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SF-Porta-35000 PIES PDF
SF-Porta-35000 PIES PDF
A 35.000 PIES
I want to be grateful with the photographers that have given me there Copyright
permission*.
H
diciembre de 1903 en que los hermanos Wright reali-
zaron el famoso vuelo considerado el principio de la
Aviación. También han pasado otros cuantos desde el 20
de mayo de 1927 en que Charles Lindbergh cruzó el
Atlántico Norte en solitario, empleando 33 horas y 30
minutos a bordo de un avión terrestre y disponiendo de unos medios y una infor-
mación de la ruta que podríamos considerar nula si la comparamos con lo que
vamos a describir a continuación. Han pasado unos años y, gracias a esos pio-
neros, se han abierto las rutas del Atlántico y de todos los océanos. La tecnología
se ha desarrollado de tal manera que hoy día podemos estar a bordo de un mag-
nífico Jumbo B-747 o de un moderno Airbus 340 de cabina de cristal que hace
70 años nadie se hubiera podido imaginar. Aquel cruce en que Lindberg empleó
33 horas, hoy día lo hacemos en 7 horas y con el Concorde, primer avión
comercial supersónico, se realizaba en 3 horas y media; tiempo que aún podría
haberse reducido si no hubiese estado limitada la velocidad por su estampido
sónico al sobrevolar zonas habitadas.
En estas líneas voy a intentar exponer unas ideas básicas sobre la ope-
ración de un avión de línea aérea de transporte de pasajeros. Vamos a empezar
desde el momento en que llega la tripulación al aeropuerto hasta que realiza el
ii SOBRE EL ATLÁNTICO A 35.000 PIES
Q
para algunos a lo mejor lo más intrigante, que es revelar
el “misterio” de por qué vuela un Jumbo, un Airbus, un
caza, un velero… o un avión en general.
Vuela sencillamente por tener unas superficies con
un perfil determinado, que conocemos por alas, e incidir en
ellas una corriente de aire. Cuando el avión inicia el des-
pegue simplemente por un fenómeno puramente físico: se produce en la parte
superior del ala una depresión y en la parte inferior, una sobrepresión que la
empujan hacia arriba de tal manera que, si seguimos acelerando, la fuerza de
la depresión y de la sobrepresión irán aumentando. Cuando la suma de ambas
sea mayor que el peso del avión, en este caso del Jumbo, éste se elevará y
volará. No hay más misterio que aprovechar uno más de los muchos fenó-
menos físicos que la naturaleza nos brinda a diario.
El resultado de este razonamiento podríamos resumirlo de manera
muy elemental y simplificarlo en este principio: “Mientras un avión se
L LEGADA AL AEROPUERTO
del momento actual y ver los frentes y su movimiento en las horas anteriores
y predecir la posible evolución. Como la información meteorológica com-
prende información actual y predicción que puede ser para 3, 6, 9, 12 y 24
horas, podemos comparar la evolución real con la previsión y hacernos una
composición de lugar.
Normalmente se preparan dos planes de vuelo operativos a dis-
tintas alturas: uno, el del vuelo ideal, a una altura determinada, y otro a
nivel inferior por si el control en ruta, a causa de la congestión de tráfico, no
nos asigna el nivel (altura) previsto y nos deja más bajos, con el consiguiente
mayor consumo de combustible. El plan de vuelo ideal es aquél que, con
relación al peso que llevamos, el mismo gasto de combustible nos da mayor
alcance; es decir, el de mínimo consumo.
Tres factores se tienen en cuenta a la hora de planificar un vuelo o
en el caso de tener que tomar alguna decisión: la seguridad del vuelo, el
confort del pasaje y la economía (por este orden de prioridades). En el caso
de que haya una meteorología adversa en la ruta prevista, se prepara otro
plan de vuelo alejándonos del mal tiempo, y que no será el ideal en cuanto
a consumo pero sí el más confortable para el pasaje.
Cada ruta y destino tiene sus características y el comandante puede
decidir, según su criterio y experiencia, qué plan de vuelo escoger y si es
necesario añadir más combustible para un posible gasto extra o hacer algún
comentario para tenerse en cuenta. Actualmente, por ejemplo en la salida
de Nueva York, se carga combustible adicional para el largo rodaje que se
realiza antes del despegue, que está alrededor de los 40 minutos o más. Esta
situación es general en aeropuertos de mucho tráfico. Asimismo, se ha
detectado por estadística que hay una serie de aeropuertos que tienen al
Gander Shanwick
Oceanic Oceanic
Atlántico Norte.
COMPROBACIONES (CHEQUEOS)
Tripulación Auxiliar
Tripulación Técnica
Después del “briefing” del técnico de operaciones, la tripulación
técnica se dirige al avión y, una vez allí, el oficial técnico revisará la docu-
mentación del avión, el parte de vuelo y comprobará que está todo
correcto. Si en el vuelo anterior se hubiera apuntado una anomalía, com-
probará que se ha resuelto o se ha pospuesto, dependiendo de la impor-
tancia de ésta. Y en el caso de que esté pendiente la corrección de alguna
anomalía, en caso de duda se comprobará con la lista llamada de equipo
mínimo (MEL, Minimum Equipment List) suministrada por el fabricante de
la aeronave, para ver si supone alguna limitación para el vuelo.
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Por ejemplo, en el caso que haya una puerta, de las diez que tiene
el jumbo, de la que tenga su rampa de evacuación caducada o inoperativa,
y no hay tiempo para cambiarla o porque estamos en un aeropuerto fuera
de base y no tienen repuesto, la consecuencia inmediata y para todos los
efectos y por motivos de seguridad, esta puerta está inservible en caso que
tuvieramos que hacer una evacuación. Dependiendo de la puerta afectada,
varias filas de butacas no pueden ser ocupadas (unas 50 plazas) y se seguirán
las instrucciones que nos marca la MEL. Si esta situación se ha dado con
tiempo, lo que se hace es no vender esas plazas, pero si ya están vendidas nos
encontramos con el clásico caso de “Overbooking” en que, teniendo la reserva
hecha, los últimos en facturar se quedarán en tierra. ¿Qué hacemos con estos
pasajeros?; pues darles la indemnización que corresponda o embarcarlos, si
estan de acuerdo, en otros aviones cuando exista esa posibilidad.
En cabina se llevan dos carteras de documentación: una con todos
los manuales que puedan necesitarse en un momento dado, como son los
de operación normal, de emergencias, condicionales, básico, “perfor-
mances”, para los posibles cálculos necesarios en cualquier situación no
prevista en un vuelo normal, la MEL, listas de chequeo, partes y toda clase
de impresos para los distintos casos que se puedan presentar, etc; y otra con
todo lo referente a la navegación, como son mapas de todo el mundo, infor-
mación de todas las frecuencias de controles, de meteorología, de com-
pañías aéreas que en un momento dado nos puedan ayudar, fichas de aero-
puertos de la zona que se va a sobrevolar, en este caso: Península Ibérica,
Atlántico, América del Norte y Canadá.
del avión e identifiquen las suyas y los mozos las vayan cargando. En uno y
en otro caso la demora es inevitable.
El otro caso que se puede dar es que sobre un pasajero: una vez
comprobado nuevamente el número de pasajeros a bordo, se comprueba
por el personal de embarque todos y cada uno de los billetes de los pasa-
jeros que estan en el avión y se localiza el que sobra. Normalmente es algún
pasajero con el mismo destino pero en un vuelo posterior. También se pro-
ducirá un retraso en la salida.
Sabiendo todo lo que rodea a un vuelo y la complejidad de su coor-
dinación, siempre nos hemos asombrado que la mayoría de los vuelos
salgan en hora.
Últimos datos
PUESTA EN MARCHA
Ficha de despegue.
Port Columbus (Ohio). () Stephen Dobbins. Hannover. () Guy Daems.
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muy grande, puede llegar a salir una especie de nieve hasta que desaparece
el exceso de humedad.
Una vez puesto en marcha el motor nº 1, se comprueba que los ins-
trumentos del motor se han estabilizado, que sus parámetros son normales,
y se procede a poner los tres motores restantes. A continuación y después
de operar algunos componentes, se lee la Lista Después de Poner en
Marcha (“After Start”).
Si es necesario realizar el procedimiento de deshielo, por nieve o
formación de hielo en los planos y en el fuselaje, lo haremos unas veces en
el mismo lugar donde estamos aparcados y otros en las zonas habilitadas
para ello. Esto dependerá de la organización de cada aeropuerto. En
Madrid, tiene una zona habilitada para ello que se encuentra cerca de la
cabecera de la pista 36L ( 36 es la que corresponde a una orientación 360º
o sea Norte y cuando hay dos pistas con la misma orientación la L corres-
ponderá a la izquierda-left). El procedimiento es rociar al avión con un pro-
ducto (líquidos compuestos por glicol, agua caliente, humectantes y algún
otro aditivo), que deshace el hielo y evita que se forme por un periodo de
30 ó 40 minutos.
Una vez puesta en marcha los cuatro motores pediremos permiso
para salir del finger y empezar a rodar.
RODAJE
Esta velocidad, junto con otras que indican una situación deter-
minada, se fijará en el anemómetro por medio de unas pínulas que servirán
como recordatorio (6 para el despegue y 5 para el aterrizaje).
Por lo que hemos visto ya podemos suponer que el momento más
crítico del despegue es un fallo de motor cerca de la V1. Ésta es la razón que
ha llevado al comandante a recordar en el “briefing” del que hablamos
anteriormente, entre otras cosas, qué deberemos hacer cada uno de los tri-
pulantes técnicos en caso de fallo o fuego de motor, dependiendo de si esta
situación se produce antes o después de la V1. Aunque todos conocen el
procedimiento sobre lo que hay que hacer, es obligatorio en todos los des-
pegues que el comandante lo recuerde.
ENTRANDO EN PISTA
DESPEGUE
En cuanto a los flaps y leading edge hay que decir que son super-
ficies que nos permiten despegar y aterrizar a más baja velocidad. Las alas
del avión están calculadas para volar a una cierta velocidad; cuanto más
pequeña es el ala más velocidad necesita para conseguir la sustentación y
mantenerse en el aire (es el caso de los cazas). Si tuviéramos que despegar
a la velocidad que corresponde al tamaño de las alas de nuestro 747, se
necesitarían pistas con una longitud del doble o más. Para evitar esto, lo que
se hace es aumentar el tamaño del ala (la superficie alar) por medio de unas
superficies que se ponen por delante de su borde de ataque (leading edges
flaps) y por detrás (trailing edge flaps o simplemente flaps). Pero estas super-
ficies tendrían el inconveniente de que, si las dejásemos extendidas o fueran
fijas, el avión tendría que volar en crucero a una velocidad menor y con un
consumo de combustible sensiblemente mayor.
enlazaremos con varios controladores que estan ubicados en una misma sala
pero cada uno tiene una misión específica o un sector determinado del espacio
aéreo y tambien trabajan en frecuencias distintas para no interferirse.
En el cruce del Atlántico estaremos controlados por Shanwick-
Shannon (Irlanda) o Santa María (Portugal), dependiendo de la latitud en
que vayamos a volar.
Uno de los factores variables que intervienen en el despegue que nos
puede favorecer o perjudicar es el viento. Como regla general, el viento de cara
nos favorece porque alcanzamos las velocidades antes y nos vamos al aire más
pronto. El viento de cola por varias razones nos penaliza, de manera que el
limite máximo permitido de viento en cola para el despegue y aterrizaje es de
10 kts. El viento cruzado a la pista nos influye de dos maneras, una nos quiere
echar de la pista y la otra nos favorece por la componente de viento en cara.
En el caso de un viento cruzado de 90º con respecto a la pista habrá que tener
en cuenta la limitación para operar. En el caso de viento de 90º grados a la pista
(perpendicular a la misma) el máximo limitativo para el Jumbo será de 30 kts.
Una penalización fuerte que se nos puede presentar, independien-
temente de las producidas por longitud de pista, altura del aeropuerto, tem-
peratura y segundo segmento y no poder despegar ni aterrizar, es el estado
de la pista por nieve, hielo o combinaciones de ellas con viento cruzado o
con frenada pobre. Una altura de 1,5 cm de aguanieve nos aumenta la
carrera de despegue en un 20% y una altura de 2,5 cm, en un 40%.
Peso al aterrizaje
SUBIDA
TCAS.
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CRUCERO
MNPS
Tarde
Tracks o Aerovías.
Noche
Tracks o Aerovías.
Para volar por esta zona hay que cumplir una serie de requisitos a
los que las compañías deben adaptarse. A este sistema o zona donde se
aplica se le conoce como MNPS (“Minimum Navigation Performance Spe-
cifications”, Condiciones mínimas de cumplimiento para la navegación).
Volviendo a la situación de crucero al tiempo que se van dando las
posiciones a los controles y a la compañía, se van apuntando los datos en el
plan de vuelo operativo que habrá que entregar al final del vuelo para
control y estadística.
En vuelo repasaremos detenidamente toda la información meteo y
notams que nos dieron en el despacho del vuelo, para decidir los cambios
que proceda efectuar y, si fuera necesario, tener preparado el avión para
afrontar la zona de meteorología adversa y, según los vientos, planificar el
descenso. Estaremos pendientes que el piloto automático esté pasando por
los puntos geográficos (coordenadas) que se le han marcado, comproba-
remos que el tiempo que estamos tardando, el consumo de combustible y
los vientos coinciden con lo previsto para, en caso contrario, modificar las
estimadas y transmitirlas en nuestras comunicaciones por radio. Estaremos
pendientes del posible encuentro con zonas de turbulencia, tormentas y
otros tráficos.
Puede que en algún momento, aunque no es frecuente, el control
de tráfico nos haga algún cambio no previsto de nivel, de ruta o de velo-
cidad. Si el cambio es considerable, contactaremos con la oficina de opera-
ciones de Madrid para que nos calcule los nuevos consumos y estimadas
con arreglo a la nueva ruta. Si afectara seriamente a nuestro consumo de
combustible, Operaciones nos propondría una nueva ruta, y nosotros la soli-
citaríamos al Control de Tráfico.
Radar meteorológico
Turbulencias
de separación entre la troposfera (la capa atmosférica que nos rodea, donde
vivimos) y la estratosfera (a partir de los 15/16 km de altura); normalmente
no hay fenómenos meteorológicos en la tropopausa.
Los efectos de la turbulencia se asemejan a los provocados por las
olas en el mar: las oscilaciones de las capas de aire, producidas por
corrientes de aire que pueden ser ascendentes y descendentes por la
variación de temperaturas y también moviéndose en sentido horizontal
debido a los vientos, hace que una zona esté bajo los efectos de unas osci-
laciones parecidas a las olas del mar.
Otro motivo de turbulencia es la producida por la Onda de
Montaña. Supongamos un viento fuerte que sople en una dirección per-
pendicular a una cadena montañosa, como pueden ser los Pirineos, los
Alpes, las Montañas Rocosas o los Andes; este viento al encontrarse con
la montaña saldrá lanzado hacia arriba, chocará con las capas altas de la
atmósfera y volverá a bajar y así sucesivamente, y las olas que se originan
y sus oscilaciones se proyectarán a más o menos distancia, según la inten-
sidad del viento. Esto producirá una inestabilidad que se traducirá en tur-
bulencia o aire turbulento. El encuentro de estas zonas con un avión que
vaya a 900 km/h puede hacer que los movimientos del avión sean bas-
tante desagradables y motiven lesiones si algún pasajero o tripulante no
va atado en su asiento.
Aquí puedo sacar a la luz la referencia que hacen algunos pasajeros
a los “baches”: “Cogimos un bache que hizo caer el avión más de 200
metros”. En mis treinta y tantos años volando he cogido bastantes turbu-
lencias más o menos fuertes, pero nunca he cogido un bache, sencilla-
mente, porque no existen. En la mayoría de las veces hay sensaciones que
pueden hacernos creer que el avión se cae (al notar que nuestro cuerpo se
separa del asiento y una presión más o menos fuerte de los cinturones de
seguridad), pero puedo asegurar que los altímetros no acusan esas caídas en
el vacío.
Cúmulonimbo.
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COSPAS-SARSAT.
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COSPAS-SARSAT
Torres Gemelas.
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del sonido es de 1.000 km/h (1.200 km/h al nivel del mar), si nosotros
estamos volando a 900 km/h y tenemos un viento en cola de 150 nudos
(270 km/h), nuestra velocidad dentro de la masa de aire seguirá siendo de
900 km./h, pero con respecto al suelo será mayor que la velocidad del
sonido; situación bastante frecuente volando de Oeste a Este.
Cuando nos dirigimos a Estados Unidos cruzamos una línea de
seguridad previamente establecida para la defensa nacional conocida como
ADIZ (“Air Defence Identification Zone”), Zona de Identificación de
Defensa Aérea, debiendo poner una clave en un equipo de a bordo llamado
transpondedor. Como curiosidad, en Alaska esta línea es conocida como
DEWIZ (“Distant Early Warning Identification Zone”), Zona Adelantada de
Alerta e Identificación (Rusia estaba cerca).
Interceptación
F-16 interceptador.
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DESCENSO
Cometas.
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námicos: con los motores cortados y los aerofrenos sacados (paneles que se
extienden a lo largo de la superficie superior del ala), el avión se pone en
una posición bastante pronunciada de descenso y se siente cierta vibración
en el avión, algunos paneles empiezan a temblar y así vamos bajando a un
régimen que no es el más recomendado para el confort del pasaje. Otra
posibilidad de incrementar el descenso es sacar el tren de aterrizaje, pero
habrá que tener en cuenta las limitaciones de altura y velocidades que tiene
y considerar si nos puede compensar el sacarlo o no.
El DC-8 tenía como operación normal, para un descenso más
rápido, además de los frenos, el meter la reversa de dos motores en vuelo;
lo que incrementaba el ruido de motores, hacía más acusada la posición de
picado del avión, y aumentaba el temblor o vibración hasta el punto que se
avisaba al pasaje por los altavoces de la maniobra que se iba a realizar para
evitar posibles sobresaltos.
La aproximación al aeropuerto se puede hacer de varias formas.
Una de ellas es ser guiados por vectores radar (el controlador nos va dando
rumbos) hasta que nos dejan en prolongación de la pista para que comple-
temos la llegada, o nos incorporan a una STAR Standard Terminal Arrival
(rutas de entrada publicadas) asignadas por el control y llegamos al punto
previsto de interceptación del eje de la pista, a una distancia de 7 u 8 millas
de la cabecera y a una altura adecuada de 4000/5000 pies.
Puede ocurrir que no haya demasiado tráfico al llegar al destino;
entonces todo se simplifica mucho. A una media hora de la llegada, el con-
trolador nos puede dar una autorización al aeropuerto ajustándonos a una
STAR (ruta de entrada establecida), nosotros iremos ajustando el vuelo,
alturas y velocidades a las establecidas, y las únicas instrucciones que reci-
biremos serán los cambios de frecuencias y la última de “autorizado a ate-
rrizar”. Este tipo de aproximación es la más cómoda, ya que planificamos el
descenso y las reducciones de velocidad sin modificaciones ni interferencias
del Control. Ya cerca del aeropuerto oiremos el ATIS (Automatic Terminal
Information Service) que nos dará la última información del destino, meteo
y cualquier aviso que pueda interesar.
También en esta misma situación de poco tráfico puede ocurrir que
nos autoricen a mantener “alta velocidad” en la aproximación. Nos qui-
tamos de encima las limitaciones, acortamos la maniobra de entrada pero
hay que tener cuidado en no pillarse los dedos ya que tenemos el inconve-
niente que una masa de más de 200 toneladas lanzada a alta velocidad
acumula una energía cinética tal que no es facil de parar.
A todo esto, hemos ido haciendo comprobaciones rutinarias y
cambiando de frecuencia y de controlador según la zona y la distancia.
Otra vez debajo de 10.000 pies, hemos puesto los 250 kts de velocidad,
hemos encendido los faros y hacemos el “briefing” de aterrizaje. El
comandante informa a la tripulación de las altitudes mínimas de segu-
ridad de la ruta que se va a seguir, de las peculiaridades de la aproxi-
mación que se pretende hacer y si el aterrizaje se va a hacer de forma
manual o automática. Con este fin, se comprueban las fichas de aproxi-
mación y los mínimos de aterrizaje, se repasa el procedimiento para el
caso de no poder tomar tierra y que tuviéramos que realizar una aproxi-
mación frustrada. El oficial técnico prepara la tarjeta de aterrizaje, en
función del peso del avión, y las condiciones del aeropuerto, los pilotos
ajustarán las pínulas de sus anemómetros a las nuevas referencias de
velocidad.
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También hay que tener en cuenta que en Nueva York hay una serie
de limitaciones de velocidad que hay que cumplir así a más de 10.000 pies
hay que mantener una velocidad no menor de 250 kts; por debajo de los
10.000 pies o a una distancia de 30 millas del aeropuerto, la velocidad se
mantendrá entre los 200 y 250 kts; a partir de 20 millas, entre los 160 y 210
kts; y a partir de 15 millas, no mayor de 160 kts.
El objetivo de mantener todos los aviones de un sector con una
velocidad determinada facilita la labor del controlador, que va dirigiendo los
aviones hacia una posición ideal separados por tres millas del precedente
asegurando así que el avión va a mantenerse separado de otros tráficos, para
la secuencia de aterrizaje.
APROXIMACIÓN
Tarjeta de aterrizaje.
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Espera
Pero también puede ocurrir que hoy los aviones entren en Barajas con
niebla y al día siguiente no entre ni un avión porque la Cat. III ha sido
degradada (cosa que nos comunicarán por NOTAM).
Intervienen varios elementos para mantener la certificación. Así una
de las causas que podría degradar el sistema sería la avería de las luces centrales
de pista o de las luces de pista del punto de contacto o las de aproximación,
aparte de la posible pérdida de fiabilidad de los equipos electrónicos entre
otros muchos elementos, que están bajo vigilancia electrónica. Entonces el
aeropuerto perdería la Cat. III y sería degradado a Cat. II (con una altura de
decisión de 100´ (33 m) si a esta altura no hemos visto la pista hay que irse al
aire y no aterrizar).
Cuando el aeropuerto esta en Cat. III se puede prohibir la circulación de
vehículos por algunas zonas que se han comprobado que son sensibles al movi-
miento de los mismos, ya que interfieren en las señales que emiten las antenas.
El segundo factor que interviene es la aeronave. Esta tiene que tener
operativos una serie de equipos e instrumentos que son imprescindibles.
En principio, por ejemplo, para poder realizar la Categoría III deben
funcionar correctamente los tres pilotos automáticos, los tres sistemas de nave-
gación inercial, los mandos de gases automáticos, etc.
Con esta premisa, el comandante tiene la opción de realizar aproxi-
maciones automáticas en días de buena visibilidad y comprobar que toda la
información que le va dando el avión es correcta.
Son 45 equipos que tienen que estar en perfectas condiciones para
realizar este tipo de aproximación y sus señales o indicaciones tienen que estar
dentro de los desvíos mínimos que se exigen.
En caso que no cumpla los requisitos exigidos el mismo comandante
que lo prueba lo degrada dejando constancia por escrito del fallo que se ha
producido para que el servicio de mantenimiento lo vuelva a poner en Cat. III
ATERRIZAJE
Windshear
Aproximación frustrada
En tierra
avioneta entra fuerte sobre la pista, impacta dos o tres veces con el suelo y con
motor se le mantiene volando hasta que aterriza nuevamente. En un jumbo o
avión grande si al aterrizar se fuera sin control otra vez al aire, dado su volumen
y peso perdería velocidad rápidamente y podría producirse una caída desde
cierta altura, ya que los reactores tienen bastante inercia para pasar de ralentí
a potencia positiva y seguramente no tendríamos tiempo para hacerlo volar de
nuevo. Al caer sin control podrían producirse daños en su estructura y para
evitar esta situación, en cuanto las ruedas tocan la pista, se abren sobre las alas
unas superficies metálicas llamadas spoilers (frenos aerodinámicos) que
rompen el régimen laminar del aire que pasa por las alas del avión y deja de
volar y como consecuencia, el avión se “pega” más al suelo apoyando todo su
peso en el tren de aterrizaje y los frenos actúan con más efectividad.
En la aproximación, uno de los sistemas que se conecta, es el
sistema automático de frenos que tiene tres posiciones dependiendo de la
intensidad de la frenada que vamos a requerir según las circunstancias. Es
un sistema que nos suministra una frenada uniforme, continua y efectiva.
En la carrera de aterrizaje es cuando oímos un fuerte ruido de
motores que pasan de ir al ralenti en el descenso a acelerarse al emplearse
las reversas de los cuatro motores para frenar con más eficacia en el ate-
rrizaje. El empleo de la reversa no es más que invertir la salida de gases y
proyectarla hacia delante para que ayude a frenar. El empleo de la reversa
en una pista nevada puede proyectar tanta nieve hacia delante que
podemos llegar a perder de vista la pista. Otro sistema que entra en acción
en la frenada es el anti-skid (anti-resbale, antibloqueo) que actúa como el
ABS de los coches, evita que se bloqueen las ruedas al frenar, que patinen
sobre la pista y podamos mantenernos en el eje de la misma.
Si hemos hecho una larga carrera de aterrizaje, las luces centrales
de la pistas a partir de los últimos 900 m se alternan en blancas y rojas y en
los últimos 300 m son todas rojas. Es una buena referencia para emplear los
frenos con más intensidad si fuese necesario.
RODAJE FINAL
PARKING
H
emos visto la operación de un vuelo trasatlántico a lo largo del cual
he ido añadiendo detalles que pueden llamar la atención por lo des-
conocido, a continuación voy a describir una serie de cosas que son
más bien características del avión que nos pueden sorprender.
El Jumbo apareció en el mundo del transporte aéreo de pasajeros
al presentarse la casa Boeing junto con la Lockheed y la Douglas al concurso
convocado por el Ejército de los Estados Unidos para la realización del C-5
avión de transporte de gran capacidad y alcance. En la elección fue impor-
tante el presupuesto presentado por cada compañía. El de Boeing fue el más
elevado con 2.300 millones de dólares, sin embargo presentaba el avión
más grande y dotado con un motor de mayor potencia el Pratt & Whitney
JT9-D. El presupesto de Douglas fue de 2.000 millones aunque se retiró
pronto del proyecto y quedó la Lockheed con una cantidad de 1.900
millones. Aunque la Boeing rebajó el precio a 2.200 millones al final salió
adelante el C-5 de Lockheed que le dio el nombre de “Galaxy”. Si Boeing
hubiera triunfado le habría dado el nombre de “Myth”.
El 747 se presenta con unas medidas de envergadura (de punta a
punta del ala) 59,43 m, longitud 70,5 m, altura de cabina 9,75 m, altura de
la cola 19,3 m.
El primer vuelo fue el 9 de febrero de 1969, el certificado de aero-
navegabilidad lo consiguió el 30 de diciembre de 1969. Fue el primer wide-
body (fuselaje ancho) de la historia de la aviación, el más largo, el más
pesado y el que tenía la entrada de los motores más grande.
Cuando entró en servicio, algunos aeropuertos tuvieron que acon-
dicionarse por su enorme envergadura.
CAJAS NEGRAS
SISTEMA DE COMBUSTIBLE
FANTASÍA EN VUELO
TREN DE ATERRIZAJE
LUCES Y COMUNICACIONES
SELCAL, otro ACARS y el SATCOM que nos pone en contacto con la red
internacional telefónica a través de los satélites artificiales INMARSAT (en la
zona del globo terrestre entre el 75º de latitud Norte y el 75º de latitud Sur).
Siempre se ha tenido la posibilidad de comunicarse con cualquier
teléfono por medio del HF y Phone-Patch a través de la estación terrestre
Stockholm Radio (había otras estaciones que daban el mismo servicio pero
ésta, para Europa, salía fuerte y muy claro). Las comunicaciones por medio
de este método había que pagarlas con tarjeta de crédito.
El jumbo lleva 25 antenas exteriores para todos los equipos de
comunicación y navegación.
Desde la cabina de mando nos podemos comunicar por medio de
un sistema de interfono con 22 puntos repartidos por todo el avión. Entre
los tripulantes, entre la cabina y el mecánico de tierra, entre cabina y
bodegas, etc.
Para los avisos que se dan al pasaje hay 61 altavoces repartidos a lo
largo de la cabina de pasaje.
En vuelo hay que mantener siempre la escucha por si nos llama el
Control correspondiente y esto quiere decir que hay que estar oyendo con-
tinuamente el ruido molesto de fondo (estática) a través de los auriculares o
de los altavoces. Si las comunicaciones son cada 15, 20 minutos, como en
el cruce del océano, gracias a un equipo llamado SELCAL (Selective Call)
podemos cortar la escucha porque tenemos la seguridad que nos llamarán
de forma selectiva y en cabina sonará una campanilla acompañados de una
luz intermitente. En caso de necesidad tanto el control de tráfico como la
compañía para contactar con nosotros, habrá puesto en su emisor una clave
de cuatro letras que corresponde a cada avión y viene reflejado en el Plan
de Vuelo ATC.
NAVEGACIÓN
LIMITACIONES Y AVISOS
COMPROBACIONES Y CHEQUEOS
REVISIONES
Curiosidades
Revisiones
Mantenimiento menor
C cada 18 meses
D-n cada 50 meses o 21.000 horas
D-3 cada 60 meses o 23.000 horas
D-2 cada 66 meses o 26.000 horas
A- 650 horas
Diaria con un margen de 48 horas
Semanal con un margen de 24 horas
Overhaul
E
stá establecido por la ley internacional de aviación civil que para el
desempeño de sus funciones, los tripulantes de vuelo en general y
los de Iberia en particular deberan tener en vigor sus licencias de
vuelo y calificación de tipo que caducan cada seis meses, por lo que
tendrán que cumplimentar, como mínimo, los entrenamientos y verifica-
ciones establecidos al efecto.
Entre los entrenamientos necesarios para poder seguir volando
en el mismo tipo de avión, se encuentra el denominado “curso de
refresco”.
Cada seis meses y durante dos días, los tripulantes técnicos se
someten a una verificación de competencias y a un entrenamiento en
tierra que se ajustan a unos requisitos establecidos por las JAR (Joint
Aviation Requirements) .
En el primer día del curso y por medio de un ordenador se
repasan varios sistemas del avión, con un programa interactivo, que
opcionalmente se puede realizar en casa. La filosofía del curso es el
repasar todo el avión sistemas y emergencias asi como situaciones
posibles que se pudieran presentar de tal manera que en cuatro cursos o
sea en dos años se completa la totalidad de los sistemas y sus posibles
anormalidades.
A continuación y durante dos horas, se realiza un entrenamiento
y verificación con la presencia del instructor sobre equipamiento de
Simulador.
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determinadas del avión, del aeropuerto, pistas vientos etc. Habrá que
resolver los problemas y calcularemos el máximo peso con el que vamos
a poder despegar, los flaps a emplear y las velocidades de despegue que
serán las que usaremos en cada caso concreto en las prácticas del simu-
lador.
En las cuatro horas de vuelo, en el primer simulador, se realizarán
una serie de emergencias o anormalidades que se presentaran a lo largo
de la preparación de cabina, puesta en marcha, rodaje, despegue, etc, es
decir durante todas las fases del vuelo.
Al siguiente día segundo simulador, se realiza otro periodo de
cuatro horas interrumpido por quince minutos de descanso y repartido
con un vuelo LOFT (Line Oriented Flying Training) que consiste en
simular un vuelo completo con una serie de anormalidades o emer-
gencias que la tripulación tendrá que resolver.
En este vuelo el instructor no puede intervenir hasta que el
“avión” no haya aterrizado y sólo al final del vuelo realizará los comen-
tarios que estime oportunos.
Las dos últimas horas se dedican a aproximaciones Cat. III con
todas las situaciones que se pueden dar: incluida la de incapacitación del
comandante en el momento más crítico que es el del aterrizaje, simu-
lando un posible desmayo o inhibición del piloto al mando.
Este curso se completará con una inspección en vuelo en una
línea regular y un examen médico anual.
Dentro de los cursos que se realizan para verificación o entrena-
miento, están el curso de salvamento y el de mercancías peligrosas.
En el primero se estudian los equipos de emergencia, de pri-
meros auxilios y de todos los equipos de seguridad que se llevan a bordo.
También se realizan prácticas de lanzamiento de bengalas, utili-
zación de chalecos salvavidas, mascaras de oxígeno, manejo de extin-
tores, evacuación simulada por la rampa de emergencia, etc.
En el segundo, se estudian la legislación sobre el transporte de
mercancías peligrosas, y cómo afrontar situaciones adversas como humo
incontrolado, derrames de líquidos, amenazas, interferencia ilícita, etc.
La tripulación auxiliar también hace sus cursos de refresco, revi-
siones medicas e inspecciones. Su entrenamiento está más orientado al
pasajero y a la cabina de pasaje. Está familiarizado con el uso del oxígeno
para primeros auxilios, el uso de los megáfonos, balizas de emergencias,
pistola de señales, rampas/balsas de salvamento, actuación ante un humo
o fuego, evacuación de cabina , aterrizaje forzoso, amaraje, chalecos sal-
vavidas, equipos de supervivencia y empleo de los botiquines de pri-
meros auxilios.
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Despegue al amanecer.
CONTROL DE
TRÁFICO
Nota: He considerado para hacer más completo este relato añadir a conti-
nuación una carpeta completa del vuelo de Madrid a Nueva York del día 6
de mayo de 2004 que la oficina de operaciones de la compañía Iberia me
ha proporcionado.
El técnico de operaciones (Flight Dispatcher) Sr. A. Requejo ama-
blemente este día ha realizado dos carpetas iguales, una para la tripulación
y otra para este trabajo. Le agradezco su trabajo.
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Torre de Barajas.
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Notams de aeropuertos.
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Notams de aeropuertos.
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Notams de aeropuertos.
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Atlántico Norte.
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Aeropuerto Barajas.
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SID de Madrid-Barajas.
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Parte de vuelo.
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Claves TAFOR.
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Limitaciones de viento.