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Los
pilotos japoneses usan una radio local, ubicada en Honolulu, como guía hacia su
objetivo. Es esa estación la que les informa de que las nubes no serán un
obstáculo durante el ataque: “Está nublado en las montañas, pero la visibilidad es
buena”. El reporte se emitió a las 7:40 de la mañana. Poco antes, el mensaje del
buscaminas Condor ya había llegado a su buque de referencia, el Ward: habían
atacado a un submarino que estaba en aguas defensivas de Hawái. El Estado
Mayor de la Flota del Pacífico decidió no hacer nada y esperar a la confirmación
del ataque. Lo consideraban uno más de los falsos reportes de
ataques submarinos que se habían recibido en esas fechas.
La base de Pearl Harbor un año antes del ataque . Se puede apreciar el portaaviones
Yorktown entre otros muchos buques de guerra (Handout / Reuters)AMPLIAR
Pero el auténtico drama se vivía en Washington: a las 7:33, hora de Hawái, los
servicios de inteligencia lograron desencriptar un mensaje japonés que indicaba a
sus negociadores –el desencuentro por la Nota Hull no había acabado con la
diplomacia- que abandonasen las conversaciones. Transmitido de inmediato al
Presidente Roosevelt y al general George Marshall, Jefe del Estado Mayor, se
decidió advertir a Pearl Harbor de la situación. El mensaje, no obstante, no
llegaría a Pearl Harbor hasta las 11:45, cuando en la base solo queda espacio para
la tragedia.
La primera oleada del ataque japonés distribuyó sus fuerzas en tres grupos. El
primero, formado por 89 bombarderos Najakima B5N –tipo Kate- tenía como
objetivo diez navíos estadounidenses: USS Maryland, USS Tennessee, el USS
West Virginia, el USS Arizona, USS California, USS Nevada, USS Oklahoma,
USS Utah, USS Raleigh y USS Helena. Se les unió el USS Vestal, un barco de
reparaciones adosado en ese momento al USS Arizona. Un segundo grupo,
formado por 51 bombarderos Aichi D3A –tipo Vals-, atacaría los aeródromos de
Hickam y Wheeler. El resto -43 cazas Mitshubishi A6M2, tipo Zero-
contribuirían a la destrucción de los aeródromos pero tenían como objetivos
primarios puestos de control y comunicaciones: la estación de Ewa, el control
aéreo de Belows, el control aéreo de Ford Island y su aeródromo adjunto y los
hangares de Kaneohe y Barbers Point.
Sólo 15 minutos después del inicio del ataque, Japón se cobra su primera gran
pieza: el USS Arizona, un acorazado de 185 metros de eslora y más de 30.000
toneladas de carga. Uno de los Kate que tiene asignado el buque como objetivo
logra lanzar una bomba que cruza las distintas cubiertas del barco hasta impactar
contra el polvorín, que almacena 450.000 kilos de pólvora. La explosión, brutal,
partirá el barco en dos y matará a 1.177 personas: casi la mitad de las víctimas
mortales del ataque. Las tareas de contención del incendio causado por la
explosión no concluirán hasta el 9 de diciembre.
La segunda oleada