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Primera Delegada Ante El Consejo de Estado Ext:12056 Carrera 5 No. 15-80 Piso 20 PBX: 5878750 FAX: 12094
Primera Delegada Ante El Consejo de Estado Ext:12056 Carrera 5 No. 15-80 Piso 20 PBX: 5878750 FAX: 12094
Existe una presunción de dolor y aflicción a favor de la víctima y los parientes hasta el segundo
grado de consanguinidad y primero civil, pero para la tasación de la indemnización se requiere
de referentes objetivos, puesto que se trata de asunto que no puede quedar sometido a una
simple consideración subjetiva del juez. De la lectura de los testimonios de los señores… se
logra establecer el grado de aflicción y dolor de la víctima directa y su grupo familiar
cercano .En concepto del Ministerio Público el hecho dañoso lo constituye un evento de
mediana magnitud, teniendo en cuenta que dejó una incapacidad permanente parcial, como se
mencionó en el acta de Junta médica Laboral No. 641 del 25 de agosto de 2010, razón por la
cual, teniendo en cuenta los testimonios allegados al proceso y la presunción de dolor u
aflicción, el Ministerio Público encuentra razonable el monto tasado por el Tribunal por
concepto de perjuicios morales a favor de la víctima directa, y su grupo familiar amén de que el
apelante no expreso glosas respecto de su cuantificación.
SEÑORES
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCIÓN TERCERA SUBSECCIÓN C
Consejero Ponente doctor: ENRIQUE GIL BOTERO
E. S. D.
1.3. La sentencia de primera instancia. (fls. 194 al 224 c. del Consejo de Estado) El
1
Por auto del 13 de marzo de 2014 el Consejero ponente dispuso citar a las partes para el 24 de abril de 2014 a las 11:30 AM., a
fin de llevar a cabo audiencia de conciliación. Lo anterior de conformidad con lo dispuesto en el artículo 104 de la ley 446 de
1998. (fl.264 del c de C.E).
2
Los hechos ocurrieron el 13 de febrero de 2009, se presentó solicitud de conciliación el 10 de diciembre de 2010 (fl.23 de c.1) y la
diligencia de conciliación se llevó a cabo el 3 de marzo de 2011. Luego la acción no se encuentra caducada.
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 4
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Expediente No. 49.397
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1.4 La apelación - Policía Nacional (Apelante único): (fls. 227 al 230 del c. del C.E)
La parte actora solicitó que se revoque la sentencia en razón a que la entidad pagó al
lesionado la suma de $ 8.850.605.40 por concepto de indemnización, conforme a las
tablas de liquidación.
Indica que la entidad cumplió con sus obligaciones tendientes a lograr la recuperación
del auxiliar, igualmente que no existe prueba de que se le hayan negado los servicios
que necesitaba, así como tampoco prueba de la negligencia por parte de la misma en
su atención, por lo tanto insiste que no hay lugar a declaración de responsabilidad.
2.2 PRECEDENTE:
3
Sentencia del 10 de abril de 2013
4
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sentencia del 22 de abril de 2009 Radicación número: 25000-23-26-
000-1995-01600-01(18070).
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 5
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Expediente No. 49.397
(050012331000201100782 01)
cumplimiento de los deberes que la Constitución impone a las personas, “derivados de los
principios fundamentales de solidaridad y reciprocidad social” 6, para “defender la independencia
nacional y las instituciones públicas”7.
Por eso, desde tiempo atrás la jurisprudencia ha considerado que cuando una persona
ingresa al servicio militar obligatorio en buenas condiciones de salud debe dejar el servicio
en condiciones similares8, criterio a partir del cual se estableció la obligación de reparación
a cargo de la entidad demandada, frente a los daños cuya causa esté vinculada con la
prestación del servicio y excedan la restricción de los derechos y libertades inherentes a la
condición de militar.
Atendiendo a las condiciones concretas en las que se produjo el hecho, la Sala ha aplicado en la
solución de los casos, los distintos regímenes de responsabilidad. Así, ha decidido la
responsabilidad del Estado bajo el régimen de daño especial cuando el daño se produjo como
consecuencia del rompimiento de la igualdad frente a las cargas públicas 9; el de falla probada
cuando la irregularidad administrativa produjo el daño y, el de riesgo cuando éste proviene o de la
realización de actividades peligrosas o de la utilización de artefactos que en su estructura son
peligrosos10; pero, en todo caso, ha considerado que el daño no será imputable al Estado cuando
se haya producido por culpa exclusiva de la víctima, por fuerza mayor o por el hecho exclusivo de
un tercero, por rompimiento del nexo causal. En providencia de 2 de marzo de 2000, dijo la Sala:
5
(pie de pagina de la cita) Ha dicho la Sala que “quienes ejerce funciones de alto riesgo relacionadas con la defensa y seguridad
del Estado como los militares, agentes de policía o detectives del DAS, deben soportar los daños causados como consecuencia de
los riesgos inherentes a la misma actividad y sólo habrá lugar a la reparación cuando dicho daño se haya producido por falla del
servicio, o cuando se someta al funcionario a un riesgo excepcional, diferente o mayor al que deban afrontar sus demás
compañeros. En todo caso, el funcionario y quienes hayan sufrido perjuicio con el hecho tendrán derecho a las prestaciones e
indemnizaciones previamente establecidas en el ordenamiento jurídico (a forfait)”. Al respecto, ver por ejemplo, sentencia
expediente radicado al No. 12.799.
6
(pie de pagina de la cita) Sentencia de la Corte Constitucional T-250 del 30 de junio de 1993.
7
(pie de pagina de la cita) Artículo 216 de la Constitución Política.
8
(pie de pagina de la cita) Sentencias de 3 de marzo de 1989, exp.: 5290 y del 25 de octubre de 1991, exp.: 6465, entre otras.
9
(pie de pagina de la cita) En sentencia de 10 de agosto de 2005, exp.: 16.205, la Sala al resolver la demanda instaurada con el
fin de obtener la indemnización de los perjuicios causados por las lesiones sufridos por un soldado, quien en cumplimiento de la
orden proferida por su superior jerárquico, de realizar un registro de área en horas de la noche, al saltar un caño se cayó y golpeó
contra una piedra, consideró: “...la causación de los daños material, moral y a la vida de relación tienen sustento, en este proceso,
en el actuar de la Administración de sometimiento del soldado conscripto a una carga mayor a la que estaba obligado a soportar,
cuando en el cumplimiento de la misión conferida a él por el Comandante del Escuadrón B de Contraguerrillas de registro del área
general del Municipio de Paz de Ariporo dentro del servicio y con ocasión de él, se tropezó cayendo contra la maleza, lesionándose
el ojo derecho”.
10
(pie de pagina de la cita) En sentencia de 28 de abril de 2005, exp. 15.445, dijo la Sala: “En el tema de la responsabilidad
patrimonial del Estado la jurisprudencia ha aplicado varios títulos jurídicos de imputación en relación a los conscriptos.
Generalmente se acude al de daño especial cuando el “daño” tiene su causa en el rompimiento de la igualdad frente a las cargas
públicas. Sin embargo cuando la causa de los daños se origina en otro tipo de hechos, según estos debe aplicarse el de falla
probada cuando la irregularidad administrativa produjo el daño y el de riesgo cuando los conscriptos sufren daños con causa y por
razón del servicio que provienen o de la realización de actividades peligrosas o de la utilización de artefactos que en su estructura
son peligrosos...Ha partido de la regulación legal especial contemplada para la Fuerza Pública y en especial para los conscriptos, y
ha concluido que cuando las pruebas son indicadoras de que los hechos ocurrieron por el riesgo a que fueron expuestos los
conscriptos no se requiere realizar valoración subjetiva de conducta del demandado; que sólo es necesario demostrar: el ejercicio
por parte del Estado de una actividad de riesgo en desarrollo del servicio militar prestado -o por su destinación o por su estructura-;
el daño antijurídico; y el nexo de causalidad eficiente y determinante entre ese riesgo y el daño causado al conscripto; y que el
demandado sólo se exonera por causa extraña, es decir por el hecho exclusivo del tercero o de la víctima y fuerza mayor”.
11
(pie de pagina de la cita) Expediente 11.401.
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 6
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Expediente No. 49.397
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(Resalto y subrayo)
“Que el señor VEGA CARDENAS JUAN ESTEBAN, (…) prestó su servicio militar obligatorio
en el Departamento de Policía de Antioquia adscrito a la Estación de Policía Altamira, como
auxiliar de Policía, incorporado mediante Resolución 0061 con fecha fiscal 20 de mayo de 2008
y licenciado mediante Resolución No. 0003450 del 22 de septiembre de 2009”
(Resalto y subrayo)
- Oficio No. 0756 del 5 de noviembre de 2009 informando novedad suscrito por el
Comandante de Policía de Altamira (fl. 21, 74 y 130 del c.1) en el cual se indica:
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 7
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Expediente No. 49.397
(050012331000201100782 01)
“(…) según lo que me informaron días después de haber asumido como Comandante de la
Subestación de Policía de Altamira sobre lo ocurrido en el reentrenamiento ordenado mediante
poligrama No. 0016 del 07/02/09 emanado DDIEZ ANDES del 09/02/09 al 13/02/09 el cual fue
recibido por el personal adscrito a la Subestación de Policía Altamira en momentos de
efectuar la actividad de polígono el señor auxiliar de policía VEGA CARDENAS JULIAN
ESTEBAN (…) resulta afectado en su oído izquierdo, de lo ocurrido el afectado realiza consulta
con médico general lo cual es remitido a especialista, desde la fecha de los hechos no se ha
obtenido respuesta alguna (…)”.
(Resalto y subrayo)
(Resalto y subrayo)
- Informativo Administrativo Prestacional por Lesiones No. 146 de 2009 del 18 de enero
de 2010 Lesionado AR JULIAN ESTEBAN VEGA CARDENAS (fl. 154 al 156 del c.1)
suscrito por Comandante Departamento de Policía de Antioquia en el cual se indica:
“HECHOS
Ocurridos el día 13-02-2009 a eso de las 10:00 horas, cuando el señor Auxiliar de Policía Regular
JULIAN ESTEBAN VEGA CARDENAS, adscrito a la Subestación de Policía Altamira,
presentando su servicio militar obligatorio, se encontraba participando de un
reentrenamiento con el personal de la Subestación, ordenado mediante poligrama No. 0010
de fecha 07- 02-09 emanado Base de Distrito Diez Andes, al efectuar la actividad de polígono
resultó afectado en su oído izquierdo, presenta perforaciones de la membrana timpánica.
CALIFICACION
ARTÍCULO PRIMERO: Determinar que las lesiones del señor Auxiliar de Policía JULIAN
ESTEBAN VEGA CARDENAS (…), se enmarcan dentro del contenido del Decreto 1796 del 14 de
septiembre de 2000. Artículo 24, literal “b” “En el servicio por causa y razón del mismo, es
decir, enfermedad profesional y/o accidente de trabajo” (…)”.
(Resalto y subrayo)
II ANTECEDENTES
(…)
Antecedentes del informativo No. 146 del 18/01/10 DEANT, LITERAL B, Lesiones Explosivos
Accidente Trauma Acústico (fecha accidente 13/02/09).
(…)
CONCLUSIONES
(…)”.
(Resalto y subrayo)
12
Se denomina sordera o hipoacusia al déficit funcional que ocurre cuando un sujeto pierde capacidad auditiva, en mayor o
menor grado. (…). http://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%A9rdida_de_audici%C3%B3n
13
Los tinnitus o acúfenos son un fenómeno perceptivo que consiste en notar golpes o sonidos en el oído, que no proceden de
ninguna fuente externa. Pueden ser provocados por gran número de causas, generalmente traumáticas, ser producto de un
síntoma de taponamiento de los oídos o de síndrome de Ménière.También pueden ser causados por situaciones de estrés por
estudios, trabajo, entorno familiar, económico, social o exposición a ruido. http://es.wikipedia.org/wiki/Tinnitus
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Expediente No. 49.397
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Con el Registro Civil de Nacimiento de Julián Esteban Vega Cárdenas (fl. 8 del c.1) se
acreditó a la señora Raquel Edilma Vega Cárdenas como su madre, con el Registro
civil de Nacimiento de María Isabel Hoyos Vega e Iván Alejandro Ortega Vega, se
acreditaron como hermanos de la víctima directa (fls. 15 y 17 del c.1) Con el Registro
Civil de Nacimiento de la señora Raque Edilma Vega Cárdenas (fl. 10 de c.1) se
acreditó que los señores María Lucila Cárdenas Estrada y David de Jesús Vega
Echavarría son los abuelos de la víctima directa.
Respecto de los perjuicios morales debe indicarse que según las reglas de la
experiencia, acogidas por la jurisprudencia, pueden válidamente inferirse en la
víctima directa y también se presumen sufridos también por los parientes
cercanos, como lo precisa el precedente jurisprudencial 14 :
“Establecido el parentesco con los registros civiles, la Sala da por probado el perjuicio moral en los
demandantes con ocasión de las lesiones causadas a su hermano por cuanto las reglas de la
experiencia hacen presumir que el daño sufrido por un pariente cercano causa dolor y
angustia en quienes conforman su núcleo familiar, en atención a las relaciones de cercanía,
solidaridad y afecto, además de la importancia que dentro del desarrollo de la personalidad del
individuo tiene la familia como núcleo básico de la sociedad.
Las reglas del común acontecer, y la práctica científica han determinado de manera general, que
cuando se está ante un atentado contra la integridad física de un ser querido, se siente aflicción.
En efecto, en la sentencia de 17 de julio de 1992 donde sobre el particular, y con fundamento en la
Constitución, se analizó el tópico, se consideró:
“En punto tocante con perjuicios morales, hasta ahora se venían aceptando que estos se
presumen para los padres, para los hijos y los cónyuges entre sí, mientras que para los
hermanos era necesario acreditar la existencia de especiales relaciones de fraternidad, o sea, de
afecto, convivencia, colaboración y auxilio mutuo, encaminados a llevar al fallador la convicción
de que se les causaron esos perjuicios resarcibles (…)
[…]
“La familia para fines de las controversias indemnizatorias, está constituida por un grupo de
personas naturales, unidas por vínculos de parentesco natural o jurídico, por lazos de
consanguinidad, o factores civiles, dentro de los tradicionales segundo y primer grados
señalados en varias disposiciones legales en nuestro medio.
“Así las cosas, la Corporación varía su anterior posición jurisprudencial, pues ninguna razón para
que en un orden justo se continúe discriminando a los hermanos, víctimas de daños morales, por
14
SECCIÓN TERCERA, sentencia de 11 de febrero de 2009, expediente 18.721
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“El test de proporcionalidad, a su vez, comprende tres sub-principios que son aplicables:
idoneidad, necesidad y proporcionalidad en el sentido estricto 15. En cuanto al primero, esto es, la
idoneidad, debe decirse que la indemnización del perjuicio debe estar orientada a contribuir a la
obtención de una indemnización que se corresponda con criterios como dolor, aflicción, pesar,
apego, ansiedad, desasosiego, tristeza, respeto a la dignidad y valoración de las relaciones
propias al núcleo familiar de la víctima, como convivencia, cercanía sentimental y apego. En
cuanto al segundo, esto es la necesidad, la indemnización del perjuicio debe ser lo más benigna
posible con el grado de afectación que se logre revelar en el o los individuos y que contribuyan a
alcanzar el objetivo de dejarlos indemnes. Sin duda, este sub.-principio exige que se dosifique
conforme a la intensidad que se revele de los criterios propios a la idoneidad, de tal manera
que la indemnización se determine atendiendo a la estructura de la relación familiar, lo que
debe llevar a proyectar un mayor quantum cuando se produce la muerte, que cuando se
trate de lesiones (e incluso se deba discernir la intensidad del dolor que se padece por las
condiciones en las que se encuentra la víctima lesionada). Lo anterior, debe permitir concretar
un mayor quantum indemnizatorio cuando se trata del dolor, aflicción, pesar, apego,
ansiedad, desasosiego, tristeza, respeto a la dignidad y valoración de las relaciones propias
al núcleo familiar de la víctima, como convivencia, cercanía sentimental y apego, que ocurre
en el núcleo familiar inmediato (cónyuge, hijos, padres), de aquel que pueda revelarse en
otros ámbitos familiares (hermanos, primos, nietos), sin olvidar para su estimación los criterios que
deben obrar en función del principio de idoneidad. Finalmente, en cuanto al tercero, esto es la
proporcionalidad en estricto sentido, con el test se busca que se compensen razonable y
ponderadamente los sufrimientos y sacrificios que implica para la víctima (víctimas) la ocurrencia
del dolor, aflicción, pesar, apego, ansiedad, desasosiego, tristeza, respeto a la dignidad y
valoración de las relaciones propias al núcleo familiar de la víctima, como convivencia, cercanía
sentimental y apego, y su desdoblamiento, sin que se produzca una ruptura de los mandatos de
prohibición de exceso y prohibición de defecto.”
(Subrayo y resalto)
Existe una presunción de dolor y aflicción a favor de la víctima y los parientes hasta el
segundo grado de consanguinidad y primero civil, pero para la tasación de la
15
(pie de página de la cita) La doctrina señala que “la propia estructura del principio de proporcionalidad consiste, en efecto, en la aplicación del conocido test
tripartito sobre una medida determinada, adoptada de ordinario por un sujeto distinto a aquel que desarrolla el juicio de control”. ARROYO JIMENEZ, Luis.
“Ponderación, proporcionalidad y derecho administrativo”, en ORTEGA, Luis; SIERRA, Susana de la (Coord.). Ponderación y derecho administrativo. Madrid,
Marcial Pons, 2009, p.33.
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Para la liquidación de tales perjuicios el Tribunal tuvo en cuenta que al momento del
retiro del servicio militar por parte del señor JULIAN ESTEBAN VEGA CARDENAS esto
es el 20 de noviembre de 2009, el salario devengado era de $ 496.900 16 (fls. 158 al 164
del c. ppal).
No obstante teniendo en cuenta que la actualización del salario devengadon fue menor
a la suma de $589.500, salario mínimo del año en que se profirió la sentencia (2013),
se tomó este último como base de liqudación.
Al respecto obra a folios 106 y 109 del c.1 liquidación de indemnización por
incapacidad relativa o permanente a favor del señor JULIAN ESTEBAN VEGA
CARDENAS, suscrita por la Revisora y Jefe de Indemnizaciones de la Policía Nacional
por valor de $ 8.850.605.40 con las respectivas constancias de notificación (fls. 107 y
16
El salario mínimo para el año 2009 era de $ 496.900 http://www.notinet.com.co/indices/salario.htm.
17
Al salario base de liquidación, de conformidad con la posición de la Sala, se le debe aumentar un 25%, por concepto de
prestaciones sociales, en atención a que las mismas son un imperativo de ley y por tal razón deben ser reconocidas. Consejo de
Estado, sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia del 14 de septiembre de 2011 Exp. 1901 Radicación:
05001232500019940002001
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18
(pie de página de la cita) Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera; Sentencia del 15 de
febrero de 1996, Expediente 10.033, M.P.: Carlos Betancur Jaramillo. En el mismo sentido, Sentencia del 20 de febrero de 1997,
Expediente 11756, M.P.: Jesús María Carrillo Ballesteros.
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Más adelante, según lo refleja la sentencia proferida el 15 de agosto de 2007 20, la Sala abandonó
dicha denominación y se refirió al perjuicio por la alteración grave de las condiciones de existencia,
en los siguientes términos:
Resulta ahora pertinente recoger estos planteamientos para señalar que si bien es cierto
que la expresión relativa a la alteración de las condiciones de existencia resulta ser más
compresiva y adecuada, mal podría pensarse, desde la perspectiva de la responsabilidad
del Estado, que todo perjuicio, de cualquier carácter y magnitud, comporte necesaria y
automáticamente una alteración a las condiciones de existencia jurídicamente relevante.
19
(pie de página de la cita) Consejo de Estado, sección Tercera, sentencia del 19 de julio de 2000, Exp. 11.842. M.P. Alier
Hernández Sección Tercera.
20
(pie de página de la cita) Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia AG-385 de agosto 15 de 2007, actor: Antonio María
Ordóñez Sandoval.
21
Gil Botero, Enrique. Temas de responsabilidad extracontractual del Estado, Ed. Comlibros, Tercera
Edición, 2006, p. 98.
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Por su parte, en la doctrina francesa se ha considerado que los llamados troubles dans les
conditions d’éxistence22 pueden entenderse como “una modificación anormal del curso de
la existencia del demandante, en sus ocupaciones, en sus hábitos o en sus proyectos” 23 o
“las modificaciones aportadas al modo de vida de los demandantes por fuera del mismo
daño material y del dolor moral”24.
El reconocimiento de indemnización por concepto del daño por alteración grave de las
condiciones de existencia es un rubro del daño inmaterial -que resulta ser plenamente
compatible con el reconocimiento del daño moral-, que, desde luego, debe acreditarse en el
curso del proceso por quien lo alega y que no se produce por cualquier variación menor,
natural o normal de las condiciones de existencia, sino que, por el contrario, solamente se
verifica cuando se presenta una alteración anormal y, por supuesto, negativa de tales
condiciones”.
Tal como se analizó anteriormente, la Sala había considerado que cuando se trata de lesiones que
producen alteraciones físicas que afectan la calidad de vida de las personas, éstas tienen derecho al
reconocimiento de una indemnización adicional a la que se reconoce por el perjuicio moral; es decir, el
reconocimiento de esta clase de perjuicios no debe limitarse a los casos de lesiones corporales que
producen alteraciones orgánicas, sino que debe extenderse a todas las situaciones que alteran de
manera grave las condiciones habituales o de existencia de las personas 25.
Finalmente, la Sala cambió de nuevo la denominación de dicho perjuicio por el de daño a la salud, tal y
como lo señaló mediante la providencia de 14 de septiembre de 2011, en la cual se puntualizó lo
siguiente:
(resalto y subrayo)
El señor JUAN ESTEBAN VEGA CARDENAS resultó lesionado como consecuencia de la
prestación de su servicio militar obligatorio, lesión que le produjo una incapacidad laboral
del 19.90%, según acta de Junta Médico Laboral de Policía del 25 de agosto de 2010, lo
cual prueba que sufrió un daño a la salud.
“Daño a la Salud
22
Navia Arroyo Felipe. Del daño moral al daño fisiológico, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2000, p. 78.
23
Chapus René. Responsabilité publique et responsabilité privée. Les influences réciproques des jurisprudences administrative et
judicial, citado por Juan Carlos Henao, El Daño, análisis comparativo de la responsabilidad extracontractual del Estado en Derecho
colombiano y francés, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1998, p. 252.
24
Paillet Michel. La Responsabilidad Administrativa, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2001, o. 278.
25
Cf. Consejo de Estado. Sección Tercera, sentencia de 1 de noviembre de 2007, expediente 16.407, reiterada recientemente en
la sentencia del 13 febrero de 2013; exp. 26.030.
26
Consejo de Estado. Sala Plena de la Sección Tercera. Sentencia de 14 de septiembre 2011, exp. 19.031, M.P. Enrique Gil
Botero.
27
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Sentencia del 26 de septiembre de 2013
Radicación número: 25000-23-26-000-2000-01284-01 (28393),
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 15
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(…)
Al respecto, sea lo primero indicar que ha sido posición reiterada de esta Corporación entender
que el daño a la salud reconoce las afectaciones a la integridad psicofísica de la víctima, que se
refieren no sólo a la modificación de la unidad corporal, sino a “las consecuencias que la misma
genera, razón por la que sería comprensivo de otros daños como el estético, el sexual, el
psicológico, entre otros”28.
En este orden de ideas, dicho daño se reconoce teniendo en cuenta, por un lado, el
componente objetivo (estático) determinable con base en el porcentaje de invalidez
decretado por la autoridad competente, y por el otro, el componente subjetivo (dinámico)
que incrementará el primer valor, de conformidad con las consecuencias particulares y
específicas de la persona lesionada, siempre teniendo en cuenta que ante “lesiones graves que
afecten de manera significativa la integridad psicofísica del sujeto se otorga un máximo de
cuatrocientos (400) salarios mínimos legales mensuales vigentes” 29, de manera tal que
corresponderá al juez verificar la existencia y las consecuencias de la lesión con base en todos los
medios de convicción que reposen en el plenario 30.
“La Sala determinará el contenido del elemento objetivo con base en la calificación integral de la
invalidez, que debe constar en el dictamen emitido por la Junta de Calificación, que a su vez tiene
en cuenta componentes funcionales, biológicos, psíquicos y sociales del ser humano, entendidos
en términos de las consecuencias de la enfermedad, el accidente o la edad, y definidos por el
Decreto 917 de 1999, esto es, bajo los conceptos de deficiencia, discapacidad y minusvalía.
(…)
Definidos los criterios para calificar la invalidez, el dictamen debe otorgar unos porcentajes a cada
uno de los componentes antes mencionados, cuya sumatoria equivale al 100% del total de la
pérdida de la capacidad laboral, porcentaje al que necesariamente debe responder la
indemnización que dentro del componente objetivo del daño a la salud se reconozca, para cuyo
efecto se considera que en los casos en que la disminución de la capacidad laboral alcance el
100%, su valor indemnizatorio puede fijarse en la suma equivalente a 300 salarios mínimos
legales mensuales.
Ahora bien, considerando que el referente normativo adoptado, es decir, el Decreto 917 de 1999
distribuye el porcentaje de incapacidad en los diferentes criterios de calificación de la invalidez,
igualmente se propone distribuir la correspondiente indemnización en la siguiente proporción:
28
Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 14 de septiembre de 2011; Exp. 19031
29
Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 28 de marzo de 2012; Exp. 22163
30
“Por consiguiente, el daño a la salud reviste una connotación bifronte, una estática u objetiva que garantiza la
máxima “a igual afectación a la integridad psicofísica debe corresponder una idéntica o similar compensación del
perjuicio”, y una perspectiva dinámica o subjetiva –que permite hacer realidad la igualdad material– debido a que en
este componente se permite que el juez eleve en un preciso porcentaje la reparación por cuenta de las condiciones
particulares de la víctima”. Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 28 de marzo de 2012; Exp. 22163
31
Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 11 de julio de 2013; Exp. 28792
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 16
Carrera 5 No. 15-80 Piso 20 PBX: 5878750 Ext: 12056 FAX: 12094
Expediente No. 49.397
(050012331000201100782 01)
Total pérdida de la
100% 300 SMLMV
capacidad laboral
Y por último, el segundo componente, esto es, el elemento subjetivo del daño a la salud, permitirá
incrementar, con fundamento en el material probatorio, la sana crítica y las reglas de la
experiencia, el quantum determinado en el aspecto objetivo, de manera que se atiendan las
consecuencias particulares y específicas de cada persona lesionada 32, en cuyo efecto se sugiere
como límite para los casos de mayor intensidad el equivalente a 100 SMLMV”.
(Resalto y Subrayo)
Teniendo en cuenta que en el Acta de Junta Médica Laboral se indica únicamente que la
disminución de la capacidad laboral del señor JULIAN ESTEBAN VEGA CARDENAS es
del 19.90%, sin que se encuentre diferenciados los componentes Deficiencia,
Discapacidad y Minusvalía, el porcentaje se imputará al rubro de deficiencia en forma
proporcional, es preciso indicar que realizados los cómputos pertinentes 33, la víctima
tendría derecho al reconocimiento de la suma de dinero correspondiente a 29.85
SMLMV por el componente objetivo (estático de la indemnización) a lo que habría de
adicionarse lo que se estime por el componente dinámico (subjetivo)
Como el Tribunal reconoció por este concepto la suma equivalente a 30 SMLMV por lo
tanto el Ministerio Público considera que su tasación no superó los parámetros por
la jurisprudencia
III. CONCLUSION
PACG/FMSG.
32
Consejo de Estado; Sección Tercera; Sentencia del 14 de septiembre de 2011; Exp. 19031
33
150x19.90/100 = 29.85 SMLMV.
PRIMERA DELEGADA ANTE EL CONSEJO DE ESTADO 17
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