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Siguiendo la observación de Ma¡tínez-Arier, no pranteo (que

tI más.específicamenre, campesinosl ,i.-pi. y-."


,.i",
genre
p-r.,.,
II. ENTONCES, ¿QUÉ ES EL CAMPESINADO?
l^.^bi.-
sea ambrenrallsta, ya que esro es una rotunda ton¡ería. pero
si diría
que, rrarándose de conflictos de distribución ecorógi.",
loo pobres a
menudo son pamidarios de la conseryación de to, ,..lrrrá,
y un m.dio
ambiente limpio, (2002: viii).
, La lucha por. autonomía y progreso, por supuesto, no se limita a
Ias condiciones del ,.r..,
-.r'dio. Ág.i..rftor., ;;;;;;, ,J.i.,r..,rr".,
igualmente involucrados en tal ruch"a, a pesar d.
q.r. r",
las cuales se lleva ."bo, fr..".ir.-.rr**-ndi.iorr.,
ro., *uy
llff1t:-r^ alfajo
drterenres, igual que los desenraces." El tercer capítulo .o.rt.-pl"
proceso de recampesinización ocurrido durante I",
.l
tlti-", tres décadas
en la comunidad campesina de catacaos en el norre
del perú. Muesrro
cómo este_proceso cadavez más va en contra de formas
._.rnarr,., d. l,a ciencia genera a la vez conocimiento e ignorancia, y uno de los
Imperio. Fl capítulo IV se concenrra en un" manifesr".i¿r,
f,r"-¿ri." .rgujeros negros que ha creado sistemáticamente consiste en difuminar
de Imperio en Europa: el caso parmalat.
l:rs maneras en qu€ los campesinos actúan dentro del mundo moderno.'
I*?l de.agricultura, por supuesro, no implica que solamenre este_
mos hablando de campes-inos. Én el capítulo^V .rrio.o
Así el fenómeno del campesino ha sido relegado a lugares remotos €n
1", áif....,.i", l,r historia y la periferia. La ciencia creó una imagen y un modelo del
entre los modos de producción campesina y empresariar,
utirizando ,'rnpresario agrícola, donde al agriculto¡ con sus prácticas y las relacio-
tanto los datos de Itália como los de'los r"iro n'";or.
Ei ."pr,rr, vr ncs que mantiene, se-contempla como se supone que debería srr (Jollivet,
introduce y discute procesos de recampesinizacióá
q,r. .100 1 ; Ploeg , 2003a). Este modelo, realizado a üavés de procesos de mo-
suceden
.en .Europa. El capítulo, presenra lás ".á"1-..rr.
resulrados de tlcrnización amplios y de mucho alcance, representaba lo opuesto a lo
"de-ár,de vida
la rnvesrrgación en Italia sobre la calidad en áreas rurales. El .¡rre Shanin (1972) designaba como la clase nincómodau de campesinos.
capítulo wI se concentra en nuevas formas para crear
autonomía en Arrunciaba nla fin des paysans, (Mendras, 1967). Silvia Pérez-Vitoria
niveles superiores de agregación. El ejemplo'analizado
,.-r.i.r. r" (2005), en su discusión sobre las relaciones entre la modernización y
de los países "Ba_
creación de una n.oop.r"ción territorii, en el norte
l,rs campesinos, señala que (personne ne voulait les entendre; on était
jos. Es como si se estuviera creando un nuer,o uCatacaosr,
por mucho t rrrp ocupés ) se modernizer, (nadie quería entenderlos, todos estaban
leios del perú donde se ubica el Catacaá, original. ,lemasiado ocupados con modernizarse).
::._::..n."entra
Je presta arención especial a neconomías morales,
que recientemenre Se supone que el empresario agrícola desarrolla una empresa agrícola,
h1:i."do,su aparición (Scott, lg7.6) Luego, .i .f ."fiIo
,.t*:- WII ,.rrmpletamente integrada a los mercados, tanto en lo referido a los insu-
se desplaza ala nvaca globalu, una m-etáfora
ll::encrón que se refiere a rnos como a los productos. Es decir, se caracteríza por un elevado grado
ros proyectos elaborados por los aparatos estatales
" á. implemen-
fin
y,conrrol. en el.iec.tor agrícola. Además, el iapítulo
:T^l:.r:iltciolel
cllscure el papel de la ciencia en la elaboración de estos proyectos.
EI
capítulo IX rrara de unir los diFerentes argumenros l. Este capítulo se basa mucho en los cursos de Ph.D que he impartido en Porto Alegre
que caracrerizan a (llresil), Catania y Cosenza (Italia), Sevilla (España) y en la Universidad de Yale (eeuu).
Imperio como un nuevo modo de ordenalión. En.i¡¿.il;;úrtimo
l'.rrtcs han sido publicadas en Ploeg, (2006b y 2006c). Para el desarrollo de mis ideas, han
capítulo, planteo la importancia der nprincipio campesinou
h.rrt. \i(lo muy útiles los congresos organizados por el Instituto Cervi en Reggio Emilia (Italia) y
marco uimperialu. "r l.r IJniversidad de Nitra (Eslovaquia) (véase Ploeg, 2003b y Ploeg y de Rooij, 1999). Muy
(\tinrul:rntes han sitlo las discusioncs y la ayuda que he recibido de Sergio Schneider, Ada
( ..rv¡zzani, ltilr¡arclr Sevilla (luzmán, Paul Hebinck, Norman long, Lola Domínguez, Marta
S.lt'r, lrncanr:rcirin Aguilar, llcnno Galjart, Raúl Paz, IJenk Renting y Terry Marsden.

3B
de mercantilización. La finca se administra de manera empresarial: sigue FIGURA 2.1
la lógica del mercado. Jalones clásicos, como auronomía, autosuficien"cia Los contornos del estancamiento teórico
y^el ciclo demográfico.comprendido en la familia campesina (chayanov,
1966) ya no se consideran relevanres. La r. .r.,r..rrr" procesos de
-e_r'npresa ^giirora
totalm.ente especializada, y a través de deciiiánes esLtégicas se orienra modernización
hacia las actividades más rentables, exrernalizando las iem,ís. Los ó6-
jetivos.tanro a largo como co19 plazo se cenrran en Ia búsqueda
1 de
gananclas y en su maximización. El empresario no sólo se .o-poit".o-o
un homo economicus; además adopta i". n,r.rr", tecnologías más rápido
que orros que son nrezagados, (Rogers y Shoemake r, tg71). por lo tanto,
se srlp.one que los empresarios agrícolas disponen comparativamente
de
considerable ventaja, que utilizan para inveitir en expansión.
No tiene sentido discutir si este modelo es verdaáero o no. El meo- sociedades
llo del asunro es que tal modelo ha sido hecho verdad, al menos hasta camPesinas agr¡cultura agricultura
cierto grado y con resultados desiguales, duranre los años 1950-1990 camPesina empresarial

cuando grandes proyecros de moáerni zaciín estaban dominando la


Fuente: Elaboración propia.
agricultura a nivel mundial. Y a pesar de que acrualmenre se desacredita
teóricamente el paradigma de la modérniiación, este sigue persisriendo
como modelo en las políticas agrarias y en las cienciai apiicadas. por gama de expresiones que va de modos de explotación agrícola de tipo
consiguiente y especialmente en aquellos ámbitos donde ei proyecto d. émpresarial a otros de tipo campesino. Al mismo tiempo, en el ámbito
modernización tuvo,éxito, se. supone que el campesinado h" d.r"p"r.- teórico, tenemos el enfoque de modernización (qu. t. concentra en la
cido de facto. Según los nmodernistas, t los marx^istas, se ha convertid.o empresarialidad) y la tradición de los estudios campesinos que aPenas
en empresariado o en proletariado. concede un espacio a los campesinos en el mundo moderno.
Los problemas que resultan de esta combinación compleja de prácti-
ca y teoría son múltiples. En primer lugar, resulta que las modalidades
La ciencia <incómodo2 de explotación al estilo campesino frecuentemente existen como prác-
como se explicó en el capítulo anterior, la mayoría de las constelaciones ticas iin rEresentación teórica, sobre todo en países desarrollados' Por
a.grarias de hoy en día consisten en una mezcla confusa y altamente lo tanto, no se pueden entender correctamente, lo cual normalmente
diversificada de modos de explotación agrícola, algunos d. tipo campe- incentiva a concluir que no existen, o' en el mejor de los casos' que
sino, orros implicando una lógica .o-p1.t"-.tttJ dif.r.rrte. Al mismo se trata de alguna anomalía irrelevante. E incluso cuando se reconoce
tiempo, hasta ahora no existe una teóría adecuada para entender y su existencia (como en los países en vías de desarrollo), tales realidades
desentrañar estas nuevas constelaciones agrarias. Así las constelaciones campesinas son percibidas como un estorbo para el cambio,3 un estorbo
empíricas altamente diversificadas, juntó con los enfoques teóricos
frágiles, presenran un conjunto .oífuro y contradictorio co-o ,.
indica en la figura 2.1 en el ámbito de la iealidad empírica exisre una 3. En los estudios campesinos tipo marxista (al igual que en las principales corrientes
,lc la economía del desarrollo) el campesino es entendido y representado como un obstáculo
¡,rincipal al proceso de acumulación de capital y al despliegue completo de los mercados
(llcrnitein, 1977 y 1986i Byres, 1991). Dentro de estos enfoques teóricos se desatienden
2. l)csclc cl estudio clásico de Shanin nThe Awkward Class,, el rérmino incómodo I,,s relatos históricos elocuentes de, por ejemplo, Francia, los Países Bajos y Noruega (o
sc ha asociado con la noción del campesinado. Aquí a propósito utilizo el t.sr:ín completamente distorsionados). Estas historias rurales muestran que el desarrollo del
'.rrralrne.re
tórnrino en conexión con las ciencias que han estudiaáo Válveré sobre este e.rpitalisrno y la presencia de un campesinado fuerte van muy bien juntos, siendo el último
asunto en los capítulos finales de este lib¡o. "l ""-p.rin"do. lrtcucntcnrcnte el nxrtor dcl primero. Véase Jollivet, 2001; Brenner, 2001; Brox, 2006.

40 4t
que sólo se puede eliminar convirtiendo a los campesinos en empresa- A su vez, este problema de los cambios malentendidos, ciega a mu-
rioü o en uproductores simples de mercancíaso helhos y derechás.a ,lres de las personas involucradas, sean científicos, políticos, agricultores
, Prl. primer problema se rraduce, enrre orras cosas, en una negación
de la forma típica en
o dirigentes de sindicatos agrarios. Ya que estos cambios, con frecuencia
Ji q.u. se_ despliega la agriculrura campesina, a sa_ .'"t".rdidor como modernización, por defnición se aplicaban como un
ber, como intensificación basada .., h á"no á. obr". E, ,rr,'" trayectoria .r,liós a la supuesta irracionalidad y atraso económicos del campesino'
prometedora para combatir el desempleo, la escasez de alimentos y Ia l,rs actualel pairones de comportarniento, individuales o colectivos' sólo
¡,ucden entenderse en términos de racionalidad y progreso' lo cual
pobreza, y sin embargo está ausente en^las agendas poríticas y en los
fo.o,
internacionales que discuten asunros de agrñultur"^y d.s"róllo. Además, ,.viclentemente lleva a una concatenación de malentendidos y fricciones
la falta de una conceptualización teórica adecuada, ruyo un impacto i n tcrrelacionados.
trá-
gico en los procesos de reforma agraria, reiteradamente descrilos como En tercer lugar, dondequiera que la agricultura empresarial se desvíe
(promesas incumplidas, (Thiessenhuisen,
1995) : cada vez más llegaron a ,lcl modelo especific?do en las teorías de modernización, tales desviacio-
ser u¡.vehículo para u¡a marginación ulterior e innecesaria de ualquellos n('s son consideradas como imperfecciones temporales sin importancia
que labran la tierrao (ploeg, 1971, tggg y 2006d). rt'ririca alguna. Así se crean realidades uirtuales que no sirven para Pre-
, P" segundo luga¡ si bien es cierto que se han producido transiciones
hacia una agricultura empresarial, por L general árr" ,.-,n" especificación
¡,,,rar politicas ni son de mucha utilidad para el desarrollo de la finca
(1r:rra una discusión ulterior, véase Ploeg, 2003a).
teórica de las continuidades y similitudes implicadas en t"1., pro..- Por ejemplo: ya que la explotación agrícola hoy en día se con-
sos., especialmente al considerar que la agricuitura empresarial t cptualiza y Lntiende ampliamente como la expresión de la actividad
como
práctica, y el empresario como identidal social, ,on co-pleramenre .'rrrpresarial, la agricultura en consecuencia se percibe como un sector
, contrarios al campesin o y a la manera en
que él o ella De esre ct onómico que no se diferencia de manera significativa de otros sec-
modo se presenran malentendidos en los cambios.t ".r,i". r'rcs económicos. De ahí que la agricultura tiene que ser alineada y
rcgida por los mercados. Dentro de tales realidades virtuales, las cosas
pueden ser percibidas de esta manera. Así, se introduce un
',,lemente
4. Según Marx, desde el punto de vista analítico, al campesinado se ro r i.'sgo de mayor envergadura, ya que, como indica Polayni (1957):
puede entender
como re?resentante de la upequeña producción de mer.ancás, (ppM), ya
que se basa en
,,,l.,lar la suerte de la tierra y el hombre en manos del mercado
una. parcial integración en los mercados (véase Ellis, r9gB, Bernste.in-f
Lo que empezó como la udesaparición del
't'ría casi aniquilarloso.
otlos, 1990:72
y Ploeg, 1990a). Entonces, denrro del mismo marco, los agricultores ápr..".r", ,urg."
( :unpesinado, (estoy parafraseando ligeramente el título del libro
como represenrantes de la nproducción me¡canril simple, (lv--s) en la
cual tádo, lo, recursos
(mano de obra aparte) enrran en el proceso de producción
como mc¡cancías. En la produc-
.lt'Gudeman en 1978), muy bien podría desembocar en la desapa-
ción mercantil capitalista de mercancías (r,vc) también la mano d. obr" p".ilip"
.o-o rición de partes considerables de la agricultura como la conocemos
mercancía. En.Ploeg 2006che sintetizado este enfoque que podría irltroduci'.
insrrumentos lroy en día.
de análisis poderosos en la investigación empírica
1uer.. t-ár,g y or¡os, 19g6). Dentro de Obviamente esta imagen parcialmente airtual, parcialmente real del
los esrudios campesinos marxistas tal línea de invesrigación Iligó
a bloquearse qracias a la
confusión teórica inrroducida por Gibbon y Neocosmás (19g5)lseguida'.onr..,i-.n."-.n,. .'rrrlrresario agrícola tiene su lado opuesto, al cual me refiero reutili-
por Bernstein (1986, véase,tamb.ién Bernsrein y'woodhouse (2000). Gibbon
y ñ.o.or-o, ,.rrrclo los conceptos campesino y campesinado. Al hacerlo, no estoy
básicamente argüían.que sólo había dos grados de mercantilizaciórr, .o-pt.o'o
in."irt.nt.. r,'vocando al campesino del pasado, sino que me refiero explícitamente
Esto no concuerda d,e ninguna manera con la ¡earidad empírica (rréase
p'or .¡.-fio r.r,r.- .r krs campesinos del siglo )o(. Esto hace surgir la pregunta resumida
nuti y Ploeg, 1985; Long y orros, 1986; Saccomandi, l9t1).
. 5. Preguntas ¡elevantes de investigación, pero apenas abordades, que se refieren a las
siguientes cuestiones:
- ¿Hasta qué punto se ha materializado el cambio de campesinos a empresarios?
-_¿cuáles han sido los benefcios sociales económi.o, y y.,la.r'los cosres
. ".ológi""r, I'.n la era de la liberalización y la globalización, ¿cuáles son las perspectivas para la
de tal realización parcial?
motlcrnt, ernpresarial, y cuáles para la agricultura gestionada por campesinos?
r¡,,ri.rrltr.rra
qué pr-rnto existen onichosu que permiten trayectorias contrastadas de
,.- iHasta desa- ¿(]rré tipos dt nruralidad, producen los modelos contrastados de desarrollo?
rrollo?
¿(iirrro sc ticrrerr t¡uc ctxrrclinar políticamente las diferentes constelaciones?

42 43
en el título de este capítulo: -¿Qué es enronces el campesinado?r 6 Y esto no excluye que analíticamente parten del mismo modo de orde-
¿dentro de qué marco teórico se debería elaborar? nación.8 A lo largo de este libro intentaré especificar las cuestiones en
Soy más que consciente de la riqueza, amplitud y alcance de la tra- común. Lo haré creyendo firmemente (siguiendo a Hofstee, 1985b)
dición de los estudios campesinos (reseñas bien documentadas e inrere- que después de comprender bien las similitudes se pueden evaluar las
santes se encuentran en Bernstein y Byres, 2001;' Sevilla Guzmán,2006; diferencias relevantes.
y más en general Buttel, 2001). Sin embargo, á pesar de sus muchas Un segundo aspecto problemático de la tradición de estudios
virtudes, considero que los resultados de esta tradición muldfacética ."mpesinós es que apenas se ha tenido en cuenta la manera en que el
son inadecuados para abarcar las contradicciones, potencialidades y ülmpetino practica la agricultura: sencillamente se subrayaba la partici-
restricciones de hoy en día. Las deficiencias de la literatura disponible pación en la agricultura como uno de los elementos de definición. Se
se dejan resumir en cuatro punros. En primer lugar, separa al mundo rlaba por sentada la participación del campesino en la agricultura, pero
en dos partes y luego aplica dife¡entes teorías y diferenres concepros a cl cómo los campesinos se encontraban involucrados, cómo Practicaban
cada una de ellas, es decir al cenrro desarrollado y a la periferia sub- la agricultura y si estos aspectos se distinguian o no de otros modos
desarrollada. Así surgen y se reproducen imágenes muy conrrastadas, cle practicar la agricultura, apenas se ha tocado, con excepción de los
imágenes de mundos diferentes donde vive gente diferente.T A pesar ricos estudios empíricos de CIDA realizados en América Latina durante
de que rara vez se haya explicitado, la frontera decisiva enrre esros dos Ios años sesenta y a principios de los setenta (véase CIDA 1973 para
mundos es aquella entre los udesarrollados, y los nsubdesarrolladosr. un resumen).' D. ahí que, las peculiaridades del campesino siempre
En la mayor parte de los estudios campesinos, a los campesinos se los se han buscado en relaciones de poder desiguales, o en sus caracterís-
consideraba como un uestorbo para el desarrollo, (véase Byres, 1991); ticas socioculturales. Desde luego no tengo la intención de negar la
como un obstáculo hacia la industrialización entendida como nsalida presencia de tales características. Sin embargo, quedan muchas inte-
al atraso, (Harriss, l9B2 en una introducción critica a Byres). Así, en rrogantes, entre ellas cómo las desigualdades de poder se trdducen en
las zonas subdesarrolladas del globo terráqueo, era y es el campesinado runa ordenación específica de las muchas actividades y relaciones en las
que domina; incluso su existencia es la que lo definía: nlas poblaciones
campesinas ocupan los mdrgenes de la economía mundial moderna,
(Ellis, 1993: 3; cursiva añadida). Al orro lado de la línea divisoria que B. Esto fue afirmado progresivamente por una amplia gama de estudios rural socio-
separa a los nprecarios de los prósperos, (ibíd.), por supuesro ya no po- kígicos, antropológicos y económicos, realizados especialmente en la Europa occidental,
en los
dían existir campesinos. De esta manera se hicieron necesarios diferentes ¡r.'io apoyados por una gama de estudios empíricos, aunque un tanto descuidados
i,t,uu, Canadá y Australia, que muestran que muchos agricultores, si no la mayoría de
conceptos en la investigación, el análisis y la teoría. Sobra mencionar ..llos, en el centro de los países capitalistas altamente desarrollados se encuentran lejos de
que las manifestaciones fenomenológicas de los campesinados de hoy la imagen teórica de nagricultor empresarial,, (un resumen se encuentra en Ploeg, 2003a).
en día son múltiples y frecuenremenre muy opuesras. Sin embargo, ltn caÁbio, son mucho más del ntipo campesino, de lo que en el discurso político oficial
y teórico se quisiera reconocet o jamás se reconoce¡á. Como eco del hallazgo de Latout
,lc que njamás hemos sido modernosr, se podría decir (ue nlos agricultores nunca han
,lejado de ser campesinosr.
6. Esta preguntarefl,eja el título del capítulo introducto¡io de Mendras (1976): 9. Desde luego existe una gran variedad de estudios que explican cómo los campesinos
"Quest- francesa y
ce qu'un PaysanD. ¡rractican agricultura, por ejemplo siguiendo la tradición de la investigación
7. Esto, desde luego, parcialmente se debe a la división social del trabajo. Los estudios rrrmbién de científicos sociales de'Wageningen. Pero estos principalmente se han quedado
campesinos estaban firmemente arraigados en la antropología, la sociología no occidental (¡!), .n el ámbito de la agronomía (social), y no han sido traducidos, o integrados, a estudios
la sociología del desarrollo y la economía del desarrollo, mientras que las raíces del estudio tampesinos. La t¡adición anglosajona es relativamente pobre en cuanto al an¿ílisis de las
de la agricultura europea o estadounidense estaban en otres disciplinas, y frecuentemente ¡rrácticas agrícolas campesinas. Es muy llamativo que cuando los estudios campesinos en
incluso en otros institutos, como los ul-and Grant Collegesr. En \Wageningen igualmente cl Reino Únido se encontraban en su apogeo, había sobre todo preocupación por los
había una división nítida entre los departamentos ooccidentalesD y <no occidentalesr. A campesinos en nel Tercer Mundoo y si se reconocía la existencia de explotación agrícola
partir de los años setcnta se crearon grupos de estudio que se dedicaban tanto a Europa campesina en Europa, esta se localizaba en áreas lejanas y marginales, tal como en las islas
como al ftrcer Munrlo, y t¡uc activarncr.rte discurían, comparaban y trataban de integrar rrgrreñas de Sherland, las zonas relativamente aisladas del país de Gales, los Peninos o en
los dilerentes pr()ccs()s y r.'trrlr,rrLrs. t l |11r¡ l¡ lt,s c¿s.ts Irl:tndl.

44 45
que se encuentran involucrados los. campesinos. Los campesinos,
por rérminos de intercambio desfavorables para el campesino, (1971: 15).
ejemplo_, s.e encuenrran relacionado, cá., la naturalez"'d.
muy diferéntes a las que se entablan en orros modos de produceión-".r..", Y Wolf (1966: li) arguye que usólo cuando [...] .l labrador llega a
ser sometido a las exigencias y sanciones de los gobernantes fuera de
agrícola; asimismo cl:.an y recrell los procesos de prod.r.cfu.,
agrícola su estrato social, podemos hablar debidamente de campesinadou.
en realidades que difieren significativamenre d. L, q,r. ,o'
creadas Evidentemente, en sí tal descripción no está mal. Tales elemen-
por los empresarios y agriculóres capitalistasi por úitimo,
y desarrollan sus recurios, t"nto los naturale,I,.o-o lo, *.i"I.r, d.
moldean tos, por ejemplo, los podemos enconrrar f;ícilmente en la agricultura
holandesa actual. De lo que se trata es, de que tales punros de vista
maneras distinras.lo
son incomple¡¿s. Sólo enfatizan un lado de la ecuación. Como observa
En rercer lugar, Ios estudios campesinos han sido débiles en reco-
[.ong: ula capacidad de actuar asigna al actor individual la capacidad
nocef cr¿pacidad de actrAr, lo cual .uid..rt.-.nte es u.r"
.o.rr..,r.rrfiá, .le procesar experiencia social y d¿ diuisar mAnerls de sobrelleuar la uida,
no intencionada, de su posrura epistemológica. Así, los campesinos
(1992: 22-23, cursivas añadidas). Este punto ha sido comprobado en
frecuentemente figuran cómo nrrictirnas pasivásr. Shanin
incluso utiliza tuna amplia gama de estudios sobre estilos agrícolas.r1 Recientemenre,
<la posición de desamparado,
[es décir] la dominación d.L lffirirr"do .ong (2007) amplió esta postura en un marco conceptual y metodo-
por otrosD como una de las facetas básicas que define y delimita
a las lógico delicadamente afinado para estudiar resistencia. En el capítulo
sociedades campesinas. La posición usubo¡dinada, d. los
."*o.rlrro, l0 volveré sobre este enfoque. r
el punto central de la teoría de shanin: uA los ."-p.rirrof-.i
g...."t,", En cuarto lugar, argumentaría qu€ por más que los estudios campesi-
se los ha tenido distanciados de las fuentes sociales
¿ p;i; sr,'ro-.,i nos hayan prestado mucha atención a sus expresiones inmediatas (como
miento político se vincula con la subordinaciór .rrrt,rr"l y la
explotación la revolución verde, programas de crédito, reforma agraria) básicamente
económica a través de los impuestos, servidumbre,
iir.r.r., u
"rri.ndo, ('rraron el punto clave de la enorme ola de modernización que inundó la
;rgricultura del Grcer Mundo al igual que lo hizo en Europa y orras parres
Aquí nuevamentehay antecedentes específicos que una vez más .lcl mundo. Sin importar el grado general de éxito o fracaso, el proyecto
. .10. tienen que ver con
rlc modernización se ha transmurado en nueaos parrones de diferenciación
la división interna del t.abajo dentro de la ciencia. HJr* i".. p.;;,";;;;l todos ros
lugares, existía una separación nítida enrre las disciplinas.técnicas
no son agrónomos enrrenados. Ni ros expertos en esrudios ."-pl.ino,
y sociales. Los antropólogos lnlítico-económica. Esto ocurrió ranto en la periferia como en los centros
en enrender los detalles técnicos de la producción lechera
h"., ,ido l"p".ir"áo, <lc la economía mundial. Al lado de los ya conocidos campesinos, Ios
d'" p"p;. E;".i*-qo, a. to.
casos se consideraban sencillamente como aspectos " .el".io,r"do, con un ámbito
técnicos, l)rocesos de modernización crearon empresarios agrícolas y agriculrura ¡
supuestamente estancado. Sin. embargo, los rendimientos,
los niveles de fertili¿ad del suelo, clnpresarial en los sectores agrícolas del Tercer Mundo, al igual que lo
Ia longevidad, las rasas de serección]ras récnicas de hicieran en Europa y en el resto del mundo. La implicación teórica es
poda,.,.. no ron;;;;;. ocurran
desde el Génesis: son el resultado de la coproduccióri.
Son construcciones soci,omateriales .¡tre el dualismo clásico (campesinos versus agricultores capitalistas) de
que nos informan acerca de la interacción y transformación
murua del hombre y ra natu_ rcpente dejó de ser apto parala refexión teórica sobre la situación en el
De ahí que sean precisamente esros odetail", t¿.ni.or"lo.
¡.1-7a
tucha campesina en la arena definida por el proceso de ñ;;;'ffi;-an de la
,irca rural. Ya no hay sólo dos delineacione.s que definen al campesinado,
producción.
En el otro lado de la división disciplinaria se aplica una miopía trrrnpesino versus proletariado y campesino versus agricultor capitalista,
simiiar: especialmente
agrónomos enrrenados desde los años sesenta, logr"r, ..1".1o.,", los ,esjados récni-
"p..r",
cos a la organización específica y estratégicame.rte
.rhora se necesitan tres líneas de demarcación para definir al campesi-
irrrpii"da del proceso i"uo."i. ro. ¿"ro,
técnicos se percibían de manera aislada. Desde el cámienro Ahora se necesita estratégicamente una manera para distinguir al
dá los años novenra, ranro 'r,¡do.
en el ámbito internacional como en ra unive¡sidad de vageningen
t,,".gia" r*rr" ,:rrnpesinado del agricultor empresarial (véase también la figura 1.1). Si
tendencia superar la división lT percepciones uro.áI.r, "y """
l,
_a ,.:*"
tura. En el ámbito internacional la,tradición agroecológica q,.," ",e.rrld a. "g.i.ul_
(Altieri, 1990, 1999 y 2001; Sevilla Guzmánl 2007; "Sevilia
...i.rt.-..r,. .,r, lrr.gi.rdo
Martínez-Alier, 2002; Toledo, rL)gr, 1994,2000) ha tenido
crr-;; ;-¿;loeirr, tgSO: I l. En Ploeg, 2003a, capítulo 3, he proporcionado una reseña y síntesis de los princi-
mucha infuencia ,l-r".p".ro.
200.4), agrónomos (Steenhui.jsen piters, tee5 y l'.rlcs estudios s<¡bre estilos de explotación agrícola. Estudios posteriores han consolidado y
I^Ylg.::lq*#:9g:'^f::nevetd,
.,roor y otros 200J' 2004' 2007ay b) y znórogos (Groen y orros, 1993; . rrrit¡trccido lir te()ría dc estilos agrícolas. Véase Bakker, 200i; Schnabel, 2001; '$?'ielenga,
Reijs, 2007) han .'(X)l: [J()onsrra, 2(X)2; Iilóren, 2002; L.auwere y ottos, 2002; Mourik, 2004; Schmitzberger y
¡ealizado trabajos excelentes qu. ,r"., más allá ie la'división
indicada.
.r.rs, 2(X)5; \ül¿rrcna, 200(r; Slce, Gibbon y tylo¡ 2006; Averbeke y Mohamed, 2006.

46
no, no se puede percibir ni atribuir una diferenciateórica por ejemplo a Definir al campesino como no (o, aún no) siendo un €mpresario, o
las familias brusrleras posei,r¿ compuesras por padre, tres hijos y dos tíos, en estado de desaparición, es definitivamente deficiente.
poseyendo y labrando 1.500 hectáÍeas sumamenre mecanizadas de soja
y otra familia sem terra, probablemenre vecina, donde padre, madre y
mes hijos labran 15 hectáreas de tierra inférril con frutales, legumbres y Una definición exhaustiva de la condición campesina
algunas vacÍrs en un asentamiento donde acaban de ocupar la derra (véase Pienso que es posible, y muy urgente, ir más allá de las deficiencias en
por ejemplo Caballo Norder, 2004 y, para una discusión miís general que por último resultó el desarrollo histórico de los estudios campesinos.
Schneider, 2006 y Otsuki, 2007). A fin de reteorizar el campesinado, desarrollaré una nueya definición de
A fin de irmás allá de las deficiencias arriba mencionadas, rene- ula condición campesina) que ubica firmemente al campesinado en su
mos que desarrollar conceptos que cumplan con ciertos requisitos. En contexto actual a la vez reconociendo la capacidad de actuar conteni-
primer lugar, tienen que abarcar tanto el centro como la periferia. da en ella, no como particularidad adicional, sino como característica
Tienen que poder aplicarse tanto a las constelaciones de hoy día como central.12 A continuación de la definición de la condición campesina,
a escenarios históricos. Se tiene que excluir cualquier segmentación a además especificaré uel modo campesino de explotación agrícolao que
priori. Estudios campesinos posmodernos denen que ocuparse de las se concentra en las maneras múltiples y coherentes en las que los cam-
constelaciones campesinas tanto en el centro como en la periferia. En pesinos van ordenando activamente el proceso de producción agrícola.
segundo luga¡ tiene que ir más allá de la división creada entre enfoques Los dos conceptos guardan una estrecha relación. El modo campesino
socioeconómicos y agronómicos. En tercer lugar tiene que basarse en se encuentra imbricado en esta condición campesina y brota de ahí.
el reconocimiento de que, desde el apogeo de las teorías de moderni- [-os dos conceptos, la condición campesina y el modo campesino de
zación y los estudios campesinos, la agricultura de cualquier lugar se cxplotación agrícola, cumplen con los requisitos teóricos que formulé
ha reformado materialmente. Ha adquirido orros parrones y se ha ido arriba y juntos permiten un enriquecimiento teórico de los estudios
diferenciando a lo largo de nuevas líneas, precisamente gracias a los campesinos a la vez que aumentan su utilidad en la práctica.
grandes procesos de modernización que ocurrieron a escala mundial Entonces, el aspecto central en la condición campesina es (1) la lucha
durante el período 1950-1990. En cuarro luga¡ los conceptos tienen ¡ror la autonomía que tiene lugar en l2) un contexto caracterizado por
que ir más allá de la simplicidad de los esquemas blanco y negro; relaciones de dependencia, marginación y privación. Va en búsqueda de,
tienen que dar espacio a graduaciones, matices, heterogeneidad y es- y se materializa corno, (3) la creación y el desarrollo de una base de re-
pecificidad. Ya que el campesino y el modo campesino de explotación cursos controlada y administrada por el campesino, que a su vez permite
agrícola representan sobre todo procesos dinámicos que se desdoblan (4) aquellas formas de coproducción del hombre y la naturaleza que (5)
en el tiempo, en muchas direcciones diferentes, a veces incluso diame- interactúan con el mercado, (6) permiten la supervivencia y otras pers-
tralmente opuestas, los conceptos rienen que facilitar la exploración y pectivas y (7) retroalimentan y fortalecen la base de los recursos, mejoran
el análisis de los diferentes resultados de tales procesos. Esto implica
que diferencias y graduaciones relativas constiruirán la parte central del
análisis (Toledo, 1995 traduce esro en ngrados de campesinidadr). En 12. rEn Types of Latin American Peasantl!, \yr'of (1955: 453-454) estableció tres crr-
quinto luga¡ los conceptos tienen que ser elaborados de tal manera rtlios básicos para definir el tipo social de campesino: (1) la producción agrícola como
que permitan el an¿ílisis comparativo. En sexro lugar, deberían reflejar ,,tupación principal, (2) control efectivo de [a tierra y la toma de decisiones autónoma
(véase también Peasant Wars of the Tiaentieth Century (1969: xiv) y (3)
el carácter polifacético, de múltiples niveles y de múltiples actores de ',,lrre los cultivos
r¡nrr orientación más hacia la subsistencia que hacia la reinversión. En mi definición de
las realidades campesinas (Paz, 1999 y 2006a). Y finalmente, no im- ,,rndición campesina incluyo y simultáneamente defino estos elementos. Lo que falta en
porta la constelación, los conceptos tienen que basarse en definiciones l.¡ dcfinición de Volf es la relación dialéctica entre dependencia y lucha por la autonomía.

positivas y substanciales. Las cosas deberían definirse según lo que son, ll lo, aparte de esto se necesita ir más allá de la supuesta dicotomía de usubsistencia" y
,,r, inversiónr. l,os clmpcsinos ct¡ntinuamente están ureinvirtiendor, entre otras cosas a través
como Palerm (1980) argumenra de manera convincenre con relación a ,lt srr rnlno dc obra, a fin cle mejorar la usubsistenciau, y mejores niveles de subsistencia
los campesinos, no como negación de lo que definitivamente no son. ¡rt rrrritcn m:ryor ulcinversirjnr, etcétera.

48 49
FIGURA 2.2 scn, 2000; Ploeg, 2003a). La agricultura, la ganadería,la horticultura, la
Dinámica de Ia condición campesina silvicultura, la caza y la pesca, pero también la ulterior transformación
tlc productos en otros más elaborados; por ejemplo estiércol y paja en
fc'rtilizante, leche cruda en queso, carne en jamón, como también fe-
rrr'rmenos nuevos como el agroturismo, todos constituyen expresiones
.lc coproducción. Aquí es decisiva la interacción entre el hombre y la
nrrturaleza (Ploeg, 1997b). La interacción con la naturaleza ademiís pro-
¡,orciona formas específicas a lo social: el carácter artesanal del proceso
.lc producción, el lugar central que ocupa la destreza del productor y el
¡rredominio de granjas familiares, se encuentran estrechamente vincula-
.los con la coproducción y la coevolución del hombre y Ia naturaleza.
lrrrportante desde el punto de vista teórico es que el progreso se forja
,r través de la coproducción. fuí surgen formas endógenas de desarrollo
(l'loeg y Long, 1994, y Ploeg en Dijk, 1995). Contemplar de manera
licneral, y evaluar el proceso de producción como una totalidad, permite
.oordinar y alinear diferentes subtareas de manera más productiva; y a
rrr:ís largo plazo se pueden asimismo mejorar los recursos naturales y
sociales. A través de una (re)creación de los recursos, por ejemplo trans-

Fuente: Elaboración propia.


firrmando un terreno en un terreno m:ís ftrtil, como también a través de
l.r construcción de nuevas combinaciones de recursos, se pueden lograr
rriveles de productividad más elevados (para una discusión general véase
el proceso de coproducción, amplían la autonomía y así (B) disminuyen l'loeg y otros 2004c; en Verhoev€n y otros, 2003, se presenta un caso
la dependencia. Dependiendo de las particularidades de la coyuntura so- ,.'rnpírico). fuí se establece una importante diferencia entre la definición
cioeconómica imperante, tanto la supervivencia como el de.sarrollo de la .'xhaustiva de la condición campesina propuesta aquí y las anteriores,
propia base de recursos puede ser (9) fonalecida a üavés de la panicipación yir que la primera integra sistemáticamente el proceso de producción
en otras actividades no agrlcolas. Por ultimo (10) se encuenrran parrones ,rgrícola como una práctica potencialmente dindmica. Las dinámicas y la
de cooperación que regulan y fortalecen estas inrerrelaciones. llcxibilidad de la producción agrícola, son aspectos apenas investigados,
Primero discutiré brevemente los diferentes elementos que juntos .rl igual que aquellos asociados con el proceso de reproducción. De ahí
constituyen esta definición exhaustiva de la condición campesina, luego ,¡rrc la producción agrícola como la organizan los campesinos básicamente
identificaré las dinámicas que implica y a través de la cual se materializa ,,' considera como estancada, lo cual frecuentemente se traduce como el
en cliferentes constelaciones imbricadas en relaciones de tiempo/espacio ,,rrraso)) general e intrínseco del campesinado en su totalidad.t3
específicas y frecuentemenre opuestas.

Coproducción
13.'I'al vez esto se explique parcialmente por el hecho de que los estudios campesinos
Coproducción, rtno de los elementos importantes que definen al campesi- ',,.,rriginaron en las ciencias sociales y políticas y sin tener relaciones fuertes con las ciencias
nado, concierne a la interacción conrinua y a la transformación mutua del .rl,rrinornas, veterinarias, etc. Además, los estudios campesinos Pertenecen a la tradición
ser humano y la naturaleza (véase también Toledo y González de Moina, .,r,1,,1,rs:rjona: originalmente nacen en el RU y en ¡,¡uu. Al surgir estos estudios, la existencia
,lc krs campesinos en cstos países era poco relevante, y tampoco existía tradición previa en
2003 sobre ometabolismo social,). Thnto los recursos sociales como los r'l csttrrlio clc sus ¡rroccsos tle producción. Fue preciso el desarrollo de la tecnología punta
naturales, continuamente sc crclrn y recrean, generando continuamente l l,r r.rncrgcnci:r clc lu preocu¡ración por la calidad de la alimentación, para incentivar este
nuevos niveles de co¡rrotlrrccirin ((it¡zman-Casado y otros, 2000; Gerrit- t r¡r,, rlt' irrvcstigrtcir'rtt.

50 51
El principal
.argumcnt<¡ dc csrc libr. reflta cstc P.rro tlr. visr:r ,lr'.,.rrrollo.srrrt'sivo,.1.'l,r lr,rs.'clc ¡'t'ctusos. Atlctlrlis alirucnta la super-
y sostiene que la agricultura campesina se encuenrr" l"¡.r. clc esrar rr,'..'n.irr, el rrivcl clc vicle y las pcrspectivas mcjoradas de las familias
estancada e intrínsecamente. atrasada (para una evidencia histórica ,r¡,rí.rlrrs involucradas. Así, el desarrollo de la agricubura y la base de
y
contemporánea véase por ejemplo Bieleman, rgBZ; Richards, l985; t(tilt'.tt)! rrt la r\ue se basa, coinciden y se traducen en la emancipación del
Osti, 199.1; y \lartena, 2006). S-e puede forjar progreso dentro y a ,,tttt¡,r'sinttclO.
través de la producción agrícola. Mejorando po.o
" io.o
l" calidaÁ y f rrnt<ls, una base de recursos autocontrolada y una coproducción
productividad de los r.cnrso, clavesr tierra, cultivos, edifi- por el campesino, conitituyen un proceso de trabajo espe-
"nimar.r,
caciones, infraestructura de riego, conocimiento, ',r.rrt'jacla
etc., y mediante un , rf ito, que, para las personas involucradas, no es una repetición de
ajuste meticuloso del proceso de producción y una reoidenación con- r.u(':rs y subtareas interminable y ala larga terriblement€ aburrida, ni
tinua de las relaciones con el mundo .rt.rno, los campesinos buscan r¡ru,-ho menos. El proceso de trabajo, en primer lugar, es el sitio donde
y finalmente logran los.medios para amplia, ,,, mía y mejorar .,(' ('ncuentra el hombre con la naturaleza y donde los diferentes ciclos
la base de los recursos de sus fincas. ",r.ono ,,r' irrtegran en una totalidad coherente, y por ende frecuentemente
, Ya que a la naturaleza no se la puede planificar ni controlar
La base de recursos autocontrolada 'rútica.r5
,,,rrrpletamente, siempre habrá sorpresas, para bien y para mal. El arte
La construcción y el mantenimiento de una base dz recursos aurocon- ,lc llegar a dominar estas sorpresas y transformarlas en prácticas nove-
trolada es orro elemento de importancia estratégi ca para la definición. ,losas frecuentemente se convierte en un elemento clave del proceso
La creación y el crecimiento de tal base de recurios permiten un rlc trabajo (Remmers, 1998; \liskerke y Ploeg, 2004; Swagemakers,
grado
de libertad en cuanto al intercambio económi.o; la coproduición .f(X)2; \Wolleswinkel y otros, 2004). Esto apunta un segundo aspecto
"rí
!T",_.n pante, en un intercambio con la naturaleza (TolJdo, 1990 y
:.1992). t r ucial del proceso de trabajo: es el sitio donde ocurre el aprendizaje
La creación y el desarrollo de una base de recursos es una con- y clonde se diseñan maneras novedosas de hacer las cosas. lJn tercer
dición crucial e indispensable para la coproduc ciónJa simultáneamente, .rspecto, probablemente decisivo, es que el proceso de producción agrí-
una base de recursos en desarrollo ., uro de ros principales resultad.os .. ola es un proceso social a través del cual no solamente se construyen
de la coproducción, que hace que los recursos emerjan'como artículos
¡roductos fnales (como leche, patatas, carne, etc.). Durante el proceso
ajenos a mercancías. A través de la coproducción, lá, ,.c,rrro, no .lc trabajo los actores involucrados también construyen, reconstruyen
sólo
se convierten en una gama de bienes y servicios, sino a la vez se
re- y desarrollan una combinación de recursos ajustada con precisión y
producen como recursos. De ahí que éoproducción siempre se refiere lrien equilibrada. Es decir, construyen un estilo agrícola y lo articulan
a dos procesos nítidam.nt. ..rtr.t.jidos: uno de produccil., y otro
d. .le una manera especial con el mundo externo.
reproducción. A pesar de que la base de recursós variará d. lugar a
lugar y de una a ot¡a .oy,rni.rr" específica en el tiempo, por lo gJneral
se puede sos.tener que, sin base adécuada de recurror, l" coprod'ucción
y su desarrollo autopropulsado llega a ser diÍicil, si no imposible. una 15. l,lama la atención que casi todos los estudios empíricos indican que los agricultores
coproducción exirosa retroalimeñta la reproducción necesaria, y el cxpresan que este encuenüo con la naturaleza viva es uno de los aspectos más atractivos y
satisfactorios de su trabajo. Igualmente significativo es que la pericia, es decir, el nllegar a
cntenderseD con la naturaleza, casi siempre se traduce en orgullo. Sin embargo, en el ámbito
rle la teoría estos aspectos se han reducido a fenómenos marginales, cuando no a un mero
uromanticismor. Esta marginación se debe, por lo menos en parte, a la importante división
14. La tiena evidentemente era, y sigue siendo, un indicador y una
metáfora exrraor- laboral denrro de las ciencias agrícolas, entre disciplinas técnicas y sociales. En la primera,
dinarias para la autonomía. pero .¿lJh rie¡ra es un vehículo ¡íp.ri"*. p"rl l, el proceso de producción, desde los años treinta, ha sido entendido como el despliegue de
nomía. Dependiendo del conrexro"oespecífico, de igual importancia ",.r,o-
pu.d"., ,ler el cont.ol leyes, principios y nociones científicas. Así, el proceso laboral es considerado simplemente
sobre los canales mercantiles, el disponer de orros
-"edios ..onó-icos, o poder uno cxpresar una versión más o menos imperfecta del ideal especificado por la ciencia. Definitivamente
su identidad de manera inequívoca. También resulta que ser propietariá
de la tierra no es no se lo considera como un proceso creativo de construcción, que entre otras cosas implica
una condición necesaria. [.a aspiración o la lucha por'la tierá yá p.r.d.
,.. un-áo.rr..r,o una transformación continua de la naturaleza. Durante mucho tiempo también las ciencias
importante de definición para ser y actuar como campesino.
sociales propugnaban esta visión.

52 53
T
En la agricultura todo dene que rrer con hacer actiaamente cosas, toclas las culturas campesinas tanto en el Tercer Mundo como en los
recursos, relaciones y símbolos. De ahí resulta una tercera característica altamente desarrollados. Lo inmediato implica que las cosas
¡raíses
clave. Es dentro, y a través del proceso de rrabajo, que se puede forjar ticnen que ser apreciadas según su valor nominal. Sin embargo, en el
progreso. Esto implica que el proceso de trabajo es un cam?o de lucha rrrundo campesino, continuamente surgen preguntas acerca de lo que
social muy importante para el campesinado. La lucha social no sólo se da s(' encuentra por detrás de las apariencias inmediatas. ¿Una vaca muy
en las calles, en la ocupación de tierras, f,íbricas o grandes supermerca-
lrlcrductiva es el resultado de estrategias de crianza y competencias muy
dos, es decir, fuera de los ámbitos de producción y trabajo, ni requiere t'xitosas dentro de la finca y de redes mantenidas con otros agricultores
necesariamente pancartas o discursos enardecedores de cualquier color (lue proporcionan unueva sangreu? O, ¿se trata de la costosa adquisición
político. La lucha social también se puede ver en el arduo .rfr..ro po, ,lc razas criadas en otra parte, altos niveles de uso de concentrados
mejorar los recursos disponibles, haciendo pequeños ajustes que juntos .,rros, elevados costes veterinarios y corta longevidad? Una finca gran-
contribuyen a la creación de un mayor bienestar, mejores ingresos y ,lc de aspecto impresionante: ¿se basa en deudas grandes y por ende
perspectivas más promisorias. En este sentido, la cooperación frecuen- r'.'t¡uiere costes financieros enormes? O, ¿se trata de lo que llaman una
temente es un mecanismo clave. ,,finca libreu los agricultores holandeses? Lo inmediato es engañoso,
La importancia del proceso de trabajo como uno de los sitios donde I. que se traduce en el comportamiento económico anticíclico de los
s€ construye progreso, explica la tenacidad con la que los campesinos ( ;unpesinos. Las cosas no pueden ser apreciadas según su apariencia.
defienden su autonomía. En cualquier nivel de desarrollo, la posibili- Ln sí no son transparentes. Lo que frecuentemente resulta decisivo es
dad de diseñar, controlar, construir y reconstruir el proceso de trabajo, que vinculan
y los muchos recursos, ciclos, tareas y relaciones que este implica, es 'rr ubicación en relaciones cuidadosamente construidas
, l pasado, el presente y el futuro,t6 hacia adelante y hacia atrás, y que
estratégica. ulrican simultánearnente a la unidad agrícola en divisiones específicas
rlt' rrabajo y espacio.
Ordenando relaciones con mercados que aseguren autonomía 'lbdo esto apunta a la centralidad de repertorios culturales locales
lJn tercer elemento de la definición se refiere a las relaciones específicas y r'.'latos asociados. Cualquier fenómeno o imagen que se Presente' se
establecidas con los mercados. Estas relaciones son parte de un conjunto ,,,nsidera sin sentido, si no peligroso, cuando no se lo encaja en su
más amplio de relaciones que conecran al campesinado y el mundo
¡,ropia historia específica: ¿de dónde úienerT y a qué llevará? ¿Cuáles
circundante; los campesinos las ordenan de una manera que les permite ',,'r:ín sus costes y cuáles sus beneficios? ¿Y bajo qué condiciones sur-
una máxima fexibilidad, movilidad y libertad. Las relacion.r é"te.n"s
¡iir:írr y se materializarán tales beneficios? ¿Y quién cosechará los frutos
se encuentran ordenadas de tal manera que sea posible una contracción .rt, rt iados?
o expansión en el momento considerado necesario: en lo posible se Á
'lirles
preguntas refejan una desconfianza profundamente arraigada,
evitará ser limitado. Las relaciones con el mundo externo, sea con los # l, tlue ayuda notoriamente a reducir costes de transacción. Dentro del
mercados, agencias comerciales, autoridades políticas, bandidos o curas, s r,rrrcxto de la modernidad, dicha desconfianza institucionalizada será
se construyen, mantienen y modifican de acuerdo a los repertorios
culturales locales (o, sea a las economías morales), que se .or..rrtr"r,
en la cuestión de desconfianza y consecuentemente ie traducen en la
construcción de autonomlr_ (Pérez-Vittoria, 2005: 132 y siguientes, y l(r. lrn términos matemáticos: relaciones recurrentes dominan sobre las ¡elaciones di-
,,, r.rs. lrst() es, sólo se puede entender y conocer la situación t=n si se conoce t=n-1 etc. A1
especialmente 227). Aquí, la desconfianza es clarame.tt. .f reflejo de ,.1'( ( r() r's interesante observar que la economía neoclásica reduce la finca-como-proceso-
',
una respuesta a entornos hostiles. Existe una profunda desconfianza a , r' r I ri('nrlx) a un acontecimiento en un solo punto donde sólo se dispone de relaciones
entablar relaciones de dependencia, por más que estas tal vez puedan ,l'r Si¡¡uicndo csta línea de razonamiento se podría argüir que Ia agricultura empresarial
¡ r.rs.

ayudar a construir algo que pareciera impresionante, machist) y po- , nris ticrrc que cntenderse utilizando nrelaciones recursivas invertidasu. Partiendo
,,1.¡ r'r.2.
,1, I lurrrro (t-rr+x) sc dcriva kr que se ticne que hacer ahora (en t=n).
deroso. Y relacionado con esro exisre la desconfianza a lo inmedilto ' l/. ll:ry rrrr ditho it¡liano del nrunclo campcsino que dice: moglia e buoi, paesi tuoi:
y sus tentaciones inherentes. I.o inmediato es algo sospechoso en casi lr¡ ' \l)()\.r y trrs brrcycs ticttctt c¡uc scr de tu propio pueblo.

54 55
pcrcibida ciertamente como anacronismo. Sin embargo, en un mundo FIGURA 2.3
dominado cada vez más por Imperio y la invasión ásociada de todo Los flujos básicos implicados en la agricultura
tipo de imágenes virtuales en la vida diaria, ral desconfianza institu-
cionalizada, y la testaru dez añadida, probablemente no se encuentre Moi¡lli¿aci&r de
tú&ift¡os n¡ediante prüduets
fuera de lugar.
AI mismo tiempo, desconfianza se combina con la confianza con-
cerniente a los recursos locales, sociales y materiales incrustadas en
ella.
Casi todos los reperrorios locales .r,f"tira' las virrudes ;;li;J;.;
eJ trabajo y especialmenre los valores de objeros y relaciones
creadas
{ent¡g, y a rravés, del proceso de trabajo aurocontrolado. Así, el arrc
de elaborar estiércol buino, criar buenas vacas, o crear un caballo de
buen carácte¡ son elementos centrales de repertorios locares que refieren prsteso de producción pérdldÉs,
a la agricultura como un proceso socialmente construido. vinculado agricola; ernitienge,

con esto se encuentra la tranefnrmacion de rec¡.¡rsog


_importancia que se da al trabajo arduo, a la en producto
dedicación, la pasión y el conocimiento, como fuentes éstratégicas de
los valores creados. Incluso en sociedades muy modernizad", ('nr...rl"-
rizadas'), como por ejemplo los países Bajos, donde pareciera que sólo recur$s$ reDurgo$
se permite el razonamienro económico, del tipo neáclásico,
reprüduridos {r8)gisflerád66
la mayor
parte de los.agricultores determinan cuidados"-.rrr. lo que perciÉen {--------- s¡rcuito no rn€rcsntjl -------}
como su ohobbyr. Thl hobb¡ por ejemplo, mejoramiento del gan"do
.n
finca, es la zona gris (comparé .oí uror* de incertidumbres"intencio-
nadasr, como expresa Crozier, 1964) donde el trabajo, conocimiento,
la experiencia y los deseos de uno mismo, son las úoy", g,rí", donde
no se acepra la prescripción exrerna introducida pot ,.l".iárres de de- fuente: Ploeg (2003a: 56).
pendencia, y donde se. consrruyen las cosas que ctntienen la belleza
y
la zuperioridad que brindan saiisfacción y oqgullo.
. El equilibrio enrre confianza y des.o.rfiarrZ" ,. traduce en una or- operativo, edificaciones, etc. Se pueden obtener a través de transacciones
denación específica de patrones de relaciones económicas en la cual rrrercantiles y consecuentemente entran en el proceso de producción
se encuentra incrustada la agricultura. como se ilustra en la figura (omo mercancías, o ser producidos y reproducidos dentro de la propia
2.3' la agricultura, desde un-punto de vista analítico, consra de"tres rrnidad agrícola, o ser obtenidos a través de intercambio socialmente
procesos interrelacionados y mutuamenre adaptados: (l) la mouiliza-
r.,gulado. Así entran en el proceso de producción como artículos ex-
ción de recursos' (2) la conuersión de...,r.ror^ ..r prodú.tos y (3) la
tramercantiles. Incluso existen recursos que no pueden ser físicamente
comercialización y reutilización de.los productos finales. El primér
y ¡rroducidos en la finca, como la maquinaria pesada, pero sí pueden ser
tercer proceso, I cada vez más también el segundo, suponen, y A,
Tnrio ,rbtenidos mediante recursos propios, por ejemplo los ahorios, a dife-
implican, relaciones con mercados. Sin embargo, ,. p.r.d.r, ord.rrá. d. rc'ncia de prestarse dinero para comprarlos. De ahí que sea la nhistoria
maneras completamente diferentes.
s.cialu específica (Appadurai, 1986) la que hace la diferencia.
Los recursos pueden ser movilizados a través de diferentes mercados;
[.a agricultura campesina se basa principalmenre, pero no exclusi-
también pueden ser producidos y reproducidos dentro de la finca. Esto
virnrente, en un flujo relativamente autónomo de recursos producidos
se refiere a todos los recursos sociales y materiales relevantes: y rcproducidos dentro de la propia unidad agrícola. Desdé un punro
a vacas,
pienso y forraje, fertilizantes, semilla, trabajo, conocimiento, capitar ,lt' vista analítico, las relaciones a y b indicadas en la figura 2.3, son

56
estratégicas. Se refieren al gra.l.r rlt.r:rrrr¡rc'sirrirl:rtl. l.e.s<ilirle y dclit,r ,,,,.r , r¡rrr'si<irr tlc str¡lclvivcrrci:t, l)cr() n() rrcccsariarnente la única (Sa-
damente ajustada base de recursos .se .lcsirr<lll¿r r¡lrcriorrnenrc nlc.lia¡tc l,,,rr. f ')()(¡: )7).1')n cl siglo XVll, los campesinos holandeses ya habían
la reproducción. La producción sólo se vende parcialmenrc; una p:rrrc, ,1, ¡.r,l,r .lt' prodtrcir ccrcalcs para consumo doméstico. Los importaban
desde luego dependiendo del tiempo y el espacio, se volverá a uitliz.ar ,1, L¡r.'.r lr:íltice, mucho más baratos de lo que jamás se podrían pro-
en la propia finca. Rerorna en los ciclos vénideros, creaudo así una ,lrr, ¡r t'n krs l)aí.ses Bajos. Además, el abastecimiento resultaba estable
forma de autosuficiencia, o autoabastecimiento, que no se relaciona 1 ,,,rrf i:rblc. Así, los campesinos holandeses se especializaron en otros
(como se sigue suponiendo en muchas teorías) .o.r .l consumo familiar , rrlrrvrs, uclc valor elevadou, especialmente la ganaderíay la producción
de alimentos, sino con el funcionamiento de la unidad agrícola como ,1, l.it tt'os (Hoppenbrouwer y van Zanden,200 1). Los campesinos
totalidad. volveré sobre esta típica manera campesina d, oldrnación, al
',|r,,r.ur(clnente se adaptan a coyunturas particulares y asl las espeiifi-
discutir el modo campesino de explotación agiícola. , r,l.r,lt's clc.supervivencia se adaptan también a ellas, sin que implique
tt tl,'¡f|izttmiento btísico en las condiciones de campesino como tal.
Supervivencia '
supervivencia (o la nbusca de sustento>) como pearse (1975: 42) lo Ir¡rt:rlccimiento ulterior de la base de recursos
formuló) es orro de los elementos de la caracterización exhaustiva del I .r t .¡rroducción no sólo nutre la supervivencia, además fortalece la
campesinado. Se refiere a la reproducción y, ojalá, al mejoramiento 1,.¡.,, rlc los recursos. Esto puede adoptar muchas formas. Puede ocurrir
de la existencia de uno. supervivencia es, por decirlo así, Ía metáfoiá ronr() uD? ampliación de la base de recursos, pero frecuentemente se
que.s€ refiere a la nunidad simbióticao (Tepicht, 1973) de la unidad rrr.rtt'r'ializa como un mejoramiento cualitativo de los recursos dispo-
productiva y la unidad de consumo implicida en el campesinado. La rrl,lt's o como una redefinición de su composición. La calidad de la
naturaleza y el nivel de supervivencia dependen de una ubicación en rr(rir, ganado, variedades de plantas, mano de obra, sistemas de riego,
el tiempo y en el espacio; es deci¡ de las relaciones con el Estado, ,,lif iraciones, instrumentos, etc. se mejoran, permitiendo así resultados
con grupos de capital, con otros grupos sociales e instituciones, como
¡'r,rtluctivos más elevados. Las relaciones entre los objetos de trabajo,
también de las relaciones internas dentro del propio campesinado. Los rrsrrumentos y mano de obra, también pueden ser reordenadas, com-
agricultores frisones nsobreviven> con un nirril áe ingreso de 35.000 I'irr:rndo, por ejemplo, el mismo monto de recursos materiales con
euros al año o, mejor ái.ho, sobreviven gracias al ingráo obtenido por ulrrl [rayor inserción de mano de obra, incentivando así un proceso de
sus esposas. Pequeñas fincas mixtas en el valle de Gelderland (tam- rrrt.'rrsificación. En lapráctica,la ampliación y consolidación de la base
bién ubicado en los Países Bajos) sobreviven con 4.000 euros (Bruin rlt' recursos también se considera como larcreación de un patrimonio,
y otros, 199I) y los campesinos peruanos que cultivan papas en los ( (>trro plttrimonializagáo como Portela y otlos Q003) d.r.ribieron p"r"
Andes sobreviven con unos cuanros dólares por día. sin embargo, no .'l :írea campesina de tas-os-Montes en el norte de Portugal. Thmbién
sólo el nivel, sino también la noción comó tal cambia. E.r \(' ¿rsocia con orgullo (Lanner, 1996). El fortalecimiento de la base
situaciones, la autosuficiencia "igun",
lmplica que la producción, anres que .lc los recursos implica frecuentemente la utilización de redes sociales
nada y sobre todo, es para satisfacér las necesidades nutricionales de la ('xtensas en las que circula material genético prometedor (Badstue,
familia agrícola. En orras siruaciones, la noción básicamente se refiere .1006), o acción colectiva como la lucha contra los terratenientes por
al
-nivel
de ingreso obtenido. En orro juego de situaciones, se refiere .l control sobre el agua. Evidentemente, el fortalecimiento de la base
a la capacidad de cumplir con los requerimientos impuestos por los ..lc los recursos no sólo trata de los recursos como tal, sino también
bancos, grupos agroindustriales y el Estado, que llega a ser decisiva tlc las relaciones y redes que rigen su movilización, uso y valoración
para la supervivencia. En síntesis, supervivencii es una noción sujeta (Schneider, 2005).
a tiempo y espacio.
El concepto de supervivencia (y en términos más generales, el con- Reduciendo la dependencia
cepto de campesinado) no sólo o únicamente se refierÉ a nsubsistencia, l'.n tanto que la definición de la condición campesina se refiere a una
o autoabastecimiento de alimentos. El autoabastecimiento puede ser situación de depende ncia y privación, indica la tendencia general,

58 59
especialmente en las actuales economías globalizadas, de términos de ' \( ('srv:lmente sometido a relaciones de explotación y sumisión; y el otro,
intercambio desiguales que van empeorando. Esto ocurre debido a ' \'r(l( ntcmente vinculado y condicionado por el primero, permite actuar
' una caída de precios, deterioro en las condiciones de venta, costes en ,L t.rl rnanera que la explotación agrícola se encuentre alineada con los
alza, impuestos, expropiación (parcial), acceso disminuido a bienes y rrr('r('scs y las perspectivas de los productores inyolucrados.re Mientras
servicios esenciales, alza del coste de la vida, y la imposición de planes 'ln(' l:rs relaciones de dependencia se encuentran ubicadas dentro del
reguladores que incrementan los costes, disminuyen la eficiencia de pro- ,,rnr(xto social como tal, la búsqtreda y construcción de autonomía se
ducción o cierran caminos a seguir. Gracias al mecanismo del proceso' , r ,rr( ('nrra a su vez en las interrekciones entre la finca y su contexto (véase
general de acumulación de capital, sé (re) introducen constantemente r.rrrrlrién Robertson Scott, 1912). Már adelante en el texto investigaré
relaciones de dependencia y niveles correspondientes de privación a la r.,r.r trrcstiór con mayor detalle. Sin embargo, en este nivel introductorio
condición campesina.18 Esto no es inherente a tal condición, sino que {'. ilrf lx)rtante observar que estamos tratando los grados de sistemacidad
se debe a su inirustación en las economías capitalistas globalizantes; y, It,r¡r¡ltlner, 1978), que van de elevados niveles de integración al sistema
en realidad, también en formas de socialismo de Estado. Hacer frente r rlt'pcndehcia, siguiendo todo tipo de situaciones intermedias, hacia
a la dependencia y a la privación, no es por lo tanto un proceso de r l.v.rtlos niveles de autonomía relativa. Thles diferencias conciernen
un solo paso, ni se sitúa solamente al comienzo del viaje en el tiempo l'.,r,irrlmente a la posibilidad de crear un espacio para maniobrar (Long,
llamado agricultura. Se repite interminablemente. l')l'i''r) cn niveles micro e intermedios.
Mediante la supervivencia y el fortalecimiento de la base de recursos l.,r lucha por la autonomía adopta muchas formas, frecuentemente
(aquí se manifiesta la naturaleza cíclica y autosostenible de la condi- r'rclacionadas. Se puede dar bajo las clásicas nluchas campesinas>
','t,
ción campesina) se püede reducir la dependencia. Se pueden mejorar t\\1,1f, 1969 Paige, 1975), o con (armas de los débiles, menos visibles
(rt
los sustentos rurales, tanto a corto como a largo plazo, mediante es- ( ott, I 985). Y con mayor frecuencia, casi continuarnente, ocurre en los
fuerzos continuos y renovados para reducir la dependencia. Hay que t.unl)os, corrales y establos, a través de muchas decisiones sobre la cría del
enfatizar que, con algunas excepciones importantes, la reducción de ¡,.rrr.rtlo, la selección de semilla, irrigación e inserción de mano de obra.
la dependencia no se refiere al contexto político-económico como tal, I .r lr¡cha por la autonomía además se arricula en niveles de agregación
sino sobre todo a las interrelaciones entre la unidad de consumo y de clcvados (véase por ejemplo Haar, 2001 y Sandt, 2007).
',,.is
producción y su contexto. Es decir, $e refiere a la pregunta de cómo, liinalmente quisiera añadir que autonomía, tal como se discute aquí,
quién, con qué medios y a través de qué encuentros y contradicciones rrrr ricne que ser interpretada como una categoría negativa, como un
se ord.ena tales interrelaciones. ¡',r.rrlo-de-no-estar-condicionado-por-nadie. Al contrario, me refiero a
un.r :rutonomía relativa, el espacio para maniobrar como definido por
Esforz¿índose para lograr autonomía l,'rrg (1985) que consiste en una constelación en la cual se manifiestan
Así surge el común denominador de los elementos presentados hasta rlrlrrrrrsabilidad y capacidad de actuar. La importancia de esta aclaración
ahora en la definición. El campesinado básicamente representa vn cons- r,.,.rlt:rr¿í en cuanto discuta Imperio.
tante esfuerzo para bgrar autonomía, o búsqueda, como lo dijo Slicher van
Bath (1948; l97B), de la nlibertad de los agricultoreso. Como explicó, l'lrr riactividad
tal libertad implica dos conjuntos de relaciones: el uno asegura no estar l,'s trrrrrpesinos se dedican cadavez más a diversas actividades, no sólo
, rr l:r lrcriferia (Ellis, 2000 a y b; Schneider,2003), sino también en el

18. En una linda analogía a los upolibioso de Kearney (1996), Raúl Paz (2006a) refielc
al oentorno hostiln en el que actúa el campesinado como un entorno anaeróbico. Siguc c,rrr l'). lrl csrudio dc Ventura y Milone (2005a) sobre la capacidad innovadora campesina
la especificación de que nel campesino es una bacteria anaeróbica que aprendió a sobrcvivir ,'.( un sr¡btíttrlo clocuentc: uF.l redescubrimiento del modelo campesino: recuperando el
en un escenario donde no dispone de capital, y en las empreses capitalistas ((acróbicrrs" /r/r .,'rtt(tl s()l)rc cl uso tle los rccursosr. Subraya la relevancia de la autonomía, su delicado
excelencia) se están muriendo. Identi6car los mecanismos utilizados en la reproducción rlc , rtr( l.r/;r(l() .r,n cl rnorkr canrpcsino dc explotación agrícola, como también enfatiza simul-
estos campesinos es el reto principal en muchos estudios campesinos recienres... r rr'.rl( nt(' cl lt'srrr-girrricnto dc cst:rs cuestiones dentro de Europa.

60 6t
centro (Gorgoni, 1980; Bryden y otros, 1992; \flilson y otros, 2002). zrrn colno una fase más, y probablemente definitiva, en la desaparición
Por lo general lo hacen para complementar sus ingresos, pero también ,lcl carnpesinado. Pero, si mirasen más allá de la inmediarcz de tiempo
para obtener fondos que les permiten invertir en la agricultura, comprar y .rp".io, podrían rrer que los emigrantes retornan a casa con ingresos,
diésel, bombas para irrigación, semillas, fertilizantes, bueyes, un rracror j,,rtimentá para invertirlos en una finca renovada y fortalecida. f ales
o alimentar a la familia. Gracias a que se dedican a varias actividades, l)rocesos poi ejemplo explican el actual forecimiento de la agricultura
se puede evitar la dependencia a circuitos bancarios y prestamistas. lJn ,'n el áreá de Tias-os-Montes en el ,norte de Portugal y el fuerte auge
análisis superficial pareciera mosrrar que de esta manera un patrón de .rgrícola en el sur de Polonia.
dependencia es sustituido por otro. Sin embargo, existe una diferencia En los Países Bajos, de un 70 aun75o/o de todas las familias agrí-
estratégica. Cuando semillas, fertilizantes, etc. se pagan con dinero ga- . olas se dedican a múltiples actividades (Vries, 1995).Sea el esposo o
nado en otra parte, de hecho nhan sido pagadoso. Se compran como l:r csposa (o ambos) ganan una considerable parte del ingreso familiar
mercancías, pero luego entran en el proceso de producción agrícola ,,' lugares situados fuera de la finca. En granjas lecheras profesionales
como valores de uso. Ya no se pueden valorar estrictamenre en términos ,tn 3Óo/o del ingreso disponible proviene de la pluriactividad (Ploeg,
de valor de intercambio. La particular historia social de estos recursos le .f003a). En fincas cultivables esto llega a ser más del 50o/o ('$?lskerke,
da la libertad al campesino de hacer con ellos lo que mejor le parezca: 1997). En términos generales, los niveles de ingreso familiar son más
los puede prestar al vecino, venderlos de nuevo a fin de pagar la cuenra .'levados en fincas pluriactivas que en las granjas llamadas a dempo
de hospital para su mujer; utilizo este segundo ejemplo a propósito, pues ,.rrnpleto. Una investigación irlandesa sobre pluriactividad concluyó que
tal conducta es considerada ncriminal, dentro de planes de crédito. Sin ,',, á t'rta expresión de pobreza, sino más bien, se encuentra asociada
embargo, cuando tales productos o servicios se pagan a crédito, tienen t on bienestar (Kinsella, y otros, 2000). Desde luego esto no descarta
que ser reembolsados con su interés, mediante los resultados generados (lue en otras circunstancias sociales la pluriactividad pueda adquirir
en el ciclo de producción uenidero, lo cual frecuentemente implica rina significado drásticamente diferente (véase por ejemplo Hebinck y
una reordenación del proceso de producción (por ejemplo, para evitar Averbeke, 2007).
riesgos; véase el capítulo 3 de Ploeg, 1990a). Y en caso de que el mal
tiempo lleve a la pérdida de la cosecha, el campesino probablemente l)lrtrones de cooperación
pierda su tierra. lrl cnfrentamiento de un entorno hostil casi siempre requiere formas
Varios observadores (véase Kearne¡ 1996; pero también Bryceson y .lc cooperación (un liuelihood, como diría Pearse, 7975).zr Un en-
Jamal, 1997;Bryceson y Mooij, 2000) han malinterpretado sistemática- r,rrno ácológico duro (o complejo) es más fácil de afrontar mediante
mente los fenómenos de pluriactividad y trabajo migratorio.20 Lo anali- ( (x)peraciór (Schej tman, 1 980), la cual frecuentemente se matetializa
,,, iirt.-", de riego gestionados por el campesino o en patrones de
i r tcrcambio socialmente regulados. Circunstancias político-económi-
r

( irs adversas requieren igualmente formas adaptadas de cooperación:


20. En Reconceptualizing the Peasantry, Kearney 1996 arguye que la noción de ucam-
pesino [...] pertenece a discursos que se están suplanrandou (p. 2). De hecho su libro se
rlt' está manera, arreglos mutuos pueden funcionar como ucinturón
basa en la (propuesta de que la categoría de campesino, cualquier validez que pueda haber .lc seguridad" (Tepicht, 1973) del campesinado. También mejorando
tenido alguna vez, ha sido superada por la historia contemporánea" (p. 1).Y más adelante 1., coóperación se provocan muchas formas de cooperación, desde
argumenta que oa.lgunas personas pueden indicar la presencia de campesinos contemporáneos
y estaría de acuerdo que algunos nichos (sic) de ellos siguen existiendo en América Latina,
Asia y otras partes. Pero el asunto es que en su mayoría los campesinos se han ido y que las
condiciones globales no Favorecen la perpetuación de aquellos que quedano. Kearn¡ además, 21. Según Pearse (1975) tn liuelihood comprende dos elementos: nun modo de vivir,
se equivoca al defender que emigrantes campesinos que se encuentran involucrados en la ,¡,,, irnplica tanto la idea de ucurso de vidao, asignando una dimensión temporal o histó-
producción empresarial de tecnología punta, no importa donde sea (en EEUU o México) ,r..r rrl eslruerzo humano, comdcondiciones ucompartidasu v nsentido de grupou (es decir,
se reducen a ser el mismo tipo de trabajador, es decir se encuentran sujetos al mismo ripo , ,,lt.ctivirlad). f)e ahí que los conceptos de (sustento) (liuelihood en inglés) y nvecindario,
de subordinación. Esto no reconoce la importancia crucial de localidad y cultura en las \rtti.glrbourltoorl en inglés), como todas las demás palabras que en inglés antiguo terminan
vidas de los trabajadores (véase Arce y Long, 2000). , t luxrl (:()nrpartcn el scntido de actuar dentro de una comunidad.

62 63
el intcrcambio dc.sclrrilra dc cn r<rs A'dcs (rlrusrr y orros,
198l) hasta los ugrupos d.
P:rp:r 'rr¡lrr'(' ¿rspcctos cornuncs, clif'erenciación y cambio
dc los holancleses (
(Leeuwis, 1993). En realidad, "rtudi.r,, "g.i.ultur., ,,ilr() y,r sc eclaró muchas veces, el modo campesino de explotación
el muncro of.".i ,rrr" .,r"ri.d"d asom-
brosa de instituciones que ordenan y regura., t" rr.l:r rr,r sc puede entender si se lo aísla del contexto social en el que
r¡,,r
.oop.rJón dentro
de la agricultura Estas ulrí^i de las ,o*Lridodr, **jr- .rrl,,( y tlcntro del cual se reproduce continuamente. El concepto de
-campesina.
sinas de Bolivia, Perú, ,,rrrrliti<in campesina se refiere precisamente al eje entre el campesinado
Ecuador y partes de chile, .i
del área rural en l^, ,orjr-, de las "i" "rrr., ior mir
F;lipi;";^;1oi"botdlo, r ',u (ontexto social. La presencia de relaciones de dependencia y la
norte de Porrugal,,Rusi.a, drl rr,,( l',rrricl¿rd, marginalidad y falta de perspectivas inherentes hacen del
a las c.oope-iatiuas territoriares .r lo, países Bajos
y las "LandschafispflegeuerbAide, que van surgiendo en Alemania. 'r,rtlrr csrrrpesino de explotación agrícola una institución
necesaria. Es
Es
importante observar que en rodai .r,", .rpráriones rrr.r irrstitución que al menos ofrece cierta autonomía y posibilidad de
organizativas de
Ia necesidad instirucionalizada de .oop..".ión,
casi sierípre existe un Irrr)lir.cso. Al igual que cada institución se puede materializar en una am-
- equilibrio bien cuidado entre lo individual y r. .ár.i,iuJ.'b.n,.o
d. ¡'lr,r gama de expresiones contrastantes que varía de las patasucias pobres
lás realidades campesinas, no i"rpti." U ,,rp..riO' a. U r lrrrrnilladas en Colombia hasta los boeren aparentemente prósperos
.cooperación
primera pa*e de la ecuación lndicada. Ar contrario, ,l, krs Países Ba.ios. Cualesquiera que sean las diferencias inmediatas,
iá', irrr.rgses y
las perspectivas individuales se defienden a rravés rr¡tlrs estas expresiones se encuentran vinculadas a través de la misma
de la cooperación.
,.r,ionalidad substancial, cuyo progreso sigue las líneas especificadas
9y. a rravés d. t, ¿;.;;ru."'f" fl,.f,"'p.,
ademÍ',
3:::':::9raya¡
la auronomía va más allá der niver de Ia unidai agrícola individuar. , rr la figura 2.2, donde la ampliación tanto de la autonomía como del
La autonomía frecuentemente se construye a nive"les .urtocontrol sobre los recursos son decisivos. A tal efecto, el trabajo
de agregación
más elevados, como cuando se formaron 1", t s primordial y constituye el núcleo del campesinado. El trabajo es el
pri-..", .oljJr"rirr",
final del siglo XIX en.Europa. También o..rr.ió .n mu.hos "t r t'nlro del escenario donde se vincula con recursos autocontrolados y
episodios
impresionantes de lucha campesina en América Latina
d,rr".rt. er siglo ¡,:u'cialmente autoformados y con la noción de salir adelante. La es-
xx' Y si no me equivoco, eitá ocurriendo nuevarneni. ¡'t'cificidad de este núcleo llega a ser evidente al compararlo con otros
del siglo xxl, Iiteralmenre en nuestras narices. volveré "-fri.r.ipio, ¡rrodos de forjar caminos a seguir. Dentro de la condición campesina,
a d.iscutir uno
de estos episodios en el capítulo VII. ,rv:rnzar es el resultado del trabajo de uno mismo.
La condición campesina representa un fujo en el tiempo. Al me-
Síntesis rros potencialmente, es un proceso dinámico que se puede desdoblar,
los elementos discutidos constituyen una de_ ,lcpendiendo de la formación social en la que se encuentra incrustado,
.a_.,llid.-,gue, .unidos,
hnrcrón exhausriva de la condición cam.pesina. Es una dehnición que cn varias direcciones, con ritmos diferentes y a través de mecanismos
sobrepasa las limitaciones de representacion.,
p..ui"s der campesinado. distintos. Asimismo, el proceso se puede bloquear: entonces ocurrirá un
Permire, además, una clara demarcación (po, cstancamiento o una regresión, nuevamente a través de una variedad de
lo
conceptual) entre el¡amp1_in9 y orras co.,dicioner.-;r;;t"n
nivel
firrmas que se encuentran sujetas a un tiempo y a un lugar. Tiatándose
E;p";;,rl"r, p.._
mite lo. que hasta ahora- faltabá, .rto es, un análisis csencialmente de un proceso, desde un punto de vista analítico, llega
.JÁf"."ri"o a.r
campesinado que no se limite a demarcaciones
a priori que ubiquen
a ser posible discutir la condición campesina también en términos de
al campesino en.el pasado o en la periferia, J.*"¡árrá"ll-o..r.n.i" descampesinización y recampesinización. Este último concepto implica
en el corazón del acrual sistema grobal. Además, ra
definición permire que la gramática campesina se articula ulteriormente, de manera más
encajar elemenros como luchas cimpesinas, capacidad coherente y con mayor alcance, mientras qtJe, en la práctica, se ma-
de actuar y cul-
tura en el análisis. sobre todo_permite, como se mosrrará rcrializa en constelaciones más fuertes, más convincentes y más auto-
más aderante,
un análisis de las dinámicas dir campesinado y pro..ro, sostenibles. La descampesinización se refiere a la tendencia opuesta: a
J. d.r"..oilo
rural y agrario. un debilitamiento, una erosión o incluso la desaparición de prácticas
campesinas y a la racionalidad asociada con ellas. Thnto la descampe-

64
65
siniz'aciótt cotntl la rccanrpc.sinizacitln pucdcn scr inrnr{uci¿as
tlesclc lln ti'rrnirros ideot(ricos, existen diferencias
l.r ¡'.,lrl:rti<ilr rro lrgr'ícolrr.
afuera o provocadas desdé dentro. Ljemplos de ambas siruaciones
discuten en capítulos más adelante.
se ,l.rr.rs y firldrr.lcnralcs, per, en situaciones de la vida real, al lado de
, r¡rrt5i1¡¡¡¡5 crnpíricas claras de estos ideotipos, existen amplias zonas de
. La lucha por la auronomía y la construcción asociada de una base
de recursos, evidentemente no se limita a situaciones en las que el
,,'l,rr. glis r¡ue articulan tales expresiones y al mismo tiempo demuestran
cam- l.r n:rtrlraleza gradual de estas conexiones. En estas zonas color gris
pesinado tiene que cons¡ituirse por primera vez, es decir a ,it,.r".iorre,
'.( ('r¡('r¡cnrra.n grados de campesinidad que se encuenrran lejos de ser
de migración, asenramienros, invasiánes de tierias o Ia ampliación
cle rt ri'iclrnrente irrelevantes. Ciertamente, caracterizan los campos en los
la frontera agríco^la. lJnavez que se ha construido una base á. ,..,-rrror,
tiene que ser defendid", preciramenre porque el modo campesino ' lr.ll('.s, en el transcurso del tiempo, ocurren fluctuaciones importantes
de rrrrr rcspecto a la descampesinizaciín y la recampesinización. De ahí
explotación agrícola se ariicula continuamente en un enrorno amena-
(lu(' sca importante caprar empírica y teóricamente el significado de
zante. No es diÍlcil perder una finca una vez construida. nMantener
t srr¡s cambios en el matiz del color gris y en los cambios tipo cama-
el nombre en la finca, (Arendsberg y Kimbail, 1965) no es nada
fácil l,tirr que ocurren a veces (véase Laurent y Rem¡ 1998, para una rica
(véase también Haan, 1993). Esró vare ranto
para el Tercer Mundo ,h'scripción y elaboración teórica de la diversidad rural asociada). Esto
como^para los países desarrollados, tanro p"r" fir.", pequeñas
como r.'t¡rriere estudios longitudinales sistemáticos.
para fincas grandes. El fracaso puede o.,rrri, .., ,oá"r'p"rtes. Así,
l.a figura 2.4 idenúfrca tres interfaces importanres, cada una siendo
mantener una autonomía, es decir, reconstruirla actiuamittte, llega
a ,1.' un campo en el que es muy probable que ocurran fujos decisivos.
ser una característica central y universal del campesinado.
De ning"una
manera existe garantía de continuidad, .rt" t"Ábién hay que crear
y
rlc.rearla repetidamente. Los rerceros no ofrecen .rirrg,rní seguridad,
éxitos anteriores no son garantía para el futuro.
v a y FIGURA 2.4
Zonas limítrofes, grados y desplazamientos
En un relato poético y convincente de emigrantes frisones, que rra-
.
taban de escaparse de la pobreza y desesperanza en su casa, asentánclose
en otra parte para realizar su sueño de llegar a ser agricultores, Hylke
speerstra (1999) evoca la expresión ft c.r.ntJ.r.nte utiláda
por ho-tr",
y mujeres implicados undrr it gat hrije- que se pu.de traducir
como Ia necesidad de-shonhen
nponerse piernas déb";o á. t"r cierramenre
una metáfora elocuente para ncapacidad de actuaD). "agá, La expresión se re-
fiere a la ardua lucha ncorpór.", fi., de lograr una base d. lo,
,..urro,
propios y auroconr¡olados. Támbién " el hecho refle1a
que tal base de los
recursos proporciona capacidad de acruar: brinda la poiibilldad
-.r."
de seguir
adelante. utilizando la misma metáfora, se puede argtiir
1,,., ,,.,
logradas uesras piernas debajo de las nalgarr, ., .r,r.iá mintenerras.
La
autonomía y base de recursos Fácilmente se pueden disipar, como
-una
inuestran gráficamente los mismos relatos de ros .^-igr"rrr.r. si
., gr"rr.
romperse una pierna, resulta peor en un mundo hoslil.

Diferenciación y grados de campesinidad


Es importante observar que no existe una demarcación nítida
para
distinguir de manera definitiva al campesino del agricultor.Áfr.ru.id,
ni existen líneas claramente marcad"r qu. ,.p"r.i ."-p.rir"do dá
Fuente: Elaboración propia.
"l
66
67
En la primera interface, Ia zona de color gris que tanto articula Diferencias
como diferencia lo campesino de lo no-campesino, se pueden identi- Un aspecto importante de la definición de la condición campesina como
ficar dos flujos opuestos. Al lado de una salida, (por ejemplo proce- la presentada, es que nos permite evaluar, de una manera basada en la
sos de desagricultu rización como los descritos por Bryceson y Jamal, teoría, las múltiples diferencias que existen en el campesinado a nivel
1997 y Hebinck y Lent, 2007), también puede haber una afluencia. rnundial. Todos los elementos que han sido utilizados para definir al
La afluencia comprende personas no campesinas que intentan llegar a campesinado permiten versatilidad,'y mostrarán situaciones empírica-
ser campesinos. En un estudio sobre fincas pequeñas, Bock y de Rooy rnente enfrentadas. Los procesós de pioducción agrícola revelan diferentes
(2000) hallaron que un número considerable de estas fincas pequeñas grados de coproducción: en determinados contextos de tiempo-espacio la
eran el resultado de gente no agrícola, por ejemplo profesores, policías, ¡'roducción agrícola llega a ser decididamenté artificial, cs decir, se basa
camioneros, carpinteros, invirtiendo en la creación de una finca con cn factores de crecimiento forzado, mientras que en otros principalmente,
el ñn de llegar a ser campesinos. En el siguiente capítulo, presento un si no exclusivamente, se basa en capital ecológico, en naturaleza. La base
ejemplo en América Latina. Incluso uno podría señalar que el surgi- cle los recursos puede ser extensiva o limitada; puede ser controlada por
miento de la agricultura urbana en muchas partes del mundo indica el las personas directamente involucradas o puede estar sujeta a mandato y
surgimiento de una nueva cantidad de campesinos, a tiempo parcial, y control externos. Asimismo, las articulaciones con los mercados variarán.
r-rn desplazamiento espacial simultáneo del campesinado desde el área [.o mismo vale para el concepto de supervivencia, donde el nivel y su
rural hacia las grandes metrópolis del mundo (Veenhuizen,2006). clefinición social variará considerablemente de un lugar a otro y de una
Un segundo campo importante se encuentra en la intersección de úpoca a la otra. La limitación de la dependencia ocurrirá en todas partes,
tipos de explotación agrícola empresarial y campesina (Llambi, l98B). ¿ pesar de que las formas variarán. En las Filipinas puede surgir mediante
Los campesinos se pueden convertir en empresarios (por ejemplo la formación de una zanjera. Y en los Países Bajos puede surgir como
entrando en una red más amplia de relaciones mercantiles como la venta parcial de la tierra (o las cuotas), para acelerar el reembolso de
ilustrada para Zinbabue por Terry Ranger (1985), quien habla de préstamos a fin de reducir las cargas financieras en el siguiente ciclo, lo
(auto-mercantilizaciónu), pero el trayecto opuesto también es posible cual a su vez permite una explotación agrícola menos intensiva, de bajos
y, en este caso se podría hablar de un proceso de recampesinización. irrsumos que podría arrojar un ingreso m¿ís elevado que en la situación
Ambos procesos cuentan con muchas situaciones intermedias, exten- previa. Etcétera, etcétera.
diendo los múltiples matices de color gris que, sumados, caracterizan En resumen, a lo largo de todas las variables comprendidas en la
esta intersección. tlefinición exhaustiva puede haber diferencias significativas. Esto im-
En tercer luga¡ existe una complej azona limítrofe entre explotación ¡rlica, en primer lugar, que en el nivel empírico, cada expresión del
agrícola capitalista, y explotación agrícola campesina, que en el pasado campesinado representará especifcidad, características particulares que
era el punto central exclusivo de los estudios que se concentraban en reflejan a la sociedad en la cual se encuentra incrustada, y la historia
el udualismo, en la agricultura (Boeke, 1947; Benedictis y Cosentino, sobre la que se basa. La segunda consecuencia es que mouiéndose activa-
1979). Las fincas capitalistas han desaparecido y se han vuelto a cons- rrrente a lo largo de una, de varias, o de todas las variables indicadas, el
tituir a lo largo de la historia, especialmente durante períodos de crisis ..empesinado se puede convertir en ser más (o menos) de tipo campesino
agrarias prolongadas (como en los años 1BB0 y 1930) cuando entraron (lue en casos anteriores.22
en quiebra las fincas capitalistas (Zanden,19B5). Algunas continuaron
como fincas campesinas, otras dieron lugar al surgimiento de nuevas Oampesinos del centro
unidades campesinas. Pero igualmente se puede dar la situación al A nivel mundial, los campesinos se ven enfrentados a dependencia
revés: siguiendo un proceso interno de diferenciación que resulta en v privación y al riesgo consecuente de marginación ulterior. Si bien
ocampesinos pobresr, ode ingresos medianos, y uricos>, los últimos a
veces contratan a los anteriores como asalariados, convirtiéndose ellos 22. I)iurfeldt, 1999; Goodman, 2004; Gorlach y Moone¡ 2004 y Dupuis y Goodman,
t(X)5 corrr¡rrcndcrr discusiones csenciales sobre la perspectiva de recampesinización.
mismos en uagricultores capitalistaso (Lenin, 1964)

68 69
I
()t)5; p:rr';r
etl Llll Irive l tlifcrcrrte, lo.s ittlt'¡( ult()t('s ('ur'()l)L'()s sL' vr'n t'nli't'nt:rtlos, :rl .rl,r.rintlrrstr i;rlt.s Ar¡r:r'i.:r l,:tti¡.t ( ,ttz.¡ll:tll lil,¡lt's, I
(r,11.rs,, ¡r.rr':r
1994). Y ctt:rnto
igual que los campesinos africanos y lurinoarlcÍican()s, u l:rs arncnaz.us 1j,,,,,¡r", lJc'vcrrrrti, l.)1.12; vt1.sc r:rrtbii'. McMichacl,
tie las
propias de la presión sobre la agricultura, es clecir, al esr,rncal¡ricnro dc ,,,.ir r. reclttcctr las itltcrvetrciottcs clircctric:es, tras la desgracia
parte
los precios de los productos e incremenro de cosres. Asimisnlo sufien ,'.:g,,.iaci.,tcs de la OMtl' más poderos:r llega a ser la presión Por
de una gama de viejas y nuevas relaciones de dependencia, entre ellas ,1.'"1.,, principales imperios alinlentarios- Este es el primer argumen-
los planes reguladores que surgen recientemente y prescriben los más ,,' frf ,i.g"t-,.io r. r.fi.r. a la cuestión de la integración ucompleta' o
mínimos detalles del proceso de trabajo y producción. Como Mendras ,,¡,,,..i"1u-.,t los mercaclos. Si los'campesinos tercermundistas por.lo
argüía en los años setenta (1976: 212), uHoy en día, la sociedad in- integrados,en los mercados
1i''r"r"l sólo se encuelltran parcialmeite
dustrial cada vez se opone más y condena al campesinado, porque fla ii.gi;*i"t. Ellis), /o *ír*o uale pdla loiagrillro*'"!i!,Í!l-,L
sociedad industrial] no puede permitir que la genre se rebele contra ,'r."udriñ", y comparar cuidadosamente los grados de mercanttllzacron
su racionalidadr. (vó:rse la,"tt, Z.i) resulta que tal vez los caropesinos tercermundistas
Ya me he reférido a las notables diferencias, si no abismales, en los sc cncuentren uintegrados más completamente)) que
sus contrapartes
niveles promedio de ingreso logrados por los secrores agrícolas de dife- ('rrfopeas, y que esre grado superior de. uintegración", e.!9vad3 t: 19 99:
rentes países como Perú, Italia y los Países Bajos. Sin embargo, niveles ,.,p..* "'fJá.p.na?ncia del mercado, es"sts problema principal'Tal
muchos
promedio elevados no excluyen la exisrencia de privación. De acuerdo u.'j lo, c"-p.rirro, euroPeos sean mucho más carnpesinos que
a un estudio que investiga la pobreza en la agricukura, un 40o/o de rrgricultores^en el TerceiMundo, y esto explica por
qué se encuentran
las familias agrícolas neerlandesas obtiene de la agricultura menos del cn mejor sltuaclon.
Com-
salario mínimo. E incluso, aún sumándole ingresos adicionales a parrir La tabla 2.5 cruza, por decirlo así, las fronteras nacionales'
de otras actividades, más del 20o/o se sigue encontrando por debajo del del mercado para los Países
mínimo legalmente determinado (Hoog y Vinkers, 2000). Para Italia
1',,r;;¿;;;,., i.,di."dores de dependencia la agricultura euroPea'
ihios, ltalia v Perú. Los datos} muestran que
existen datos similares (MpAF, 2003).La pobreza, y especialmenre su .;;';;l;;t g.;á"t' se encuentra Inenos att"pld" en relaciones de
amenaza, se encuentra en todas partes. No se limita a los países en vías clepenclencia i, .o.rr...t.t-ttemente, menos -ttt"tttili'"da
q'e la agricul-
de desarrollo; igualmente se presenta en el centro, como una condición a Perú como indicativo de los sistemas agrtcolas
,,,itp.r,t"rr".'Tomando
social, y legalmente definida. ,r.riÉ.i.o, a escala mundial, uno podría concluir que' en general' los
Thnto en el Tercer Mundo como en Occidente, la agricultura se :;r;;;;;ú-1", d. la periferia sán más dependientes, rtás mercanti- que
articula con los mercados. Frank Ellis intentó especificar una línea de iir"áor, -7s bas"dos en una ucirculación completa de mercancías'
demarcación significante entre la agricultura europea y aquella rercer- los sistemas del centro.
euro-
mundista en términos de mercado, arguyendo que nlos campesinos sólo Nacla de esto irnplica' desde luego, que todos los agricultores
peos tengan qrl. .", consideradot Á-o campesinos'
se encuentran parcialmenre integrados a mercados incompleto.so mienrras Al contrario' La
que (su relación más cercana, la finca comercial [...] r. encuentra ir.i.rrg;i.idJd d.t..r"da a nivel mundial se repite. dentro de Europa,
pequeñas'
totalmente integrada en mercados en pleno funcionamiento, (1993: y á.",?t de cada país. I'cluso dentro de áreas relativamente
4). Este razonamiento ayuda a detectar los aspectos comunes entre el .".a.te.iradas Por un solo juego de condiciones ecológicas'.económicas
norte y el sur, puesto que se puede argüir que (mercados competiti- . i.rrtit,r.iottal.r, habrá b"',,"í" heterogeneidad' como se ilustra en la
vos, no distorsionados, ni existen en el Tercer Mundo, ni tampoco abla 2.6.
en Europa (o en Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá,
Sudáfrica o en partes del Brasil, si vamos al caso). En el mundo desa-
rrollado, los mercados agrícolas y alimentarios no son gobernados por
-,31-"il".'se*l*landeacuerdoala6gura2,3uenrelacióna,.Cadacesillamues-
una (mano invisibleo que surge del encuentro de fuerzas anónimas
tra la parte d. ur, ...u.ro .,;*ifi"9 que se #oviliza en el mercacio como porcentaie de
de oferta y demanda, sino, incluso especialmente, por intervenciones aquel recurso concreto. El lector interesado en los detalles
la c:rntidad total disponible de
políticas y regulaciones, como por operaciones esrrarégicas de grupos técnicos del enfoqué puede remitirse a Ploeg' 1990a'

70 7t
TABLA 2.5 TABLA 2.6
Diferentes grados de dependencia del mercado en los Países Bajos, ltalia y La variabilidad de interrelaciones entre explotaciones de leche y
Perú (1983)24 los mercados (los Países Bajos, 1990, n=300)
Promedio Desviación Valor Valor
Dependencia Países Ba¡os, Emilia Campan¡a, Perú, cosla, Perú, alturas,
estándar mínimo máximo
del mercado explolación Romagna, Romagna, explotac¡ón explolac¡ón producción
pata d€ leche valles, alturas, agropecuaría coop€ral¡va de papa, Mercado de cap¡tales
¿xplolación explotación campesinos
Deudas por finca (en florines) 817 200 603 600 77'270 3 989 OOO
de leche 462'500 5oo 33'600
Deudas por un¡dad laboral (en florines)
de leche 2a2 1'662 000
Deudas por 1.000 kg de leche (en florines) 1,940 900 140 6 690
Mano de obra 6.6"/" 9,1"/. 0,1% 13"/" 100"/"

Tierra NA 28,7"/" 20.2% 8% 100% 21"k Mercado laboral


Mano de obra asalariada como porcentaje
Préstamos
plazo de la mano de obra total 1o"/" 16"k 07" 7o"/"
corto 4,60/. 1,9% 12,1% 65%
2$ 12
1 ,9o/o
Servicios de maquinaria por ha (en florines) 971 1 41O
Préstamos
med¡ano y Mercado de insumos
largo plazo 17,Aok 13,50/. 5,8% 11,1"/" 50./. o"/" Pienso industrial por 1.000 kg de leche
Servicios de (en florines) 104 24 45 166
maqu¡nar¡a 2O,5% 30,70/o 10% 14% 70./. 60% Gasto total para pienso y forraje por vaca
Mater¡al (florines) 900 249 217 1.833

genético 13,7'/. 7,2./. 7,6./" A./" 65"/" 43% Gasto total para pienso y forrale por
1.000 kg de leche (florines) 133 34 43 255
lnsumos
principales ND 43,Aok 37,80/0 26,3./. as.k 35% Ganado comorado por año 10 860 22'900 0 1 97.300

indice sintético
índice
Gasto monetario total como % de VBP 2) 48"/" 8Yo 33"/" 75o/"
Compuesto ND 26"/" 15% ND ND ND
Gasto monetar¡o lolal + 7y" de interés sobre
deudas como "/. de VBP 60% 10o/" 35y" 95"/"
ND = No disponible.
Fuente: Ploeg (1990a: 275). también Ploeg
Fuente: Material or¡ginal using data de Landbouw Economisch lnstitut (LEl). Véase
et al. (1996: 37).

La tabla 2.6 se refiere a las relaciones que se han creado entre las
granjas lecheras neerlandesas y los mercados más importantes para 5.100 florines por vaca (actualmenre unos2.320 euros; calculado como
factores de producción e insumos intermedios. Muestra que la depen- M-s), en granj; vecinas esra podía ser cuatro veces más elevada: 19.520
dencia, por ejemplo en el mercado de capital, varía significativamente. florírr., (ig""i 8.845 euros; M+s). Debido^a pagos de interés, tales
Mientras que en algunas granjas la deuda total por vaca (suponiendo "
diferencial en dependencia se asocian con diferencias considerables en
una producción anual por vaca de 8.000 litros) alcanzó un nivel de nivel de ingreso (otr", .o.tdiciones siguen siendo iguales), lo cual im-
plica que lo"s ganaderos tienen que estructurar el Proceso de producción
á. -".t.t" completamente diferente.
24. Es importante subrayar que las proporciones presentadas no dependen de niveles Lo que la tabla 2.6 muestra, de manera sintética, 9s que- una Parte
tecnológicos ni condiciones ecológicas. Tánto en los Países Bajos como en el Perú es posible d. la e*plotación de leche neerlandesa se basa en un flujo de recursos
hacer funcionar una finca con sólo mano de obra familiar, entonces la dependencia del
relativamente autónomo, autocontrolado, mientras que otra Parte de-
mercado para mano de obra es el 0olo; mientras que es igualmente posible lo contario, sólo
mano de obra asalariada y el 100% de dependencia. La eler.ad¡ dependencia del mercado pende mucho de mercados externos. Los primeros son ganaderos que,
laboral en la producción de papa en los A¡des del Perú, por ejemplo, no es reflejo de un en este aspecto, estructuran sus relaciones con el mercado al
nivel relativamente bajo de mecaniz-ación. Refleja el hecho dc que el intercambio de mano "l ^.no,
esrilo campesino, mientras que los segundos manejan claramente una
de obra socialmente regulada ha sido reemplazado, hasta cierto grado, por relaciones de
mano de obra asalariada. Esto es efecto tanto de programas de crédito (véase Ploeg, 1990a,
ordenacióÁ €mpresarial de las mismas relaciones'
y capítulo 3) como de la prolileración de nuevas sectas cristianas como los Adventistas del Harriss está en lo correcto al afirmar que (el proceso de mercan-
Séprimo Día (véase Long, 1977). tilización t...1 o las diferentes maneras en que los productores de las

72 73
unidades domésticas rurales se articulan con la producción capiralista agregado total. Entretanto, Imperio, el nuevo modo de ordenación que
[...] tal v€z sea el proceso donrinante de cambio en las sociedades agra- i
rá't pr....rtando, no produée nada por su cuenta; básicamente busca
rias contemporáneas, (1982: 22). Sin embargo, al mismo ciempo, los drenar el valor agregado producido por otros.
procesos de mercantilizacíón están lejos de ser unilineales: se desdoblan En segundo luga¡ dentro del modo campesino de explotación
en varias direcciones (Marsden, 1991) y pueden ir hacia adelante como agrícola, la base disponible de recursos por unidad de producción y
también hacia atrás, son rechazados, actilamenre acelerados o atrasados. consumo casr srempre es limitada (Janvr¡ 2000: 9-11)' A pesar de que
Los procesos de mercantilización manejan muchos escenarios (véase Long se pueda lograr un bienestar relativo, la noción de plenitud definitiva-
y otros, 1986) en los que lo.s diferentes actores, con diferentes intereses y mente no es comPatible con el mundo en que viven los campesinos,
perspectivas, toman diferentes posiciones. A veces se ponen en la misma especialmente cuando siempre existe el riesgo de perder partes de la
onda, otras veces entablan peleas duras y duraderas. Consecuentemenre, base de recursos. Esto no sólo tiene que ver con su origen, sino tam-
hay muchas diferencias en los procesos de mercantilización y sus resul- bién con la reproducción entre generaciones que mayormente lleva
tados, tanto dentro de los países como entre ellos. una distribución entre varios hijos y consecuentemente una reducción
de los recursos disponibles por unidad de producción. La usurpación
de tierra por otros, el robo de agua, la exclusión y los obstáculos con-
De la condición campesina al modo campesino siderables en el acceso a servicios importantes, tendrán efectos simi-
de explotación agrícola lares. Al mismo tiempo el campesino evita una expansión de la base
La definición exhaustiva del carnpesinado discutida aquí no sólo es mul- de los recursos a través del establecimiento de relaciones sustanciales
tidimensional, sino que abarca múltiples niveles. Apunta a la ubicación y duraderas de dependencia con mercados para obtener factores de
del campesinado en la sociedad como totalidad, enfatizando la lucha por producción; pues esto iría en contra de la lucha por la autonomía e
la autonomía a fin de enfrentar la dependencia, privación y marginación. implicaría elevados costes de transacción. A su vez, la escasez (relativa)
Simultánearnente, la condición campesina abarca una especificación del de recursos disponibles implica que la eficiencia técnica (Yotopoulos,
modo campesino de explotación agrinla. Los dos conccpros se ubican en 1974) y el cambio técnico intangible (Salter, 1966) lleguen a ser de
niveles diferentes, pero realmente creo que el uno no se deja entender suma importancia: en el modo campesino de producción se tiene que
sin el otro. La ubicación específica del campesino denrro de la sociedad realizar el mayor producto posible con los recursos disponiblest5 y sin
en general tiene implicaciones importantes para la manera en que los deterioro de su calidad.26
campesinos obran; la condición campesina se traduce en una ordenación
distintiva de los procesos agrícolas de producción y reproducción.
La primera característica importante es que el modo campesino
de explotación agrícola bssca /a producción y la generación del maJlor 25. Bajo condiciones principales iguales, el modo campesino de explotación agrícola
,rrroja rendimientos que son superiores a los de modos contrastantes. Los estudios CID¡
ualor agregado posible. El objetivo de crear y ampliar valor agregado tlc los años sesenta (clDA, 1966 y 1973) han documentado esto abundantemente para
evidentemente refeja la condición campesina: se enfrenran los entornos Anrérica Latina. Sin embargo, la condición ceteris paribus cada yez tiene menos vigencia:
hostiles generando una producción independiente de ingreso utilizando l,rs fincas capitalistas o empresariales tienen acceso a tecnologías que son inaccesibles para

básicamente, si bien no exclusivam€nte, recursos aurocreados y auto- ¡,roductores campesinos. Aparte de eso, en la explotación capitalista y empresarial el tiem-
¡xr y el espacio sé organira.r de tal manera que, a primera vista, su característica principal
gestionados. La prioridad que tiene la producción de valor agregado
¡nreciera ier obtener rendimientos muy elevados. En granjas de engorde, por ejemplo, se
distingue claramente al modo campesino de exploración agrícola de l,rgran producciones por hectárea extremadamente elevadas, pero evidentemente esto se
otros modos. El modo empresarial se empeña tanro en absorber los ,l.be a ia importación de pienso o producción de lorraie en orras partes. Lo mismo vale
r€cursos de otros, como en producir valor agregado con los recursos l)irra, por ejemplo, la reorganización del tiempo en la ganadería lechera. Las vacas pueden_
¡rrrducir una cantidad muy elevada de leche por año, pero su longevidad, el n'imero tot¿l
di.sponibles (véase el capítulo V para una discusión ulterior de esta di- ,l. lños que se pr.rede ordeñar a la vaca, se reduce fuertemente.
ferencia estratégica). El modo capitalista se concentra en la producción 2(r. Dentro de los repertorios culturales del campesinado nconsumir su propia granja'
de ganancia (plusvalía) aún cuando implica una reducción del valor sicnrpre se considera un error garrafal, si no un rotundo pecado.

/4 75
En tercer lugar, en la composición cuantirativa de la base de los campesina sólo se encuentra parcialmente mercantilizadar. Cada uno
recursos, la mano de obra será relativamente abundante,2T mientras que de los ciclos de producción se basa en recursos producidos y repro-
los objetos de trabajo (tierra, animales, etc.) serán relativamente escasos. clucidos durante ciclos previos. Así, entran al proceso de producción
En combinación con las características anteriores, esto implica que la como valores de uso, como objetos e instrumentos de trabajo que se
producción campesina tenderá a ser inrensiva (es decir, la producción utilizan para producir mercancías y reproducir la unidad de producción.
por objeto de trabajo será relativamente elevada) y que el trayecto de 'lal patrón contrasta fuertemente con la reproducción que depende
desarrollo se configurará como un proceso continuo de intensificación clel mercado (como el resumido en la figura 2.8), donde s€ rienen que
basada en la mano de obra. rnovilizar todos los recursos en los mercadoS correspondientes, después
En cuarto lugar, la base de los recursos no se separa en elementos cle lo cual entran al proceso de producción como mercancía. Así, las
opuestos ni contradicrorios, como mano de obra y capital, o trabajo relaciones mercantiles penetran en el corazón del proceso laboral y
manual e intelectual. Los recursos sociales y materiales disponibles ile producción (Paz, 2004 y 2006b). La figura 2.8 se refiere al modo
representan una unidad orgánica y están en manos de las personas cmpresarial de explotación agrícola.
directamente involucradas en el proceso laboral, quienes son los que
también lo controlan. Las reglas que rigen las interrelaciones enrre
los actores involucrados, y que definen sus relaciones con los recursos FIGURA 2.7
implicados, se deriyan típicamente de repertorios culturales locales y El plan de reproducción relativamente autónomo
relaciones de género, mienrras que los equilibrios inrernos tipo Chaya- e históricamente asegurado
nov, por ejemplo, entre trabajo penoso y satisfacción, también juegan
un papel importante (Djurfeldt, 1996).
esfera de
Una quinta característica, que es resultado de lo anterior, es el circulación
lugar central que ocupa la mano de obra: los niveles de intensidad y
desarrollo ulterior dependen críticamente de la cantidad y calidad de
la mano de obra. Asociado con esro está la importancia de inversiones
laborales (terrazas, sistemas de riego, edificaciones, ganado mejorado
y cuidadosamente seleccionado, erc.), la naturaleza de las tecnologías esfera de
aplicadas (nbasadas en la habilidadr, al conrrario de las umecánicasr, producción:

véase Bra¡ 1986) y producción de novedades campesinas (Osti, 1991;


\Wiskerke y Ploeg, 2004). I uente: Ploeq (1990a: 14).
(Jna sexta característica se refiere a la especificidad de las relaciones
establecidas entre la unidad de producción campesina y los mercados.
Como se bosqueja en la figura 2.7, el proceso de producción estrucru- Desde un punto de vista neoclásico, las diferencias entre situaciones
rado según el modo campesino de explotación agrícola rípicamente se .le uautoabastecimientoo (figura 2.7) y aquellas caracterízadas por una
basa, y abarca, una reproducción relativamente autónoma e histórica- firerte dependencia del mercado (figura 2.8) serán irrelevantes. Pero,
mente asegurada. Como dice Schejtman (1980: 128), nla producción .. ontemplándolas desde una perspectiva neo institucional, ocurren como

t'jcmplos claros del dilema básico: nhacer o comprar) (Saccomandi,


1990; 1998; Ventura, 2001).
L,as características discutidas definen el modo campesino de explo-
27. Es rel¿tiuamente abunda.me, a comparación de la disponibilidad de tie¡ra, animales y t:rción agrícola que básicamenre se orienta hacia la búsqueda y con-
otros recursos físicos. En cierro momenro (por ejemplo duranre la preparación de la tierra,
s('cuente creación de ualor agregado ! empleo productiuo. En los modos
o en la cosecha) podría ocurrir una esctsez absoluta que se tiene que solucionar mediante
reciprocidad o el mercado laboral. .:r1rit:rlistas y empres:rriales de explotación agrícola,las ganancias y nive-

76 77
I
les de ingreso pueden ser incrementados a trayés de la reducción de la rrrás productivos a través de una selección, obteniendo variedades de
inserción de mano de obra, y así ambos pueden desarrollarse mediante lrlantas mejores mediante la cría de cultivos), se mejora tanto la base
la salida de mano de obra. Debido a su ubicación en la condición cam- .le los recursos como el proceso de producción. Mayores rendimientos
pesina como también por la nacuraleza de la finca familiar (Schejtman, r.csultan en ingresos más elevados, que, a su vez, compensan la mayor
l9B0), esto no ocurre con la misma intensidad en el modo campesino inserción de mano de obra.
de producción; y de ocurrir, flícilmente se podría traducir en regresión. El desarrollo de la agricultura campesina se explica por una in-
Emancipación (enfrentando con éxito un entorno hostil) aquí coincide scrción mayor de mano de obra. Expresiones teóricas de procesos de
con la ampliación del valor agregado total por unidad de producción. intensificación agrícola basada en la mano de obra, en el nivel macro,
Esto ocurre a través de un crecimiento lento pero persistente de la base se encuentran en la obra de Esther Boserup (1970), quien subraya el
de recursos; es decir, a través dela creación activa de recursos adicionales ( recimiento demográfico como la fuerza propulsora del desarrollo agrí-

y/o mejorados, o a través de un mejoramiento de la eficiencia técnica. .ola. Otra expresión, referida al nivel micro, se encuentra en el trabajo
Por lo general, sin embargo, los dos se combinan y entretejen y así .le Clrayanov (1966), quien mostró cómo el ciclo demográfico dentro
obtienen un momento autónomo de autofortalecimiento. ,le cada familia agrícola (básicamentela razón de bocas a alimentar y
rnanos para hacer el trabajo) rige una parte considerable de las diná-
rrricas de las unidades productivas en la agricultura.
FIGURA 2.8
Reproducción dependiente del mercado
La libertad de los campesinos, entendida según Slicher van Bath
(ono Lln doble juego de relaciones, es un ingrediente indispensable
¡,ara la intensificación basada en la calidad y la cantidad de la mano
,.lc obra. Sin embargo, un aspecto intrigante, tanto de estudios rurales
( omo de desarrollo, es que, incluso cuando la historia implica un tes-
esfera de
circulac¡ón: tirnonio impresionante de intensificación basada en la mano de obra,
('sta trayectoria campesina de desarrollo apenas ha sido elaborada en el
scntido teórico. A nivel teórico, la intensificación basada en la mano
.lc obra ha sido obnubilada debido a tres mitificaciones. La primera
\upone que existe un ntecho técnicou que la agricultura campesina no
esfera de
producción: ¡,uede sobrepasar (véase Schultz, 1964, pero también Bernstein, 1977 y
1986, quien maneja una hipótesis de atraso intrínseco de la agricultura
.;rmpesina). De acuerdo a teorías dominantes, tal utecho,, es inherente
Fuente: Ploeg (1990a: 17).
.r los recursos disponibles: tierra pobre, instrumentos pobres, ganado
ll.rco, variedades no mejoradas, sistemas de riego deficientes y cono-
, imiento insuficiente, consecuentemente no se puede lograr más que
Intensificación basada en la mano de obra rrrra agricultura pobre, atrasada y estancada. Los campesinos hacen lo
Analíticamente, intensificación implica un incremento de la producción ,¡rre pueden con los recursos disponibles, en este sentido son conside-
por objeto dz trabajo. Es decir, la producción por hectárea de rierra, o ,,rclos altamente eficientes, pero ya que sus recursos son upobresr, los
por animal (o por árbol) crece. En términos récnicos, rales incremenros ¡,r'opios campesinos, de acuerdo a este enfoque, también son pobres y
de rendimiento se deben a un mayor uso de factores de producción e 1,or lo tanto incapaces de propulsar un desarrollo. Paralelo a este tipo
insumos por objeto de trabajo, o a un aumento de la eficiencia técnica. .lt' razonamiento de utecho técnicon se encuentra un enfoque socioeco-
La clave para rendimientos más elevados es la cantidad y calidad de la rrrimico que limita la producción campesina al nivel de subsistencia.
mano de obra. A través de inversiones laborales (por ejemplo nivelación, Arguye que, una vez satisfechas las necesidades inmediatas, no existe
sistemas de riego) y el mejoramiento de recursos (criando animales ,'l incentivo para un desarrollo ulterior. Que la agricultura campesina

7B 79
no busque maximización de la ganancia, sería un obsráculo para el ,'specíficas, no porque sea algo intrínseco a ella. En América Latina
crecimiento y la acumulación. ruuchos campesinos suelen describir la siruación en la que viven como
Una segunda mitificación se concenrra en la rrrra situación de tierra sin brazos y brazos sin tierra: tierra sin manos
"\ey de rendimien-
tos decrecientes) como la formulada en la economía neoclásica. Pero ,¡ue la trabajen y mano de obra sin tierra. En tal situación es dificil,
esta nley, ya ha sido rechazada en la reoría agronómica hace décadas. si no imposible, desarrollar o incluso mant€ner una base de recursos;
Siempre que surgen rendimientos decrecientes, se consideran como una .in embargo, incluso entonces los rendimientos en el sector campesi-
excepción temporal, que, tras ser corregidos, darán lugar nuevamente rro podrían ser superiores que aquellos en las empresas a gran escala.
a rendimienros consrantes o incluso crecienres (de \Wit, 1992). Sin 'lhmbién podría ser que todos los beneficios
de producción ampliada
embargo, en estudios rurales o de desarrollo, el fantasma de los ren- scan apropiados por otros y en tal circunstancia una ampliación sería
dirnientos decrecientes sigue embrujando la investigación y las reorías. ridícula, como sucedió con los mezzadri italianos antes de la reforma
lJn caso especial de esta oleyu es la reoría de la oinvolución agrariau ,rsraria. Entonces, hacerse al ncampesino atrasado, de hecho llegó a ser
(Geertz, 1963; 'Warman, 1976). A la larga, la absorción continua de urla táctica defensiva bien inreligenre.28 La cultura campesina también
mano de obra, no resulta más que en arreglos contraproductivos, que puede ser borrada, como ocurrió en muchas partes de Sudáfrica bajo
supuestamente rigen la redistribución de la pobreza. Es divertido que cl Apartheid. Sin embargo, en todos estos casos el estancamiento re-
Lenin (1961) ya criticara esta posición mucho antes. Sin embargo, sultante nos cuenta mucho más de los dramas que suceden, que acerca
los uleninistas, actuales (véase por ejemplo Sender y Johnston, 2004) .le cualquier atraso intrínseco.
siguen rechazando la alternativa que implica la intensificación basada Los acontecimientos recientes en la Unión Europea igualmente
en la mano de obra. ofrecen contraindicaciones interesantes con respecro a la uley, que su-
La tercera mitificación se refiere a una amplia gama de ejemplos ¡3iere que un desarrollo agrícola por definición es igual a reducción de
empíricos de estancamiento que se supone son el reflejo del atraso in- lrr inserción de mano de obra y empleo. Thnto la agricultura orgánica,
herente a la agricultura campesina. El problema es que no se invesriga lrrs expresiones de multifuncionalidad como la agricultura de bajos in-
con cuidado las causas específicas de tal estancamiento, ni se toman \urnos externos (Ploeg, 2000) implican un incremento en el uso de la
en cuenta de manera sistemática las contraindicaciones disponibles. De nrano de obra, tanto en el nivel de las unidades de producción como
manera que la miseria que se vive en la práctica, se conyierre en pobreza .'n el sector como totalidad. Simultáneamenre, las mismas rendencias
de la teoría. En 1850, el empleo en la agricultura neerlandesa ascendía gcneran el valor necesario para cubrir al mayor uso de mano de obra.
a 300.000 unidades a tiempo completo. En 1956 este monto había lrs decir, en este preciso momento, zonas de la agricultura europea
crecido a 650.000 (véase también Bieleman, 1992, quien presenta datos t'stiín pasando por un proceso de intensificación basada en la mano de
un poco diferentes, sin embargo los datos de Bieleman confirman un ,,[rra. Se produce más valor (tarnbién con productos y servicios nue-
incremento considerable en números absolutos de [a población econó- vos) con el mismo juego de recursos. La clave en esta nueva forma de
micamente activa en el sector agrícola de los Países Bajos). Duranre el ¡ntensificación, es una vez más la cantidad y especialmente la calidad
mismo período, la agricultura neerlandesa fue testigo de un desarrollo ,lc la mano de obra.
enorme, un auge que la transformó en uno de los baluartes mundiales En vista de los elevados niveles de marginalidad y desempleo que
en agricultura. La intensificación basada en la mano de obra fue la , xisten en África, Asia y América Latina, la intensificación basad" ..t l"
clave para este desarrollo próspero, que Éue acompañado no sólo por r,,,rno de obra surge como Lrna trayectoria estratégica, si no de desarrollo
una desaparición general de fincas capitalistas, sino igualmenre por (Ploeg, 1997a). Al respecto, Martínez-Alier se refieren a:
'ncvitable
períodos específicos de recampesinización, como los que describen los
historiadores neerlandeses.
Aquí se podrían describir muchos episodios similares, al lado de una -lfl. Aparceros italianos (mezzadr) temían que al mejorar los rendimientos se redefiniera
gama de casos que apuntan lo contrario. Evidentemente, la intensifica- l.' ,listribrrcirín clc la cosecha de manera desfavorable (de 50-50 a 40-60 por ejemplo).
I rrrontcs, rnctlirulte la rplicación de técnicas especiales de labrado (básicamente: desde el
ción basada en la mano de obra podría ser bloqueada, pero por razones ( ( ntr() h;r(ii¡ :rf ircrrt), crc:tron a propósito rierras dc bajo rendimienro.

BO BI
La gran pregunta que sigue encontrándose ausente de la agenda zar el recurso faltante. En tal situación, la reciprocidad de hecho nlibera,
política y económica [...] ¿Cuál es la recomendación agronómica recursos. Sin embargo, incluso cuando el dinero no es el factor limitante,
que se debería expresar, no sólo en Perú o México, sino más aún la reciprocidad es muy ventajosa a comparación de la alternativa mer-
en la India o en la China: deberían preservar o deshacerse de su candl, especialmente cuando la reciprocidad funciona como mecanismo
campesinado dentro del proceso de modernización, desarrollo y para asegurar calidad. Fl trabajo tiene que ser bien hecho, al igual que
urbanizació n? (2002: 146) la yunta tienen que labrar con suficiente profundidad y precisión, de no
ser así podría ocurrir una ruptura perjudicial en los intercambios mutuos.
McMichael (2007) recientemente desarrolló un razonamiento pa- A través de los mercados es mucho más dificil lograr y conservar estas
recido. Figueroa (1986) y Pollin y otros (2007) resumen los detalles calidades. La reciprocidad excluye el oportunismo que es intrínseco al
prácticos de programas que buscan una intensificación basada en la funcionamiento del mercado (Saccomandi, l99l y 1998).
mano de obra. Griffin y otros (2002) discuten la intensificación basada
en [a mano de obra en términos generales como una vía alternariva
de desarrollo.2e Distanciamiento en múltiples niveles y su relevancia
Al discutir procesos de desarrollo agrario y rural puestos en marcha en el mundo nmodernoo
por el mismo campesinado, se debe prestar atención especial a la im- El modo campesino de explotación agrícola representa un distancia-
portancia que tiene la reciprocidad. Reciprocidad (véase Sabourin, 2006, miento institucionálizado de la agricultura con respecto a los mercados,
para una discusión actualizada) implica que se pueden movilizar recursos no sólo, pero sí especialmente, en el lado de los insumos. El recuadro de
independientemente de cualquier estructura de mercado" Implica que los texto 2.9 resume brevemente los mecanismos principales mediante los
recursos son nliberados, del no-uso a fin de expándir la producción e cuales se produce tal distanciamiento. En la práctica, el distanciamiento
incentivar el desarrollo. La situación clásica que podría explicar esto es se expresa de muchas maneras, y se ha institucionalizado en rutinas
la del típico pequeño agricultor andino con exceso de mano de obra y específicas y en una gama de repertorios culturales que enfatizan las
otro que tiene un par de bueyes (una 1'unta) que no se necesita a tiempo virtudes de autonomía, libertad, trabajo y progreso que se obtienen a
completo en la granja. fuí, dos recursos importantes, la mano de obra través de Ia coproducción del hombre y la naturaleza. Evidentemente,
y la tracción animal, quedan parcialmente sin utilización. Normalmente el distanciamiento no existe desde Génesis, sino que es el resultado
esto se resuelve mediante relaciones de reciprocidad. Se arregla como una de un proceso histórico complejo a través del cual el campesinado
noperación de monedero cerrador, como dirían los agricultores europeos, se ha constituido (y reconstituido) a sí mismo.3o Este proceso ha ido
que frecuentemente entablan relaciones similares. Es decir, el intercambio adelante, a través de muchas dolorosas lecciones que tuvieron que ser
se regula de manera social de acuerdo a reglas como, por ejemplo, nun eprendidas una y otra vez.
día de yunta equivale a ües días de mano de obrao. La proporción variará Un problema importante en cualquier discusión sobre distancia-
de acuerdo a las relaciones locales de escasez. rniento es que las técnicas de contabilidad actualmente utilizadas para
Se puede evitar la inserción en y dependencia de los mercados a través representar la situación económica de empresas agrícolas (o la situación
de la reciprocidad. Supongamos que ambos agricultores afrontan una
escasez de dinero. Si hubiesen tenido que actuar a través del mercado
laboral y de tracción animal, ninguno de los dos hubiese podido movili-
30. El campesinado emergió como un conglomerado de productores libres después de
,¡rritarse las cadenas impuestas por el feudalismo. Esto ocurrió primero en la periferia de
l,,s grandes imperios feudales (por ejemplo en Frisia y Groningen, véase Hofstee, 1985a),
v ltrcgo durante y después de la revolución francesa en toda Europa. La dilerencia decisiva
29. Bernstein (2004) formula una crítica a lo que él interpreta como expresión de .rsrciada con estas transiciones es que el campesino es propietario de su propia tierra y de
npopulismo neoclásicor. Considero que esta crítica es seriamente defectuosa. Se concentra l.r nnno de obra, algo que no es el caso del siervo feudal. Sin embargo, la translormación
en la pequeña propiedad como tal, y no en las dinárnicas relacionadas con la intensificación ,l. propiedad ltormal en propiedad real, posesión y control resultó ser una trayectoria de
basada e n la mano .lc obra. l.rrgu tlrrraci<in.

82 B3
RTCUADRO DE TEXIO 2.9 económica del sector agrícola en su rotalidad) no permiren reflejar
Meca nismos de d istanciam iento claramente los efectos diferenciados de distanciamiento e integración.
De hecho, los enfoques de contabilidad dominanres y los conceptos
t. Se prefiere producir y reproducir los recursos requeridos (adicionales) a conseguirlos
neoclásicos en los que se basan, ocuban estas diferencias potencialmen-
en los mercados. Esto vale tanto para los factores de producción corno los insumos
/
intermedios.
te muy relevanres. La reoría neoclásica supone que no importa si las
La vida útil técnic¿ de artelartos compr¿d0s o autoproducidos llega a ser superior vacas son criadas en la granja o compradas en el mercado. Lo mismo
a la vida útil económica. La vida útil de tales ítems se proionga a través de una vale por ejemplo para heno (una famosa cuesrión en historia agraria)
utilización cuidadosa, y en el caso de artefactos técnicos rnediante un mantenimiento
y capital. Según el enfoque neoclásico el empresario debería calcular
adecuado.
3. Siempre que sea posible, se prefiere la reciprocidad y el intercambio soci¿lmente
si todos estos recursos se movilizaran en los mercados correspondien-
regulado a transacciones mercantiles en cuanto a la obtención (o movilización) de tes. Su historia social particular no viene al caso. No tiene relevancia.
recu r505. El único parámetro justificado es su precio tal como se defina en el
4. !n los casos en que 1 y 3 resultan imposibles, se prefiere basar (es deci¡ financiar)
mercado. I.a principal consecuencia de este enfoque es que las ventajas
las transacciones obtenidas mediante ahorros a partir de la agricultura u otras
actividades. ts decir, los recursos requeridos se obtienen como mercancías pero relatiyas obtenidas por el distanciamienro son eliminadas de la imagen,
luego son convertidas en objetos no mercantiles. AsÍ se evita tener que recurrir al y el entendimiento histórico de la agricultura.
crédito. Los items comprados, anterlormente mercancías, entran en el proceso de La mayor parte de las fincas neerlandesas pueden funcionar, y
producción como recursos que ya no tienen que ser valorizados. Su valor reside
funcionan bien, precisamente porque su funcionamiento se encuentra
en la circunstancia que, desde ahora, mejorarán el proceso laboral en la unidad
agrícola.r' distanciado de la inminencia de los diferentes mercados. Si todos los
5. [n varios casos se puede hacer uso del llamado capital familiar. Así se obtienen recursos utilizados en la granja ruviesen que funcionar como capital
recursos financieros que pueden ser utilizados de acuerdo a reglas que difieren (es decir generar por lo menos el nivel promedio de ganancia) y tod"
considerablemente de.aquellos vigentes en el mercado de capital.
6. A través de la aeación de novedades"se puede llegar en casos especificos, a más allá de
la mano de obra tuviese que remunerarse como trabajo asalariado,
las tecnologías disponibles y obtener más producción con los mismos recursos, evitando entonces prácticamente todas las fincas neerlandesas, como también
así el recurso adicional a los mercados para lactores de producción e insumos. todo el sector agrícola en los Países Bajos, entrafía en quiebra. Para
7. La transferencia de unidades agrícolas entre generaciónes implica también un dis- los no versados en la materia, a primera vista, esto parece representar
tanciamiento de los mercados.A fin de cumplir con sus propias reglas y necesidades,
las familias sólo parcialmente siguen las relaciones y precios vigenles én los circuitos
una situación paradójica, si no peryersa: pareciera que los agricultores
mercantiles. estuviesen de hecho obligados a explotarse a sí mismos ya que tienen
8. En algunos casos, se encuentran soluciones específicas que modifican los efectos que conformarse con niveles inadecuados de remuneración en lo que
de la dependencia del mercado en aquellos casos donde no se puede evitar. Este se refiere a su propia mano de obra y capital.
es el caso con el uso de maquinaria por turno por un grupo de agricultores.
9. Volviendo a basar la agricultura en el capital ecológico existente y simultáneamente
En la agricultura europea en general y en la agricultura neerlandesa
ampliando este, se puede ¡educir la dependencia de una gama de factores artlficiales en concreto, de hecho existe pobreza, pero tal pobreza no justifica la
de crecimiento (y los mercados correspondientes). reivindicación de aatoexplotación. El asunro es (y discutiré esto con
1 0. Al reordenar las relaciones con agencias mercantiles, por el lado del producto de las
algo de detalle puesro que subraya y fortalece mi argumentación so-
unidades agrícolas, se puede crear un distanciamiento considerable. Esto se traducirá
en grados más elevados de autonomía y niveles mayores de valor agregado.
bre la centralidad de agricultura campesina en Europa) que los recursos
que normdlmente se resxlmen como capitdl (tierra, animales, edifcaciones,
mtíquinas, etc.), sólo se mouilizan parcialmente en el mercado de capital.
De ahí que no funcionan como cdp;tal dentro d"e k granja. N.o necésitan
31. Un ejemplo clásico se encuentra en las granjas lecheras mediterráneas que son rendir. niveles de ganancia comparados con aquellos logrados mediante
demasiado pequeñas para producir el pienso y el forraje necesarios. Po¡ lo tanro, se usa la inversiones en otras partes. Esto no implica que los agricultores neerlan-
tierra disponible para la producción de tomates. La venta de la cosecha luego se convierte
en el pienso y el forraje necesarios. La ventaja que se obtiene es que los costes asociados deses, como recuerda el dicho, sean nladrones de su propio monederou,
con este pienso y lorraje no (pesanD el ciclo de producción lechera venidero: ya han sido o que sean ineficientes. El asunto central es que son otros procesos de ;
pagados a través de los tomates y la correspondiente mano de obra invertida. conversión, y otros los beneficios que son importantes.

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Dentro de la mayor parte de las fincas en los Países Bajos, el valor nrercado. Thl transferencia im¡rlica un acuerdo, frecuentemente llamado
que tienen los recursos disponibles €s que posibilitan la generación contrato privado en los Países Bajos, no sólo entre las generaciones sino
de un ingreso, permiten la supervivencia, y a la larga le permiten a trrnrbién entre el joven agricultor y sus hermanos y hermanas. Gracias a
uno crear una nfinca bonitao, una metáfora poderosa utilizada en toda trrl convenio, los padres obtienen su jubilación, mientras que la nueva
Europa y enraiiada fuerte mente en r.pertorios culturales y procesos ueneración puede labrar mLrcho más nbarator. Suponiendo que un
históricos asociados. Los recursos disponibles, y especialmente la tierra, carrrbio entre generaciones ocurle una vez cada treinta años, se puede
que de ser vendida repres€nta un valor muy elevado, no necesariamente concluir que los agricultores neerlandeses oahorrano, de esta manera,
funcionan como capital en el s€ntido clásico de la palabra. Si lo hi- cada año 660 millones de euros. Juntando los efuctos de ambos me-
ciesen, saldrían de la agricultura. Su valor es que permiten practicar la c:rnismos, arriendo y cambio entre generaciones socialmente regulado,
agricultura. Y que alalarga podrían s€r convertidos en una jubilación se puede concluir que a través de este distanciamiento del mercado de
parala generación mayor y una posición de arranque confortable para tierra basado en instituciones, la agricultura neerlandesa mínimamente
la generación más joven que se hace cargo. De hecho es en este senti- ,rhorra mil millones de euros por año, en comparación con un ingreso
do en el que los npadres trabajan para sus hijoso (Berr¡ l9B5). Aquí egrícola total de aproximadamente 3 mil millones.
presenciamos un proceso de conversión socialmente regulado y basado IJn razonamiento similar se puede aplicar a la mano de obra, a
en instituciones; una conversión que difiere mucho de la conversión de bienes de capital otros que la tierra, y a flujos importantes de insumos.
capital en ganancia que subsecuentemente se reinvierte como capital LIna y otra vez se encuentran arreglos institucionales importantes que
para realizar más ganancias. Pero, siendo diferente no significa que se nredian en los poderosos mercados correspondientes de tal mtnera
trate de un proceso de conversión inadecuado o sin sentido. Al contra- que los cosrct rtnancieros (jt los costes de transacción) se reducen conside-
rio, hace posible la agricultura, tanto a corto como a largo plazct. rablemente. De no ser así, la agricuhura llegaría a ser mul diflcil, si rto
El treinta por ciento de toda la tierra agrícola en los Países Bajos imposible.
se utiliza bajo un contrato de arriendo. La relación de arriendo es una El modo campesino de explotación agrícola representa un dismncia-
institución importante, que, entre otras cosas, refeja la lucha anterior rniento institucionalizaáo de la agricultura con respecto a los mercados.
entre arrendadores y agricultores. La Ley de Arrendamiento que fre- L,ste distanciamiento reside parcialmente en las estrategias manejadas
cuentemente se renegocia y adapta, establece una renta máxima del cn el nivel de las unidades simples de producción. El distanciamiento
2o/o del valor agrario de la tierra, considerablemente más bajo que su isualmente se encuentra enraizado en una amplia gama de arreglos
valor comercial. De no ser así, es decir, si la tierra tuviese que rendir institucionales como arriendo, capital familiar, cooperativas, políticas
una ganancia digamos del 4o/o del valor comercial, implicaría un coste agrarias, etc. Todas estas instituciones, a través de las cuales el modo
adicional, para todos los arrendatarios juntos, de unos 325 millones de campesino de explotación agrícola se encu€ntra articulado con la so-
euros por año. Gracias a que el arriendo es un arreglo institucionalizado, ciedad más en general, rigen procesos de conversión de valores de una
ese monto ahora se queda dentro del sector agrícola.t2 rnanera que difiere significativamente de aquellos que surgen en caso
La tierra directamente poseída por familias de agricultores también cle que el mercado los rija directamente.
se encuentra sujeta a arreglos institucionales importantes. Probablemen- I)ada su importancia estratégica, es irónico que muchos eruditos,
te uno de los más importantes es la costumbre de transferir la tierra de y políticos, se esfuercen al máximo por ignorar este distanciamiento,
una generación a la otra por un precio que es más bajo que el valor del cstratégicamente creado y basado en instituciones, cuando pretenden
que, por ejemplo, los agricultores neerlandeses por consiguiente de-
berían comportarse como empresarios agrícolas, que definitivamente
32.Laba1a renta no implica que los arrendadores estén actuando de manera irracional. rrctúran de manera que contrastan fuertemente con el modus operandi
Es cierto que vendiendo la tierra e invirtiendo el dinero en certificados de acciones, a corto clel campesinado. Es otra muestra de cómo la ciencia entiende mal al
plazo tal vez podrían lo¡¡rar bcncficir¡s mucho más elev¿dos. Sin embargo, a largo plazo, crrmpesino europeo, lo cual es especialmente doloroso cuando tales
perderían la seguridad relecio¡rarl;¡ con la ¡rro¡riedad de la tierra.
o¡rinior-res tienerr str origen cn lu.s universidades agrícolas. Sin embargo,

8ó 87
se trata de una irresponsabilidad fiagrante, cuando se aboga como ha- III. CATACAOS: RECAMPESINIZACTÓX
cen actualmente los neoliberales, por una deconstrucción intencionada
de arreglos institucionales como las comunidadzs campesínas en Perú,
EN AMÉRICA LATINA
Bolivia, Ecuador y partes de Chile; la cenencia comunal de tierra en
grandes partes de África y Asia; los sistemas de riego gestionados por
campesinos en todo el mundo, y la propiedad colectiva y la posibilidad
de libre intercambio de material genético (Commissione Internazio-
nale, 2006a). Una destrucción de estos arreglos que protegen a los
campesinados en los países en vías de desarrollo por inspiración de un
nmercado libreo, no sólo incrementaría el número de ovidas perdidaso
sino también amenazaría seriamente la seguridad alimentaria en todo
el mundo.

Hace más de 30 años llegué a conocer la Comunidad Campesina


de San Juan Bautista de Catacaos.l La comunidad, ubicada en la
parte baja del valle del río Piura en el norte del Perú, es una de las
comunidades más grandes del país.2 A principios de los años setenta
contaba con alrededor de 50.000 comuneros, entre los cuales había
trnos 2.000 trabajadores estables: trabajadores con una relación de
trabajo asalariado con una de las grandes haciendas productoras de
algodón. A principios de los años setenta estas empresas, que con-
trolaban 10.000 hectáreas bajo riego, además de una buena cantidad
de terrenos baldíos, fueron convertidas en cooperativas controladas
por el Estado. Además de esa fuerza de trabajo más o menos estable,

1. Durante los años l973l74vivíy trabajé durante dieciocho meses en Catacaos y en


1977 puÍ:liqwé un libro basado en mis experiencias allá. Véase Reveszy otros (1977:546)
l)ara una referencia. Luego en el año 2006 el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) publicó
runa versión ampliada que comprende también los resultados de mi última visita en el año
2004. Entre tanto visité Catacaos en 1976, 1978, 1982, 1983 y 1987. Du¡ante todos estos
rrños me ayudaron muchas personas. Aquí quisiera agradecer a Ruffo Carcamo Ladines,
Itrlia Yepes, Julio More y Jose del Carmen Vilchez Lachira. Las principales ponencias de
tste capítulo las presenté y discutí en el congreso internacional \íALIR sobre uPluralismo
l.egal, Políticas de Recursos Hídricos y Derechos Indígenas,, realizado en Cusco, del 28
.rl 30 de noviembre de 2006.
2. Los datos presentados en este primer párrafo se caracterizan por un inevitable grado
tle irnprecisión. Anteriormente, Catacaos era simplemente la mayor comunidad campesina
,lcl país. Sin embargo, desde que las tierras comunales han sido divididas en parcelas de
¡rrrrpiedad individual, por medio de leyes impuestas por el Estado, las comunidades ya no
¡trrctlen ser comparadas de acuerdo a sus tierras. Lo mismo es válido para el número de
roilun(ros (rliembros de la comunidad). Con la desaparición de las comunidades, se evaporó
l:r tltfinici<ín clc conlrrncro. I)c ahí t¡ue frecuentemente uso el término nunosr.

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