Está en la página 1de 4

Aventuras de un apasionado cazador de orquídeas chilenas

lsmael Espinosa tuvo hace 20 anos su primer encuentro con nuestra flora silvestre. Gracias
a él, las orquídeas chilenas han sido rescatadas del olvido, determinadas con criterio
científico, dibujadas y coloreadas con mano amante. Compaginadas según sus familias, las
orquídeas se incorporan, con belleza exenta de oropeles tropicales, al patrimonio nacional.

potable, mueren. Y con su Las orquídeas silvestres


muerte, la simbiótica or- de Chile, en cambio, exhi-
quídea ve desfallecer su ben una tozuda modestia
raíz, hasta que también que persiste en sus 120
muere. De ahí que el tras- pálidas y encogidas espe-
plante a invernaderos re- cies. Por ningún motivo
sulte un caso perdido. Y ellasseenredarían en tron-
que en los floreros, desfa- cosdeárboles, como lo ha-
llezcan sin remedio, en cen las soberbias orquí-
menos de 24 horas. deas tropicales.
"Siendo un coleccionis-
PALOMITAS ta 'cachivachero' (de cosas
MENOSPRECIADAS. bastante inútiles) tuve una
Quizá justamente por las época de cazador de orquí-
dificiles circunstancias de deas que me duró lo que el
su existencia, Ismael Espi- entusiasmo de un compa-
nosa se encaprichó en con- dre, que trabaja en el Mu-
vertirse en cazador de or- seo de Historia Natural",
quídeas, las que considera cuenta lsmael Espinosa
una de las grandes belle- ahora a 20 años plazo de
zas chilenas, desconoci- ese primer encuentro con
das casi por los propios na- nuestra flora silvestre. En-
tivos. Los campesinos las tonces se limitó a formar
.llaman "gavilú", "palomi- herbarios que siguen dur-
tas" o "azucenas de las miendo entre los estantes
otras", y no las cotizan de- de su estupenda y caótica
masiado. Quizá porque no biblioteca. La misma que
resisten la domesticación sólo él entiende, porque
d e l o s c a r d e n a l e s , por esas hileras y rincones son
ejemplo, que les encien- también otros tantos
den de colores las ranchas, proyectos de tareas a futu-
trasplantados a modestas ro en un Chile "donde to-
bacinicas o viejas ollas davía está todo por hacer.
desportilladas. Por eso loconsidero el país
En cuanto a los chilenos de las oportunidades".
de ciudad, la mayoría n i Entonces, ismael era un
siquiera lasdistingue, des- veintiañero abogado y pro-
lumbrados por las orqui- fesorde leyesde la Univer-
deas hollywoodenses que sidad Católica (Legislación
las n o r t e a m e r i c a n a s se social) que con un libro
plantan,por lo general con titulado "Práctica foren-
el correspondiente encinta- se", convertido gradual-
do, en los hombros de los mente en vademécum le-
Por Graciela Romero Cabo de Hornos, no flore- trajesde baile. Para los Es- gal, conquistaba su liber-
Fotocolor: Enrique Rivera cen todos los arios. y du- tados Unidos setrata de un tad económica para dedi-
Fotos: Carmen Bascuñan. rante el invierno se mue- caroexotismo. porque esas carse a sus verdaderos e
ren, para rebrotaren la pri- orquídeas se llevan desde insólitos amores: los teso-
Menuditas, solitarias, de mavera, en modesto, pero Centroamérica. en vuelos ros escondidos de Chile,
colores pálidos, e n su persistente aislamiento. más regaloneados que pa- tal cual las orquídeas, que
mayoría inolorasyde "par- Las orquídeas escasamen- sajeros de primera clase. este 1981 estrenó en so-
to" difícil por la compleji- te se avecinan con otras, y Estas orquídeas de in- ciedad, a través de una
dad de la germinación de su mayor intimidad se pro- vernadero son grandes, de Carpeta con 12 láminas
sus semillas, las orquídeas duce en la simbiosis con hojas espesas y violentos coloreadas a mano, de sus
son una extendida rareza hongos microscópicos que colores morados con pin- especies más distinguidas
chilena. Pese a que puede permiten que sus raíces tasymotasamarillas. Todo (en el sentido cientificc
encontrárselas desde el "funcionen". Dichos hon- muy vistoso, pero de cierta estético de la palabra).
sur de Atacama hasta el gos, al recibir riegodeagua manera decadente. Por suDuesto a u e I
'f ,f<
Orquídeas del Valle Central de Chile
b e.ns ncrnar os f.eron iia. to ilfailt ' hlanijaiu". -11 Los dibiijanles Andres Jiillian y Eduardo Beriiain llevando al
Ja trios q .c ' L r i penai e ' n r oc la decaoa oel seseti- papel los ejemplares orquiilaceos seleccionados por Ismael.
a smirr qi.2 e a n n pasa ra t? SP n 2 0 pcr no sro ( t -

-
nose a n m . , .iiroa si. pa- 1.1 a ~ poo r o na9;c.r . n ..
i:imre , eiiiu'i asla e s ~ o ' i ? "Cn P r i p [i..nra a m o o ..
Yan , a a ~ r u . . s q.eoá ue qi.e ebcr 50.I ..sire) io10
ottiu upas frescos. para gtafio para ~ 0 , ' i~i i isi r d ~
aiiao r o s.. Caifieta son? o e 5..s IpcIi.ei'os 9
eciorrs or t ? i i i o n i : ? s
f!A7Ann!? DE RAREZAS 'C .. I G O (:ti e (1I.P ni1 ?' .
k-zrl,n c.,c PsPi oe e* nic tilereja e s e pul I 50' .
ehp ca e Y C I L a m o?,>.
peJ ,F tra
si.5 ,la .azgns ca5 e i i f r r a . q." ranlo cn rcP..rafl'
~nooilt.s paro c.1 ei:c:ion sra nrgrananns.
os , 110s13 ~ e , ,l,PrO f i i i a s so rrerirs. inonmas
lra;pla,ltE per,ii r i d s f o i l ~ s y d r l l a ~I a+as
i Y
e' 'oi 'e 0''' C d r p r t a
,
rea Lar 5.1 u t r e r n i clac oil
po, il ca
Aar aii<i noffnior.ii / ~ . r r e .
I38 1 coil os u o..Ios dc
o.enian RJgenoas rapto-
proo..ccim a I:I.II' I a t. - o s , oLranlc s.. pertiianc~i-
aannsa DUr c a en nuesfto pa 'i. ? n t?
,LI I a n ... .
y Eduardo Bernain). siglo X V I I I .
La docena de orquídeas El ahora editor artesanal
en láminas, son para Is- Espinosa, pese al refina-
mael como otros 12 niños miento de sus ediciones.
~ s 'losa
u ti o s s c agreeon enc..eriira ..i 6 , it! < \ ~ . e i , -- .
a si. i.n co t i u «e cariie i arree l a s.. OI> n ;ti de i1i.e i .
hueso: Gonzaio, de 7 año;, el tan lameniado "apagón
que tuvo después de u n
matrimonio tardío y cuan-
cultural" chileno,en reali-
dad no existe.
..w-
~..-- -
do él mismo pensaba que "La gente que vive en ,:: <.. ...~
.
.''-,,,fl*m
era un solterón sin reme- París, sede de la cultura ...
dio, casado con sus colec- según nosotros, es igual o
ciones y sus alucinaciones peorque la quevive& Chi-
de cazador de rarezas. To- le, si se trata de dolerse por
do Chile.. ,oor lo demás.. ,00- los ignorantes o Ins aue no
I
~ ~~ ~~

dría ser su meta descubri- se c u l t i v a n " , afirma I s


dora. Comoqueen larevis- rnael, para quien el térrni- i

Sesión orquídeas: Cada "cédula de identidad" de una orquídea, es fruto de un trabajo arduo de la botánica Adriana Hoffman,
de Ismael Espinosa y de Bernain. La botánica chilena ha recibido un buen espaldarazo con esta investigación de Ismael.
no medio nuestrosabe qui-
zá más que el término me-
dio de otros países. Padre e hijo son
"La prueba es que este
asunto de las orquídeas ya compañeros. Gonzalo, a los
está intrigando a muchos, 7 años, es el niño más feliz
no solo a los coleccionis-
tas, sinoa losaficionadosa
del mundo. Abajo: después
estos refinamientos que de la labor diaria, una
son en su facturación, re- distracción para los
sabios del pasado".
También las orquídeas Espinosa, cuyos "hobbies"
se están sintiendo acorra- son los perros y el esquí.
ladas. Si bien en las cerca-
nías t a n a s e q u i b l e s d e
Santiago como es la cuesta
Lo Prado, camino a Viña
del Mar, nacen con la pri-
mavera las orquídeas, y las
hay en el Cajón del Maipo y
el valle San Ramón, la ver-
dad es que las extensiones
aradas y civilizadas están
circunscribiendo su terri-
torio posible. "De ahí",
clama lsmael Espinosa ,
"la necesidad primero de
conocerlas, para luego de-
dicarse a protegerlas, co-
mo una parte muy hermosa
de nuestro patrimonio"

FAMILIA INTERNACIONAL
Definitivamente, la familia
orquidácea es la mayor del
mundo: cerca de 20 m i l
especies en los cinco con-
tinentes. Peroen loscinco, en el rango de "flor nacio- en su Carpeta, dichas flor- dres, enviadas por el naiu-
como en América, consti- nal", ellas permanecieron citasasciendan en la esca- ralista descubridor de "El
tuyen una rareza. Y por en la sombra. Acaso por- la social. origen de las especies",
eso, justamente caen en el que carecen del rojo inten- Como Si fueran POCOS 10s que las dichosas florecitas
área de lo que fascina a los socoDihuano, aueembele- largosmesesde búsqueda, silvestres resultaron pos-
Espinosas de este mundo, sabaa 10saraucanos y que cuando se trató de colorear tergadas, y enseguida bas-
para quienes la naturaleza conquistó luego a los espa- las láminas, se puso un tante olvidadas.
tiene hartas más sorpre- noles. Nadie podria decir aviso en el diario. Llegó la Por lo demás, Darwin
sas, suspenso, hallazgos y que las orquídeas parecen gente más insólita. Desde también estuvo en Brasil,
?por supuesto bellezá, que "chispas de fuego", como pintores que se decían con otro país donde las orquí-
las más sucedidas telese- se describe al copihue en "dominio del color", resul- deas, por ser tropicales, se
ries o los más truculentos canciones tradicionales. Y tando luego que eran sim- empinan hacia losárboles,
best-sellers. para colmo, a l no enredar- ples pintores de letreros y lucen más intensos colo-
"Lo triste es que el hom- se en los troncos de árbo- camineros, hasta secreta- res. En contraste, las or-
bre vive en constante aco- l e s , c o m o o c u r r e , por riascesantes, quea la hora quídeaschilenas pasaron a
so a la naturaleza", se la- ejemplo. en Venezuela, se de tomar los pinceles, con- segundo plano.
menta el cazador de orqui- destacan menos. Losvene- vertían las orquídeas en Como la mayor parte de
deas 1981, que para el zolanos llaman "cattleya" cualquier cosa. los aderezos chilenos, con
próximo año se lanzará a la a sus orquídeas, donde son excepción de los imponen-
búsqueda de nuestros cac- flores nacionales. Por eso, EL DESCUIDO DE DARWIN tes Andes, las orquídeas
tus, que le parecen otra las muchachas de las no- Charles Darwin fue en resultan demasiado so-
hermosa ofrenda, despre- velas de ese país, son des- cambio uno de los muchos brias y no alardean de na-
ciada o más bien ignorada, critas a menudo como con viajeros europeos que vi- da. Pero, como a todo lo
por los ojos de los indivi- el cabello adornado de or- nieron a curiosear la botá- quevale la pena, algún día
duos actuales. quídeas, lo que difícilmen- nica chilena. Y que enten- les iba a llegar su hora.
Puede que, además, las tepodriaocurrirenChile. Y dió y admiró nuestras or- Esta, indudablemente,
orquídeas chilenas hayan sin embargo, puede que quídeas. Sólo que enton- es la hora del descubri-
tenido mala suerte:, mien- con el empujón que les es- ces llegó tal avalancha de miento de la orquídea chi-
tras el copihue se colocó t á dando lsmael Espinosa nuestras florales a Lon- lensis. ¡Bienvenida!

También podría gustarte