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La presencia de nanopartículas en diversos productos de consumo y usos industriales

(desde la crema de dientes hasta los medicamentos y las pinturas) y su posterior vertido

en forma de residuos supone un riesgo potencial para el medio ambiente. Uno de los

primeros estudios llevados a cabo en España en este campo fue realizado por expertos

del Instituto Catalán de Nanotecnología (ahora Instituto Catalán de Nanociencias y

Nanotecnología, ICN2) y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

En una primera fase que contó con la ayuda del extinto Ministerio de Medio

Ambiente, y Medio Rural y Marino, el estudio pretendía averiguar si algunas

nanopartículas que se encuentran en los residuos pueden ser tóxicas para los

microorganismos que se utilizan en las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Uno de los descubrimientos más destacados de esta investigación liderada por el

profesor ICREA Víctor Puntes, del ICN2, y el doctor Antoni Sánchez, de la UAB, fue

que las nanopartículas de óxido de hierro que llegan a las depuradoras no sólo no eran

tóxicas para los microorganismos sino que aumentaban dramáticamente la producción

de biogás.

Esta observación fue la base para el registro de la patente del Biogás+, un sistema

que se basa en la utilización de nanopartículas de óxido de hierro como un aditivo que

ayuda a la alimentación de las bacterias encargadas de degradar la materia orgánica en

las plantas de tratamiento de residuos. Este aditivo aumenta de manera sostenida la

producción de biogás y al mismo tiempo transforma las nanopartículas de hierro en

sales inocuas.

“Después de registrar la patente encontramos algunas empresas potencialmente

interesadas en su aplicación pero nos dimos cuenta de que no sería fácil introducir este

nuevo sistema en el mercado”, recuerda Víctor Puntes. Después de un proceso de


maduración, los inventores del Biogás+ consideraron que, “la única manera viable de

llevar a cabo la fase de desarrollo entre el descubrimiento y la comercialización era la

creación de una empresa”, explica el profesor Puntes.

Así, en octubre del 2013 se creó la empresa Applied Nanoparticles, un spin-off del

ICN2, la UAB y el Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA)

que cuenta entre sus socios con 13 de los investigadores que han trabajado en el

descubrimiento y desarrollo del Biogás+.

El proyecto de Applied Nanoparticles fue uno de los ganadores de la tercera

convocatoria de ayudas de Fondo de Emprendedores de Fundación Repsol y, de forma

paralela, recibió el segundo galardón del apartado Proyectos en la cuarta edición de los

Premios Iberoamericanos a la Innovación y el Emprendimiento, que concede la

Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

Los beneficios del hierro para seres vivos como los microorganismos que degradan

los residuos son conocidos desde hace años. La clave del desarrollo en el que trabaja

Applied Nanoparticles está en subministrar hierro en forma de partículas del tamaño y

la superficie adecuados con el objetivo de optimizar su actividad. “En pruebas de

laboratorio hemos conseguido triplicar la producción de biogás en los microorganismos

que han recibido nuestro producto”, afirma Víctor Puntes. Aumentar la producción de

biogás en los procesos de tratamientos de residuos o aguas residuales significa también

incrementar la degradación de los residuos, reduciendo la cantidad de carbono y

dejando sólo nitratos y fosfatos, que se reutilizan como fertilizantes.

“En la actualidad estamos poniendo a prueba nuestro producto y presentándolo a

diversos socios industriales con el objetivo de comprobar su efectividad en el aumento

de la producción de biogás en el entorno industrial/real y de la mejora en la gestión de

residuos en diversos entornos concretos”, explica Víctor Puntes.


De forma paralela, la nueva spin-off trabaja en la industrialización de la producción

de las nanopartículas de óxido de hierro. “Empezamos a producir las nanopartículas en

laboratorio, a pequeña escala, para después pasar a la producción de algunos kilogramos

de producto y ahora hemos iniciado el proceso de fabricación industrial”, indica este

cofundador y coinventor.

Los responsables de Applied Nanoparticles siguen ahora trabajando en el desarrollo

Biogás+ con el objetivo de completar las pruebas a escala industrial durante el primer

semestre del 2016, para disponer del producto plenamente comercializable pocos meses

más tarde.

El principal grupo de clientes potenciales de Biogás+ se encuentra en las empresas de

gestión de residuos, interesadas en mejorar los procesos de tratamiento y, al mismo

tiempo, incrementar la producción de biogás utilizable como combustible. A parte del

mercado estatal, Francia y Alemania son mercados en los que la producción de biogás

está muy avanzada y Applied Nanoparticles puede tener un mercado potencial muy

amplio.

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