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TRABAJO FIN DE GRADO

Título

Trabajo social y diversidad afectivo-sexual

Autor/es

Adriana Martin Casales

Director/es

Chabier Gimeno Monterde

Facultad

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Titulación

Grado en Trabajo Social

Departamento

Curso Académico

2015-2016
Trabajo social y diversidad afectivo-sexual, trabajo fin de grado
de Adriana Martin Casales, dirigido por Chabier Gimeno Monterde (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una Licencia
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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TRABAJO DE FIN DE GRADO

“TRABAJO SOCIAL Y DIVERSIDAD AFECTIVO-


SEXUAL”

ADRIANA MARTÍN CASALES

TUTOR

CHABIER GIMENO MONTERDE

FIRMADO

GRADO EN TRABAJO SOCIAL

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

AÑO ACADÉMICO 2015-2016


2
Í NDICE
Resumen ....................................................................................................... 4
1. Introducción.................................................................................................... 5
2. Objetivos ........................................................................................................ 7
3. Metodología ................................................................................................... 8
4. Marco teórico................................................................................................ 10
4.1 APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE DIVERSIDAD SEXUAL .............................................................11
4.2 APROXIMACIÓN AL TÉRMINO HOMOFOBIA. ANTECEDENTES. ....................................................16
4.3 INCLUSIVIDAD Y LENGUAJE. .........................................................................................................21
4.4 HETERONORMATIVIDAD Y TRABAJO SOCIAL: EL PROCESO DE SALIR DEL ARMARIO....................24

5. Análisis de trabajo social y diversidad afectivo-sexual ................................... 28


6. Conclusiones ................................................................................................. 33
7. Bibliografía ................................................................................................... 35
8. Legislación .................................................................................................... 37
9. Anexos .......................................................................................................... 38

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R ESUMEN

El siguiente trabajo aborda el tema de la diversidad afectivo-sexual que existe en


nuestra sociedad, trata de mostrar las diferentes realidades existentes y acercar a los
profesionales de lo social a ellas, posibilitando una mejor intervención hacia los
usuarios. Se abordan los conceptos clave y las diferentes ideas que existen desde el
ámbito del trabajo social en relación a estos colectivos, teniendo como finalidad la
elaboración de una Guía para profesionales.

Palabras clave: Diversidad sexual, Trabajo social, LGTBI, heteronormatividad,


visibilización.

This assignment addresses the issue of sexual-affective diversity in our society.


It aims to show the different realities that exist, and raise awareness among social
workers so there is a better response to clients’ needs. It addresses the key concepts and
different ideas that exist in the field of social word in relations to these groups with the
aim of preparing a Guide for Professionals.

Key words: sexual diversity, social work, LGTBI, heteronormativity, visibility.

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I NTRODUCCIÓ N

“Un día un niño crecerá. Un día un niño llegará a darse cuenta de que
algo le causará una sensación equivalente a la separación de la tierra
de su eje. Un día un niño llegará a un punto en el que conocerá una
división que no es la matemática. Un día un niño sentirá que algo se
revuelve en su corazón, su garganta y su boca. Un día un niño se
encontrará algo en su cuerpo, su mente y su alma, que lo hará sentirse
hambriento. Un día un niño hará algo que cause que los hombres que
llevan vestiduras religiosas y militares, hombres que habitan ciertos
edificios de piedra, deseen su muerte. Un día todos los políticos
legislarán en contra de este niño. Porque un día las familias dieron falsa
información a sus hijos, y cada niño pasó esa información a las
generaciones por venir y esa información está diseñada para hacer la
existencia intolerable para este niño. Un día este niño empezará a sentir
todas las hostilidades a su alrededor y ello impulsará a cometer suicidio
o a someterse al peligro, con la esperanza de morir o de sumergirse en el
silencio y la invisibilidad. O un día el niño hablará. Cuando comience a
hablar, los hombres sentirán miedo del niño y tratarán de silenciarlo con
estrangulamientos, esposas, prisión, sofocación, raptos, leyes, amenazas,
pandillas, botellas, cuchillos, religiones, decapitación o inmolación por
el fuego. Los doctores dirán que este niño puede ser curable, como si su
cerebro tuviera un virus. Este niño perderá sus derechos constitucionales
por la invasión del gobierno en la privacidad. Este niño enfrentará
electroshocks, drogas y terapias de conversión en laboratorios, de
psicólogos e investigadores. Estará sujeto a perder su casa, sus derechos
civiles, su trabajo y todas las libertades concebibles. Todo esto
comenzará a pasar cuando llegue a la adolescencia y descubra que
desea tender su cuerpo desnudo junto al cuerpo desnudo de otro joven.”

Grand Fury

Este trabajo va a abordar la práctica del trabajo social encaminada al trato con
personas LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales), es decir, va
a centrarse en la diversidad sexual, a investigar los conceptos clave y las realidades
sociales existentes en estos colectivos.

El objetivo de esta investigación es elaborar como producto final una “Guía de


buenas prácticas para profesionales”. Mediante la explicación de conceptos básicos
sobre este colectivo y prácticas que se llevan a cabo (de forma errónea) o que deberían

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llevarse a cabo para eliminar los prejuicios heteronormativos que existen en nuestra
sociedad. Esta iniciativa es debida a que mediante las prácticas de la carrera,
voluntariado, y la asistencia a diferentes cursos se ha podido observar que estos
colectivos en la mayoría de casos quedan excluidos o invisibilizados, ya que muchas de
las prácticas que llevan a cabo los profesionales no contemplan la diversidad y se
dirigen exclusivamente a un público heterosexual y normativo. Un ejemplo de esto son
los cursos sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual o sobre sexualidad,
en los que, a menos que los usuarios sean exclusivamente homosexuales, no se les
menciona ni se hace por explicar el gran abanico que en este tema ofrece la diversidad
afectivo-sexual.

Esta guía no va dirigida únicamente a profesionales que van a trabajar con estos
colectivos, sino que pretende sentar una base para que desde todos los ámbitos del
trabajo social se tenga una mirada más amplia, para que se trabaje la diversidad de
forma positiva, incluyéndola en el imaginario de los trabajadores sociales. Desde un
punto de vista personal y profesional, creo que los trabajadores sociales, trabajadores de
lo social, que están íntimamente ligados con el trato directo con las personas, deben
conocer la mayor variedad de diversidades posibles, para así poder realizar su trabajo
con una mayor eficacia con todas las personas.

Se considera necesario llevar a cabo esta investigación ya que mientras se siga


trabajando desde la perspectiva de que existe una única sexualidad hegemónica
(heterosexual), se llevarán a cabo actos homófobos y heterosexistas (aún sin ser
conscientes de ello) y esto no va a propiciar que estos colectivos acudan a los servicios
sociales para solventar las problemáticas derivadas de su orientación sexual, ya que no
los considerarán espacios seguros. Este trabajo no va a consistir en una simple reflexión
sobre estos colectivos, sino que la finalidad es elaborar una guía que muestre diferentes
prácticas que se pueden realizar o que se pueden modificar en el itinerario de los
trabajadores para favorecer la inclusión de todas las realidades.

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1. O BJETIVOS

A continuación se enumeran los principales objetivos perseguidos con este trabajo de


fin de grado.

OBJETIVO GENERAL:
Crear una guía de buenas prácticas para profesionales en la acción social, que consiga
dotar de conocimientos suficientes a los profesionales de forma que puedan adaptarla a
su intervención específica.

- OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
o Sistematizar los conceptos clave necesarios para comprender las
realidades existentes en cuanto a los colectivos LGTBI.
o Mostrar prácticas profesionales que favorezcan la inclusión y eviten la
discriminación involuntaria.
o Dar voz a colectivos, profesionales y diferentes personas implicadas.

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2. M ETODOLOGÍA

"Mediante la metodología cualitativa conocemos el sentido que las personas dan


al mundo que les rodea y a sus propias experiencias" (Alonso, 1998). Utilizamos
técnicas de investigación referidas a este tipo de metodología, mediante el método
inductivo analizamos los casos particulares observados y experimentados para descubrir
la generalización del hecho al que nos estamos refiriendo.

Según nuestras fuentes utilizadas, podemos definir la investigación en


bibliográfica y empírica. Con la parte bibliográfica buscamos conocer el estado de la
cuestión y elaborar un marco teórico del que partir para realizar nuestras conclusiones.
La investigación empírica es de campo, a ésta se refiere nuestra observación y
experimentación tanto en las prácticas universitarias como mediante voluntariado.

Para alcanzar los objetivos se ha recurrido a tres tipos de herramientas:


observación, entrevista abierta y revisión bibliográfica.

La principal fuente de información y por lo que surgió la idea de elaborar este


trabajo es la observación mediante el voluntariado y las prácticas universitarias. Antes
de comenzar con este trabajo realicé actividades de voluntariado en diferentes
asociaciones. Al acudir a diferentes cursillos de las mismas, alguno de ellos sobre
prevención de VIH o sobre sexualidad, fui consciente del vacío existente hacia estos
colectivos. A menos que los cursos vayan exclusivamente dirigidos hacia personas
LGTBI, no se llegaban a mencionar prácticas que no fueran únicamente heterosexuales.
No es el hecho de que se produzcan actos homófobos entre los profesionales, sino que
el mero acto de invisibilizar estas realidades y no atender a las necesidades de estas
personas, también es un acto discriminatorio. A la hora de realizar las prácticas
universitarias se registró la actividad con un cuaderno de campo.

Por otro lado, una vez comenzado el trabajo se estableció contacto con algunos
profesionales para ver cómo trabajaban ellos la inclusión de estos colectivos, aunque no
fueran su principal fuente de usuarios. Se habló con cinco profesionales: cuatro
trabajadoras sociales y una psicóloga-trabajadora social.

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 Entrevistadas 1, 2 y 3: Trabajadoras sociales de entidad privada, ámbito
juventud e infancia.

 Entrevistada 4: Psicóloga y trabajadora social de entidad privada, ámbito


inmigrantes y prevención de enfermedades de transmisión sexual.

 Entrevistada 5: Trabajadora social de la administración pública, servicios


sociales de base.

Se realizaron entrevistas abiertas, éstas no fueron grabadas sino que se anotaron


los aspectos más importantes. Algunos de ellas conocían el tema y pudieron aportar
tanto información para la elaboración del marco teórico, como dar información sobre
las prácticas que realizaban. Otras, sin embargo, admitían que en sus centros sólo
mencionaban el tema si un usuario lo pedía específicamente. En el caso de una de las
trabajadoras sociales, que trabaja en la administración pública, nunca se ha encontrado
con ningún caso que requiriera tratamiento especial y afirma que desconoce por
completo el tema.

Además, para la elaboración del marco teórico se ha llevado a cabo una revisión
bibliográfica, tanto de profesionales de lo social, como de autores que han ido
investigando y desarrollando teorías que promueven un cambio y una amplitud de miras
para la aceptación e inclusión de estos colectivos como realidades existentes y no
marginales. La mayoría de la bibliografía es de ya entrado el S. XXI, a excepción de las
teorías elaboradas con anterioridad y que resultan imprescindibles a la hora de
comprender estos colectivos. Esta revisión bibliográfica se considera imprescindible ya
que el conocimiento que se poseía acerca del tema era básico y a través de esta se han
descubierto teorías y conceptos que se desconocían y que han resultado de gran interés.

Las fuentes bibliográficas se han obtenido tanto de biblioteca, como online y


proporcionada por las entidades, ya que es la que ellos utilizan para sus dinámicas y
prácticas con usuarios. Aunque sí que hay numerosos estudios e investigaciones sobre el
colectivo LGTBI que proporcionan una base teórica y muestran las realidades
existentes, la gran dificultad encontrada ha sido el estudio desde la mirada del trabajo
social.

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3. M ARCO TEÓ RICO

El siguiente trabajo no tiene como base analizar el trabajo social exclusivamente


con colectivos LGTB, sino que el objetivo es que estos colectivos no queden excluidos
o en un segundo plano a la hora de abordar cualquier práctica. Es decir, no se va a
centrar en cuál es la tarea de un trabajador social con personas LGTB, se trata de
presentar a los profesionales diferentes conceptos y realidades que les ayuden a
comprender las posibles problemáticas a surgir y a evitar actitudes (que sin saberlo)
pueden resultar ofensivas o discriminatorias para algunas personas.

Por ello, se muestra a continuación una serie de cuestiones que establecen un


marco teórico considerado imprescindible a la hora de conocer estos colectivos y a
través del cual, el profesional puede obtener ideas sobre cómo realizar su trabajo más
allá de las prácticas que se plasmarán en la guía que será el resultado de esta
investigación. Este marco está compuesto en primer lugar por un apartado que hace una
aproximación a los conceptos que establece la diversidad sexual, las diferentes
realidades de personas a las que se puede enfrentar el profesional; después se habla de la
homofobia y de los antecedentes de ésta, así como la evolución del colectivo en nuestro
país; en tercer lugar, se reconoce la importancia y poder que tiene el lenguaje y cómo se
debería utilizar de forma inclusiva; por último, pero no por ello menos importante, se
habla del proceso de salir del armario, desde un punto de vista personal éste es de gran
importancia tanto como para el usuario como para que los profesionales hagan una
mínima aproximación a lo que se deben enfrentar todas las personas que deben, por
obligación pasar por esto, que comprendan que es un proceso por el que no se pasa una
sola vez en la vida.

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4.1 APROXIMACIÓ N AL CONCEPTO D E DIVERSIDAD SEXUAL

Entendemos diversidad sexual como el término que hace referencia a la gama


completa de la sexualidad, la cual incluye todos los aspectos de la atracción, el
comportamiento, la identidad, la expresión, la orientación, las relaciones y las
reacciones sexuales. Se refiere a todos los aspectos de los seres humanos como seres
sexuales1.

Es importante a la hora de abordar el tema de la diversidad sexual, entender en un


primer momento la diferencia existente entre “género” y “sexo”, ya que generalmente
son aceptados como sinónimos y a la hora de tratar con algunas personas, la diferencia
entre ambas definiciones es clave. Con respecto al sexo, se puede decir que es la
clasificación de las personas en relación a la biología del cuerpo en cuanto “mujeres” u
“hombres”, es una clasificación basada en los órganos sexuales y reproductivos, las
hormonas y cromosomas2. El género, por otro lado, es el rol social que se adopta como
manifestación del sexo, es diferente según el contexto histórico y la situación
geográfica, por lo que se puede decir que es una construcción social y cultural. Además,
no es tan rígido como puede serlo el sexo (Rivera, 2015: 3).

Dentro de las siglas LGTB se incluyen lesbianas (mujeres que se sienten atraídas
por otras mujeres), gays (hombres que se sienten atraídos por otros hombres) y
bisexuales, cuyas definiciones tienen que ver con la orientación sexual; y transexuales,
que relacionamos con el término identidad de género. Vamos a aceptar a lo largo de este
trabajo orientación sexual como la dirección de la atracción sexual y afectiva de una
persona hacia personas del sexo contrario (heterosexual), hacia personas del mismo
sexo (homosexual) o ambos sexos (bisexual), ésta, en la mayoría, suele definirse a lo
largo de la infancia-adolescencia sin que antes haya sido necesario tener una experiencia
sexual (Platero, 2014: 405). Se entiende identidad de género como la identificación con
el sexo asignado en el nacimiento, un sentimiento personal que puede confrontar con lo
que se espera socialmente, típicamente dentro de las dos opciones binarias: mujeres y

1 COGAM. (2015). Glosario de conceptos sobre diversidad sexual. Recuperado el 9 de noviembre de


2015, de: http://www.cogam.es/
2 COGAM. (2015). Glosario de conceptos sobre diversidad sexual. Recuperado el 12 de noviembre de
2015, de: http://www.cogam.es/

11
hombres. Si no se identifica con el sexo asignado, será una persona “trans”; si se
identifica, será “cis” (Platero, 2014: 404).

Al hablar de género no binario, se hace referencia al hecho de que en la sociedad


occidental únicamente se acepta la existencia de dos sexos, hombre y mujer; esto sería
el binarismo. Cuando una persona no encaja dentro de los cánones establecidos se habla
de género no binario, no se siente ni hombre ni mujer. Esto es algo difícil de asimilar ya
que desde que nacemos la primera pregunta que se realiza es: ¿es niño o niña?, pero a la
hora de hablar de diversidad sexual y de tratar a usuarios de estas características es
importante no cuestionarse la existencia de géneros alternativos a los que ya se conocen.

Son numerosas las culturas que se escapan de este binarismo establecido en la


cultura occidental predominante. En India, por ejemplo hay más de cinco millones de
personas con un cuerpo masculino que se visten con ropa femenina, no se identifican ni
como hombres ni como mujeres, se denominan hijras. En México, en la cultura zapoteca
existe la figura de los muxes, personas con cuerpo masculino que se visten y comportan
como mujeres, y son consideradas como un tercer género. Además de estos, hay otros
numerosos ejemplos en el mundo, y a lo largo de la historia (Baird, 2006: 73).

Si actualmente nos encerramos en estas categorías de género es porque éstas


permiten que seamos reconocidos socialmente y nos permite construir una identidad,
pero para adaptarnos al género se nos imponen unas presiones sociales desde la
infancia. La idea de binarismo está tan presente en nuestra cultura que cuando nos
encontramos ante una persona de difícil clasificación, esto nos produce incomodidad o
incluso rechazo. Antes de que una persona nazca, en el momento en el que el médico
determina si es “niño o niña”, ya se crean unas expectativas en cuanto a forma de vestir,
comportamientos, etc. Sin tener en cuenta la gran variedad de realidades que existen
dentro de los dos géneros que en nuestra sociedad aceptamos como válidos.

Por otro lado están las personas intersex (Platero, 2014: 140), que es como se
nombra a las personas que nacen con un conjunto de síndromes que hacen que posean
cuerpos sexuados marcados por la “ambigüedad genital”. Éstos incluyen un gran
abanico de variaciones físicas, de órganos sexuales que difieren de las normas
establecidas por la medicina para los cuerpos de hombre y de mujer. La existencia de
estas personas demuestra que la división a nivel biológico no es tan clara como
queremos creer, existe mucha variabilidad sexual. Pero cuando estas personas nacen, se

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realizan tanto intervenciones quirúrgicas como hormonales para adaptar su cuerpo al
género que le ha sido asignado mediante un diagnóstico y el diálogo con los padres.
Para ello se suele tener en cuenta la funcionalidad de los genitales considerando su
tamaño. Es decir, unas personas deciden, antes de que el niño sea consciente siquiera de
que va a tener que cumplir ciertos estereotipos sociales, cuáles van a ser estos, cuando
en la mayoría de los casos los genitales ambiguos no tienen ningún riesgo para la salud,
solo responden a la necesidad cultural de mantener la distinción entre ambos sexos.

En III Foro Internacional Intersex 3 , celebrado en 2013 en Malta, se hizo una


declaración en la cual se muestran las principales demandas de este colectivo como
movimiento social. En esta declaración se hizo un llamamiento al reconocimiento de la
intersexualidad y se realizaron una serie de demandas como el poner fin a las prácticas
mutiladoras y “normalizadoras” tales como cirugías genitales, tratamientos psicológicos
y otros tratamientos médicos, se pide que estas personas sean respaldadas en la toma de
decisiones sobre su propia integridad corporal, autonomía física y auto-determinación,
que se pusiera fin a los diagnósticos genéticos pre-implantacionales, testeo y
tratamiento pre-natales, incluso al aborto selectivo de personas intersex, el registro de
l*s niñ*s intersex como mujeres o varones, sabiendo que, como todas las personas,
ell*s4 pueden identificarse en un sexo o género diferente al crecer. Esto son solo algunas
de las demandas existentes en esta declaración.

Llegados a este momento de la exposición es importante que reconozcamos la


importancia de la Teoría Queer en la evolución y reconocimiento de todas estas
diversidades de las que se ha venido hablado. Judith Butler es una filósofa post-
estructuralista que ha realizado importantes aportaciones tanto a esta teoría como al
feminismo, a la filosofía política y a la ética, por lo que debemos tener en cuenta
algunas de sus ideas para comprender y ampliar nuestro imaginario como profesionales.

Judith Butler afirma que es imposible separar el “género” de las intersecciones


políticas y culturales ya que es en estas en las que se produce. Se hace evidente que una
mujer lo es, pero no es eso todo lo que es; no porque esa persona tenga atributos que
sobrepasen los que su género contiene, sino porque estos atributos del género varían si

3 Declaración del Foro Internacional Intersex (2013). Recuperado el 29 de Enero de 2016 en


http://intersexday.org/es/tercer-foro-intersex-internacional/
4 Tal y como menciono después, el lenguaje es una herramienta de cambio y hablando de personas
intergénero me parece adecuado adaptar el lenguaje a sus preferencias y utilizar pronombres neutro con
los que se sientan identificad*s, en este caso asteriscos, pero se aceptan también: lxs, ellxs, les, elles.

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cambia el contexto histórico del que hablamos, relacionándose también con
modalidades de clase, raciales, étnicas sexuales y regionales (Butler, 1990: 49).

Hace mención a la separación entre género y sexo, la cual llevada hasta su límite
se produce una gran discordancia entre los cuerpos sexuados y los géneros que se
construyen culturalmente. Teniendo en cuenta que en occidente solo consideramos el
sexo de forma binaria, no se puede afirmar de forma clara que el sexo del hombre
únicamente tenga como resultado cuerpos masculinos, así como pasa con el de la mujer
y la feminidad. El sistema binario del que hablamos hace que la relación entre género y
sexo se establezca de tal forma que el primero queda limitado por el segundo. Pero
hablando de ellos de forma independiente, el género no es tan rígido y se habla
ambiguamente, de forma que hombre y masculino pueden establecerse en un cuerpo
tanto de mujer como de hombre, pasando lo mismo con los conceptos de femenino y
mujer (Butler, 1990: 54).

Otro tema que se debe mencionar y que trata esta autora es el del poder, del poder
más allá de la ley, de uno que determina lo que una persona es o puede llegar a ser. Este
hace que existan modos de conocimiento y de verdad que fuerzan la forma de entender
lo humano, las condiciones, normas, prácticas que se presuponen y sin las que no se
puede ni imaginar al ser humano. A través de éstas surgen las personas y hacen que
estas puedan convertirse en sujeto del amor humano. Foucault denomina a esto “Política
de la verdad”, y esta política es la que ordena el mundo, la que marca lo que va a contar
como real, como verdad. Esto hace que se nos planteen una serie de cuestiones acerca
de lo que somos, lo que podemos llegar a ser, sobre qué significa querer, vivir, respirar
como un ser que no está totalmente reconocido como tal porque unas leyes marcadas de
antemano así lo establecen. Es injusto que por estas normas que en algún momento se
han visto establecidas y transmitida por una sociedad que nada tiene que ver con la
persona, ésta para poder aceptarse y reconocerse como persona, para reconocer un
género con el que no se identifica al observarse en el espejo, deba acudir a profesionales
médicos, psicólogos, psiquiatras que le ayuden a negociar cómo debe sentirse con su
propio cuerpo porque éste no concuerda con su mente y su forma de verse no es
reconocida como humana, no es aceptada como persona (Butler, 2004: 80).

Es de gran importancia que los profesionales de lo social sean conscientes de la


existencia de estas realidades para que así puedan trabajar con una mente más abierta de
cara a enfrentarse a la diversidad de colectivos existentes. El imaginario de una persona

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se forma principalmente en la infancia y es muy difícil en ocasiones cambiar el punto de
vista de los adultos por lo que desde este trabajo se pone énfasis en las prácticas con
infancia y adolescencia, así como con los padres, que muchas veces desconocen la
forma en la que tratar las diferencias existentes en sus hijos.

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4.2 APROXIMACIÓ N AL TÉ RMINO HOMOFOBIA. ANTECEDENTES.

Daniel Borrillo (2001) define homofobia como la discriminación y exclusión


ejercida sobre lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, así como sobre quienes
manifiestan atributos del género opuesto. Incluye los fenómenos de lesbofobia,
transfobia y bifobia.

Es por tanto una actitud hostil, que no distingue entre hombre o mujer y se
relaciona con la xenofobia o el racismo porque, como ellos, consiste en señalar al otro
como contrario, inferior o anormal. Hay diferentes formas de homofobia según los
componentes en los que se articula: afectivos o emocionales, conductuales y
dispositivos ideológicos.

Si la relacionamos con los sentimientos negativos que se producen por el hecho de


tener que relacionarse con personas homosexuales, estamos hablando de homofobia
afectiva. Puede relacionarse también con los comportamientos que se producen, que van
desde el chiste fácil sobre “maricas” a la agresión física. En este caso estamos hablando
de homofobia conductual. Y por último si hablamos de las ideas y conceptos que se
manejan sobre los homosexuales, con la visión tradicional que es asociada a lo
antinatural y amenazador, hablamos de homofobia cognitiva (Generelo et al, 2005: 11).

Se hace también distinción entre los tipos de homofobia que existen, Maroto
(2006: 60) habla de homofobia cultural, institucional, internalizada, interpersonal y
personal.

La homofobia cultural es el conjunto de normas y reglas sociales que establecen


que ser heterosexual es mejor o más moral que ser lesbiana o gay, y que todos son, o
deberían ser, heterosexuales. Eso provoca que los gays o lesbianas se sientan
marginados y discriminados dentro de la sociedad a la que pertenecen.
Hablamos de homofobia institucional cuando nos fijamos en las muchas formas
en las que los gobiernos, las industrias, el comercio, las iglesias y otras instituciones y
organizaciones ejercen discriminación contra los gays y las lesbianas. Estos grupos
establecen políticas, asignan recursos y mantiene reglas implícitas de comportamiento
para sus miembros en forma discriminatoria.
Por otro lado, hablando más individualmente está la homofobia internalizada
que se produce cuando una persona gay o lesbiana asimila los prejuicios sociales contra

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la homosexualidad en sus propios sentimientos de autovaloración, creando como
consecuencia un sentimiento de repudio hacia sí mismo, baja autoestima, llegando
incluso a odiar a otros homosexuales.
La homofobia interpersonal es el miedo, la antipatía u odio hacia gente de la que
se cree que es lesbiana o gay. Este odio o antipatía puede ser expresado mediante
insultos, ostracismo, hostigamiento verbal o físico y actos individuales de
discriminación.
Por último la homofobia personal se manifiesta a través de la creencia de que
las personas gays, lesbianas y bisexuales son pecaminosas, inmorales, enfermas,
inferiores a los heterosexuales o que son hombres y mujeres incompletos. Es una forma
de prejuicio aprendido, pues no nacemos sabiendo que ser gay o lesbiana es inmoral.

Podemos distinguir además, hablando de cada colectivo más individualmente


entre la lesbofobia cuando va dirigida hacia las mujeres lesbianas, bifobia contra los
bisexuales y por último, transfobia si se dirige hacia personas transexuales o
transgénero.
Estas fobias cuentan con elementos específicos como son la invisibilización, el
contagio del estigma, la falta de apoyo o extensión de la ofensa. Se pueden manifestar
abiertamente, mediante actos de agresión física o verbal, o de manera sutil, de forma
que esté tan interiorizada que no se es consciente de que se está haciendo. Nos vamos a
centrar en esta última, por parte de los trabajadores sociales, para realizar la guía.

Cuando pensamos en actos que condenen los comportamientos homosexuales,


siempre se recurre a que estamos en el S. XXI y que esto ya no pasa. A continuación
vamos a exponer unos antecedentes de estos actos para ver hasta qué nivel hemos
“evolucionado” los seres humanos en cuanto a discriminación. Tal y como señala
Briceño (2012: 379), sí que es cierto se ha avanzado en cuanto a representaciones y
prejuicios, pero se siguen negando espacios sociales y políticos a personas que no
representan la sexualidad hegemónica.

Una de las características de la cultura patriarcal es el heterosexismo,


característica que dota a las relaciones heterosexuales de un privilegio, haciéndolas más
deseables, positivas y productivas, es decir, como superiores (Zapata, 2013: 47)

Hablando específicamente de España se ve muy claro, ya que no hace tanto


estábamos en una dictadura y los actos homosexuales eran muy reprimidos, por no

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hablar de la invisibilización de lesbianas, ya que sólo se contemplaba a los hombres
gays. Porque a la hora de hablar de homofobia y de penalización de la homosexualidad
aún en la actualidad, sólo se condena la masculina, el lesbianismo es condenado y
marginado desde su invisbilización, es decir, las lesbianas son discriminadas tanto por
su condición sexual como por su género, de este fenómeno habla la autora Beatriz
Gimeno (2008).

Durante el franquismo estuvo vigente la Ley de vagos y maleantes de 4 de


agosto de 1933, que no sancionaba delitos, pero llevaba a cabo medidas de alejamiento,
control y retención de personas que supuestamente eran peligrosas para la paz social o
la tranquilidad pública. Esta ley en un principio no contemplaba la homosexualidad
como delito, ya que en 1822 se había despenalizado la misma al desaparecer la sodomía
como delito del código penal. Pero se modificó en 1954 para volver a penalizar la
homosexualidad: se dispuso que los homosexuales deberían ser internados en
Instituciones especiales y ser apartados de los demás, estar sometidos a la vigilancia de
los Delegados, tener la obligación de declarar su domicilio así como en algunos casos
tenían la prohibición de vivir en determinados lugares5.

El 4 de agosto de 1970 se aprueba la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación


Social, que imputaba penas de 5 años o internamiento psiquiátrico a las personas que
cometiesen actos homosexuales6.

El 26 de diciembre de 1978 el Consejo de Ministros decide excluir la


homosexualidad de la LPRS (Ley 16/1970, de 4 de agosto, sobre Peligrosidad y
Rehabilitación Social) gracias a numerosas manifestaciones, la primera el 26 de junio de
1977, que tuvieron lugar con la finalidad de defender los derechos de los homosexuales.

En 1986 se funda El colectivo gay de Madrid, (COGAM)7. Este colectivo


repartía preservativos (en un contexto de creciente concienciación por el VIH/Sida), se
acercaba a los locales de ambiente para ofrecer información y así empiezan a surgir los
primeros servicios dedicados exclusivamente a personas LGTB, como teléfonos de
información o asesorías.

5 Ley de 15 de Julio de 1954, por la que se modifican los artículos 2º y 6º de la Ley de Vagos y Maleantes
de 4 de agosto de 1933.

6 Ley 16/1970, de 4 de agosto, sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social


7 Recuperado el 20 de enero en: http://www.cogam.es/informacion-de-cogam

18
Existiendo un vacío legal evidente con respecto a los derechos de las parejas de
fallecidos, en 1989 surge el caso Juan Reina, el primer gay en reclamar sus derechos en
relación con su pareja. Fue defendido en los tribunales pero debido al vacío legal que
existía siempre se rechazaban sus reclamos. Este caso tuvo mucha proyección mediática
y aunque este caso no termino aprobado, sentó las bases para una futura ley (Petit, 2003:
37). En 1998 se aprueba en Cataluña la Ley de Uniones Estables de pareja.

Pero antes, bajo unas circunstancias de gran concienciación y presión social, se


promulga la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994, siendo ésta la primera
que identifica a las parejas del mismo sexo, influyendo en la posterior indemnización de
Victimas de Violencia y Terrorismo.

Podemos decir que el Nuevo Código Penal de 1995 supone el mayor avance
legal del movimiento LGTB hasta esa fecha. En éste se establece la no discriminación
por causa de orientación sexual, se nombra también a la pareja de hecho, refiriéndose a
ella como cónyuge o persona a la que se está ligado. Establece en su Artículo 22.4 “Son
circunstancias agravantes cometer delito por motivos racistas, antisemitas u otra clase
de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia,
raza o nación a la que pertenezca, su sexo u orientación sexual, o la enfermedad o
minusvalía que padezca”8.

Se habla también en éste de los delitos contra los derechos de los trabajadores,
incluyendo entre las causas que producen grave discriminación, la ejercida contra
alguien por razón de su orientación sexual. En 1998, como se ha mencionado
anteriormente, se promulga la Ley de Uniones Estables de Pareja de Catalunya (LUEP)
en la que la administración y los poderes públicos reconocen y regulan las parejas del
mismo sexo, teniendo solo la oposición del PP (Petit, 2003:167).

Pero no es hasta hace tan solo diez años, cuando se establece una ley que cambia
el Código Civil de tal forma que se legalizan los matrimonios entre personas del mismo
sexo, la Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se Modifica el Código Civil en Materia
de Derecho a Contraer Matrimonio. Cabe destacar que España fue el tercer país del
mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, por detrás de Países
Bajos y Bélgica.

8 Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal (Vigente hasta el 28 de Octubre de 2015)

19
Aunque las leyes han ido avanzando, así como la visibilización en medios de
comunicación y en la sociedad, siguen teniendo lugar un gran número de
discriminaciones presentes día a día y contra las que no se actúa.

Existen en la actualidad en todo el mundo los movimientos anti-homosexuales


que defienden que es una “obligación cristiana” el rechazo e incluso en algunos casos el
asesinato de las personas homosexuales. La discriminación por causas religiosas es la
más destacable en este ámbito, existente en numerosas religiones que incluso se
enfrentan entre sí, pero coinciden en que estas prácticas son pecado y deben ser
penalizadas.

Dejando a un lado la religión, se ha considerado durante siglos que la


homosexualidad es “antinatural”, hecho que ha fomentado la homofobia mediante el
odio, la persecución o el miedo a los homosexuales. Estos argumentos defienden que
para preservar el “orden natural” de las cosas es necesario eliminar los elementos
antinaturales de la sociedad. Es por ello por lo que millones de personas han sido y
siguen siendo asesinadas. Personas que han sido quemadas, ahorcadas, obligadas a
trabajar en campos de concentración, a sufrir experimentación médica, encarcelamiento,
tratamientos psiquiátricos, etc.

Podemos creer que estas conductas de rechazo son cosa de tiempos lejanos o de
países que están subdesarrollados y por tanto no comprenden la bestialidad que supone
la condena de prácticas homosexuales, pero hasta el 17 de mayo de 1990 la OMS
incluía la homosexualidad en su lista de enfermedades psiquiátricas. Y aún en 1999
John Kellet, especialista en psiquiatría de Londres administraba terapias ofrecidas por la
seguridad social británica que intentaban inducir repugnancia hacia el sexo gay (Baird,
2006).

Desde las teorías feministas se analiza la heteronormatividad como forma de


represión del patriarcado hacia las mujeres, ya que éstas son seres sexuados en todos los
contextos. Monique Wittig (2006) argumenta que “la categoría de sexo es la categoría
que establece como “natural” la relación que está en la base de la sociedad
(heterosexual), y a través de ella la mitad de la población (las mujeres) es
“heterosexualizada” y sometida a una economía heterosexual. La categoría de sexo es el
producto de la sociedad heterosexual que impone a las mujeres la obligación absoluta de
reproducir “la especie”, es decir, reproducir la sociedad heterosexual”.

20
4.3 INCLUSIVIDAD Y LENGUAJE.

Es importante a la hora de elaborar un discurso hacia los usuarios, comprender


cuáles son los elementos que le dotan de características discriminatorias, sexistas,
racistas, homófobas, etc., así, como las formas en que resulta reproductor de
estereotipos y prejuicios hacia colectivos o personas individuales.

Al hablar de “discursos”, lo definimos tal y como lo hizo Foucault como los


sistemas de pensamiento compuestos por ideas, actitudes, creencias, procesos y
prácticas que “sistemáticamente construyen aquello de lo que hablan” y son el medio
por el que las relaciones de poder producen sujetos que hablan. Es decir, son las formas
en las que se entiende la realidad que incorporan la ideología sobre la que se asienta el
poder (Bengoechea, 2015: 92).

En muchas ocasiones se ha hablado sobre el lenguaje sexista, éste está presente en


los discursos diarios de la mayor parte de las personas, bajo las órdenes del sistema
patriarcal. Este sistema, aunque se nombre en una menor medida también reproduce
discursos heteronormativos, que sirven como constante represión e invisibilización de
las diversidades presentes en la sociedad.

Para el ser humano es clave el poder nombrar algo para considerar que existe, todo
lo que no se nombra o se desconoce, no existe, es por esto por lo que se necesita realizar
un cambio en el discurso, por lo que se necesitan numerosas etiquetas para nombrar las
diversidades (Maroto, 2006: 37). No son los colectivos LGTB los que necesitan esas
etiquetas para existir, es el resto de la sociedad que se niega a ver más allá de su propia
realidad y solo percibe como real aquello para lo que se posee categorías de antemano.
Un ejemplo de ello es la falta de visibilidad lesbiana durante la historia, ésta práctica no
se condenaba como la homosexualidad masculina ya que no era concebible en la
mentalidad humana, debido en gran parte al pensamiento patriarcal que no contemplaba
que las mujeres pudieran vivir sin hombres de lo que hablan autoras como Beatriz
Gimeno (2008) o Adrienne Rich (1980). La homosexualidad responde a una concepción
de familia que ha sido “impuesta, administrada, organizada y mantenida por la fuerza
(Rich 1980, 5), asegurando así que las mujeres dependen de los hombres física,
emocional y económicamente (Goodrich et al, 1989: 171).

21
Además de la capacidad de invisibilizar, por suerte, el lenguaje tiene otro poder,
tiene la capacidad de empoderar a la gente, de sanar, de crear realidades y moldear el
futuro abriendo las puertas al cambio, a la aceptación e inclusividad en la sociedad de
todas las realidades existentes, haciéndonos conocedores a todos de la variedad de éstas
(Maroto, 2006: 55).

Tenemos en cuenta que los discursos responden a diferentes ideologías, está claro
que puede haber en todo momento discrepancias hacia un mismo tema (como puede ser
la prostitución, homosexualidad, etc.). Esto genera conflictos y competencias que les
hacen ser productos históricos, no son inmutables, pueden en todo momento ser
transformados y modificados (Bengoechea, 2015).

El lenguaje debería estar en constante cambio para adaptarse a las nuevas


realidades emergentes, hasta el momento silenciadas. Es a través del uso del lenguaje
como se cambia el curso de la historia, el poder patriarcal y heteronormativo puede
responderse y rebatirse a través de los discursos. Es lo que buscamos en este trabajo,
concienciar a los diferentes profesionales de que pueden cambiar el discurso que viene
establecido por sistema para adaptarlo a las realidades de los usuarios y que no resulte
negativo y represivo con respecto a sus formas de vida.

Julia Penelope (1990) y Sara Mills (1995) son dos analistas que incorporaron a los
estudios de lengua y género la rama de la lingüística crítica. En ésta juzgan los procesos
sociales y políticos actuantes a través del discurso y su forma de manifestarse en los
diferentes textos. Esta rama de la lingüística parte de la concepción de que la lengua es
un fenómeno social que se utiliza también como forma de control social. Debido a que
el uso de ciertos patrones verbales predispone a comportamientos controlados por los
mismos (Bengoechea, 2015: 98).

En todas las disciplinas (antropología, sociología, estudios de lengua y género, etc)


en las que la identidad se ha convertido en uno de los focos de estudio, se reconoce el
gran papel que juega el lenguaje en la creación y desarrollo de las identidades, ya que el
proceso de creación de éstas está relacionado con las prácticas sociales, en especial las
verbales. Es decir, las identidades surgirían del discurso. Teniendo en cuenta esto, y
suponiendo que el ser humano es capaz de constituirse agente de cambio, de hacer uso
del discurso y de la variación lingüística para crear identidades, se trata de usar ese

22
poder para crear una mayor inclusividad con respecto a las orientaciones e identidades
que poseen las personas con las que se va a trabajar (Bengoechea, 2015).

Las personas LGTB están sometidas a la presión del lenguaje mucho antes de
siquiera saber lo que significa ser LGTB, ya que desde que una persona nace crece y es
educada en un entorno en el que se usan las palabras “marica” o “bollera” de forma que
se crean en las conciencias “traumatismos emocionales” que dejarán huella e influirán
en su forma de relacionarse con el mundo. Es por el poder de nuestros discursos ante los
usuarios que se debe maximizar el uso de un lenguaje neutro e inclusivo, para crear un
ambiente de seguridad y confianza plena. Un ambiente donde la persona no encuentre
rechazo y se le incluya en todo momento, dejando a un margen el discurso
heteronormativo hegemónico existente en nuestra sociedad y al que este colectivo debe
enfrentarse diariamente. Es nuestra obligación como profesionales que las palabras que
utilizamos para designar las realidades sean capaces de sanar, empoderar a los usuarios,
transmitirles sensación de seguridad que les haga enfrentarse a todas las adversidades
que puedan surgir sin un sentimiento de miedo, timidez o vergüenza.

23
4.4 HETERONORMATIVIDAD Y TRABAJO SOCIAL: EL PROCESO DE
SALIR DEL ARMARIO.

Vivimos en una sociedad en la que lo ideal es la heterosexualidad monógama, es


el punto de referencia a alcanzar por millones de hombres y mujeres en todo el mundo.
Es lo que ya hemos llamado anteriormente, heteronormatividad, todo lo que no cumpla
con ese ideal de pareja heterosexual queda invisibilizado o estigmatizado y es visto por
la sociedad de manera negativa (Maroto, 2006: 163).

Debido a la gran valoración que se le da a las prácticas sexuales de las personas,


ser LGTB es un hecho de gran trascendencia en la vida personal y política de cada uno.
El hecho de tener una orientación sexual diferente a la ideal o un género que no encaja
dentro de los cánones del binarismo te hace estar expuesto a una serie de estereotipos y
prejuicios, y en muchas ocasiones vistos como seres inferiores. Por ejemplo, si una
mujer se acerca más a los estereotipos masculinos de la sociedad que a los femeninos, se
habla de “marimacho”, “bollera”, “camionera” y se da por supuesto que su orientación
sexual es lesbiana; cuando un hombre tiene “pluma” o viste de manera más femenina se
da por hecho que es gay, usando palabras despectivas como “marica”, “maricón”, o
“loca”. Está también muy extendido el pensamiento de que en una pareja de
homosexuales siempre uno adopta el rol femenino y otro el rol masculino, debido a lo
interiorizado que tienen las personas el género y la heterosexualidad.

Es importante que los profesionales tengan en cuenta que el “salir del armario”
es un proceso, no es un acto que hace una persona en una ocasión puntual y por lo que
no tiene que volver a pasar. Una persona nunca deja de salir del armario. Las
circunstancias personales, familiares y sociales, hacen que cada proceso sea único y el
profesional debe dejar constancia de que sean cuales sean esas circunstancias, él puede
acompañar ese proceso y por tanto debe estar capacitado para ello. Como ya se ha
mencionado, el objetivo no es hacer una guía para personas que tratan específicamente
con estos colectivos, sino desde el hecho de “normalizar” estas orientaciones e
identidades sexuales, dotar a los profesionales de las habilidades necesarias para
afrontar las consecuencias derivadas de formar parte de este colectivo, como es en este
caso, el hecho de salir del armario.

El trabajador social debe ser visto por el usuario como una referencia a la que
poder acudir para plantear cualquier problemática, crisis o vivencias vinculadas a su

24
orientación sexual. No hay que centrarse en las causas y consecuencias de su
homosexualidad y en las problemáticas derivadas, sino que debe acompañarle en el
proceso de sentirse a gusto con su propia sexualidad y teniendo en cuenta que la
adolescencia es el proceso de inicio de las relaciones sexuales, es clave crear un
ambiente de confianza para poder plantear dudas con respecto a estas prácticas (Maroto,
2006: 193).

El primer armario del que se sale es el propio, generalmente las personas crecen
en una sociedad regida por la heterosexualidad, por lo que es en el momento en que se
descubren “diferentes” y se aceptan cuando se da este primer paso. Este paso es
diferente en cada persona, no llega una edad en la que de “algo hace clic” y entonces
descubre que las personas que le atraen son de su mismo sexo, que no se siente
identificado con el género asignado, etc., por lo que la edad, el contexto social, la
familia, la educación que se ha recibido, todo, son factores que influyen a la hora de
asimilar que se es diferente. Los amigos y apoyos sociales suelen ser (dependiendo de la
edad) los segundos en enterarse, es decir, primero un adolescente se lo cuenta a sus
amigos y en segundo lugar a sus padres. No es posible conocer de antemano cuál va a
ser la reacción, o si va a haber alguna reacción, pero se debe estar preparado para ellas y
se debe hablar con total naturalidad de la cuestión con la persona implicada.

Es importante que el paso de “salir del armario” con el profesional no sea


traumático, ni suponga una dificultad, para ello es por lo que queremos eliminar esa
heteronormatividad en nuestro lenguaje, en los documentos que se deben presentar en
las administraciones y asociaciones y en general en el trato con los usuarios. Hay que
tener en cuenta y muy presente que la decisión de salir del armario es totalmente
personal, es decir, en ningún momento se debe presionar a la persona para que dé el
paso. Aunque la situación personal sea óptima, en ningún momento se sabe los miedos
o pensamientos que pasan por la mente del usuario. Hay que animar, eliminar prejuicios
y miedos, normalizar la situación y preparar y acompañar a la persona en todo el
proceso.

Lo ideal sería que nadie tuviera que pasar por este proceso, ningún adolescente
cuando cumple 14 años le dice a sus padres: “Papá, mamá, soy heterosexual, me gustan
las mujeres” y sin embargo en el momento en que un adolescente o un niño descubre
que es homosexual o transexual sabe que debe pasar por ese proceso. Nadie va a dar por
hecho su realidad, nadie va a suponer en el momento de su nacimiento lo que es, a

25
preguntarle “por novios o novias” en las tradicionales comidas familiares, porque es
algo que se considera “diferente” porque es algo que “debes decir, porque se sale de la
normalidad por mucho que te pese”. Va a tener que escuchar que debe decírselo a sus
padres, familiares, amigos, que “ya es hora”, “seguro que le das más importancia de la
que tiene”; es decir, se le está diciendo a una persona (vamos a suponer que se
encuentra en esa maravillosa y facilísima etapa que es la adolescencia) que para
empezar tiene que desmentir todo lo que se ha dado por hecho que es desde que nació,
que va a tener que hacerlo durante toda su vida, porque cada persona que conozca dará
por hecho que se encuentra dentro de las normas de la sociedad, que a estas alturas la
homosexualidad (la transexualidad se encuentra a un nivel aún peor) es algo aceptado y
a la orden del día, pero no es tan normal como para poder callártelo y vivirlo como
venga, como tú quieras, sin tener que confirmar o desmentir nada. Y todo esto se le está
diciendo a una persona que desde que nació no conoce nada diferente, pero que sin
embargo no cuenta con referentes en la sociedad, en la televisión, en los libros (aunque
esto está cambiando poco a poco), que en todo momento ha ido asimilando desde fuera
que efectivamente lo que pasa por su cabeza, por su corazón y por su estómago cuando
piensa en la persona que quiere, en cómo se siente con respecto a su sexo, es y solo por
el mero hecho de tener que confirmarlo, lo contrario a normal.

Una vez se ha asimilado, el segundo gran paso son los padres, el momento en
que éstos se enteran ya sea porque su hijo les informa, porque se enteran por terceros o
porque lo han sospechado desde siempre y se les confirma, es un momento de
desorganización de sentimientos para ellos. Se llama “revelación” el momento en que el
hijo decide dar el paso, dar un paso de gigante en el proceso de autoafirmación de su
identidad y comparte, lo que en muchos casos ya se sabía: que es homosexual.

Deberíamos vivir en una sociedad en la que nadie sale del armario sino que
todos pertenecemos al mismo lugar, ya que este acto implica que la persona LGTBI
deba diferenciarse a sí mismo del resto de la sociedad heteronormativa (Gallardo et Al,
2009: 47).

En caso de que surjan sentimientos de culpa, fracaso, ira, confusión,


desesperanza, frustración es donde la intervención grupal del trabajo social se convierte
en una gran herramienta de cara a acompañar a los padres y madres en el proceso de
asimilación de la homosexualidad (se habla casi todo el tiempo de homosexualidad,
pero en el caso de la transexualidad funciona de manera similar), con la creación de

26
Grupos de Ayuda Mutua para Madres y Padres de Homosexuales para gestionar el
proceso de asimilación. Más adelante se expondrán diferentes prácticas, entre ellas se
hablará de estos grupos (Maroto, 2006: 164).

Hay personas que no consideran una necesidad este proceso ya que no tienen
nada que decir, porque cuando consiguen poner nombre a lo que les sucede, no
consideran que haya nada diferente que no haya estado ahí desde el principio. Crear un
problema a personas que no consideran que lo tengan a veces solo promueve una
situación de estrés y un rechazo innecesario, la necesidad de “contarlo” no aparece en
todas las personas (Platero, 2014: 148)

Con este apartado se trata de acercar al profesional a la perspectiva del usuario,


que trate de comprender por qué resulta a veces tan complicado dar este paso para que
pueda así realizar un acompañamiento adecuado. Éste puede ser más sencillo o más
complicado dependiendo del contexto social en el que se desenvuelva la persona, y la
capacidad de aceptación que tengan en su entorno.

27
4. ANÁ LISIS DE TRABAJO SOCIAL Y DIVERSIDAD AFECTIVO -
SEXUAL

Se define el trabajo social como la disciplina que se ocupa del estudio de


situaciones problema y de las necesidades surgidas debido a la carencia de recursos, el
fin es promover en los sujetos una actitud que les permita ser los que realicen el cambio.
Teniendo en cuenta que lo que se considera para la profesión como “necesidad social”
cambia dependiendo del contexto histórico, del modelo de sociedad y de la concepción
ideológica existente en cada momento (Maroto, 2006: 71).

La finalidad de promover un cambio con respecto a los colectivos LGTBI es que


llegue un momento en que la forma de amar, de sentirse con respecto a su identidad y
orientación sexual no suponga un problema y no necesite un trabajo específico desde el
ámbito de lo social, ya que es un aspecto personal e individual de las personas que no
debería influir tanto en la forma de vida de las personas, de igual manera que no les
influye a las personas cis o hetero.

Trabajamos en pos de dar respuesta a unas necesidades específicas y


desarrollamos nuestro trabajo poniendo en práctica una serie de conocimientos y
habilidades adquiridos que se guían por unos valores éticos que deberían ponernos al
servicio de la inclusión social de todos los colectivos. Maroto (2006: 75) propone unos
valores vinculados al colectivo LGTBI inspirándose en el “Código Deontológico de la
Profesión de Diplomado en Trabajo Social”, estos son:

 La injusticia social que viven las personas LGTBI en nuestro país que
nos obliga éticamente a situarnos allí donde estos son víctimas de
violencia, donde son marginados o excluidos y donde les son privados
sus derechos y libertades.

 El deber y obligación (tanto como profesionales como personas) de


promover un desarrollo autónomo y libre de todos los colectivos para
aportar con nuestro trabajo al bienestar individual y social.

 Intervenir en la resolución de conflictos y sus competencias a favor de la


justicia social.

28
 Fomentar el “empoderamiento” trabajado con otros colectivos, para que
los LGTBI sean sujetos de su propio desarrollo y transformación.

Se propone “una intervención específica y diferenciada a la realidad personal,


grupal, comunitaria y social que viven las personas cuya orientación del deseo sexual se
dirige hacia personas de su mismo sexo”, es decir: propone una intervención con
personas LGTBI como un campo especializado de intervención con la finalidad de la
normalización de estas como estrategia global de actuación (Maroto, 2006: 73).

Es cierto, que por desgracia vivimos en una sociedad en la que la intervención


específica con personas LGTBI es necesaria porque aún se necesita crear espacios
seguros donde puedan desarrollarse y expresarse con total libertad. Espacios en los que
existan referentes que aún no se muestran en el ámbito público de forma que todo el
mundo pueda desde el principio saber que existe más gente como ellos, que no están
solos, no son raros. Pero desde un punto de vista personal y lo que se pretende con este
trabajo es mostrar esas realidades y diversidades a profesionales de todos los ámbitos y
sectores, porque la diversidad sexual y de género no afecta a un colectivo específico,
sino que cualquier persona puede serlo y cualquier trabajador debería ser capaz de
realizar sus prácticas profesionales atendiendo a todas las diversidades sin
discriminación ni invisibilización. Así es como muchas veces se evita que las personas
de estos colectivos pidan ayuda, por la falta de seguridad en el sistema. No es suficiente
con crear espacios específicos para tratar las problemáticas derivadas de la orientación
sexual; para promover un cambio real es necesario la implicación desde todos los
ámbitos, normalizando así estas diversidades.

Esto ya lo contempló Briceño (2012) intentando generar inquietud a la academia


conforme a la inclusión de las nuevas realidades familiares y de la Teoría Queer en las
áreas de estudios de familia y género, así cómo revisar las bases teóricas que sustentan
la intervención profesional de los trabajadores sociales en este tipo de realidades.

Las relaciones sociales y los espacios en los que se desarrollan ponen en énfasis
que existen realidades muy complejas que es necesario conocer y comprender para
poder ejecutar una intervención y hacer frente a las diversidades, poniendo en práctica
los conocimientos adquiridos acerca de todas las realidades. Así, para poder llevar a
cabo una práctica adecuada es necesario conocer y comprender la realidad con la que se

29
trata y los conceptos claves del colectivo, de forma que se pueda acompañar y trabajar
positivamente en todo momento (Briceño, 2012: 392).

La Federación Internacional de Trabajo Social aprobó el trabajo “Sexual


Orientation and Gender Expressión”, en su asamblea de junio de 2014, en el que se
plasma la necesidad de que los profesionales mejoren el nivel de respeto hacia
colectivos LGTBI ya que son vulnerables a la opresión y a la marginalización9.

La NASW (Asociación Nacional de Trabajadores Sociales en E.E.U.U) opina


que los responsables de explicar la pluralidad de orientaciones sexuales de forma
positiva es de los trabajadores sociales, alertando de los posibles problemas de
estigmatización que pueden llevar a los usuarios hacia terapias de conversión (De la
Mora y Terradillos, 2004: 123).

Lori Messinger (2006), trabajadora social norteamericana, establece dos marcos


desde los que se puede realizar el trabajo social con estos colectivos: la competencia
cultural y la práctica del empoderamiento. A la hora de hablar de la competencia
cultural sigue a Cross et al. (1989:13) para los que se define como “un conjunto de
conductas, actitudes, y políticas que admiten que los profesionales trabajen con eficacia
en situaciones interculturales”. El empoderamiento consiste en trabajar a favor del
desarrollo de actitudes positivas con respecto a su autoeficacia (Messinger, 2006).
Ambos marcos se basan en considerar este colectivo como una minoría cultural.

Debemos trabajar a través de las representaciones sociales y su posibilidad de


constituir una acción de cambio. Éstas se construyen a través de informaciones,
creencias, opiniones y actitudes hacia un objeto dado. Si la diversidad adquiere un tono
de representación social indebido e inmoral, las formas de intervención no pretenderán
validarla sino ajustarla al modelo heteronormativo que representa socialmente la
normalidad (Briceño, 2012: 384).

A la hora de tratar con personas mayores LGTBI, hay que ser conscientes de que
sufren dos formas de discriminación: la homofobia y el edadismo. De la homofobia ya
hemos hablado durante todo el trabajo y el edadismo es una forma de discriminación
basada en la edad, como puede ser la separación de los mayores en los espacios de ocio
o producción. Esta parte de la población está completamente invisibilizada debido a los
prejuicios establecidos tanto como a las personas LGTBI como a las personas mayores.

9 http://cdn.ifsw.org/assets/ifsw_90852-5.pdf recuperado el 3 de febrero de 2016.

30
Existe la creencia que el estilo de vida homosexual es caracterizado por el
disfrute constante de encuentros sexuales, mientras que el estereotipo contra las
personas mayores es que no poseen vida sexual, por tanto, las personas mayores LGTBI
no existirían. Un aporte por parte de nuestros profesionales con este colectivo sería la
visibilización sobre todo en residencias y centros de ocio. Además de la invisibilización
en espacios LGTBI en los que usualmente solo se crean espacios para gente joven.
Según Chesee (2010) debido a estas dos formas de marginación que sufren y a su
invisibilización ante la sociedad en general hace que los actuales servicios existentes no
se adapten a lo que este colectivo necesita (Mesquida et al, 2014).

Para reducir los prejuicios existentes hacia los colectivos LGTBI será vital tener
en cuenta una serie de cuestiones que pueden llevarse a cabo desde los ámbitos de la
intervención social:
 Comprender que el marco institucional en el que se encuentra la persona es
clave para desarrollar una barrera y eliminar los prejuicios (escuela, familia,
ámbito laboral, etc.).
 Tratar de generar un marco de aprendizaje cooperativo, donde se puedan
desafiar los estereotipos negativos existentes. La diversidad y experiencia de
la ciudadanía puede ayudar a crear este marco.
 Desarrollar vínculos significativos permite que se produzcan cambios en las
actitudes, vínculos en los que se realice frecuentemente contacto con
personas diversas (de otras etnias, sexualidades, género, cultura, etc.). En
este aspecto, los profesionales de la intervención pueden tomar un papel
fundamental para que se produzca en positivo este aprendizaje (Platero,
2014: 276).

Tras la entrevista con una Trabajadora Social (entrevistada 5) de la


administración pública que ha trabajado en diferentes ayuntamientos de la Comunidad
Autónoma de La Rioja, ha quedado más patente que al no haber surgido ningún caso no
se tienen conocimientos básicos sobre estos colectivos. Uno de los planteamientos
surgidos es la necesidad de formación de los profesionales en este ámbito, idea que
afirma la redacción de la Guía de Buenas Prácticas. Tras entrar en la página del
Ministerio de Servicios sociales se ha comprobado que aunque es cierto que existen en

31
las diferentes administraciones recursos creados para estos colectivos, no se ofrecen
cursos de formación para profesionales.

Se ha llevado a cabo un estudio sobre el nivel de homofobia y lesbofobia en


profesionales del ámbito social de la provincia de Ourense y las conclusiones del mismo
establecen que aunque es cierto que los niveles son medio-bajos en los profesionales de
este ámbito, son superiores que en psicólogos. Y además, siguiendo a Maroto (2006), el
estudio dictamina que deben plantearse formas metodológicas de reflexión para este
colectivo ya que intervenciones cargadas de homofobia y/o estereotipos con respecto al
colectio LGTBI favorecen la exclusión (Rodriguez, 2014: 53).

Teniendo todo esto en cuenta se ve necesario la redacción de la “Guía de buenas


prácticas”, porque aunque tal y como dice Maroto, es necesario crear espacios y trabajar
exclusivamente con colectivos LGTBI, con profesionales especializados en estos temas,
también es necesario que todos los profesionales que trabajan de cara a las personas
tengan unos conocimientos básicos, dado que cualquier persona de cualquier colectivo
puede ser LGTBI y necesita sentirse segura al acudir a cualquier centro a hablar con un
trabajador social.

La guía va a elaborarse contando como base con el marco teórico elaborado en


este trabajo en el que se exponen una serie de conceptos que se consideran clave para
entender la realidad de los colectivos LGTBI y que pretende que los profesionales
puedan realizar su trabajo integrando en su totalidad las realidades que contempla la
diversidad afectivo-sexual.

32
5. C ONCLUSIONES

Cabe destacar la gran variedad de diversidad que existe en el aspecto de las


relaciones afectivo sexuales, teniendo en cuenta que en este trabajo se han dejado
muchas sin tratar ya que la extensión podría ser infinita y nos hemos querido centrar en
las orientaciones e identidades más destacadas, considerando que la inclusividad de la
que tratamos en todo momento puede adaptarse a diferentes realidades.

Una de las principales conclusiones a las que he llegado es que la educación y el


trabajo tanto como con padres o futuros padres, como con niños y adolescentes es
esencial. El imaginario de la tolerancia y aceptación tanto propia como ajena, el
autoconocimiento del cuerpo, del género y de las identidades se forman en los primeros
años de edad y tratar las diferencias existentes con total normalidad es imprescindible
para el total desarrollo del ser humano.

Como conclusión, se ha determinado que en el Trabajo Social debemos tener en


consideración las teorías e investigaciones de Judith Butler, precursora de la Teoría
Queer, temas muchas veces desconocidos y que muestran el poder que ejerce la
sociedad y las “verdades universales” sobre el individuo particular. Más allá de las
prácticas que se pueden llevar a cabo como profesionales, esta teoría plantea unas
cuestiones que todos deberíamos tener en cuenta para replantearnos nuestro papel en el
mundo y la influencia que tanto nuestros actos y palabras como la aceptación sin ningún
cuestionamiento de estas verdades ejercen en la conciencia de otros.

Otra conclusión importante es que para poder hacer frente a los actos
discriminatorios es necesario conocer las diferentes formas de homofobia mostradas en
el segundo apartado del marco teórico. En este aspecto es en el que más he encontrado
ejemplos en la práctica, ya que las campañas antihomofobia sí que se llevan a cabo en
colegios, asociaciones y desde el gobierno. Campañas que tendrían mayor influencia y
repercusión si fueran complementadas con una educación desde edades tempranas.

Otro de los aspectos clave en la revisión que se ha hecho acerca de estos


colectivos es el lenguaje y el poder que éste posee, por lo que convendría que en toda
guía que se cree haya tanto un glosario de términos como unas metodologías e informes
que en todo momento contemplen las diversidades existentes para darles visibilidad. El

33
ser humano tiene como regla que todo aquello que no puede nombrar ni llegar a
comprender, no existe, por lo que desde la práctica profesional se debe intentar en todo
momento poseer un lenguaje inclusivo que respete y contemple a todas las personas.

El proceso de salir del armario es uno de los factores más importantes en estos
colectivos ya que es algo por lo que todo el mundo debe pasar si quiere expresarse con
total libertad y comodidad. Es algo que no se tiene en cuenta si no eres un profesional
dedicado exclusivamente a personas LGTBI, al no tener que pasar por ello, las personas
heterosexuales, no son conscientes de la importancia y repercusión que tiene en la vida
diaria. Por ello se ha tratado en el último apartado, intentando mostrar el proceso, y los
sentimientos de la persona, a través de éste, podrán llevarse a cabo y elaborarse
prácticas adecuadas a cada momento y contexto socio-familiar.

En resumen, la principal motivación para realizar este trabajo fue que a través de
la participación en asociaciones, tanto en prácticas como realizando voluntariado,
observé una deficiencia con respecto a estos colectivos en los departamentos en los que
no se les trataba de forma exclusiva. Mediante este estudio he adquirido un mayor
conocimiento con el tema, lo que complementariamente al trabajo de observación
realizado en primera persona, ha hecho posible que surja el planteamiento de las
prácticas que se plasmarán en la guía incluida como anexo, con la que se pretende
mejorar la visibilidad e inclusión de personas LGTBI desde los Servicios Sociales en
diferentes ámbitos y sectores de intervención y cumplir con los objetivos planteados
inicialmente para este proyecto.

34
6. B IBLIOGRAFÍA

- Baird, V. (2006). Sexo, amor y homofobia. Barcelona: Egales Editorial.


- Bengoechea, M. (2015). Lengua y género. Madrid: Editorial Síntesis.
- Briceño, M. (2012). Representaciones sociales de los profesionales de trabajo
social sobre diversidad sexual: un aporte al debate sobre familia, adopción y
diversidad en clave de intervención social. Prospectiva, 17, 379-406.
- Butler, J. (2002). Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y
discursivos del sexo. Buenos Aires: Ediciones Paidós.
- Butler, J. (2006). Deshacer el género. Barcelona: Ediciones Paidós.
- Butler, J. (2007). El género en disputa. El feminismo y la subversión de la
identidad. Barcelona: Ediciones Paidós.
- Chaves, N. (2009). La homosexualidad imaginada. Vigencia y ocaso de un tabú.
Madrid: Maia Ediciones.
- Coll-Planas, G. y Vidal M. (2013). Dibujando el género. Barcelona: Eagles
Editorial.
- De la Mora, T y Terradillos , J. (2004). Trabajo Social y Diversidad sexual.
Trabajo social hoy: Experiencias prácticas en el Trabajo Social “aquí y
ahora”. Primer semestre 2004, 122-136.
- Foix, J et al. (2014). Familias también. Diversidad familiar, familias
homoparentales. Barcelona: Edicions Bellaterra.
- Gallardo, F. J y Escolano, V.M. (2009). Informe Diversidad Afectivo-Sexual en
la Formación de Docentes. Evaluación de Contenidos LGTB en la Facultad de
C.C.E.E. de Málaga. Málaga: CEDMA.
- Generelo, J. et al. (2007). Diferentes formas de amar: guía para educar en la
diversidad afectivo-sexual. Madrid Cogam
- Gimeno, B. (2008). La construcción de la lesbiana perversa. Barcelona:
Editorial Gedisa, S.A.
- Goicoechea, M.A., et al. (2015). Chicas que entienden. In-visibilidad lesbiana.
Madrid: EGALES.
- Goodrich, T. J. et al. 1989. Terapia familiar feminista. Buenos Aires: Paidós.
- López, N.A. (2008). Una mirada a los alcances de la homofobia desde el Trabajo
Social. Revista de trabajo social, 18, 126-139.

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- Martín, A. (2006). Antropología del género. Culturas, mitos y estereotipos
sexuales. Madrid: Cátedra
- Maroto, A.L. (2006). Homosexualidad y Trabajo Social, herramientas para la
reflexión e intervención profesional. Madrid: Siglo.
- Mesquida, J.M, et Al (2014). Trabajo Social, diversidad sexual y envejecimiento.
Una investigación a través de una experiencia de aprendizaje-servicio.
Alternativas. Cuadernos de trabajo social, 21, 177-192.
- Messinger, L y Morrow, D.F (2006). Sexual orientation and gender expression
in social work practica: working with gay, lesbian, bisexual and transgender
people. Nueva York: Columbia University Press.
- Petit, J. (2003). 25 años más. Una perspectiva sobre el pasado, el presente y
futuro del movimiento de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Barcelona:
Icaria Editorial.
- Platero, R.L. (2014). Trans*exualidades. Acompañamiento, factores de salud y
recursos educativos. Barcelona: Edicions Bellaterra.
- Rivera, Sylvia. (2015). Guía de conceptos. Asociación de transexuales de
Andalucía.
- Rodríguez Otero, L.M. (2014). Nivel de homofobia y lesbofobia en
profesionales del ámbito social de la provincia de Ourense. Documentos de
Trabajo Social, 54, 45-61
- Terradillos Vicente, J. (2005). Mediación y diversidad sexual. Trabajo Social
Hoy, Monográfico: Trabajo social y la mediación. Primer Semestre 2005, 125-
132.
- Wilton, T. (2005). (Des)orientación sexual. Género, sexo, deseo y
automodelación. Barcelona: Edicions Bellaterra
- Zapata Cadaviz, B. (2013). Las voces de la homoparentalidad. Resultados
preliminares de una investigación. Trabajo social, (15), 41-57.

36
7. LEGISLACIÓ N

- Ley de 15 de Julio de 1954, por la que se modifican los artículos 2º y 6º de la


Ley de Vagos y Maleantes de 4 de agosto de 1933.
- Ley 16/1970, de 4 de agosto, sobre peligrosidad y rehabilitación social.
- Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos.
- Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se Modifica el Código Civil en Materia de
Derecho a Contraer Matrimonio

37
8. A NEXOS

38
1
Contenido
INTRODUCCIÓN 3

1. GLOSARIO 4

2. PRÁCTICAS EN INTERVENCIÓN 11
A) Aspectos generales 11

B) Formación 18

C) Menores / Educación 20

D) Salud 29

3. RECURSOS 30

2
INTRODUCCIÓN

La siguiente guía tiene como objetivo mostrar a los profesionales de lo social


prácticas que mejoren sus intervenciones con colectivos LGTBI, sin ser estos
necesariamente sus usuarios exclusivos. Es decir, esta guía pretende ayudar a la
normalización y visibilización en diferentes ámbitos y sectores de estas personas. Se
han analizado e investigado diferentes conceptos y realidades sociales existentes,
además de observarse de forma práctica y se ha llegado a la conclusión que existen
numerosas deficiencias en los ámbitos en los que los profesionales no se dedican
exclusivamente al sector LGTBI.
Vivimos en una sociedad en la que se considera que existe una única sexualidad
hegemónica (heterosexual) y mientras se trabaje desde esta perspectiva se llevarán a
cabo actos homófobos y heterosexistas, sin ser consciente de ello, y esto perjudica que
estos colectivos acudan a los servicios sociales para solventar problemáticas derivadas
de su orientación sexual, ya que no suponen un espacio seguro.
El objetivo de la guía es hacer comprender a los profesionales algunos aspectos
clave de los colectivos LGTBI y además de mostrar posibles prácticas que pueden
realizar, que sean ellos mismos capaces de elaborar prácticas a través del conocimiento
adquirido.
Antes de empezar a mostrar las prácticas, es necesario que se comprendan
ciertos conceptos y realidades por las que deben pasar estas personas, para que, además
de seguir los consejos aquí expuestos, sean capaces de elaborar sus propios métodos de
trabajo.

3
1. GLOSARIO

Ambiente: Espacios donde se reúnen y encuentran las personas LGTBI.

Andrógino: Persona que no encaja perfectamente en los típicos roles de género


masculino o femenino. Persona que tiene los caracteres sexuales secundarios ambiguos,
ni masculino ni femeninos. Dentro de la medicina, se hace referencia al
pseudohermafroditismo masculino. Véase intersexual.

Asexualidad: Es la falta de orientación sexual. Estas personas no sienten deseo por el


placer sexual; no sienten atracción sexual hacia ninguna persona que les rodea y no
encajan dentro de ninguna orientación sexual definida.

Bifobia: Aversión, rechazo o temor patológico e irracional a las personas bisexuales, a


la bisexualidad o a sus manifestaciones.

Bisexual: Persona que se siente atraída romántica, afectiva y/o sexualmente por
personas de ambos sexos, no necesariamente en el mismo momento, de la misma
manera ni al mismo nivel.

Cirugía de Reasignación Sexual (CRS): Es una expresión que proviene del ámbito
médico para aquellas personas que hacen modificaciones corporales sobre los caracteres
primarios (órganos sexuales) y secundarios (pelo en algunas zonas, timbre de la voz,
distribución de la grasa corporal, etc.), para ajustarse mejor al género que sienten como
propio. Algunos términos relacionados con la CRS son: vaginoplastia, orquiectomía,
faloplastia, metoidioplastia, masectomía, entre otros.

Cisgénero: Contrario a transgénero; es decir, persona cuya identidad de género y/o rol
de género coincide –socialmente hablando- con el sexo asignado al nacer. Así, se puede
ser un cis-hombre o una cis-mujer.

Cultura sexual: El conjunto de valores, creencias y estándares sociales que regulan el


comportamiento sexual dentro de una sociedad o una comunidad específica.

Deadname: Normalmente ligado a las personas Trans que han cambiado de nombre, es
el que se le puso al nacer y con el que no están conforme, no se sienten identificados.

4
Disforia de género: cualquier sensación o sentimiento negativos, depresión, inquietud,
tristeza, ansiedad o ira generados por la disonancia entre el propio género y la
percepción de otras personas o la auto imagen corporal. Existen personas trans con
disforia y personas trans sin ella, puesto que no es un requisito para ser trans.

Diversidad: La diversidad se entiende como variedad, abundancia, gran cantidad de


cosas distintas. La palabra diversidad conlleva un sentido positivo socialmente: algo
diverso es bueno. Palabras como biodiversidad nos plantean la posibilidad de la
diversidad biológica conviviendo necesariamente. Antropológicamente, la diversidad
forma parte de formas distintas de ser y vivir los seres humanos.

Diversidad sexual: Se refiere a la gama completa de la sexualidad, la cual incluye


todos los aspectos de la atracción, el comportamiento, la identidad, la expresión, la
orientación, las relaciones y las reacciones sexuales. Se refiere a todos los aspectos de
los seres humanos como seres sexuales.

Estereotipos: Son aquellas características que atribuimos a un grupo determinado; para


ello simplificamos un rasgo y lo generalizamos a todo ese colectivo; por tanto, creemos
que todas las personas pertenecientes en algún grado a estos colectivos se comportan
igual. Es decir, que estas características son atribuidas por pertenece a un grupo como
gays, lesbianas, bisexuales o transexuales, y no por ser personas únicas y singulares.

Gay: Una persona que se identifica como hombre y que siente una atracción emocional,
romántica y/o sexual por los hombres. Homosexual. En algunos países puede designar
también a las mujeres homosexuales. Otros términos más o menos despectivos para
referirse a los hombres gays son marica, maricón, bujarra, etc.

Gay Friendly: Lugares o eventos donde las personas LGTBI son bienvenidas. Surge
como consecuencia de la homofobia existente y evidencia la necesidad actual de seguir
con precauciones cómo las de identificar aquellos lugares de ocio u hospedaje donde
estas personas pueden moverse con total libertad como cualquier persona, sin ser
cuestionados o violentados en su intimidad y dignidad.

Genderqueer / Intergénero: Estos son términos generales para aquellas identidades de


género que no son ni hombre ni mujer. Las personas que se identifican como
genderqueer, pueden verse a sí mismo como masculino y femenino, como ni masculino
ni femenino o completamente aparte de estos géneros. Algunas personas tienen

5
características del sexo opuesto, otras las tienen de ambos. Algunos genderqueer ven su
identidad como una de muchos posibles géneros más allá de masculino y femenino,
mientras otros ven el término como la posibilidad de englobar ambos géneros en uno,
un tercer género o ser una persona sin género. Estos se encuentran unidos por su
rechazo la noción de que existen tan solo dos géneros. El término puede utilizarse como
un adjetivo para referirse a una persona que trasciende el concepto de género, sin tener
en cuenta su propia identidad de género.

Género: Los códigos sociales y culturales que se emplean para distinguir entre lo que
se considera como aspectos, actitudes, comportamientos o sentimientos “masculinos” y
“femeninos” en una sociedad.

Heteronormatividad: Ideología dominante en nuestra sociedad en base a la cual se


establecen las relaciones heterosexuales como la norma y patrón a seguir. Se forma de
esta manera la base para que toda orientación no heterosexual pueda ser rechazada,
alienada y relegada a lo “anormal” y a lo “otro”.

Heterosexismo / Heterocentrismo: La ideología que mantiene la heterosexualidad


como lo normal y como la única forma de expresar las preferencias sexuales de una
manera deseable y aceptable. La aplicación de esta ideología resulta en la
discriminación y la opresión de personas que no se adhieren a ella. Este heterosexismo
está presente en las leyes, la cultura y la política.

Heterosexual: Persona que siente atracción afectiva y/o sexual hacia personas del sexo
opuesto. Una mujer a la que le atraen los hombres o un hombre al que le atraen las
mujeres.

Homofobia: Aversión, rechazo o temor patológico e irracional a gays y lesbianas, a la


homosexualidad o a sus manifestaciones. Como en los casos de xenofobia, racismo o
antisemitismo, la homofobia está relacionada con el rechazo general que se tiene a los
grupos minoritarios. La persona homófoba piensa que la homosexualidad es antinatural,
se siente incómoda en presencia de homosexuales y puede llegar a insultar e incluso
agredir físicamente a gays y lesbianas. Estos comportamientos pueden verse reflejados a
nivel institucional desde leyes que no contemplan la igualdad de homosexuales y
heterosexuales hasta la violación de los más elementales derechos humanos de gays y

6
lesbianas. Ésta puede afectar también a personas homosexuales. Términos relacionados
son la bifobia, lesbofobia o transfobia.

Homosexual: Persona que siente atracción afectiva y/o sexual hacia persona de su
mismo sexo. Esto es, una mujer que se siente atraída por mujeres (lesbiana); o un
hombre que siente atracción por los hombres (gay). En realidad, cualquier persona que
siente atracción por alguien de su mismo género técnicamente se podría denominar
“homosexual”, por ejemplo un hombre trans que siente atracción por un hombre trans.

Identidad de género: Sentimiento psicológico de ser hombre o mujer y adhesión a


ciertas normas culturales relacionadas con el comportamiento femenino o masculino. En
el caso de las personas transexuales, la identidad de género no concuerda con el sexo
biológico.

Inconformidad de género: Se refiere a una persona que demuestra características y/o


comportamientos que no están conformes con las expectativas tradicionales o sociales, o
que es percibida de esta manera. Personas no conformes al género podrían identificarse
o no como heterosexual, lesbiana, gay, bisexual o transgénero.

Intersexual: Llamamos intersexual a una persona, cuando su bioanatomía –y en


particular, su aparato sexual reproductivo- no conforman los standards culturalmente
vigentes de corporalidad femenina o masculina. Esta no conformidad corporal puede
adoptar formas diversas. Por ejemplo, es posible que una persona al nacer parezca
hembra por sus características externas, pero que internamente tenga una anatomía
típica de macho; o una persona podría nacer con genitales que parecen ser una
combinación de los tipos usuales masculinos y femeninos.

Intersexualidad: condición de intersexual.

Lesbiana: Una persona que se identifica como mujer y que siente una atracción
emocional, romántica y/o sexual por las mujeres. Otros términos más o menos
despectivos para denominar a las lesbianas son bolleras, camioneras, tortilleras, etc.

LGTB /LGBT: Siglas que identifican al colectivo de personas lesbianas, gays,


bisexuales y transexuales. En España se suele utilizar el orden LGTB, y en otros países
y/o activistas utilizan diferentes siglas como LGBTT (Lesbianas, gays, bisexuales,

7
transgéneros y transexuales), GBTTTI (gays, bisexuales, travestis, transgéneros,
transexuales e intersexuales), GBTI, LGBITQ (Q de Queerss).

Matrimonio homosexual: Desde el día 1 de julio de 2005, la ley española permite que
dos personas del mismo sexo formalicen su relación en los mismos términos que las
parejas heterosexuales. Es decir, no hay un tupo de matrimonio para gays y otro para
heterosexuales, es la misma legislación.

Monosexismo: Es la imposición social de desear a un solo sexo.

Orientación sexual: La dirección de la atracción sexual de una persona hacia personas


del mismo género (homosexual), del otro género (heterosexual), de los dos
sexos/géneros (bisexual), de varios sexos/géneros (polisexual) o de todos los
sexos/géneros (pansexual). Para la mayoría de las personas, la orientación sexual se
define en la infancia-adolescencia sin necesariamente pasar por una experiencia sexual.
A veces esta orientación se fija como definitiva y, en ocasiones, va cambiando y
modificándose a lo largo de la vida de la persona. La orientación sexual no es una
opción y, por lo tanto, no puede ser escogida ni cambiada a voluntad.

Outing: Este anglicismo se utiliza para designar el acto de anunciar que una persona es
“gay” o “lesbiana”. Se convierte en un acto político controvertido al revelar la identidad
sexual para denunciar la hipocresía de alguien que discrimina a gays y lesbianas.

(Tener) pluma: Amaneramiento tanto en hombres como en mujeres. Cuando se refiere


a hombres, sería toda demostración o gesto que se relaciona tradicionalmente con el
ámbito femenino; y en mujeres los gestos y actitudes socialmente relacionados con lo
masculino. Algunos autores consideran pluma como un código de lenguaje no verbal
utilizado en mayor o menor medida entre gays y lesbianas para reconocerse entre sí.

Salir del armario: El proceso continúo de hacerse consciente de su propia orientación


sexual. Este proceso podría incluir aceptarla, expresarla y hablar con otras personas
sobre ella. Estar “en el armario” significa ocultar la propia identidad y “salir del
armario” sería acto o proceso de revelar públicamente la orientación sexual. Este
proceso está marcado por un fuerte temor al rechazo. Es por ello que, normalmente,
primero se sale del armario en el círculo de amigos y luego en la familia y en el ámbito
laboral, por lo que se puede estar a un mismo tiempo “dentro del armario” para unas
personas y “fuera del armario” para otras. Ha de entenderse la “salida del armario” en

8
relación a la tendencia deseable y natural de compartir información personal de uno con
las personas de su entorno.

Sexo: La clasificación biológica del cuerpo como hembra o varón basado en factores
que incluyen los órganos sexuales externos o genitales, los órganos sexuales y
reproductivos internos, las hormonas y cromosomas. Estas clasificaciones no son
objetivas y son muy influidas por estereotipos sociales respecto cuáles son las formas y
los funcionamientos “correctos” de las partes del cuerpo y su correspondencia con las
únicas identidades género (masculino y femenino) que son aceptadas en la sociedad. Se
puede distinguir entre:

 Sexo psicológico: Es el sexo con el que la persona se siente identificada.


Viene determinado por su identidad sexual.
 Sexo social: Es el construido socialmente a través de comportamientos,
valores y actitudes, que son consideradas propias entre hombres o mujeres.
 Sexo legal: es el impuesto jurídicamente.
 Sexo biológico: Suma de todos los elementos sexuados del organismo. Los
principales son las gónadas, los cromosomas, los genitales y las hormonas
sexuales.

Sexualidad: Es una combinación de las actitudes sexuales, emociones, experiencias y


deseos de una persona. Es una experiencia única que se desarrolla a lo largo de toda la
vida.

Sexualidades no normativas: Todas aquellas expresiones sexuales que escapan a la


norma heterosexual, que está determinada por la reproducción, monogamia,
matrimonio, etc.

Sistema binario de género: La idea de que los géneros humanos existen en solo dos
formas: masculino y femenino. El término también describe el sistema en el que una
sociedad divide las personas en roles, identidades y atributos basados en géneros
masculinos y femeninos.

Teoría Queer: La teoría queer es una hipótesis sobre el género que afirma que la
orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de
una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o

9
biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de
desempeñar uno o varios papeles sexuales.

Transexual: Persona que nace con el sexo biológico de un género que no corresponde
con su sexo psicológico. Por ejemplo, una persona que nace con genitales y
características físicas de varón, pero que psicológicamente se siente mujer, o a la
inversa. Es importante diferenciar la orientación sexual de la identidad de género. Las
lesbianas y los gays normalmente no sienten deseo de cambiar de sexo y las personas
transexuales pueden ser, a su vez, tanto heterosexuales como homosexuales o
bisexuales. Se debe utilizar el destino no el origen para definir a la persona transexual,
siendo hombre transexual (de mujer a hombre) o mujer transexual (de hombre a mujer).
El proceso mediante el cual se rectifica el sexo asignado al nacer, por el real y más
acorde a la identidad de género con ayuda de hormonas y, en algunos casos, también de
cirugía, se conoce como reasignación sexual (y no cambio de sexo). Es importante notar
que no todas las personas transexuales desean o tienen los recursos para hacerse estas
cirugías.

Transfobia: Aversión, rechazo o temor patológico a las personas transexuales o


transgénero, a la transexualidad o a su manifestaciones. Dentro de los colectivos
homosexuales existe todavía un gran rechazo hacia esa población, quizá porque roza lo
que parece ser el tabú más grande de todos: la transgresión de los roles de género y de lo
socialmente establecido en cuanto a la identidad de género.

Transgénero: Término para designar a aquellas personas que a pesar de no sentirse


bien con su sexo legal, no desean tampoco una adaptación completa al sexo legal
contrario (tratamiento hormonal o cirugía de reasignación sexual). Por tanto, no todos
los transgéneros son transexuales. La persona transgénero quiere vivir un rol distinto al
asignado, manteniendo su cuerpo inalterable o parcialmente alterado, puesto que pueden
sentir que no encajan en ningún género, en ambos, o en el género contrario.

Travesti: Son aquellas personas a las que les gusta vestirse con prendas del sexo
contrario y que, por ejemplo, actúan es espectáculos. Contrariamente a lo que se piensa,
estas personas no son necesariamente homosexuales.

10
2. PRÁCTICAS EN INTERVENCIÓN

A) Aspectos generales

Para reducir los prejuicios existentes hacia los colectivos LGTBI será vital tener en
cuenta una serie de cuestiones:
 Comprender que el marco institucional en el que se encuentra la persona es
clave para desarrollar una barrera y eliminar los prejuicios (escuela, familia,
ámbito laboral, etc.).
 Tratar de generar un marco de aprendizaje cooperativo, donde se puedan
desafiar los estereotipos negativos existentes. La diversidad y experiencia de
la ciudadanía puede ayudar a crear este marco.
 Desarrollar vínculos significativos permite que se produzcan cambios en las
actitudes, vínculos en los que se realice frecuentemente contacto con
personas diversas (de otras etnias, sexualidades, género, cultura, etc.). En
este aspecto, los profesionales de la intervención pueden tomar un papel
fundamental para que se produzca en positivo este aprendizaje.

11
LENGUAJE INCLUSIVO

Es importante a la hora de elaborar un discurso hacia los usuarios, comprender


cuáles son los elementos que le dotan de características discriminatorias, sexistas,
racistas, homófobas, etc., así, como las formas en que resulta reproductor de
estereotipos y prejuicios hacia colectivos o personas individuales.

Al hablar de “discursos”, lo definimos tal y como lo hizo Foucault como los


sistemas de pensamiento compuestos por ideas, actitudes, creencias, procesos y
prácticas que “sistemáticamente construyen aquello de lo que hablan” y son el medio
por el que las relaciones de poder producen sujetos que hablan. Es decir, son las formas
en las que se entiende la realidad que incorporan la ideología sobre la que se asienta el
poder (Bengoechea, 2015: 92).

En muchas ocasiones se ha hablado sobre el lenguaje sexista, éste está presente en


los discursos diarios de la mayor parte de las personas, bajo las órdenes del sistema
patriarcal. Este sistema, aunque se nombre en una menor medida también reproduce
discursos heteronormativos, que sirven como constante represión e invisibilización de
las diversidades presentes en la sociedad.

Para el ser humano es clave el poder nombrar algo para considerar que existe, todo
lo que no se nombra o se desconoce, no existe, es por esto por lo que se necesita realizar
un cambio en el discurso, por lo que se necesitan numerosas etiquetas para nombrar las
diversidades. No son los colectivos LGTB los que necesitan esas etiquetas para existir,
es el resto de la sociedad que se niega a ver más allá de su propia realidad y solo percibe
como real aquello para lo que se posee categorías de antemano. Un ejemplo de ello es la
falta de visibilidad lesbiana durante la historia, ésta práctica no se condenaba como la
homosexualidad masculina ya que no era concebible en la mentalidad humana, debido
en gran parte al pensamiento patriarcal que no contemplaba que las mujeres pudieran
vivir sin hombres.

Además de la capacidad de invisibilizar, por suerte, el lenguaje tiene otro poder,


tiene la capacidad de empoderar a la gente, de sanar, de crear realidades y moldear el

12
futuro abriendo las puertas al cambio, a la aceptación e inclusividad en la sociedad de
todas las realidades existentes, haciéndonos conocedores a todos de la variedad de éstas.

Tenemos en cuenta que los discursos responden a diferentes ideologías, está claro
que puede haber en todo momento discrepancias hacia un mismo tema (como puede ser
la prostitución, homosexualidad, etc.). Esto genera conflictos y competencias que les
hacen ser productos históricos, no son inmutables, pueden en todo momento ser
transformados y modificados.

El lenguaje debería estar en constante cambio para adaptarse a las nuevas


realidades emergentes, hasta el momento silenciadas. Es a través del uso del lenguaje
como se cambia el curso de la historia, el poder patriarcal y heteronormativo puede
responderse y rebatirse a través de los discursos. Es lo que buscamos en este trabajo,
concienciar a los diferentes profesionales de que pueden cambiar el discurso que viene
establecido por sistema para adaptarlo a las realidades de los usuarios y que no resulte
negativo y represivo con respecto a sus formas de vida.

Julia Penelope (1990) y Sara Mills (1995) son dos analistas que incorporaron a los
estudios de lengua y género la rama de la lingüística crítica. En ésta juzgan los procesos
sociales y políticos actuantes a través del discurso y su forma de manifestarse en los
diferentes textos. Esta rama de la lingüística parte de la concepción de que la lengua es
un fenómeno social que se utiliza también como forma de control social. Debido a que
el uso de ciertos patrones verbales predispone a comportamientos controlados por los
mismos (Bengoechea, 2015: 98-99).

En todas las disciplinas (antropología, sociología, estudios de lengua y género, etc)


en las que la identidad se ha convertido en uno de los focos de estudio, se reconoce el
gran papel que juega el lenguaje en la creación y desarrollo de las identidades, ya que el
proceso de creación de éstas está relacionado con las prácticas sociales, en especial las
verbales. Es decir, las identidades surgirían del discurso. Teniendo en cuenta esto, y
suponiendo que el ser humano es capaz de constituirse agente de cambio, de hacer uso
del discurso y de la variación lingüística para crear identidades, se trata de usar ese
poder para crear una mayor inclusividad con respecto a las orientaciones e identidades
que poseen las personas con las que se va a trabajar.

13
Las personas LGTB están sometidas a la presión del lenguaje mucho antes de
siquiera saber lo que significa ser LGTB, ya que desde que una persona nace crece y es
educada en un entorno en el que se usan las palabras “marica” o “bollera” de forma que
se crean en las conciencias “traumatismos emocionales” que dejarán huella e influirán
en su forma de relacionarse con el mundo. Es por el poder de nuestros discursos ante los
usuarios que se debe maximizar el uso de un lenguaje neutro e inclusivo, para crear un
ambiente de seguridad y confianza plena. Un ambiente donde la persona no encuentre
rechazo y se le incluya en todo momento, dejando a un margen el discurso
heteronormativo hegemónico existente en nuestra sociedad y al que este colectivo debe
enfrentarse diariamente. Es nuestra obligación como profesionales que las palabras que
utilizamos para designar las realidades sean capaces de sanar, empoderar a los usuarios,
transmitirles sensación de seguridad que les haga enfrentarse a todas las adversidades
que puedan surgir sin un sentimiento de miedo, timidez o vergüenza.

14
- En la práctica.

o Informes sociales:

“El informe social es una exposición escrita, que reúne total o parcialmente el
conjunto de datos sociales sobre el proceso seguido por una persona, familia o núcleo
relacional que presenta una situación específica que legitima la existencia de necesidad
social o sociosanitaria”. “Es el dictamen técnico que sirve de instrumento documental
que elabora y firma con carácter exclusivo el Trabajador Social. Su contenido se deriva
del estudio, a través de la observación y la entrevista, donde queda reflejada en síntesis
la situación objeto de estudio, valoración, un dictamen técnico y una propuesta de
intervención profesional”.

En prácticamente todos los ámbitos en los que se realiza atención a usuarios es


necesario completar un informe social para documentar las actividades realizadas, para
mantener un seguimiento y para poder comunicar con efectividad el trabajo realizado,
ante posibles derivaciones. Es cierto, que por Ley se está obligado a utilizar los datos
del DNI para completar estos informes, pero hay una serie de TIPS que pueden
ayudarnos a que los usuarios se sientan más cómodos aunque la legislación vaya por
detrás en cuanto a avances en estos temas.

 A la hora de completar la casilla de “sexo”, se suele limitar la elección al


sistema binario de hombre o mujer y teniendo en cuenta las complicaciones
que pone el estado para poder realizar el cambio de sexo en la
documentación oficial, desde nuestra práctica se puede facilitar añadiendo la
opción “indefinido/no definido/Intergénero” a la misma casilla. Aunque
oficialmente en nuestra base de datos consten los datos del DNI, mostrando
así un apoyo ante el usuario.
 Debe tenerse en cuenta que la definición de la familia ha ido cambiando de
acuerdo a las culturas y a las sociedades, por lo que debemos tener en cuenta
todas la multiplicidad de composiciones familiares existentes.
 Con respecto a las personas transexuales, además del sexo el nombre
también suele ser un factor conflictivo. Para cambiar su nombre legalmente

15
se les pide una serie de requisitos, pero desde servicios sociales se podría
facilitar el uso de su nuevo nombre y denominarle como ellos lo han
decidido. Aunque oficialmente en la base de datos se obligue a utilizar el
nombre que el DNI indica.
 El tema de los pronombres para las personas Trans es muy significativo por
lo que de nosotros cabe esperar que tratemos de utilizar aquellos con los que
la persona se sienta a gusto.

16
o Lenguaje visual:

Debemos tener en cuenta también este tipo de lenguaje a la hora de


relacionarnos con los usuarios, no todo lo que transmitimos lo hacemos mediante
sonidos, el lenguaje corporal y visual es una parte importante de nuestra comunicación.

En los despachos de la mayoría de los profesionales hay folletos o carteles de


diferentes campañas que se han llevado por las entidades, por parte del ayuntamiento u
otros organismos. Desde los mismos debería contemplarse que a la hora de incorporar
familias estos, muestren todas las realidades existentes y no solamente las normativas.
A la hora de mostrar a menores hay que evitar los estereotipos sexistas y los roles
género.

Desde todos los ámbitos se suelen crear campañas de concienciación


relacionadas con lo social, debemos tener claro en todo momento que existen más
realidades e intentar plasmarlas en nuestras campañas.

En general, usar un lenguaje inclusivo y respetuoso para todas las personas es


fácil y algo que puede significar un gran cambio en la vida de estos colectivos para
sentirse incluidos, normalizados y visibilizados.

17
B) Formación

A la hora de contemplar la formación, la vamos a dividir en cuatro apartados,


formación para profesionales de lo social, formación para voluntarios y
participantes, formación en empresas para los empleados y prevención al público
en general.

No es importante sólo que nosotros como profesionales tengamos conocimientos


sobre la diversidad afectivo-sexual, sino que seamos capaces de transmitirlos. Son
muchos los ámbitos en los que trabajadores sociales imparten formación, ya sea
para profesionales, ya sea para voluntarios de entidades, en empresas, etc., por lo
que queremos mostrar que la diversidad de la que venimos hablando tiene cabida
en todas esas formaciones.

- Para profesionales:
o Formación para trabajadores de la administración que de cara al público
van a tener que tratar en algún momento con personas de estos
colectivos.
o Formación para otros trabajadores sociales de entidades y administración
sobre los conceptos clave y realidades existentes y sobre cómo tratar
con ellos, además de proporcionar recursos a los que derivar si existen
problemáticas relacionadas con orientación o identidad sexual.
o Formación en habilidades sociales para controlar reacciones y saber
cómo interactuar sin crear confusiones o resultar ofensivo para algunos
colectivos.
- Para voluntarios:
o Formación para voluntarios que vayan a trabajar con menores u
adolescentes para evitar conductas heteronormativas y mejorar
habilidades sociales.
o Formación a voluntarios para promover la visibilidad de las diversidades
entre las personas que acuden a las entidades.

18
- Para empresas y público en general:
1. Empresas:
o Al igual que se llevan cursos sobre prevención de acoso sexual en el
trabajo, de igualdad entre hombres y mujeres, deben contemplarse en los
planes de igualdad la formación relativa a la diversidad sexual.
Formación para prevenir conductas homófobas, concienciación acerca
de las diversidades existentes, etc.
2. Público general:

Prácticamente todas las entidades sociales realizan cursos para sus usuarios y
voluntarios, además de formación en diferentes lugares como puede ser universidades,
institutos o colegios. Se considera oportuno incluir en estos la diversidad afectivo-
sexual, campañas antihomofobia, cursos sobre normalización de las realidades
existentes, etc.

19
C) Menores / Educación

Muchos jóvenes LGTBI al pasar por centros escolares, centros de ocio u


otros espacios dedicados al a socialización con la finalidad de cumplir con las
expectativas de las personas adultas y compañeros que les rodean han tenido que
renunciar a compartir sus experiencias, temiendo defraudar a los demás o
encontrar a alguien que le escuche de verdad. El hecho de que no se trate la
diversidad en los colegios e institutos y que se escuche cómo calificativo
negativo en los recreos evidencia la gran carencia del sistema educativo para
entender las necesidades y diversidades de su alumnado.

EL PROCESO DE SALIR DEL ARMARIO

Vivimos en una sociedad en la que lo ideal es la heterosexualidad monógama, es


el punto de referencia a alcanzar por millones de hombres y mujeres en todo el mundo.
Es lo que ya hemos llamado anteriormente, heteronormatividad, todo lo que no cumpla
con ese ideal de pareja heterosexual queda invisibilizado o estigmatizado y es visto por
la sociedad de manera negativa (Maroto, 2006: 163).

Debido a la gran valoración que se le da a las prácticas sexuales de las personas,


ser LGTB es un hecho de gran trascendencia en la vida personal y política de cada uno.
El hecho de tener una orientación sexual diferente a la ideal o un género que no encaja
dentro de los cánones del binarismo te hace estar expuesto a una serie de estereotipos y
prejuicios, y en muchas ocasiones vistos como seres inferiores. Por ejemplo, si una
mujer se acerca más a los estereotipos masculinos de la sociedad que a los femeninos, se
habla de “marimacho”, “bollera”, “camionera” y se da por supuesto que su orientación
sexual es lesbiana; cuando un hombre tiene “pluma” o viste de manera más femenina se
da por hecho que es gay, usando palabras despectivas como “marica”, “maricón”, o
“loca”. Está también muy extendido el pensamiento de que en una pareja de
homosexuales siempre uno adopta el rol femenino y otro el rol masculino, debido a lo
interiorizado que tienen las personas el género y la heterosexualidad.

Es importante que los profesionales tengan en cuenta que el “salir del armario”
es un proceso, no es un acto que hace una persona en una ocasión puntual y por lo que

20
no tiene que volver a pasar. Una persona nunca deja de salir del armario. Las
circunstancias personales, familiares y sociales, hacen que cada proceso sea único y el
profesional debe dejar constancia de que sean cuales sean esas circunstancias, él puede
acompañar ese proceso y por tanto debe estar capacitado para ello. Como ya se ha
mencionado, el objetivo no es hacer una guía para personas que tratan específicamente
con estos colectivos, sino desde el hecho de “normalizar” estas orientaciones e
identidades sexuales, dotar a los profesionales de las habilidades necesarias para
afrontar las consecuencias derivadas de formar parte de este colectivo, como es en este
caso, el hecho de salir del armario.
El trabajador social debe ser visto por el usuario como una referencia a la que
poder acudir para plantear cualquier problemática, crisis o vivencias vinculadas a su
orientación sexual. No hay que centrarse en las causas y consecuencias de su
homosexualidad y en las problemáticas derivadas, sino que debe acompañarle en el
proceso de sentirse a gusto con su propia sexualidad y teniendo en cuenta que la
adolescencia es el proceso de inicio de las relaciones sexuales, es clave crear un
ambiente de confianza para poder plantear dudas con respecto a estas prácticas (Maroto,
2006: 193).
El primer armario del que se sale es el propio, generalmente las personas crecen
en una sociedad regida por la heterosexualidad, por lo que es en el momento en que se
descubren “diferentes” y se aceptan cuando se da este primer paso. Este paso es
diferente en cada persona, no llega una edad en la que de “algo hace clic” y entonces
descubre que las personas que le atraen son de su mismo sexo, que no se siente
identificado con el género asignado, etc., por lo que la edad, el contexto social, la
familia, la educación que se ha recibido, todo, son factores que influyen a la hora de
asimilar que se es diferente. Los amigos y apoyos sociales suelen ser (dependiendo de la
edad) los segundos en enterarse, es decir, primero un adolescente se lo cuenta a sus
amigos y en segundo lugar a sus padres. No es posible conocer de antemano cuál va a
ser la reacción, o si va a haber alguna reacción, pero se debe estar preparado para ellas y
se debe hablar con total naturalidad de la cuestión con la persona implicada.
Es importante que el paso de “salir del armario” con el profesional no sea
traumático, ni suponga una dificultad, para ello es por lo que queremos eliminar esa
heteronormatividad en nuestro lenguaje, en los documentos que se deben presentar en
las administraciones y asociaciones y en general en el trato con los usuarios. Hay que
tener en cuenta y muy presente que la decisión de salir del armario es totalmente

21
personal, es decir, en ningún momento se debe presionar a la persona para que dé el
paso. Aunque la situación personal sea óptima, en ningún momento se sabe los miedos
o pensamientos que pasan por la mente del usuario. Hay que animar, eliminar prejuicios
y miedos, normalizar la situación y preparar y acompañar a la persona en todo el
proceso.
Lo ideal sería que nadie tuviera que pasar por este proceso, ningún adolescente
cuando cumple 14 años le dice a sus padres: “Papá, mamá, soy heterosexual, me gustan
las mujeres” y sin embargo en el momento en que un adolescente o un niño descubre
que es homosexual o transexual sabe que debe pasar por ese proceso. Nadie va a dar por
hecho su realidad, nadie va a suponer en el momento de su nacimiento lo que es, a
preguntarle “por novios o novias” en las tradicionales comidas familiares, porque es
algo que se considera “diferente” porque es algo que “debes decir, porque se sale de la
normalidad por mucho que te pese”. Va a tener que escuchar que debe decírselo a sus
padres, familiares, amigos, que “ya es hora”, “seguro que le das más importancia de la
que tiene”; es decir, se le está diciendo a una persona (vamos a suponer que se
encuentra en esa maravillosa y facilísima etapa que es la adolescencia) que para
empezar tiene que desmentir todo lo que se ha dado por hecho que es desde que nació,
que va a tener que hacerlo durante toda su vida, porque cada persona que conozca dará
por hecho que se encuentra dentro de las normas de la sociedad, que a estas alturas la
homosexualidad (la transexualidad se encuentra a un nivel aún peor) es algo aceptado y
a la orden del día, pero no es tan normal como para poder callártelo y vivirlo como
venga, como tú quieras, sin tener que confirmar o desmentir nada. Y todo esto se le está
diciendo a una persona que desde que nació no conoce nada diferente, pero que sin
embargo no cuenta con referentes en la sociedad, en la televisión, en los libros (aunque
esto está cambiando poco a poco), que en todo momento ha ido asimilando desde fuera
que efectivamente lo que pasa por su cabeza, por su corazón y por su estómago cuando
piensa en la persona que quiere, en cómo se siente con respecto a su sexo, es y solo por
el mero hecho de tener que confirmarlo, lo contrario a normal.
Una vez se ha asimilado, el segundo gran paso son los padres, el momento en
que éstos se enteran ya sea porque su hijo les informa, porque se enteran por terceros o
porque lo han sospechado desde siempre y se les confirma, es un momento de
desorganización de sentimientos para ellos. Se llama “revelación” el momento en que el
hijo decide dar el paso, dar un paso de gigante en el proceso de autoafirmación de su
identidad y comparte, lo que en muchos casos ya se sabía: que es homosexual.

22
Deberíamos vivir en una sociedad en la que nadie sale del armario sino que
todos pertenecemos al mismo lugar, ya que este acto implica que la persona LGTBI
deba diferenciarse a sí mismo del resto de la sociedad heteronormativa (Gallardo et al.,
2009: 47).

En caso de que surjan sentimientos de culpa, fracaso, ira, confusión,


desesperanza, frustración es donde la intervención grupal del trabajo social se convierte
en una gran herramienta de cara a acompañar a los padres y madres en el proceso de
asimilación de la homosexualidad (se habla casi todo el tiempo de homosexualidad,
pero en el caso de la transexualidad funciona de manera similar), con la creación de
Grupos de Ayuda Mutua para Madres y Padres de Homosexuales para gestionar el
proceso de asimilación. Más adelante se expondrán diferentes prácticas, entre ellas se
hablará de estos grupos (Maroto, 2006: 164).

Hay personas que no consideran una necesidad este proceso ya que no tienen
nada que decir, porque cuando consiguen poner nombre a lo que les sucede, no
consideran que haya nada diferente que no haya estado ahí desde el principio. Crear un
problema a personas que no consideran que lo tengan a veces solo promueve una
situación de estrés y un rechazo innecesario, la necesidad de “contarlo” no aparece en
todas las personas (Platero, 2014: 148).

Con este apartado se trata de acercar al profesional a la perspectiva del usuario,


que trate de comprender por qué resulta a veces tan complicado dar este paso para que
pueda así realizar un acompañamiento adecuado. Éste puede ser más sencillo o más
complicado dependiendo del contexto social en el que se desenvuelva la persona, y la
capacidad de aceptación que tengan en su entorno.

23
- En la práctica:

Tal y como se ha mencionado anteriormente la edad para conocer y asimilar la


condición sexual o de género que se posee es la adolescencia o la infancia por lo tanto
en este aspecto es importante nuestro trabajo en los centros escolares y asociaciones que
se dirigen a la infancia y la adolescencia.

Se debe intervenir desde los centros de forma que se generen procesos de


sensibilización y educación sexual de los menores, así como ayudar a las familias en el
conocimiento y aceptación de la diversidad para promover una comunicación abierta
entre todos los miembros.

Es muy importante a la hora de trabajar con menores partir desde una


perspectiva abierta y no dar por hecho la heterosexualidad de los mismos, así al tratar
con ellos, hablaremos con un lenguaje inclusivo teniendo en cuenta la sensibilidad y
fragilidad de las personas con las que estamos tratando.

A la hora de hablar con los menores se recomienda preguntarles qué se puede


hacer para apoyarles, directamente qué creen ellos que necesitan por parte de nosotros
como profesionales, en las actitudes que debemos adoptar. En esta conversación, una
actitud adulta puede favorecer el diálogo y la comunicación, la escucha activa, sin
interrupciones y sin juzgar, facilitando en todo momento la expresión del menor.

24
o Escuelas de Padres.

Existen las “Escuelas de Padres” en numerosos centros y podemos optar a


formar las mismas en los centros en los que trabajemos para informar a los padres
acerca de las realidades existentes y dotarles de herramientas y conocimientos de cara a
tratar con sus hijos los temas relacionados con la sexualidad y el género.

Las Escuelas de Padres “son un espacio de información, formación y reflexión


dirigido a padres y madres, sobre aspectos relacionados con las funciones parentales.
Estas son un programa que contribuyen a cambiar conductas y a proporcionar pautas
saludables en las dinámicas familiares.” Dentro de éstas se propician espacios de
reflexión sobre situaciones cotidianas en la vida familiar, analizar el ciclo vital de las
familias, favorecer la comunicación entre los miembros de la familia y con el entorno
comunitario, promover el conocimiento sobre las necesidades de los hijos, dotar a los
padres de recursos y habilidades que posibiliten un crecimiento integral de los hijos,
detectar problemáticas, etc.

Además, en muchas ocasiones los padres conocen la diversidad presente en sus


hijos pero les resulta complicado hablar con ellos del tema y hacerles ver que todo está
bien y que no tienen que ocultarlo. Desde estas escuelas se les pueden proporcionar las
habilidades necesarias para hacer frente a estos conflictos familiares. Es importante
realizar las sesiones con los padres con los contenidos adecuados para eliminar los
prejuicios y estereotipos que contribuyan a una educación homófoba e intolerante.

No se trata solo de hablar con padres de menores homosexuales sino de mostrar


a todos las realidades existentes, normalizarlas y visibilizarlas, pudiendo prevenir así el
acoso escolar por razón de identidad u orientación sexual ya que los padres serán
capaces de educar a sus hijos en la tolerancia y el respeto.

Cuestiones que pueden tratarse en las sesiones:

1. ¿Qué es la orientación sexual? Diferentes tipos de orientaciones.


2. ¿Qué es la identidad de género? Diferencia entre género y sexo. Binarismo.
Roles de género.
3. ¿Es la orientación sexual o la identidad de género una opción?
4. ¿Es una enfermedad mental o un problema emocional?
5. ¿Hemos hecho algo mal?

25
6. ¿Pueden ser buenos padres personas LGTBI?
7. ¿Qué es la heteronormatividad? ¿Por qué evitarla en el hogar?
8. ¿De qué formas pueden nuestros hijos manifestar homofobia (y sus demás
extensiones)?
9. ¿Cómo facilitar el salir del armario?
10. ¿Por qué es importante hablar con nuestros hijos sobre la orientación/identidad
sexual?

Puede surgir la necesidad por parte de alguna familia de encontrar más recursos
acerca del tema, ya que creen que su hijo o hija pertenece a estos colectivos y quieren
informarse y encontrar un mayor apoyo para tratar el tema en casa, por esto es
importante que conozcamos los recursos a nivel nacional y regional que existen. Los
grupos de apoyo en donde hay padres y menores en situaciones parecidas son una buena
forma de combatir la ignorancia, el rechazo y la discriminación. Se pueden encontrar en
éstos referentes positivos, cómo abordar conversaciones explícitas, etc.

26
o Acompañamiento en el proceso (Cómo decírselo a tus padres).

Se ha tratado de explicar lo que supone “Salir del armario” para una persona
LGTBI, dado la importancia del asunto, es importante que el profesional sea capaz de
acompañar al usuario y de proporcionarle el apoyo suficiente, así cómo plantearle las
cuestiones que debe tener en cuenta antes de hacerlo. Son diferentes los aspectos entre
la identidad de género y la orientación sexual ya que la primera implica cuestiones muy
específicas, pero estas cuestiones también pueden hacer una aproximación sobre cómo
abordar el tema con su familia.

1. ¿Te sientes cómodo con tu orientación sexual?

Si se siente confuso al respecto o tiene sentimientos contradictorios o de culpa,


debería plantearse si es el mejor momento para hacerlo ya que si aún no lo tiene claro,
las dudas de la familia y sus prejuicios le confundan más todavía. Éste es un acto
importante y puede que requiera de una gran energía por parte del implicado, por lo que
debe estar en un momento óptimo para hacerlo. Las personas suelen salir del armario
primero, como ya se ha mencionado arriba, con los amigos más cercanos, con las
personas que creemos que van a reaccionar mejor para poder empezar así con buenas
experiencias.

2. ¿Es decisión tuya?

No debe sentirse coaccionado para hacerlo, y debe estar seguro de que sea cual
sea la reacción que reciba, sea algo bueno para él.

3. ¿Por qué quieres contarlo ahora?

Es importante el momento que decida, lo ideal es que lo que le mueva sea


reducir la distancia que existe con su familia debido a ello. No se debe usar como arma
arrojadiza durante una discusión. Si se puede elegir el momento y es posible hacerlo si
la familia no está pasando por problemas o crisis graves.

4. ¿Cuentas con apoyos externos?

Es importante contar con apoyos y referentes positivos para que la autoestima no


se vea afectada, tener un grupo de confianza por si la respuesta de la familia no fuera la
esperada. No tiene por qué hablar con todos los miembros de la familia al mismo

27
tiempo, ya que encontrar primero aliados puede facilitar el proceso con los miembros
más conflictivos.

5. ¿Tienes conocimientos acerca de tu orientación sexual / identidad de


género?

Si la familia muestra prejuicios causados por la homofobia y la persona tiene


conocimientos sobre el tema quizá pueda ayudar compartiendo información para rebatir
esos prejuicios.

6. ¿Cómo es tu relación con la familia?

Si siempre se ha tenido una buena relación basada en el cariño y el respeto, es my


probable que esto no cambie y se pueda tratar este asunto de una forma positiva.

7. ¿Dependes económicamente de tu familia?

Existen muchos padres que al salir del armario, han retirado el apoyo económico a sus
hijos, no pagándoles los estudios o incluso echándoles de casa, si se tienen sospechas de
que esto puede pasar quizá se deba esperar a que no posean este control sobre la
persona.

8. ¿Tienes paciencia?

Hay que tener en cuenta que el proceso de asimilación de las personas es único y
puede llevar bastante tiempo si es algo que nunca se habían planteado, así que se debe
tener paciencia. Es de utilidad que a la hora de hacerlo poseer el número o forma de
contacto de asociaciones de padres con hijos LGTBI o el nombre de una persona a la
que puedan pedir consejo, por si necesitaran apoyo para asimilarlo. Recordar que es
mejor una relación enfrentada que supera sus conflictos, que alejarse y perder todo el
contacto.

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D) Salud

Se aprecia que a la hora de impartir cursos sobre prevención de enfermedades de


transmisión sexual la regla es que predomine la heteronormatividad, es por lo que desde
este ámbito se debe insistir en toda la variable de diversidades existentes. Se debe
informar a todos los usuarios y no solamente a los heterosexuales sobre qué conductas
son de riesgo y cómo evitarlas, así como eliminar los mitos acerca de los homosexuales
(varones) y el VIH. No existen personas de riesgo, sino conductas de riesgo. Realizar
jornadas, formaciones, charlas, en las que se contemplen todas las realidades y así
ayudar a desmitificar ciertos prejuicios.

Por otro lado, el profesional debe mostrar a los futuros padres que acuden a
centros de salud y hospitales la diversidad existente y tratar de hacerles ver que no
deben encasillar a su bebé desde el momento en el que nace, intentando así crear un
futuro con una sociedad con la mirada más abierta.

En caso de nacimiento de una persona intersexual, informar acerca de los


diferentes recursos existentes, de la realidad de estas personas en el futuro, las
posibilidades existentes, etc., para no recurrir a las intervenciones intrusivas antes de dar
una posibilidad al menor de desarrollarse.

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3. RECURSOS

- Nivel estatal:

 Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales


C/ Infantas, 40. 1º-Derecha 28004 Madrid.
Tel.: 913 604 605 Fax : 915 224 517
info@felgt.org
http://www.felgt.org/
Federación formada por una treintena de colectivos y asociaciones del territorio español.
 Fundación Triángulo por la Igualdad Social de Gays y Lesbianas (Sede
central)
C/ Eloy Gonzalo, 25, 1º-Ext. 28010 Madrid
Apdo. de Correos 1269 28080 Madrid
Tel. / Fax: 915 930 540 Tel. información: 914 466 394
correo@fundaciontriangulo.es
http://www.fundaciontriangulo.es/
Fundación con sedes en Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura,
Madrid y Comunidad Valenciana.

- La Rioja:

 Marea Arcoíris Rioja: Movimiento en defensa de los derechos LGTBI+


en La Rioja.

http://arcoirisenlarioja.blogspot.com.es/

arcoirisenlarioja@gmail.com

Twitter: @ArcoirisRioja

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