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FISIOLOGIA HEPATICA
INTEGRANTES:
- Gordillo Castro Johan
- Fernandez Rodrigues Fernando
- Muños CHumpen Francis
- Marchena Tirado Martin
- Vallejos Gomez Zetti
PROFESOR:
- Dr. Daniel Manay Guadalupe
La cirrosis es una enfermedad crónica, difusa e irreversible del hígado, caracterizada por la
presencia de necrosis, fibrosis y nódulos de regeneración que conducen a una alteración de la
arquitectura vascular y de la función del hígado representando el estadio final común de
muchas enfermedades hepáticas; ya que independientemente de la naturaleza inicial del daño
hepático, los mecanismos celulares que conducen a la fibrosis y cirrosis hepática son comunes.
La célula estrellada o perisinusoidal ha sido la implicada en el inicio y mantenimiento de los
cambios fibrocitos que llevan en último término a la cirrosis.
Las causas que pueden desencadenar un estado de cirrosis hepática son múltiples. Sin
embargo, es de destacar que el origen de la mayoría de ellas se encuentra en el alcohol y en
las hepatitis virales.
En este presente informe nos enfocaremos en el análisis de un caso clínico de un paciente con
cirrosis hepática por alcoholismo.
CUESTIONARIO
Metabolismo de grasas
- Oxidación de los ácidos grasos para proveer energía destinada a otras funciones
corporales
- Síntesis de grandes cantidades de colesterol, fosfolípidos y casi todas las lipoproteínas
- Síntesis de grasa a partir de las proteínas
Metabolismo de proteínas
- Desanimación de aminoácidos
- Formación de urea para eliminar el amoniaco de los líquidos corporales
- Formación de proteínas del plasma
- Interconversiòn de distintos aminoácidos y síntesis de otros compuestos a partir de los
aminoácidos.
Formación de la bilis
LA VIA EXOGENA
Esta vía va a provenir de la dieta, en donde los quilomicrones van a transportar tanto el
colesterol como los triglicéridos y fosfolípidos llevándolos a todos los tejidos atraves del
sistema linfático. Depositándolos principalmente en el tejido adiposo y en el musculo; aquí la
enzima proteína lipasa va a degradar los quilomicrones, hidrolizando sus triacilglicéridos a
acidos grasos y glicerol facilitando asi el paso de los acidos grasos a estos tejidos para su
utilización como fuente de energía y almacenamiento. Luego los quilomicrones remanentes se
van al hígado y son captados mediante receptores apoE por el hígado.
VIA ENDOGENA
En esta via el colesterol va a surgir a partir de acetyl CoA, la cual va a seguir las siguientes
procesos:
Hepatocito
El hepatocito es la célula exocrina y endocrina funcional del lobulillo hepático. Los hepatocitos
forman unas láminas de una sola célula de espesor anastomosadas, que limitan los espacios
sinusoidales. El espacio perisinusoidal de Disse separa los hepatocitos del espacio sinusoidal
adyacente que contiene sangre.
Retículo endoplásmico liso: muy desarrollado, asociado a la síntesis de glucógeno y lípidos, así
como a los mecanismos de desintoxicación. Las enzimas insertadas en la membrana del
retículo endoplásmico liso participan en las siguientes funciones:
Lisosomas:
Degradan las glucoproteínas plasmáticas envejecidas internalizadas en el dominio
basolateral a través de un receptor de la membrana hepática de tipo lectina (el
receptor asialoglucoproteína), que tiene afinidad de unión por la galactosa terminal
tras la eliminación del ácido siálico.
Almacenan hierro, que puede aparecer como ferritina soluble y como hemosiderina
insoluble, el producto de degradación de la ferritina.
Peroxisomas:
Lobulillo hepático
La unidad estructural y funcional del hígado es el lobulillo hepático, que está constituido por
láminas de hepatocitos anastomosadas que limitan unos espacios sinusoidales que contienen
sangre. Una vénula central (o vena) situada en el centro del lobulillo hepático recoge la sangre
sinusoidal, que contiene una mezcla de la sangre aportada por ramas de la vena porta y la
arteria hepática.
La bilis producida por los hepatocitos es secretada dentro de unos espacios intercelulares
estrechos, los canalículos biliares, que se localizan entre las superficies enfrentadas de los
hepatocitos adyacentes. La bilis fluye en dirección contraria a la sangre, pasando de los
canalículos biliares a los conductillos biliares periportales (colangíolos o conductos de Hering) y
posteriormente a los conductos (o conductillos) biliares del espacio porta tras atravesar las
láminas hepáticas en la periferia del lobulillo hepático. Los conductillos biliares convergen en
los conductos biliares intrahepáticos.
4. Efectos del alcohol en los cambios en la estructura hepática.
La ingesta crónica de alcohol produce: Hígado graso (esteatosis hepática, inducida por
alcohol): es acumulación de grasa en el citoplasma de los hepatocitos, es un proceso reversible
si se interrumpe el consumo de bebidas alcohólicas. Pero si en presencia de esteatosis, se
sigue de manera continuada con el consumo excesivo de alcohol, se aumentará notablemente
el riesgo de desarrollar: esteatohepatitis alcohólica (el hígado graso está asociado a una
reacción inflamatoria), cirrosis (proliferación de colágeno o fibrosis) y hepatocarcinoma
(transformación maligna de los hepatocitos).
CIRROSIS
Se presenta un Hígado:
- Retraído y Fibroso
- Superficie nodular (Macro o micronodulos)
Entre las manifestaciones que es posible encontrar se encuentran algunos signos cutáneos.
Ninguno es patognomónico, pero pueden resultar útiles para la sospecha diagnóstica; entre
estos "Estigmas de hepatopatía" cabe destacar las arañas vasculares o spiders, distribuidas en
el territorio de la vena cava superior, En ocasiones, está presente también un enrojecimiento
de las eminencias tenar e hipotenar que se conoce como eritema palmar. En la cirrosis de
origen alcohólico, puede aparecer hipertrofia parotídea y contractura de Dupuytren.
ICTERICIA
Coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina
en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos.
La ictericia hace que la piel y las partes blancas de los ojos se pongan amarillas. El exceso de
bilirrubina causa la ictericia. La bilirrubina es una sustancia química color amarillo que contiene
la hemoglobina, sustancia que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. A medida que los
glóbulos rojos se degradan, el cuerpo desarrolla nuevas células para sustituirlos. Las células
degradadas se procesan en el hígado. Si el hígado no puede manejar las células sanguíneas a
medida que se degradan, se acumula bilirrubina en el organismo y la piel puede verse amarilla.
Muchos bebés sanos tienen un poco de ictericia en la primera semana de vida. Por lo general,
desaparece espontáneamente. Sin embargo, la ictericia puede ocurrir a cualquier edad y ser
un signo de que existe un problema. La ictericia puede presentarse por varios motivos, tales
como:
Enfermedades de la sangre
Síndromes genéticos
Enfermedades hepáticas, tales como la hepatitis o la cirrosis
Obstrucción de los conductos biliares
Infecciones
Medicamentos
ASTENIA
Debilidad o fatiga general que dificulta o impide a una persona realizar tareas que en
condiciones normales hace fácilmente.
Hay que diferenciar la astenia de la fatiga “normal “, en la primera los síntomas no mejoran o
lo hacen muy poco con el descanso.
Síntomas
NEVUS
Un nevus o nevo (del latín naevus, lunar) es una proliferación de distintos tipos de células en la
piel. Así, puede haber nevus sebáceos, apocrinos (de las glándulas apócrinas de la piel),
etcétera. Los más característicos son los nevus melanocíticos, que son proliferaciones de
células pigmentadas llamadas "células névicas".
GINECOIDE
ASTERIXIS
ARAÑA VASCULAR
Las arañas vasculares o telangectasias son como varices, pero más pequeñas. También están
más cerca de la superficie de la piel que las venas varicosas. A menudo, son de color rojo o
azul. Pueden parecerse a ramas de árboles o telas de araña con líneas cortas y dentadas. Se
pueden encontrar en piernas, zonas faciales como en nariz, pómulos y en otras partes de la
cara. Pueden cubrir bien tanto una zona muy pequeña como muy grande de la piel. En general,
no dan síntomas, su problema es más estético pero pueden en forma muy ocasional presentar
ardor o calor en la zona donde se encuentran.
Las venas varicosas pueden ser causadas por válvulas débiles o dañadas en las venas. Las venas
tienen válvulas que actúan como válvulas unidireccionales para evitar que la sangre fluya hacia
atrás a medida que avanza por las piernas. Si las válvulas se debilitan, la sangre se filtra de
nuevo en las venas y se queda allí. Este problema se llama insuficiencia venosa. Cuando el
cúmulo de sangre crece hace que las venas sean más grandes y se conviertan en varices.
Las arañas vasculares puede ser causa de dicha acumulación de sangre. También puede ser
causa de cambios hormonales, la exposición al sol y las lesiones.
CIRCULACION COLATERAL
Circulación sanguínea que se lleva a cabo a través de los vasos secundarios cuando el tronco
principal se halla obstruido. Por ejemplo existe ya normalmente una circulación colateral entre
la arteria radial y cubital, por intermedio de los arcos palmares. Si la arteria radial está
obstruida, llegará sangre a la palma de la mano por la cubital; al principio, por lo tanto llegará
sangre aproximadamente la mitad que antes. Pero casi inmediatamente la sangre fluirá por la
cubital con mayor rapidez de lo normal, por lo cual llegará a la mano una mayor cantidad de la
misma.
Es una lesión inflamatoria en la comisura labial, que puede ser unilateral o bilateral. En casos
graves, las fisuras pueden sangrar cuando se abre la boca, y formar úlceras poco profundas o
una costra.
ASCITIS
La ascitis resulta de la presión alta en los vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal) y
niveles bajos de una proteína llamada albúmina.
Las enfermedades que pueden causar daño hepático grave pueden llevar a que se presente
ascitis. Esto incluye infección prolongada con hepatitis C o B y el consumo excesivo de alcohol
durante muchos años.
Las personas con ciertos cánceres en el abdomen pueden contraer ascitis. Estos incluyen
cáncer del apéndice, de colon, de ovario, del útero, del páncreas y del hígado.
Pancreatitis
- Guyton A, Hall J. Tratado de la fisiología médica. 12ª ed. España: Elsevier; 2011.