Está en la página 1de 2

Consecuencialismo

Según Sen, la ética utilitarista y bienestarista encarecen al enfoque consecuencialista ya


que reduce el análisis económico utilitarista, es por ello que se han convertido en los
principales paradigmas de la valoración consecuencialista limitando a los agentes en sí,
de tal manera que proporciona una visión incompleta del bienestar, libertad,
desigualdad, conllevando un enfoque equívoco del accionar humano. Estos enfoques
ontológicos enriquecen la economía normativa, mostrando las diversas métricas con las
que se puede analizar información; sugiriendo estrategias para incorporar en la
economía normativa los derechos y libertades del estado de las cosas como tal[ CITATION
Her98 \l 12298 ].

Al llevar a cabo un análisis del comportamiento de los agentes en la economía y su


racionalidad en sus elecciones y el conjunto de sus gustos y oportunidades. Elegir
racionalmente significa el individuo hace una relación entre sus posibles elecciones e
identifica sus gustos y preferencias, analiza y correlaciona las variables dado lugar a que
la opción con más aceptación para el individuo pasa hacer la alternativa preferida en
primer lugar[ CITATION Sal91 \l 12298 ].

Al consecuencialismo no le basta con promulgar valores, sino que vincula las acciones o
los principios con sus consecuencias. El mejor exponente del consecuencialismo es la
moderna economía enfocada al bienestar, que proporciona la correlación entre métodos
formales y la fundamentación de la ética, ya que ha generado justificaciones
consecuencialistas erradas que perciben juicios prácticos; siendo la verdad,
argumentaciones consecuencialistas, incluyendo una parte materialista y un juicio de
valor. Pareto propone una alternativa optima; cuando alguien dice “el mercado es
bueno”, porque “economiza costos informativos” o porque “permite una mejora en la
utilidad de alguien sin que nadie salga perdiendo”; ya que depende de la interpretación
de la información y desde que contexto es analizado para dar paso a una crítica
constructiva o destructiva[ CITATION Ove94 \l 12298 ].

Apelar a las consecuencias internas y sociales no quiere decir que estas


fundamentaciones omitan los valores. Si normalmente la conclusión no se hace explícita
es porque se ampara en juicios de valor aparentemente aceptados por todos, en juicio
del tipo: “es mejor más que menos” ya sea de riqueza bienestar y dinero.

El consecuencialismo se critica en ocasiones porque puede llegar a ser difícil saber el


resultado de una acción de manera anticipada o prevista, y en algunas situaciones el
consecuencialismo puede llevarnos a tomar decisiones cuestionables, aunque las
consecuencias sean “buenas”.

En el supuesto que los economistas puedan comprobar que la economía mundial sería
más fuerte, y que la mayoría serían más felices, saludables y prósperos si esclavizamos
a 2% de la población. Aunque la mayoría de las personas se benefician gracias a esta
propuesta, la mayoría nunca estaría dispuesta a llevarla a cabo. No obstante, si se juzga
simplemente a base de sus resultados, como lo haría la teoría consecuencialista, se
puede decir que “el fin justifica los medios”[ CITATION Con \l 12298 ]

Bibliografía
Consecuencialismo. (s.f.). Obtenido de
https://ethicsunwrapped.utexas.edu/glossary/consequentialism?lang=es

Hernández, A. (1998). AMARTYA SEN: ÉTICA Y ECONOMÍA. En Cuadernos de Economía (págs.


153-154). Bogotá.

Ovejero, F. (1994). Mercado, ética y economía. En Economía Crítica (págs. 22-25). Barcelona:
ICARIA.

Salcedo, D. (1991). Consecuencialismo e imparcialidad. En Revista de Filosofía (págs. 164-165).


Madrid: Complutense. Obtenido de Revista de Filosofía:
https://core.ac.uk/download/pdf/38842741.pdf

También podría gustarte