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REFLEXIONES EN PRIMERA PERSONA 

POR EL DERECHO A
LA ESTÉTICA EN LA
EDUCACION
INICIAL. 

EN MI OPINIÓN LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS NO GOZAN


DEL ESPACIO DECORADO, REGULARMENTE PORQUE
LA DECORACIÓN ESTÁ ALTA EN LAS PAREDES, EN
LUGARES INTOCABLES, LEJOS DE LA PERCEPCIÓN
VISUAL Y DE LAS POSIBILIDADES DE INTERACCIÓN.

CESAR AUGUSTO HUERTAS GARCÍA. 


Es de gran importancia o por lo menos de significativa consideración, realizar una
reflexión que consienta nuevas miradas de lo que llamaré el derecho a la estética. Es
de mayor pertinencia este tipo de reflexión en un mundo que con el paso del tiempo
ha simplificado todo bajo dos únicos criterios en mi opinión perniciosos; lo bonito y
lo feo. En un esfuerzo por establecer una dialogo critico y abierto al debate, he
querido manifestar de manera publica mi lucha contra la decoración aislada de la
pedagogía ya que de ella surgen los prejuicios estéticos de nuestro país.

Es evidente que predomina en gran parte de los lugares donde se atienden a los
niños y las niñas de primera infancia, espacios cargados de elementos decorativos,
altos niveles de contaminación visual y en muchos casos saturación y mal manejo
del color. El interés de este documento es justamente hacer evidente, por un lado,
lo perjudicial que resulta perpetuar la decoración y por otro evidenciar las bondades
que tiene pensar los espacios desde el diseño de ambientes para la acción
pedagógica.

Históricamente y partiendo de una frase muy popular en Colombia se ha creído que


“todo entra por los ojos”. Esta noción no está del todo mal si la pensamos como
adultos- porque quizá hemos olvidado en un rincón del cerebro el uso de los demás
sentidos, nos limitamos a ver el mundo cuando el mundo mismo está hecho para
sentirlo, escucharlo, oírlo, probarlo y definirlo. Yo postularía una nueva versión del
dicho popular, y propondría la siguiente frase así esta sea entendida como un
oxímoron “Nada entra por los ojos, todo entra por los sentidos”

Alguna vez pregunté a la Coordinadora de un Jardín Infantil cual era la razón por la
cual se les pedía a las docentes decorar los salones, ella pensó un momento la
respuesta, me miró fijamente a los ojos y dijo con tono enfático, “no sé”. Acudí
entonces a las maestras e intente por segunda vez responder la pregunta, una de
ellas respondió insinuando que la respuesta era obvia que se decoraba “ porque los
salones deben estar bonitos para los niños y las niñas” , una segunda maestra
respondió que era parte de sus funciones decorar el salón, y una tercera me
sorprendió al responder “porque eso vende”. Estas respuestas solo fueron algunas
ya que este mismo ejercicio lo realice en diferentes instituciones.

Partiré de esas respuestas para orientar la reflexión. En principio muchos espacios


son decorados en educación inicial sin saber la razón. Se ha heredado una tradición
decorativa del pre- escolar en primera infancia sin saber el motivo o el sentido que
los objetos allí puestos tienen. Un segundo elemento en esta práctica que complejiza
aún más la situación radica en creer que los niños y las niñas necesitan un ambiente
decorado. No sé aún cual es el origen de esta idea pues en mi opinión los niños y
las niñas no gozan del espacio decorado, regularmente porque la decoración está
alta en las paredes, en lugares intocables, lejos de la percepción visual y de las
posibilidades de relación e interacción. La razón por la cual la decoración se concibe
y se pone de esta manera en los salones de primera infancia se resume en la
respuesta de la tercera maestra “porque eso vende” y es que la decoración esta
pensada o por lo menos hecha para los adultos, para descrestar a la visita, luego la
decoración no es un elemento pedagógico es un elemento comercial. En conclusión,
a las familias les gusta también los jardines decorados, esto habla muy bien de la
institución en un sentido comercial.

Pensemos ahora en otras posibilidades de asumir el espacio. Partiré entonces de


dos premisas teóricas, una hace referencia a la importancia del espacio y el diseño
en los procesos de desarrollo y me refiero puntualmente a comprender el espacio
como tercer educador (Loris Malaguzzi)

“el diseño y el uso del espacio promueve relaciones, comunicaciones y encuentros


(Gandini, 1993). Hay un orden y belleza implícito en el diseño y organización del
espacio, equipo y materiales en una escuela (Lewin, 1995). Cada esquina de cada
espacio tiene su identidad y propósito, y es valorado por niños y adultos.”
Asumir el espacio como elemento educativo, importante en los procesos de
desarrollo sugiere entonces la posibilidad de habitarlo y diseñarlo, esto plantea de
entrada la pregunta por la intención pedagógica del espacio.

Ilustración 1 Ambientación salón jardín. Fuente: GALERIA Pinterest virtual

Este proceso de diseño en principio debe postular una intención. ¿Qué podría
suceder en este lugar? ¿que quisiera permitir a los niños y a las niñas en este espacio?
¿Qué me dice este lugar? ¿Qué imagino? ¿Qué me inspira?

Cada lugar es un lienzo complejo, una especie de obra artística sin definición, de ahí
que resulta supremamente importante para el docente en educación inicial el
sentido de la observación; es la mirada creativa e inspiradora la primera característica
del diseñador de ambientes. Responder las preguntas anteriores es en realidad un
ejercicio creativo, pues nadie ve lo mismo en un mismo lugar y cada decisión es un
riesgo creativo.

Una segunda característica del diseño tiene que ver con la disposición de materiales
diversos, cotidianos y sugerentes. Una vez inspirados disponemos en el lugar los
recursos que se consideran pertinentes, el espacio como tercer educador tiene un
momento y un lugar para cada objeto y con ellos infinitas posibilidades. Los recursos
deben ser seductores, invitar a la interacción, no sugieren una labor o un uso; retan
invitan a crear, cuestionan a quien habita; es así que el ambiente y sus elementos
deben ser accesibles, cercanos y pensados para la interacción. Mas adelante incluiré
el elemento central de esta reflexión (El derecho a la estética en la educación inicial
Colombiana)
Al a hora de pensar el diseño de un ambiente no podemos dejar por fuera elementos
claves para la conquista, me refiero a la luz del espacio, natural y artificial. Las
sombras que allí se producen, la temperatura regular, los colores constantes y los
cambios incidentes. Regularmente el uso del color se malogra al no tener en cuenta
elementos de contraste y de complementariedad.

En esta imagen es evidente que la


diversidad del color no se convierte
saturación, la disposición, las
gamas utilizadas y la luz del lugar
hacen que los elementos sean
pertinentes. La luz en este caso es
intermitente, imaginen el uso que
pueden tener en este lugar las
cortinas. La riqueza de este lugar es
infinita. ¿Qué infeccionarías tú en
ese lugar?

Ilustración 2 AMBIENTE ANONIMO. Pinterest Virtual.

Históricamente hemos adjudicado


al color la vida de los espacios. Esta
imagen no es solo un ejemplo de la
recursividad del papel y del color;
por otro lado, resulta bastante
interesante el uso del periódico que
es un elemento cotidiano, y la
resignificación que se le da.
Nuevamente la luz permite que los
colores vivan y que el periódico
motive a la interacción. En términos
de lo incidental esta es en mi
opinión una excelente
aproximación al código alfabético
desde el juego. En este lugar están
lloviendo millones de palabras.

Ilustración 3 AMBIENTE ANONIMO Cascada de papel. Pinterest Virtual.


Este ambiente nuevamente
propone la diversidad del color, las
características de los elementos allí
dispuestos indudablemente
invitan a la interacción individual y
colectiva, los globos tienen
infinitas posibilidades, incluso si se
estallan, la serpentina el gorro y los
confetis, sugieren una fiesta. Ahora
pensemos en la base blanca es un
elemento de contraste, de limite
estético. imagina por un momento
que puede suceder allí.

Ilustración 4 Ambiente Anonimo, Pinterest Virtual

La pertinencia del recurso en relacion al espacio y la interacción que allí se da son


elementos fundantes de lo que denominaré el
derecho a la estética.

Entenderemos por estética la forma, orden y


percepción en que se presenta una idea, un
sentimiento o una definición del mundo. Para la
mayoría de los adultos existen dos únicas
categorías de denominación estética, lo feo y lo
bello; esto resulta básico y peligroso pues
culturalmente tenemos una única manera de ver
y definir el mundo.

Las pinturas de Leonid Afremov funcionan como


ejemplo, sus obras son reflejos de recuerdos y
emociones personales. El artista intenta atraer al
espectador a sentir lo que él ha vivido a través de
la pintura. Sus cuadros están llenos de colores
vivos cuyo conjunto transmite energía y optimismo que caracterizan al pintor. Cada
obra es un momento de vida, captado y definido en toda su perfección. Cada cuadro
tiene su propia vida, su propia historia contada a través del conjunto de colores y
movimiento de la herramienta del pintor. Sus cuadros no son bellos o feos, sus
cuadros son emociones, son historias. Creció en una cultura que impedía pintar el
cuerpo de las personas de “raza negra” cansado de estas y otras privaciones decide
salir al mundo a buscar nuevas miradas. Un manifiesto estético frente al racismo
consistió en pintar Jimmy Hendrix plasmando desde el color la alegría y diversidad
de toda una raza.

Los ambientes para la primera infancia son los escenarios donde ellos y ellas se
desarrollan, siendo esto una certeza de total conocimiento, es urgente diseñar
ambientes que permitan la interacción y el desarrollo. Si las habilidades sociales
dependen en gran medida de la relacion que los niños y las niñas establecen con el
mundo y con quienes lo habitan, pareciera un exabrupto insistir en ambientes
decorados que no promueven la interacción ni celebran la libertad. Los niños y las
niñas deben tener derecho a la estética, a crecer en ambientes diseñados, que les
permita definir el mundo, ambientes que les enseñe a tomar decisiones, hacer
alianzas, a buscar a los demás, a estar a solas. Necesitamos diseñar ambientes que
se parezcan mas al mundo. Documentar y registrar el diseño de ambientes permitirá
redefinir los espacios, leerlos mejor y crecer en la elaboración estética.

Diseñar, disponer, observar, validar, proponer diseñar, son la cadena de verbos para
la reflexión personal. Finalmente, invito a que el riesgo sea creativo, a diseñar para la
infancia, a trascender la decoración, a proponer proyectos que integren los lenguajes
expresivos, a permitir que la vida de las infancias suceda desde lo estético. Nacemos
con una capacidad transformadora y creativa infinita, biológicamente estamos
preparados para transformar y redefinir el mundo. En tiempos donde todos somos
bellos o feos, pobres y ricos y cada vez menos libres; Una buena idea para defender
la libertad, la expresión y la identidad es quizá permitirlas, diseñarlas con y por la
infancia. Todos y todas tenemos derecho a la estética.

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