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Agua Corporal Total

En el varón adulto medio de 70 kg, el agua corporal tota les alrededor del 60% del peso
corporal o unos 42 l. Este porcentaje puede cambiar dependiendo de la edad, el sexo y el
grado de obesidad. En las mujeres sus promedios totales de agua en el organismo son
aproximadamente de un 50% del peso corporal. En bebés prematuros y neonatos, el agua
total en el organismo está situada en el 70-75% del peso corporal.

Ingresos y Pérdida de Agua

El agua ingresa en el cuerpo a través de dos fuentes principales:


1) Se ingiere en forma de líquidos o agua del alimento, que juntos suponen alrededor de
2.100 ml/día de líquidos corporales, y 2) se sintetiza en el cuerpo como resultado de la
oxidación de los hidratos de carbono, en una cantidad de unos 200 ml/día. Esto proporciona
un ingreso total de agua de unos 2.300 ml/día.
Una pérdida continua de agua por evaporación de las vías respiratorias y difusión a
través de la piel, lo que juntas son responsables de alrededor de 700 ml/día de pérdida de
agua en condiciones normales está perdida es llamada pérdida insensible de agua. El resto
del agua perdida se excreta en la orina por los riñones; estos se enfrentan a la tarea de
ajustar la intensidad de la excreción de agua y electrólitos para que se equipare de manera
precisa con la ingestión de sustancias, así como de compensar las pérdidas excesivas de
líquidos y electrólitos.

Ingresos normales Ejercicio intenso y


prolongado
Líquidos ingeridos 2.100 ?
Del metabolismo 200 200
Total de ingresos 2.300 ?

Perdidas Normales Ejercicio intenso y


prolongado
Insensibles: piel 350 350
Insensibles: pulmones 350 650
Sudor 100 5.000
Heces 100 100
Orina 1.400 500
Total de perdidas 2.300 6.600

Líquidos Intracelular y Extracelular


El líquido corporal total se distribuye sobre todo entre dos compartimientos: el líquido
extracelular y el líquido intracelular. Existe otro pequeño compartimiento de líquido que se
denomina líquido transcelular que constituyen alrededor de 1 a 2 l.

Alrededor de 28 a 42 l de líquido corporal están dentro de los 100 billones de células y


se les denomina en conjunto líquido intracelular. El líquido de cada célula contiene su
mezcla individual de diferentes constituyentes, pero las concentraciones de estas sustancias
son similares de una célula a otra. Luego el líquido intracelular constituye alrededor del
40% del peso corporal total.
Todos los líquidos del exterior de las células se denominan en conjunto líquido
extracelular. Todos estos líquidos constituyen alrededor del 20% del peso corporal, o unos
14 l en un varón adulto normal; el líquido intersticial, representa más de tres cuartas partes
del líquido extracelular es decir 11 l, y el plasma, casi una cuarta parte del líquido
extracelular o unos 3 l.

Composición y Osmolaridad de esos Compartimientos


a. Extracelulares: contiene grandes cantidades de iones sodio y cloro,
cantidades razonablemente grandes de iones bicarbonato, pero sólo
cantidades pequeñas de iones potasio, calcio, magnesio, fosfato y ácidos
orgánicos.

b. Intracelular: contiene sólo mínimas cantidades de iones sodio y cloro y casi


ningún ion calcio. En cambio, contiene grandes cantidades de iones potasio
y fosfato más cantidades moderadas de iones magnesio y sulfato, además,
las células contienen grandes cantidades de proteínas, casi cuatro veces más
que en el plasma.
Alrededor del 80% de la osmolaridad total del líquido intersticial y del plasma se
debe a los iones de sodio y de cloro, mientras que en el líquido intracelular, casi la mitad de
la osmolaridad se debe a los iones de potasio, y el resto se divide entre muchas otras
sustancias intracelulares. La osmolaridad total de cada uno de los tres compartimientos es
de unos 300 mOsm/l

sustancias de los liquidos corporales


160

140

120

100

80

60

40

20

0
Na++ K+ Mg++ Ca++ Cl- PO4 y HCO3- proteina
aniones
organicos

extracelular intracelular

Plasma (mOsm/l) Intersticial Intracelular


(mOsm/l) (mOsm/l)
Na++ 142 139 14
K+ 4,2 4 140
Ca++ 1,3 1,2 0
Mg+ 0,8 0,7 20
Cl- 108 108 4
HCO3 24 28,3 10
HPO4, H2PO4 2 2 11
SO4 0,5 0,5 1
Fosfocreatinina 45
Carnosina 14
Aminoácidos 2 2 8
Creatinina 0,2 0,2 9
Lactato 1,2 1,2 1,5
ATP 5
Monofosfato de 3,7
hexosa
Glucosa 5,6 5,6
Proteína 1,2 0,2 4
Urea 4 4 4
Otros 4,8 3,9 10
mOsmo/l totales 301,8 300,8 301,2
Actividad osmolar 282 281 281
corregida

Edema del Liquido Extracelular

1) Edema de líquido extracelular:


El edema se refiere a la presencia de un exceso de líquido en los tejidos corporales. En
la mayoría de los casos el edema aparece sobre todo en el compartimiento de líquido
extracelular.
El edema extracelular se produce cuando hay un exceso de acumulación de líquido en
los espacios extracelulares. Hay dos causas generales de edema extracelular: 1) la fuga
anormal de líquido del plasma hacia los espacios intersticiales a través de los capilares y 2)
la imposibilidad de los linfáticos de devolver el líquido a la sangre desde el intersticio, lo
que a menudo se conoce por linfedema.
Por otra parte existen tres procesos causantes de edema intracelular: 1) la hiponatremia,
que es la concentración plasmática de sodio por debajo de la normalidad (unos 142 mEq/l),
2) la depresión de los sistemas metabólicos de los tejidos y 3) la falta de una nutrición
celular adecuada.

Cuando ocurre el cierre de las bombas iónicas de la membrana celular los iones sodio
que normalmente se filtran hacia el interior de la célula ya no pueden salir bombeados, y el
exceso de sodio intracelular causas por ósmosis el paso del agua al interior de las células. A
veces esto puede incrementar el volumen intracelular de una zona de tejido

Anatomía Fisiológica Renal


Los riñones son órganos en forma de judía que se encuentran en el retroperitoneo a ambos
lados de la columna vertebral. Estos tienen 3 regiones principales, la corteza es la región
externa, que se encuentra justo debajo de la cápsula renal, es de color castaño rojizo y tiene
un aspecto granulado, en esta se encuentran todos los glomérulos, los túbulos contorneados
y los túbulos colectores corticales. La médula es una región central, de color más claro y
tiene un aspecto estriado debido a la disposición paralela de las asas de Henle, los túbulos
colectores y los vasos sanguíneos medulares. A su vez, la médula puede subdividirse en la
médula externa, situada junto a la corteza, y la médula interna, más alejada de la corteza. La
médula externa tiene una banda externa y una interna.
El riñón humano está organizado en una serie de lóbulos, habitualmente de 8 a 10. Cada
lóbulo consta de una pirámide de tejido medular, rodeada de tejido cortical que recubre la
base y los lados. La punta de la pirámide medular forma la papila renal. Cada papila renal
drena la orina en un cáliz menor. Los cálices menores se unen para formar un cáliz mayor y
entonces la orina fluye hacia la pelvis renal. Una serie de movimientos peristálticos
impulsan la orina desde de los uréteres hacia la vejiga urinaria, donde se almacena la orina
hasta el momento de la micción. En el borde medial de cada riñón se encuentra el hilio,
región por donde entran o salen el uréter, los vasos sanguíneos, los nervios y los vasos
linfáticos.

Funciones de los Riñones


Los riñones cumplen diversas funciones:

 Homeostáticas:
-Regulan la presión osmótica de los líquidos corporales mediante la excreción de orina
osmóticamente diluida o concentrada.
-Regulan la concentración de numerosos iones en el plasma sanguíneo, incluidos Na+, K+,
Ca2+, Mg2+, Cl–, bicarbonato (HCO3–), fosfato y sulfato.
-Desempeñan un papel esencial en el equilibrio acidobásico mediante la excreción de
H+ cuando hay un exceso de ácido o de HCO3–, cuando hay un exceso de base.
-Regulan el volumen del LEC mediante el control de la excreción de Na+ y agua.
-Ayudan a regular la presión sanguínea arterial mediante el ajuste de la excreción de Na + y
la producción de diferentes sustancias que pueden afectar a la presión sanguínea.
-Eliminan los productos de desecho del metabolismo, incluidos la urea, el ácido úrico y la
creatinina.
-Elimina numerosos fármacos y componentes extraños o tóxicos.
-Son el principal lugar de producción de ciertas hormonas, incluida la eritropoyetina y 12,5-
dihidroxivitamina D3.
-Degradan varias hormonas polipeptídicas, incluidas la insulina, el glucagón y la paratirina
(hormona paratiroidea).
-Sintetizan amoníaco, el cual desempeña un papel en la homeostasis acidobásico.
-Sintetizan sustancias que influyen sobre el FSR y la excreción de Na +, incluidos los
derivados del ácido araquidónico (prostaglandinas y tromboxano A2) y la calicreína.

 Como órganos excretores:


Aseguran que el exceso de sustancias o aquellas perjudiciales se excreten por la orina en
cantidades adecuadas.
 Como órganos reguladores:
Los riñones mantienen un volumen y una composición constantes de los líquidos corporales
al variar la excreción de solutos y agua.
 Como órganos endocrinos:
Los riñones sintetizan y segregan tres hormonas: renina, eritropoyetina y 1,25-
dihidroxicolecalciferol.

La Nefrona: Unidad Estructural y Funcional del Riñón


Las unidades funcionales del riñón son las nefronas. Cada riñón contiene aproximadamente
1 millón de nefronas, cada una de ellas consta de un glomérulo y de un túbulo renal.
El glomérulo es una red de capilares glomerulares que nace de una arteriola aferente. Los
capilares glomerulares están rodeados por la cápsula o espacio de Bowman, continua con la
primera porción de la nefrona. La sangre es ultrafiltrada a través de los capilares
glomerulares hacia el espacio de Bowman, el primer paso en la formación de la orina. El
resto de la nefrona es una estructura tubular revestida de células epiteliales que actúan en
las funciones de reabsorción y secreción.
La nefrona o túbulo renal consta de los siguientes segmentos, empezando en el espacio de
Bowman: túbulo contorneado proximal, túbulo recto proximal, asa de Henle que contiene
una rama descendente delgada, una rama ascendente delgada y una rama ascendente gruesa,
túbulo contorneado distal y túbulos colectores. Cada segmento de la nefrona es
funcionalmente distinto y las células epiteliales que revisten cada segmento tienen una
ultraestructura diferente.
Hay dos tipos de nefronas: las corticales superficiales y las yuxtamedulares, que se
diferencian por la localización de los glomérulos. Las nefronas corticales superficiales
tienen los glomérulos en la corteza externa. Estas nefronas tienen asas de Henle
relativamente cortas, que descienden sólo a la médula externa. Las nefronas
yuxtamedulares tienen los glomérulos cerca del borde corticomedular; estos glomérulos son
mayores que los de las nefronas corticales superficiales y, en consecuencia, sus tasas de
filtración glomerular son mayores. Las nefronas yuxtamedulares se caracterizan por unas
asas de Henle largas que descienden profundamente a la médula interna y la papila y son
esenciales en la concentración de la orina.

Flujo Sanguíneo Renal


La sangre entra en cada riñón por una arteria renal, que se ramifica en arterias
interlobulares, arterias arqueadas y después en arterias radiales corticales. Las arterias más
pequeñas se subdividen en el primer grupo de arteriolas, las arteriolas aferentes. Éstas
llevan sangre a la primera red capilar, los capilares glomerulares, a través de los que se
produce la ultrafiltración. La sangre sale de los capilares glomerulares a través de un
segundo grupo de arteriolas, las arteriolas eferentes, que llevan la sangre a una segunda red
capilar, los capilares peritubulares, que rodean a las nefronas. En los capilares peritubulares
se reabsorben solutos y agua, y se segregan pocos solutos. La sangre de los capilares
peritubulares fluye hacia venas pequeñas y luego a la vena renal.
El aporte sanguíneo de las nefronas corticales superficiales difiere del de las nefronas
yuxtamedulares. En las nefronas superficiales, los capilares peritubulares se ramifican de
las arteriolas eferentes y aportan nutrientes a las células epiteliales. Estos capilares también
aportan la sangre para la reabsorción y la secreción. En las nefronas yuxtamedulares, los
capilares peritubulares tienen una especialización llamada los vasos rectos, que son vasos
sanguíneos largos en forma de horquilla que siguen el mismo recorrido que las asas de
Henle. Los vasos rectos sirven de intercambiadores osmóticos en la producción de orina
concentrada.

Funciones de los Capilares Peritubulares


Los capilares peritubulares son pequeños vasos sanguíneos que discurren a lo largo de las
nefronas, permitiendo la reabsorción y secreción de sustancias entre la sangre y el interior
del lumen de la nefrona.
Adoptan ese nombre porque rodean los túbulos contorneados proximales, los túbulos
contorneados distales, como así también el asa de Henle, donde son conocidos como vasa
recta. Los capilares peritubulares también rodean una parte de los túbulos colectores.
Las sustancias y minerales que requieren ser aprovechados en el organismo son
reabsorbidos hacia los capilares peritubulares por medio de transporte activo, o por
transcitosis.
Las sustancias y minerales que deben ser excretados como desechos son secretados desde
los capilares hacia el interior de la nefrona para ser finalmente enviados hacia la vejiga
urinaria y hacia el exterior del organismo.
Básicamente reabsorben las sustancias útiles tales como la glucosa y los aminoácidos, y
secreta ciertos iones minerales y exceso de agua hacia los túbulos.
La mayor parte del intercambio a través de los capilares peritubulares ocurre debido a los
gradientes químicos, ósmosis y Bombas de Na+

Filtración Glomerular
Proceso efectuado en el riñón que permite una depuración de la sangre a medida que ésta
fluye a través de los capilares glomerulares; el agua y las sustancias contenidas en la sangre
se filtran y se dirigen hacia la cápsula de Bowman. Los únicos elementos que no son
filtrados son las células sanguíneas y la mayor parte de las proteínas. El líquido filtrado
originará la orina mediante sucesivos mecanismos de reabsorción y secreción.

Factores que Modifican la Filtración Glomerular

Los factores que influyen en la filtración glomerular son: flujo sanguíneo y efecto de las
arteriolas aferentes y eferentes.
Flujo sanguíneo: El aumento del flujo sanguíneo a través de los nefrones incrementa la
presión dentro del glomérulo, aumentando el volumen de filtrado glomerular. El 20% del
plasma se filtra lo que contribuye una mayor concentración de proteínas plasmáticas y un
alza de la presión coloidosmotica del plasma.
Efecto de la arteriola aferente sobre la filtración: la concentración de la arteriola aferente
disminuye el flujo sanguíneo hacia el glomérulo lo que determina una menor presión
intraglomerular y descenso en el volumen del filtrado. Por el contrario una dilatación de la
arteriola aferente aumenta el flujo sanguíneo con lo cual se incremente la presión de
filtración y el volumen de filtrado del glomérulo.
Efecto de la arteriola eferente sobre la filtración: Una concentración de la arteriola eferente
evita la salida normal de sangre desde el glomérulo, lo que ocasiona un aumento de la
presión en el interior del glomérulo y u mayor volumen de filtrado.
La contracción de la arteriola eferente hace que la sangre permanezca más tiempo en el
interior del glomérulo con lo que el volumen filtrado aumenta, así como la concentración
de proteínas plasmáticas. Cuando ocurre esto la presión coloidosmòtica del plasma aumenta
y la filtración disminuye.
La importancia de mantener un volumen de filtrado glomerular constante radica en el hecho
de que si el filtrado fuera muy bajo. Este pasaría tan lentamente por los túbulos renales que
incluso se reabsorberían productos de desecho que el cuerpo debe eliminar. Por el contrario
si el volumen filtrado es muy alto pasaría tan rápidamente que no se alcanzaría a reabsorber
las sustancias de filtrado que resultan útiles para nuestro organismo. Se deduce que el
filtrado glomerular debe tener un volumen y una velocidad de circulación constante para
permitir que las sustancias de desecho sean eliminadas por la orina al tiempo que las útiles
para el organismo sean reabsorbidas.

Tasa De Filtración Glomerular


La tasa o índice de filtración glomerular (TFG, IFG o GFR por sus siglas en inglés:
Glomerular Filtration Rate) es el volumen de fluido filtrado por unidad de tiempo desde los
capilares glomerulares renales hacia el interior de la cápsula de Bowman. Normalmente se
mide en mililitros por minuto (ml/min).
Esta fase depende de:
La presión hidrostática del capilar glomerular.
La presión hidrostática a nivel de la cápsula de Bowman.
La presión oncótica a nivel capilar glomerular.
En la clínica, este índice es usualmente empleado para medir la función renal a nivel de
glomérulo.
Los rangos normales de TFG en adultos sanos jóvenes, ajustados a la superficie del cuerpo,
son:
120 a 130 mL/min/1.73m2 y declina con la edad, a alrededor de 75 mL/min/1.73m2 a los
70 años de edad.
Enfermedad crónica del riñón se define al tener menos de 60 mL/min/1.73m2 durante 3 o
más meses.

Valor Normal de la Reabsorción de Glucosa, Sodio y Agua.


Sustancia Descripción Túbulo proximal Asa de Henle Túbulo Ducto colector
distal
Agua Usa Acuaporina. Reabsorción de Reabsorción del Reabsorción de
alrededor del 65% 20% menos del 10%
aproximadamente (con ADH,
(descendente) por mediante ADH-
AQP1 R2, la que
trasloca y activa
los canales
AQP2)
glucosa Si la glucosa no La reabsorción
es reabsorbida casi del 100%
por el riñón, ésta mediante
aparece en la las proteínas con
orina, en una transporte sodio-
condición glucosa2 (Apical)
conocida y GLUT (basolate
como glucosuria. ral).
Generalmente,
esto está
asociado con
la diabetes
mellitus. Al
pasar los 180-
220mg de
glicemia en la
sangre,
comienza a
aparecer glucosa
en la orina,
siendo el
máximo de
reabsorción
320mg.Cuando
se pasa este
nivel, toda la
glucosa sobrante
se elimina
mediante la
orina
sodio Usa Reabsorción Reabsorción Reabsorci Reabsorción
un intercambiad (65%, isosmótico) (25%, grueso ón (5%, células
or Sodio- ascendente, Simpo (5%, simp principales),
Potasio, rtador Na-K-2Cl) ortador estimulado
Simportador sodio- por aldosterona
Sodio-Glucosa,  cloruro
Canales iónicos NCC)
de
Sodio (menos)6
y canal de sodio
epitelial

Secreción Tubular
La sangre se filtra por los riñones a través de tres procesos: filtración glomerular,
reabsorción tubular y secreción tubular.
La secreción tubular es el tercer proceso por el cual los riñones limpian la sangre
(regulando su composición y volumen) e involucra a diversas sustancias que se añaden al
fluido tubular. Este proceso elimina cantidades excesivas de ciertas sustancias corporales
disueltas, y también mantiene la sangre a un pH normal y saludable (que está típicamente
en el intervalo de 7,35 a 7,45).
Las sustancias que se secretan en el fluido tubular (para su retirada del cuerpo) son: iones
de potasio (K+), iones de hidrógeno (H+), iones de amonio (NH4+), creatinina, urea,
algunas hormonas y algunos fármacos (por ejemplo, penicilina).
La secreción tubular se produce en las células epiteliales que recubren los túbulos renales y
los conductos colectores.
Es la secreción tubular de H+ y NH4+ de la sangre en el líquido tubular (es decir, la orina
que luego se excreta del cuerpo a través del uréter, la vejiga y la uretra) la que ayuda a
mantener el pH de la sangre a su nivel normal. El movimiento de estos iones también ayuda
a conservar bicarbonato de sodio (NaHCO3).
El pH típico de la orina es de aproximadamente 6.
La orina, que se forma a través de los tres procesos mencionados anteriormente, se escurre
hacia la pelvis renal. En esta etapa final, es sólo aproximadamente un 1% del volumen
originalmente filtrado, pero incluye una alta concentración de urea y creatinina, y
concentraciones variables de iones.

Sustancias Secretadas
Además de eliminar desechos, los riñones liberan tres importantes hormonas:
Eritropoyetina, o EPO, que estimula a la médula ósea para producir glóbulos rojos renina,
que regula la presión arterialcalcitriol, la forma activa de la vitamina D, que ayuda a
mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal en el cuerpo

Mecanismos Renales y Extrarenales de la Regulación de la Osmolaridad y la Concentración


de Sodio del Liquido Extracelular

El sodio y sus sales representan alrededor del 90% de los solutos osmóticamente activos del
medio interno y participan mayoritariamente en la osmolalidad y volumen de éste. De su
proceso de reabsorción depende la de gran parte de solutos por el transporte acoplado o la
difusión, aprovechando gradientes electroquímicos favorables generados por el sodio.
Las variaciones que afectan al sodio repercuten en el volumen del líquido extracelular
(LEC), originando complejos mecanismos de respuesta para el restablecimiento de los
valores fisiológicos. Todas las sales de sodio circulantes se filtran a nivel glomerular. De
ellos, se reabsorben el 96-99%. Dependiendo de la ingesta de sodio, son excretados entre
150 y 1.000 mEq diarios que coinciden con lo aportado por la dieta. Este equilibrio permite
mantener un valor promedio para el sodio, en el medio interno de 145 mEq/L.
El transporte activo de sodio hacia el espacio intersticial es la causa de que:

 Se origine un desplazamiento de agua por vía paracelular.


 Se produzca una entrada pasiva de Na desde la luz al interior celular.
 Tenga lugar un desplazamiento acoplado de otros iones, especialmente el cloro.
 Se acople el desplazamiento de otras sustancias, aprovechado el gradiente de sodio,
para su incorporación a la célula tubular por cotransporte, o desde ésta a la zona
tubular, por antitransporte.
La ATPasa Na/K está presente en las membranas basolaterales de la nefrona, a excepción
de la rama estrecha del asa de Henle; por consiguiente, el sodio puede ser reabsorbido
activamente en todos estos puntos.
Reabsorción de sodio y agua en el túbulo contorneado proximal y asa de Henle
La reabsorción de sodio en el túbulo contorneado proximal supone un 65% de la carga
filtrada, y un 27% más en la rama ascendente del asa de Henle. La rama descendente del
asa de Henle es permeable al agua, mientras que la ascendente resulta impermeable. La
rama ascendente gruesa utiliza de nuevo la ATPasa Na/K para la reabsorción activa de Na,
el resultado es una notable reabsorción de solutos no compensada por una reabsorción de
agua y, en consecuencia, la dilución del filtrado. Al túbulo contorneado distal llega un
contenido de volumen reducido (80%) y una concentración hipoosmolar (100-150
mOsm/Kg).
Reabsorción de sodio y agua en el túbulo contorneado distal y colector
En este tramo de la nefrona, se produce la reabsorción variable de agua y sodio. En su
reabsorción juega un papel importante la aldosterona, especialmente en el túbulo colector.
Concentraciones plasmáticas elevadas de aldosterona promueven la reabsorción,
prácticamente total, del sodio contenido en el túbulo, mientras que una disminución
favorecería una natriuresis (eliminación urinaria de sodio) que, en caso de ausencia
absoluta de hormona, alcanzaría a la totalidad del sodio que ingresa en el tubo colector.

Cuando la permeabilidad es grande, es decir, en presencia de ADH, la reabsorción de


solutos en el túbulo colector cortical se ve acompañada por el desplazamiento de agua, con
lo que el contenido tubular se vuelve isoosmótico. En esta situación, y manteniéndose la
permeabilidad en el tramo medular del túbulo colector, la hipertonía de la médula
favorecería el desplazamiento de agua hasta el equilibrio de concentraciones (1200
mOsm/Kg). Cuando la permeabilidad está reducida, el filtrado hipotónico que discurre por
el túbulo distal y el colector se introduce en la médula sin que tenga lugar reabsorción de
agua, por lo que llegará a la papila con un elevado grado de dilución.

Mecanismo de Excreción del Exceso de Agua: Formación de Orina Diluida


Los riñones regulan el equilibrio hidroelectrolítico en el cuerpo produciendo orina diluida o
concentrada según sea necesario.
En numerosas ocasiones, hemos podido constatar el hecho de que si bebemos
continuamente sorbos de agua de una botella durante todo el día, se produce la necesidad de
orinar, y cada vez que se orina, se puede observar que la orina producida es clara. De forma
contraria, si no se bebe durante varias horas, no se experimenta una necesidad urgente de
orinar y, cuando se orina, la orina producida es más oscura de lo habitual.
En el primer caso, la orina es más diluida, es una orina que contiene pocos electrolitos y
pocos productos de desecho en relación a la cantidad de agua. El cuerpo elimina el exceso
de agua cuando bebemos una cantidad de líquido relativamente alta y el poco producto de
desecho que hay está muy diluido.
En el segundo caso, el cuerpo necesita conservar agua. Como continuamente perdemos
agua a través de la piel y por la respiración, los riñones trabajan para reabsorber la mayor
parte del agua en el filtrado. Al mismo tiempo, el cuerpo produce productos de desecho que
necesitan ser eliminados por los riñones, así que estos producen una orina concentrada, con
muchos solutos, incluyendo productos de desecho y electrolitos con la menor cantidad de
agua posible.
Los términos “diluida” y “concentrada” son relativos; en este contexto fisiológico es una
cuestión de concentración relativa al plasma.
El punto de inicio para la producción de orina diluida o concentrada lo hemos descrito
anteriormente al hablar de reabsorción tubular. Cuando el filtrado llega a los túbulos
distales, la mayor parte del agua y los electrolitos han sido ya reabsorbidos y el filtrado es
más diluido que el que llega a las nefronas. Esto significa que los riñones han producido
orina diluida. Si no se procesa más, será orina diluida que irá a parar a la vejiga.
Sin embargo, si las circunstancias requieren que los riñones produzcan orina concentrada,
que significa que el cuerpo está en un estado donde el nivel de líquido es relativamente bajo
y la concentración de electrolitos es relativamente alta, la hipófisis segrega HAD, que actúa
en los conductos colectores de las nefronas y aumenta la absorción de agua. El incremento
en la absorción de agua hace que el filtrado se vuelva cada vez más concentrado desde que
pasa por los conductos colectores hasta la médula renal. De la misma forma, los riñones
producen orina concentrada. La HAD es segregada por la hipófisis sólo si la concentración
de electrolitos en sangre excede la concentración fisiológica.
Así, utilizando la HAD, el riñón pasa de producir orina diluida a orina concentrada.

Mecanismo de Excreción de Solutos: Mecanismo Contracorriente para la Excreción de


Orina Concentrada
En las nefronas yuxtamedulares y en sus vasos rectos se localiza un sistema especial de
transporte que se denomina mecanismo de contracorriente. El riñón es capaz de formar
orina concentrada y orina disuelta.
El mecanismo de contracorriente es imprescindible para formar orina concentrada y este
proceso ocurre en las asas de Henle largas y en las nefronas medulares y, en sus vasos
rectos, se localiza un sistema especial de transporte que es el MDC.
Un mecanismo de contracorriente es un sistema en el cual el flujo circula paralelo a, en
contra de, y en íntima proximidad a otro flujo durante un cierto tiempo.
Las asas y los vasos rectos son estructuras contracorrientes que tienen como misión
mantener una concentración muy elevada de soluto a nivel de la médula renal. Esta alta
concentración depende de un gradiente de osmoralidad creciente a lo largo de las pirámides
medulares y este gradiente existe debido a la actuación de las asas de Henle como
multiplicadores de contracorriente y a la actuación de los túbulos rectos como
intercambiadores de contracorriente.
Las asas de Henle tienen dos ramas, con una permeabilidad y una capacidad de transporte
muy diferentes. En la rama descendente hay libre difusión de agua y de urea hacia fuera y
hacia adentro dependiendo del gradiente de concentración. Pero en la rama ascendente no
hay difusión y, sin embargo, hay transporte activo de Na y Cl hacia fuera, hacia el espacio
intersticial. Esta rama es impermeable al agua y, por lo tanto, en el espacio intersticial en la
médula renal quedan los solutos y quedan cada vez más. Por lo tanto, la elevada
concentración de solutos del líquido intersticial de la médula renal se mantiene por el
bombeo continuo de cloruro sódico (Na y Cl) de la rama ascendente.
De ahí a que se le llame al asa multiplicador de contracorriente y es por esto por lo que la
médula renal tiene una concentración elevada y, en cambio, al final del asa de Henle, a
nivel de la corteza, el líquido intercelular (tubular) va a ser hipotónico. Podríamos pensar
que la sangre que sigue al asa por el vaso recto eliminaría el exceso de soluto pero no es así
porque tienen su propio mecanismo de contracorriente. El mecanismo de contracorriente lo
que hace es concentrar.

Mecanismo de Secreción de la Hormona Antidiuretica


La vasopresina es liberada desde el lóbulo posterior o neurohipófisis, de la glándula
pituitaria en respuesta a la reducción del volumen del plasma o en respuesta al aumento de
la osmolaridad en el plasma. La angiotensina II estimula la secreción de vasopresina. La
vasopresina que se extrae de la sangre periférica ha sido producida en 2 núcleos del
hipotálamo: el núcleo supraóptico y el núcleo paraventricular, después de haber sido
producida se almacena en la parte posterior de la glándula pituitaria desde donde es
liberada, y actúa en la porción final del túbulo distal y en los tubos colectores renales.

Papel de la Angiotensina II

La Angiotensina II es una hormona que forma parte de la familia de las Angiotensinas, que
son derivadas del Angiotensinogeno y son parte del Sistema Renina Angiotensina
Aldosterona (RAS). Esta se forma por acción de la renina sobre el angiotensinógeno, una
globulina alfa-2, producida por el hígado, que circula constantemente en la sangre. La
renina, elaborada por las células yuxtaglomerulares del riñón en respuesta a la disminución
del volumen circulatorio y del contenido de sodio, actúa como una enzima en la conversión
del angiotensinógeno en angiotensina I, que se hidroliza rápidamente para formar el
compuesto activo angiotensina II, su acción vasoconstrictora disminuye la tasa de
filtración glomerular y la acción simultánea de la aldosterona estimula la retención de
sodio.

Mecanismos Renales en la Regulación del Equilibrio Acido-Básico


La regulación del equilibrio del ion hidrógeno (H+) es similar, en cierta forma, a la
regulación de otros iones del cuerpo. Por ejemplo, para alcanzar la homeostasis, debe
existir un equilibrio entre la ingestión o la producción de H+ y su eliminación neta del
organismo para conseguir la homeostasis. Y, tal como sucede con otros iones, los riñones
desempeñan una función fundamental en la regulación de la eliminación del H+ del
organismo. Pero el control preciso de la concentración del H+ en el líquido extracelular
implica mucho más que la simple eliminación de estos iones por los riñones. Existen
también múltiples mecanismos de amortiguación acidobásica en la sangre, las células y los
pulmones que son esenciales para el mantenimiento de las concentraciones normales de H+
tanto en el líquido extracelular como en el intracelular.
La concentración de H+ está regulada de una forma precisa. Como la concentración de H+
influye en casi todos los sistemas enzimáticos del organismo, es esencial que esté regulada
de forma precisa. De este modo, los cambios en la concentración del hidrógeno alteran casi
todas las células y las funciones del organismo.
Si se compara con la de otros iones, la concentración de H+ en los líquidos orgánicos se
mantiene normalmente en un nivel bajo. Por ejemplo, la concentración de sodio en el
líquido extracelular (142mEq/l) es unos 3,5 millones de veces superior a la concentración
normal de H+, cuya cifra media es de sólo 0,00004mEq/l. Otro hecho igualmente
importante es que las variaciones normales de la concentración de H+ en el líquido
extracelular son sólo de una millonésima en relación con las variaciones normales que
puede experimentar la concentración del ion sodio (Na+). Por tanto, la precisión con que
está regulado el H+ subraya su importancia en las distintas funciones celulares.
Ácidos y bases: su definición y significado
Un ion hidrógeno es un solo protón libre liberado de un átomo de hidrógeno. Las moléculas
que contienen átomos de hidrógeno que pueden liberar iones hidrógeno en una solución
reciben el nombre de ácidos. Un ejemplo es el ácido clorhídrico (HCl), que se ioniza en el
agua para formar iones hidrógeno (H+) e iones cloruro (Cl–). Además, el ácido car-bónico
(H2CO3) se ioniza en el agua y forma H+ e iones bicarbonato (HCO3–).
Una base es un ion o una molécula que puede aceptar un H+. Por ejemplo, el ion
bicarbonato, HCO3–, es una base ya que puede aceptar un H+ para formar H2CO3.
Además, HPO4= es una base ya que puede aceptar un ion hidrógeno para formar H2PO4–.
Las proteínas del organismo también funcionan como bases ya que algunos de los
aminoácidos que las forman tienen cargas negativas netas que aceptan fácilmente H+. La
proteína hemoglobina de los eritrocitos y las proteínas de otras células se encuentran entre
las bases más importantes del organismo.
Los términos base y álcali suelen usarse como sinónimos.
Un álcali es una molécula formada por la combinación de uno o más metales alcalinos
(sodio, potasio, litio, etc.) con un ion muy básico como el ion hidroxilo (OH–). La porción
básica de esta molécula reacciona rápidamente con los H+extrayéndolos de la solución; por
tanto, son bases típicas. Por razones similares, el término alcalosis se refiere a una
extracción excesiva de H+ de los líquidos orgánicos, en contraposición a su adición
excesiva, situación que recibe el nombre de acidosis.
Ácidos y bases fuertes y débiles.
Un ácido fuerte es aquel que se disocia rápidamente y libera grandes cantidades de H+ a la
solución. Un ejemplo es el HCl. Los ácidos débiles tienen menos tendencia a disociar sus
iones y, por tanto, liberan H+ con menos fuerza. Un ejemplo de estos últimos es H2CO3.
Una base fuerte es la que reacciona de forma rápida y potente con H+ y, por tanto, lo
elimina con rapidez de una solución. Un ejemplo típico es OH–, que reacciona con H+para
formar agua (H2O). Una base débil típica es HCO3– ya que se une a H+ de forma mucho
más débil de lo que lo hace.

Efectos de la Disminución del Filtrado Glomerular en la Excreción y Concentración


Plasmática de Urea

La urea debe eliminarse por orina; de lo contrario se acumulará en líquidos corporales. Su


concentración normal promedio en el plasma es de 0.26 mg/dl, pero se han observado en
estados anormales raros valores de hasta 8 mg/dl; y pacientes con insuficiencia renal
muchas veces tienen valores tan altos como 2 mg/dl.
Los dos factores principales que establecen el ritmo de excreción de urea son: 1) la
concentración de urea en el plasma, y 2) la intensidad de filtración glomerular. Estos
factores aumentan la concentración de urea principalmente porque la carga de urea que
penetra en túbulos proximales es igual al producto de la concentración plasmática de urea
por la intensidad de filtración glomerular.
En general, la cantidad de urea que sigue por los túbulos y va a la orina es
aproximadamente proporcional a la carga de urea que penetra en los túbulos proximales, en
promedio 50 a 60%. Sin embargo, esto solo es cierto cuando la intensidad de filtración
glomerular no se aleja de lo normal.
Cuando la intensidad de filtración glomerular es muy baja, el filtrado persiste en los túbulos
por largo tiempo, antes de acabar en la orina.
Como todos los túbulos son por lo menos ligeramente permeables a la urea, cuanto más
tiempo persista el liquido tubular en los túbulos, mayor resorción de urea hacia la sangre; la
proporción de urea filtrada que llega a la orina disminuye considerablemente.
Por otra parte, cuando la filtración glomerular es muy intensa, el líquido pasa a través del
sistema tubular tan rápidamente que se resorbe muy poca urea. Por lo tanto con intensidad
de filtración glomerular muy elevada, casi el 100% de urea sale hacia la orina.
Una lección muy importante, que debe aprenderse de estas relaciones, es que en pacientes
con insuficiencia renal es importante conservar la intensidad de filtrado glomerular en
valores altos. Cuando la intensidad de filtración glomerular disminuye demasiado, la
concentración de urea en sangre aumenta hasta un nivel proporcionalmente mayor.

Papel del Riñón en el Balance de Hidrogeniones

El riñón contribuye al balance ácido-base regulando la excreción de H+ en tanto que la


concentración de CO3H- permanezca dentro de límites apropiados. Esto involucra dos
pasos básicos:
A) La reabsorción tubular del bicarbonato filtrado en el glomérulo:
Todo el bicarbonato plasmático (4.500 - 5.000 mEq/día) se filtra en el glomérulo. Si el pH
de la orina es < 6.2, no hay nada de bicarbonato en la orina, lo que indica que se ha
reabsorbido todo en el túbulo. Cuando el pH urinario es > 6.2 aparece el bicarbonato en la
orina. La reabsorción tubular de bicarbonato aproximadamente el 90% se realiza en el
túbulo proximal, en los primeros milímetros de este segmento. Parece estar mediada por el
incremento en el número de cotransportadores Na+/ H+, el 10% restante se reabsorbe en
segmentos más distales, en los túbulos colectores medulares más externos.
La reabsorción de bicarbonato por el túbulo depende de varios factores:
1. De la cantidad de bicarbonato presente en el túbulo que es prácticamente lineal hasta un
nivel de 24-25 mEq/l, si es inferior a este nivel el bicarbonato plasmático todo se reabsorbe
en el túbulo. A partir de dicho nivel, el que se reabsorba más o menos depende de los
siguientes factores.
2. Nivel de pCO2, si aumenta en el plasma, y en consecuencia en la célula tubular, aumenta
la concentración de H+ aumentando su eliminación por los mecanismos que se describirán
posteriormente y en consecuencia se reabsorbe más bicarbonato; y si disminuye, se
reabsorbe menos.
3. Grado de repleción del volumen extracelular, su expansión disminuye la reabsorción
proximal de bicarbonato y su contracción aumenta la reabsorción de bicarbonato.
4. Nivel de mineral corticoides (y en menor medida de glucocorticoides); si está
aumentado, aumenta la reabsorción de bicarbonato; y si está disminuido, disminuye.
5. Nivel de K+ plasmático, si está bajo, aumenta ligeramente la reabsorción de bicarbonato
problamente por estímulo de la producción de renina - aldosterona. La hipopotasemia
genera “per se” alcalosis metabólica.
B) La regeneración del bicarbonato gastado en la neutralización del ácido fijo, mediante la
eliminación de H+:
1. Se alcanza mediante la secreción de H+, con dos mecanismos diferentes, en el túbulo
proximal cotransporte Na-H+, y en los túbulos colectores por un mecanismo de transporte
activo primario, con un transportador especifico denominado adenosintrifosfatasa
transportadora de iones hidrógeno (H+-ATPasa), manteniendo la electroneutralidad por la
secreción concurrente de Cl-. Este último mecanismo puede aumentar la concentración de
de hidrógeno en la luz tubular hasta 900 veces, que puede disminuir el pH del líquido
tubular hasta 4.5, que es límite inferior de pH que se mide en la orina, en contraste con el
incremento de tres a cuatro veces que puede ser obtenido en los túbulos proximales.
En condiciones normales, la velocidad de secreción de hidrogeniones es del orden de 3.5
mmol/min y la velocidad de filtración de bicarbonato es de 3.46 mmol/min, es decir la
cantidad de ambos iones es prácticamente la misma, neutralizándose en la luz tubular. Por
tanto la excreción directa de H+ libres, es mínima de 0.1 mEq/día como máximo.
2. Así pues, para eliminar el exceso de hidrogeniones por la orina, se debe combinar este
ión hidrógeno con tampones intratubulares:
I. Como “acidez titulable”:
a) en forma de fosfato: HPO4= + H+ = H2PO4-; este sistema tiene un pK de 6.8, y por
tanto es activo entre 7.3 y 6.3 de pH.
b) en forma de creatinina: es cuantitativamente poco importante, su interés es por tener un
pK de 4.8, y poder actuar en los rangos bajos del pH urinario.
II. Como amonio: El túbulo renal sintetiza amoniaco a partir de la glutamina a partir de una
de las siguientes vías:
glutamina: 3CO2 + 2NH4+ + 2HCO3 - ;
Glutamina: ½ glucosa + 2NH4+ + 2HCO3 -
Una vez formado, el bicarbonato vuelve a la circulación sistémica a través de la vena renal.
Si el amonio no se excreta a la orina y retorna a la circulación sistémica, se metaboliza en el
hígado donde se metaboliza a urea consumiendo bicarbonato. Por tanto, dos mecanismos
regulan la producción de bicarbonato renal de la amoniogenesis renal: 1) el balance de
distribución del amonio entre la circulación sistémica y la orina; y 2) la velocidad de
producción de amonio renal. La producción de amonio puede estar influida por factores al
margen del estado ácido-base, como son la masa renal reducida, cambios en el volumen
circulante, alteraciones en el potasio y calcio.
El amoniaco es un gas, que difunde con facilidad hacia la luz del túbulo, dónde se combina
con los H+ procedentes del H2CO3, que se han intercambiado previamente por Na+,
formando amonio: NH3 + H+ = NH4+, que es un catión, muy poco difusible a través de la
membrana de la célula tubular (no existe transporte activo de amonio), por lo que queda
“atrapado” en la luz tubular, eliminándose con la orina. De esta forma se eliminan
normalmente 20 a 40 mEq/día de H+, pudiendo incrementarse hasta 250 mEq/día ó más en
las acidosis metabólicas severas. Este mecanismo es fundamental en los niños pequeños, en
los que el mecanismo de acidez titulable está poco desarrollado.

Excreción de Potasio

La excreción del potasio se efectúa esencialmente por los riñones que excretan del 90 al
95% del potasio ingerido. Los mecanismos renales, principalmente localizados en el túbulo
distal y en el canal colector, juegan un papel clave en la regulación del balance del potasio
y en los ajustes a las variaciones de los aportes. Estos fenómenos son totalmente eficaces
pues, en situación crónica, la excreción del potasio puede estar multiplicado por 20 en
respuesta a un aumento idéntico en los aportes sin modificación importante del contenido
del organismo en potasio y de la concentración extracelular del mismo. La secreción del
potasio por el colón juega un papel modesto en la homeostasis del potasio, con la excepción
de las situaciones de insuficiencia renal muy avanzada, ya que la excreción renal del
potasio está severamente comprometida
Esquemáticamente, se admite que del 80 al 90% del potasio filtrado se reabsorbe en las
porciones proximales de la nefrona y que la nefrona distal (túbulo distal y el canal colector)
es el lugar de secreción variable del potasio que permite el ajuste en la excreción renal en
los aportes.

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