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EL DESARROLLO MENTAL DEL NIÑO o en la forma de razonar, y se dice entonces que «el niño no es

El desarrollo psíquico que se inicia con el nacimiento un pequeño adulto». Ahora bien, ambas
y finaliza en la edad adulta es comparable al crecimiento impresiones son auténticas, correlativamente. Desde el
orgánico: al igual que este último, consiste esencialmente punto de vista funcional, o sea, teniendo en cuenta los
en una marcha hacia el equilibrio. De igual móviles generales de la conducta y el pensamiento, existen
forma, en efecto, que el cuerpo evoluciona hasta un nivel funciones constantes, comunes a todas las edades: en
relativamente estable, caracterizado por el final del crecimiento todos los niveles la acción supone siempre un interés
y por la madurez de los órganos, también la vida que la desencadena, tanto si se trata de una necesidad
mental puede ser concebida como si evolucionara en la fisiológica, afectiva o intelectual (la necesidad se presenta,
dirección de una forma de equilibrio final representado en este último caso, bajo la forma de una pregunta
por el espíritu adulto. Así pues, el desarrollo es, en un o un problema); en todos los niveles la inteligencia intenta
sentido, un progresivo equilibrarse, un paso perpetuo de comprender o explicar, etc. Ahora bien, aun cuando
un estado menos equilibrado a un estado superior de las funciones de interés, de la explicación, etc., son comunes
equilibrio. Desde el punto de vista de la inteligencia, resulta en todas las etapas, o sea «invariantes» como fimciones,
fácil oponer la inestabilidad y la incoherencia relativas no por'ello es menos cierto que los «intereses»
de las ideas infantiles a la sistematización de la (por oposición al «interés») varían considerablemente
razón adulta. En el ámbito de la vida afectiva, se ha observado de un nivel mental a otro, y que las explicaciones particulares
a menudo que el equilibrio de los sentimientos (por oposición a la función de explicar) tienen
aumenta con la edad. Las relaciones sociales obedecen, formas muy distintas según el grado de desarrollo intelectual.
finalmente, a una idéntica ley de estabilización gradual. Junto a las funciones constantes debemos distinguir,
Sin embargo, una diferencia esencial entre la vida del por tanto, las estructuras variables y es precisamente
cuerpo y la del espíritu debe ser subrayada desde el principio, el análisis de estas estructuras progresivas, o formas
si queremos respetar el dinamismo inherente a la sucesivas de equilibrio, el que indica las diferencias
realidad espiritual. La forma final de equilibrio alcanzado u oposiciones de un nivel a otro de la conducta, desde
por el crecimiento orgánico es más estática que aquella los comportamientos elementales del recién nacido hasta
hacia la cual tiende el desarrollo mental, y primordialmente la adolescencia.
más inestable, de tal modo que, una vez finalizada Las estructuras variables serán, por tanto, las formas
la evolución ascendente, se inicia automáticamente una de organización de la actividad mental, bajo su doble
evolución regresiva que conduce a la vejez. Ahora aspecto motor o intelectual, por una parte, y afectivo,
bien, ciertas funciones psíquicas, que dependen estrechamente por otra, así como según sus dos dimensiones individual
del estado de los órganos, siguen una curva análoga: y social (interindividual). Para un& mejor comprensión
la agudeza visual, por ejemplo, alcanza un tape distinguiremos seis estapas o períodos de desarrollo, que
hacia el final de la infancia para disminuir seguidamente, señalan la aparición de estas estructuras construidas
y diversas comparaciones perceptivas son reguladas sucesivamente:
también por esta misma ley. Contrariamente, las funciones L° La etapa de los reflejos o ajustes hereditarios,
superiores de la inteligencia y la afectividad así como las primeras tendencias instintivas
tienden hacia un «equilibrio móvil», tanto más estable (nutriciones) y las primeras emociones. 2.° La etapa de
cuanto más móvil es, de tal forma que, para los espíritus las primeras costumbres motrices y de las primeras percepciones
sanos, el final del crecimiento no indica, en absoluto, organizadas, así como los primeros sentimientos
el inicio de la decadencia, sino que autoriza un progreso diferenciados. 3.° La etapa de la inteligencia sensoriomotriz
espiritual que no tiene nada de contradictorio con el o práctica (anterior al lenguaje), de las regulaciones
equilibrio interno. afectivas elementales y de las primeras fijaciones exteriores
Por tanto, vamos a intentar describir la evolución del de la afectividad. Estas primeras etapas constituyen
niño y el adolescente en términos de equilibrio. Desde por sí mismas el período del lactante (hasta la edad
este punto de vista el desarrollo mental es una construcción de un año y medio a dos años, o sea anteriormente al
continua, comparable a la edificación de un gran desarrollo del lenguaje y del pensamiento propiamente
edificio que, con cada adjunción, sería más sólido, o más dicho). 4.° La etapa de la inteligencia intuitiva, de los
bien, al montaje de un sutil mecanismo cuyas fases graduales sentimientos interindividuales espontáneos y de las relaciones
de ajustamiento tendrían por resultado una ligereza sociales de sumisión al adulto (de los dos a los
y una movilidad mayor de las piezas, de tal modo que siete años, o segunda parte de la «primera infancia»).
su equilibrio sería más estable. Pero, entonces, debemos 5.° La etapa de las operaciones intelectuales concretas
introducir una importante distinción entre dos aspectos (inicio de la lógica), y de los sentimientos morales y sociales
complementarios de este .proceso equilibrador: es de cooperación (de los siete a los once-doce años).
conveniente oponer desde un principio las estructuras 6.°Xa etapa de las operaciones intelectuales abstractas,
variables, definiendo las formas o los estados sucesivos de la formación de la personalidad y de la inserción afectiva
de equilibrio, y un cierto funcionamiento constante que e intelectual en la sociedad de los adultos (adolescencia).
asegure el paso de cualquier nivel al siguiente. Cada una de estas etapas se caracteriza, por tanto,
Efectivamente, cuando se compara al niño con el por la aparición de estructuras originales, cuya construcción
adulto, puede ocurrir que nos sorprenda la identidad de Ja distingue de las etapas anteriores. Lo más esencial
las reacciones (se habla entonces de una «pequeña personalidad de estas sucesivas construcciones subsiste en el curso de
» para decir que el niño sabe lo que desea y actúa las ulteriores etapas, como subcstructuras, sobre las que
como nosotros en función de intereses preciáis) o que vienen a edificarse los nuevos caracteres. De ello se desprende
descubramos muchas diferencias —en el juego, por ejemplo, que, en el adulto, cada una de estas etapas pasadas
corresponde a un nivel más o menos elemental o y en uno mayor cuyas ideas son más extensas y más
elevado de la jerarquía de las conductas. Pero a cada sistemáticas.
etapa le corresponden también algunos caracteres momentáneos Los intereses de un niño dependen, por tanto,
o secundarios, que son modificados por el en cada instante, del conjunto de sus nociones adquiridas
desarrollo ulterior en función de las necesidades de una y de sus disposiciones afectivas, puesto que él tiende a
mejor organización. Cada etapa constituye, por tanto, complementarlas en el sentido de un mejor equilibrio.
mediante las estructuras que la definen, una forma particular Antes de examinar detalladamente el desarrollo, debemos
de equilibrio, y la evolución mental se efectúa limitarnos a poner de relieve la forma general
en el sentido de una cquilibración cada vez mejor. de las necesidades y los intereses comunes a todas las
Entonces podemos comprender lo que son los mecanismos edades. Puede decirse, a este respecto, que toda necesidad
funcionales comunes a todas las etapas. Puede tiende: 1.° a incorporar las cosas y las personas
afirmarse, de una forma totalmente general (no solamente a la actividad propia del sujeto, y por tanto a «asimilar»
comparando cada etapa con la siguiente, sino cada el mundo exterior a las estructuras ya construidas, y
conducta, en el interior de cualquier etapa, con la conducta 2.° a reajustar estas en función de las transformaciones
siguiente) que toda acción —o sea todo movimiento, experimentadas, y por tanto a «acomodarlas» a los objetos
todo pensamiento o sentimiento— responde a una necesidad. externos. Desde este punto de vista, toda la vida mental,
El niño, al igual que el adulto, no ejecuta ningún así como también la propia vida orgánica, tiende a
acto, exterior o incluso totalmente interior, más que asimilar progresivamente el medio ambiente, y lleva a
impulsado por un móvil, y este móvil se traduce siempre cabo esta incorporación mediante estructuras, u órganos
en una necesidad (una necesidad elemental o im interés, psíquicos, cuyo radio de acción es más o menos extenso: la
una pregunta, etc.). Ahora bien, tal como ha demostrado percepción y los movimientos elementales (prensión,
Claparéde, una necesidad es siempre la manifestación etcétera) dan en primer lugar acceso a los objetos próximos
de un desequilibrio: hay necesidad cuando y en su estado momentáneo, y posteriormente la
algo, al margen de nosotros o en nosotros mismos (en memoria y la inteligencia prácticas permiten simultáneamente
nuestro organismo físico o mental) se ha modificado, y reconstituir su estado inmediatamente anterior y
se trata de reajustar la conducta en función de este cambio. anticipar sus próximas transformaciones. A continuación
Por ejemplo, el hambre o el cansancio provocarán el pensamiento intuitivo refuerza estos dos poderes. La
la búsqueda de alimento o de reposo; el encuentro de inteligencia lógica, bajo su forma de operaciones concretas
un objeto exterior desencadenará la necesidad de jugar, y, en resumen, de deducción abstracta, da término
su utilización con fines prácticos, o suscitará una pregunta, a esta evolución convirtiendo al sujeto en dueño de los
un problema teórico; una palabra pronunciada por acontecimientos más lejanos, tanto en el espacio como
otra persona excitará la necesidad de imitar, de simpatizar en el tiempo. Así pues, en cada uno de estos niveles, el
o engendrará reserva u oposición debido a que entra espacio cumple, por tanto, la misma función, que es la
en conflicto con alguna de nuestras tendencias. Inversamente de incorporar el universo a él, pero varía la estructura
la acción finaliza cuando existe una satisfacción de de la asimilación, o sea las sucesivas formas de incorporación
las necesidades, o sea cuando se restablece el equilibrio de la percepción y del movimiento hasta las operaciones
entre el nuevo hecho, que ha desencadenado la necesidad, superiores.
y nuestra organización mental tal como esta se presentaba Ahora bien, al asimilar de esta forma los objetos
anteriormente a él. Comer o dormir, jugar o alcanzar los tanto la acción como el pensamiento se ven obligados a
objetivos, responder a la pregunta o resolver el problema, acomodarse a ellos, o sea, a reajustarse con cada variación
lograr su imitación, establecer una relación afectiva, exterior. Se puede denominar «adaptación» al equilibrio
mantener el punto de vista, son satisfacciones que, en de estas asimilaciones y acomodaciones: esta es
los ejemplos precedentes, pondrán fin a la conducta particular la forma general del equilibrio psíquico y el desarrollo
suscitada por la necesidad. En cada instante, podría mental aparece entonces, en su progresiva organización,
decirse así, la acción está desequilibrada por las como una adaptación siempre más precisa a la realidad.
transformaciones que surgen en el mundo, exterior o intenor, y Y son las etapas de esta adaptación lo que vamos a estudiar
cada nueva conducta consiste no sólo en restablecer seguidamente.
el equilibrio, sino también en tender hacia un I. EL RECIÉN NACIDO Y EL LACTANTE
equilibrio mási estable que el del estado anterior a esta El período que se extiende entre el nacimiento y la
perturbación. adquisición del lenguaje está marcado por un extraordinario
La acción humana consiste en este mecanismo continuo desarrollo mental. Se desconoce a menudo su importancia,
y perpetuo de reajuste y equilibramiento, y es por puesto que este período no va acompañado de
ello que, en sus fases de construcción inicial, puede considerarse palabras que nos permitan seguir paso a paso el progreso de la
a las estructuras mentales sucesivas que engendran inteligencia y los sentimientos, tal como sucederá
el desarrollo como otras tantas de equilibrio, cada posteriormente. Pero no por ello deja de ser decisivo
una de las cuales ha progresado en relación con las precedentes. para la continuación de la evolución psíquica: en
Pero debe comprenderse también que este efecto, este período consiste en una conquista, mediante
mecanismo funcional, por general que sea, no explica las percepciones y los movimientos, de todo el universo
el contenido o la estructura de las distintas necesidades, práctico que rodea al niño. Pero esta «asimilación sensorio-
puesto que cada una es relativa a Ja organización motriz» del mimdo exterior inmediato lleva a cabo,
del nivel considerado. Por ejemplo, la visión de un mismo de hecho, en dieciocho meses o en dos años, toda una
objeto desencadenará preguntan muy distintas en un revolución copemicana en miniatura: mientras que en
niño pequeño, que aún es incapaz de poder clasificar, el punto de partida de este desarrollo el recién nacido lo
refiere todo a sí mismo o, más concretamente, a su Entre los tres y los seis meses (normalmente hacia los
propio cuerpo, en la meta, o sea cuando se inician el cuatro meses y medio) el lactante empieza a captar lo
lenguaje y el pensamiento, el niño se sitúa ya prácticamente, que ve y esta capacidad de prensión, y posteriormente
como elemento o cuerpo entre los demás, en un de manipulación, duplica su poder de formar nuevos
universo que él ha construido paulatinamente y que siente hábitos.
ya exterior a sí mismo. Pero, ¿cómo se construyen esos conjuntos motores
Vamos a describir paso a paso las etapas de esta (hábitos) nuevos, y esos conjuntos perceptivos (al principio
revolución copemicana, bajo su doble aspecto de inteligencia las dos clases de sistemas son uno solo: se puede
y de vida afectiva nacientes. Del primero de hablar, por tanto, al referimos a ellos, de «esquemas sensorio-
estos dos puntos de vista se pueden distinguir, tal como motores»)? Un ciclo reflejo está siempre en su
ya hemos hecho anteriormente, tres fases entre el origen punto de partida, pero se trata de un ciclo cuyo ejercicio,
y el final de este período: la de los reflejos, la de la en vez de repetirse constantemente, incorpora nuevos
organización de las percepciones y costumbres, y la de elementos y constituye, junto con los mismos, totalidades
la propia inteligencia sensorio-motriz. organizadas más amplias, mediante progresivas
En el momento del nacimiento la vida mental se reduce diferenciaciones.
al ejercicio de aparatos reflejos, o sea de coordinaciones Posteriormente basta que algunos movimientos,
sensoriales y motrices todas ellas ajustadas hereditariamente de cualquier tipo, del lactante desemboquen fortuitamente
y correspondientes a tendencias instintivas en un resultado interesante —interesante debido
como, por ejemplo, la nutrición. Limitémonos, a este respecto, a que es asimilable a un esquema anterior— para
a poner de manifiesto que estos reflejos, aun cuando que el sujeto reprcduzca inmediatamente estos nuevos
interesen las conductas que representarán un papel en movimientos: esta «reacción circular», tal como se la
el ulterior desarrollo psíquico, no tienen en absoluto ha denominado, representa un papel esencial en el desarrollo
esta pasividad mecánica que se les podría atribuir, sino sensorio-motriz y equivale a ima forma más evolucionada
que manifiestan desde un principio una auténtica actividad de asimilación.
que testifica precisamente la existencia de una precoz Y ahora llegamos a la tercera fase que es aún mucho
asimilación sensorio-motriz. En primer lugar los reflejos de más importante para la continuación del desarrollo: la
succión se afinan con el ejercicio: el recién nacido de la inteligencia práctica o sensorio-motriz propiamente
mama mejor después de una o dos semanas que en los dicha. La inteligencia aparece, efectivamente, mucho
primeros días. Seguidamente estos reflejos conducen a antes que el lenguaje, o sea mucho antes que el pensamiento
discriminaciones o reconocimientos prácticos difi'ciles de interior que supone la utilización de los signos
discernir. Finalmente, y de forma principal, estos reflejos verbales (del lenguaje interiorizado). Pero se trata de una
dan lugar a una especie de generalización de su actividad inteligencia totalmente práctica, que se aplica a la manipulación
: el recién nacido no se contenta con chupar cuando de los objetos y que no utiliza, en vez de las
mama, sino que chupa en el vacío, se chupa sus propios palabras y los conceptos, más que percepciones y movimientos
dedos cuando los encuentra, posteriormente cualquier organizados en «esquemas de acción». Coger una
objeto qpe le sea presentado fortuitamente y, finalmente, variUa para acercar un objeto lejano es, por tanto, un acto
coordina el movimiento de sus brazos con la inteligente (e incluso bastante tardío: hacia los dieciocho
succión hasta conducir sistemáticamente, a veces a partir meses) puesto que un medio, que en este ?aso
del segundo mes, su pulgar a la boca. Resumiendo, es un auténtico in.'trumento, está coordinado con un objetivo
el recién nacido asimila una parte de su universo a la planteado previamente, y ha sido preciso comprender
succión, hasta el extremo de que se podría expresar su anticipadamente la relación entre la varilla y el objetivo
comportamiento inicial diciendo que para él el mundo para descubrir este medio. Un acto de inteligencia
es, esencialmente, una realidad que puede ser chupada. más precoz consistirá en acercar el objeto tirando
Pero también es cierto que, rápidamente, este mismo imiverso de la manta o del soporte en el que esté situado (hacia el
se convertirá también en ima realidad que puede final del primer año); podríamos citar muchos otros
ser mirada, o escuchada y, cuando se lo permitan sus ejemplos.
propios movimientos, zarandeada. Pero intentamos saber más bien cómo se construyen
Pero estos distintos ejercicios reflejos, que son una estos i ctos de inteligencia. Se pueden invocar dos tipo.>
especie de anuncio de la asimilación mental, se complicarán de factores. En primer lugar las conductas precedentes
rápidamente mediante la integración en los hábitos se multiplica i y diferencian cada vez más, hasta adquirir
y las percepciones organizadas, adquiridas con ayuda de una agilid. d suficiente como para registrar los resultados
la experiencia. La sistemática succión del pulgar pertenece de la experiencia. Es por ello que en sus «reacciones
ya a esta segunda fase, al igual que los gestos de ci: iilares» el bebé no se conforma ya con reproducir
girar la cabeza en dirección a un ruido, o de seguir a un simplemente los movimientos y los gestos que le han
objeto en movimiento, etc. Desde el punto de vista perceptivo conducido hacia un efecto interesante sino que los varía
se constata, a partir del momento en que el miío intención idamente para estudiar los resultados de estas
sonríe (lo que ociure a las cinco semanas de vida), que variaciones y se entrega, de esta forma, a auténticas
reconoce a determinadas personas en oposición a otras. exploraciones o «experiencias para ver». Todos hemos podido
etcétera (pero no podemos atribuirle aún la noción de observaí, por ejemplo, el comportamiento de niños
persona o incluso de objeto: lo que reconoce sonriendo, de unos doce meses de edad consistente en tirar los objetos
etcétera, son las apariciones sensibles y animadas y esto al suelo, en una u otra dirección, para analizar las
no demuestra aún nada en cuanto a su sustancialidad, ni en caídas y las trayectorias. Por otra parte, los «esquemas»
cuanto a la disociación del yo y el mundo exterior). de acción, construidos a partir del nivel de la fase precedente
y multiplicados mediante estas nuevas conductas no se perciba. Pero resulta fácil demostrar que durante
experimentales, se hacen susceptibles de coordinarse los primeros meses el lactante no percibe los objetos
entre sí, mediante asimilación recíproca, a la manera propiamente
de lo que serán más tarde las nociones o conceptos del dichos. El lactante reconoce algunos cuadros
propio pensamiento. En efecto, una acción apta para ser sensoriales familiares, claro está, pero el hecho de reconocerlos
repetida y generalizada en nuevas situaciones es comparable cuando están presentes no equivale de ningún
a una especie de concepto sensorio-motriz: es por modo a situarlos en alguna parte cuando se encuentran
esto que veremos cómo el bebé, en presencia de un nuevo fuera del campo perceptivo. El lactante reconoce, en particular,
objeto, lo incorpora sucesivamente a cada uno de sus a las persona y sabe que gritando hará que su
((esquemas» de acción (zarandearlo, frotarlo, etc.). como madre vuelva después de haberse ido: pero esto no prueba
si intentara comprenderlo mediante su utilización (es tampoco que el lactante le atribuya un cuerpo existente
sabido que aún a los cinco o seis años de edad los niños en el espacio cuando no la ve. De hecho cuando el
definen los conceptos empezando por las palabras (¡es lactante empieza a comprender lo que ve no presenta,
para»: una mesa «es para poder escribir encima», etc.). al principio, ninguna conducta de búsqueda cuando se
Hay en ello, por tanto, una asimilación sensorio-motriz le cubren los deseados juguetes con un pañuelo, aun
comparable con lo que será posteriormente la asimilación cuando haya seguido con la vista todo lo que se hacía.
de lo real mediante las nociones y el pensamiento. A continuación el lactante buscará el objeto escondido,
Por tanto resulta lógico que estos distintos esquemas de pero sin tener en cuenta sus desplazamientos sucesivos,
acción se asimilen entre sí, o sea, se coordinen de tal como si cada objeto estuviera relacionado con una
modo que unos asignen un objetivo a la acción total situación de conjunto y no fuera un móvil independiente.
mientras que otros le sirvan de medios, y es mediante Únicamente hacia el final del primer año los objetos empiezan
esta coordinación, comparable a la de la fase precedente, a ser buscados cuando acaban de salir del campo
pero más móvil y ágil, como se inicia la propia inteligencia de la percepción, y es con este criterio como puede reconocerse
práctica. un inicio de exteriorización del mundo material.
Ahora bien, el resultado de este desarrollo intelectual Resumiendo, la ausencia inicial de los objetos sustanciales,
es efectivamente.como anunciábamos anteriormente, y, posteriormente, la construcción de los objetos
el transformar la representación de las cosas, hasta el sólidos y permanentes es un primer ejemplo de este
extremo de modificar o invertir totalmente la posición paso del egocentrismo integral primitivo a la elaboración
inicial del sujeto en relación a ellas. En el punto de partida final de un universo exterior.
de la evolución mental no existe, con seguridad, La evolución del espacio práctico es totalmente solidaria
ninguna diferenciación entre el yo y el mundo exterior, con la construcción de los objetos. Al principio
o sea, las impresiones vividas y percibidas no son relacionadas hay tantos espacios, no coordinados entre sí, como ámbitos
ni con una conciencia personal sentida como un sensoriales (espacio bucal, visual, táctil, etc.) y cada
<ryo» ni con objetos concebidos como exteriores: estas uno de ellos está centrado sobre los movimientos y la
impresiones están dadas, simplemente, en un bloque actividad propia. El espacio visual, en particular, no
indisociado, posee al principio las mismas profundidades que construirá
o como situadas en un mismo plano, que no seguidamente. Al término del segundo año. al contrario,
es ni interno ni externo, sino que se encuentra a medio está terminado un espacio general, que incluye
camino entre estos dos polos. Pero, por el hecho mismo a todos los demás, caracterizando las relaciones de los
de esta indisociación primitiva todo lo que es percibido objetos entre sí y conteniéndolos en su totalidad, incluido
es centrado sobre la actividad propia: el yo se encuentra, el propio cuerpo. Pero la elaboración del espacio
en primer lugar, en el centro de la realidad, debido se debe esencialmente a la coordinación de los movimientos,
precisamente a que es inconsciente de sí mismo, mientras y aquí captamos la estrecha relación existente
que el mundo exterior se objetivará en la medida en entre este desarrollo y el de la inteligencia sensoriomotriz.
que el yo se construirá como actividad subjetiva o interior. La causalidad está relacionada, en primer lugar, con
Dicho de otra forma, la consciencia se inicia mediante un la actividad propia en su egocentrismo: es la relación,
egocentrismo inconsciente e integral, mientras fortuita durante mucho tiempo para el propio sujeto,
que los progresos de la inteligencia sensorio-motriz desembocan entre un resultado empírico y una acción cualquiera que
en la construcción de un universo objetivo, en lo haya provocado. Es por ello que al tirar de los cordones
el cual el propio cuerpo aparece como un elemento entre que penden del techo de su cuna el lactante descubre
los demás, y al cual se opone la vida interior, localizada la caída de todos los juguetes que colgaban de este
en ese cuerpo propio. techo y relaciona por tanto, casualmente, la acción de
Cuatro procesos fundamentales caracterizan esta revolución tirar de los cordones y el efecto general de la caída.
intelectual llevada a cabo durante los dos primeros Pero el lactante utilizará inmediatamente este esquema
años de la existencia: se trata de las construcciones causal para actuar a distancia sobre cualquier cosa: tirará del
de las categorías del objeto y el espacio, de la causalidad cordón para hacer que siga un balanceamiento
y del tiempo, todas ellas a título, naturalmente, de categorías que observa a dos metros de su cuna, para hacer perdurar
prácticas o de acción pura, pero aún no de nociones del un silbido procedente del fondo de la habitación, etc.
pensamiento. Esta especie de causalidad mágica, o «mágico-fenomenista
El esquema práctico del objeto es la permanencia » manifiesta palpablemente el egocentrismo causal primitivo.
sustancial atribuida a los cuadros sensoriales, y es pues, Contrariamente, durante el segundo año el niño
de hecho, la creencia según la cual una figura percibida reconoce las relaciones de causalidad de los objetos
corresponde a «algo» que sigue existiendo aún cuando entre sí y objetiva y especializa, por tanto, las causas.
La objetivación de las series temporales es paralela con la elaboración, que resulta de ello, de un universo exterior, y
a la de la causalidad. Resumiendo, en todos los ámbitos primordialmente con la construcción del esquema
encontramos esta especie de revolución copemicana del «objeto», aparece un tercer nivel de la afectividad
que permite a la inteligencia sensorio-motriz arrancar : este nivel está caracterizado precisamente, para
el espíritu naciente de su egocentrismo inconsciente radical utilizar el vocabulario psicoanalítico, por la «elección
para situarlo en un «universo», por práctico y poco del objeto», o sea, por la objetivación de los sentimientos
«reflexionado» que sea este último. y por su proyección sobre otras actividades distintas
Ahora bien, la evolución de la afectividad durante a las del yo solo. Resaltemos, en primer lugar, que
los dos primeros años da lugar a un cuadro que, en su con el progreso de las conductas inteligentes los sentimientos
conjunto, corresponde casi totalmente al que permite relacionados con la actividad propia se diferencian
establecer el estudio de las funciones motrices y cognoscitivas. y multiplican: alegrías y tristezas relacionadas con
Efectivamente, hay un paralelismo constante el éxito o el fracaso de los actos intencionados, esfuerzos
entre la vida afectiva y la vida intelectual. En este caso e intereses o fatigas y desintereses, etc. Pero estos
encontramos un primer ejemplo de ello, pero este paralelismo estados afectivos permanecen relacionados durante mucho
continuará existiendo, tal como veremos, durante tiempo, al igual que los afectos perceptivos, únicamente
todo el desarrollo de la infancia y de la adolescencia. con las acciones del sujeto, sin delimitación concreta
Esta constatación no resulta sorprendente más que si se entre lo que le pertenece específicamente y lo que
reparte, con sentido común, la vida del espíritu en dos es atribuible al mundo exterior, o sea, a otras fuentes
compartimentos estancos: el de los sentimientos y el posibles de actividad y de causalidad. Contrariamente,
del pensamiento. Pero no hay nada más falso y superficial. cuando del cuadro global e indeferenciado de las acciones
En realidad el elemento al que tenemos que remontamos y percepciones primitivas se desprenden cada vez
siempre es la propia «conducta», concebida, más claramente los «objetos» concebidos como exteriores
tal como hemos intentado exponer en nuestra introducción, al yo e independientes a él, la situación se transforma
como un restablecimiento o un fortalecimiento del completamente. Por una parte, la estrecha correlación
equilibrio. Pero toda conducta supone la existencia de con la construcción del objeto, la conciencia del «yoi
instrumentos o de una técnica: se trata de los movimientos empieza a afirmarse como polo interior de la realidad.
y de la inteligencia. Pero, también, toda conducta opuesto a ese polo extemo u objetivo. Pero, por otra
implica unos móviles y unos valores finales (el valor de los parte, los objetos son concebidos, por analogía con este
objetivos): se trata de los sentimientos. Así pues yo, como activos, vivos y conscientes: así ocurre
afectividad e inteligencia son indisociables y constituyen particularmente
los dos aspectos complementarios de toda conducta con esos objetos excepcionalmente imprevistos
humana. e interesantes que son las personas. Los sentimientos
Una vez establecido esto resulta evidente que a la elementales de alegrías y tristezas, de éxitos y fracasos,
primera fase de las técnicas reflejas corresponderán los etcétera, serán entonces puestos a prueba en función de
impulsos instintivos elementales, relacionados con la esta objetivación, e incluso las cosas y las personas, y
nutrición, así como esa especie de reflejos afectivos que con ello se iniciarán los sentimientos interindividuales.
son las emociones primarias. En efecto, se ha demostrado La «elección (afectiva) del objeto», que el psicoanálisis
recientemente el parentesco de las emociones con el sistema opone al narcisismo, es, por tanto, correlativa a su construcción
fisiológico de las actitudes o posturas: los primeros intelectual del objeto, al igual que el narcisismo
miedos, por ejemplo, pueden estar relacionados con lo era de la indiferenciación entre el mundo exterior y el
pérdidas de equilibrio o con bruscos contrastes entre un yo. Esta «elección del objeto» se encamina, en primer
acontecimiento fortuito y la actitud anterior. lugar, hacia la persona de la madre y, posteriormente (tanto en
A la segunda fase (percepciones y hábitos) así como negativo como en positivo) sobre la del padre y las personas
en los inicios de la inteligencia sensorio-motriz corresponden próximas: este es el principio de las simpatías y las antipatías
una serie de sentimientos elementales o afectos que se desarrollarán tan ampliamente en el curso del siguiente
perceptivos relacionados con las modalidades de la propia período.
actividad: lo agradable y lo desagradable, el placer
y el dolor, etc., así como los primeros sentimientos de
éxito o fracaso. En la medida en que estos estados afectivos
dependen de la acción propia y aún no de la conciencia
de las relaciones mantenidas con las demás personas,
este nivel afectivo testimonia una especie de egocentrismo
general, y da la impresión, si se atribuye equivocadamente
al bebé una conciencia de su yo, de que
se trata de una especie de amor hacia sí mismo y hacia
la actividad de ese yo. De hecho el lactante empieza
interesándose esencialmente por su cuerpo, por sus movimientos
y por los resultados de estas acciones. Los
psicoanalistas han denominado «narcisismo» a esta fase
elemental de la afectividad, pero debe comprenderse que
se trata de un narcisismo sin Narciso, o sea, sin la propia
conciencia personal.
Contrariamente, con el desarrollo de la inteligencia,

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