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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


LICENCIATURA EN TRABAJO SOCIAL CON ENFASIS EN GERENCIA DEL DESARROLLLO

“TERMINOS BASICOS”

ACTIVIDADES

KARLA MELISSA PAIZ FRANCO

CARNE: 2147317

LIC. ROBERTO DE PAZ PAREDES

DOCENTE DE ANALISIS POLITICO

ZACAPA, JULIO DE 2020.

CAMPUS SAN LUIS GONZAGA, S.J. DE ZACAPA.


Autoridad:
La autoridad, según se desprende de sus definiciones teóricas, describe además el
prestigio que ha cosechado, a través de los años, un individuo u organización a raíz de
su calidad, su preparación o a la importancia alcanzada en un determinado plano:
“El Dr. Segovia es una autoridad en el campo de la cardiología”, “Una autoridad
en estas cuestiones, como lo es la Fundación de Investigación Aplicada, ha ratificado
la denuncia de los vecinos”.
En concreto, podemos establecer que existen dos tipos de autoridad claramente
delimitados. Así, por un lado, nos encontramos con lo que es la autoridad jurídica
que es aquella que se determina y se impone por obligación. A su vez se compone de
dos clases: la formal, que es aquella que ejerce un jefe sobre sus
correspondientes subordinados, y la operativa. Esta es la que se caracteriza porque no
se ejerce sobre personas sino que se define como la potestad que tiene alguien para
decidir el realizar una serie de acciones concretas.
Estado de Bienestar:
El estado del bienestar, también llamado estado benefactor, estado providencia o
sociedad del bienestar es un concepto político-económico con el que se designa a un
modelo de estado y de organización social en el que el Estado cubre los
derechos sociales de todos los ciudadanos del país.

El estado del bienestar consiste en un conjunto de acciones llevadas a cabo por


parte del gobierno para conseguir una mayor redistribución de los recursos y
mejorar el bienestar general de la población. Se produce, por tanto, una intervención
del estado en la economía y la sociedad para combatir la desigualdad en estos
ámbitos y repartir los beneficios de forma más equitativa entre la población.

Para ello, el Estado debe asumir la responsabilidad de la prestación de servicios


tales como la educación o la sanidad y ofrecerlos de forma no discriminatoria y sin
costes para los ciudadanos. La cultura, las prestaciones por jubilación, desempleo,
orfandad o invalidez o los servicios sociales son otros de los pilares de los estados
del bienestar.
Estado de Derecho:

El Estado de Derecho es un modelo de orden para un país por el cual todos los
miembros de una sociedad (incluidos aquellos en el gobierno) se consideran
igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados públicamente; es una
condición política que no hace referencia a ninguna ley en concreto. El estado de
derecho implica que cada persona está sujeta a la ley, incluidas las personas que
son legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y jueces. Cualquier medida o
acción debe estar sujeta a una norma jurídica escrita y las autoridades del Estado
están limitadas estrictamente por un marco jurídico preestablecido que aceptan y al
que se someten en sus formas y contenidos. Por lo tanto, toda decisión de sus
órganos de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y
guiados por absoluto respeto a los derechos.

Lo anterior contrasta con lo que sucede ocasionalmente en muchas dictaduras


personales, donde el deseo del dictador es la de una gran medida de acciones sin
que medie una norma jurídica. En un Estado de derecho las leyes organizan y fijan
límites de derechos en que toda acción está sujeta a una norma jurídica previamente
aprobada y de conocimiento público (en ese sentido no debe confundirse un Estado
de derecho con un Estado democrático, aunque ambas condiciones suelan darse
simultáneamente). Esta acepción de Estado de derecho es la llamada "acepción
débil" o "formal" del Estado de derecho que se rige por la Constitución.

En un Estado de derecho, toda acción social y estatal encuentra sustento en la


norma; es así que el poder del Estado queda subordinado al orden jurídico vigente
por cumplir con el procedimiento para su creación y es eficaz cuando se aplica en
la realidad con base en el poder del Estado a través de sus órganos de gobierno,
creando así un ambiente de respeto absoluto del ser humano y del orden público.
Estado Fallido:
Por lo general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político, y
económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene
poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede proveer
servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados
y desplazados, así como una marcada degradación económica. Sin embargo, el
grado de control gubernamental que se necesita, para que un Estado no se
considere como fallido, presenta fuertes variaciones. Más notable aun, el concepto
mismo de Estado fallido es controvertido, sobre todo cuando se emplea mediante
un argumento de autoridad, y puede tener notables repercusiones geopolíticas.23

En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho


ineficaz, teniendo sólo un control nominal sobre su territorio, en el sentido de tener
grupos armados (e incluso desarmados) desafiando directamente la autoridad del
Estado, no poder hacer cumplir sus leyes debido a las altas tasas de criminalidad,
a la corrupción extrema, a un extenso mercado informal, a una burocracia
impenetrable, a la ineficacia judicial y a la interferencia militar en la política.
Gobierno Republicano:
Se llama gobierno al órgano encargado de la administración de un Estado, dirigido
por el presidente junto a los ministros, secretarios, etc. El gobierno se asocia al
poder ejecutivo. Republicano, por su parte, es aquello vinculado a la república: la
organización estatal cuyas autoridades principales son elegidas por los habitantes o
por una cámara legislativa.

Un gobierno republicano, por lo tanto, es una forma de organizar y administrar el


Estado basada en los principios de la república. La igualdad ante la ley, la aplicación
imparcial de justicia y la búsqueda del bien común son algunos de estos preceptos. En
un gobierno republicano, el poder recae en los ciudadanos, quienes lo ejercen a
través de sus representantes (los gobernantes que eligen). Esto quiere decir que las
personas delegan el ejercicio del poder, sin que los gobernantes sean los
“dueños” del Estado. Las cuestiones estatales, de este modo, constituyen un asunto
público y no un asunto privado de las autoridades.

El funcionamiento normal de un Estado organizado como gobierno republicano


requiere que exista una división de poderes: se necesita, por lo tanto, la
coexistencia de un poder ejecutivo, un poder legislativo y un poder judicial que
ejerzan controles recíprocos. Además, resulta imprescindible que las diversas
clases sociales estén representadas en los organismos de gobierno y que todos los
ciudadanos pueden tener una participación política activa.
La ciencia política y su relación con la ciencia económica
y ciencias sociales:
Cuando se intenta establecer un punto de semejanza entre dos disciplinas
científicas, o más bien, cuando se busca determinar el punto en que éstas
interactúan, es necesario estudiar el origen, objeto, sujeto y método de cada cual.
Asimismo, en un ámbito Economía en el que las ciencias se demandan cada vez
más entre sí, con el nacimiento del paradigma "interdisciplinario", es común
observar la convergencia de distintos enfoques científicos, técnicos o
metodológicos, ante la existencia de fenómenos complejos y problemas irresolutos,
cuyo estudio amerita de diversas y diferentes disciplinas, con lo cual, en cierto modo
se justifica el relacionar (en este caso) la Ciencia Política con la Ciencia Económica.
En este sentido, se parte del supuesto de que la principal relación consiste en que
ambas son ciencias sociales, puesto que en mayor o menor medida, ambas se
centran en el estudio de la sociedad, es decir, estudian la forma en la que los
hombres se desenvuelven en grupo, su conducta, organización,
composición, función y procesos. La diferencia reside en que, mientras una se
enfoca en el análisis del poder y sus relaciones (Estado, formas de
gobierno, instituciones, etc.), la otra lo hace en el análisis de los recursos y sus
utilidades (producción, intercambio, consumo, etc.). Por lo que, ontológicamente
hablando, se puede convenir en que la Ciencia Política y la están vinculadas, o lo
que es lo mismo, persiguen una realidad similar, que es precisamente la realidad
social. De hecho, ambas comparten un mismo pasado histórico, ya que si bien las
actividades económicas y políticas existieron desde los inicios de la civilización
humana, no fue sino hasta el siglo XIX cuando lograron instituirse como
ciencias, producto del ascenso definitivo de la burguesía al poder en Europa, lo cual
trajo una ola de librepensamiento que resultaría en las primeras escuelas
de Economía y Ciencia Política en las principales universidades del viejo continente.
Legitimidad:
se utiliza en la teoría del Derecho, en la ciencia política y en la filosofía para definir
la cualidad de ser conforme a un mandato legal.
En ciencia política, es el concepto con el que se enjuicia la capacidad de
un poder para obtener obediencia sin necesidad de recurrir a la coacción que
supone la amenaza de la fuerza, de tal forma que un Estado es legítimo si existe
un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar la autoridad
vigente. En este sentido el término tiene sus orígenes en el derecho
privado sucesorio y aparece vinculado a la política en relación con la restauración
monárquica tras la Revolución francesa. Esta apelación inicial a criterios
tradicionales como juego ética del ejercicio personal del poder es aceptada por Max
Weber como uno de los tres tipos de legitimidad junto con la legitimación carismática
(los subordinados aceptan el poder basándose en la santidad, heroísmo o
ejemplaridad de quien lo ejerce) y la legitimación racional (los subordinados aceptan
el poder de acuerdo con motivaciones objetivas e impersonales); convirtiéndola
prácticamente en sinónimo de legalidad.
Participación política:
La participación política es el conjunto de acciones llevadas a cabo por los
ciudadanos que no están necesariamente involucrados en la política de forma
directa, y cuya acción pretende influir en el proceso político y en el resultado del
mismo. En otras palabras, la participación política describe, directas o indirectas que
realizan los ciudadanos para influir en las decisiones o en la elección de los
gobernantes y se puede llevar a cabo de forma convencional, por ejemplo, la
participación electoral y el activismo partidario o de forma no convencional como las
actividades de protesta y el contacto con las autoridades. Para comprender la idea
de participación política, primero se ha de plantear el concepto de política, que para
este caso, se podría describir como el mecanismo social de resolución de conflictos
entre colectivos con intereses diferentes, donde un mayor grado de complejidad
social acarrearía un número mayor de intereses distintos. Partiendo de esta
explicación, el político sería el individuo encargado de llevar a cabo acuerdos entre
intereses confrontados con el fin de encontrar una solución común a todos ellos, o
en su defecto, buscar una forma de que estos no perjudiquen al orden y al sistema
político.
El político, por tanto, es aquel que resuelve los conflictos mediante el manejo de
voluntades para lograr o alcanzar un bien común para todos. Dentro de este
contexto, la participación política y la participación ciudadana se encuentran
relacionadas. Vinculado a la participación ciudadana está el compromiso que
consiste en trabajar para promover la calidad de vida de la comunidad mediante
procesos políticos y no políticos e involucra el desarrollo de conocimientos como los
derechos y obligaciones de los ciudadanos, habilidades para comunicar y difundir
opiniones, valores como la responsabilidad y compromiso y en conjunto con la
motivación hacer esta diferencia.
Partidos políticos y sistema electoral:
Un sistema electoral es un conjunto de reglas que determinan cómo se llevan a
cabo las elecciones y los referendos y cómo se determinan sus resultados. Los
sistemas electorales políticos están organizados por los gobiernos, mientras que las
elecciones no políticas pueden tener lugar en empresas, organizaciones sin fines de
lucro y organizaciones informales.
Los sistemas electorales consisten en conjuntos de reglas que rigen todos los
aspectos del proceso de votación: cuando se realizan las elecciones, a quién se le
permite votar, quién puede presentarse como candidato, cómo se marcan y emiten
las papeletas de votación, cómo se cuentan las papeletas de votación (método
electoral), límites en el gasto de campaña, y otros factores que pueden afectar el
resultado. Los sistemas electorales políticos están definidos por las constituciones
y las leyes electorales, por lo general son conducidas por comisiones electorales y
pueden usar múltiples tipos de elecciones para diferentes cargos.
Algunos sistemas electorales eligen a un único ganador para un puesto único, como
representante de distrito en una asamblea nacional, primer ministro, presidente o
gobernador, mientras que otros eligen múltiples ganadores, como miembros del
parlamento o juntas directivas. Hay una gran cantidad de variaciones en los
sistemas electorales, pero los sistemas más comunes son el escrutinio mayoritario
uninominal, el sistema de segunda vuelta electoral, el escrutinio proporcional
plurinominal y la votación preferencial. Algunos sistemas electorales, como los
sistemas mixtos, intentan combinar los beneficios de los sistemas no proporcionales
y proporcionales.
Poder político:
La República de Guatemala es un Estado soberano e independiente de Centro
América, y forma parte de la Organización de las Naciones Unidas y de
la Organización de los Estados Americanos. Guatemala política y jurídicamente se
rige por la Constitución Política de la República de Guatemala, la cual es la ley
suprema del Estado. El sistema de gobierno de Guatemala
es republicano, democrático y representativo, según lo establecido en el artículo
140 de la Constitución.

El poder político es la lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas
que ocupan un cargo representativo dentro del gobierno. Generalmente, este
influye en el comportamiento, ya sea en pensamiento o en el actuar de
una sociedad.
Es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país (constitución). En
países democráticos tiene como sustento la legitimidad otorgada por
el pueblo mediante el voto popular (elecciones), pero se le suele considerar abusivo
cuando se excede en el ejercicio de sus funciones, en materias que están dentro
del ámbito de los otros poderes (intromisión de poderes). El poder político es
ilegítimo cuando utiliza mecanismos no autorizados por las leyes y se adueña del
poder gubernamental (ejecutivo-legislativo) sin tener la legitimidad del pueblo,
otorgada por el voto popular.
Es tiránico cuando se obtiene por medio de la fuerza o de manera autoritaria de
modo que es un gobierno ilegítimo
Representatividad:
En sociología y política, la representación es el acto de un mandatario legislador el
cual ejerce el mandato de personificar, actuar en lugar de, en nombre de, o cuidar
y exponer intereses, necesidades y quejas de sus mandantes representados ante un
Cuerpo legislativo que trata de reproducir a la civil, además de cumplir las
promesas de su programa político por el cual ha sido elegido por sus electores, todo
esto bajo un sistema que garantice estos resultados.
El representado puede controlar que el representante cumpla con su mandato; caso
contrario exclusivamente, por medio de mecanismos electorales institucionalizados
podrá castigar a su representante mediante una revocatoria del mandato o en las
próximas elecciones.
Así, el concepto de representación política describe cómo el poder político es
alienado de un gran grupo y conferido a manos de un subconjunto más pequeño de
tal grupo por cierto período. La representación usualmente se refiere a
la Democracia representativa y al parlamentarismo, donde los mandatarios electos
(denominados representantes, parlamentarios o diputados) hablan en nombre de
sus electores en la legislatura. En general, solo a los ciudadanos se les concede la
representación en la Legislatura en forma de derechos de voto; sin embargo,
algunos regímenes representativos han ampliado aún más este derecho.
La representación política consiste en hacer presentes las voces, opiniones y
perspectivas de los ciudadanos en el proceso de elaboración de políticas públicas.
La representación política ocurre cuando los actores políticos hablan, abogan y
actúan en nombre de otros en la arena política. El concepto de representación
política posee dimensiones múltiples debido a que puede involucrar concepciones
diferentes y conflictivas sobre cómo los representantes políticos deben representar
a sus electores.
Sistema y regímenes políticos:
Un sistema político es la plasmación organizativa de un conjunto de interacciones
que son estables a través de las cuales se ejerce la política en un contexto limitado
por la población. Este sistema está formado
por agentes, instituciones, organizaciones, comportamientos, creencias, normas,
actitudes, ideales, valores y sus respectivas interacciones, que mantienen o
modifican el orden del que resulta una determinada distribución de utilidades,
conllevando a distintos procesos de decisión de los factores, que modifican la
utilización del poder por parte de lo político a fin de obtener el objetivo deseado.
Trata de satisfacer las necesidades de una población.
es un régimen de separación de poderes: presidencialista, mezclado con 145 el
parlamentarismo. El régimen político es el resultado de la organizaci6n de las
fuerzas políticas contrapuestas, coexistiendo en el Estado. Estas fuerzas generan
cierto equilibrio político, necesario para gobernar y administrar. La doctrina jurídica,
estudia dos regímenes políticos opuestos: El régimen de concentración del poder,
que recae en una persona o grupo de personas, y establece: La dictadura del
Ejecutivo; La dictadura del Parlamento 0 del Legislativo; y La dictadura de los
jueces; y El régimen de separación del poder, que "separa" las principales funciones
públicas, y establece: a. El sistema presidencialista; b. El sistema parlamentarista
y El sistema presidencialista-parlamentario, o el sistema parlamentarista-
presidencial. Esta última modalidad, caracterizada por tomar los principales
elementos del sistema opuesto, no pierde la raíz del sistema: o presidencialista o
parlamentarista.

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