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Sucesiones Resumen y Preguntas Parciales y Final
Sucesiones Resumen y Preguntas Parciales y Final
FINAL
Art. 2280 CCC., “desde la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y acciones de
aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por sucesión…”.
El sistema romano
Consecuencias de este sistema:
Opera la confusión de patrimonios del causante y del heredero: el heredero responde
ultra vires (mas allá de su poder), es decir, con sus propios bienes si los dejados por
el causante no alcanzan a cubrir sus deudas.
Los acreedores del causante concurren en igualdad de derecho con los del heredero a
cobrarse sus créditos de la masa de bienes formada después de la transmisión;
La sucesión debe ser única y estar sujeta a una sola ley, puesto que se trata
de la transmisión de una universalidad indivisible.
Consecuencias:
No había confusión de patrimonio.
Las deudas del difunto no pesaban sobre los bienes del heredero.
Acá el heredero sucedía al causante solo en sus bienes y debía pagar las
deudas hasta tanto aquellos bienes alcanzaran.
No era necesario recurrir a la ficción de la continuación de la persona.
El Código Civil y Comercial de la Nación –afirma Pérez Lasala
(2014)
–ha aceptado implícitamente la teoría de la sucesión en la posición jurídica del
causante, y
Explícitamente, la teoría de la adquisición de la totalidad o de una parte indivisa de
los bienes hereditarios.
El pasivo son las deudas del causante que no se extinguieron con su muerte.
No comprende las cargas de la sucesión, que son obligaciones que surgen luego del
fallecimiento.
Al activo neto, tras restar las deudas al activo bruto , hay que sumarle las
donaciones hechas en vida por el causante, tanto las efectuadas a favor de los
legitimarios como a favor de terceros.
La solución del segundo supuesto guarda armonía con lo expresado, en cuanto que
solo el heredero es pasible de colacionar, si correspondiere.
(Colacionar: Es la obligación que tiene el heredero forzoso que concurra con otros que también lo sean a
una sucesión, a traer a la masa hereditaria los bienes, o valores que hubiese recibido del causante de la
herencia, en vida de éste, por dote, donación u otro título lucrativo, para computarlo en la regulación de
las legítimas y en la cuenta de partición).
1) La Vocación es
Es un llamamiento en abstracto realizado en el momento de la muerte del
causante.
Se dirige a todos los posibles herederos.
1) La Delación es
Es el llamamiento concreto y efectivo a los herederos que no tienen
obstáculo para adquirir la herencia.
Se produce una adquisición provisional.
Esta acción sólo puede ejercerse una vez acaecida la muerte del causante.
1.6.5. Adquisición
Nuestro Código recepta el sistema de la adquisición ipso iure
de la herencia.
El heredero se hace titular de ella, desde el momento de la apertura de la
sucesión.
Entre la apertura y la adquisición no media intervalo de tiempo alguno.
Art. 2280 CCC., “desde la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y
acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por
sucesión…”.
De acuerdo con estas ideas, este primer principio que rige la sucesión
ab intestato puede enunciarse así: los órdenes hereditarios se excluyen
entre sí, según la jerarquía, prioridad o preeminencia que la ley le
asigna, salvo el cónyuge, que siempre concurre, nunca es excluido y
a su vez excluye.
Ascendientes y
3 Cónyuge Colaterales Nadie
descendientes
Hay una norma que protege a los descendientes y ascendientes con discapacidad, que
permite, por vía de testamento, que el testador deje una tercera parte del 66 % de
legítima también para ese descendiente o cónyuge. Por ejemplo, un padre podría dejar a
favor de un hijo con discapacidad un tercio de libre disposición más un tercio del 66
% de legítima (lo que equivale al 22 %) y luego, el 48 % restante, dividirlo entre todos
los hijos por igual, incluido aquel que tiene discapacidad.
2do parcial
1. Cosa perdida o deteriorada x hecho o culpa del heredero.
Quien responde?
ARTÍCULO 2517.- Responsabilidad de los herederos. Si la cosa legada se pierde o
deteriora por el hecho o culpa de uno de los herederos , sólo responde del
legado el heredero por cuya culpa o hecho se ha perdido o deteriorado.
Desde otro costado, el indigno puede reclamar las mejoras útiles, pero hasta el límite
del mayor valor adquirido por la cosa.
Cualquier interesado puede pedir al juez la fijación de un plazo para que el instituido
se pronuncie, bajo apercibimiento de tenerlo por renunciante.
1) La retribución de la albacea
Deben reembolsarse al albacea los gastos en que incurra para llenar su
cometido y pagársele por separado
Albacea
Es la persona encargada por un testador o por un juez de cumplir la última voluntad del
causante y custodiar sus bienes (el caudal hereditario).
Cumplidas las formas legales, la nulidad de alguna cláusula no perjudica las restantes.
Esta solución responde al carácter divisible de tales disposiciones.
El art. 2475 el testador puede confirmar las disposiciones de un testamento nulo por
inobservancia de las formalidades, realizando otro testamento en el que las reproduzca y
que cumplimente los requisitos formales.
Pérez Lasala (2014, tomo 2, p. 470) afirma que al tener que reproducir todas las disposiciones
en otro instrumento testamentario, ya no se trata de una confirmación, sino de un testamento
nuevo.
El art. 2287 del CCCN “todo heredero Puede aceptar la herencia que le es deferida o
renunciarla,
Pero no puede hacerlo por una parte de la herencia ni sujetar su opción a
modalidades…”
Tal derecho puede ejercerse a partir de la muerte del autor de la sucesión, por lo tanto,
las herencias futuras no pueden ser aceptadas ni renunciadas3.
1) La retractación de la renuncia
La petición de la herencia
Se limita a la discusión del carácter de heredero, excluyendo el supuesto de la acción
contra el mero poseedor, contra quien el heredero tiene las acciones de las que
gozaba el causante.
los bienes e
Esta acción no procede en los casos en que el poseedor tuviese
invocara un derecho de propiedad en virtud de un título que no deriva
de la sucesión del causante.
El llamado por ley o por testamento puede voluntariamente aceptar o repudiar la herencia.
La persona llamada a la sucesión puede manifestarse voluntariamente sobre si acepta o
renuncia a la herencia.
El heredero tiene derecho de opción; esto es, la libertad para aceptar o renunciar a la
herencia.
Voluntaria: nadie puede ser obligado a aceptar una herencia. Ello se desprende del art.
2287. Cualquier disposición del causante que obligara al heredero a aceptar sería inválida.
El derecho de aceptar la
ARTÍCULO 2288.- Caducidad del derecho de opción.
herencia caduca a los diez años de la apertura de la sucesión . El
heredero que no la haya aceptado en ese plazo es tenido por renunciante.
Tiempo para su realización, la herencia puede ser renunciada mientras no haya sido
aceptada. Por tanto, una vez aceptada, el heredero pierde el derecho a optar por su renuncia.
Asimismo, rige la caducidad del derecho de opción.
Cabe recordar que la renuncia sólo puede efectuarse a partir de la apertura de la sucesión.
6) Las operaciones de partición: este punto se refiere a los problemas que surjan
en la partición, licitación de bienes, colación, etcétera.
Por último, en su parte final, el art. 2336 del Código Civil y Comercial recepta la
excepción a la regla general de la competencia que procede cuando hay un
único heredero: “… Si el causante deja sólo un heredero, las acciones
personales de los acreedores del causante pueden dirigirse, a su opción,
ante el juez del último domicilio del causante o ante el que corresponde al
domicilio del heredero único”.
Algunos autores cuestionan tal solución, pues estiman que el hecho de que se diga
que se trata de un heredero único no basta para variar la competencia del juez del
sucesorio, y aún cuando se pudiese acreditar que lo es, tampoco es suficiente para
modificar la competencia, ya que pueden existir legatarios o beneficiarios de cargos
que tuviesen interés en mantener la competencia en el último domicilio del causante
(González Magaña, 2014, pp. 178-179).
La regla del fuero de atracción deriva del carácter universal del proceso, y
su fundamento reside en la necesidad de radicar ante un mismo juez todas las
cuestiones que involucren bienes que conforman el acervo hereditario, lo que
responde a la conveniencia práctica, al interés general de la justicia y a la economía
procesal dada por la concentración en un solo juez de todo lo relativo a la liquidación
y transmisión del patrimonio del causante.
Además, los acreedores deberán acudir a un único juez, ante el cual los herederos
podrán hacer valer sus defensas. Pero esta regla no es absoluta, pues:
1) Pacto de Indivisión
Lo imponen los herederos por un plazo menor a 10 años
Indivisión forzosa
ARTÍCULO 2330.- Indivisión impuesta por el testador. El testador puede
imponer a sus herederos, aun legitimarios, la indivisión de la herencia por un plazo
no mayor de diez años.
El heredero aparente tiene derecho a obtener el reembolso por las obligaciones del causante
que hubiese cumplido con bienes que no componen la herencia.
Actos de administración
Son válidos los actos de administración del heredero aparente hasta la notificación de la
demanda de petición de herencia, excepto mala fe de su parte y del tercero con el
que contrató.
Excepción Mala fe del heredero aparente y del tercero. Es decir, debe haber
connivencia entre ambos.
Así, tanto
Actos conservatorios (venta de objetos perecederos, gastos por reparaciones
urgentes)
Actos de administración ordinarios (producción de los bienes hereditarios,
deudas normales que ocasiona esa producción) sea el tercero de buena o mala fe,
son válidos (Pérez Lasala, 2014, tomo 1 p. 985).
La sucesión intestada es la deferida por la ley al cónyuge y a los parientes más próximos
del causante, conforme a un determinado orden establecido por la misma ley;
La testamentaria, en cambio, responde a la voluntad del causante manifestada en el
testamento.
La sucesión mortis causa puede ser legítima (intestada, legal) o testamentaria, según la
naturaleza de la fuente del llamamiento, es decir, según si la sucesión proviene de la ley o de
la voluntad del sujeto expresada en testamento.
Nuestro sistema legal recepta ambas categorías. Así, el art. 2277 del Código establece que “la
muerte real o presunta de una persona causa la apertura de su sucesión y la transmisión de
su herencia a las personas llamadas a sucederle por el testamento o por la ley”.
Respecto a las sucesiones testamentarias, el art. 2462 establece que “las personas humanas
pueden disponer libremente de sus bienes para después de su muerte, respetando las
porciones legítimas…”. Su fundamento reposa en el respeto a la libre voluntad del causante
expresada en su testamento, que en nuestro ordenamiento jurídico se encuentra limitada en
caso de existir legitimarios, pero que alcanza su plena expresión a falta de éstos.
En definitiva, cuando no hay legitimarios, el causante tiene libertad para distribuir sus bienes
como estime conveniente. Si, en cambio, el causante decide no testar o las disposiciones
testamentarias fueren ineficaces y tiene herederos, la misma ley adjudica su patrimonio a sus
parientes y cónyuge en determinado orden.
Dentro del llamamiento hecho por la ley, hay que hacer una distinción, a saber:
Existe un llamamiento imperativo que corresponde a aquellos miembros de la familia a los
que la ley les atribuye una porción de la herencia – legítima– de la cual no pueden ser
privados; estos son los legitimarios.
En primer lugar, hay que verificar si existen herederos designados por la ley que tengan un
llamamiento imperativo, es decir, que existan legitimarios, pues de ser así, el causante sólo
podrá testar sobre la porción disponible. A falta de legitimarios, el causante podrá designar
como heredero a quien quiera, y entonces se encuadrará dentro de la sucesión testamentaria .
Luego, a falta de legitimarios y testamentarios, volverá a aplicarse el llamamiento deferido por
la ley en forma supletoria y recibirán la herencia los parientes colaterales hasta el cuarto
grado.
El testamento ológrafo, es una de las formas admitidas de testar, requiere ser escrito de puño y
letra por el testador como una de las formalidades para su validez.
Sin intervención de un escribano y testigos, escrito de su puño y letra, con fecha y firma.
4) Si el testador tuviese discapacidad auditiva, deben intervenir dos testigos que puedan
acreditar el conocimiento y comprensión del acto.
Por parte del testador. Si es alfabeto, debe labrarse una minuta firmada por éste y por el
escribano, la que debe protocolizarse.
Se aplican las disposiciones de los arts. 299 y sgtes; propias de la sucesión testamentaria y
relativas a la escritura pública.
El testador, para poder testar por esta forma, no debe estar dentro de las inhabilidades
para testar.
La persona con limitaciones para comunicarse en forma oral y, además, no sabe leer ni escribir,
puede testar por esta forma, por medio de la participación de un intérprete.
Este artículo tiene especial importancia, ya que consagra tres principios generales del derecho
hereditario:
La muerte:
Determina la apertura de la sucesión;
Transmite de manera inmediata los bienes de la persona fallecida a sus sucesores;
La sucesión universal supone la subrogación en la posición jurídica del causante, pues el sucesor ocupa el
lugar del difunto en las relaciones jurídicas de las que era titular y que no se extinguieron con su
muerte.
El sucesor ocupa la posición jurídica del causante en los derechos transmisibles; en consecuencia, en
principio, adquiere sus bienes y asume sus deudas.
Esta regla general contiene excepciones, hay posiciones jurídicas patrimoniales que no se transmiten al
heredero y otras nacen en cabeza de éste con motivo de la muerte del autor de la sucesión.
El art. 2280 prescribe que “desde la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y
acciones de aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por sucesión
En la sucesión universal, se transmite la universalidad o una parte indivisa de la herencia. Así, podemos
distinguir dos aspectos en esta sucesión:
1) el sustantivo: dado por la sucesión en la posición jurídica del causante, que justifica la continuación de las
relaciones jurídicas del causante, con las consecuencias descriptas precedentemente;
2) el adquisitivo: que se refiere a que el heredero adquiere la universalidad o parte alícuota de la herencia.
Por su parte, la sucesión particular procede cuando se transmite un bien particular o un conjunto de bienes
que integran la herencia.
El sucesor particular no ocupa la posición del causante, ni responde por las deudas de éste, salvo que no
haya bienes suficientes en la herencia, en cuyo caso su responsabilidad se limita al valor de lo que recibe;
asimismo, responde por ellas en el supuesto que le sean atribuidas como carga del legado.
Un sector de la doctrina, al que adhiere Pérez Lasala (2014), sostiene que en la adquisición a título particular
no sólo cambia el sujeto de la relación jurídica, sino también “el título constitutivo, que es el acto que sirve
para transmitir el derecho” (p. 400). Es decir, el legatario adquiere el derecho de un acto diferente del realizado
entre el causante y el causahabiente.
El Código Civil y Comercial de la Nación –afirma Pérez Lasala (2014) –ha aceptado implícitamente la teoría de la
sucesión en la posición jurídica del causante, y explícitamente, la teoría de la adquisición de la totalidad o de
una parte indivisa de los bienes hereditarios. De este modo, el heredero ocupa la posición jurídica del causante
en las relaciones transmisibles; por lo tanto, se le transmiten los bienes y asume las deudas. Es decir, hay
posiciones jurídicas que pasan del causante al heredero de manera objetivamente idénticas. Son estas en las
que se da realmente la sucesión, porque el heredero ocupa el lugar del autor de la sucesión. Sin embargo,
también hay relaciones jurídicas que no se transmiten al heredero.
Por último, hay posiciones jurídicas que adquiere el heredero que no existían en el causante, pero que nacen
con motivo de su muerte.
Este artículo tiene especial importancia, ya que consagra tres principios generales
del derecho hereditario:
La muerte:
Determina la apertura de la sucesión;
Transmite de manera inmediata los bienes de la persona
fallecida a sus sucesores;
El art. 2451 regula la acción de complemento; “el legitimario a quien el testador le ha dejado,
por cualquier título, menos de su porción legítima, sólo puede pedir su complemento”.
Es unilateral: Pues es la manifestación de una sola voluntad. Se perfecciona con la sola declaración
de voluntad del testador. Este carácter cobra importancia en el régimen de las nulidades.
1) El legado de usufructo
Principio: la muerte de un colegatario de usufructo, posterior a la muerte del testador,
no da derecho de acrecer al resto de los colegatarios.
Excepción: la disposición en contrario en la cláusula testamentaria.
1. Derecho de representación
Cuando el representante ha renunciado para sí y para su descendencia.
Efectos.
Derecho de representación
La representación en la sucesión testamentaria
En el Código de Vélez solo se regulaba el derecho de representación en la
sucesión intestada.
El CCC. art. 2429, tercer párrafo, la recepta expresamente, prescribe, la
representación “se aplica también en la sucesión testamentaria, si el
testador se limita a confirmar la distribución a la herencia que resulta de la
ley”.
Es decir, la representación se aplica a la sucesión testamentaria si el
testador distribuye la herencia de la misma forma que la distribuye la
sucesión intestada.
El caso de adopción:
Legitimarios. Definición
CASO PRÁCTICO
Marcos muere. Concurren
1) Manuel, padrastro que estuvo casado con la madre de Marcos, lo
cuido y crio.
ARTÍCULO 2644.- Derecho aplicable. La sucesión por causa de muerte se rige por el
derecho del domicilio del causante al tiempo de su fallecimiento. Respecto de los bienes
inmuebles situados en el país, se aplica el derecho argentino.
El testamento abierto debe ser siempre rubricado por el mismo jefe al principio y al fin de
cada página, o por el Cónsul, si no hubiese legación. Si no existe un consulado ni una
legación de la República, estas diligencias deben ser llenadas por un Ministro o Cónsul de
una nación amiga.
El jefe de legación y, a falta de éste, el Cónsul, debe remitir una copia del testamento
abierto o de la carátula del cerrado, al ministro de Relaciones Exteriores de la República y
éste, abonando la firma del jefe de la legación o del Cónsul en su caso, lo debe remitir al
juez del último domicilio del difunto en la República, para que lo haga incorporar en los
protocolos de un escribano del mismo domicilio.
OTROS TEMAS
Objeto
ARTICULO 2335.- Objeto. El proceso sucesorio tiene por objeto identificar
a los sucesores, determinar el contenido de la herencia, cobrar los créditos,
pagar las deudas, legados y cargas, rendir cuentas y entregar los bienes.
Competencia
ARTICULO 2336.- Competencia. La competencia para entender en el
juicio sucesorio corresponde al juez del último domicilio del
causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9a, Capítulo 3, Título IV
del Libro Sexto.
Concurrencia de legitimarios