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4. Una unidad motora es una sola neurona y las fibras musculares que inerva. La
neurona determina que las fibras sean lentas o rápidas. En una unidad motora
lenta, la neurona inerva una agrupación de entre 10 y 180 fibras musculares. Por
el contrario, una unidad motora rápida inerva entre 300 y 800 fibras musculares.
En consecuencia, las fibras rápidas alcanzan su punto máximo de tensión más de
prisa y generan relativamente más fuerza que las fibras lentas.
La diferencia en el desarrollo de la fuerza entre las unidades motoras rápidas y
lentas se debe al número de fibras musculares por unidad motora, no a la fuerza
generada por cada fibra.
Las fibras rápidas son de gran diámetro. Contienen miofibrillas densas, grandes
reservas de glucógeno, y las mitocondrias son relativamente escasas. La tensión
producida por una fibra muscular es directamente proporcional a la cantidad de
sarcómeros, por lo que los músculos dominados por las fibras rápidas producen
fuertes contracciones.
Las fibras lentas son sólo la mitad del diámetro de las fibras rápidas y se toman
tres veces más tiempo para contratar después de la estimulación. Las fibras lentas
son diseñadas para que puedan continuar trabando por períodos prolongados. El
tejido muscular lento contiene una red más extensa de capilares que los tejidos
musculares de contracción rápida y por lo tanto tiene un suministro de oxígeno
mucho más alto. Además, las fibras lentas contienen el pigmento rojo de la
mioglobina.
Para la comprender la contracción muscular hay que tener en cuenta la estructura
del músculo, la cual está formada por haces, que a su vez se forman por fibras y
éstas por miofibrillas. De estas miofibrillas tenemos dos tipos: delgadas (actina) y
gruesas (miosina).
Mecanismo de contracción:
Los componentes primarios de las fibrillas de músculo esquelético son miosina y
actina, así como tropomiosina y troponina asociadas con la actina. Otras proteinas
musculares, como titina, neblina, α-actina y miomesina, son esenciales para
regular el espaciamiento, unión y alineación precisa de los miofilamentos.
La superposición de los filamentos gruesos y delgados conforma diversas zonas y
bandas, dando origen a las estrías que se observan en la fibra muscular. La
porción más oscura de la sarcómera es la banda A, conformada por filamentos
gruesos. La banda I es un área menos densa y de color más claro que contiene
solo filamentos finos. Un disco Z pasa por el medio de cada banda I. Existe una
angosta zona H que pasa por el centro de cada banda A y que contiene solo
filamentos gruesos. En medio de cada zona H existe una línea M cuyo nombre se
debe a que se encuentra en la parte central de la sarcómera.
Las miofribrillas se encuentran formadas por tres tipos de proteínas que pueden
ser clasificadas de la siguiente manera:
Contráctiles, que generan la fuerza necesaria durante las contracciones: miosina y
actina.
Reguladoras, que activan y desactivan el proceso de contracción: troponina y
tropomiosina.
Estructurales, que alínean los filamentos y los conectan con el sarcolema: titina,
miomesina, nebulina y distrofina.
La contracción muscular ocurre porque las cabezas de la miosina se insertan en
los filamentos delgados de ambos extremos de la sarcómera y caminan sobre
ellos, tirando progresivamente de los filamentos delgados hacia la línea M. Como
resultado de ello los filamentos delgados se deslizan hacia dentro hasta juntarse
en el centro de la sarcómera. Al ocurrir este deslizamiento los discos Z se acercan
y la sarcómera se acorta. Sin embargo la longitud de los filamentos delgados
individuales permanece sin cambio. El acortamiento de la sarcómera produce el
acortamiento de la fibra muscular y en última instancia, el del músculo en su
totalidad.
Ciclo de contracción
La secuencia de fenómenos que da lugar al deslizamiento de los filamentos o sea
el ciclo de contracción consta de cuatro etapas:
Hidrólisis de ATP: La cabeza de miosina contiene una bolsa de unión con el ATP y
una ATPasa (enzima que hidroliza el ATP en ADP y un grupo fosfato). Esta
hidrólisis le confiere energía a la cabeza de la miosina.
Formación de puentes cruzados: La cabeza de la miosina provista de energía se
enlaza a los sitios de unión en la actina, posteriormente libera el grupo fosfato.
Fase de deslizamiento: Se abre la bolsa de la cabeza de la miosina y deja escapar
el ADP durante este proceso la cabeza gira lo que genera fuerza hacia el centro
de la sarcómera, con la que se desliza el filamento delgado sobre el grueso hacia
la línea M.
Desacoplamiento: Al concluir la fase anterior, la cabeza de la miosina permanece
unida a la actina hasta que se una a ella otra molécula de ATP, provocando que
esta se separe y el proceso comience otra vez.