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I – INTRODUCCIÓN.
Se nos ha invitado a desarrollar el conflicto entre las normas imperativas de la
legítima hereditaria y la constitución de sociedades comerciales por el causante, o sea si son
reprochables las sociedades constituidas por el causante, con o sin su esposa, incluso con
herederos, en diversos supuestos.
El reconocimiento de la personalidad no puede autorizar el uso desviado de las sociedades,
como recurso técnico personificante, como las “constituidas con objetos tales como
quebrantar el régimen de la sociedad conyugal, eludir responsabilidades fiscales, violentar
el régimen de la legítima hereditaria, etcétera” –como enumera el fallo correspondiente a la
CNCivil Sala B del 6 de marzo de 2001 in re “MORENO, .Alberto c/ COMETAL S.P.A. s/
cobro de sumas de dinero s/ Tercería de dominio por GEMMO ARGENTINA S.A.”2,
permitiendo no sólo responsabilizar a quienes hacen un uso desviado del recurso técnico,
sino también imputarle al sujeto que se ampara en la nueva sociedad que controla, los actos
o débitos que intenta eludir.
1
Agradeceremos comentarios a richardjuris@arnet.com.ar. Pueden verse otros trabajos en la página electrónica de la
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2
RICHARD, Efraín Hugo Personalidad jurídica. Inoponibilidad pág. 283 libro colectivo “Responsabilidad y abuso de la
actuación societaria” coordinado por Nissen-Pardini-Vitolo, Ed. Ad Hoc, Buenos Aires noviembre 2002, y el fallo
glosado a ese trabajo a pág. 346.
3
Fallos "Astesiano" Cv.N. com. Sala A. 27.2.78 LL 1978 B 195 y "Morrogh" Cam.Apel. C.C. Concepción del Uruguay,
9.2.79, LL 1979 D 236. C.N.Civil Sala c. en falle del 13 de octubre de 1987 en el caso Casaña, Ofelia s/ suc.testamentaria
(ED diario del 28.5.88) "Corresponde reputar ineficaz la forma societaria que se constituya para satisfacer fines o intereses
que excedan el que la disciplina normativa reconoce como legítima... Corresponde dar valor a lo real sobre el velo de la
personalidad jurídica, si las circunstancias del caso constituyen vehementes presunciones que permiten concluir que la
casaquinta que legara la causante era de su propiedad y no de la sociedad anónima a la que fué simuladamente aportada".
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Los padres no pueden constituir sociedad con sus hijos menores conforme el art.
279 C.C., principio que cede ante el fallecimiento de alguno de ellos y su decisión
testamentaria o el requerimiento del cónyuge supérstite (arts. 28 LS y 51 y 53 ley 14394. A
su vez son aceptables las sociedades comerciales entre padre y/o madre y un hijo menor
mayor de edad, lo que supone una emancipación especial (art. art. 12 del Código de
Comercio, según ley 23.264). Conforme a ello el precepto general esta totalmente limitado
en su prohibición.
4
CHIAVASSA, Eduardo N. y AGUIRRE, Hugo A. Herederos menores, indivisión forzosa y sociedad comercial pág. 63
y ss. en libro colectivo “La actuación societaria” bajo la Dirección de Daniel R. Vitolo y nosotros, Ed. Ad Hoc Buenos
Aires 2005, publicación para las XII Jornadas Nacionales de Institutos de Derecho Comercial, San Rafael, septiembre
2005.
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supérstite, y consideramos que no podrá discutirse su validez aún cuando los herederos
entiendan que se les ha coartado su derecho a la disponibilidad de su legítima hereditaria.
Lo que se genera es una conversión de un derecho sobre ciertos bienes de la
herencia –vinculados por una funcionalidad económica conforme a la actividad que desde
la organización de esos bienes se desplegaba-, en un derecho sobre una participación en la
sociedad que explota esa organización y bienes.
Fijado ese criterio, la cuestión redunda en si en vida el padre o la madre pueden
constituir sociedad con sus hijos, y la validez de la misma a su muerte.
Pero aún no habiendo herederos menores, si hay explotación se impone la
constitución de una sociedad formal ante el requerimiento de cualquiera de los “socios” de
la explotación, que de no ajustarse a un tipo formal implicaría la explotación a través de
una sociedad de hecho. El régimen de regularización –art. 22 y ss LS- permitiría imponer
ya no la disolución, ni la resolución parcial –salvo existencia de todos mayores y acuerdo-,
sino la formulación de un contrato social para continuar la explotación, con limitación de
responsabilidad por parte de los socios si así lo quisieran, y con intervención del juez de la
sucesión para solucionar cualquier diferencia.
Sosteníamos que si en el caso de herederos mayores existía o no obligatoriedad en
la constitución de sociedad, o si puede subsistir el régimen de indivisión sin necesidad de
que se constituya una sociedad comercial, inclinándonos por la respuesta negativa5,
opinando que ello se aplica únicamente en caso de sociedades mercantiles.
Claro que el tema obliga hoy a algunas aclaraciones. Si la indivisión forzosa de
“establecimientos comerciales, industriales, agrícolas, ganaderos, mineros o cualquier otro
que constituya una unidad económica” supone una explotación por parte del causante y/o
de los herederos, estamos frente a la necesidad de constituir una sociedad a pedido de
cualquiera de los herederos y no sólo de los menores.
No sería obligatoria en cambio, cuando la indivisión de un bien inmueble, rural o
urbano, no suponga su explotación sino meramente el arrendamiento o locación.
Se trata de imponer la sociedad cuando la forma de explotación excluye al
condominio, y se ingresa en una relación de sociedad de hecho, que en tal caso y por
aplicación del art. 22 LS en combinación con la indivisión, impone la constitución de una
sociedad ante el mero requerimiento de uno de los copropietarios.
Si hay explotación y hay menores, se impone la constitución formal de sociedad,
que importa que los mismos tengan responsabilidad limitada, lo que acota los tipos
disponibles.
Pero la idea de empresa proyectémosla para el futuro. Si las partes exigieran que la
sociedad no lo fuera más allá del plazo legal referido, no es menos que la sociedad como tal
debería –ante la existencia de esa causal de disolución- ingresar en su liquidación a la
finalización del plazo.
Pero ello de ninguna forma implicaría la adjudicación de una parte del inmueble –en
su caso- que integraba la explotación, salvo que una vez satisfechas todas las deudas
sociales ese procedimiento fuera posible por una división de condominio. Caso contrario
corresponderá la venta en block y la adjudicación de la cuota de liquidación conforme la
participación de cada socio.
5
RICHARD, ESCUTI, ROMERO Manual de Derecho Societario, Ed. Astrea, pág. 92.
3
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2. Aspectos de la “empresa”.
La base de la indivisión es la existencia de empresa uniendo o accionando los
bienes. La empresa configura un concepto volátil, particularmente en sus aspectos jurídicos,
pues representa más una concepción social o económica, una idea de organización. No
obstante, como realidad social y económica exige respuestas del derecho como "orden del
orden social".
La diferenciación con la sociedad es neta, pues la segunda es siempre sujeto de
derecho, pudiendo existir sociedad sin empresa en el caso de la sociedad holding autorizada
6
No disponibles por la autonomía de la voluntad con la amplitud que para las relaciones de cambio. Cfme. comunicación
a las 4as. JORNADAS DE INSTITUTOS DE DERECHO COMERCIAL, CORRIENTES, 5/7 de septiembre de 1996,
intitulada: DERECHO DE LA ORGANIZACION Y ESTABLECIMIENTO EMPRESARIAL (PROPUESTA PARA UN
TRABAJO COLECTIVO).
7
RICHARD, Efraín Hugo Actividad ilícita y actividad prohibida de sociedades: La empresa de seguros en “Derecho y
Empresa” Revista de la Universidad Austral, Facultad de Ciencias Empresariales, Año 1997 n£meros 7 y 8, Rosario
marzo de 1998, p g. 175. Número en homenaje del Prof. Dr. Juan Carlos Félix Morandi.
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Son acordes con esta orientación las normas sobre la llamada conservación de la
empresa introducidas a través del art. 100 de la ley de sociedades y en diversas formas en
las sucesivas leyes concursales, hoy inclusive a través de lo dispuesto en el art. 48 de la ley
24.522 que permite que terceros propongan acuerdos concursales y, de ser aprobados,
puedan obtener la transferencia coactiva de las participaciones de los socios para asegurar
la conducción de la sociedad bajo la que se organizó la "empresa".
Se concibe así a las figuras societarias como un recurso técnico de la ciencia
jurídica, que posibilita que una declaración negocial de una o de una pluralidad de
personas, genere una estructura con fines instrumentales, para lograr una organización
funcional que permita generar derechos y contraer obligaciones imputables a su fondo de
afectación, para que de esta forma alcance los fines sociales perseguidos por el
ordenamientos jurídico, y a través de los mismos alcancen sus fines individuales los
generadores del nuevo centro de imputación.
En resumen, la empresa es una unidad económica y social, a diferencia del
establecimiento, que es más una unidad técnica12 y material. Se registran tantas nociones
como autores se han ocupado del tema13. Nos inclinamos por una noción funcional y
organizativa: la actividad14, y es importante determinar que un acto lícito individualmente
puede considerarse en su repetición, como actividad ilícita: p.ej. la actividad de
intermediación financiera no autorizada15.
Guyenot en el año 1971 señalaba que el camino de un reconocimiento jurídico de la
empresa era la técnica societaria, en la cual normalmente se absorbía. Noción que ya se
registraba en el conocido libro de Ascarelli "Iniciación al Derecho Mercantil", donde
potencia la técnica de la libertad corporativa o sea constituir sociedades para generar
centros imputativos diferenciados, es decir organizar la empresa como un centro imputativo
diferenciado del patrimonio de sus titulares16.
En definitiva, el ente, como centro de imputación, es el intermediario en la actividad
colectiva de los miembros con los terceros y en las relaciones entre sí. El fenómeno se hace
más complejo en el asociacionismo de segundo grado: las sociedades constituidas
exclusivamente por otras sociedades o personas jurídicas.
La constitución de la sociedad importa un instrumento otorgado a la autonomía de la
voluntad para la multiplicación de centros de imputación.
12
CALDANI, Ciuro Aportes para la jusfilosofía de la empresa, en Derecho y Empresa tomos 1/2 Publicación del
Departamento de Derecho de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, Rosario 1994.
13
MOSSET ITURRASPE, Jorge Contratos de colaboración empresaria en Revista de Derecho Privado y Comunitario"
nº 3 Contratos modernos, Ed. Rubinzal Culzoni, pág. 7 y ss.,
14
RICHARD, Efraín Hugo La conservación de la empresa al recibir el Premio Academia, Anales de la Academia
Nacional de Derecho y Ciencias Sociales. El reconocimiento de la noción "actividad" en el derecho positivo puede verse
en el trabajo citado en nota siguiente y en trabajos anteriores allí citados.
15
RICHARD, Efraín Hugo Banca de hecho. Actividad ilícita Comentario a jurisprudencia “Romeo Anunciada M.E. c/
Peña, Jaime y otras s/ Oredinario”, pág. 29 Revista de las Sociedades y Concursos nº 7 Noviembre Diembre 2000, con
referato, Buenos Aires febrero de 2001.
16
La personificación, en casos como el de la sociedad de hecho, permite -con discutible técnica jurídica- el uso de la
representación y personalidad jurídica.La atribución de la existencia de una sociedad de hecho comercial para vincular a
terceros que no participaron del negocio del que resulta la reclamación, resulta ser un recurso de "desestimación de la
personalidad" del contratante para atribuirlo a otro ente, la sociedad de hecho, actitud de la que resulta de una
"impostación de personalidad" a un supuesto en que no existe ningún elemento de publicidad formal (registración o
escritura), alterando así la posición entre acreedores individuales y la de aquellos que se les califique de acreedores
sociales.
6
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17
Cfme. RICHARD, Efraín Hugo La economía del derecho en LL Actualidad del 18 de abril de 1989 y "Economía y
Derecho" en Anales de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Año Académico 1988 p. 525 y
ss. y La economía del derecho, la realidad y la empresa bancaria en Serie II Obras Número 22 de la Academia Nacional
de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires "DERECHO Y REALIDAD" VIII Reunión Conjunta de las Academias
Nacionales de Derecho, Buenos Aires 1990, p. 205 y ss..
18
MENOTTI DE FRANCESCO Persona Giurídica (Diritto Privato e Pubblico) en Novissimo Digesto Italiano, tomo XII
p. 1035. En similar sentido: PALMERO, Juan Carlos citando a Francesco Ferrara, en La persona jurídica en el proyecto
de Unificación de la Legislación Civil y Comercial de la Nación en Anales de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Buenos Aires Segunda Época, Año XXXII, No. 25, p.571, y en Revista del Derecho Comercial y de
las Obligaciones, año 20 p. 836. FARGOSI, Horacio P. en “Derecho y principios societarios" (Curso de Post Grado de
Profundización) publicación de la Universidad Nacional de Córdoba, en su conferencia Personalidad jurídica, p.25 y ss..
19
Como el patrimonio en mano común que generaba el art. 1658 del C.Civil en la Unificación vetada, o el fondo común
operativo en los Contratos de Agrupamiento de Colaboración. Es importante señalar que respecto de esos contratos, en los
que no nace un nuevo sujeto de derecho, se genera una diferente afectación patrimonial respecto de ciertos bienes en
relación a ciertas obligaciones. De esta forma la ley tutela los derechos de los terceros.
20
DE BENITO, José L. La personalidad jurídica de las compañías y sociedades mercantiles, Madrid, p. 56.
21
Cfr. RAY, José Domingo Persona jurídica y realidad económica en Anales de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, tomo XXV p. 65 y ss.: "Por tratarse de un concepto de técnica jurídica, según la expresión
de Kelsen, se llegó mucho antes que él desarrollara su idea, al principio de atribuirse personalidad a ciertos objetos y así,
por ejemplo, en el campo de derecho marítimo en más de una oportunidad se habló de la personalidad del buque, al punto
que al referirse a esta doctrina en el derecho americano, Erastus Benedict decía que, si bien podría calificarse de ficción,
lo sería sólo en la expresión y no en substanc ia porque el busque es una empresa independiente, un patrimonio
individualizado que garantiaría a los acreedores titulares de dechos "in rem".
7
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22
Cfme. SANDOVAL LOPEZ, Ricardo Manual de Derecho Comercial tomo I, Santiago de Chile 1981 p. 243 y ss.,
aunque admitiendo que en el derecho chileno se admite la teoría de la ficción.
23
GARRIGUES, Joaquín Teoría General de las Sociedades mercantiles en Revista del Derecho Mercantil n.131 año l974
y revistas siguientes. OTAEGUI, Julio Acto social constitutivo y persona societaria. Esquema de sus naturaleza en
RDCO año 8 p.365 y ss..DE BENITO La personalidad jurídica de las compañías y sociedades mercantiles cit.,. LE
PERA, Sergio Persona jurídica y técnica legislativa en Rev.La Ley del 18 de noviembre de 1988, Sociedad y persona
jurídica en la misma revista del 21 de febrero de 1989, FARGOSI, Horacio Sobre la personalidad jurídica de las
sociedades en la misma revista del mes de diciembre; nuestro libro Sociedad y contratos asociativos Ed.Zavalia, Buenos
Aires 1987.
24
cfr.TRAVESETE HERNANDEZ, Antonio Ventura El papel del notario en la constitución de las personas jurídicas;
LACRUZ-BERDEJO Elementos de Derecho Civil. Vol. 2o. 1983, pág. 176.
25
DOBSON, Juan M. El abuso de la personalidad jurídica Buenos Aires l985, p.90 y ss.. KELSEN, Hans Teoría Pura
del Derecho,Buenos Aires l960, p.l27 y ss..LE PERA, Sergio Joint venture y sociedad.Acuerdos de coparticipación
empresaria,Buenos Aires l984, particularmente ps.163 y ss.. Parece ya superada la diferencia conceptual entre persona
jurídica, persona moral, personal de existencia ideal o sujeto de derecho. Cuando un ente corporativo tiene capacidad para
adquirir derechos y contraer obligaciones con independencia de los seres individuales que lo integran, tendrá aptitud para
adquirirlos y contraerlos y por tanto capacidad jurídica.
26
El tema se encuentra superado dentro del derecho argentino, particularmente después de la reforma del año l983. Cfr.
RICHARD, Efraín Hugo Patrimonio y capital social pág. l03 y ss. -especialmente a pág.l06- en el libro "Derecho y
principios societarios", publicación de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de
Córdoba, año l982. Cfme. RAY, José Domingo Ray Empresa Jurídica y realidad económica en V Reunión Conjunta de
Academias Nacionales de Derecho, Anales de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba t.XXV p.65 y ss.,a pág.67 en
torno al "buque". cfme. ANAYA, Jaime L. Sociedad en formación y personalidad jurídica comentario al fallo de la Corte
Suprema del 26 de abril de 1988 en Telecor S.A. c/Provincia de Catamarca, en Rev. El Derecho diario del 30 de agosto de
1988, y NISSEN, Ricardo A. Sociedades en formación. Personalidad jurídica. Oponibilidad del contrato y
funcionamiento de sus órganos en Errepar "Doctrina societaria y concursal" actualización del 17.3.89 tomo I p.253. No
obstante que aparecería con una posición negativista de la personalidad de las sociedades en formación, anticipamos que -
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a nuestro entender- la Corte afirma el recurso técnico de la personalidad en beneficio de terceros (Considerando 8 del fallo
indicado).
27
Sobre aspectos históricos de la evolución de la personalidad pueden verse distintas teorías: a) El sistema de la concesión
se diferencia del sistema del octroi por la abstracción de la norma, que decide sobre el nacimiento de la sociedad anónima.
En el sistema del octroi se ordenaba para cada sociedad el límite de su capacidad, sus obligaciones y aquellos aspectos
considerados importantes para sus relaciones privadas. Véase al respecto GROBFLD
Aktiengesellschaft,Unternehmenskonzetration Undkleinaktionär, Tübingen 1968, pág. 115 y ss.; DE BENITO La
personalidad jurídica de las compañías y sociedades mercantiles cit.. b) El sistema de las condiciones normativas
(normativbedingungen). Se caracteriza porque la capacidad de la persona jurídica depende de su registración (KUBLER
Gesellschaftsrecht 2. Auf. Heidelberg 1986, pág. 32). Cuando las condiciones impuestas por la ley están cumplidas y
controladas por el Juez del Registro, la persona jurídica será inscripta y adquirirá personalidad. La inscripción persigue
dos finalidades: publicidad y control. - En el derecho argentino Véase HALPERIN Sociedades Anónimas, Buenos Aires
1975 págs. 123-124; VILLEGAS, Carlos Gilberto Derecho de sociedades comerciales, Buenos Aires 1985, pág. 41.- En
torno a la personalidad de la sociedad en formación: BENSEÑOR, Norberto en "Doctrina societaria y concursal" de
Errepar t.II p. 357.
28
El derecho no será más de libre disponibilidad de cada titular, sino por parte de todos, por lo que las decisiones acerca
del destino de un bien concreto deben adoptarse por unanimidad si no se hubiere pactado otro sistema en el contrato
asociativo. En caso de falta de unanimidad la mayoría debería reclamar al Juez la autorización.
29
Lo que el legislador alemán otorga para la sociedad colectiva (cfr. trabajo citado en nota ante anterior).
30
VINCENT CHULIÁ, Francisco Introducción al Derecho Mercantil 4a. Ed. Barcelona 1991 p.90. Cfme. nuestros
trabajos, citados en Las relaciones de organización y el sistema jurídico del derecho privado, Córdoba 2000, editado por
Academia Nacional de Derecho y Cs. Sociales de Córdoba.
31
Ver RICHARD, Efraín Hugo Sociedad y contratos asociativos cit. p.71 y ss..
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patrimonial entre el o los sujetos que eligen el medio técnico persona, y permite imputar a
un nuevo sujeto las relaciones jurídicas correspondientes a los conceptos unitarios de
propiedad y de obligación, simplificando las relaciones internas y externas.
El efecto de la personalidad jurídica es el de reconocer cierta relación como sujeto
de derecho, o sea titular de derechos y obligaciones, con capacidad de autogestión a través
de representación orgánica o legal. Implica un proceso de síntesis o de simplificación de
relaciones jurídicas.
Esa titularidad impone que cuando en forma negocial se concibe a través de la
adopción de una de las figuras previstas en la ley, se prevea su individualización con
denominación y domicilio, para determinar la ley aplicable y la jurisdicción donde puede
reclamar o ser reclamada en derecho33.
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centramos en cumplir ese objeto y en garantizar a los terceros que se vincularon por tal
actividad, generando un centro de imputación (persona o preferencias). Este es el bien
jurídico que fundamenta la personalidad jurídica. En el caso se despliega no sólo en
beneficio de terceros, sino también de la empresa misma imponiendo la indivisión, y a
favor de los herederos menores al imponer su limitación de responsabilidad, que no afecta a
los terceros que pueden reclamar plenamente a la sociedad.
34
URIA, Rodrigo Derecho Mercantil cit. p.99.
35
Nta. ponencia en el Congreso Iberoamericano de Derecho Societario y de la Empresa sobre el art. 54 LS
¿Inoponibilidad de la personalidad jurídica ? tomo III p. 619, Córdoba, 1992.
36
O sea que no correspondan a una contraprestación (venta, préstamo...), nos referimos concretamente a supuestos donde
se intente substraer un bien al patrimonio social a través de un proceso de desestimación o inoponibilidad.
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1. La institucionalización.
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prudencia con la que los jueces deben actuar en la aplicación del derecho a efectos de evitar
un ejercicio antisocial de los derechos derivados de la personalidad poniendo coto al fraude
que de ello pueda derivarse38. La natural prudencia no implica la aplicación con
interpretación restrictiva del instituto de la inoponibilidad, sino que corresponderá aplicar
los efectos de la norma cuando los hechos y la realidad así lo impongan por tipificarse la
situación de hecho que previó el legislador. Así las cosas, parece invulnerable la
constitución de una sociedad antes del fallecimiento por el titular de los bienes afectados
principalmente a la misma, o sea en defensa de la empresa o establecimiento familiar. Si
hay empresa la sociedad es inatacable. Lo mismo si la constituye el cónyuge del mismo,
antes o después del fallecimiento.
Es que merecen especial consideración las sociedades que explotan una actividad
empresaria. Ello ha sido resguardado frente a la institución de la legítima hereditaria.
Coherentemente podríamos señalar que no tendrían el beneficio de su legalidad las
sociedades inactivas, o de cómodo, fingidas o ficticias.
Dentro de esta línea de pensamiento revisemos alguna de la jurisprudencia que se ha
referido a estas cuestiones.
- La C.Nac. Civil. Sala B. en agosto de 1972, o sea con anterioridad a la vigencia de
la ley 19.550, en fallo publicado en LL t. 151 p. 7, resolvió de la siguiente manera:
EL CASO: La causante, enferma terminal, constituyó una sociedad anónima
suscribiendo algunas acciones con su hermana y su yerno, a la que la causante transfirió el
bien más importante de su patrimonio, un campo, por la mitad de su valor real, suscribiendo
así nuevas acciones. La sociedad lo arrendó por un largo período y bajo valor al yerno. Al
fallecimiento su hija encontró que el haber hereditario era una cantidad de acciones de una
sociedad donde se encontraba el bien alquilado a vil precio. Se demandó a la sociedad y a
los accionistas.
EL FALLO. Se declaró la nulidad por causa de simulación de la transferencia
del campo a favor de la Sociedad, condenando a ésta a su reintegro, condenando a los otros
accionados de manera personal a satisfacer los daños y perjuicios generados a la heredera.
La transferencia real, formalmente lícita, fue dirigida en fraude a la ley a afectar
la legítima tras la cobertura de la constitución de la sociedad. Se trató de una sociedad de
cómodo, que no explotaba el bien al alquilarlo al yerno. No existía empresa tutelable.
38
CNCivil y Comercial Federal, Sala 2ª en fallo del 11.3.03 en “Apple & Frenzel GMBH v. García Claudia V. y otro”, en
JA 2003 IV, fascículo nº 13, p. 40 con nota de Leandro J. Caputo El encubrimiento y el mero recurso en los términos del
art. 54.3.LS.
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Así el caso Guverich de Tabú, Flora c/ Gurevich, José y otro, fallado por la
CNCivil, LL 1979 D 177, con comentario de Carlos Vidal Taquini Colación y donación de
gananciales.
EL CASO. El después causante constituyó con sus dos hijos varones una SRL, no
incluyendo ni a la esposa ni a la hija. Los hijos suscriben e integran cuotas por un valor
mayor al que podrían haber ahorrado trabajando con el padre. Posteriormente la SRL se
transformó en una Soc. en Comandita por acciones en la cual los hijos tenían igual
porcentaje que el padre, y posteriormente en una Sociedad por Acciones. Al fallecimiento
incluso no se localizaron las acciones.
EL FALLO. El Tribunal consideró que el padre había realizado donaciones a favor
de sus hijos, calificado por posteriores aumentos de capital donde se elevan los
porcentuales de los hijos, considerándose que existieron donaciones simuladas del padre, al
constituir la sociedad y al producirse los aumentos de capital, en fraude de los gananciales
de la esposa y de la legítima de la hija. Se sirvieron de la acción de simulación para
sancionar el fraude a la ley, posibilitando la colación o reducción. Ello mereció alguna
crítica de Graciela Medina39, por considerarse que la acción a entablar en ese supuesto era
la de reducción.
La Cámara Nacional Civil, Sala D, con fecha 5 de diciembre de 1997 falló la causa
“G de P.E., M.R. c/ G.A., y G, L.E. c/ G. de la S., M.T.; G., A.M. y otros”, en el caso
39
Fraude a la legítima hereditaria Revista de Derecho Privado y Comuntario, nº 4, Santa Fe noviembre 1993, Ed.
Rubinzal Culzoni, pág. 123, específicamente 135. En dicho número desarrollamos una teoría general sobre La frustración
del sistema jurídico por uso abusivo de sociedades, pág. 81 a 121.
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llamado El Centenario S.C.A.,LL 1998 F 439. Con nota de Eduardo Gregorini Clusellas La
colación y la determinación del valor a colacionar.
EL CASO. El causante, para beneficiar a su hijo varón aportó en propiedad a una
sociedad comercial que tenía como único otro socio a ese hijo, una fracción de campo cuyo
valor superaba la porción disponible, lesionando los derechos a la legítima de tres hijas
mujeres, que promovieron acción contra la sociedad y socios, requiriendo la nulidad por
simulación de la constitución de la sociedad, la transferencia del campo y subsidiariamente
que se condene al demandado a colacionar.
EL FALLO. Aceptó el reclamo de colación “sin que ello comprometa la
personalidad de la sociedad, ni implique plantear la desestimación de ella, sino que se
persigue la inoponibilidad del aporte fraudulentamente realizado en perjuicio de las
herederas forzosas”.
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constituyendo esa sociedad junto con todos sus herederos forzosos menos uno, que fue
invitado a constituir la sociedad. Este heredero accionó basado en que dichos hechos
generaron una evidente desigualdad entre los sucesores, deduciendo una acción de
inoponibilidad del acto constitutivo realizado en su perjuicio.
EL FALLO.
La sociedad anónima no ha respondido propiamente a la estructura de una verdadera
empresa impersonal y de capital, sino que de hecho ha agrupado al núcleo familiar
alrededor del cuantioso patrimonio productor del causante, quien en vida -aunque bajo la
titularidad formal de la sociedad- lo administraba en virtud de su absoluto y casi total
predominio accionario, pasando -a su muerte- la administración a su familia. Por ello,
aunque formal y legalmente se trate de una sociedad de capital, la realidad interna de ese
patrimonio de origen unipersonal adquiere los visos de la administración de un condominio
indiviso, implicando una total e innegable desvirtuación de la forma societaria.
Se dispuso que era procedente “la acción de inoponibilidad del acto constitutivo de
la sociedad ... debiendo incluirse en el inventario del sucesorio los bienes aportados por el
causante a la sociedad, la que deberá reducir su capital si los socios no optan por su
disolución definitiva”. Se destaca que no importa la nulidad, inexistencia o
desconocimiento total de la sociedad, que no fue creada para perjudicar a los legitimarios
sino en cuanto a través de ella no se afecte la legítima del accionante.
Los cuestionamientos a aportes de coherederos anteriores al fallecimiento no comportan la
inoponibilidad de la sociedad, sino una acción de colación y eventualmente de simulación,
como hemos apuntado, y para evitar perjuicios a terceros por retirar activos de la sociedad,
se realicen procedimientos previstos tales como la reducción de capital social o la
liquidación, en su caso.
Se trata de aplicar el mismo principio que campea en los contratos de cambio, p.ej.
en casos de nulidad de los actos jurídicos, de la compra nula, que no puede afectar los
derechos adquiridos por terceros de buena fe.
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cordobesa, Nora Lloveras que presentó una tesina sobre el punto, a la que tuvimos acceso
para juzgarla40.
Esas Jornadas se expidieron sobre “Acciones de colación y reducción: el fraude
sucesorio mediante la utilización de sociedades”, donde se apuntó que: “A la muerte de un
socio de una sociedad comercial, sus herederos habrán de recibir en especie las cuotas o
acciones existentes en el patrimonio del causante al momento del fallecimiento” (art. 3475
C.C.)”, y que “los sucesores sólo podrán alegar la inoponibilidad de la sociedad y demandar
la reintegración de su legítima en otros bienes exclusivamente en los casos previstos en el
art. 54 LS:
a. Cuando la sociedad encubra la consecución de fines extrasocietarios, sin actividad
empresaria y lucrativa, falta de gestión o desvío notorio del objeto social, total de
incumplimiento de normas obligatorias (falta de actas, balances, comunicaciones al
organismo de contralor).
b. Cuando la sociedad constituya un mero recurso para violar la ley, el orden público o
para frustrar derechos de terceros o contengan causa ilícita. Así será cuando ha sido
constituida para preterir a un legitimario”.
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absoluta- de la sociedad y la misma ha operado como persona jurídica. Podría ello ocurrir
en el caso que se hubiera detectado constitutivamente la simulación de existencia de SRL o
SA, pero la misma se hubiera inscripto impositivamente como sociedad de hecho y como
tal (como es de costumbre) hubiera iniciado su operatoria. Estaríamos –conforme los
criterios de la doctrina mayoritaria- ante una persona jurídica, y si nacieron relaciones
jurídicas de ella no puede desaparecer aunque el negocio fuera simulado. En esto –con
distintos argumentos- concordamos con Cámara.
Si nació la persona jurídica, existiendo derechos u obligaciones imputables a la
misma, el efecto de la nulidad es generar la liquidación. O sea para el futuro de la persona
jurídica. Pero el efecto de la nulidad absoluta es desde siempre –ex tunc- en relación al tipo
societario –contrato- que se intentó formalizar, con los consecuentes efectos sobre la
responsabilidad de los socios (reales o aparentes). El tipo contractual pasa a ser una
sociedad “devenida de hecho”. Hemos analizado estas cuestiones y a ello remitimos43.
Adviértase que la figura del testaferro aparece diluida en el sistema legal societario
respecto de terceros (art. 34 LS), la que resulta remarcada en el Proyecto de Reformas del
2005 que incluso elimina la responsabilidad del socio oculto (que eventualmente quedará
involucrado en responsabilidad por control de hecho). La ley concretamente acepta la
figura de “El que prestare su nombre como socio no será reputado como tal respecto de los
verdaderos socios, tengo o no parte en las ganancias de la sociedad, pero con relación a
terceros será considerado con las obligaciones y responsabilidad de un socio, salvo su
acción contra los socios para ser indemnizado de lo que pagare”.
Desaparece la idea de simulación y se afirma la separación patrimonial, no cambia
la imputabilidad del negocio, eventualmente se agrega responsabilidad del o de los socios.
Se plantea aquí el supuesto de sociedad aparente, que tiene lugar cuando dos o más
personas, no vinculadas entre sí por ningún contrato de sociedad, se comportan de manera
que provocan en los terceros la opinión de que actúan como socios, y los inducen a confiar
en la existencia de la sociedad44. En tal caso existe responsabilidad solidaria del socio
aparente, pero la sociedad no es aparente para los terceros, se trata de una sociedad real,
que opera como persona jurídica, donde el negocio indirecto carece de relevancia externa.
Sociedad no aparente que generará responsabilidad de sus socios (tanto del controlante
como del socio fiduciario) frente a los terceros si la actuación de la sociedad hubiera
generado daño a éstos. Es que lo simulado –eventualmente- es el contrato de sociedad, no
los actos concretos realizados en nombre de la sociedad.
Así no resulta posible revisar la imputación de actos a la sociedad, como persona
jurídica, y lo que podrá cuestionarse –como bien señala la sentencia- es la limitación de
responsabilidad. O sea que al no haberse configurado legalmente el tipo S.R.L. no pueden
aducirse los efectos del tipo. Ello es congruente con principios de seguridad jurídica.
El eventual perjuicio de terceros no se reparará por la “nulidad” de la persona
jurídica, que eventualmente deberá –como mínimo- liquidarse y satisfacer las obligaciones
asumidas. Ese perjuicio quedará satisfecho por la extensión de responsabilidad al
controlante abusivo y al socio aparente.
43
RICHARD, Efraín Hugo Las relaciones de organización... cit. pág. 499 y ss..
44
GALGANO, Francesco El negocio jurídico, cit., pág. 353.
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45
MESSINEO ob. cit. tomo II pág. 41.
46
YADAROLA, Mauricio Sociedades Comerciales en tomo II de Homenaje a Yadarola, pág. 349, específicamente pág.
359, reproduciendo el prólogo a la edición argentina de la obra de Roberto Goldschmidt Problemas jurídicos de la
sociedad anónima
47
MESSINEO ob. cit. tomo II pág. 62.
48
CIFUENTES, Santo Negocio indirecto. BETTI, Emilio Teoría General del Negocio Jurídico, Editorial Revista de
Derecho Privado de Madrid, Madrid 1959, que clasifica los actos como directos e indirectos, fiduciarios, indirectos y
simulados.
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49
MESSINEO, Francesco Teoría general del Contrato, Ed. EJEA, Buenos Aires 1952, pág. 3.
50
GALGANO ob. cit. pág. 449.
51
GALGANO ob. cit. pág. 450/1.
52
MESSINEO, ob. cit. pág. 61 y ss..
53
BETTI, ob. cit. pág. 232 y ss..
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negocio para la consecución de un fin distinto de aquel que su causa típica representa;
necesidad que nace de la carencia de tipos más adecuados a disposición de la autonomía
privada. El fenómeno es, en su génesis, estrictamente afín al de la simulación, donde
igualmente se presenta una discrepancia consciente entre la causa típica del negocio
escogido y la intención práctica perseguida en concreto por las partes. La diferencia entre
ellos, según una opinión corriente, está en que el negocio indirecto sería efectivamente
querido y el negocio simulado no lo sería, y que en aquél la discrepancia con la función
típica del negocio sería visible, es decir, ostensible en el contenido mismo del negocio,
mientras que en la simulación sería, precisamente disimulada. Pero en estos términos la
diferencia no parece exactamente recogida, sino en cuanto se acepte el dogma de la
voluntad en la concepción del negocio y, si se profundiza en el examen, se presenta de un
modo distinto. En el fenómeno de la simulación, la discrepancia de que se trata representa
una verdadera incompatibilidad, y esto señala el motivo de que normalmente, no
necesariamente sin embargo, el fin disimulado no se haga visible en el contenido del
negocio (porque sería contradictorio. Por el contrario, en el negocio indirecto, de una
manera análoga a la del negocio fiduciario, la discrepancia de la función típica del negocio
asume el carácter de una simple incongruencia de fines que, aunque distintos, son
compatibles entre sí”.
Otra parte de la doctrina, hoy dominante, consideraba que si bien pudiera existir
simulación en la constitución de una sociedad, en el caso de sociedad “de cómodo”54, no
puede hablarse de simulación porque no hay nada de simulado en el uso de un instrumento
jurídico, sociedad por acciones, para lograr el fin, no fraudulento, de ejercitar el comercio
individual bajo el régimen de responsabilidad limitada; los fundadores quieren, seria y
efectivamente, la creación de la sociedad persona jurídica, la formación y existencia de un
patrimonio social distinto de aquel del socio, obteniendo la titularidad de las acciones para
estar en condición de transmitirlas, después, a la persona para ventaja de la cual la sociedad
es pre-ordenada. La sociedad, por tanto, existe formal y sustancialmente y la pluralidad de
socios, en la articulación del acto constitutivo, no falta, aunque posteriormente falte por la
concentración de las acciones en una sola mano.
Para Ascarelli, autor de la doctrina del negocio jurídico indirecto, la autonomía de la
voluntad de las partes en la creación de negocios típicos permite recurrir a un negocio
regulado para fines indirectos por efectos de una "inercia jurídica" de la eventual mayor
certeza de la disciplina en el negocio adoptado. Al decir de Garrigues55: "El propósito
último de los contratantes (permitir el ejercicio del comercio a un comerciante individual
con beneficio de la limitación de la responsabilidad) pasa a ser aquí causa del negocio,
mientras la causa típica legal de este negocio se convierte en puro medio para la
consecución de aquel fin”.
54
Queda excluido de este análisis el caso de las sociedades constituidas en fraude de ley o de terceros, a las que podrían
aplicarse normas, como el art. 16, Cód. de Com. de Honduras, que afirma: “Las sociedades que tengan una finalidad ilícita
o que ejecuten habitualmente actos ilícitos, serán declaradas nulas, aunque estén inscritas. La acción podrá ser ejercida por
cualquier interesado o por el Ministerio Público y tendrá como consecuencia la disolución y liquidación de la sociedad sin
perjuicio de la responsabilidad penal que procediera. El importe resultante de la liquidación se aplicara al pago de la
responsabilidad civil y el remanente, si lo hubiera, a la beneficencía pública de la ciudad en que la sociedad hubiere tenido
su domicilio; Cfme. Laureano GUTIERREZ FALLA, Laureano, Coordinador de la Maestría de Derecho Mercantil de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras DYE 10.122 (UNAH).
55
GARRIGUES, Joaquín, Negocios fiduciarios en derecho mercantil, Ed. Civitas, Madrid, 1978, p.70 y ss.
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56
RICHARD, Efráin Hugo En torno a la nulidad absoluta de sociedades y el sistema jurídico de las relaciones de
organización, en Revista Cuadernos de Derecho, nº 14 Axpilcueta, 13, 1-242, Fonodis, 1999 págs. 95-111, ISBN 1138-
8552. Con abstract en inglés, español y vasco.
57
RICHARD, Efraín Hugo Las relaciones de organización cit. pág. 305 y ss., especialmente pág. 310, e “¿Inoponibilidad
de la personalidad jurídica? Comunicación en tomo II pág. 619 Derecho Societario y de la Empresa, Córdoba 1992,
Congreso >Iberoamericano de Dercho Societario y de la Empresa V Congreso de Derecho Societario.
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El negocio indirecto y la sociedad anónima con un solo accionista citado, especialmente pág. 430 y ss.
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podrán oponer a ningún tercero los efectos del negocio constitutivo, por ejemplo la
limitación de responsabilidad.
Aceptada la sociedad como persona jurídica resulta una técnica imputativa que
queda disponible como estructura de la funcionalidad económica, tanto al alcance de la
autonomía negocial como para la tutela de los terceros contratantes, y para el posterior
ingreso de nuevos socios sin alterar la estructura.
El abuso de la autonomía negocial en las relaciones de organización siempre
importa la responsabilidad de quién así actuó.
Así el fallo “Palomeque, Aldo René c/ Benemeth S.A. y otro s/ recurso de hecho”,
donde pueden verse, pese a la aparente restricción a la aplicación del art. 54 in fine de la ley
de Sociedades Comerciales, un interesante atisbo de soluciones para ciertos casos.
En el mismo, la CSJN (con fecha 3 de abril de 2003) al hacer suyas las
consideraciones del Procurador General de la Nación (fecha 23 de octubre de 2001),
parecería que sólo acepta la aplicación de la imputación y responsabilización al controlante
torpe –la llamada inoponibilidad de la personalidad jurídica-, o a accionistas y directores,
en supuestos en que la actividad desviada fuera genética respecto a la sociedad creada (“no
ha quedado acreditado que estemos en presencia de una sociedad ficticia o fraudulenta,
constituída en abuso del derecho y con el propósito de violar la ley”), lo que realmente
implica confundirlo con el supuesto penal societario del art. 19 LS, restringido incluso éste.
Indirectamente la CS ha fijado cuatro casos de inoponibilidad (y quizá de actividad
ilícita) vinculados a la sociedad aparente que señalaba Galgano o a la constituída en fraude
a los acreedores o que opera en insolvencia:
a. Bi/plurilateralidad genética simulada lícitamente.
b. Sociedad de cómodo, uno de cuyos supuestos –como eruditamente indica el fallo
lo es la unipersonalidad encubierta.
c. Infracapitalización material constitutiva.
d. Sociedad con actividad ilícita inicial.
Claro que esa interpretación se vincula más con una doctrina restrictiva en torno a la
aplicación del art. 19 de la ley de sociedades, que a la letra, espíritu y doctrina del referido
art. 54 in fine.
La inoponibilidad de ciertos efectos es la respuesta adecuada en el sistema de las
relaciones de organización, pues sin afectar la personalidad jurídica del ente, genera efectos
de imputación o de responsabilidad que no resultan normales y que sólo corresponde
efectivizar ante abusos funcionales o fraude a la ley.
VII – CONCLUSIONES.
No compartimos integralmente las conclusiones de las Jornadas de Derecho Civil,
que –una vez que hemos hecho el recorrido precedente- podemos simplificar en orden a la
existencia o no de un emprendimiento como base u objeto de la relación societaria.
En estos supuestos la violación a la legítima deberá limitarse al ejercicio de acciones
de colación o reducción, pero no de los bienes afectados a la sociedad sino de las
participaciones sociales.
El hecho que un coheredero no sea el administrador y otro u otros ejerciten la
conducción, no excluye la participación de todos los socios en el órgano de gobierno –
asamblea- y la posibilidad desde las normas del derecho societario corregir cualquier
desvío.
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