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C.

DEFINICIONES BÁSICAS DEL COSTEO BASADO EN ACTIVIDADES Definir aquellas palabras que son
propias de este sistema de costos, ayudará a comprender el ambiente en el cual opera el ABC. Su
vocabulario característico se reduce a unas cuantas palabras claves que a continuación se definen:
1. Recursos: son todos los medios utilizados en el desarrollo de las actividades, debidamente
agrupados según sus características homogéneas. En este sistema, recursos son tanto los grupos
homogéneos de costos como los de gastos. Dentro de los recursos están entre otros: Nómina, que
incluye salarios, horas extras, recargos nocturnos, prestaciones sociales legales y extralegales,
pagos a la seguridad social, aportes parafiscales, viáticos, capacitación, transporte de empleados,
útiles de oficina, restaurante y cafetería, entre otros. Honorarios, incluye tanto el pago realizado a
terceros como los demás pagos en los que se incurra para llevar a cabo y en debida forma los
servicios profesionales que la empresa recibe. Maquinaria, incluye depreciaciones, energía,
mantenimientos, seguros, reparaciones, aseo, arrendamientos, entre otros. Edificios, incluye
depreciaciones, energía, mantenimientos, seguros, reparaciones, aseo, arrendamientos, teléfonos,
entre otros. Equipo de oficina, incluye depreciaciones, energía, mantenimientos, seguros,
reparaciones, aseo, arrendamientos, entre otros.

Una de las virtudes de este modelo, es su confiabilidad; pero para garantizar esto, es necesario
incluir el valor correcto de la totalidad de los recursos que se utilizan debidamente agrupados,
teniendo especial cuidado con las características propias de cada empresa, esto hace que las
cuentas se puedan agrupar de diferentes maneras. Los recursos se pueden clasificar en contables y
no contables: Recursos contables: son aquellos constituidos por las cuentas de costos y gastos que
directamente provee la contabilidad financiera. Recursos no contables: son aquellos constituidos
por grupos de cuentas extracontables, es decir, por cuentas que por principios de contabilidad no
se deben registrar en la contabilidad financiera.

2. Actividad: es un conjunto de acciones homogéneas que tienen un objetivo común y consumen


recursos. Son realizadas por un individuo o grupo de individuos y tienen las siguientes
características: Suponen o dan lugar a un saber o hacer específico. Emplean una serie de recursos
físicos, humanos y tecnológicos. Son tareas homogéneas desde el punto de vista de su
comportamiento, costo y ejecución. Permiten tener un resultado, sea interna o externamente
(producto). Están enfocadas a satisfacer necesidades de un cliente específico, el cual puede ser
interno o externo. El nivel de actividades es el nivel mínimo recomendable hasta el cual una
empresa debería implantar el ABC, con el ánimo de gestionar adecuadamente sus recursos y
alinear los objetivos institucionales con el direccionamiento estratégico. Las actividades
constituyen la base de gestión más coherente con una filosofía de mejoramiento continuo.

Las actividades ofrecen, entre otras, las siguientes ventajas: Constituyen la base para el cambio,
pues representan tanto lo que hace la empresa, como aquello que sabe hacer. Orientan la
estrategia corporativa. El conocimiento de los fines determinar lo que está haciendo (actividades)
y cómo sus actividades se relacionan con tales fines. Complementan el mejoramiento continuo. El
análisis de actividades proporciona la información necesaria para identificar actividades y
contrastarlas con los objetivos del mejoramiento continuo: eliminación de despilfarros;
mejoramiento del rendimiento de las actividades que generan valor; simplificación de actividades;
mejoramiento de la calidad. Son comprendidas fácilmente por los usuarios. En la medida en que
las actividades son identificadores naturales y corresponden a eventos familiares en los procesos
de la empresa, proporcionan un medio efectivo para la comunicación entre personas, directivos y
proveedores. Pueden ser medidas objetivamente. Dado que las actividades son hechos reales, no
sujetos a la libre interpretación, constituyen una base confiable para cualquier sistema de control
de gestión. Constituyen un concepto universal dentro de la organización. El concepto de actividad
no está sometido a ningún proceso en particular. Por tanto, puede aplicarse a especialidades
terciarias, administrativas o técnicas, así como a la producción de bienes y servicios. Establecen
coherencia con los saberes. El medio natural para la puesta en práctica de los saberes son las
actividades. Para la empresa, un saber sólo es útil si se concreta con un modo de saber hacer, es
decir, en una acción, en una actividad. El cuadro de acumulación del saber está formado por
actividades combinadas en un proceso. Las actividades son las que consumen los recursos. Por
ello, recortar sólo recursos distorsiona y complica la situación financiera y la operación efectiva del
negocio, dado que la empresa seguirá ejecutando las actividades posiblemente de manera
ineficiente y con menos recursos. La racionalización de costos debe hacerse mediante un rediseño
de actividades y no con base en la disminución de recursos a cualquier precio.

Clasificación de las actividades: se dice que las actividades son primarias o secundarias, si son
operativas o administrativas respectivamente. Para efectos de cualquier análisis, esta
identificación es importante. Para un mayor entendimiento y claridad se presentan a continuación
diversos tipos

de actividades: Según su categoría. Las actividades pueden agruparse en cuatro categorías básicas:
Actividades a nivel unitario: son aquellas que se realizan cada que se elabora un producto o se
presta un servicio, es algo así como hablar de actividades variables, que dependen del volumen de
producción. Actividades a nivel de lote: son aquellas que se realizan cada vez que se elabora un
lote, se presenta un pedido específico o se realiza una orden de producción, por ejemplo, limpiar y
preparar una máquina para atender un lote diferente. Actividades a nivel de producto: son
aquellas que tienen una relación directa con los productos, independiente de la cantidad
producida o comercializada. Actividades a nivel de empresa: son actividades de apoyo o
corporativas que soportan a las anteriores actividades. Según las funciones: las actividades pueden
identificarse de acuerdo con el área a la que estén adscritas, desde un punto de vista muy
funcional. Por ejemplo, las actividades realizadas en el área contable se clasifican como contables.
Según su participación en el costo de los productos las actividades se pueden clasificar en:
Actividades primarias: son aquellas que contribuyen directamente a la misión de una unidad
organizativa y están relacionadas directamente con el producto o con la prestación de servicios y,
por lo tanto, tienen que ver con el portafolio de productos o servicios. Son las que crean la imagen
de la empresa. Actividades secundarias: son aquellas que le sirven de apoyo a las actividades
primarias, son de carácter general. También se les conoce como de soporte o corporativas. No
tienen una relación directa con el producto o servicio, pero son necesarias para que los objetivos
estratégicos de la entidad se desarrollen a cabalidad, como por ejemplo, actividades relacionadas
con la administración, esenciales para la ejecución efectiva de las actividades primarias.

Según su periodicidad en su ejecución las actividades se clasifican en: Actividades repetitivas: son
las que se realizan continuamente en un proceso determinado y por lo tanto son usuales; se
realizan diariamente. Actividades no repetitivas: son aquellas que sólo se llevan a cabo pocas
veces y suelen, en algunos casos, pasar inadvertidas a pesar de que están consumiendo recursos;
por ejemplo, las negociaciones con el sindicato generalmente se realiza cada dos años. Según su
aportación a la generación de valor las actividades se clasifican en: Actividades generadoras de
valor agregado: son aquellas que aumentan el interés de los clientes internos o externos por ellas
y por lo tanto, estarían dispuestos a pagar un precio por ellas, de modo que se convierten en
importantes y necesarias. Actividades no generadoras de valor agregado: son aquellas que
generan en el cliente externo o interno un comportamiento totalmente contrario al asumido con
las actividades anteriores, en el sentido que estas son inútiles para ellos y por lo tanto, no estarían
dispuestos a pagar por ellas.

Osorio, J. y Cuervo, J. (2013). Costeo basado en actividades ABC: gestión basada en actividades
ABM (2a. ed.). Ecoe Ediciones. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/funsanmateo/114321?page=97.

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B. FUNDAMENTOS DEL COSTEO BASADO EN ACTIVIDADES

Fundamento 1: es un modelo gerencial y no un modelo contable Si el propósito es diseñar un


modelo a la medida de la empresa, o de la administración, o de las necesidades de la gestión, no
debe ni concebirse como modelo contable, ni debe ligarse a la contabilidad. «La probabilidad de
lograr beneficios estratégicos es inversamente proporcional al grado en que el concepto se
rutinice como parte de los sistemas generales de contabilidad» (SHANK y GOVINDARAJAN, 1995).

La contabilidad de gestión, tiene en el costeo basado en actividades -ABC- una de sus mejores
herramientas. El ABC surge con la finalidad de mejorar la asignación de recursos a cualquier objeto
de costos (producto, servicio, cliente, mercado, dependencia, proveedor, etc.), y mide el
desempeño de las actividades que se ejecutan en una empresa y los costos de los productos o
servicios a través del consumo de las actividades.

Esta metodología permite mayor razonabilidad en la asignación de los costos y permite la visión de
la empresa por actividades. El ABC pone de manifiesto la necesidad de gestionar las actividades,
en lugar de gestionar los recursos. Es importante anotar que en Colombia, el ABC es de obligatorio
cumplimiento por parte de las empresas de Servicios Públicos Domiciliarios, sujetas al control y
vigilancia de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, según resolución 1417 del 18
de abril de 1997, para el caso de las empresas de Acueducto, Alcantarillado, Aseo, Energía y Gas
Combustible; y la resolución 2863 del 9 de octubre de 1996, para el caso de las empresas de
telecomunicaciones. Posteriormente, este modelo fue actualizado para todas las empresas del
sector mediante la Resolución 33635 de 2005. En este tipo de empresas el ABC está integrado a la
contabilidad; pero perfectamente se puede trabajar como un modelo gerencial. Adicionalmente,
las resoluciones 050 y 051 de 2010, determinan que todos los Transmisores Nacionales (TN) y los
Operadores de Red (OR), deben realizar auditorías especializadas relacionadas con la información
de los gastos de administración, operación y mantenimiento AOM, antes de ser reportada a la
Comisión Reguladora de Energía y Gas CREG, las cuales deben ser realizadas por auditores
especializados en el modelo de costos basado en actividades, los cuales deben verificar que la
información que reposa en dicho sistema de costos coincida con la contabilidad. El sector público
colombiano también ha visto en el costeo basado en actividades una metodología útil para
calcular costos en las instituciones de carácter público, es así como en 2008 la Contaduría General
de la Nación dentro de la serie de textos denominados textos de contabilidad pública, editó el
documento marco de referencia para la implantación del sistema de costos en las entidades del
sector público. En este documento se recomienda la utilización del ABC como la metodología que
más se adapta a las necesidades de información de las empresas que pertenecen a este sector,
pero también ligándolo a la contabilidad.

No es conveniente fusionarlo a la contabilidad En el marco de las expectativas de los nuevos


sistemas de información, el costeo basado en actividades considera que una efectiva evaluación
del desempeño, debe incluir la totalidad de los recursos consumidos. No puede afirmarse que la
empresa logra producir sus bienes o prestar sus servicios en forma eficiente y competitiva sólo
porque se omiten algunos costos y gastos necesarios en la producción de ellos. Este fenómeno no
es extraño, si se tiene en cuenta que la contabilidad no revela la totalidad de los recursos
utilizados en las operaciones. Este es uno de los factores más incidentes para recomendar que el
costeo basado en actividades sea concebido como modelo gerencial y no contable. Algunos
hechos como los que a continuación se exponen deterioran cualquier conclusión sobre el manejo
de los recursos:

Planta de cargos desactualizada: es posible que en empresas con un número considerable de


personas, éstas laboren en lugares diferentes a los definidos en la planta de cargos. El costo por
nómina se contabilizará en un área de responsabilidad equivocada.

Bienes donados o recibidos en comodato: legalmente estos bienes no se pueden depreciar; por lo
tanto, en la contabilidad no aparecerán como medibles los esfuerzos que estos bienes realizan
para la generación de los ingresos. Si estos recursos son indispensables para desarrollar la misión,
el costo de oportunidad no puede marginarse, si se quiere examinar la eficiencia con la que se
producen los bienes o se prestan los servicios

Bienes propios consumidos: fácilmente una entidad puede consumir los bienes o servicios que
produce, sin efectuar un registro de ello. Tal es el caso de una empresa que presta servicios de
generación de energía y consume energía para el normal funcionamiento de su actividad
productiva, tanto operativa como administrativa y no deja ninguna constancia en la contabilidad,
en ocasiones se le conoce como autoconsumos.

Propiedad, planta y equipo con costos irreales: si las empresas no llevan a cabo de forma
periódica procesos de actualización del valor de sus activos, los valores los valores que registren en
la información contable pueden diferir de la realidad. No todos los activos fijos utilizados se
encuentran en propiedad, planta y equipo: muchos recursos que se utilizan en la prestación de los
servicios o en la producción de los bienes están ocultos, debido a la práctica de clasificar como
activos depreciables sólo aquellos que superen un valor determinado; los demás (los ocultos) son
considerados gastos o costos del período. La depreciación no es un problema contable es un
problema económico: el desgaste de las herramientas, máquinas y equipos por su uso, ha existido
desde siempre, mucho antes que la misma contabilidad. Fueron las prácticas contables las que
decidieron que unos bienes se deben activar y otros se deben registrar en el gasto o el costo y que
los que se activan se deben depreciar a cinco años, otros a diez y otros a veinte, de acuerdo con el
tiempo de productividad. Un criterio económico es aquel que considera que cualquier activo que
participe en la producción de bienes o servicios transfiere costos a éstos. Un criterio contable,
definido por la política fiscal, es aquel que considera que un activo después de finalizada su vida
útil, no puede transferir costos aunque el bien esté en uso. Para un recurso que se deprecia a diez
años, contablemente hay una diferencia considerable en el costo por Hay activos que participan
directa o indirectamente en la producción de bienes y en el momento de su adquisición se llevaron
al gasto o al costo; contablemente sólo existieron en el año de la compra; pero económicamente
están ahí, produciendo o prestando servicios. Recurso humano ad honórem: en cualquier entidad
pueden ex istir personas que laboran sin ninguna contraprestación, como estudiantes o
profesionales en práctica, docentes que laboran en universidades, o personal voluntario en
labores humanitarias. En cualquiera de los casos mencionados, el recurso utilizado se convierte en
un costo de oportunidad, pues en el evento de no contar con él, tal vez habría que

contratarlo. La contabilidad no da cuenta de estos hechos. Intereses por préstamos para financiar
proyectos pasados: si lo que se pretende es evaluar el desempeño de los ejecutivos, no es lógico
incluir dentro de sus responsabilidades, los intereses que otra administración pactó para
desarrollar proyectos pasados. En ningún caso puede asegurarse que una institución es eficiente
sólo porque no se incluyeron la totalidad de los recursos que se consumieron. Aunque en
Colombia algunas instituciones públicas privadas y mixtas, han sido obligadas a diseñar sus
sistemas de costos vinculados a la contabilidad con el compromiso de informar a usuarios
externos, seguirá prevaleciendo la categoría de modelo administrativo. La metodología del costeo
basado en actividades es una alternativa que se creo exclusivamente pata la gerencia

Fundamento 2: los productos o servicios (objetos de costo)2 consumen actividades El método de


distribución de los recursos a los productos o servicios u objetos de costo, propuesto y utilizado
por los métodos tradicionales de costos, no resolvieron las expectativas de confiabilidad de
información acerca de los costos unitarios. Con la metodología que utiliza el modelo tradicional,
los recursos que conforman los costos indirectos son distribuidos a todos los productos (ver Figura
2.3).
El mayor aporte del costeo basado en actividades a la teoría general de costos es haber
encontrado la vía para asignar de manera razonable la cantidad de recursos que un producto
consume. Puede asegurarse ahora, que se cuenta con uno de los métodos más confiables para
determinar los costos unitarios. Los productos o servicios no consumen recursos; consumen
actividades. Por ejemplo, para el caso de una institución educativa, un estudiante como objeto de
costo no consume medios didácticos; éstos son consumidos por una actividad que se denomina
Hacer docencia; pero un estudiante sí consume la actividad Hacer docencia. La metodología del
ABC impide que la depreciación de equipos didácticos usados en la docencia, se asigne a la
actividad atender inquietudes de los estudiantes, que nada tiene que ver con esta actividad.

En el sector de las confecciones se diría que ningún producto consume un recurso denominado
depreciación de máquina fileteadora; este recurso es consumido por una actividad denominada
“filetear”; no todas las prendas utilizan la actividad filetear; por lo tanto este recurso, sólo será
asignado a aquellas prendas que consuman esta actividad. El método tradicional puede
equivocadamente asignar el recurso a todas las prendas de acuerdo con una base estimada.

Fundamento 3: considera como recursos tanto los costos como los gastos. Una de las deficiencias
de las filosofías de costeo absorbente y directo, es que la utilidad bruta y la contribución marginal
poco informan; puede darse el caso de que un producto en particular goce de un buen margen de
contribución o de una buena utilidad bruta pero después de asumir los gastos que le
corresponden, este producto puede generar pérdidas.

Fundamento 4: acierta en las relaciones de causalidad entre los recursos y las actividades y entre
éstas y los objetos de costo (productos o servicios) Este fundamento fácilmente se explica
aprovechando la argumentación del fundamento 2. Son las actividades las que consumen recursos
y son los productos los que consumen actividades. El método tradicional de costos, si parte de la
premisa falsa de que los productos consumen recursos, difícilmente acierta sobre cuál debe ser la
base o factor de distribución más confiable. Este camino es dudoso y sus conclusiones son
precarias.
Fundamento 5: su enfoque es sistémico; poco interesan las jerarquías departamentales El costeo
basado en actividades es un sistema que se ocupa más del verbo que del sustantivo. Es más
importante la actividad y el proceso que la división o el departamento. Si bien es cierto que es un
modelo que se alimenta de una contabilidad por áreas de responsabilidad, lo fundamental es lo
que la entidad realiza. La importancia del departamento de tesorería radica en que ejecuta o
realiza una parte de unos procesos que se denominan gestión de pagos o gestión de cobros,
donde participan varias divisiones de la empresa.

Si una entidad no es viable, es porque la misión no se cumple; y ésta no se cumple porque los
procesos no funcionan; y éstos no funcionan porque las actividades son ineficientes o no agregan
valor al proceso; y no se puede continuar porque las tareas son inoperantes o porque los
procedimientos están mal diseñados y además son obsoletos. Los recursos, las actividades, los
procesos, los productos, los clientes, los proveedores, etc., son los elementos de un sistema, que
se relacionan causalmente, pretendiendo costear lo que es costeable, poniendo en evidencia los
costos de los procesos y de las actividades para iniciar un proceso de gestión del costo. Este
enfoque de sistemas le permite al gerente conocer las actividades, determinar las fallas,
corregirlas y encontrar la vía adecuada para lograr los objetivos.

Fundamento 6: es la base fundamental para desarrollar la Administración Basada en Actividades


La importancia del costo radica en lo que se puede hacer con él. La administración basada en
actividades (ABM: Activity Based Management) comienza cuando el costeo basado en actividades
termina. Sin lugar a dudas x|x|es la mayor contribución que ha logrado la contabilidad de ges
gestión a las empresas que tienen problemas de rentabilidad. Quizás más importante que conocer
el costo de los diferentes objetos de costo, es disponer de una visión del despilfarro, de las
oportunidades de reducción del costo y de mejora del rendimiento, de forma que permita a la
dirección ser más competente y asegurar la rentabilidad. Una empresa logra su viabilidad, no
porque calcula sus costos, sino porque los gestiona estratégicamente, haciéndolos rentables; esto
se hace mediante la administración basada en actividades. El tema de la administración basada en
actividades se tratará con más profundidad en el capítulo 5.

Fundamento 7: si no existe compromiso de grupo, sus objetivos fracasan El costeo y la


administración basada en actividades son modelos cuyos resultados no se logran por sí solos;
requieren del compromiso de todos los empleados de la firma. Desde la óptica de la gerencia
estratégica de costos, muchos propósitos pueden alcanzarse si se acepta que todo lo que se realiza
en la empresa es es susceptible de mejorarse. El modelo de mejoramiento continuo se

Osorio, J. y Cuervo, J. (2013). Costeo basado en actividades ABC: gestión basada en actividades
ABM (2a. ed.). Bogotá, Ecoe Ediciones. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/funsanmateo/114321?page=92.

Osorio, J. y Cuervo, J. (2013). Costeo basado en actividades ABC: gestión basada en actividades
ABM (2a. ed.). Bogotá, Ecoe Ediciones. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/funsanmateo/114321?page=86.

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