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POBLADORES Y CONCIENCIA SOCIAL

F RANZ V ANDERSCHUEREN *

Este ensayo pretende ser un primer intento aquí de un grupo de dominados 2 , la concien-
de descripción de la conciencia social de un cia social implica la percepción de la estruc-
sector de los dominados: los pobladores de tura social como sistema de dominación y la
Santiago. Además pretende destacar algunas visualización de un modelo alternativo donde
líneas explicativas para este mismo contexto este grupo juegue un papel activo como ins-
que otras investigaciones tendrán que profun- trumento de cambio.
dizar. Una primera aproximación permite llegar a
Analizar la conciencia social de un grupo destacar una tipología de la conciencia social
plantea varios problemas: el primero es de- del dominado: un primer tipo —enteramente
finir la conciencia social del dominado e in- negativo—, es lo que Touraine 3 ha llamado
tentar una tipología de ésta; en segundo lu- la conciencia constituyente, es decir, la con-
gar, visualizar las variables principales que ciencia sumisa "que legitima el poder de los
intervienen en la formación o la modificación amos, imposibilitando la rebelión de los do-
de esta conciencia; en tercer lugar, ver hasta minados refiriéndose a lo suprahumano como
qué punto se puede considerar como unidad elemento de un orden que estaría fuera del
de análisis el conjunto de los pobladores. control humano" 4. Este tipo de conciencia es

municación en el Congreso internacional de sociología, Varna,


CONCIENCIA SOCIAL sept. 1970). Creemos que los pobladores constituyen no una
c l a s e , s i n o u n a e x p r e s i ó n a n i v e l d e l c o n s u m o o de la r e -
Para nosotros, la conciencia de un grupo p r o d u c c i ó n de la f u e r z a d e t r a b a j o d e l a c l a s e o b r e r a e n
sentido amplio.
es la percepción de los intereses objetivos de 2 E l c o n c e p t o d e d o m i n a c i ó n h a c e r e f e r e n c i a a la c a p a -
este grupo en la sociedad, su capacidad de cidad de la clase hegemónica de imponer sus intereses sobre
visualizar una estructura o un modelo de es- o t r a s c l a s e s por el c o n t r o l d e l a s d i v e r s a s i n s t a n c i a s q u e
c o n f i g u r a n un m o d o d e p r o d u c c i ó n . E l t é r m i n o p r o b a b l e -
tructura social y los medios para realizarla de mente más adecuado para expresar el modo de dominación
tal manera, que sea conforme con los intere- c o n r e s p e c t o a los p o b l a d o r e s s e r í a l a " m a r g i n a c i ó n " ; r e -
ses objetivos 1 de este grupo. Como se trata chazo de los sectores hegemónicos de producción y puesta
afuera de los estándares de consumo vigentes.
* Cientista Político, Profesor Investigador de CIDU. 3 T o u r a i n e , " S o c i o l o g í a de la A c c i ó n " , A r i e l , 1 9 6 9 . H e -
1 En la perspectiva nuestra, los intereses objetivos hacen mos retomado varias categorías de análisis que Touraine
referencia a una concepción del poder definido como "capa- aplica al mundo obrero, porque permiten aclarar algunos
cidad de una clase social para realizar sus intereses objetivos problemas, sin llegar, sin embargo, a explicitar todo. Creemos
específicos" (Poulantzas, "Clases sociales y poder político que una tipología de la conciencia política del "poblador"
en el Estado capitalista", Siglo XXI, p. 124). Por intereses o de las clases trabajadoras de los países subdesarrollados
objetivos se entiende "el predominio de los elementos estruc- y dependientes, será el producto de varias investigaciones
turales que definen en su combinación una clase sobre los por hacerse.
otros elementos que están en contradicción" (Castells, Co- 4 Id., pp, 133-138.
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la del esclavo que acepta ser dominado por- El tercer tipo de conciencia, que llamamos
que considera esta situación como legítima. de manera analógica conciencia hegemónica,
En este caso, el interés de la investigación es la de un grupo capaz de desmistificar
radica en el estudio de los mecanismos de completamente los efectos de la cultura do-
legitimación. minante y, sobre todo, de sus expresiones po-
El segundo modelo es el de la conciencia pulares para hacer percibir a la sociedad co-
dependiente que percibe total o parcialmente mo sistema de producción cuyo modelo de
su situación de dominado, pero no ve la po- funcionamiento es causa de la dominación.
sibilidad de un cambio, salvo un cambio que Incluye también una actividad de creación
provenga de la misma estructura social vi- de un proyecto alternativo, conduce a la
gente o eventualmente de sectores considera- creación de un grupo o de una clase segura
dos como "buenos" o "aliados" dentro de esta de su propio poder y de su capacidad de im-
estructura dominadora: el buen patrón, el ponerse como clase imperante en un sistema
político amigo, el gobierno populista, etc., pe- alternativo.
ro de ninguna manera se percibe un cambio
total que provenga de la presión o de la ac-
ción del mismo grupo dominado y de sus re- CONCIENCIA SOCIAL Y SOCIALIZACIÓN
presentantes. Generalmente esta conciencia se
caracteriza por la percepción de cambios par- A nuestro juicio, la conciencia adquirida
ciales —a nivel gremial o local— pero nunca a por un individuo es la resultante en un mo-
nivel de la sociedad global. Touraine, anali- mento dado, del doble proceso de socializa-
zando la conciencia obrera, detectó tres prin- ción y de politización en un sentido amplio.
cipios constitutivos 5 que permiten explicar el
porqué de esta conciencia dependiente. Un Para el caso que nos interesa —los pobla-
principio de identidad en nombre del cual se dores—, los mecanismos de socialización son
manifiesta la autodefensa de la autonomía de dos tipos: socialización ambiental, es de-
del trabajo, sea en términos de defensa del cir, la familia, el barrio, la educación, el lugar
oficio, de la función profesional o de la mis- de origen, la accesibilidad a los medios de
ma profesión. Por otra parte, un principio de comunicación de masas, etc., y, en segundo
oposición expresa la defensa de los intereses lugar, la socialización en la experiencia de
del trabajador contra su adversario natural: trabajo: historia ocupacional, tipo de ocupa-
el patrón, el rico, etc. ción, grado y estilo de organización, sindica-
lización, etc. Estos dos procesos de socializa-
Finalmente, un principio de totalidad en ción corresponden a dos momentos de la do-
nombre del cual se hace referencia a la so- minación. Por una parte, la explotación o la
ciedad como sistema de producción. La au- marginación en el trabajo y, por otra, el aisla-
sencia de este último principio en las accio- miento en la periferia y la estratificación a
nes del trabajador caracteriza lo que Tou- nivel del consumo o de la reproducción de
raine ha llamado la "antigua conciencia obre- la fuerza de trabajo. Las "poblaciones" son
ra" que aún siendo muy combativa y a veces la manifestación más clara de la dominación
violenta, no supera nunca la defensa de los a nivel de la unidad residencial de la fuerza
intereses particulares contra otros intereses de trabajo que se encuentra explotada o mar-
particulares, sin visión de la sociedad como ginada a nivel de las unidades productivas.
modelo de funcionamiento del sistema econó-
mico y social. Esta antigua conciencia del El doble proceso de socialización conduce
trabajador no alcanza a ser conciencia de a distintos tipos de pobladores, sin que po-
grupo como grupo —o de la clase como clase—, damos afirmar que ninguna de las variables
sino conciencia de ser miembro del grupo antes mencionadas sea determinante. Pare-
trabajador dependiente de uno o varios gru- cería, al contrario, que la situación global de
pos considerados como superiores. La mani- los pobladores —bajo ingreso y medio am-
festación de esta conciencia será de tipo ex- biental común— tiende a borrar las diferen-
clusivamente reivindicativo. cias principales que podrían surgir del efecto
de otras variables. De todos modos, valdría
5 Id., pp. 165-168. la pena —y es el objeto de un estudio de tipo
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antropológico— detectar estos modelos po- lumpenproletariado 7 ha sido analizado sufi-


tenciales de poblador y ver los efectos de la cientemente para mostrar que tales situacio-
socialización sobre estos tipos. Al proceso de nes ocupacionales no conducen a una autén-
socialización ambiental y a la experiencia de tica conciencia de clase más bien caracterís-
trabajo se añade la politización. Los dos pro- tica de los sectores asalariados.
cesos no se distinguen en la realidad 6 , pero
la distinción se justifica a nivel analítico. Más
que los mecanismos de politización —partido, LOS POBLADORES COMO UNIDAD DE ANÁLISIS
sindicato, organización vecinal, etc.—, nos in-
teresa aquí el contenido de ésta. Retomando En el estudio de la conciencia social con-
las categorías anteriormente descritas en la siderar a los pobladores —universo hetero-
tipología de la conciencia social, podemos géneo— como unidad de análisis puede apa-
afirmar que el grado máximo de politización recer como una negación de la relación dia-
—el de conciencia hegemónica— implica la léctica "medio-individuo-medio". En efecto, a
percepción adecuada de la relación que existe los mismos estímulos sociales no correspon-
entre los dos momentos de la dominación, el den necesariamente los mismos comporta-
del trabajo y el de la estratificación urbana. mientos. La conciencia social es esencial-
En efecto, la misma clase dominante afirma mente dinámica. De hecho, para este tipo de
su poder a través de las relaciones de trabajo estudio existen dos alternativas: o se hace un
como a través del proceso de alejamiento estudio de la evolución en el tiempo de la
social manifiesto en la estratificación física conciencia de uno o varios individuos en gru-
en la gran ciudad. po —estudio de tipo longitudinal—, o bien,
Creemos que la conciencia hegemónica im- tomando como unidad de análisis el grupo,
plica una ideología que haya penetrado sufi- se detectan las tendencias generales que pre-
cientemente a nivel del grupo para que éste dominan en una coyuntura determinada. He-
la considere como suya. Dicho de otra ma- mos optado por este último método por ser
nera, no hay conciencia hegemónica sin una el más adecuado a nuestro propósito.
penetración política adecuada, sin que una El problema de la influencia de la coyun-
vanguardia haya sido capaz de guiar el grupo tura política sobre los dominados y específi-
dominado en su acción. La experiencia del camente la llegada al poder de un gobierno
trabajo o de la organización a nivel local (or- de Unidad Popular escapa a este análisis ba-
ganización de poblador) sin esta ideología sado en datos anteriores a la campaña presi-
puede conducir a una conciencia dependiente dencial. Sin embargo, dos hechos nos permi-
tal vez violenta en sus manifestaciones, pero ten afirmar que el cambio cualitativo ha sido
incapaz de desarrollar un proyecto alterna- limitado: a pesar de la existencia de los "Co-
tivo real. Lo cual no significa que la medi- mités de Unidad Popular" no hubo una orien-
ción o el análisis de la conciencia social sea tación diferente en el tipo de penetración
equivalente a la medición del grado de par- política al de las demás campañas, por lo
ticipación en partidos obreros, porque lo más menos en el sector poblacional. Por otra
importante en nuestra perspectiva es el tipo parte, los cambios estructurales no alcanzan
de contenido que se da a esta acción. Tam- directamente en esta fase de la transición al
poco significa que donde haya penetrado una socialismo el universo de los pobladores. In-
ideología adecuada exista necesariamente una fluyen indirectamente por el control de la in-
conciencia hegemónica, ya que existen condi- flación y en el futuro por el tipo de política
ciones objetivas que pueden impedir que un de vivienda, pero los efectos de esta última
grupo o individuos sean capaces de percibir política no aparecen perceptibles a esta al-
las solidaridades de clase que su situación tura del proceso.
tendría que generar. El caso conocido del
Tampoco han surgido nuevos estilos de or-
ganización, salvo en los llamados campamen-
6 Como por ejemplo distinguir entre el hecho de parti-
cipar en un sindicato y el contenido político de esta sin- 7 Ver Bruce Franklin, en Monthly Review Nº 72 (marzo
dicalización. 1970). "Lumpenproletariado y Revolución juvenil".

7.— Eure
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tos altamente movilizados por el MIR. Sin por el conjunto de pobladores y, por lo tanto,
embargo, creemos que, a la larga, los efectos que los comportamientos disfuncionales no
de la coyuntura actual —sobre todo si se lan- ponen en tela de juicio lo esencial de la do-
zan proyectos originales de organización y si minación.
se socializan algunos servicios fundamentales La segunda hipótesis es que en la expe-
como la justicia (tribunales vecinales )—, se riencia del trabajo radica una de las princi-
manifestarán y harán probablemente caducas pales bases de la dominación, lo cual no
nuestras conclusiones. significa que no haya otras experiencias "con-
El otro problema que plantea nuestra uni- dicionantes": medios de comunicación de
dad de análisis es ver hasta qué punto es masas, socialización a través de la familia,
legítimo privilegiar la socialización ambiental educación formal, etc., sino que éstos, en la
y la politización que en ella se da en des- mayoría de los casos, no hacen otra cosa que
medro de la socialización a través del tra- reforzar la dominación experimentada en el
bajo. En efecto, por el tipo de material reco- trabajo.
gido, hemos puesto mayor énfasis en la con- La tercera hipótesis es que la movilización
ciencia social tal como se manifiesta en las política realizada por las fuerzas políticas
poblaciones" más que en el lugar de tra- organizadas y portadoras de una alternativa
bajo. En ese sentido, la riqueza de la socia- socialista, al limitarse en el contexto del fe-
lización por el trabajo y, específicamente, por nómeno de urbanización a la reivindicación
la sindicalización, escapa parcialmente a este para la vivienda, no alcanza a quebrar esta
estudio. Nos limitamos a ver aquí hasta qué conciencia dependiente, lo cual no significa
punto esta socialización puede tener efecto que un cambio de gobierno no pueda pro-
en el medio —la población— y la politización vocar cambios fundamentales y generar una
en general, sin considerar los efectos que po- conciencia hegemónica en el futuro. Nuestro
dría tener y que tiene de hecho en el lugar ensayo comprende tres capítulos:
de trabajo. Este enfoque obedece a nuestra
perspectiva, ya que consideramos que el nivel 1) Descripción de la imagen del sistema
de "conciencia hegemónica" en el obrero ten- imperante (años 1968-1969) a través de la
dría que producir un nivel idéntico en el po- percepción de sus efectos, tratando de ver
blador. Este paralelismo es también condi- cómo se identifican los pobladores dentro de
ción para que el proletariado organizado sea la sociedad y a qué grupo visualizan como
líder real de los otros sectores dominados; aliados o enemigos;
sin repercusión de la politización sindical en 2) Descripción de la imagen del cambio:
la política poblacional hay poca probabilidad su magnitud, su necesidad, su naturaleza y,
de la creación de un movimiento urbano con sobre todo, su posibilidad;
efecto cualitativamente nuevo sobre la es- 3) Análisis de las consecuencias de esta
tructura social vigente. descripción.

HIPÓTESIS
Teniendo en cuenta lo dicho previamente, PRIMERA PARTE
formulamos las tres hipótesis básicas.
Nuestra primera hipótesis es que el nivel IMAGEN DE LA SOCIEDAD GLOBAL
de conciencia de los pobladores es de con-
ciencia dependiente, constituyendo una for-
ma de percepción de la sociedad funcional La imagen de la sociedad global tiene, a
para la mantención de un sistema de domi- nuestro juicio, varias direcciones posibles.
nación. Sin embargo, esto no implica que la Centraremos el estudio en tres de ellas que
percepción del sistema sea enteramente fun- corresponden a nuestra perspectiva.
cional —sería el caso de conciencia constitu- En primer lugar, la percepción de los agen-
yente—, sino que los aspectos no funcionales tes antagónicos que sustentan la estructura
no alcanzan a quebrar la dependencia sufrida social: las clases sociales de una formación
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social determinada y específicamente el ca- bladores consiste en visualizar hasta qué


rácter antagónico de estos agentes. punto perciben la existencia de clases socia-
En segundo lugar, los efectos de la estruc- les y qué sentido dan a esta división.
tura social sobre las clases objetivamente La percepción de la existencia de clases
consideradas como dominadas: efectos medi- sociales tiene grados diversos:
dos, por ejemplo, con respecto a distintas —un grado menor: la percepción de la
formas de consumo, de accesibilidad a los existencia de clases sociales sin calificación
bienes y las condiciones de trabajo teniendo alguna. Este primer nivel no nos parece sig-
en cuenta los estándares vigentes en la so- nificativo, ya que puede, simplemente, mani-
ciedad. festar el uso de un concepto —clases— en un
En tercer lugar, la relación de causalidad sentido distinto del carácter conflictivo que
que existe entre la percepción de las clases tiene para la sociología;
y los efectos negativos de la estructura social. —un grado mayor que implica la percep-
A este nivel se da realmente la percepción ción del antagonismo de clases. Este nivel es
de la dominación como tal. La importancia significativo;
de este paso radica en el hecho de que un
individuo o un grupo puede perfectamente —un tercer grado que implica, además de
percibir los dos primeros elementos sin esta- la percepción del antagonismo, una verifica-
blecer entre ellos ninguna relación, condición ción en la experiencia personal del encues-
previa para un nivel de conciencia hegemó- tado de este antagonismo. Este último nivel
nica. En efecto, siguiendo la tipología esta- constituye el caso de intensidad máxima de
blecida al principio, podernos afirmar que la percepción del carácter conflictivo de la es-
conciencia constituyente no alcanza a perci- tructura social por lo menos en el esquema
bir ninguno de los elementos señalados, mien- de la encuesta que fue utilizada. Un elemento
tras la conciencia dependiente puede hasta importante de esta experiencia personal del
incluir una percepción adecuada de los dos antagonismo es la verificación del aspecto al
primeros sin alcanzar al tercero. El interés cual el encuestado está más sensibilizado.
radica, en este caso, en ver las causas de esta Dos tipos de manifestaciones esenciales fue-
carencia, es decir, en destacar los mecanismos ron detectados en las respuestas: manifesta-
de justificación de la estratificación. ción clara de experiencia de explotación, sea
en las condiciones de trabajo o en los bajos
A) La sociedad dividida en clases 8 salarios y, por otra parte, manifestación de
percepción del desprecio o de la prepotencia
Una primera aproximación descriptiva de de los ricos o patrones. Un 62% de las res-
la imagen de la sociedad que tienen los po- puestas tenía este último sentido, lo que
tiende a indicar que dentro del grupo que
percibe con mayor intensidad el carácter con-
flictivo de la sociedad lo percibe más en tér-
minos de prestigio que en términos de una
estructura de producción. Tendríamos, enton-
8 Para la verificación empírica hemos utilizado los datos ces, una tendencia a oponerse más al "rico"
de dos encuestas: una hecha por Portes en 1968, en cuatro
poblaciones, y la otra de MIT, realizada a fines del 69. que al "patrón", o al "propietario".
En las dos encuestas dirigidas a un mismo universo con
una muestra distinta, varias preguntas fueron idénticas (re-
tomadas de Portes por el equipo de CIDU). Además en las
dos muestras se verificaron las coincidencias de algunos
porcentajes relacionados a hechos objetivos: % de migrantes,
% de escolaridad, etc. La encuesta Portes abarca 382 casos,
la de CIDU, 491. La única diferencia manifiesta entre las
dos muestras es el predominio de poblaciones dirigidas por me de Portes, "Informe preliminar sobre situación y aspi-
miembros de partidos obreros (PC y PS) en la encuesta de raciones de grupos marginados en el Gran Santiago", CESO,
Portes y en la de CIDU, predominio de la influencia de 1969.
dirigentes democratacristianos, Se puede consultar el infor- Para CIDU, ver Anexo Metodológico.
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Del 44% que se ubica en el grado mayor nización que prevalece sobre el de industria-
de intensidad de la percepción del conflicto, lización, acentuada por la falta de conciencia
tenemos las respuestas siguientes para acla- política, es decir, de trabajo adecuado de los
rar su experiencia personal del antagonismo: partidos que tienen por misión fomentar el
cambio.
Un índice más claro de esta doble influen-
cia se daría, a nuestro juicio, en la percep-
ción del grupo social al cual los pobladores
sienten que pertenecen. En efecto, su identi-
ficación como grupo social, es el mejor indi-
Del primer cuadro surgen conclusiones cador de su percepción de las relaciones so-
que podemos considerar como positivas —en ciales y de su conciencia política.
nuestra perspectiva— en el sentido que los Tomaremos para averiguar esta autoiden-
2/3 de la población visualizan la estructura tificación, las respuestas a las dos encuestas
social como conflictiva, pero sólo un 44% re- paralelas —CIDU-Portes— que tenían la ven-
laciona este aspecto conflictivo con su expe- taja de presentar dos alternativas de defini-
riencia personal y en ésta enfoca preferente- ción. Para el análisis de esta identificación
mente el conflicto a nivel de status social más con un grupo determinado, tomaremos un
que a nivel de relación de explotación: pa- cuadro comparativo de las respuestas en las
trones-obreros. Las relaciones de trabajo no dos encuestas entre la autoidentificación del
parecen tener mayor importancia en la per- encuestado y la identificación por parte del
cepción del conflicto. Tendríamos aquí un encuestado mismo del conjunto poblacional,
índice de la influencia del fenómeno de urba- con una clase definida.

E l análisis de este cuadro donde com pa -


ramos en las dos muestras elegidas la iden- 9 En las dos encuestas las preguntas cerradas tenían la
tificación personal con una clase y la identi- siguiente formulación: "en qué clase se ubica Ud." = iden-
tificación personal con una clase.
ficación del conjunto poblacional por parte "en qué clase se ubica la gente de esta población" =
del encuestado con una clase, manifiesta: identificación del universo poblacional con una clase.
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En la encuesta de CIDU la oposición se con clase obrera es posible, aunque no pro-


presenta en términos de proletariado contra bada, pero su identidad con "proletariado"
clase media o baja siendo la respuesta "pro- es prácticamente excluida. Esta noción de
letariado" expresiva de una conciencia de "clase trabajadora" manifestaría una tenden-
clase o de una politización mayor, mientras cia ya subrayada por Touraine de la anti-
las otras dos categorías expresan la percep- gua conciencia obrera caracterizada por el
ción de una estratificación. En esta alterna- doble movimiento de la "conciencia orgu-
tiva, la ausencia de una conciencia de clase llosa" y "conciencia sumisa", es decir, corres-
es evidente, ya que sólo un 15% contesta en pondiendo a la doble situación de trabajador
términos de "proletariado". La tendencia ma- a la vez transformador de la naturaleza, crea-
yoritaria a autoidentificarse en clase media dor o utilizador de técnicas y, por otra par-
cambia a nivel del conjunto, ya que prácti- te, sometido a la alienación natural, dicho
camente las respuestas clase media o baja, de otro modo, la percepción de la sumisión
se dividen en dos grupos iguales. Esto sig- de su trabajo a las leyes naturales que en-
nifica que ninguna de las dos categorías ex- cuentra sin dominarlas por el conocimiento
presa el concepto con el cual el universo científico y la reconstrucción técnica 10.
poblacional tiende a identificarse. No se sien- Esta conciencia hace que el trabajador re-
ten representados ni por clase media ni por conozca la "existencia de una clase superior"
clase baja. Estos dos conceptos manifiestan que al mismo tiempo combate, en nombre
solamente la percepción de una estratifica- de su conciencia orgullosa. Pero no hay re-
ción interna. ferencia a la sociedad considerada como sis-
En la encuesta de PORTES la mayoría se tema de producción, sino que espera una
identifica con la clase trabajadora y esta ten- simple reivindicación en nombre de una to-
dencia se ve reforzada cuando se trata del talidad concreta, ya sea el "pueblo" o la "na-
universo poblacional. Es decir, el conjunto ción".
de pobladores se siente identificado con la Esta actitud manifiesta una referencia más
clase trabajadora como tal. Clase trabajadora sicológica que social a una lucha contra los
es el concepto que expresa la visión política patrones, visualizados como poder personal
de la sociedad por parte de los pobladores con la consecuencia inevitable: la percepción
que se oponen así como "universo de traba- en términos de buenos y malos patrones,
jadores" a una clase superior que sería, por categorías aplicables al Estado o a los par-
ejemplo, la de los "ricos", es decir, no una tidos políticos en su acción frente a los po-
clase fácilmente ubicable como lo es la bur- bladores. Se trataría, entonces, de una con-
guesía que se opone al "proletariado". Las ciencia obrera dominada por los principios
respuestas clase media y clase baja señalan de identidad y oposición sin ninguna referen-
los encuestados que ponen mayor énfasis en cia al principio de totalidad, es decir, sin re-
la percepción de la estratificación interna ferencia a la sociedad como "colectividad de
que en la percepción de la oposición entre trabajadores cuyas necesidades están en opo-
el resto de la sociedad y el conjunto de "po- sición con la ley de beneficio privado que
bladores". controla el juego de intercambios, es decir,
En efecto, un 83% de los pobladores que se limita a ser defensa de intereses particu-
contestan —en la encuesta CIDU— "clase lares en pugna contra otros intereses par-
media" se declaran "gente mediana" por opo- ticulares" 11.
sición a "gente pobre". Mientras sólo un 42% La conciencia de ser miembro de la clase
de las respuestas, "clase baja", y un 59% de trabajadora, es decir de estar sometido y de-
las respuestas, "proletariado". Se confirma, pendiente de una clase superior es producto
entonces, que "proletariado" es una respuesta de una situación de dominado que hace per-
politizada mientras la dicotomía clase me- cibir los efectos más que la causa específica
dia/clase baja manifiesta la percepción de de esta dominación y hace imposible la per-
la estratificación interna.
Es difícil precisar el sentido exacto del 10 Touraine , op. cit., p. 134.
concepto "clase trabajadora"; su coincidencia 11 Id., p, 286.
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cepción de un cambio que no provenga "de centajes son paralelos a los nuestros, al com-
arriba". No hay, por lo tanto, "conciencia he- parar el trabajo actual con el último que tu-
gemónica" sin la ruptura de esta visión de vieron anteriormente, los encuestados mani-
la dominación o, mejor dicho, sin una poli- fiestan mayoritariamente la conciencia de
tización mayor. una movilidad ocupacional: 54% consideran-
La percepción de los efectos de la domina- do su ocupación actual mejor que la anterior
ción es efectiva por parte de los pobladores, y 13% igual que antes, mientras un 33% re-
pero esta percepción se da en tales términos conoce que está en situación peor.
que m anifiesta la carencia de relación de Sin embargo, un amplio porcentaje de los
causalidad entre la situación de dominado y encuestados preferiría poder instalarse por su
el conjunto del sistema socioeconómico. cuenta: el 861 de los asalariados considera
que estarían en situación mejor si pudieran
B) Percepción de algunos efectos de la do- instalarse por su cuenta y el 71% de éstos
minación piensa que va a ser posible algún día. Los
motivos dados para esta expectativa son pre-
En su conjunto, el universo poblador per- ferentemente la satisfacción de poder traba-
cibe muy bien que su situación es mala. Una jar en un ramo que el encuestado conoce
pregunta sobre la percepción de la situación (36%), aumentar sus ingresos (27%) o bien,
del mundo obrero es significativa: una am- la satisfacción de ser independiente (11%),
plia mayoría de los encuestados encuentra la un 26% no especifica la razón.
situación del mundo obrero mala:
Podemos decir que las dos motivaciones
principales corresponden a los dos principios
enunciados más arriba. Por una parte, la de-
fensa de la autonomía del trabajo o la afir-
mación de parte del obrero de su trabajo co-
mo valor propio expresada en la motivación:
"trabajar en un ramo conocido". Por otra
parte, el principio de oposición: ya que no
Es interesante ver a qué situación especí-
hay mayor posibilidad de aumentar sus in-
fica se refieren los pobladores cuando ha-
gresos —percibidos como justa remuneración
blan de una situación mala o regular. Toman-
de su trabajo— se busca en la independencia
do tres rubros que tienen importancia fun-
la posibilidad de evitar la dominación de los
damental para los pobladores: trabajo, in-
patrones.
greso y vivienda podernos ver las diferen -
cias que se manifiestan. Otra manifestación de la frustración del
trabajo es la inestabilidad. La mayoría de los
1) En las aspiraciones de trabajo obreros interrogados afirma haber estado ce-
santes. En efecto, un 56% ha pasado por la
La mayoría (70%) afirma haber sido frus- experiencia de cesantía y un 33% del total
trada en sus aspiraciones de trabajo, compa- de los asalariados —sin contar los cesantes
rando sus expectativas cuando comenzaron en el momento de la encuesta— lo ha sido
a trabajar y su situación actual, mientras que por más de tres meses.
el resto (30%) considera que su situación ac- PORTES, refiriéndose al mismo tema, ave-
tual corresponde a sus expectativas o no te- riguó el porcentaje de cesantes durante los
nían expectativas particulares. últimos 5 años. Un 42% del conjunto de asa-
El hecho de . que el trabajo esté percibido lariados (excluyendo a los cesantes en el mo-
como frustrante no está en contradicción con m e n t o d e l a e n c u e s t a ) , h a c o n o c i d o l a c e-
la percepción de cierto grado de movilidad santía en los últimos cinco arios. Con los ce-
ocupacional. En efecto, comparando su tra- santes, este porcentaje sube al 49%, lo que
bajo actual al primero remunerado, un 83% equivale a que prácticamente la mitad de los
de los pobladores reconoce que el actual es obreros vive regularmente la experiencia de
mejor. En la escuesta de PORTE, cuyos por- la cesantía.
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2) En las aspiraciones de ingreso

Un 78% afirma que sus ingresos son insu-


ficientes y el 22% que son suficientes para la
mantención de su hogar. Por otra parte, el
62% considera que su poder de compra ha
disminuido con respecto a su situación de 5
años atrás; un 19,5% que se ha mantenido
igual y 18,5% que ha aumentado. En resumen,
la sim ple lectura de los resultados refleja
—como se podrá esperar— en una situación
inflacionaria, la percepción de una situación
enteramente negativa.

3) En las aspiraciones de vivienda se verifica en todas las poblaciones de ope-


ración sitio, donde se realizó la Encuesta
La situación es parcialmente distinta, ya CIDU; sin embargo, hubo una tendencia más
que un 71% considera que su vivienda actual acentuada en la población "Villa 4 de sep-
es mejor que la que tenían antes; 10% consi- tiembre" donde las casas eran, de hecho, me-
dera que está en la misma situación, mien- jores que en otra parte. También esta tenden-
tras tm 19% se considera en una situación cia es muy alta en "Lo Ferrer", resultado ex-
peor a la anterior. La apreciación favorable plicable por el hecho de que los habitantes
104 R E V I S T A E U R E

de esta población vivían anteriormente en Ministerio de Vivienda, antes de su erradica-


una de las peores callampas de Santiago, co- ción, estas personas eran consideradas por el
mo lo era la de Cerro Blanco, a tal punto resto de los pobladores como "gente indesea-
que, según el testimonio de la Dirección del ble" 12.

A nuestro juicio, la situación actual de em- En efecto, si dividimos las poblaciones en


puje dada por el Gobierno al problema de la tres tipos, tendremos:
vivienda —empuje debido también a las pre- 1) Población completamente urbanizada
siones de los partidos de izquierda— ha acen- dentro del marco de la "Operación Sitio"
tuado la movilización alrededor de este ob- (tipo I).
jetivo, pero sin satisfacerlo completamente.
Lo que es cierto es que la urbanización cuan- 2) Población parcialmente urbanizada den-
do alcanza cierto nivel satisfactorio dentro tro del marco de la "Operación Sitio" (tipo
de la Operación Sitio, da una mayor seguri- II).
dad de estar en una vivienda propia, lo cual 3) Población parcialmente urbanizada o de
tiende a hacer disminuir las aspiraciones ha- ninguna manera y fuera del marco de la
cia estos objetivos sin que pueda decirse, por "Operación Sitio" (tipo III).
esto, que los pobladores están plenamente Tenemos los siguientes datos en términos
satisfechos. porcentuales:

En este último cuadro se ve claramente frentaba a un problema serio que hacia dis-
una baja de las aspiraciones de vivienda a minuir la seguridad de tener una casa 14.
medida que crece la seguridad de tener una
casa a un nivel mínimo de urbanización en 12 Seminario CIDU-PLANDES, "La Metrópoli a través de
la población. En el tipo I, las aspiraciones los grandes proyectos". A. Labadía, p. 149.
llegan a su nivel más bajo. En el tipo II, las 13 Tipo I: (CIDU), Villa 4 de Septiembre
Tipo II: (CIDU), Villa Kennedy: A; Santa Olga: B; Lo
aspiraciones de vivienda son más altas y al- Ferrer: D.; Manuel Rodríguez: C; La Faena: F1; (Portes),
canzan un nivel entre el 35 y el 40%. Hay una La Faena: F2; Lo Valledor Norte: E.
excepción, la población "La Faena", que se Tipo III: (Portes), Pob. Parque Santa Mónica: A; Pob.
Herminda de la Victoria: B.
encuentra en las dos muestras tomadas con
14 Informe Portes, p. 36: "Aunque desde un punto de
un año de diferencia. En la encuesta POR- vista físico, los pobladores de La Faena ya están radicados,
TES, tomada en 1968, esta población se en- desde un punto de vista psicológico no lo están. El no saber
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 105

Al año siguiente, este mismo problema es- grado de movilidad con respecto a la vivien-
taba superado y, por lo tanto, como lo mues- da, no significa necesariamente la plena sa-
tra el cuadro XI, esta misma población tenía tisfacción de sus expectativas. Una verifica-
un porcentaje de aspiraciones de vivienda ción a partir de una pregunta acerca de lo
parecido al de las otras poblaciones del tipo que harían los pobladores en el caso de un
II. aumento en sus ingresos de Eº 500, es bas-
En el tercer tipo, aun cuando tienen cierto tante significativa. La mayoría de los pobla-
nivel de urbanización física, el hecho de no dores en todas las poblaciones afirma que
estar integrado en la Operación Sitio, sino de dedicarían esta suma al mejoramiento de su
haber sido resultado de una toma violenta vivienda o, eventualmente, a la adquisición
—reconocida después— no da a los pobladores de otra vivienda mejor. De este modo, el 70%
la certeza de ser propietarios legalmente re- de los encuestados respondió que invertiría
conocidos. En este caso, los pobladores aspi- esta suma en la vivienda; el 14% la dedicaría
ran a esta seguridad de tener vivienda pro- al consumo; 9% se constituiría un capital para
pia, más que en el caso II. La última pobla- instalarse por cuenta propia y, finalmente,
ción se encontraba en peor situación ya que un 7% utilizaría esta suma en el mejoramiento
estaba considerada como provisoria y la gente de la educación de sus hijos. Puede decirse
aspiraba a salir de ese lugar para integrarse que la política global de vivienda ha procu-
a una Operación Sitio. Por lo tanto, el hecho rado un mejoramiento que perciben los po-
de carecer de vivienda y lugar adecuado y bladores sin satisfacer plenamente sus expec-
el "efecto de demostración" debido a la ve- tativas. La percepción de lo que es necesario
cindad de poblaciones mejor urbanizadas, para la satisfacción de los habitantes es muy
acentúan las aspiraciones de vivienda que variable. Están descontentos con respecto al
sólo disminuyen con la seguridad de ser pro- tamaño del sitio de la vivienda, o bien, per-
pietarios. ciben la mala calidad del material utilizado
en su construcción, la carencia de servicios
Sin embargo, la disminución de las aspira- adecuados o simplemente se trata de la in-
ciones de vivienda y la percepción de cierto satisfacción de no ser propietarios de una
vivienda definitiva.

el precio de su sitio dificulta el planeamiento de la distri-


bución futura de recursos por cada familia, impide la crea-
ción de ese sentimiento de seguridad que deriva de sen-
tirse al fin "propietarios" y, por lo tanto, integrados a la
estructura urbana. La ausencia de este sentimiento lleva, a
su vez, al debilitamiento de la motivación de trabajo con-
tinuo para el mejoramiento y expansión de la propia vi-
vienda y la ayuda a todo lo que representa progreso para
la población en general. Al término del encuestaje (1968)
las juntas de vecinos se hallaban aún abocadas al logro de
esta información vital que, pese a sus arduos esfuerzos, aún
no hablan obtenido de las autoridades". En el momento de
la encuesta de CIDU el problema estaba resuelto.
106 R E V I S T A E U R E

En cuanto a la apreciación del estado de regular" y el 33% "bueno". Portes subrayó el


la vivienda, en la encuesta de Portes los datos paralelismo entre este juicio y la situación
manifiestan un grado de relativa satisfacción. objetiva de la vivienda 15.
Un 20% juzga su casa como "mala", el 47%

Para resumir, podemos retomar los rubros bajo, hay una percepción positiva de cierta
considerados bajo tres aspectos. Estos serían movilidad, pero percepción insatisfactoria del
la percepción de la movilidad, la percepción estado actual y más insatisfactoria todavía
del estado actual y el grado de satisfacción con respecto a las aspiraciones reales. En lo
con respecto a las aspiraciones. que a vivienda se refiere, la percepción de
C on respecto al ingreso, tenem os una si- la movilidad es positiva, ya que la situación
tuación enteramente negativa, ya que la ma- actual refleja un estado de satisfacción mo-
yoría percibe en los tres aspectos anteriores derada aunque también inferior a las expec-
que su situación es mala. En cuanto al tra- tativas reales de los encuestados.

C) Relación de causalidad Como primera aproximación, tomaremos


las respuestas a tres tipos de preguntas en
Un segundo punto importante en la des- las dos encuestas que nos sirvieron como base
cripción que estamos presentando es la per- de información. Una primera pregunta se
cepción por parte de los pobladores de la refería a la causa de la situación de pobreza
relación de causalidad que existe entre el (de los pobladores) o de riqueza (de los
funcionamiento del sistema socioeconómico y grupos más favorecidos). Una segunda se
su propia situación percibida como mala. refiere a la causa de su fracaso personal en
sus aspiraciones de trabajo y la tercera, al
fracaso de sus aspiraciones en general.
A continuación veremos los cuadros de
15 Informe Portes, p. 42. respuesta:
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 107

De estos cuadros se destaca: fieren a la frustración en el trabajo o en las


1º Una tendencia a percibir la oposición de aspiraciones en general, manifiestan que la
clases. En efecto, a nivel de la percepción de "falta de oportunidad" se diluye en una serie
las causas de la situación de pobreza, los en- de causas secundarias que impide llegar hasta
cuestados manifiestan con claridad que ellos la conciencia de clase, lo que implicaría la
no tienen la responsabilidad de su situación. percepción del funcionamiento del sistema
Esta se debe al hecho de no haber tenido las socioeconómico.
oportunidades necesarias. Por otra parte, una Por una parte, alrededor del 30% (cuadros
mayoría reconoce que los ricos deben su si- XVIII-XIX) atribuye la responsabilidad al
tuación al hecho de haber explotado al pue- destino o a la suerte, es decir, se acercan al
blo y no por su esfuerzo o sacrificio personal. modelo de conciencia constituyente o de
Sin embargo, la tendencia a percibir a los conciencia sumisa que legitima el poder de
ricos como explotadores, es inferior a la de los amos, impidiendo la rebelión de los do-
no responsabilizar a los pobres de su situa- minados refiriéndose a lo suprahumano como
ción. En resumen, tenemos una conciencia do elem ento director de un orden que estaría
dominados (los pobres) que manifiestan una fuera del control humano 16. Además de este
oposición al conjunto de "ricos" percibidos porcentaje, aproximadamente entre un 50 y
como dominadores. un 60% atribuye la causalidad a hechos obje-
2º Una no percepción de la relación de cau-
salidad verdadera. Las respuestas que se re- 16 Touraine, op. cit., pp, 133-138.
108 R E V I S T A E U R E

tivos como la necesidad de trabajar desde bajadora en este caso— y de la clase domi-
muy joven, la falta de educación y, en un nante —la de los ricos— pero no en una con-
porcentaje mínimo, a la falta de esfuerzo per- ciencia de la sociedad como sistema de rela-
sonal..., pero no a causas estructurales que ciones sociales de trabajo.
implicarían la percepción del funcionamiento
del sistema socioeconómico. Sólo un 8%
(CIDU) y un 17% (Portes) manifiestan sig-
nos de conciencia de clase real, alcanzando SEGUNDA PARTE
una percepción de las relaciones sociales de
trabajo. La diferencia entre estos porcentajes,
se debe probablemente al tipo de muestra, PERCEPCIÓN DEL CAMBIO
siendo la de Portes hecha en poblaciones ac-
tivamente trabajadas por la izquierda tradi- A) Cambio "desde arriba"
cional, mientras en la de CIDU predominaba La gran mayoría de los encuestados no
la influencia democratacristiana. solamente perciben su situación de miseria, sino
Tendríamos aquí una confirmación de lo que también son conscientes de la necesidad de un
que habíamos visto anteriormente y que ven- cambio de gran magnitud. En efecto, en las dos
dría a ser la existencia de una conciencia encuestas, las respuestas a una misma pregunta
obrera tradicional que se apoya, de hecho, en dan resultados favorables a un cambio de gran
la conciencia de la clase dominada —la tra- magnitud.

Perciben igualmente la posibilidad de este estar en una situación de dominados, no per-


cambio. En efecto, después de una serie de ciben el funcionamiento del sistema socio-
preguntas relativas a la situación del obrero, económico y, por lo tanto, no hacen referen-
al preguntárseles si creen que un cambio es cia a la totalidad de la sociedad. Esta falta
posible, responden afirmativamente. de "principio de totalidad" les conduce a una
falta de percepción de su propio poder como
elemento de cambio y hace de los poblado-
res una clase de dominados que espera el
cambio "desde arriba". En consecuencia, ellos
perciben los efectos directos del cambio es-
tructural más que su naturaleza adecuada.
Esto último puede verse claramente en las
La confianza en la posibilidad de un cam- respuestas a dos preguntas acerca de la na-
bio no significa que perciban de manera ade- turaleza del cambio en las que se refleja la
cuada el modo de realizarlo. La percepción insistencia en los resultados de éste, más que
de este cambio se inscribe en la lógica del en su esencia misma la preferencia clara, ma-
tipo de conciencia obrera o, en este caso, de nifiesta en las respuestas para señalar "cam-
conciencia del poblador que habíamos des- bios en favor de su clase" que "cambios es-
crito anteriormente. Aunque conscientes de tructurales".
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 109

En el mismo sentido, las respuestas a la pregunta: "¿Cuál es el cambio más urgente? "

Entre los cuatro primeros cambios juzga- sar los resultados de éste, o bien, a enumerar
dos urgentes, uno solo expresa un cambio soluciones a problemas puntuales más ur-
estructural más que un resultado directo de gentes de los pobladores.
este cambio: la expropiación de fundos. Ade- Las respuestas que hemos tomado para
más, tiene mayor adhesión que la expropia- ilustrar esta descripción, habría que profun-
ción de industrias o demás propiedades de dizarlas teniendo en cuenta la composición
los "ricos". La razón principal de esta ten- social de las poblaciones. En un trabajo an-
dencia favorable a la expropiación de fundos terior 17, dividimos a los pobladores en cuatro
es explicable, ya que es una de las primeras categorías: lumpen proletariado, obreros de
medidas propuestas por el Gobierno del Pre- bajos ingresos, obreros de altos ingresos (tipo
sidente Frei. Esto confirmaría que sólo des- "aristocracia obrera") y el conjunto asimilable
pués de una proposición clara por parte de a la pequeña clase media que incluye al tra-
"los de arriba", y que en este caso sería el bajador por cuenta propia de ingresos rela-
Gobierno o miembros de la clase percibida tivamente altos y a los empleados. Es notable,
como superior, haya adhesión a una medida según los grupos, la diferencia de percepción
que expresa el cambio estructural. Mientras de la naturaleza del cambio social. Los dos
no haya una formulación clara por parte del últimos grupos perciben mucho más la nece-
Gobierno o de los partidos políticos favora-
bles al cambio —formulación alrededor de la
cual la masa puede movilizarse—, la percep- 17 "Significado político de la Junta de Vecinos". Docu-
ción del cambio se limita solamente a expre- mento de Trabajo Nº 28 de CIDU. pp. 17-30.
110 R E V I S T A E U R E

sidad de un cambio estructural, incluso pue- el cambio en su esencia y, como lo veremos


den definir el cambio más allá de los resul- más adelante, mayor tendencia a percibir su
tados que éste pueda acarrear. Podríamos propio poder. No se trata de una diferencia
afirmar, entonces, que a mayor status ocupa- absoluta, sino de una tendencia reflejada en
cional e ingreso, mayor tendencia a percibir los porcentajes de respuestas.

La dependencia que manifiestan los pobla- No existe contradicción en el hecho que,


dores —aun con los matices que acabamos de frente a una pregunta cerrada que presenta
mostrar— queda demostrada más todavía, diversas posibilidades de cambio equivalen-
cuando se averigua la percepción de la di- tes a reformismo y socialismo, statu quo, o,
mensión política del cambio social. La insis- en último término, a autoritarismo, un buen
tencia de los pobladores para que este cam- número de pobladores opten por el reformis-
bio sea un cambio del equipo de gobierno o mo o el socialismo.
de instituciones es notable, porque visualiza
las condiciones del cambio político, pero no
lo definen en términos que expresan su esen-
cia. Las pecas respuestas en las que pode-
mos identificar una definición del socialismo,
reformismo o autoritarismo, son significativas
de la no percepción de la esencia del cambio
político.

No tenemos suficientes elementos de com-


paración para poder predecir hasta qué punto
esta muestra seria representativa. Por el con-
trario, creemos que el predominio democrata-
cristiano orienta la respuesta hacia un tipo
de reformismo, lo que explicaría la ligera di-
ferencia de un 4% que encontramos en las
respuestas que implican una tendencia socia-
lizante o el 7% en la tendencia autoritaria. A
nuestro juicio, es muy probable que no haya
una clara definición (expresión de una ideo-
logía de clase propia) por parte de los po-
bladores como clase, sino que una influencia
de los pocos activistas de partidos a favor de
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 111

un régimen político determinado, o bien, una parar este tipo de respuestas con las que se
adhesión a tal o cual tipo de liderazgo repre- obtendrían, por ejemplo, después de la vic-
sentado ayer por la democracia cristiana y toria de la Unidad Popular para poder veri-
hoy por la Unidad Popular. Más que una ficar esta afirmación que constituye una in-
clara conciencia política, existe una relativa terpretación en función de lo visto anterior-
confianza en una línea política imprecisa m ente: la conciencia dependiente del con-
generalmente sugerida por dirigentes políti- junto de pobladores.
cos o caudillos locales. En este sentido, las
respuestas a este tipo de preguntas, reflejan En lo que concierne a la percepción del
el predominio, en una coyuntura determinada, cambio a nivel económico, la tendencia hacia
de la línea política imperante en el país, al medidas de tipo reformista es más acentuada
menos a nivel popular. Sería necesario com- todavía.

La preferencia hacia las medidas reformis- para el cambio social, el que haya expropia-
tas si bien se explica en parte por la muestra ción en favor del control del Estado y en fa-
—aunque no tengamos certeza de que así vor de una autogestión, tenemos respuestas
sea— se debe, más bien, a que en el momento favorables, pero con una mayoría que no es
de la encuesta la factibilidad de estas medi- tan am plia com o se esperaría de un grupo
das era mayor que la de las medidas socia- que tendría una ideología propia.
lizantes. De todos modos, no existe ninguna Lo que es notable es la mayor acogida a
ideología clara y definida Con respecto al la expropiación de las propiedades de los
problema dentro del conjunto poblacional. La ricos en favor del Estado que la acogida que
ausencia de una ideología propia es el resul- podría favorecer el control de los trabajado-
tado de la falta de toma de conciencia del res sobre los medios de producción a través
poder popular que surge de la cohesión alre- de una autogestión.
dedor de intereses objetivos y comunes.
De la misma manera, cuando en la encues-
ta de Portes, en cuya muestra la preferencia
política de izquierda es mayor, se pregunta si
los encuestados consideran como importante

18 Hemos optado por clasificar la respuesta "autogestión"


en respuestas que expresan una forma de socialismo porque
refleja, en el universo poblacional, una tendencia izquierdi-
zante, aunque tenga su representación en la DC. Pero es
evidente que en sí la autogestión no es condición del socia-
lismo.
112 R E V I S T A E U R E

tir de una pregunta de la encuesta Portes. Se


destacan tres tipos de grupos: los aliados,
que incluyen las categorías de dominados
bajo sus diversas expresiones: obreros, mine-
ros, pobladores, campesinos y, además, los
estudiantes. Los contactos hechos por el mo-
vimiento estudiantil en las poblaciones han
De este conjunto de respuestas parece sur- derivado en que el conjunto de los "estudian-
gir una interpretación que confirma la ausen- tes" sin distinción, está percibido como alia-
cia de una ideología propia: existe una reac- do incondicional. Estos grupos están consi-
ción relativamente fuerte que podemos cali- derados con un porcentaje en su favor de
ficar "anti-ricos" más que una conciencia clara un 90%.
del poder popular y de la capacidad de la Un segundo tipo de grupos que aparecen
clase trabajadora de generar una alternativa. con un porcentaje positivo, aunque con mu-
Se espera del Estado que controle la distri- cho menos apoyo que los "aliados", son los
bución de la riqueza y disminuya el poder dueños de pequeños comercios y las FF. AA.
de los ricos (respuesta de la encuesta CIDU): Aquí se nota claramente que el comerciante,
participación de los obreros en las empresas, si bien es cierto que es miembro de la pobla-
o bien, que controle totalmente las empresas ción como los demás es, a su vez, en varios
(respuesta de la encuesta Portes). El odio al casos, un "mini explotador", situación que los
rico es el factor que predomina en la per- pobladores perciben y que justifica el 20% de
cepción del poder económico. respuestas negativas y el 13% neutral. Las
Esta interpretación está confirmada por FF. AA. lograron crear una imagen positiva
otros indicadores, como la percepción de la aunque con mayor reserva. El grado de per-
dominación de los ricos. Una mayoría idén- cepción como enemigo es idéntico al de los
tica a la que contestó favorablemente frente "dueños de pequeño comercio" y menor que
a la posibilidad de expropiaciones (65%), el de los grupos políticos del PC, PS, DC,
afirmó que "los ricos son ricos por haber ex- PR (cuadro XXX).
plotado al pueblo" (cuadro XVII). La imagen neutral es muy marcada: 20%.
Por otra parte, en las preguntas que se re- Globalmente, la imagen de las FF. AA. es
fieren a la percepción de grupos sociales an- muy parecida a la de la Iglesia Católica.
tagónicos o aliados, el "rico" aparece como En tercer lugar, viene el grupo de los
el enemigo por excelencia, más antagónico "enemigos" que en orden de importancia son
que el industrial u otro grupo percibido nega- el dueño de fundo y el industrial y, sobre
tivamente. todo, el portador de los signos de domina-
El mismo hecho se verificó en la percep- ción percibido en términos de prestigio: el
ción de los grupos aliados o enemigos, a par- "rico".
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 113

B) Rechazo a la violencia dos de las grandes ciudades seria la 'milicia


popular', ya sea organizada o espontánea. Si
Otro indicador de la ausencia de "concien- no existe ni siquiera la amenaza de violen-
cia hegemónica" se manifiesta en la percep- cia, es porque el sistema de dominación im-
ción de los medios de cambio. De un grupo pide su surgimiento, ya sea creando una ima-
de "dominados" —mayoría en la capital y en gen que permite disfrazar el fenómeno de
el país— conscientes de la situación de miseria, dominación, sea creando mecanismos de re-
se esperaría que realizaran una oposición sin presión que aplastan cotidianamente todo in-
límites al sistema imperante hasta su destruc- tento de rebelión".
ción. Sin embargo, esto supondría que la per- La primera alternativa no se da, puesto
cepción de dominación conduzca automática-
que, de hecho, en los pobladores hay clara
mente a la percepción de la capacidad propia
conciencia de ser dominados y a este nivel
de construir una alternativa. Y esto es, pre-
el sistema no alcanza a esconder o deformar
cisamente, lo que no se da actualmente en
la realidad. La sola experiencia de movili-
la conciencia del poblador.
zación electoral en Chile es suficiente para
La mayoría de los pobladores esperan un destruir en poco tiempo toda falsa imagen
cambio por parte del grupo que consideran de la dominación. Contrariamente a opinio-
como los "buenos patrones", que acepten re- nes emitidas acerca de los pobladores, los
presentar los intereses reales de las clases llamados "marginales" se dan cuenta per-
dominadas. Estos representantes, cuya ima- fectamente de su situación.
gen puede variar, pudieron haber sido, por La verdadera causa está en el contexto re-
ejemplo, la democracia cristiana hace algu- presivo. La experiencia de represión conti-
nos años, y hoy sería la Unidad Popular. Pero nua, no la que se da de vez en cuando en el
todavía ninguno de los dos ha dado las con- enfrentamiento con "las fuerzas del orden'',
diciones necesarias para que surja, del con- sino la que proviene de la explotación en el
junto poblacional mismo, una fuerza cohe- trabajo, es la base principal de la experien-
sionada que sea capaz de explicitar la nece- cia de socialización de los dominados. De
sidad de cambio e imponerlo. Esto no excluye esta represión cotidiana, surge el miedo al
que la victoria de la Unidad Popular, per- enfrentamiento en términos de una lucha de
mita el surgimiento de una movilización po- clase. El impacto de la represión cotidiana
pular que, poco a poco, se imponga como no ha sido quebrado a través de la experien-
agente del cambio, sobre todo si en el go- cia política —hay pocos militantes en las po-
bierno existe la voluntad de crear esta movi- blaciones— ni a través de la participación en
lización. organizaciones de base, sean éstas sindicatos
o juntas de vecinos. En efecto, la cohesión ha
La conciencia hegemónica es producto de
sido canalizada y limitada a objetivos pre-
una praxis cohesionadora capaz de conducir
cisos. En el sindicato entendiéndolo como
a los dominados a imponer su propio poder.
"mini-sindicato" el trabajador puede ser (y
En un medio hostil, es inevitable que el uso
a menudo lo es) revolucionario, pero no tie-
de la violencia surja como expresión de este
ne conexión con otros sindicatos; en la orga-
poder a condición de producirse una toma
nización vecinal, el dirigente lucha para con-
de conciencia previa. Como lo escribió un
seguir una urbanización elemental, pero sin
autor 20, "la respuesta normal de los domina-
la unión de otros dirigentes pobladores; en
en el comité de los "sin casa", donde los po-
bladores manifiestan, a veces, un espíritu de
combate hasta tener su terreno reconocido…
No hay organizaciones de trabajadores o de
pobladores que unifiquen el conjunto de do-
minados. Tampoco un partido político pue-
de realizar esta unificación, ya que la pene-
tración democratacristiana paralela (a veces
20 Gallissot, René, e n " L ' h o m m e e t l a s o c i é t é " , N º 1 4 , anterior) a la marxista, ha logrado provocar
Oct.-Nov.-Dic. 1969, pp. 207-225. la división interna de los pobladores. Sin
114 R E V I S T A E U R E

embargo, la existencia de los Comités de cada por la legalidad. En las dos encuestas
Unidad Popular podría realizar una unifica- se formuló la pregunta: "Supongamos que
ción, representando los intereses locales y Uds., los pobladores de… necesiten la ayu-
relacionándolos con la realidad nacional y da del gobierno en algo; el gobierno se la
también, movilizando a la población feme- ha negado... ¿Piensa Ud. que puede hacerlo
nina, la que constituye un núcleo de resis- cambiar... y cómo?" Las respuestas indican
tencia a la penetración marxista. una clara preferencia por lo legal.
El análisis de los datos de las encuestas,
confirma nuestra interpretación del impacto
represivo del sistema frente a la posibilidad
de una praxis revolucionaria.
El rechazo a todo medio violento es evi-
dente en las dos muestras utilizadas. Frente
a una pregunta con respecto a los medios de
cambio (pregunta abierta) tenemos las res-
puestas siguientes:

A una pregunta sobre la conveniencia de


respetar la legalidad por parte de un gobier-
no "progresista", las respuestas son claramen-
te favorables a lo legal.

Es notable la insistencia sobre la necesi-


dad de utilizar medios pacíficos. Esta ten-
dencia supera, ampliamente, cualquier otra Esta adhesión a lo legal, constituye una
formulación y refleja, al mismo tiempo, la manifestación muy clara del impacto de la
incapacidad del conjunto poblacional a for- cultura dominante y el indicador de la de-
mular medidas claras para el cambio. Las pendencia cultural de los pobladores con
medidas que se acercan a la actual Unidad respecto a la "clase hegemónica". La legali-
Popular, y que hemos reagrupado bajo la al- dad, en la percepción de los pobladores, es
ternativa de "a través de un gobierno po- una expresión popular de esta cultura, es
pular", tuvieron solamente un 15% de prefe- decir, del logro del consensus al cual alcanza
rencia; las conformes a una política de tipo el sistema como estructura de dominación,
MIR, un 12%; igual porcentaje alcanza la ten- paralizando todo intento de oposición por los
dencia conservadora como la formulada por medios que no fijará el sistema mismo. Sin
el alessandrismo en las últimas elecciones embargo, el hecho de que la respuesta ma-
presidenciales. Otro tipo de medidas como nifieste una mayoría del 60%, podría apare-
mayor educación, industrialización o énfasis cer como no lo suficientemente significativa.
en las organizaciones comunitarias, alcanzan Creemos que, dado el hecho de que se trata
un porcentaje muy bajo. de una muestra en la que los partidos de iz-
La consecuencia directa de este tipo de re- quierda han tenido un gran impacto, y que
chazo a la violencia, es la preferencia mar- la pregunta al respecto, se refiere a la lega-
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 115

lidad, pero no por parte de los pobladores,


sino por parte de un gobierno estimado "pro-
gresista" (o representante de los intereses de
los pobladores), podemos considerar como
muy significativa la tendencia de adhesión
a lo legal de las respuestas, como elemento
importante en la cultura política chilena.
Otra consecuencia directa, es el rechazo de
toda opción revolucionaria en la medida que
se entiende por revolución al uso necesario
de la violencia. Frente a la posibilidad de
*
un cambio político que proviniera de una
revolución, la respuesta es negativa. Este miedo, fruto directo de la domina-
ción, no es otra cosa que el efecto de la vio-
Al comparar la opinión de los pobladores lencia institucionalizada que para el pobla-
en la encuesta de PORTES, acerca de la re- dor tiene nombre de cesantía y hambre.
volución cubana, con la percepción que tie-
ne de una eventual revolución en Chile, te- Esta experiencia silenciada de la explota-
nemos los siguientes resultados: ción, ha sido descrita en varios textos. Cree-
mos útil citar un párrafo de un observador
participante, que a nuestro juicio, sintetiza
en pocas líneas lo que es y significa el "mie-
do" consciente o inconsciente del poblador
de Santiago.
"...La gran mayoría de las familias obre-
ras vive amedrentada por el fantasma del
hambre. O lo han experimentado en carne
propia durante alguna época de su vida
familiar, o lo han sentido de muy cer-
ca en un pariente, en un amigo, en un
vecino. Esto crea un ambiente de "miedo".
Los que hemos nacido en un hogar econó-
micamente seguro, no logramos darnos
cuenta de la resonancia y profundidad
psicológica que entraña ese miedo. En
cambio, para las familias pobres, ese miedo
Las razones que dan los pobladores para
explícito o implícito es miga de su pan, es
rechazar los medios violentos son significati-
la condición en que han nacido y en que
vas de los efectos de dominación. No es ni la
siguen viviendo".
adhesión a la democracia, ni la pasividad,
ni la falta de compromiso, que serian la causa "El fantasma del hambre está siempre pre-
del rechazo a la violencia como expresión sente y actuante en la imaginación. Está
de poder de los "dominados". acechando en un posible incendio, en una
enfermedad que inutilice al padre o a la
En efecto, la razón principal que dan los madre, en un corte de trabajo, en la cesan-
encuestados, es lo que Weber llamó la "ra- tía que hoy día puede 'joder' a éste y ma-
cionalidad de la autoconservación", es decir, ñana a aquél… El hambre está muy real
el miedo a pagar las consecuencias de toda y muy presente. Tiene carta de ciudada-
manifestación de represión. A la pregunta: nía. Frases como éstas, escuchadas en la
"¿Por qué seria mala una revolución en Chi-
le?", las respuestas dadas son: "...nos mata-
* Esta pregunta se hizo solamente a los encuestados que
rían a todos, ...nos moriríamos de hambre", rechazaron la opción revolucionaria en Chile, es decir, el
etc. 60% de la muestra en la encuesta Portes.
116 R E V I S T A E U R E

conversación de cualquier familia… lle- pos 22 , podemos constatar que esta motiva-
gan a connaturalizar... con ese miedo ción tiende a ser mayor en los dos grupos de
ambiental: '¡Ud. no sabe por lo que hemos bajos ingresos. Más de un 60% en el lumpen
pasado! ', 'Gracias a Dios que a una no le y el grupo de obreros con bajos ingresos, y
falta el pan ahora!', '¡Qué nos ha costado solamente un 43% en el sector que se asemeja
criar a los niños!', 'Uno debe rebuscárselas a la aristocracia obrera. En el sector de pe-
y arreglárselas con lo que hay!', 'Yo quiero queña clase media alcanza un poco más de
que los niños no tengan que pasar por lo un 50%. El menor impacto de la violencia
que uno ha pasado...', 'Ayúdeme a buscar institucionalizada sobre el grupo de obreros
cualquier trabajito, lo que sea. No im- de altos ingresos se explica por la conciencia
porta'." que tiene este grupo de su propio poder. En
"En general, la familia obrera acomodada efecto, a una pregunta sobre el grado de in-
guarda con pudor el secreto de sus expe- fluencia que tiene la clase obrera sobre los
riencias pasadas. Pero cuando se llega con gobiernos, un 52% de los entrevistados de
ellas a una amistad, aflora el recuerdo del este grupo reconoce tener por lo menos al-
hambre como una nota dolorosa que re- guna influencia mientras en el otro grupo
viste de precariedad la estabilidad pre- obrero un 36%. Se da también en el grupo de
sente". obreros de altos ingresos una percepción me-
nos desfavorable de la actitud de los gobier-
"Yo pienso que este miedo es inconsciente nos con respecto a los pobres. Un 45% reco-
o conscientemente explotado por el siste- noce que los gobiernos se han preocupado
ma capitalista, encarnado concretamente de los pobres solamente contra un 30% del
en la dirección de las industrias y fuentes sector obrero de bajos ingresos.
de trabajo. No digo que todas, pero sí la
mayoría de las industrias y empresas capi- La consecuencia del menor impacto de la
talistas, a partir de este miedo, establece represión cotidiana en los sectores obreros
un 'régimen de terror'. Todavía en Santiago más acomodados no produce una actitud de
de Chile, a pesar de las leyes del trabajo lucha más rigurosa, sino una mayor tendencia
y del derecho de sindicalización, están uti- a la adhesión a los valores de la democracia
lizando la palanca del terror. Todo obrero burguesa: más del 20% rechaza la violencia
que asuma iniciativa de reivindicación de por esta adhesión contra un 5% en el otro
mejores condiciones de trabajo, sabe que sector obrero.
se expone al hambre" 21. El impacto del contexto represivo es tam-
La "racionalidad de la autoconservación" bién más fuerte en la población femenina
en contexto represivo tiene un impacto dife- que entre la masculina. En efecto, un 75% de
rencial sobre los diversos grupos de pobla- las mujeres encuestadas motivan su rechazo
dores. Retomando la división en cuatro gru- a la violencia en términos de la "racionalidad
de la autoconservación", entre un promedio
de 57% entre los hombres.

22 Ver nuestro trabajo "Significado Político de la Junta


21 Carta del Padre E. Gumucio publicada en revista Men- de Vecinos". Documento de Trabajo Nº 28, CIDU, 1970,
saje Nº 191, agosto 1970. pp. 17-30.
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c) Resumen-cuadro d) Carencia de un liderazgo

Retomando los distintos indicadores que Insistimos en el hecho de que este resultado
hem os utilizado para describir el nivel de indica tendencias predominantes sin excluir
conciencia del universo de los pobladores po- la posibilidad de existencia de una minoría
demos intentar construir un índice-resumen portadora de otro tipo de conciencia política.
que reflejará las tendencias. Para verificar este hecho hemos intentado la
construcción de varios subíndices para cada
Teniendo en cuenta la doble dificultad que
una de las encuestas. Estos subíndices nos
plantea el hecho de utilizar dos encuestas
permiten ver hasta qué punto los dos factores
diferentes y, por otra parte, la no coinciden-
que a nuestro juicio pueden explicar la va-
cia en una misma pregunta de los tres tipos
riación en el nivel de conciencia, la ocupa-
de conciencia (constituyente-dependiente-
ción y la movilización política son realmente
hegemónica) hemos intentado bosquejar un
elementos explicativos. Para la encuesta CI-
cuadro resumen. Atribuimos un puntaje que
DU se utilizaron dos índices. Uno que refleja
corresponde al porcentaje obtenido en las
la "actitud frente al cambio" y abarca: la
respuestas de la encuesta y explicitamos el
percepción de la situación de la clase obre-
tipo de subindicador utilizado para caracte-
ra, percepción del cambio en el orden eco-
rizar cada uno de los tipos.
nómico, en el campo político los medios de
El resultado obtenido por la suma de los cambios y la percepción del sindicato como
puntajes refleja el claro predominio del tipo instrumento del cambio. Para la medición de
de conciencia dependiente, mientras el "fa- este índice hemos adoptado el sistema de
talista » o constituyente alcanza un puntaje puntaje desde 0 hasta 18 (m áxim o). T ene-
bajo y prácticamente idéntico al del tipo mos los resultados siguientes: Promedio de
"conciencia hegemónica". los encuestados: 9.1.
118 R E V I S T A E U R E
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Las diferencias no son significativas. Por zante, aunque no es siempre muy significati-
otra parte, comparando este índice con la va la diferencia entre estos dos niveles en
participación política distinguiendo en estos el sector poblacional por lo menos.
dos niveles: el de militante y el de simpati-

Los resultados son mucho más significativos posición de clase propia del sector poblacio-
que en el cruce anterior. Por una parte, nal. Han sido "antidemocratacristianos", más
muestra el carácter desmovilizador de la mi- que formadores de una conciencia de clase.
litancia política D.C. para pobladores frente
al problema del cambio en la sociedad glo- En la encuesta de Portes hemos tratado de
bal. La tendencia indica claramente que a construir un índice de politización que abar-
mayor compromiso en el partido, menor ac- ca la percepción del cambio, la percepción
titud favorable al cambio en la sociedad glo- de los mecanismos de movilidad (partido po-
bal, mientras el fenómeno es contrario en los lítico-organización vecinal-desinterés), la aber-
grupos de izquierda. tura a una opción revolucionaria en Chile y
la percepción del legalismo como superable
Por otra parte, si bien es cierto que la ten- o no.
dencia de los partidos de izquierda es movi-
lizadora en comparación a la acción de la Atribuyendo puntaje de 0 hasta 12, tene-
D.C., sin embargo, la diferencia con el pro- mos un promedio de los encuestados de 6,6
medio de los encuestados no es tan grande lo cual es relativamente bajo y paralelo a los
como se podría esperar y está lejos, salvo ex- resultados obtenidos en los índices de la otra
cepciones, de alcanzar niveles que mostrarían encuesta. Confirma la constatación de la au-
índices de "conciencia hegemónica". Lo cual sencia de una ideología propia en poblacio-
demostraría que la movilización política de nes. Cruzando estos resultados con las dos
izquierda en los últimos años se ha dedicado variables que nos interesa llegamos a resul-
en el sector poblacional a mantener una lí- tados no significativos en lo que concierne a
nea de oposición sin alcanzar a definir una la estratificación ocupacional.
120 R E V I S T A E U R E

Tampoco estos resultados aparecen como algunas unidades productivas, principalmente


significativos. las de gran tamaño, que pertenecen al sector
La tendencia marcada en la encuesta CI- hegemónico de producción de tipo monopo-
DU no se verifica en este caso; no hay dife- lístico. La Central Unica de Trabajadores
rencia entre democratacristianos e izquier- (CUT), en su política de los últimos años,
distas 23 . Lo que si se confirma es que los ha reflejado este hecho a través de la lucha
grupos políticos no son en poblaciones, por- por los reajustes defendiendo este sector de
tadores de otra conciencia social, ya que el la clase obrera e intensificando la estratifica-
nivel al cual alcanzan no se diferencia básica- ción de la clase obrera. Se acentuó en efecto
mente del resto. De hecho, tanto en el índice el fenómeno de la aristocracia obrera relati-
de la primera, como de la segunda encuesta, vamente privilegiada frente a la mano de
sólo un 10% de los politizados alcanza a obra de la pequeña y mediana industria mal
puntajes altos sin que aparezcan elementos representada en los sindicatos. El estilo "mini-
comunes que expliquen este nivel de con- sindicato", no permitió la creación de una
ciencia. fuerza sindical de gran envergadura que po-
día desembocar en sindicatos por rama de
Otra consecuencia es el hecho de que las actividades o por regiones —posibilidad que
diferencias ocupacionales no producen carac- hoy se vislumbra como lo muestra el último
terísticas diferentes o por lo menos que éstas Congreso de la CUT 25.
son solamente tendencias limitadas a algunos Por otra parte, la penetración política di-
puntos precisos como lo hemos mostrado en recta se ha limitado al tiempo de las elec-
algunos casos. El fenómeno de urbanización ciones y ha funcionado en base al liderazgo
y la movilización política aun limitada al- local de tipo caudillo, más que como una
canzan a suprimir las diferencias que normal- vanguardia proletaria. Este trabajo, además,
mente se podrían esperar 24. hubiera requerido muchos más cuadros polí-
Las causas de esta situación radican prin- ticos que los que hoy tienen los partidos
cipalmente, a nuestro juicio, en el tipo de obreros.
penetración política y en el estilo de organi- En tercer lugar, la penetración vía las or-
zación correspondiente. ganizaciones locales —juntas, etc.—, es bas-
tante reciente y se ha limitado a objetivos
Por una parte, los partidos obreros han al-
exclusivamente reivindicativos: la lucha por
canzado a crear un liderazgo proletario en
la vivienda que se termina con la operación
sitio. Este tipo de penetración tiene, además,
23 Una explicación posible —no confirmada— sería que
por su naturaleza, serias limitaciones: "el
donde predomina un liderazgo de izquierda se produce cierta barrio o la ciudad obrera" no dan fuerza a
osmosis ideológica en el conjunto poblador, pero no al in- la conciencia y a la resistencia obrera, sino
verso, hecho explicable por la ausencia de una ideología
definida en la democracia cristiana.
imponiéndoles límites mucho más concretos,
24 Quijano afirma en el mismo sentido: "La ocupación dando nacimiento a una conciencia popular
no podría proveer para los marginados una base demasiado más que obrera, conciencia de un medio muy
poderosa coma para constituir dos equipamientos sociales
plenamente diferenciables, en la medida en que la exigüi-
amplio que se define como el de los trabaja-
dad de los ingresos y la participación común en niveles dores, pero también, como el de los pobres
más o menos homogéneos de acceso al mercado de bienes o el de los pequeños y en el que la situación
y servicios, junto con la participación en formas y áreas de
residencia comunes, reducirían de manera muy importante,
y quizás decisiva, los efectos sociales de la diferenciación 25 En el último Congreso de la CUT, Luis Figueroa pro-
ocupacional" (redefinición de la dependencia y marginali- puso como estrategia sindical los pliegos de peticiones por
zación en América Latina, CESO, 1960, pp. 93-94). rama de actividad o por regiones.
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profesional o la relación con el capital, no profundidad de la penetración política "con-


intervienen más que como elementos no ais- cientizadora" en el frente poblacional.
lables de un conjunto más complejo y más A nivel del comportamiento individual
concreto 26 . La única alternativa para este conduce a una aceptación de los mecanis-
tipo de penetración parece ser el de una am- mos de movilidad individual más que colec-
pliación que permita salir de la unidad geo- tivo —percepción clara del trabajo individual
gráfica —la población— para desembocar en o de la educación como medio de movilidad—,
un gran movimiento social con efectos cuali- y por otra parte, en la transferencia de las
tativamente diferentes. La toma de concien- expectativas de mejoramiento real a los hijos.
cia de este hecho es bastante reciente en la
izquierda (no solamente chilena)27, ya que
empezó con la praxis de los campamentos La modificabilidad de la sociedad local
políticamente movilizados.
Concretamente, la política del gobierno
Estas explicaciones son más bien hipótesis, democratacristiano canalizó las aspiraciones
ya que el estudio de la penetración de los de los pobladores hacia las organizaciones
partidos no se ha hecho desde un punto de vecinales en base al problema de la vivienda.
vista marxista. Además queda por ver si en La difusión de estas organizaciones era
la coyuntura que hemos analizado era posi- acompañada por un programa que en la ma-
ble pensar en otro tipo de penetración te- yoría de los casos constituía una movilidad
niendo en cuenta el tipo de desarrollo capi- real —solución al problema del sitio o de la
talista y de represión correspondiente que el casa— pero limitando implícitamente las ex-
país conoció. pectativas de las organizaciones poblaciona-
les a este tipo de demandas. La consecuencia
más evidente de esta política es la canaliza-
TERCERA PARTE ción de los afanes de cambio de los pobla-
dores exclusivamente hacia la "modificabili-
dad" de la sociedad local sin ninguna rela-
CONSECUENCIAS ción entre esta modificación potencial y un
cambio real a nivel nacional.
Se desprenden de esta situación tres tipos Dado el carácter desmovilizador que se dio
de consecuencias: por una parte, una cana- en la práctica —de hecho es posible actuar
lización de los esfuerzos para el cambio hacia de otro modo, dentro del marco legal y a
la modificabilidad de la sociedad local. Lo partir de las organizaciones de base—, se
cual se manifiesta en la percepción clara- transformó en uno de los tantos escalafones
mente favorable y en la participación relati- de la burocracia. En efecto, la mayoría de
vamente alta en las juntas de vecinos. Por los dirigentes se dedican a la tramitación
otra parte, a nivel político, la situación de burocrática para lograr mejorar la urbaniza-
"conciencia dependiente", conduce a una ex- ción o solucionar el problema de la vivienda.
trema permeabilidad a todo tipo de influen- Esta posibilidad ofrecida por la política de
cia en campañas electorales debido a la poca gobierno, introdujo una percepción favorable
de las organizaciones vecinales, percepción
26 Touraine, op. cit., p. 285.
de relativa eficiencia de estas organizaciones
27 De hecho las posibilidades de organización ofrecidas y una participación más alta en ellas, que en
por el fenómeno de hiperurbanización no han sido apro- otras organizaciones como son los partidos
vechadas hasta abona por la izquierda —salvo en el caso políticos o los sindicatos.
de la guerrilla urbana—. La izquierda se ha limitado en
general a la técnica de la célula de empresa y al trabajo Algunos cuadros que damos a continua-
sindical. Hoy día surgen en varias partes del mundo (Eu-
ropa, U.S.A. y América Latina) nuevas praxis que podrían
ción ilustran la atracción de las juntas de ve-
desembocar en un movimiento social. Ver, por ejemplo, en cinos en comparación con otras organizacio-
"Temps Modernes", agosto-septiembre de 1970, "Pour un nes. Tomando el conjunto de asalariados y
travail politique dans les quartiers populaires", de Potere
Operaio, que refleja la línea política de "El Manifiesto"
comparando su participación en sindicatos, y
italiano. en las organizaciones vecinales, tenemos:
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Tomando la intensidad de esta participa - do los dos estratos ocupacionales que hemos
ción en las dos organizaciones y consideran- definido anteriormente tenemos:

Las otras categorías, en su gran mayoría, Comparando ahora con la participación


escapan al control sindical, ya que son gene- política y considerando los dos niveles antes
ralmente —salvo el caso de empleados que señalados, tenemos:
constituyen una ínfima minoría— trabajadores
por cuenta propia.

V arias otras respuestas reflejan la clara Sin embargo, esta preferencia no significa
preferencia del poblador para la junta de que las organizaciones vecinales, estén perci-
vecinos. A una pregunta directa: "¿Qué or- bidas como la solución a los problemas del
ganización favorece más al poblador?", la poblador, sino que entre las posibilidades de
preferencia va claramente a la junta en un organización para la defensa de sus intereses,
72%, contra un 17% al partido político y un los pobladores optan en la coyuntura política
11% a otras organizaciones. A una pregunta que corresponde a la fecha de las encuestas
indirecta de Portes, en la cual daba a escoger por las organizaciones vecinales, más que por
entre tres tipos de actitudes, la participación el partido político o el sindicato, es decir,
en organizaciones vecinales, la incorporación visualizan el cambio a nivel local como rela-
a un partido o el desinterés, la preferencia tivamente factible o por lo menos útil.
iba también a la junta. Pero al mismo tiempo, no creen que la
movilidad se dé a través de mecanismos co-
lectivos. En efecto, el contenido de la per-
cepción, tal como se destaca de las respues-
tas a otras preguntas, refleja el predominio
de mecanismos de movilidad individual sobre
los colectivos. Por ejemplo, a una pregunta
de Portes: "¿Cuál es la mejor forma de me-
P O B L A D O R E S Y C O N C I E N C I A S O C I A L 123

jorar su situación si uno es pobre?", se daban las respuestas siguientes:

E sta tendencia es m ucho m ás acentuada CONCLUSIÓN


cuando se trata de las expectativas proyec- Tratando de señalar las tendencias de lo
tadas a los hijos. L a opción de tipo colec- que hemos llamado la conciencia social del
tivo (lucha por la transformación social, par- poblador, hemos indicado algunas líneas que
ticipación política...) está prácticamente au- permiten afirmar —por lo menos hasta que
sente, mientras una "mejor educación" y el se hagan estudios más acabados— que este
"trabajo personal" aparecen como los medios nivel de conciencia es de tipo dependiente.
por excelencia de promoción social. Por una Los indicadores que hemos tomado pueden
parte, existe la convicción de que los hijos ten- ser discutidos y la argum entación nuestra
drán una situación mejor o mucho mejor radica más bien en las tendencias generales
(92%), y por otra, la aceptación de los me- confirmadas a través de múltiples indicado-
canismos funcionales para el sistema como res tomados de dos encuestas independientes
medios de lograr estas expectativas diferidas. que en cada una aislado.
Por una parte, este nivel refleja la supera-
ción en la gran mayoría de los pobladores
del fatalismo o conciencia constituyente. Po-
dríamos decir que es fruto del trabajo po-
lítico o sindical haber logrado este objetivo
positivo, aunque insuficiente si se quiere es-
tablecer un cambio en el cual el proletariado
—los pobladores son parte de éste— sea clase
imperante.
Por otra parte, refleja la ausencia de una
ideología propia que provendría de un tra-
bajo de masa sistemático. No se destaca nin-
El tercer punto que hemos señalado como guna minoría política portadora de un nivel
consecuencia, es la permeabilidad a las dife- de conciencia hegemónica, por lo menos en
rentes soluciones políticas ofrecidas. No cree- el m om ento de las encuestas. L o cual con -
mos que sea útil mostrar aquí esta permeabi- firma que les partidos tradicionales no han
lidad: los datos electorales, como la misma podido o no han querido realizar un trabajo
división interna entre simpatizantes democra- de concientización. No existe tampoco una
tacristianos y adherentes de partidos de iz- categoría ocupacional portadora de un nivel
quierda es significativa de la división que se de conciencia hegem ónica por las razones
ha logrado en el sector poblacional. que hemos expuesto anteriormente.

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