de
los opuestos caracteriza el curso de vida de una
formación combinada.

Hay dos tipos principales de combinación. En un


caso, el producto de una cultura avanzada es absorbido
en la estructura de un organismo social arcaico. En otro,
aspectos de un orden primitivo son incorporados a un
organismo social mas altamente desarrollado.

El efecto que produce la asimilación de elementos


más modernos en una estructura depende de muchas
circunstancias. Por ejemplo, los indios pudieron
reemplazar el hacha de piedra por el hacha de hierro sin
dislocaciones fundamentales de su orden social, porque
este cambio significó solamente una mínima
dependencia de la civilización blanca de la cual el hacha
de hierro fue tomada. La introducción del caballo
cambio considerablemente la vida de los indios de las
praderas, al extender el alcance de sus campos de caza y
de sus habilidades guerreras Sin embargo, el caballo no
transformo su relación tribal básica. Pero, en cambio, la
participación en un naciente comercio y la penetración
de la moneda tuvo consecuencias revolucionarias sobre
los indios destruyendo su sistema tribal, oponiendo los
intereses privados a las costumbres comunitarias,
lanzando una tribu contra otra y subordinando los
nuevos comerciantes y cazadores indios al mercado
mundial.

Bajo ciertas condiciones históricas la introducción de


nuevas cosas puede, también, prolongar por un tiempo
la vida de las instituciones más arcaicas. La entrada de
los grandes consorcios capitalistas de petróleo en el
Medio Oriente ha fortalecido temporariamente a los
sheiks, dándoles enormes cantidades de riquezas. Pero a
largo plazo, la invasión de técnicas e ideas modernas no
puede ayudar, sino minar los viejos regímenes tribales,
porque rompen las condiciones sobre las cuales ellos se
apoyan y crean nuevas fuerzas que se les oponen para
reemplazarlos.

Un poder primitivo puede afirmarse rápidamente


sobre uno más moderno, ganando renovada vitalidad, y
puede también aparecer por un tiempo como superior al
otro. Pero el poder menos desarrollado llevara una
existencia esencialmente parásita y no podrá sostenerse
indefinidamente a expensas del mas desarrollado.
Carece de adecuado terreno y atmósfera para su
crecimiento, mientras las instituciones mas
desarrolladas no solo son superiores por naturaleza, sino
que además, pueden contar con un favorable ambiente
para su expansión.

ESCLAVITUD Y CAPITALISMO

El desarrollo de la esclavitud en Norteamérica da una


excelente ilustración de esta dialéctica. Desde el punto
de vista de la historia mundial, la esclavitud fue un
anacronismo desde su nacimiento en este continente.
Como modo de producción pertenecía a la infancia de la
sociedad de clases; había desaparecido prácticamente de
la Europa Occidental. Sin embargo, la importancia de
las demandas por parte de Europa Occidental, de
materias primas como el azúcar, índigo y tabaco,
combinada con la carencia de trabajadores para llevar a
cabo operaciones agrícolas en gran escala, obligaron a
implantar la esclavitud en Norteamérica . La esclavitud
colonial creci6 como un brazo del capitalismo
comercial. De esta manera un modo de producción y
una forma de propiedad superadas mucho tiempo atrás,
surgió de nuevo como consecuencia de las exigencias
de un sistema más moderno y formó parte de el.
Esta contradicción se agudizo cuando el surgimiento
del capitalismo industrial en Inglaterra y los Estados
Unidos incrementó la producción de algodón de los
estados del Sur hasta un lugar de primer rango en la
vida económica y política de Norteamérica. Durante
décadas los dos sistemas opuestos funcionaron como
equipo. Cuando estalló la guerra civil norteamericana,
rompieron. El sistema capitalista-que en una etapa de su
desarrollo alentó el crecimiento de la esclavitud-creó en
otra una nueva combinación de fuerzas que la destruyó.

La formación combinada de lo viejo y de lo nuevo, de


lo mas bajo y lo mas alto, de la esclavitud y el
capitalismo, demostró no ser permanente ni indisoluble;
fue condicional, temporaria, relativa. La asociación
forzada de las dos tendía hacia la disociación y un
conflicto creciente. Si una sociedad marcha hacia
adelante, la ventaja preponderante corresponderá, a
larga escala, a la estructura superior, la cual prosperará a
expensas de características inferiores, superándolas y
dislocándolas eventualmente.

LA SUSTITUCION DE LAS CLASES

Una de las consecuencias más importantes y


paradójicas del desarrollo desigual y combinado es la
solución de los problemas de una clase a través de otra.
Cada etapa del desarrollo social genera, pone y resuelve
sus propios complejos específicos de tareas históricas.
El barbarismo, por ejemplo, desarrollo las técnicas
productivas del cultivo de las plantas, del pastoreo de
animales y la labranza, como ramas de su actividad
económica. Estas actividades fueron también
prerrequisitos para suplantar al barbarismo por la
civilización.
En la época burguesa, la unificación de provincias
separadas en estados centralizados nacionales y la
industrialización de estos estados fueron tareas
históricas planteadas por el surgimiento burgués. Pero,
en cierto numero de países, el bajo desarrollo de la
economía capitalista y la consiguiente debilidad de la
burguesía hace insostenible el logro de estas tareas
históricas de la burguesía. En el corazón de Europa, por
ejemplo, la unidad del pueblo alemán fue lograda desde
1866 hasta 1869 no por la burguesía o la clase obrera,
sino por una casta social ya superada, los terratenientes
Junkers prusianos, encabezados por la monarquía
Hohenzollern y dirigida por Bismark. En este caso la
tarea histórica de la clase capitalista fue llevada a cabo
por fuerzas precapitalistas.

En el presente siglo China representa otro ejemplo


opuesto, en un nivel histórico mas alto. Bajo la doble
explotación de sus viejas relaciones feudales y de la
subordinación imperialista, China no podía ser unificada
ni industrializada. Se necesito nada menos que una
revolución proletaria (aunque deformada en sus
comienzos) que, apoyándose en una insurrección
campesina? allano el camino para la solución de estas
tareas burguesas largamente postergadas. Hoy día China
esta unificada por primera vez y se esta industrializando
rápidamente. Sin embargo, estas tareas no han sido
llevadas a cabo por fuerzas capitalistas o precapitalistas,
sino por la clase obrera y bajo su propia dirección. En
este caso, las tareas no completadas de la abortada era
de desarrollo capitalista han sido realizadas por una
clase postcapitalisla.

El desarrollo extremadamente desigual de la sociedad


hizo necesario este cambio de roles históricos entre las
clases: la grandiosidad de la etapa histórica hizo posible
la substitución. Como Hegel señalo, la historia a
menudo recurre a los mecanismos más indirectos y
astutos para lograr sus fines.
Uno de los mayores problemas que dejo sin resolver
la revolución democrático-burguesa de los Estados
Unidos fue la abolición de los viejos estigmas de la
esclavitud, con la integración sin restricciones de los
negros en la vida norteamericana. Esta tarea fue
parcialmente solucionada por la burguesía industrial del
norte durante la guerra civil. Este fracaso de la
burguesía industrial ha sido igualmente una gran fuente
de problemas y dificultades para sus representantes. La
cuestión que ahora esta planteada es si los actuales
gobernantes capitalistas ultrarreaccionarios de USA
podrán llevar a cabo una tarea nacional que fueron
incapaces de completar en su época revolucionaria.

Los portavoces de los demócratas y republicanos


consideran necesario decir que ellos podrán de hecho
cumplir esta tarea; los reformistas de todo pelaje juran
que el gobierno burgués podrá hacerlo. Es nuestra
opinión, sin embargo, que solo la lucha conjunta del
pueblo negro y las masas obreras contra los gobernantes
capitalistas será capaz de batallar contra los restos de la
esclavitud hasta su conclusión victoriosa. En ese
sentido, la revolución socialista completara lo que resta
realizar de la revolución democratico-burguesa.

LOS CASTIGOS DEL PROGRESO Y LOS PRIVILEGIOS


DEL ATRASO

Aquellos que hacen un culto del progreso puro creen


que altos logros en un número de campos presuponen
equivalente perfección en otros. Muchos
norteamericanos sacan la conclusión inmediata de que
los Estados Unidos sobrepasan al resto del mundo en
todas las esferas de la actividad humana, justamente
porque así ocurre en tecnología, producci6n material y
standard de vida. Sin embargo, en política y filosofía,
para no mencionar otros campos, el desarrollo general
de Estados Unidos no ha ido mas allá del siglo XIX,
mientras que países de Europa y Asia, mucho menos
favorecidos económicamente, están mucho mas allá que
USA en estos campos.

En los últimos años de su gobierno, Stalin trató de


imponer la noción de que solamente "cosmopolitas sin
raíces" podían sostener que el oeste superaba a la URSS
en alguna rama del esfuerzo humano desde las
invenciones mecánicas hasta la ciencia de la genética.
Esta expresión del nacionalismo "pan ruso" no fue
menos estúpida que la concepción occidental de que
nada superior puede provenir del barbarismo asiático de
la Unión Soviética.

La verdad es que cada etapa del desarrollo social,


cada tipo de organización social, cada nacionalidad,
tiene sus virtudes y defectos esenciales, ventajas y
desventajas. El progreso tiene sus castigos: hay que
pagar por él. Avances en ciertos terrenos pueden
significar retrocesos en otros. Por ejemplo, la
civilización desarrolló el poder de producción y la
riqueza del genero humano sacrificando la igualdad y la
fraternidad de las sociedades primitivas que suplantó.
Por otro lado, bajo ciertas condiciones el atraso tiene
sus beneficios. Mas aun, lo que es progresivo en una
etapa de desarrollo puede volverse una precondición
para el establecimiento de un retraso en una etapa
subsiguiente o en un terreno a el ligado. Y lo que es un
atraso puede volverse la base para un salto hacia
adelante.

Parece ridículo decir a pueblos que están oprimidos


por el atraso y están deseando vivamente superarlo, que
su arcaísmo tiene sus ventajas. Para ellos el atraso
aparece como un mal evidente. Pero la conciencia de
este "mal" aparece en primer lugar después que estos
pueblos han tomado contacto con formas superiores del
desarrollo social. Es el contacto de las dos formas,
atrasada y adelantada, lo que demuestra las deficiencias
de la cultura atrasada. En la medida en que la
civilización es desconocida el salvaje primitivo se
mantiene contento. Es solamente la yuxtaposición de los
dos la que introduce la visión de algo mejor y alimenta
las semillas del descontento. En ese sentido la presencia
y conocimiento de la etapa superior se vuelve un motor
del progreso.

La critica y condenación resultante de la vieja


situación genera la urgencia de superar la disparidad en
el desarrollo y lleva a los retrasados hacia adelante por
el surgimiento en ellos del deseo de superar a los mas
avanzados. Cada persona que conoce lo que es aprender
ha sentido esto personalmente.

Cuando los pueblos atrasados hacen nuevas e


imperativas demandas, la ausencia de instituciones
acumuladas e intermediarias puede ser de un valor
positivo, por los pocos obstáculos que se presentan para
obstruir el avance y la asimilación de lo nuevo. Si las
fuerzas sociales existen y actúan efectiva,
inteligentemente y en el momento oportuno, lo que ha
sido un castigo puede transformarse en una ventaja.

LOS DOS CURSOS DE LA REVOLUCION RUSA

La reciente historia de Rusia da el ejemplo más


extraordinario de esta conversión de un castigo histórico
en un privilegio. Al comienzo del siglo XX, Rusia era
entre las grandes naciones de Europa la más atrasada.
Este atraso abrazaba todos los estratos, desde el
campesino abajo hasta la dinastía absolutista de los
Romanov arriba. El pueblo ruso y sus nacionalidades
oprimidas sufrían ambos las miserias del feudalismo
decadente y del retraso del desarrollo burgués en Rusia.
Sin embargo, cuando llegó el momento de la solución
revolucionaria de estos problemas acumulados, este
retraso demostró sus ventajas en muchos terrenos.
Primero, el zarismo estaba totalmente alienado de las
masas. Segundo, la burguesía era muy débil para tomar
el poder en su propio nombre y mantenerlo. Tercero, el
campesinado, al no recibir satisfacción de la burguesía,
fue obligado a replegarse sobre la clase obrera en busca
de dirección. Cuarto, la clase obrera no tenía formas de
actividad petrificadas o sindicatos frenadores y
burocracias políticas que la hicieran retroceder. Fue más
fácil para esta joven y enérgica clase que tenía muy
poco que perder y mucho que ganar, adoptar
rápidamente la más avanzada teoría, el más claro
programa de acción y el mas alto tipo de organización
partidaria. La revuelta campesina contra el feudalismo,
un movimiento que en el occidente de Europa ha
caracterizado el surgimiento de las revoluciones
democrático-burguesas, se mezcló con la revolución
proletaria contra el capitalismo, exclusiva del siglo XX.
Como Trotsky señaló en la Historia de la Revolución
Rusa, fue la conjunción de estas dos revoluciones
diferentes lo que dio su poder expansivo al alzamiento
del pueblo ruso y lo que explica la extraordinaria
rapidez de su triunfo.

Pero los privilegios del atraso no son inagotables;


están limitados por condiciones históricas y materiales.
Efectivamente, el atraso heredado de la Rusia de los
zares reaccionó, en la etapa siguiente de su desarrollo,
bajo nuevas condiciones históricas y sobre una base
social enteramente nueva. Los privilegios previos
debieron ser pagados en las próximas décadas por los
amargos sufrimientos, privaciones económicas y
pérdida de las libertades que el pueblo ruso soportó bajo
la dictadura stalinista. El gran atraso que había
fortalecido la revolución y propulsado a las masas rusas
a la cabeza del resto del mundo, se transformó entonces
en el punto de arranque de la reacción política y de la
contrarrevolución burocrática, a consecuencia de lo cual
la revolución internacional fracasó en la conquista de
los países industriales mas avanzados. El atraso
económico y cultural de Rusia combinada con el retraso
de la revolución mundial, fueron las condiciones básicas
que permitieron a la camarilla stalinista romper al
partido bolchevique y a la burocracia usurpar el poder
político. Por estas razones, el régimen stalinista se
convirtió en el más contradictorio de la historia
moderna, una coagulación de las más avanzadas formas
de propiedad y conquistas sociales surgidas de la
revolución, con una resurrección de las más repulsivas
características del dominio de clase. Fábricas gigantes,
provistas con la maquinaria más moderna, eran
atendidas por obreros a los que, al igual que a siervos,
no se les permitía dejar sus lugares de empleo;
aeroplanos que volaban por intransitables caminos
llenos de barro; una economía planificada que
funcionaba junto a campos "de trabajo esclavo";
colosales avances industriales paralelos a la regresión
política; en fin, el prodigioso crecimiento de Rusia
como poder mundial, acompañado por una igualmente
prodigiosa decadencia interna del régimen.

Sin embargo, el desarrollo dialéctico de la revolución


rusa no se detuvo en ese punto. La extensión de la
revolución al oriente de Europa y Asia, después de la
segunda guerra mundial, la expansión de la industria
soviética y el ascenso en numero y nivel de cultura de
los obreros soviéticos, prepararon condiciones para una
transformación de las viejas tendencias, el renacimiento
de la revolución sobre una etapa mas alta y la
decadencia y parcial superación del azote del
stalinismo. La primera manifestación de ese
movimiento hacia adelante de las masas en Rusia y sus
satélites, con la clase obrera en su dirección, ha sido ya
anunciada al mundo.
Desde el discurso de Kruschev a la revolución
húngara, se ha producido una serie continua de
acontecimientos que demuestra la dialéctica del
desarrollo revolucionario. A cada paso de la revolución
rusa, podemos ver la interacción de su atraso y progreso
con su conversión de uno en el otro, de acuerdo a las
circunstancias concretas del desarrollo internacional y
nacional. Solamente la comprensión de la dialéctica de
esos cambios puede darnos una pintura exacta del
desarrollo extremadamente complejo y contradictorio de
la URSS, durante los 40 años de su existencia
revolucionaria. Las docenas de ultrasimplificadas
caracterizaciones de la naturaleza de la moderna
sociedad rusa que sirven solo para confundir al
movimiento revolucionario, derivan de una falta de
comprensión de las leyes de la dialéctica, y del uso de
métodos metafísicos en el análisis del proceso histórico.

La ley del desarrollo desigual y combinado es una


herramienta indispensable para analizar la revolución
rusa y para precisar su crecimiento y decadencia a
través de sus complejas fases, sus triunfos, su
degeneración y su próxima regeneración.

DESARROLLO DESIGUAL, INTERNACIONALIZACIÓN DEL CAPITAL Y


REGIONES.
 Julio Alfonso Ortegón Espadas.
Introducción.
 
En los últimos años ha existido gran inquietud en los ambientes académicos y
políticos, respecto a los efectos de los cambios que se han generado en el
mundo a raíz de los procesos de apertura de las fronteras nacionales, de la
integración y formación de bloques económicos, de los cambios tecnológicos
que han afectado la organización de la producción y vinculan cotidianamente a
una parte de la población mundial.
 
En este ensayo se plantean, a un nivel teórico, la explicación de los cambios
que se han generado en el mundo, a través del enfoque de la teoría del
sistema-mundo capitalista y de la percepción del desarrollo desigual que
genera efectos diferenciados del proceso de cambio que se está viviendo, tanto
al nivel de los países como al interior de ellos. Los efectos se plantean a través
de los cambios en la organización territorial de la sociedad, y las formaciones
sociales .
 
En el primer apartado se plantean algunas consideraciones teóricas del
sistema-mundo capitalista y del desarrollo desigual, en el segundo se plantea el
proceso de internacionalización del capital y las formas en que el estado y las
corporaciones participan en el proceso de internacionalización, y la nueva
división internacional del trabajo. En el último apartado, se distinguen los
procesos de macrorregionalización y de cambio regional en espacios
subnacionales, y se presentan algunas tendencias en cada escala territorial del
proceso de cambio del sistema mundo.
 
 
 
 
 
 
Sistema-mundo y desarrollo desigual.
 
La existencia de diferencias en el comportamiento de las sociedades genera, a
partir de la posguerra, la inquietud de reconocer las causas  que originan la
existencia de países avanzados tecnológicamente y con altos niveles de vida, y
de países rezagados tanto en los tecnológico como en el estado que guarda la
población. La búsqueda de estas respuestas ha generado diversas visiones
respecto a la naturaleza del proceso de desarrollo de las sociedades
capitalistas tales como le percepción  del desarrollo en etapas, la escuela
estructuralista del desarrollo, la teoría de la dependencia, las concepciones
liberal y neoliberal, la escuela marxista.
 
En este ensayo se adopta como marco de referencia teórico del
comportamiento del capitalismo, la teoría del sistema-mundo capitalista, en
donde “el enfoque del sistema-mundo busca analizar la formación y la
evolución del modo capitalista de producción como un sistema de relaciones
económico sociales, políticas y culturales, que nace a fines de la edad media
europea y que evoluciona hasta convertirse en un sistema planetario […] En
este enfoque se distingue la existencia de un centro, una periferia y una
semiperiferia, además de distinguir entre economías centrales, una economía
hegemónica que articula al conjunto del sistema” (Dos Santos, 1998: 130)[i]. 
 
Immanuel Wallerstein, define la economía-mundo capitalista como “un sistema
que incluye una desigualdad jerárquica de distribución basada en la
concentración de ciertos tipos de producción (producción relativamente
monopolizada, y por lo tanto de alta rentabilidad), en ciertas zonas limitadas
[…] que pasan a ser sedes de la mayor acumulación de capital… que permite
el reforzamiento de las estructuras estatales, que a su vez buscan garantizar la
supervivencia de los monopolios […] pero como son intrínsecamente frágiles
(los monopolios), a lo largo de la historia del sistema mundial moderno esos
centros de concentración han ido reubicándose en forma constante,
discontinua y limitada, pero significativa” (Wallerstein, 1998: 289). A lo largo de
los cambios en el sistema-mundo capitalista, han existido cambios en los
centros mundiales de acumulación, pero los mecanismos de funcionamiento
(estructuras básicas) no han cambiado.
 
El desarrollo desigual se entiende como el resultado de un proceso histórico de
las relaciones sociales de producción y de las fuerzas productivas, que se
expresa concretamente en diferentes formaciones sociales localizadas
territorialmente, en las cuales se expresan las especificidades de cada
sociedad y las relaciones generales que se establecen en el sistema-mundo.
La condición de diferenciales en el comportamiento de los países (y al interior
de estos), se ha establecido en el sistema-mundo  y es inherente al desarrollo
capitalista. La desigualdad del desarrollo se reproduce en los ámbitos
sectoriales y territoriales, así como en las diferentes esferas de la sociedad, la
economía, la política y la cultura, por lo que se plantea que el proceso de
desarrollo es multidimensional.
 
Esta característica de desigualdad del sistema-mundo, ha generado una
apropiación de los excedentes de los países periféricos y semiperiféricos por
parte de los países avanzados. Esta expoliación se reproduce y se refuerza en
el ámbito nacional y regional, en el que el desarrollo de las fuerzas capitalistas
juega un papel determinante para definir las relaciones de producción que se
establecen en el nivel nacional y las características con que el sistema va a
operar en los países periféricos.
 
El sistema mundial capitalista tiene una dinámica que genera diferencias en los
territorios que dinamizan al sistema, dado que las condiciones de centralización
y de concentración mundial del capital, requieren en diversos momentos de su
desarrollo establecer relaciones de internacionalización más dinámicas en
ciertas fases. La tendencia a la internacionalización del capital, es una
respuesta a las limitantes que existen en un sistema cerrado para incrementar
la tasa de ganancia. Este proceso de internacionalización ha establecido desde
un principio relaciones subordinadas con territorios desde los inicios de la
expansión capitalista, generándose formas de apropiación territorial y de
establecimiento de dinámicas sociales diferenciadas en los países, pero bajo la
égida del capitalismo mundial, en donde existen relaciones de poder
económicas, sociales y políticas, que se refuerzan y establecen la naturaleza
de las relaciones de dependencia entre las naciones (Harvey, 1990)[ii].
 
El desarrollo desigual como formación social.
 
Anteriormente se definió el desarrollo desigual como resultado de un proceso
histórico de las relaciones sociales de producción y las fuerzas productivas, y
que se expresa concretamente tanto sectorial como territorialmente. Esto
significa que las diferencias entre y dentro de los países, son resultado de la
interacción de formaciones sociales y económicas diferenciadas por procesos
históricos particulares, y la interacción de las relaciones generales que se
establecen en el sistema-mundo capitalista.
 
La formación social se entiende como la “evolución diferencial de las
sociedades, en su marco propio y en su relación con las fuerzas externas […]
ya que la organización local de la sociedad y del espacio, reproduce el orden
internacional” (Santos, 1996: 18,23). En esta categoría se involucran todas las
dimensiones de la vida de la sociedad (economía, política, cultura).
 
Las diferentes formas de organización social en las naciones dependientes,
están dadas por las diferentes dotaciones de recursos naturales y por las
condiciones de productividad del trabajo, socialmente construidas (Harvey :
418), y agregaríamos históricamente construidas.  El capitalismo se establece,
en las diferentes naciones y en sus regiones, como un sistema hegemónico, en
el que va a revolucionar formas de organización social no capitalistas que se
oponen a su dinámica, estableciendo relaciones diferenciadas
geográficamente, dadas la distribución de recursos y fuerzas productivas. En
este proceso el capitalismo utiliza las viejas formas de organización,
construyendo diferencias geográficas con  las formas antiguas que sirven al
capitalismo, y destruye los modos de producción no capitalistas[iii].
 
 En este sentido, las viejas formas de organización pueden ser parte del
funcionamiento del capitalismo. Las formas diferenciadas en la organización
social y territorial,  dan cuerpo a las formas de producción  dentro del
capitalismo; formas que fueron construidas dadas la apropiación desigual del
territorio por parte del capitalismo, pero en las cuales la organización y
producción capitalistas son hegemónicas, ya que son las que dinamizan al
sistema local y regional, subordinando a las formas no capitalistas.
 
Esta dinámica genera particularidades en la organización de las fuerzas
sociales de producción y reproducción del sistema. Esto nos permite reconocer
las formas sociales y económicas que configuran  la totalidad de una sociedad
y de sus formas de organización social y de la producción específicas. A través
del concepto de formación social y económica, es posible reconocer las
similitudes y establecer las diferencias entre las diferentes sociedades.
 
Entonces, podemos identificar el desarrollo desigual con una mayor concreción,
ya que las formaciones sociales están definidas por su localización espacial, lo
que permite reconocer las diferencias entre los territorios[iv], ya que éstos
representan  la organización particular de cada grupo social, su relación con el
ambiente y sus recursos, así como la materialización de las particularidades
generadas por los procesos históricos que cada sociedad vive. 
 
La dinámica del sistema mundial determina las relaciones que se establecen
entre los diversos puntos del territorio, que responden de manera diferenciada
a los estímulos hegemónicos del exterior. La naturaleza y el tipo de respuesta
están íntimamente vinculadas a la forma en que los recursos se encuentran
localizados, y a las formas socioeconómicas que tienen lugar en ese territorio.
 
 
2. La internacionalización en el sistema-mundo.
 
En la actualidad, el sistema mundial se encuentra cruzado por un proceso de
cambio, dinamizado por la presencia ya hegemònica de grandes corporaciones
transnacionales que conducen transformaciones productivas y
tecnológicas  que están mundializando las relaciones comerciales y
reestructurando los procesos productivos, fundamentalmente la reorganización
internacional del trabajo. En este proceso, los factores de localización se están
transformando, estableciéndose nuevos retos a las regiones.
 
La globalización comercial y la reestructuración económica, resultan en
procesos de localización y relocalización de la actividad económica. Las
implicaciones de estos fenómenos tienen repercusiones en la organización
espacial de la producción y genera dos procesos: la macrorregionalización y la
reorganización regional al interior de los espacios nacionales. Como el capital y
el trabajo encuentran localizaciones territorializadas, se entiende que los
procesos de producción siempre se realizan en lugares específicos del
territorio, en tanto en la esfera mundial operan los mecanismo de circulación,
distribución y consumo (Santos, 1996; Rozo,1993).
 
Las características que tienen la fuerza de trabajo y la estructura económica ,
se encuentran determinadas históricamente, lo que le da características únicas
a cada territorio. Estas configuraciones históricas son la base sobre la cual se
realizan los procesos mundiales.
 
La localización de sectores modernos en subespacios que tienen la
infraestructura necesaria, genera espacios globalizados en los que se realizan
los procesos hegemónicos (espacios hegemónicos), por lo que existen
espacios mundializados, entrelazados en redes mundiales, controlaedos
corporativamente que se manejan en la lógica global. Las relaciones entre los
sectores modernos establecen reconfiguraciones en las relaciones territoriales,
ya que la revolución informacional, permite establecer redes que vinculan
puntos territoriales diferenciados y distantes, en donde se establece una
relación vertical en la que se realiza y se materializa el proceso global
(Santos,1996).  Es decir, se establecen relaciones diferenciadas y desiguales
en los procesos mundiales, que se reproducen en el ámbito territorial.
 
La  nueva fase del sistema mundial se encuentra basada en una revolución
científico tecnológica, permite observar las tendencias a la reorganización del
sistema productivo en el mundo, dado que esta tecnología permite la
consolidación de los agentes multinacionales, con posiciones claves, que llevan
a reorganizar el sistema de producción (Dos Santos: 1998)
 
Es importante hacer un comentario respecto a la relación del cambio técnico y
las condiciones generales del sistema capitalista. Si bien en el ensayo se hace
hincapié en la revolución científico tecnológica, no se concibe al cambio técnico
como una fuerza autónoma y exógena que revoluciona las relaciones de
producción en el período actual. Teóricamente se tiene que “en el proceso de
cambio histórico real que se nos presenta, el invento no es un proceso
autónomo, desligado del proceso de la inversión de capital, ni es posible
separar a éste de sus efectos sobre el desarrollo de la invención que, a su vez,
reactúa sobre el proceso de inversiones  a través de su influencia sobre la
rentabilidad” (Dobb, 1978:343). Se concibe que toda revolución económica trae
consigo importantes innovaciones tecnológicas, que pueden cambiar las
relaciones de producción de una sociedad, pero que son resultado de la
maduración de las fuerzas productivas y sociales; es decir, “una revolución
económica resulta de toda una serie de fuerzas históricas, combinadas en
determinada proporción: no es un simple producto de una de ellas
solamente”  (Dobb: 329)[v]. Por lo tanto, el énfasis en la revolución científico
tecnológica se hace con la intención de percibir los efectos que tiene en la
organización social de la producción y en la división internacional del trabajo.
 
El antecedente histórico que da origen al cambio cientifico-técnico, se
encuentra en la crisis del capitalismo fordista se puede caracterizar como  una
inadecuación del sistema de producción, ya que las bases de este modelo de
acumulación encontraban una contradicción; esto  debido a que el sistema
fordista de producción presuponía la estabilidad en la estructura y crecimiento
del mercado, pero se enfrenta a una tendencia recesiva, que se agrava con la
rigidez del mercado de la mano de obra, dada su sólida organización sindical.
Las corporaciones utilizan nuevas formas de organización que rompen con las
rigideces presentes en el sistema fordista-keynesiano, basadas en el cambio
tecnológico, dispersión geográfica a zonas con mercados laborales sin
restricciones, fusiones, automatización, innovaciones en productos, etc.
(Harvey,1996)
 
La importancia del auge generado por la tecnología, encuentra una cima en la
década de los 80, ya que en esta evolución alcanza magnitudes que han
llevado a diversos científicos a proponer que nos encontramos, en la
actualidad, ante un proceso de reorganización del sistema mundial, que
cristaliza en una nueva división internacional del trabajo, sustentada en una
nueva revolución tecnológica en el ámbito informacional; así como también
encontramos apreciaciones respecto a que los cambio pueden representar un
nuevo patrón de acumulación del capital a través de una compresión espacio-
temporal o simultaneidad espacio-temporal. [vi]
 
La importancia en el análisis de la tecnología, lleva a  pensar que la
industrialización periférica no va aparejada de un desplazamiento de los
sectores generadores de tecnología, por lo que no se reduce la dependencia
en este rubro. Esto significa que las relaciones desiguales del sistema mundial
se reproducen en la nueva dinámica del sistema mundial capitalista, en el que
existen nuevos tipos de producción, que desplazan el proceso de acumulación
a nuevas ramas; en donde la relocalización industrial en zonas o regiones en
desarrollo, se da en los sectores de producción más simples, facilitados por la
flexibilización del proceso de producción.
 
En la actualidad, uno de los factores en la perspectiva de una nueva división
del trabajo que genera desigualdad, es el monopolio tecnológico ejercido por
las transnacionales, que excluye a los países periféricos de los procesos más
productivos, generándose una profundización de la dependencia y una
marcada diferencia en el proceso de exclusión del sistema mundial. En el
proceso actual, el dinamismo en la creación de nuevos productos, innovaciones
tecnológicas, ha generado que los sectores estratégicos sean el diseño y
productos con alta carga de tecnología, que son las partes del sistema de
producción que se establece en los países centrales, y aun más, en las
principales ciudades de estos países (Furtado, 1999; Wallerstein,1998).
 
La mayor disperción geográfica, la producción en pequeña escala y la
búsqueda de mercados a medida no necesariamente ha llevado, sin embargo,
a una disminución del poder de las corporaciones, la desregulación a
significado un incremento en la monopolización (al cabo de una fase de
competencia intensificada) en sectores como las aerolíneas, la energía y los
servicios financieros. Las tendencias a la creación de grandes corporaciones
por fusiones o captura de empresas, y la aparición de una multitud de
pequeñas empresas, se debe a que las contradicciones del capitalismo
(monopolio-competencia, centralización-descentralización del poder
económico) se desenvuelven de manera diferente, a través de la
diversificación, la movilidad geográfica y la flexibilidad de los mercados de
trabajo, los procesos laborales y los mercados de consumo, combinados con
una intensa innovación tecnológica,  productiva e institucional (Harvey, 1996:
182).
 
La internacionalización en el sistema-mundo y sus actores.
 
Se realiza una consideración de las relaciones entre los actores del sistema-
mundo capitalista, ya que es importante reconocer que la dinámic a general del
capitalismo se afecta por fenómenos extraeconómicos, lo que permite resaltar
la complejidad del fenómeno de internacionalización del capital y de sus
efectos en el desarrollo desigual.
 
Las relaciones que existen en el sistema mundial entre las corporaciones y los
estados, afectan la organización del sistema mundial, donde se plantea el
riesgo que enfrenta el Estado nación ante la consolidación de los agentes
multinacionales, ya sean públicos (de naturaleza liberal) o privados. La
característica del Estado observa ante los centros hegemónicos, prevé la
tendencia a su debilitamiento como rector de los procesos de desarrollo en
Latinoamérica.
 
La importancia de las corporaciones se puede percibir en los indicadores que
presentan la gran concentración del capital en el sistema capitalista, y nos
permiten percibir la gran presión que pueden ejercer en la configuración de la
internacionalización del capital y en las formas de organización que los estados
deben adoptar.  Las corporaciones tienen tal poder en la economía mundial
que de las 100 mayores economías del mundo, 51 son corporaciones globales
y 49 son países; las ventas combinadas de las 200 corporaciones globales más
importantes, son mayores que las economías combinadas de todos los países,
por debajo de la novena economía del mundo, es decir, de 182 países del
mundo. Las 200 corporaciones más importantes, doblan los ingresos de cuatro
quintos de la población más pobre de la humanidad (IPS, 1999; Vander
Stichele, 1998).
 
En el proceso de liberación económica que se da a escala planetaria, existe
una cesión de soberanía a instancias supranacionales por parte de los estados-
nación. Esto conlleva redefiniciones del papel del Estado por las cuales, ya no
pueden intervenir firmemente en la economía nacional, y por ende, en el
proceso de desarrollo nacional; existiendo el riesgo de adaptarse pasivamente
en la nueva división internacional del trabajo en el sistema mundial.
 
El vínculo al que se hace mención, implica que las grandes corporaciones
internacionales, no han perdido su filiación nacional, a pesar de que existen
grandes tendencias a la creación de capitales totalmente globalizados.[vii]
 
Tenemos el caso de Estados Unidos. A partir de la guerra fría se genera una
burocracia de seguridad nacional, que ha modificado cualitativamente al
Estado. Se genera una colusión de fuerzas económicas y políticas, que
coordina a la burocracia y los intereses de las grandes corporaciones
norteamericanas. La economía-mundo capitalista se encuentra permeada por
decisiones político-económicas, ya que “a partir de 1973, Estados Unidos
empezó a sufrir una vulnerabilidad estratégica… [que conlleva una
consideración] “geoestratégica”, además de los intereses empresariales
involucrados, [que] ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del
esquema estadounidense de “integración regional” de América del Norte…”
(Saxe-Fernández,1999). 
 
 Esto significa que la tendencia representa la participación activa y consciente
del estado en la redefinición de sus funciones, acentúa el carácter excluyente y
marginador del sistema capitalista. La aplicación de políticas neoliberales en el
sistema mundial y al interior de los países, como respuesta a las tendencias de
producción y comerciales en el sistema mundial,  ha acentuado la divergencia
entre los países y entre los diferentes grupos sociales al interior de las
naciones.
 
El dominio hegemónico está sustentado en una fuerza militar y dominio
económico, en el que conviven las grandes potencias, que define como los
Estados suficientemente grandes y ricos, que les permita tener una base
tributaria que sustente el poder militar, relación que se refuerza de manera
circular    (Wallerstein: 289).
 
Como resultado de la pugna por la hegemonía mundial, las inversiones y
recursos financieros se concentrarán más que en el período de posguerra, lo
que excluye al resto del mundo de los flujos de inversión, siendo decreciente su
participación en la absorción de estos recursos.
 
 
 
3. Las regiones y la internacionalización del capital
en el sistema-mundo
 
En este análisis se distinguen dos procesos que son característicos del cambio
en el sistema-mundo: la macrorregionalización y la reconfiguración regional al
interior de los espacios nacionales.
 
Se considera a la región como el espacio territorial en el que se materializan las
fuerzas mundiales, nacionales, regionales y locales. Esta definición nos permite
diferenciar los procesos de macrorregionalización de la reorganización en
subespacios nacionales.
 
Una de las tendencias integradoras de este proceso se observa en la formación
de bloques regionales de Estados-Nación. Esta integración plantea una cesión
de soberanía y genera tendencias que aglutina sectores modernos o
dominantes, dejando de lado a grandes segmentos de la población. En la
actualidad el desvanecimiento de las fronteras está condicionado por el
agrupamiento en organizaciones transnacionales de todo tipo y por el contacto
con otras regiones.
 
En términos de la macrorregionalización,  el período de cambio actual, se
produce por la reorganización del sistema-mundo, ya que coinciden la fase de
descenso del ciclo de Kondratieff y  el proceso de redistribución mundial del
poder estatal. En este proceso se enfrentan tres centros, Estados Unidos,
Japón y la Unión Europea; las relaciones de los demás países con los centros,
en el ámbito económico, dependerán de la importancia estratégica que posean,
determinada por tres factores (Wallerstein: 296):
-        El grado en que sus industrias sean importantes o fundamentales para el
funcionamiento de las cadenas de mercancías clave.
-        El grado en que los países sean importantes o esenciales para sostener un
nivel de demanda efectiva para los sectores de producción más rentables.
-        El grado en que los países sean importantes en decisiones
estratégicas  (localización, poderío geomilitar, materias primas, etc.)
 
Es decir, que la macrorregionalización se genera a través de la
integración  regional de países y la formación de bloques económicos. Esta
formación de bloques a través de la integración, tiene como premisa una aguda
competencia por el producto mundial  de las principales economías
industrializadas, en donde se generan políticas que por medio de acuerdos
entre los gobiernos  pretenden profundizar  las relaciones económicas y de otra
índole (López Villafañe,1997: 19). Los diferentes grupos que se han generado
en esta escala son profundamente desiguales, ya que existen diferencias en
los objetivos y profundidad de las organizaciones y en la intensidad de la
integración (Tratado Trilateral de Libre Comercio de América del Norte, Unión
Europea, Cuenca del Pacífico).
 
En cuanto a la reconfiguración regional al interior de los espacios nacionales,
se afecta por la revolución tecnológica que trastoca las fricciones de la
distancia, en los cambios originados en la organización del trabajo y en la
promoción por parte de los Estados de las relaciones entre países y a la
promoción de la producción para el mercado mundial. El sustento teórico y
político de este proceso se encuentra en el neoliberalismo.
 
Se percibe un proceso de desustructuración y dualización, generado por la
desestructuración entre los procesos revolución tecnológica – estructura social,
generándose los siguientes procesos (Borja y Castells, 1997):
-        La infraestructura de globalización y promoción económica se plantea en
función de la competitividad internacional y excluyen a zonas enteras de
territorio urbano-regional
-        Una parte de la población es excluida de las comunicaciones globales y de
las actividades competitivas. Se concentra en áreas gheto donde se
produce el círculo vicioso de la marginalidad
-        Las actividades económicas tradicionales entran en crisis y las actividades
insertas en la globalización a veces son precarias y aleatorias. La
incertidumbre limita las iniciativas económicas fuertes, cohesionadoras del
tejido social
-        El espacio de flujos sustituye el territorio visible. La urbanización pierde su
fuerza cohesionadora
-        La concentración público-privada obedece a intereses élite
-        El gobierno del territorio se dirige a la protección-represión de las áreas
insertas. Las políticas urbanas positivas se mueven entre las exigencias
teóricas de la competitividad y las dinámicas prácticas generadas por la
competencia entre grupos y territorios.
 
La revolución tecnológica globaliza las actividades dominantes y excluye a las
actividades que no generan valor y competitividad. El capital se globaliza, el
trabajo se regionaliza.
 
La tendencia globalizadora  genera una internacionalización de los mercados,
patrones de consumo, tecnologías, comunicaciones y producción, que generan
una red internacional integrada, pero que excluye a la población vinculada a
actividades tradicionales. Existe una separación entre el universo objetivado de
los signos de la globalización y el conjunto de valores, expresiones culturales
que generan la multiplicación de agrupamientos comunitarios (Tourain, 1996).
 
Se genera una dualidad de producción de redes globales de producción,
consumo y comunicación de la estructura social y la creación de un retorno a lo
comunitario, como respuesta defensiva a las transformaciones aceleradas del
sistema, en una dinámica que en su forma territorial,  llega a cuestionar la
unidad del estado-nación; la tendencia dualizadora se concreta en actitudes y
reconstrucción de regionalismos, etnicidades, etc., a la vez que se generan
vínculos entre regiones que pasan sobre la mediación del estado nacional. 
 
Consideraciones finales.
 
Como se puede observar, las tendencias del sistema-mundo llevan a la
creación de formaciones regionales (macrorregionales y regiones
subnacionales) caracterizadas por un desarrollo desigual, que presentan una
dinámica polarizada en los procesos de desarrollo y sus efectos territoriales en
sus diversas escalas. Para poder abordar la existencia de formas de
organización y relaciones de producción regionales, es necesario  hacer
algunas consideraciones respecto al desarrollo de las relaciones capitalistas a
un nivel global. Se ha planteado que existe una deficiencia en los estudios
regionales, ya que la escala internacional era pocas veces integrada al análisis,
dado que, o se concebía lo regional como aislado y preestablecido, o se
priorizaban las relaciones intra e interregionales, o se consideraba como un
factor histórico de apropiación del territorio del capitalismo (Ramírez,1991).  
 
Los estudios regionales deben considerar la necesidad de llevar a cabo
evaluaciones de los impactos de los agentes y fenómenos internacionales en
los territorios subnacionales y las diferencias en los procesos de integración y
formación de bloques internacionales. Hay superar esta división y falta de
vínculo entre las escalas de análisis, percibiendo la escala mundial desde la
perspectiva del sistema mundo y su relación con los sistemas locales y
regionales, entendidos como la realización concreta en las formas sociales.
Esta visión nos permitirá identificar los cambios en la organización y las formas
económicas y sociales, y los efectos diferenciales que estas tienen en el
territorio, lugar en el que se realizan los procesos generales del capitalismo.
 
Al aceptar el enfoque del sistema-mundo capitalista, se permite abrir el análisis
disciplinario, lo que permite percibir con mayor claridad los efectos de los
cambios en las diferentes escalas de análisis, así como en las dimensiones de
la vida social, lo que permite dar una explicación general y más completa de las
transformaciones y efectos del proceso de internacionalización del capital, y
enriquecer las explicaciones parciales que se dan desde la perspectiva
disciplinaria, que tienden a ser simplificadoras de la realidad.
 
 
 
 
 
 
NOTAS

[i]
 Respecto a la clasificación de los países en una periferia y semiperiferia, Samir Amín plantea
que es arbitraria, y propone el concepto de periferias, como un concepto más amplio que
incluye todos los estados de desarrollo de los países y su papel dentro del sistema mundo
(Amín, 1997).
 
[ii]
 Wallerstein percibe la posibilidad de agotamiento de la expansión geográfica del sistema
mundial, ya que el proceso de desruralización imposibilita esta expansión, lo que puede llevar a
la compresión de la tasa de beneficio, y por lo tanto, de la acumulación.
 
[iii]
 Se acepta la tesis de que no existen modos de producción coexistiendo, sino que el
capitalismo los destruye y utiliza formas de producción que existieron en el viejo modo de
producción. Por ejemplo, en México el capitalismo a mantenido la economía campesina, ya que
mantiene bajo el costo de reproducción de la fuerza de trabajo. Existen relaciones entre formas
capitalistas y no capitalistas en la economía campesina, ya que la producción de autoconsumo
(no capitalista) en algunas regiones, está sostenida por ingresos monetarios obtenidos por la
venta de la  fuerza de trabajo (relación capitalista). Ver de la Peña, 1986.  
[iv]
 Se utiliza el concepto de territorio desde una perspectiva amplia, que puede involucrar
diversas escalas de análisis (internacional, nacional, regional, local). Se define con esta
amplitud ya que se considera que el análisis de cualquier escala va a permitir determinar
formaciones sociales particulares que diferencian unos territorios de otros. Así, un análisis del
proceso de integración internacional encontrará diferencias en las formaciones sociales que se
integran, ya que se encuentran grandes diferencias entre el Mercosur, la Unión Europea, el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte, etc. Lo mismo sucede cuando se realiza un
análisis en la escala subnacional, ya que las diversas regiones de los países tienen
formaciones sociales que diferencian los territorios. Por ejemplo en México, las diferentes
regiones que lo conforman mantienen diferentes formaciones sociales que permiten distinguir
claramente las características sociales y productivas entre la frontera norte, la región central y
la Península de Yucatán.
[v]
 Maurice Dobb hace éstos planteamientos teóricos en el análisis de la Revolución Industrial,
pero es claro que el sustento teórico con que realiza este análisis, es aplicable al proceso de
cambio actual, ya que se basa en la concepción de una relación dialéctica entre los diferentes
factores de producción.
[vi]
 Se pueden ver: Borja y Castells, 1997; Furtado, 1999; Harvey, 1998; Hiernaux, 1999.
 
[vii]
  Al respecto ver: Vander Stichele,1998; Saxe-Fernández, 1999.
 
 
 
 
 
 

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