¿VIVENCIO LA PAZ?

Es mi costumbre orar con los chicos con quienes he de tener clase en un primer

momento en la mañana; busco en mi cabeza algunas palabras que más que una

oración son una reflexión de lo que creo, sueño e idealizo. Algunos ponen cara de

desconcierto, otros pensando “otra vez” ; sin embargo, muchos se quedan pensando en

si de verdad tienen la posibilidad de construir todo lo que les dibujo con mis palabras.

En una de esas reflexiones nos quedamos hablando acerca del significado de paz,

creo que fue en los momentos en los cuales el país se preparaba para votar por un “si o

no”; escuche todas sus reflexiones y note su gran inconformismo ante la situación de un

país que se está desangrando a cuenta gotas desde hace años. Luchan y luchan día a

día considerando que el esfuerzo es lo que lograra sacarlos adelante, sueñan con

poder salir a la calle y disfrutar de lo que han obtenido, respiran con el anhelo de un

nuevo aire que les diga que todo va a estar mejor.

Hoy que recapacito la situación, comprendo que la paz no está en un papel firmado,

ni mucho menos en un dibujo. La paz se encuentra en la libertad de pensamiento y de

expresión, está allí donde puedo disfrutar sin tener miedo, vive en cada paisaje que

hace que mi corazón vibre queriendo correr por interminables praderas, está en la

sonrisa, en las lágrimas, en cada detalle, en un abrazo, en un estrechar la mano. En

estos momentos que no podemos estar cerca de muchos, estamos en paz porque

nuestro pensamiento se limita en pensar que los que amamos están bien. Pero y

¿dónde quedan todos los de nuestro entorno?

Ese sentimiento de paz interior solo se alcanza si todo lo que tenemos y vemos está

en tranquilidad. No se debe pensar solamente en el individuo siempre debe primar el

bien general. La paz interior ira fluyendo cada vez que actuamos de la manera

adecuada, ayudamos a quien podemos y alcanzamos nuestras metas sin pisotear el del

lado.