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“Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas,
pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida.”
― Agustín de Hipona
“No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”
Agustín de Hipona
Desde tiempos inmemoriales en todas las culturas los seres humanos han practicado
rituales para sentirse unidos y juntos espiritualmente, tanto en alma como en cuerpo,
bebiendo brebajes, incluso alucinógenos que acompañaban a sus bailes, cantos, teatro,
etc. Esto se hacía por ejemplo como celebración de festividades de bienvenida a la nueva
cosecha, era una forma de compenetración con la naturaleza. Desde que el mundo con un
grupo de poder político y religioso se posicionó del conocimiento de la naturaleza se
comenzó a usar este tipo de rituales alcohólicos y del consumo de plantas alucinógenas
como mecanismo de amedrentamiento para así lograr que los campesinos deán mas de
su trabajo para los “pocos vivos” que en nombre de sus dioses zoo antropomorfos felinos
águilas y hombres, profesaban el sacerdocio cuya misión no era más que recolectar sus
tributos disque para esos dioses, de ahí que les daban de beber “San pedro” a muchos
campesinos y los hacían descender a unas cuevas subterráneas, ellos aterrorizadas se
comprometían a donar gran pare de sus cosechas. Aquí observamos la manipulación de
masas por ejemplo en nuestra cultura, Chavín de Huantar.
¿Quedará algo en el inconsciente colectivo de los peruanos de ahora que se dedique a una
práctica parecida? ¿Tendrá relación estas conductas del pasado andino y el problema de
alcoholismo y la drogadicción de la población adulta, en especial de muchos jóvenes
adolescentes de hoy en día?
Pues incluso recordemos que en siglo XVIII y XIX el imperialismo inglés en su voracidad
desmedida por tierras de arroz y de esclavos asalariados,
desvirtuó sacrílegamente la tradición de acercamiento a la
naturaleza y al trabajo que también por milenios de
confusionismo y de taoísmo habían aprendido los campesinos
chinos. Los ingleses vil y maquiavélicamente utilizaron la
sobre exageración de la producción de opio para manejar a la
masa esclava china en su propio país.
De esta manera desnaturalizó ese consumo propio de los rituales socio espirituales del
pueblo chino por exigencias desmedidas al no poder cancelar sus deudas en cosechas los
campesinos se volvieron adictos al opio comenzando a producir y a consumir en forma
obsesiva y antinatural a sus costumbre, con esto, los ingleses se beneficiaron y lo
comercializaron a gran escala monopolizándolo y generando una guerra cruenta “la
guerra del opio”, entrando así al sistema de la semifeudalidad en beneficio de la
aristocrática dinastía manchú de unos pocos terratenientes chinos aliados al voraz
imperialismo inglés.
Algunas drogas químicas producidas en fábrica a inicios del siglo XX se han legalizado, tal
es el caso de las grandes empresas tabacaleras y hace poco la
marihuana en algunos países de Europa y en Uruguay.
En forma muy lógica debido a la neurosis de nuestro tiempo, como decía Karen Horney, la
gente busca huir de la bulla de la ciudad, de la exigencia de todos los parámetros del
sistema, refugiándose en “su inconsciente colectivo”, el cual le llama a confraternizar a
compartir con su familia o amigos un momento de intimidad plena. Pero el truco del
sistema empresarial mundial sea legal o ilegal está en aprovechar como anillo al dedo esta
necesidad de la condición humana creando una falsa necesidad superpuesta de consumir
excesivamente una droga tanto legal (alcohol, cigarrillos vinos whiskeys , etc.)O ilegal
(Heroína, cocaína, Crack, PBC, marihuana) o muchas veces ambas a la vez. Este mercado,
crea la ilusión psicológica vía los medios de comunicación y sus mecanismos de
condicionamiento clásico-vicario y operante (mensajes subliminales comerciales,
canciones, etc. ), que este sobreconsumo no es dañino al cuerpo al contario es parte de un
perfecto estilo de vida saludable, de “la gente de moda”. Esta es la razón por la cual esta
necesidad del abuso del consumo de drogas legales a pesar de su anuncios y fotografías
de personas que han muerto por este sobreconsumo, por ejemplo en las cajetillas de
cigarrillos más comerciales, no disminuye la demanda ni consumo de los productos, ya
que estas necesidad psicológicas se han amalgamado y posicionado tanto en la mente del
consumidor que no puede cambiar esta actitud de adicción conscientemente.
Vemos años de años las inversiones de EE UU mediante la DEA a los países productores
de drogas como Colombia, Perú, y Bolivia, curiosamente la mayor cantidad de
consumidores de este producto químicamente elaborado no está en estos países sino en
los europeos y en los EE UU.
Según CEDRO, 2014 (centro de información y educación para la prevención del abuso de
drogas)el número de incidencia en el consumo de drogas va en aumento como muestra la
siguiente tabla:
Además hoy en día la tendencia de los chicos y chicas es no frecuentar tanto a los chíos
que fuman o consumen drogas
11:00AM.