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CAPÍTULO IX

LA SEGURIDAD SOCIAL EN ESPAÑA

1. LA EVOLUCIÓN DEL GASTO EN PROTECCIÓN SOCIAL EN EL ESTADO ESPAÑOL


Comenzando de un punto de partida extremadamente bajo, resultado del subdesarrollo
del Estado del Bienestar durante el franquismo, el gasto de protección social ha crecido de
forma muy importante en el Estado Español durante las últimas décadas.

El inicio de una fase depresiva en 1991 coincide con un refuerzo ideológico y político
del neoliberalismo con el pretexto de la necesidad de competir en economías globalizadas.
El crecimiento de las prestaciones de la Seguridad Social debido al incremento de los
salarios durante los últimos 25 años – aunque tanto los salarios netos como los brutos
hayan visto reducida su participación en la renta nacional en beneficio de los excedentes
empresariales -, el incremento de los gastos en desempleo debido a la elevadísima tasa de
paro y los cambios demográficos debidos al incremento de la esperanza media de vida, son
los factores explicativos fundamentales de un incremento importante del gasto en
protección social. Sin embargo, concebir el incremento de los gastos de protección social
sólo desde el punto de vista de mejora del bienestar social, sería bastante unilateral. La
Seguridad Social ha facilitado la reconversión industrial, especialmente durante la década
de los ochenta, permitiendo, mediante la utilización combinada del desempleo y las
jubilaciones anticipadas, apartar del mercado del trabajo a millones de asalariados.

Desde el año 1994 el incremento del gasto social se ha congelado, más aún ha cambiado
de signo y el proceso de acercamiento a la media de la Unión Europea se ha estancado,
subsistiendo una diferencia de más de cinco puntos (23,5% del PIB frente a 28,7). Además
de la diferencia en gasto social sobre el PIB, hay que tener en cuenta la diferente estructura
del gasto. En el caso del Estado Español gasta menos que la media de la UE en vejez-
supervivencia, maternidad y familia, mientras que gasta proporcionalmente el doble en
empleo como consecuencia de una tasa de desempleo que prácticamente dobla la media de
la UE. La diferencia en gasto social sería bastante superior si no se computase este
concepto. Hay que tener en cuenta asimismo que durante los últimos años se ha
incrementado la carga fiscal sobre algunas prestaciones sociales. Así, desde 1994 las
prestaciones de desempleo, están sujetas a tributación por IRPF y también desde ese año
son a cargo del desempleado sus cotizaciones a la Seguridad Social (reducidas en el 35%,
a cargo del INEM).

2. ESTRUCTURA DEL SISTEMA ESPAÑOL DE SEGURIDAD SOCIAL


Conforme al art. 41 de la Constitución Española (CE), el sistema de la Seguridad social
español se organiza en varios niveles de protección.54 Uno, contributivo y de carácter
obligatorio, que constituye el núcleo esencial y proporciona rentas de sustitución de los
ingresos derivados de la actividad profesional por cuenta ajena o propia. El elemento
fundamental de las prestaciones contributivas está constituido por las pensiones, cuyo
número era de 7,026.800 en 1996. De ellas el 47% correspondían a jubilación, el 26% a
viudedad, el 24% a invalidez, el 2% a orfandad y el 1% a favor de familiares. De su
importancia económica da una idea que en 1996, el gasto en pensiones representa el 34,6%
del total del gasto social, el 19,8% del total del gasto público y el 9,3% del PIB y
aproximadamente el 60% del conjunto del Presupuesto de la Seguridad Social, siendo
además la partida de más rápido crecimiento.

Las cuantías absolutas de las pensiones han aumentado como resultado de la elevación
de los salarios nominales, pero todas las superiores al salario mínimo interprofesional,
como resultado de los incrementos de retenciones fiscales, han visto reducirse su poder
adquisitivo desde 1984. En Junio de 1997, la cuantía media de las pensiones contributivas
del sistema de Seguridad Social ascendía a 69.400 ptas./mes, pero con diferencias muy
considerables entre los diferentes Regímenes: desde las 122.900 ptas. en la Minería del
Carbón hasta las 50.100 ptas. del Régimen Agrario por Cuenta Propia, pasando por las
83.900 ptas. en el Régimen General. En general, las pensiones medias más elevadas– no
en Hogar, donde son superiores las de invalidez - son las de jubilación. Como resultado de
salarios y por tanto cotizaciones más altas, las pensiones medias son más elevadas en la
CAPV: ya en 1995 ascendían a 77.000 ptas., frente a las 63.000 de la media estatal.

3. SEGURIDAD SOCIAL EN ESPAÑA


El Sistema Español de Seguridad Social apareció, como tal, mediante la promulgación
del Texto Articulado I de la Ley de Bases de Seguridad Social, conocido como Ley de
Seguridad Social, aprobado por el Decreto 907 de 21-4-66, que entró en vigor el 1-1-67.
Desde entonces se abandonó el criterio de seguros sociales y apareció en nuestro
ordenamiento el concepto de Sistema: conjunto de materias relacionadas con el aspecto
jurídico de la Seguridad Social, vinculadas entre sí y ordenadas para un fin.

Nuestro Sistema de Seguridad Social obtiene sus recursos a través de las siguientes
vías:
a) Las aportaciones progresivas del Estado, que se consignarán con carácter permanente
en sus Presupuestos Generales, y las que se acuerden para atenciones especiales o
resulten precisas por exigencia de la coyuntura.
b) Las cuotas de las personas obligadas.
c) Las cantidades recaudadas en concepto de recargos, sanciones u otras de naturaleza
análoga.
d) Los frutos, rentas o intereses y cualquier otro producto de sus recursos patrimoniales.
e) Cualesquiera otros ingresos.

Y su protección se manifiesta a través de dos niveles:


El contributivo: Las personas incluidas en su campo de aplicación tienen que cumplir
una serie de obligaciones (afiliación, alta, cotización, etcétera) para, una vez acontecidas
las distintas contingencias (desempleo, invalidez, vejez y otras), y cumplidos los requisitos
exigidos, poder obtener los derechos normativamente establecidos, es decir: prestaciones
asistenciales (asistencia sanitaria) y, en su caso, económicas (subsidios, pensiones e
indemnizaciones). El no contributivo: El derecho a las prestaciones -prestaciones por hijo
a cargo, invalidez y vejez- no se obtiene en función de las obligaciones socio-laborales
(afiliación, alta, cotización, etc.) sino del cumplimiento de una serie de requisitos,
encaminados a la situación de necesidad de las personas protegidas, y cuyo principal
exponente es la carencia de ingresos.
La diversidad de las situaciones socio-laborales de las personas incluidas en el campo
de aplicación del Sistema de Seguridad Social, así como otra serie de razones más adelante
señaladas, hacen inevitable su estructura en varios regímenes: Régimen General y
Regímenes Especiales. Y dentro del Régimen General, algunos Sistemas Especiales, con
particularidades respecto a encuadramiento, afiliación, cotización o, en su caso y,
recaudación.

De la forma más asequible y resumida posible, vamos a intentar, a través de las


próximas páginas, el estudio de los dos regímenes de nuestro Sistema cualitativa y
cuantitativamente más apreciables: Régimen General y Régimen Especial de Trabajadores
Autónomos (desde ahora RETA).

4. RÉGIMEN GENERAL

4.1 Campo de Aplicación e Inscripción de Empresas


a. Extensión
1) Estarán obligatoriamente incluidos en el Régimen General de la Seguridad Social los
trabajadores por cuenta ajena o asimilados.

2) A los efectos de la Ley se declaran expresamente comprendidos en el apartado


anterior:
a) Los trabajadores por cuenta ajena y los socios trabajadores de sociedades mercantiles
capitalistas, aunque formen parte de sus órganos de administración, siempre que no
posean el control efectivo de la sociedad. Si ejercen funciones de Dirección y Gerencia,
no cotizarán ni tendrán derecho a las prestaciones de desempleo ni a las
correspondientes al fondo de garantía salarial.
b) Los conductores de vehículos de turismo al servicio de particulares.
c) El personal civil no funcionario dependiente de organismos, servicios o entidades del
Estado.
d) El personal civil no funcionario al servicio de organismos y entidades de la
Administración Local, siempre que no estén incluidos en virtud de una Ley especial en
otro régimen obligatorio de previsión social.
e) Los laicos o seglares que presten servicios retribuidos en los establecimientos o
dependencias de las entidades o instituciones eclesiásticas. Por acuerdo especial con
la jerarquía eclesiástica competente se regulará la situación de los trabajadores laicos
y seglares que presten sus servicios retribuidos a organismos o dependencias de la
Iglesia y cuya misión primordial consista en ayudar directamente en la práctica del
culto.
f) Las personas que presten servicios retribuidos en las entidades o instituciones de
carácter benéfico-social.
g) El personal contratado al servicio de Notarías, Registros de la Propiedad y demás
oficinas o centros similares.
h) Los funcionarios en prácticas que aspiren a incorporarse a Cuerpos o Escalas de
funcionarios que no estén sujetos al Régimen de Clases Pasivas y los altos cargos de
las Administraciones Públicas que no sean funcionarios públicos, así como los
funcionarios de nuevo ingreso de las Comunidades Autónomas.
i) Los funcionarios del Estado transferidos a las Comunidades Autónomas que hayan
ingresado o ingresen voluntariamente en Cuerpos o Escalas propios de la Comunidad
Autónoma de destino, cualquiera que sea el sistema de acceso.
j) Los miembros de las Corporaciones Locales que desempeñen sus cargos con dedicación
exclusiva, a salvo de lo previsto en el artículo 74 de la Ley 7/1985, de 2 de abril,
reguladora de las Bases del Régimen Local.
k) Cualesquiera otras personas que, en lo sucesivo y por razón de su actividad, sean objeto
de inclusión, mediante Real Decreto a propuesta del Ministro de Trabajo y Seguridad
Social.

b. Exclusiones
No darán lugar a inclusión en este Régimen General los siguientes trabajos:
1) Los que se ejecuten ocasionalmente mediante los llamados servicios amistosos,
benévolos o de buena vecindad, bien es verdad que dichos trabajos deberán estar
perfectamente justificados, no siendo posible la simple alusión de las partes.
2) Los que den lugar a la inclusión en alguno de los Regímenes Especiales de la Seguridad
Social.
3) Los trabajos familiares, salvo que se demuestre la condición de asalariados de quienes
los llevan a cabo (a través de una declaración jurada que se adjuntará al parte de alta).
Se considerarán familiares, a estos efectos, siempre que convivan con el empresario, el
cónyuge, los descendientes, ascendientes y demás parientes por consanguinidad o
afinidad, hasta el segundo grado inclusive y, en su caso, por adopción. Ahora bien,
cuando existe convivencia entre el familiar en cuestión y el titular empresarial se
presume, por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social, que aquél está a
cargo de éste, y procede a denegar la solicitud de alta en el Régimen General. Aunque
es probable que cuando este asunto tenga que ser dilucidado por los Tribunales de
Justicia, la Tesorería General tenga que cambiar este criterio. En cualquier caso, la
denegación de una solicitud de alta en el Régimen General (no en ventanilla, sino
mediante la correspondiente Resolución motivada) de este tipo, podrá (y deberá) ser
recurrida hasta las últimas instancias.

c. Concepto de Empresario
A efectos del Régimen Gral. de la Seguridad Social se considerarán empresarios,
aunque su actividad no esté motivada por ánimo de lucro, a toda persona natural o jurídica,
pública o privada, por cuya cuenta trabajen las personas incluidas en su campo de
aplicación, independientemente de que obtenga beneficios económicos o no, y de la posible
cuantía de éstos.

d. Formulación de la Inscripción
Los empresarios, como requisito previo e indispensable a la iniciación de sus
actividades, solicitarán su inscripción en el Régimen General de la Seguridad Social
haciendo constar la entidad gestora o, en su caso, la mutua de Accidentes de trabajo y
Enfermedades profesionales de la Seguridad Social que haya de asumir la protección por
estas contingencias, así como, en su caso, la cobertura de la incapacidad temporal derivada
de contingencias comunes. Dicha inscripción se efectuará a nombre de la persona natural
o jurídica titular de la empresa, ante el organismo de la Seg. Social (Dirección Provincial de
la Tesorería General o Administración correspondiente).

e. Acto de Inscripción
Mediante el acto de inscripción, la Tesorería General asignará al empresario un número
único de inscripción para su individualización en el respectivo Régimen del sistema de la
Seguridad Social, que será considerado el primero y principal código de cuenta de
cotización, estará referido, en principio, al domicilio de la empresa, y al mismo se vincularán
todas aquellas otras cuentas de cotización que puedan asignársele en la misma o distinta
provincia. Además del código de cuenta de cotización principal, la Tesorería General podrá
asignar al empresario otros números o códigos de cuenta de cotización.

f. Variaciones y Ceses
Los empresarios comunicarán al órgano correspondiente de la S.S. que territorialmente
corresponda, las variaciones que se produzcan en los datos declarados al formular su
inscripción y en especial la referente al cambio de entidad que deba cubrir la protección
por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como el cese de la empresa en
su actividad. Dichas comunicaciones deberán realizarse dentro de los seis días naturales
siguientes a aquél en que la variación o el cese se produzca.

4.2 Afiliación a la Seguridad Social


a. Número de la Seguridad Social
La Tesorería General de la Seguridad Social asignará un número de la Seguridad Social
a cada ciudadano para la identificación del mismo en sus relaciones con la Seguridad
Social.

El ciudadano que no tuviere número de la Seguridad Social, deberá solicitarlo con


carácter previo a la solicitud de su afiliación y alta o a la solicitud de cualquier prestación
o servicio.

Al solicitar la afiliación y el alta, los empresarios o quienes tengan la obligación


señalada, deberán indicar el número de la Seguridad Social.

La Tesorería General facilitará a cada afiliado, pensionista y beneficiario el documento


identificativo del mismo en la Seguridad Social.

b. Obligatoriedad y Alcance de la Afiliación


La afiliación al Seguro Social es obligatoria para todas las personas incluidas en su
campo de aplicación y única para la vida laboral de las mismas y para todo el Sistema de
S.S., sin perjuicio de las altas, bajas y variaciones que puedan producirse con posterioridad
a la misma.77

c. Formas de Promover la Afiliación


Los empresarios están obligados a solicitar la afiliación al Sistema de S.S. de los
trabajadores que ingresen a su servicio. Lo harán a través de los modelos oficiales, que
deberán presentar en la Dirección Prov. de la Tesorería Gral. de la S.S. o Administración,
correspondiente a la ubicación del centro de trabajo.

La presentación de los documentos de afiliación podrá realizarse en otra Dirección


Provincial o Administración o en los lugares previstos en el artículo 38.4 de la Ley 30/1992
(registros de los distintos órganos administrativos, oficinas de correos, representaciones
diplomáticas u oficinas consulares, cualquier otro que legalmente se señale).

En los casos excepcionales en que no hubiese podido preverse con antelación la


iniciación de los servicios, si el día o días anteriores a la misma fuesen inhábiles o si la
prestación de servicios se iniciase, asimismo, en horas inhábiles, deberán remitirse con
anterioridad al inicio de la misma, por telegrama, fax o cualquier otro medio electrónico,
telemático o informático (Plan Red) los documentos para la afiliación debidamente
complementados o, si ello no fuera posible, los datos necesarios.

En el caso de que el empresario incumpla las obligaciones expuestas en el apartado


anterior, el trabajador podrá instar su afiliación, sin perjuicio de la imposición de sanciones
por la infracción empresarial cometida. La afiliación podrá, asimismo, tramitarse de oficio
por los correspondientes organismos de la Administración de la Seguridad Social, cuando,
a raíz de las actuaciones de los servicios de inspección o por cualquier otro procedimiento,
se compruebe que ni empresario ni trabajador han instado la afiliación.

d. Documento de Afiliación
La condición de afiliado se acreditará mediante el correspondiente documento (TA-1/1),
que tendrá carácter permanente y en el que figurarán los datos personales del trabajador
y su número de afiliación (12 dígitos), que será único y vitalicio y surtirá efectos ante todas
las entidades gestoras del Sistema de la Seguridad Social.

4.3 Altas y Bajas en el Régimen General de la Seguridad Social


a. Comunicación de las Altas y Bajas
Con independencia de la obligación de solicitar la afiliación de aquellos trabajadores
que no lo estuvieran, los empresarios deberán comunicar a los organismos competentes de
la Seguridad Social (Dirección Provincial de la TGSS o Administración correspondiente) las
altas y bajas de los trabajadores que ingresen a su servicio. Se considerará como ingreso el
inicio de los trabajos, aunque los mismos se estuviesen desarrollando en período de prueba.

El parte de alta deberá presentarse, mediante el modelo oficial (TA-2), con anterioridad
a la iniciación de los servicios. El procedimiento en cuanto a la forma y los plazos, será el
mismo establecido para la afiliación.

El parte de baja deberá presentarse, mediante el mismo modelo señalado en el párrafo


anterior, en el plazo de seis días naturales siguientes al del cese en el trabajo.

b. Otras Obligaciones
Lo previsto para la afiliación también será de aplicación en los casos de incumplimiento
por parte del empresario, de su deber de comunicar las altas y bajas de los trabajadores a
su servicio. Estos deberán conservar durante cinco años, como mínimo (aunque conviene
que prorroguen indefinidamente este plazo), los justificantes de haber comunicado las altas
y bajas.

c. Efectos
Las altas y bajas solicitadas fuera de los plazos señalados, serán tomadas como
efectivas desde la fecha de su presentación, sin que sea aplicable efecto retroactivo alguno,
salvo que se haya producido ingreso de cuotas en plazo reglamentario, en cuyo caso los
efectos se tomarán desde el ingreso de dichas cuotas. En el caso de las bajas presentadas
fuera del plazo establecido (seis días), sólo se podrá aplicar efecto retroactivo, cuando quede
fehacientemente demostrado que la baja en los trabajos fue en fecha anterior a la del efecto
estimado.

Las altas y bajas practicadas de oficio tendrán efecto retroactivo desde la fecha de
conocimiento de los hechos por parte del organismo que la inste, o de la actuación
inspectora, en el caso de que haya sido promovida por los servicios de inspección. Sin
perjuicio de las particularidades legalmente previstas y anteriormente señaladas.

d. Libro de Matrícula del Personal


Los empresarios deberán llevar un libro de matrícula, según modelo oficial, por cada
centro de trabajo. Dicho libro, una vez habilitado por la Inspección Prov. de Trabajo y S.S.
correspondiente, deberá permanecer en el centro de trabajo, a disposición de los
funcionarios del Sistema de Inspección de Trabajo que lo requieran.

Las inscripciones de los trabajadores se efectuarán en el momento en que inicien la


prestación de servicios, incluyendo los datos de cada apartado y recogiendo la firma del
trabajador inscrito, como reconocimiento y aceptación de los mismos. Asimismo, se
efectuará la oportuna anotación cuando los trabajadores cambien de categoría profesional
o causen baja en la empresa.

La Autoridad laboral competente podrá autorizar la sustitución del libro de matrícula


por otro sistema de documentación que ofrezca iguales garantías, a las empresas que
justificadamente lo soliciten.

4.4 Cotización
Están sujetos a la obligación de cotizar al Régimen General de la Seguridad Social los
trabajadores que, en razón de su actividad, se encuentren comprendidos en su campo de
aplicación y los empresarios por cuya cuenta trabajen aquéllos.

Para las contingencias comunes (asistencia sanitaria, incapacidad temporal o


permanente, vejez, viudedad, orfandad, etcétera) la cotización comprenderá dos
aportaciones:
1) La aportación de los empresarios.
2) La aportación de los trabajadores.

Para las contingencias de accidentes de trabajo y de enfermedades profesionales, la


cotización completa correrá a cargo exclusivamente de los empresarios.

La aportación del trabajador en la cotización por contingencias comunes será de su


exclusivo cargo, siendo nulo todo pacto en contrario.
El empresario descontará a sus trabajadores, en el momento de hacerles efectivas sus
retribuciones, la aportación que corresponda a cada uno de ellos. Si no efectuase el
descuento en dicho momento no podrá realizarlo con posterioridad, quedando obligado a
ingresar la totalidad de las cuotas a su exclusivo cargo.

No obstante lo dispuesto en los párrafos anteriores, el sujeto responsable del pago o


cumplimiento de la obligación de cotizar al Régimen General de la Seguridad Social es el
empresario, que deberá ingresar en su totalidad tanto las aportaciones propias como las de
sus trabajadores.

• Base de Cotización
1. En el Régimen General de la Seguridad Social la base de cotización para todas las
contingencias y situaciones amparadas por la acción protectora del mismo, incluidas las
de accidente de trabajo y enfermedad profesional, estará constituida por la remuneración
total, cualquiera que sea su forma o denominación, que, con carácter mensual, tenga
derecho a percibir el trabajador o la que efectivamente perciba de ser ésta superior, por
razón del trabajo que realice por cuenta ajena.
a) A efectos de su inclusión en la base de cotización, se considerará remuneración la
totalidad de las percepciones económicas recibidas por los trabajadores, en dinero o en
especie que ya retribuyan el trabajo efectivo o los períodos de descanso computables
como de trabajo.
b) En su caso, las pagas extraordinarias se prorratearán a lo largo de los doce meses del
año.

2. No se computarán en la base de cotización los siguientes conceptos:


a) Las dietas y asignaciones para gastos de viaje, gastos de locomoción, cuando
correspondan a desplazamientos del trabajador fuera de su centro habitual de trabajo
para realizar el mismo en lugar distinto, así como los pluses de transporte urbano y de
distancia o los que les sustituyan, por desplazamiento del trabajador desde su
residencia al centro habitual de trabajo, en los términos y cuantías legalmente
establecidas.
b) Las indemnizaciones por fallecimiento y las correspondientes a traslados,
suspensiones, despidos y ceses.
c) Las cantidades que se abonen en concepto de quebranto de moneda y las
indemnizaciones por desgaste de útiles o herramientas y adquisición y mantenimiento
de prendas de trabajo, con los límites legalmente estipulados y cuando tales gastos
sean efectivamente realizados por el trabajador y sean los normales de tales útiles o
prendas.
d) Los productos en especie concedidos voluntariamente por las empresas, en los
términos y con los límites legalmente establecidos.
e) Las percepciones por matrimonio.
f) Las prestaciones de la Seguridad Social, en todo caso, así como sus mejoras y las
asignaciones asistenciales concedidas por las empresas, estas dos últimas en los
términos legalmente previstos.
g) Las horas extraordinarias, salvo para la cotización por accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales y sin perjuicio de la cotización adicional, destinada a
incrementar los recursos generales del Sistema de la Seguridad Social, y que no será
computable a efectos de determinar la base reguladora de las prestaciones.

Las bases de cotización en el Régimen General de la Seguridad Social no podrán ser


superiores a los límites máximos ni inferiores a los límites mínimos normativamente
establecidos.

4.5 Recaudación
En el Régimen General de la Seguridad Social, el sujeto responsable del cumplimiento
de la obligación de cotizar mediante el pago de las aportaciones propias y las de sus
trabajadores, en su totalidad, es el empresario, sin perjuicio de la responsabilidad solidaria,
subsidiaria o sucesión a causa de muerte, que pudiera ser de aplicación.

a. Lugar y Plazo reglamentario para el Ingreso de Cuotas


Las cuotas de la Seguridad Social y demás conceptos que se recauden conjuntamente
con aquéllas se ingresarán dentro del mes siguiente al que corresponda su devengo. Son
colaboradores de los órganos de recaudación de la Tesorería General de la Seguridad Social,
las entidades financieras, las oficinas de Correos y otros órganos o agentes autorizados por
el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para actuar como oficinas recaudadoras.

b. Obligación de presentar los Documentos de Cotización


Los sujetos responsables del pago de las cuotas (empresarios), cuando no puedan
ingresar dentro del plazo reglamentario el importe de las cuotas, deberán presentar,
ineludiblemente, el documento o documentos de cotización, normalizados y en vigor,
debidamente cumplementados para la correspondiente Dirección Provincial de la Tesorería
General de la Seguridad Social, dentro del plazo reglamentario señalado en el apartado.
Cuando las cuotas sean ingresadas dentro del plazo, se entenderá cumplida tal obligación
en el momento del ingreso.

La presentación de los documentos de cotización en los términos establecidos permitirá


a los empresarios la compensación y deducción que pudiera corresponderle por la posible
colaboración obligatoria efectuada (cantidades abonadas por incapacidad temporal o, en su
caso y, por desempleo parcial). Asimismo, dicha presentación, en el caso de que no se
abonen las cuotas dentro del plazo, supondrá unos porcentajes de recargo por mora más
favorables, y evitará la posible sanción prevista en el artículo 14.5 de la Ley de Infracciones
y Sanciones en el Orden Social (de 50.001 a 500.000 ptas.).

La aportación en plazo reglamentario de la información de cotización (impresos TC2/1


y TC2) por medios electrónicos, informáticos o telemáticos (PLAN RED) implicará el
cumplimiento de la obligación de presentar los documentos de cotización dentro de dicho
plazo y surtirá los efectos ya mencionados.

La adquisición y mantenimiento de reducciones, bonificaciones o cualesquiera otros


beneficios en las bases, tipos y cuotas de la Seguridad Social y conceptos de recaudación
conjunta con las mismas requerirán, en todo caso, que las empresas y demás sujetos
responsables del cumplimiento de la obligación de cotizar que hubieren solicitado u
obtenido tales beneficios, suministren en soporte informático los datos relativos a la
inscripción de empresas, afiliación, altas y bajas de trabajadores, variaciones de datos de
unas y otros, así como los referidos a cotización y recaudación en el ámbito de la Seguridad
Social, en los términos y condiciones que se establezcan por el Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales.

Si bien, excepcionalmente y con carácter transitorio, puede autorizarse por la Tesorería


General de la Seguridad Social, previa solicitud del interesado y en atención al número de
trabajadores, su dispersión o la naturaleza pública del sujeto responsable, la presentación
de dicha documentación en soporte distinto al informático.

c. Recargos de mora y apremio en las deudas por cuotas


Las deudas con la Seguridad Social cuyo objeto esté constituido por cuotas, así como
aquéllas cuyo objeto sean conceptos de recaudación conjunta con las mismas, cuando se
ingresen fuera de los plazos reglamentarios de ingreso que tengan establecidos, devengarán
automáticamente los siguientes recargos por mora:
1. Cuando los sujetos responsables del pago hubieran presentado los documentos de
cotización establecidos por la Tesorería General de la Seguridad Social dentro del plazo
reglamentario de ingreso, se abonará:
a) Un recargo de mora del 5 por ciento de la deuda, si se ingresan las cuotas debidas
dentro de los dos meses naturales siguientes al del vencimiento del plazo
reglamentario.
b) Un recargo de mora del 20 por ciento de la deuda, si se abonan las cuotas debidas
después de los dos meses siguientes al del vencimiento del plazo reglamentario de
ingreso, pero antes de iniciarse la vía ejecutiva.
c) Al iniciarse la vía ejecutiva (requerimiento por parte de la Tesorería General) el
recargo sería de apremio y su importe el 20% de la deuda.
2. Cuando los sujetos responsables del pago no hubieren presentado dentro del plazo
reglamentario los documentos de cotización, se abonará un recargo de mora del 20 por
ciento, si se ingresaren las cuotas debidas antes de iniciarse la vía ejecutiva. Al iniciarse
la vía ejecutiva (requerimiento por parte de la Tesorería General) el recargo sería de
apremio y su importe el 35% de la deuda.

5. ACCIÓN PROTECTORA EN EL RÉGIMEN GENERAL


Cuando al trabajador le surge la contingencia, común o profesional, que le produce el
aumento de gastos o la disminución de ingresos que justifica a la Seguridad Social como
tal, y aquélla se encuentra cubierta por el Régimen General, estaremos ante el inicio de la
acción protectora, cuya actuación comprende las siguientes situaciones:
a) La asistencia sanitaria en los casos de maternidad, de enfermedad común o profesional
y de accidentes, sean o no de trabajo.
b) La recuperación profesional, cuya procedencia se aprecie en cualquiera de los casos
que se mencionan en el apartado anterior.
c) Prestaciones económicas en las situaciones de incapacidad temporal; maternidad;
invalidez, en sus modalidades contributiva y no contributiva; jubilación, en sus
modalidades contributiva y no contributiva; desempleo, en sus niveles contributivo y
asistencial; muerte y supervivencia, así como las que se otorguen en las contingencias
y situaciones especiales que reglamentariamente se determinen por Real Decreto, a
propuesta del Ministro de Trabajo y Seguridad Social.
d) Prestaciones familiares por hijo a cargo, en sus modalidades contributiva y no
contributiva.
e) Las prestaciones de servicios sociales que puedan establecerse en materia de
reeducación y rehabilitación de inválidos y de asistencia a la tercera edad, así como en
aquellas otras materias en que se considere conveniente.

La acción protectora comprendida en los números anteriores establece y limita el


ámbito de extensión posible del Régimen General y de los Especiales de la Seguridad Social,
así como de la modalidad no contributiva de las prestaciones.

Las personas incluidas en el campo de aplicación de este Régimen General causarán


derecho a las prestaciones del mismo cuando, además de los particulares exigidos para la
respectiva prestación, reúnan el requisito general de estar afiliadas y en alta en este
Régimen o en situación asimilada al alta, al sobrevenir la contingencia o situación
protegida, salvo para vejez, incapacidad permanente absoluta y gran invalidez, situaciones
éstas para las que no es requisito indispensable la situación de alta o asimilada.

En las próximas líneas estudiaremos los aspectos más interesantes de aquellas


prestaciones que tienen especial incidencia, cualitativa o cuantitativa, dentro de este
Régimen de Seguridad Social:

5.1 Incapacidad Temporal


a. Concepto
Tendrán la consideración de situaciones determinantes de incapacidad temporal:
1) Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente, sea o no de trabajo,
mientras el trabajador reciba asistencia sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido
para el trabajo, con una duración máxima de doce meses, prorrogables por otros seis
cuando se presuma que durante ellos pueda el trabajador ser dado de alta médica por
curación.
2) Los períodos de observación por enfermedad profesional en los que se prescriba la baja
en el trabajo durante los mismos, con una duración máxima de seis meses,
prorrogables por otros seis cuando se estime necesario para el estudio y diagnóstico de
la enfermedad.

A efectos del período máximo de duración de la situación de incapacidad temporal que


se señala en el apartado a), y de su posible prórroga, se computarán los de recaída y de
observación.

Durante la situación de IT de los trabajadores, a pesar de conceptuarse como una


suspensión del contrato de trabajo, el empresario mantiene la obligación de cotizar, durante
los períodos máximos (incluidas las prórrogas) previstos en los apartados a) y b).

b. Prestación Económica
La prestación económica en las diversas situaciones constitutivas de incapacidad
laboral transitoria consistirá en un subsidio equivalente a un tanto por ciento (75%, salvo
en causas comunes que es el 60% desde el día 4 al 20) sobre la base reguladora. Tal base
reguladora, con carácter general, y sin perjuicio de algunas particularidades, será la base
de cotización por la contingencia que se trate del mes anterior a la baja médica.

c. Beneficiarios
Serán beneficiarios del subsidio por incapacidad temporal las personas integradas en
este Régimen General que se encuentren en cualquiera de las situaciones anteriormente
señaladas, siempre que reúnan la condición general y las siguientes particulares:
1) En caso de enfermedad común, que hayan cumplido un período de cotización de ciento
ochenta días dentro de los cinco años inmediatamente anteriores al hecho causante.
2) En caso de accidente, sea o no de trabajo, y de enfermedad profesional, no se exigirá
ningún período previo de cotización.

d. Nacimiento y Duración del Derecho al Subsidio78


El subsidio se abonará, en caso de accidente de trabajo o enfermedad profesional, desde
el día siguiente al de la baja en el trabajo, estando a cargo del empresario el salario íntegro
correspondiente al día de la baja.

En caso de enfermedad común o de accidente no laboral, el subsidio se abonará,


respectivamente, a partir del décimosexto día de baja en el trabajo ocasionada por la
enfermedad o el accidente, estando a cargo del empresario el abono de la prestación al
trabajador desde los días cuarto al decimoquinto de baja, ambos inclusive.

Durante las situaciones de huelga y cierre patronal el trabajador no tendrá derecho a


la prestación económica por incapacidad temporal, salvo que ya la estuviese percibiendo
cuando se iniciaron tales circunstancias.

e. Extinción del Derecho al Subsidio


El derecho al subsidio se extinguirá por el transcurso del plazo máximo establecido
para la situación de incapacidad temporal de que se trate; por ser dado de alta médica el
trabajador, con o sin declaración de invalidez permanente; por haber sido reconocido al
beneficiario el derecho al percibo de la pensión de jubilación; o por fallecimiento.

Cuando la extinción se produjera por el transcurso de los plazos máximos o por alta
médica con declaración de incapacidad permanente, los efectos de la situación de
incapacidad temporal se prorrogarán hasta el momento de la calificación de incapacidad
permanente, en cuya fecha se iniciarán las prestaciones económicas de ésta, salvo que las
mismas sean superiores a las que venía percibiendo el trabajador, en cuyo caso se
retrotraerán aquéllas al momento en que se haya agotado la incapacidad temporal.

5.2 Maternidad79
a. Situaciones Protegidas
A efectos de la prestación por maternidad, se consideran situaciones protegidas la
maternidad, la adopción y el acogimiento previo durante los períodos de descanso que por
tales situaciones se disfruten. Éstos descansos, con carácter general, consisten en 16
semanas ininterrumpidas, prorrogables a 18 en caso de parto múltiple; de ellas seis, como
mínimo, se disfrutarán con posterioridad al parto (descanso obligatorio). En algunos casos,
previstos legalmente, el padre podrá disfrutar de la totalidad o parte de los mencionados
períodos. En caso de adopción o acogimiento, si el niño es menor de nueve meses, el período
de descanso será de 16 semanas; si es mayor de dicha edad y menor de cinco años, el
descanso será de seis semanas.80

Durante el descanso por maternidad el empresario mantiene la obligación de cotizar.

b. Beneficiarios
Serán beneficiarios del subsidio por maternidad los trabajadores por cuenta ajena,
cualquiera que fuera su sexo, que disfruten de los descansos referidos en el artículo
anterior, siempre que acrediten un período mínimo de cotización de ciento ochenta días,
dentro de los cinco años inmediatamente anteriores al parto, o a las fechas de la decisión
administrativa o judicial de acogimiento o de la resolución judicial por la que se constituya
la adopción, y reúnan las demás condiciones que reglamentariamente se determinen.

c. Prestación Económica
La prestación económica por maternidad consistirá en un subsidio equivalente al 100
por ciento de la base reguladora correspondiente. A tales efectos, la base reguladora será
equivalente a la establecida para la prestación de incapacidad temporal, derivada de
contingencias comunes.

d. Pérdida o Suspensión del Derecho al Subsidio por Maternidad


El derecho al subsidio por maternidad podrá ser denegado, anulado o suspendido,
cuando el beneficiario hubiera actuado fraudulentamente para obtener o conservar dicha
prestación, así como cuando trabajara por cuenta propia o ajena durante los
correspondientes períodos de descanso.

5.3 Protección por Desempleo81


a. Niveles de Protección
La protección por desempleo se estructura en un nivel contributivo y en un nivel
asistencial, ambos de carácter público y obligatorio.
1) El nivel contributivo tiene como objeto proporcionar prestaciones sustitutivas de las
rentas salariales dejadas de percibir como consecuencia de la pérdida de un empleo
anterior o de la reducción de la jornada.
2) El nivel asistencial, complementario del anterior garantiza la protección a los
trabajadores desempleados que se encuentren en los supuestos legalmente previstos.

b. Personas Protegidas
Estarán comprendidos en la protección por desempleo, siempre que tengan previsto
cotizar por esta contingencia, los trabajadores por cuenta ajena incluidos en el Régimen
General de la Seguridad Social, el personal contratado en régimen de derecho
administrativo y los funcionarios de empleo al servicio de las Administraciones Públicas.
Estarán comprendidos, asimismo, con las peculiaridades que se establezcan
reglamentariamente, los trabajadores por cuenta ajena incluidos en los Regímenes
Especiales de la Seguridad Social que protegen dicha contingencia.

También se extenderá la protección por desempleo, en las condiciones previstas, a los


liberados de prisión.

c. Acción Protectora
1) La protección por desempleo comprenderá las prestaciones siguientes:

• En el nivel contributivo:
a) Prestación por desempleo total o parcial.
b) Abono de aportación de la empresa correspondiente a las cotizaciones a la Seguridad
Social (contingencias comunes) durante la percepción de las prestaciones por
desempleo.

• En el nivel asistencial:
a) Subsidio por desempleo.
b) Abono de las cotizaciones a la Seguridad Social correspondientes a las prestaciones de
asistencia sanitaria, protección a la familia y, en su caso, jubilación, durante la
percepción del subsidio por desempleo.

2) Además de las prestaciones comprendidas en el apartado anterior, se desarrollarán


acciones específicas de formación, perfeccionamiento, orientación y reconversión
profesionales en favor de los trabajadores desempleados.

d. Requisitos para el Nacimiento del Derecho a las Prestaciones


Para tener derecho a las prestaciones por desempleo se reunirán los requisitos
siguientes:
a) Estar afiliados a la Seguridad Social y en situación de alta o asimilada al alta en los
casos que reglamentariamente se determinen.
b) Tener cubierto el período mínimo de cotización que más adelante se expresa, dentro de
los seis años anteriores a la situación legal de desempleo o al momento en que cesó la
obligación de cotizar.
c) Encontrarse en situación legal de desempleo.
d) No haber cumplido la edad ordinaria que se exija en cada caso para causar derecho a
la pensión contributiva de jubilación, salvo que el trabajador no tuviera acreditado el
período de cotización requerido para ello, o se trate de supuestos de suspensión de
relaciones laborales o reducción de jornada autorizados por resolución administrativa.

e. Situación Legal de Desempleo


Con carácter general puede determinarse que se encontrarán en situación legal de
desempleo los trabajadores que pierdan su puesto de trabajo por una causa no imputable
a ellos.

No se considerará en situación legal de desempleo a los trabajadores que se encuentren


en los siguientes supuestos:
a) Cuando cesen voluntariamente en el trabajo.
b) Cuando hayan sido despedidos y no reclamen en tiempo y forma oportunos contra la
decisión empresarial.
c) Cuando, declarado improcedente o nulo el despido por sentencia firme y comunicada
por el empleador la fecha de reincorporación al trabajo, no se ejerza tal derecho por
parte del trabajador.
d) Cuando no hayan solicitado el reingreso al puesto de trabajo en los casos y plazos
establecidos en la legislación vigente.

f. Duración de la Prestación por Desempleo


La duración de la prestación por desempleo estará en función de los períodos de
ocupación cotizada en los seis años anteriores a la situación legal de desempleo o al
momento en que cesó la obligación de cotizar, con arreglo a una escala que va de un derecho
a 120 días de prestación, para aquellos trabajadores que hubiesen cotizado desde 360 días
hasta 539, hasta un derecho a 720 días, para aquellos que hubiesen cotizado 2.160 días o
más.

g. Cuantía de la Prestación por Desempleo


La base reguladora de la prestación por desempleo será el promedio de la base por la
que se haya cotizado por dicha contingencia durante los últimos 180 días del período a que
se refiere el apartado anterior.

En el cálculo de la base reguladora de la prestación por desempleo se excluirá la


retribución por horas extraordinarias.

La cuantía de la prestación se determinará aplicando a la base reguladora los siguientes


porcentajes:
- El 70 por ciento durante los ciento ochenta primeros días y el 60 por ciento a partir del
día ciento ochenta y uno.
- La cuantía de la prestación no será superior al 170 por ciento del salario mínimo
interprofesional, salvo cuando el trabajador tenga hijos a su cargo, en cuyo caso la
cuantía máxima podrá elevarse reglamentariamente, en función del número de hijos,
hasta el 220 por ciento del citado salario. El tope mínimo de la prestación será el 100
por ciento o el 75 por ciento del salario mínimo interprofesional, según que el trabajador
tenga o no, respectivamente, hijos a su cargo. En caso de desempleo por pérdida de
empleo a tiempo parcial, las cuantías mínima y máxima se determinarán teniendo en
cuenta el salario mínimo interprofesional que hubiera correspondido al trabajador en
función de las horas trabajadas.

h. Subsidio por desempleo (Nivel asistencial)


Serán beneficiarios del subsidio los parados que, figurando inscritos como
demandantes de empleo durante el plazo de un mes, sin haber rechazado oferta de empleo
adecuada ni haberse negado a participar, salvo causa justificada, en acciones de
promoción, formación o reconversión profesionales, y careciendo de rentas de cualquier
naturaleza superiores, en cómputo mensual, al 75 por ciento del salario mínimo
interprofesional, excluida la parte proporcional de dos pagas extraordinarias, se encuentren
en alguna de las situaciones legalmente previstas.

El importe del subsidio, con carácter general, es el 75% del salario mínimo
interprofesional, sin inclusión de la parte proporcional de las pagas extraordinarias para
1998: 51.030 pesetas mensuales.

Su duración depende de la situación que haya amparado su concesión, pudiendo llegar,


en el caso de los trabajadores mayores de 52 años, hasta la fecha en que cumpla la edad
mínima para poder jubilarse.

5.4 Invalidez
a. Conceptos y Clases
En la modalidad contributiva, es invalidez permanente la situación del trabajador que,
después de haber estado sometido al tratamiento prescrito y de haber sido dado de alta
médicamente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, que disminuyan o
anulen su capacidad laboral. No obstará a tal calificación la posibilidad de recuperación de
la capacidad laboral del inválido, si dicha posibilidad se estima médicamente como incierta
o a largo plazo.82

También tendrá la consideración de invalidez permanente, en el grado que se califique,


la situación de incapacidad que subsista después de extinguida la incapacidad temporal
por el transcurso del plazo máximo de duración señalado para la misma.

b. Grados de Incapacidad
La incapacidad permanente, cualquiera que sea su causa determinante, se clasificará,
en función del porcentaje de reducción de la capacidad de trabajo del interesado, valorado
de acuerdo con la lista de enfermedades, que se apruebe reglamentariamente, en los
siguientes grados:83
1) Incapacidad permanente parcial.
2) Incapacidad permanente total (para la profesión que ejercía).
3) Incapacidad permanente absoluta.
4) Gran invalidez.

La calificación de la incapacidad permanente en sus distintos grados se determinará


en función del porcentaje de reducción de la capacidad de trabajo que reglamentariamente
se establezca.

c. Beneficiarios
Tendrán derecho a las prestaciones por invalidez permanente las personas incluidas
en el Régimen General que sean declaradas en tal situación y que, además de reunir las
condiciones generales exigidas, hubieran cubierto el periodo mínimo de cotización
determinado, salvo que aquélla sea debida a accidente, sea o no laboral, o a enfermedad
profesional, en cuyo caso no será exigido ningún período previo de cotización.

No se reconocerá el derecho a las prestaciones de incapacidad permanente, cualquiera


que sea la contingencia que las origine, cuando el beneficiario, en la fecha del hecho
causante, tenga la edad ordinaria para jubilarse y reúna todos los requisitos para acceder
a la pensión de jubilación en el sistema de la Seguridad Social.

En el caso de pensiones por invalidez permanente derivada de causas comunes, el


periodo mínimo de cotización exigible será:
1) Si el sujeto causante tiene menos de veintiséis años de edad, la mitad del tiempo
transcurrido entre la fecha en que cumplió los dieciséis años y la del hecho causante
de la pensión.
2) Si el causante tiene cumplidos veintiséis años de edad, un cuarto del tiempo
transcurrido entre la fecha en que se hayan cumplido los veinte años y el día en que se
hubiese producido el hecho causante, con un mínimo, en todo caso, de cinco años. En
este supuesto, al menos la quinta parte del periodo de cotización exigible deberá estar
comprendida dentro de los diez años inmediatamente anteriores al hecho causante.

En el caso de prestación por incapacidad permanente parcial para la profesión


habitual, el periodo mínimo de cotización exigible será de mil ochocientos días, que han de
estar comprendidos en los diez años inmediatamente anteriores a la fecha en la que se haya
extinguido la incapacidad temporal de la que se derive la invalidez permanente.

No obstante, las pensiones de invalidez permanente en los grados de incapacidad


permanente absoluta para todo trabajo o gran invalidez derivadas de contingencias
comunes podrán causarse aunque los interesados no se encuentren en el momento del
hecho causante en alta o situación asimilada a la de alta. En tales supuestos, el periodo
mínimo de cotización exigible será, en todo caso, de quince años, siempre que la quinta
parte del periodo de cotización exigible esté comprendida dentro de los diez años
inmediatamente anteriores al hecho causante.

d. Prestaciones
La prestación económica correspondiente a la incapacidad permanente parcial para la
profesión habitual consistirá en una cantidad a tanto alzado (24 mensualidades de la base
reguladora).84.

La prestación económica correspondiente a la incapacidad permanente total consistirá


en una pensión vitalicia (55% de la base reguladora), que podrá excepcionalmente ser
sustituida por una indemnización a tanto alzado cuando el beneficiario fuese menor de
sesenta años.

Los declarados afectos de incapacidad permanente total para la profesión habitual


percibirán la pensión prevista en el párrafo anterior incrementada en el porcentaje que
reglamentariamente se determine (20%), cuando por su edad (más de 55 años), falta de
preparación general o especializada y circunstancias sociales y laborales del lugar de
residencia, se presuma la dificultad de obtener empleo en actividad distinta de la habitual
anterior.

La prestación económica correspondiente a la incapacidad permanente absoluta


consistirá en una pensión vitalicia (100% de la base reguladora).
Si el trabajador fuese calificado de gran inválido, tendrá derecho a la pensión a que se
refiere el apartado anterior, incrementándose su cuantía en un 50 por ciento, destinado a
que el inválido pueda remunerar a la persona que le atienda.

1) Base reguladora de las pensiones de invalidez permanente derivada de contingencias


comunes.- La base reguladora de las pensiones de invalidez permanente derivada de
enfermedad común será el cociente que resulte de dividir por 112 las bases de cotización
del interesado durante los noventa y seis meses inmediatamente anteriores a aquel en que
se produzca el hecho causante. En caso de que el período de carencia exigido sea inferior a
noventa y seis meses, el cociente será el número de meses de período de carencia exigidos
divididos entre dicho número multiplicado por 1’1666.
- Las bases correspondientes a los veinticuatro meses anteriores a aquel en que se
produzca el hecho causante se computarán en su valor nominal.
- Las restantes bases de cotización se actualizarán de acuerdo con la evolución que haya
experimentado el índice de precios al consumo desde los meses a que aquéllas
correspondan hasta el mes inmediato anterior a aquel en que se inicie el período de
bases no actualizables a que se refiere la regla anterior.

2) Compatibilidades en el percibo de prestaciones económicas por invalidez permanente.-


En caso de incapacidad permanente total para la profesión habitual, la pensión vitalicia
correspondiente será compatible con el salario que pueda percibir el trabajador en la misma
empresa o en otra distinta, siempre que los trabajos realizados no sean incompatibles con
las lesiones del trabajador discapacitado, y hayan sido debidamente comunicados a la
Entidad Gestora (Instituto Nacional de la Seguridad Social).

Las pensiones vitalicias en caso de invalidez absoluta o de gran invalidez no impedirán


el ejercicio de aquellas actividades, sean o no lucrativas, compatibles con el estado del
inválido y que no representen un cambio en su capacidad de trabajo a efectos de revisión,
y hayan sido debidamente comunicadas a la Entidad Gestora (Instituto Nacional de la
Seguridad Social).

e. Calificación y Revisión
Corresponde al Instituto Nacional de la Seguridad Social, a través de los órganos que
reglamentariamente se establezcan y en todas las fases del procedimiento, declarar la
situación de invalidez permanente, a los efectos de reconocimiento de las prestaciones
económicas a que se refiere la presente Sección.

No obstante lo anterior, si el pensionista por invalidez permanente estuviera ejerciendo


cualquier trabajo, por cuenta ajena o propia, el Instituto Nacional de la Seguridad Social
podrá, de oficio o a instancia del propio interesado, promover la revisión.

Las pensiones de incapacidad permanente, cuando sus beneficiarios cumplan la edad


de sesenta y cinco años, pasarán a denominarse pensiones de jubilación. La nueva
denominación no implicará modificación alguna, respecto de las condiciones de la
prestación que se viniese percibiendo.

Conviene recordar la existencia de la pensión de invalidez no contributiva, cuyos


aspectos más relevantes son los siguientes:
Tendrán derecho a la pensión de invalidez, en su modalidad no contributiva, las
personas que cumplan los siguientes requisitos:
1) Ser mayor de dieciocho y menor de sesenta y cinco años de edad.
2) Residir legalmente en territorio español y haberlo hecho durante cinco años, de los
cuales dos deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud de la pensión.
3) Estar afectadas por una minusvalía o por una enfermedad crónica, en un grado igual
o superior al sesenta y cinco por ciento.
4) Carecer de rentas o ingresos suficientes. Se considerará que existen rentas o ingresos
insuficientes cuando la suma, en cómputo anual, de los mismos sea inferior al importe,
también en cómputo anual, de la prestación.

Aunque el solicitante carezca de rentas o ingresos propios, en los términos señalados


en el párrafo anterior, si convive con otras personas en una misma unidad económica,
únicamente se entenderá cumplido el requisito de carencia de rentas o ingresos suficientes,
cuando la suma de los de todos los integrantes de aquélla sea inferior a los límites
legalmente señalados.

5.5 Jubilación
a. Concepto
La prestación económica por causa de jubilación, en su modalidad contributiva, será
única para cada beneficiario y consistirá en una pensión vitalicia que le será reconocida,
en las condiciones, cuantía y forma que reglamentariamente se determinen, cuando,
alcanzada la edad establecida, cese o haya cesado en el trabajo por cuenta ajena.

b. Beneficiarios
Tendrán derecho a la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, las personas
incluidas en este Régimen General que, además de las generales, reúnan las siguientes
condiciones:
1) Haber cumplido sesenta y cinco años de edad.
2) Tener cubierto un período mínimo de cotización de quince años, de los cuales al menos
dos deberán estar comprendidos dentro de los quince años inmediatamente anteriores
al momento de causar el derecho.

En los supuestos en que se acceda a la pensión de jubilación desde una situación de


alta o asimilada al alta, sin obligación de cotizar, el período de los dos años a que se refiere
el párrafo anterior deberá estar comprendido dentro de los quince años anteriores a la fecha
en que cesó la obligación de cotizar.

La edad mínima a que se refiere el apartado a) anterior se encuentra rebajada para


determinados grupos de trabajadores (los que cotizaron antes de 1-1-67; los que son
sustituidos por desempleados; los jubilados parciales), así como en aquellos grupos o
actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa,
tóxica, peligrosa o insalubre y acusen elevados índices de morbilidad o mortalidad, siempre
que los trabajadores afectados acrediten en la respectiva profesión o trabajo el mínimo de
actividad que se establezca. Algunos de estos trabajadores que tienen la posibilidad de
jubilarse antes del cumplimiento de la edad ordinaria (65), si ejercitan tal posibilidad, le
son aplicados coeficientes reductores sobre la cuantía de pensión a que tienen derecho.

No obstante lo dispuesto en el párrafo primero, la pensión de jubilación podrá causarse,


aunque los interesados no se encuentren en el momento del hecho causante en alta o
situación asimilada a la de alta, siempre que reúnan los requisitos de edad y cotización
contemplados anteriormente.

c. Base Reguladora de la Pensión de Jubilación


La base reguladora de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, será el
cociente que resulte de dividir por 140, las bases de cotización del interesado durante los
120 meses inmediatamente anteriores a aquel en que se produzca el hecho causante; este
cálculo sólo es válido para 1998 (en 1999 será las 132 últimas bases entre 154).

El cómputo de las bases a que se refiere el párrafo anterior se realizará conforme a las
siguientes reglas:
1) Las bases correspondientes a los 24 meses anteriores a aquel en que se produzca el
hecho causante se computarán en su valor nominal.
2) Las restantes bases de cotización se actualizarán de acuerdo con la evolución que haya
experimentado el índice de precios al consumo desde el mes a que aquéllas
correspondan, hasta el mes inmediato anterior a aquel en que se inicie el período a que
se refiere la regla anterior.

Si en el período que haya de tomarse para el cálculo de la base reguladora aparecieran


meses durante los cuales no hubiese existido obligación de cotizar, dichas lagunas se
integrarán con la base mínima de entre todas las existentes en cada momento para
trabajadores mayores de dieciocho años.

d. Cuantía de la Pensión
La cuantía de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, se determinará
aplicando a la respectiva base reguladora los porcentajes siguientes:

Por los primeros quince años cotizados: el 50 por ciento.

Por cada año adicional de cotización, comprendido entre el decimosexto y el vigésimo


quinto, ambos incluidos: el 3 por ciento. Por cada año adicional de cotización, a partir del
vigésimo sexto: el 2 por ciento, sin que el porcentaje total aplicable a la base reguladora
pueda superar, en ningún caso, el 100 por ciento.

El derecho al reconocimiento de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva,


es imprescriptible, sin perjuicio de que los efectos de tal reconocimiento se produzcan a
partir de los tres meses anteriores a la fecha en que se presente la correspondiente solicitud,
en los supuestos de jubilación en situación de alta.

e. Incompatibilidades
El disfrute de la pensión de jubilación, en su modalidad contributiva, será incompatible
con el trabajo del pensionista, con las salvedades y en los términos que legal o
reglamentariamente se determinen.
f. Jubilación Parcial
Los trabajadores que reúnan las condiciones exigidas para tener derecho a la pensión
de jubilación con excepción de la edad, que habrá de ser inferior a tres años, como máximo,
a la exigida, podrán acceder a la jubilación parcial, siempre que la parte de la jornada que
dejen de realizar sea cubierta por un desempleado, mediante el correspondiente contrato
de relevo. El disfrute de la pensión de jubilación parcial será compatible con un puesto de
trabajo a tiempo parcial, hasta el cumplimiento de la edad establecida con carácter general
para causar derecho a la pensión de jubilación.

Conviene recordar la existencia de la pensión de jubilación no contributiva, cuyos


aspectos más relevantes son los siguientes:

Tendrán derecho a la pensión de invalidez, en su modalidad no contributiva, las


personas que cumplan los siguientes requisitos:
1) Ser mayor de sesenta y cinco años de edad.
2) Residir legalmente en territorio español y haberlo hecho durante diez años entre la
fecha en que cumplieron dieciséis y la del devengo de la pensión.
3) Carecer de rentas o ingresos suficientes. Se considerará que existen rentas o ingresos
insuficientes cuando la suma, en cómputo anual, de los mismos sea inferior al importe,
también en cómputo anual, de la prestación.

Aunque el solicitante carezca de rentas o ingresos propios, en los términos señalados


en el párrafo anterior, si convive con otras personas en una misma unidad económica,
únicamente se entenderá cumplido el requisito de carencia de rentas o ingresos suficientes
cuando la suma de los de todos los integrantes de aquélla sea inferior a los límites
legalmente señalados.

5.6 Muerte y Supervivencia


a. Prestaciones
En caso de muerte, cualquiera que fuera su causa, se otorgarán, según los supuestos,
alguna o algunas de las prestaciones siguientes:85
1) Un auxilio por defunción.
2) Una pensión vitalicia de viudedad.
3) Una pensión de orfandad.
4) Una pensión vitalicia o, en su caso, subsidio temporal a favor de familiares.

En caso de muerte causada por accidente de trabajo o enfermedad profesional se


concederá, además, una indemnización a tanto alzado.86

• Sujetos causantes.- Podrán causar derecho a las prestaciones enumeradas en el


artículo anterior:
a) Las personas integradas en el Régimen General que cumpliesen las condiciones
generales exigidas.
b) Los inválidos provisionales y los pensionistas por invalidez permanente y jubilación,
ambas en su modalidad contributiva.
b. Auxilio por Defunción
El fallecimiento del causante dará derecho a la percepción inmediata de un auxilio por
defunción para hacer frente a los gastos de sepelio a quien los haya soportado. Se
presumirá, salvo prueba en contrario, que dichos gastos han sido satisfechos por este
orden: Por el cónyuge superviviente, hijos y parientes del fallecido que conviviesen con él
habitualmente.

c. Pensión de Viudedad
Tendrá derecho a la pensión de viudedad (45% de la base reguladora: cociente
resultante de dividir las 24 bases de cotización mensuales consecutivas, elegidas por el
beneficiario dentro de los siete años anteriores al fallecimiento, entre 28), con carácter
vitalicio, salvo que se produzca alguno de los casos de extinción que legal o
reglamentariamente se establezcan, el cónyuge superviviente - ante la existencia de varios
cónyuges, la pensión se prorratearía en función del tiempo de convivencia - cuando, al
fallecimiento de su cónyuge, éste, si al fallecer se encontrase en alta o situación asimilada
a la de alta, hubiera completado el período de cotización que reglamentariamente se
determine (500 días de cotización en los últimos 5 años). Si la causa de su muerte fuese un
accidente, sea o no de trabajo o una enfermedad profesional, no se exigirá ningún período
previo de cotización.87

No obstante, también tendrá derecho a la pensión de viudedad el cónyuge superviviente


aunque el causante, a la fecha del fallecimiento, no se encontrase en alta o en situación
asimilada a la de alta, siempre que el mismo hubiera completado un período mínimo de
cotización de veintidós años.

d. Pensión de Orfandad
Tendrán derecho a la pensión de orfandad (20% de la base reguladora: cociente
resultante de dividir las 24 bases de cotización mensuales consecutivas, elegidas por el
beneficiario dentro de los siete años anteriores al fallecimiento, entre 28) cada uno de los
hijos del causante, cualquiera que sea la naturaleza legal de su filiación, siempre que, al
fallecer el causante, sean menores de dieciocho años o estén incapacitados para el trabajo
y que aquél hubiera cubierto el período de cotización exigido, en relación con la pensión de
viudedad.

Será de aplicación, asimismo, a las pensiones de orfandad lo previsto en el segundo


párrafo del apartado anterior.

En los casos en que el hijo del causante no efectúe un trabajo lucrativo por cuenta
ajena o propia, o cuando realizándolo, los ingresos que obtenga en cómputo anual resulten
inferiores al 75 por ciento del salario mínimo interprofesional que se fije en cada momento,
también en cómputo anual, podrá ser beneficiario de la pensión de orfandad siempre que,
a la fecha de fallecimiento del causante, fuera menor de 21 años de edad, o de 23 años si
no sobreviviera ninguno de los padres.

e. Prestaciones en favor de Familiares


En los Reglamentos generales de desarrollo de la Ley General de Seguridad Social se
determinarán aquellos otros familiares o asimilados que, reuniendo las condiciones que
para cada uno de ellos se establezcan y previa prueba de su dependencia económica del
causante, tendrán derecho a pensión o subsidio por muerte de éste, en la cuantía que
respectivamente se fije. Actualmente, con sus correspondientes requisitos:
1) Pensión a favor de familiares (20% de la base reguladora obtenido igual que en
viudedad): Nietos y Hermanos, Madre y Abuelas, Padre y Abuelos e Hijos o Hermanos
de pensionistas de jubilación.
2) Subsidio temporal -12 meses - a favor de familiares (20% de la base reguladora obtenido
igual que en viudedad): Hijos y Hermanos.

f. Indemnización Especial a tanto Alzado


En el caso de muerte por accidente de trabajo o enfermedad profesional, el cónyuge
superviviente y los huérfanos tendrán derecho a una indemnización a tanto alzado.

g. Imprescriptibilidad
El derecho al reconocimiento de las prestaciones por muerte y supervivencia, con
excepción del auxilio por defunción, será imprescriptible, sin perjuicio de que los efectos de
tal reconocimiento se produzcan a partir de los tres meses anteriores a la fecha en que se
presente la correspondiente solicitud.

h. Compatibilidad y Límite de las Prestaciones


La pensión de viudedad será compatible con cualesquiera rentas de trabajo.

La pensión de orfandad será compatible con cualquier renta de trabajo de quien sea o
haya sido cónyuge del causante, o del propio huérfano, así como, en su caso, con la pensión
de viudedad que aquél perciba. No obstante lo establecido en el párrafo anterior, la
percepción de la pensión de orfandad será incompatible con el desempeño de un puesto de
trabajo en el sector público.

5.7 Prestaciones Familiares por Hijo a cargo


a. Prestaciones
Las prestaciones de protección por hijo a cargo,88 en su modalidad contributiva,
consistirán en:
1) Una asignación económica, por cada hijo, menor de dieciocho años o afectado por una
minusvalía en un grado igual o superior al 65 por ciento, a cargo del beneficiario,
cualquiera que sea la naturaleza legal de la filiación de aquéllos.
2) La consideración, como periodo de cotización efectiva, del primer año con reserva de
puesto de trabajo del período de excedencia que los trabajadores, de acuerdo con la
legislación aplicable, disfruten en razón del cuidado de cada hijo.89

b. Beneficiarios
Tendrán derecho a la asignación económica por hijo a cargo, en su modalidad
contributiva:
1) Las personas integradas en el Régimen General que, reuniendo las condiciones
generales, no perciban ingresos anuales, de cualquier naturaleza, superiores a
1.181.720 pesetas (para 1998). La cuantía anterior se incrementará en un 15 por ciento
por cada hijo a cargo, a partir del segundo, éste incluido.
2) Los pensionistas de este Régimen General por cualquier contingencia o situación, en la
modalidad contributiva, y los perceptores del subsidio de invalidez provisional, que no
perciban ingresos, incluidos en ellos la pensión o el subsidio, superiores a la cuantía
indicada en el apartado anterior.

Para las prestaciones por hijos minusválidos no existe límite alguno de rentas.

c. Cuantía de las Prestaciones


La cuantía de la asignación económica para los hijos menores de 18 años de edad, sin
minusvalía, será, en cómputo anual, de 36.000 pesetas, salvo en los supuestos especiales
que se contienen en el apartado siguiente.

En los casos en que el hijo a cargo tenga la condición de minusválido, el importe de la


asignación económica será, en cómputo anual, el siguiente:
1) 72.000 pesetas, cuando el hijo a cargo sea menor de dieciocho años y el grado de
minusvalía sea igual o superior al 33 por ciento.
2) 447.360 pesetas, cuando el hijo a cargo sea mayor de dieciocho años y esté afectado
por una minusvalía en un grado igual o superior al 65 por ciento.
3) 671.040 pesetas, cuando el hijo a cargo sea mayor de dieciocho años, esté afectado por
una minusvalía en un grado igual o superior al 75 por ciento y, como consecuencia de
pérdidas anatómicas o funcionales, necesite el concurso de otra persona para realizar
los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.

Los importes de las antedichas asignaciones económicas se modifican anualmente; las


reflejadas corresponden a 1998.

d. Incompatibilidades
1) En el supuesto de que en el padre y la madre concurran las circunstancias necesarias
para tener la condición de beneficiarios de la asignación económica, sólo podrá ser
reconocida en favor de uno de ellos.
2) La asignación por hijo a cargo será incompatible con la percepción, por parte del padre
o la madre, de cualquier otra prestación análoga establecida en los restantes regímenes
públicos de protección social.
3) La percepción de las asignaciones económicas por hijo minusválido a cargo será
incompatible con la condición por parte del hijo minusválido, de pensionista de
invalidez o jubilación en la modalidad no contributiva.

e. Modalidad no contributiva
• Prestación.- La prestación de protección por hijo a cargo, en su modalidad no
contributiva, consistirá en una asignación económica, por cada hijo, menor de dieciocho
años o afectado por una minusvalía en un grado igual o superior al 65 por ciento, a cargo
del beneficiario, cualquiera que sea la naturaleza legal de la filiación de aquéllos.

• Beneficiarios.- Tendrán derecho a la asignación económica por hijo a cargo, en su


modalidad no contributiva, quienes:
1) Residan legalmente en territorio español.
2) Tengan a cargo hijos en quienes concurran las condiciones establecidas anteriormente.
3) No perciban ingresos anuales, de cualquier naturaleza, superiores a los límites
legalmente establecidos.
4) No tengan derecho, ni el padre ni la madre, a prestaciones de esta misma naturaleza
en cualquier otro régimen público de protección social.

5.8 Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA)


a. Campo de Aplicación:
- Trabajadores por cuenta propia, mayores de 18 años que, de forma habitual, personal
y directa, realizan una actividad a título lucrativo, sin sujeción a contrato de trabajo.
Se presumirá que lo es todo titular de un establecimiento abierto al público.
- Cónyuge y familiares hasta el 2° grado de consanguinidad o afinidad que colaboren con
el autónomo de forma habitual, personal y directa y no tengan la condición de
asalariados.
- Escritores de libros.
- Los trabajadores autónomos extranjeros que residan y ejerzan legalmente su actividad
en territorio español (habrá que tener en cuenta, en su caso, los tratados de
reciprocidad).
- Trabajadores por cuenta propia agrícolas, cuando la explotación trabajada tuviera
asignado en 1982 un líquido imponible, según la extinguida contribución territorial
rústica y pecuaria, superior a 50.000 pts.
- Los socios de sociedades regulares colectivas y los socios colectivos de las sociedades
comanditarias, que reúnan los requisitos legales.
- Profesionales colegiados que ejerzan por cuenta propia libremente su profesión,
siempre que lo hayan solicitado sus órganos colegiales o asociativos superiores y se
apruebe su ingreso mediante orden ministerial. Desde noviembre de 1995, por mandato
de la Ley 30/1995, los profesionales aludidos, aunque sus órganos superiores no hayan
instado la inclusión, deberán incluirse obligatoriamente en el Régimen Especial o en la
mutualidad de previsión que tenga prevista la organización colegial o asociativa a que
pertenezcan.
- Los socios trabajadores de las cooperativas de trabajo asociado, cuando la misma haya
optado por este régimen.
- Socios de sociedades capitalistas o de responsabilidad limitada que sean miembros de
los órganos de administración y desarrollen funciones ejecutivas de gerencia y
dirección, teniendo el control efectivo de la sociedad.
- Comuneros o socios de las comunidades de bienes y sociedades civiles irregulares, que
presten trabajos de forma habitual, personal y directa.

b. Afiliación, Altas y Bajas:


• Solicitud de alta inicial o sucesivas
- Debe realizarla el trabajador en las Direcciones Provinciales de la Tesorería General de
la Seguridad Social, dentro de los 30 días naturales siguientes al del inicio de la
actividad. Las altas solicitadas fuera de plazo conllevarán sanciones administrativas.
- El alta será única aunque se realicen varias actividades por cuenta propia.
- La inclusión en este régimen no excluye la posibilidad de que el trabajador pueda, por
razón de otras actividades, estar incluido en otro u otros regímenes del sistema de
Seguridad Social (pluriactividad).
- La Tesorería General podrá tramitar el alta de oficio cuando constatados los supuestos
de inclusión, por cualquiera de los cauces administrativos previstos, el autónomo
obligado a solicitar su alta no lo hubiese hecho.
- La cobertura de la prestación económica por incapacidad temporal es voluntaria,
pudiendo el trabajador acogerse o no a ella. A partir de 1-1-98 deberá, en caso de que
decida acogerse a ella, formalizar la cobertura con una Mutua de Accidentes de Trabajo
y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social. Las opciones se realizarán por
un período mínimo de 3 años, prorrogándose automáticamente por períodos de igual
duración ante la falta de renuncia expresa, que deberá presentarse antes del 1 de
octubre del último año del período.

Efectos del alta.- Las altas iniciales o sucesivas tendrán efecto desde el primer día
natural en que concurran las condiciones. Las solicitadas fuera del plazo reglamentario
tendrán los efectos señalados anteriormente, si bien la fecha tope para retrotraerse será el
1-1-94.

• Solicitud de baja y efectos.- El plazo para la comunicación de las bajas es de 15 días


naturales a partir de aquel en que dejen de concurrir las condiciones requeridas y tendrán
efecto desde el día primero del mes siguiente a aquel en que se extingan las referidas
condiciones.

5.9 Cotización
a. Sujeto Obligado
El trabajador autónomo y las demás personas incluidas obligatoriamente en este
régimen por sí mismas.

Responsabilidad subsidiaria:
- El trabajador autónomo por los parientes incluidos como colaboradores familiares.
- Las compañías colectivas o comanditarias por sus socios.
- Las cooperativas de trabajo asociado respecto de sus socios incluidos.

b. Nacimiento, Duración y Extinción de la Obligación de Cotizar


La obligación de cotizar nacerá desde el día primero del mes en que concurran en el
sujeto obligado las condiciones determinantes de su inclusión en el régimen. Las
cotizaciones correspondientes a períodos anteriores a la formalización del alta, siempre que
no opere la prescripción, serán exigibles con los recargos pertinentes y producirán efectos
en orden a las prestaciones una vez que hayan sido ingresadas.
La obligación de cotizar se mantendrá mientras se mantengan las condiciones que
dieron lugar a su nacimiento y se extinguirá el último día del mes natural en que dejen de
concurrir dichas condiciones, siempre que se comunique la baja en plazo reglamentario.

En los casos en los que no se comunique la baja, la obligación de cotizar no se


extinguirá hasta el último día del mes natural en que la Tesorería General conozca el cese
del trabajador en su actividad por cuenta propia. Cuando la baja se tramite de oficio, la
fecha de efectos será la de la actuación inspectora o aquélla en la que hayan sido recibidos
los datos o documentos que acrediten el cese.

No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los interesados podrán demostrar,


por cualquier medio de prueba admitido en derecho, que el cese de la actividad tuvo lugar
en otra fecha a efectos del cese en la obligación de cotizar.

La mera solicitud de baja y el reconocimiento de la misma no extinguirá la obligación


de cotizar ni producirá los efectos de aquélla si se continuase el desarrollo de la actividad
que dio lugar al alta.

c. Aplazamiento y Fraccionamiento de Pago de cuotas por Incapacidad Temporal


Los trabajadores autónomos que se encuentren en situación de I.T. tendrán derecho al
aplazamiento y fraccionamiento del pago de las deudas por cuotas de la Seguridad Social,
siempre que se encuentren al corriente de pago, que acrediten el cese temporal de la
actividad y que lo soliciten una vez transcurrido el primer mes de baja por incapacidad. Las
cuotas aplazadas y fraccionadas, incrementadas con los intereses devengados conforme al
tipo de interés legal del dinero, se liquidarán de forma proporcional y periódica en el plazo
máximo de 1 año, a partir de la fecha del alta médica, con o sin declaración de invalidez, o
se reanude la actividad mediante el trabajo de un sustituto o asalariado.

d. ¿Cuándo y Cómo se debe Cotizar?


En período voluntario se abonará por mensualidades que coincidirán con los meses
naturales y su importe se ingresará dentro del mismo mes a que corresponda su devengo.
Cuando no se efectúen los ingresos dentro del plazo reglamentario, existe la obligación de
presentar los boletines de cotización (?) antes del agotamiento de dicho plazo.

La liquidación y el ingreso de las cuotas se efectuará mediante la presentación del


“boletín de cotización” en las oficinas recaudadoras. Se puede domiciliar el pago en
cualquier entidad financiera reconocida como oficina recaudadora. Los documentos de
cotización se remitirán de forma mecanizada a los sujetos responsables de su pago. En el
supuesto de no disponer de los mismos, se complementarán de forma manual, mediante
los modelos existentes en las Direcciones Provinciales de la Tesorería General o sus
Administraciones.

e. Base de Cotización
La inclusión en este régimen conlleva la obligación de cotizar por una base mínima
mensual, que se fija anualmente para 1998: 110.580. No obstante, el sujeto obligado puede
elegir una superior dentro de los límites delimitados por la base mínima antedicha y la
máxima establecida para 1998: 392.700. Sin embargo, para los mayores de 50 años, la
base máxima elegible es 207.000, salvo que ya se encontraran, al cumplir dicha edad, en
una base superior.

f. Modificación de la Base
Los trabajadores incluidos en este régimen podrán cambiar anualmente la base de
cotización, siempre que efectúen la solicitud antes del 1 de octubre de cada año, surtiendo
efectos el 1 de enero del año siguiente.

g. Tipo de Cotización
El tipo de cotización a aplicar a la base se regula anualmente - para 1998: 28’3 % -, a
través de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, y diferencia la cobertura o no de la
incapacidad temporal, siendo menor cuando no cubra dicha contingencia, 26’5 % en 1998.

5.10 Acción Protectora


a. Características Generales
Tienen la misma cobertura que en el régimen general con algunas especialidades:
- No se hace distinción entre el carácter común o profesional de los riesgos.
- Para cobrar las prestaciones es necesario estar al corriente de pago, si no lo estuviera
se le concederá un plazo de 30 días para efectuar los ingresos debidos.

b. Incapacidad Temporal
A partir de 1998, su cuantía y condiciones se asimilan a las señaladas en el Régimen
General. Se comienza a devengar desde el decimosexto día de baja médica. Se percibe
directamente del INSS. Los trabajadores autónomos que se encuentren en esta situación
deberán presentar en el plazo de 15 días, contados desde la fecha de la baja médica,
declaración sobre la persona que gestiona el establecimiento o, en su caso, de cese temporal
o definitivo de la actividad. Dicha declaración será preceptiva para el reconocimiento del
derecho y deberán reiterarla semestralmente.
- Maternidad. Igual que en el Régimen General.
- Protección por Desempleo. En este Régimen Especial no se cubre tal contingencia.
- Invalidez. No están protegidas la invalidez permanente parcial ni las lesiones
permanentes no invalidantes.
La invalidez permanente total consistirá en una pensión vitalicia del 55% de la base
reguladora o una indemnización de 40 mensualidades de la citada base. No se
incrementa con el 20% la invalidez permanente total cualificada.
Las lagunas de cotización no se integran con la base mínima.
Los efectos económicos de las pensiones se producen el día primero del mes siguiente
a aquel en que se declare la situación.
- Jubilación. Se calcula igual que en el Régimen General. Las lagunas de cotización no se
integran con la base mínima. No es posible jubilarse antes de los 65 años.
La pensión es compatible con el mantenimiento de la titularidad del negocio y con el
desempeño de las funciones inherentes a dicha titularidad.
Para los autónomos en alta, los efectos se producen el día primero del mes siguiente al
cese en el trabajo. Para los que no estén en alta, desde el día primero del mes siguiente
a la fecha del hecho causante.
- Muerte y supervivencia. En los mismos términos que en el Régimen General.
- Prestaciones familiares por hijo a cargo. En los mismos términos que en el Régimen
General. No se reconoce la prestación no económica.
CAPITULO X
PENSIONES DE JUBILACIÓN EN LA SEGURIDAD SOCIAL
Si la función del sistema de pensiones es proporcionar rentas que sustituyan a los
ingresos dejados de percibir por el abandono de la actividad laboral,90 el elemento que
define la extensión de ese papel es la tasa de sustitución, es decir el cociente entre la
pensión y el ingreso anterior. En los modelos continentales o contributivos de Seguridad
Social, las tasas de sustitución evolucionan conforme los sistemas llegan a la madurez,
cuando las bases de cotización se aproximan a los salarios reales y las pensiones íntegras
o plenas incrementan su participación sobre el total y las tasas efectivas de sustitución se
aproximan a las legales. En el caso del Estado Español esa tasa viene oscilando los últimos
años entre el 45 y el 50%, tanto para los trabajadores asalariados como para los autónomos.
En el caso de los asalariados, la falta de obligación de declarar, a efectos del IRPF, de los
perceptores de rentas reducidas puede hacer pensar que la tasa de sustitución está
infravalorada. En sentido opuesto juega el hecho de la economía sumergida, especialmente
importante en el Estado Español y la no-integración de las horas extraordinarias en la base
reguladora de las pensiones.

El segundo nivel es el no contributivo que está dirigido a compensar la ausencia de


rentas a los individuos que se encuentran en situación de necesidad.

Sólo concierne a los inválidos y ancianos sin recursos y que no hayan podido acceder
al nivel contributivo por no reunir los requisitos de acceso a este nivel, generalmente por
insuficiencia o ausencia de cotizaciones. El requisito de la insuficiencia de recursos es una
especificidad del nivel no contributivo, ya que en el nivel contributivo las prestaciones se
conceden con independencia de la situación económica de los beneficiarios. La escasa
cuantía de estas pensiones y la limitación para el acceso a las prestaciones, muestran que
no se cumple con los artículos 10, 11, 12 de la Constitución de 1993 sobre la suficiencia
de las prestaciones sociales.91

En la medida en que a las prestaciones asistenciales se les asigna como función


combatir a la pobreza, se suelen utilizar como criterios para determinar su cuantía los
mismos que se utilizan para la definición de la pobreza. Uno, que responde a la noción de
pobreza de los Estados Unidos, consistiría en fijarlo de forma que cubriese las necesidades
alimenticias, y otras que se fijen sobre la base de encuestas de consumo. Otro criterio, parte
de un sentido histórico según el cual la suficiencia debe tener y debe estar relacionada con
el nivel de vida general de la población. Este concepto de pobreza relativo puede a su vez
basarse en una fracción (habitualmente el 50%) de los ingresos medianos, es decir que
distribuye a la población en dos grupos de la misma magnitud, o de los ingresos medios.
Aunque la normativa peruana no hace referencia a un criterio de suficiencia, el importe de
las prestaciones no permite ni atender las necesidades básicas ni está fijado de forma
referencial al nivel de pobreza, sino que está situado más abajo aún.92

La actual regulación de las prestaciones no contributivas, además de establecer unas


prestaciones de cuantía muy reducida, deja un enorme espacio para las situaciones de
carencia de rentas por inactividad laboral, que no quedan cubiertas por las actuales
prestaciones de desempleo, en la medida en que éstas exigen actividad laboral previa. Este
terreno está parcialmente cubierto por las prestaciones, que con denominaciones diversas
tales como Ingreso Mínimo de Inserción u otras similares, han desarrollado las
Comunidades Autónomas y que no forman parte de la Seguridad Social sino de la Asistencia
Social, componente complementario de la primera e integrante con ella de la Protección
Social.

En su último párrafo el art. 41 de la Constitución Española prevé la existencia de


prestaciones complementarias “libres”. Este nivel complementario de protección social se
asentaría en tres pilares: a) Mediante los Planes y Fondos de Pensiones. b) A través de
Entidades de Previsión Social y c) Mediante técnicas de mejora de prestaciones. En efecto,
la Seguridad Social sólo lo es en la medida en que sea pública y obligatoria, lo que descarta
a los Planes y Fondos de Pensiones.

El nivel de pobreza tiene que ver tanto con el nivel de salarios como con el desempleo,
de donde la importancia de la elevación del salario mínimo y de los salarios de los
trabajadores menos remunerados. Como la mayoría de las pensiones contributivas se fijan
sobre la base de los salarios percibidos, la cuantía de éstos incide en la de aquéllas, por lo
que la reducción de los salarios, en especial de los más bajos, reduce la progresividad de
las pensiones. Por el contrario, el desempleo tiene un nivel de progresividad muy inferior
como consecuencia de su estrecha dependencia de las cotizaciones.

El Sistema de Seguridad Social utiliza diversos elementos que contribuyen a su


progresividad desde el punto de vista de la redistribución de la renta. Estos serían la
existencia de pensiones mínimas y máximas, los complementos de mínimos y los tipos de
cotización más bajos de ciertos regímenes.93 La apreciación del nivel de redistribución del
sistema de Seguridad Social se puede valorar teniendo en cuenta los siguientes elementos:
a) El “salario social” y las prestaciones no contributivas tienen un contenido más
abiertamente redistributivo que las prestaciones contributivas, pero por su menor
extensión y cuantía su impacto es mucho menor. El sistema de pensiones se convierte
en el elemento fundamental en la determinación de los niveles de bienestar de los
mayores de 65 años.
b) Las bases de cotización en los Regímenes por cuenta propia tienen escasa relación con
los ingresos reales, mientras que una apreciación correcta de la progresividad exige que
sean las rentas reales el término de comparación.
El elemento anterior se complica por la falta de control del alta de los colectivos por
cuenta propia, por la ineficacia y desidia de la Administración, que origina los procesos
bien conocidos de “compra de pensiones”, que pueden originar rendimientos
especialmente elevados sin que forzosamente correspondan a personas de baja renta.
El derecho de los Autónomos a escoger la base de cotización les permite adoptar
comportamientos “estratégicos” consistentes no sólo en demorar el inicio de las
cotizaciones hasta el cumplimiento de la edad de 50 años, con el fin de cotizar sólo el
mínimo de 15 años, sino también escoger las bases mínimas de cotización, de forma
que con la aplicación del complemento por mínimos obtengan una magnífica
rentabilidad de sus cotizaciones. En ese Régimen coexisten grandes diferencias de
ingresos, tanto derivados del ejercicio de la actividad que motiva su inclusión en el
Sistema de Seguridad Social, como por otras fuentes de renta. Pensemos por ejemplo,
que puede estar incluido en Autónomos un empresario que tenga un número elevado
de asalariados, siempre y cuando él trabaje de forma “habitual, personal y directa”. La
contrapartida de esta situación la ofrece el gran número de asalariados de bajos
ingresos incluidos en el Régimen General que pueden estar financiando a personas con
ingresos superiores de alta en otros Regímenes. En todo caso los asalariados se
benefician mucho menos de la progresividad del Sistema.
CAPITULO XI
REGIMEN PREVISIONAL DEL DECRETO LEY 19990
LA PENSION DE JUBILACION Y LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS EN EL TIEMPO

Para acceder a una pensión de JUBILACIÓN dentro del régimen previsional del Decreto
Ley 19990 se requieren de dos requisitos: años de aportación y edad.94

El problema, en nuestro sistema jurídico surge cuando tratamos de determinar cuál es


la edad y los años de aportación requeridos para acceder a una pensión de jubilación. Esto
se debe a la emisión de normas que variaron dichos criterios y que ocasionaron un conflicto
de normas en el tiempo a fin de determinar cuándo se alcanza ambos requisitos en forma
conjunta. En otras palabras cuándo se cumple con los requisitos exigidos por ley para
acceder a la pensión de jubilación.

De esa manera, en esta parte del libro expondremos estos aspectos.

1. DE LOS REQUISITOS SEGÚN EL DECRETO LEY 19990 Y SU APLICACIÓN EN EL TIEMPO


Esta norma dentro de su cuerpo establece dos regímenes:
- Régimen General y
- Régimen Especial.

Para facilitar la comprensión de la exposición hablaremos primero del régimen especial.

1.1 Régimen Especial según el Decreto Ley 19990


La modalidad en este caso es una pensión especial.

a. Respecto a los Hombres para estar comprendidos dentro de los alcances de este
régimen se debe cumplir con los siguientes requisitos:
1) Haber nacido antes del 01 de julio de 1931.
2) Tener un mínimo de 5 años de aportaciones.
3) Debieron estar inscritos en cualquiera de las Cajas de Pensiones del Seguro Social al
01 de mayo de 1973, como asegurado obligatorio o ama de casa.
4) Los aportes deben haber sido realizados como asegurados obligatorios y de
continuación facultativa.
b. Respecto a las Mujeres se debe cumplir los siguientes requisitos:
1) Haber nacido antes del 01 de julio de 1936.
2) Tener un mínimo de 5 años de aportaciones.
3) Debieron estar inscritos en cualquiera de las Cajas de Pensiones del Seguro Social al
01 de mayo de 1973, como asegurado obligatorio o ama de casa.
4) Los aportes deben haber sido realizados como asegurados obligatorios y de
continuación facultativa.

1.2 Régimen General según el Decreto Ley 19990


Dentro de este régimen encontramos las siguientes modalidades: 1. General; 2. Pensión
reducida; 3. Pensión por despido intempestivo; 4. Pensión adelantada.

A. Régimen General. Modalidad General


Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y asegurados facultativos independientes. Requisitos:
1) Tener 60 años de edad cumplidos.
2) Tener 15 años o más de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 1990)

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y asegurados facultativos independientes. Requisitos:
1. Tener 55 años de edad cumplidos.
2. Tener 13 años o más de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 1990).

B. Régimen General. Modalidad Pensión Reducida


Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 60 años de edad cumplidos.
2) Tener más de 5 y menos de 15 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 19990).
b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación
facultativa. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener más de 5 y menos de 13 años de aportaciones

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 19990).

C. Régimen General. Modalidad Pensión por Despido Intempestivo


Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener 15 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 19990),
siempre y cuando hayan cesado por reducción o despido de personal, de conformidad con
el Decreto Ley 18471.

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 50 años de edad cumplidos.
2) Tener 13 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados al 18 de diciembre de 1992 (esto debido a que
el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de 1992, dicho decreto, como lo
veremos más adelante modificó los requisitos establecidos por el Decreto Ley 19990),
siempre y cuando hayan cesado por reducción o despido de personal, de conformidad con
el Decreto Ley 18471.

2.4 Respecto a la Modalidad de Pensión Adelantada estableceremos sus requisitos al


final, por estar vigente para el Decreto Ley 19990, Decreto Ley 25967 y la Ley 26504.

2. LOS REQUISITOS SEGÚN EL DECRETO LEY 25967 Y SU APLICACION EN EL TIEMPO


Por el Decreto Ley Nº 25967 se modificó el goce de pensiones de jubilación que
administra el Instituto Peruano de Seguridad Social - IPSS.

Dentro de este régimen encontramos dos modalidades, la general y pensión por despido
intempestivo.

2.1 Régimen General. Modalidad General - Decreto Ley 25967


Están dentro de este régimen las siguientes personas:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 60 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años o más de aportaciones

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados entre el 19 de diciembre de 1992 al 18 de julio
de 1995 (esto debido a que el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de
1992).

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años o más de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados entre el 19 de diciembre de 1992 al 18 de julio
de 1995 (esto debido a que el Decreto Ley 25967 entró en vigencia el 19 de diciembre de
1992).

2.2 Régimen General. Modalidad Pensión por Despido Intempestivo en el Decreto Ley 25967
Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados entre el 19 de diciembre de 1992 al 18 de julio
de 1995 y hayan cesado por reducción o despido de personal, de conformidad con el Decreto
Ley 18471.

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 50 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados entre el 19 de diciembre de 1992 al 18 de julio
de 1995 y hayan cesado por reducción o despido de personal de conformidad con el Decreto
Ley 18471.

3. LOS REQUISITOS SEGÚN LA LEY 26504 Y SU APLICACION EN EL TIEMPO


Por la Ley Nº 26504 se modifica el Régimen de Prestaciones de Salud, el Sistema
Nacional de Pensiones, el Sistema Privado de Fondos de Pensiones y la estructura de
contribuciones al FONAVI. Esta Ley entró en vigencia el 19 de julio de 1995.

Dentro de este régimen también encontramos dos modalidades, la general y pensión


por despido intempestivo.

3.1 Régimen General. Modalidad General según la Ley 26504


Están dentro de este régimen las siguientes personas:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 65 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años o más de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados con posterioridad al 19 de julio de 1995.

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 65 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años o más de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados con posterioridad al 19 de julio de 1995.

3.2 Régimen General. Modalidad Pensión por Despido Intempestivo según la Ley 26504
Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados con posterioridad al 19 de julio de 1995 y
hayan cesado por reducción o despido de personal, de conformidad con el Decreto Ley
18471.

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa. Requisitos:
1) Tener 50 años de edad cumplidos.
2) Tener 20 años de aportaciones.

Esta modalidad sólo será de aplicación para aquellas personas que cumplan con los
requisitos de edad y aportaciones señalados con posterioridad al 19 de julio de 1995 y
hayan cesado por reducción o despido de personal, de conformidad con el Decreto Ley
18471
4. REGIMEN GENERAL. PENSION ADELANTADA EN EL DECRETO LEY 19990, DECRETO LEY
25967 Y LA LEY 26504
Para encontrarse dentro de esta modalidad se requieren los siguientes requisitos:

a. Respecto a los Hombres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 55 años de edad cumplidos.
2) Tener 30 años de aportaciones.

En este caso el artículo 44, primer párrafo, será de aplicación para aquellas personas
que cumplan con los requisitos de edad y aportaciones señaladas, durante la vigencia de
cualquiera de las leyes antes señaladas.

b. Respecto a las Mujeres en la condición de asegurados obligatorios o de continuación


facultativa y facultativo independiente. Requisitos:
1) Tener 50 años de edad cumplidos.
2) Tener 25 años de aportaciones.

En este caso el artículo 44, primer párrafo, será de aplicación para aquellas personas
que cumplan con los requisitos de edad y aportaciones señaladas, durante la vigencia de
cualquiera de las leyes antes señaladas.

Asimismo, debemos señalar que éste no es el único régimen de jubilación existente,


puesto que existen regímenes especiales, como la jubilación minera, la jubilación para
Construcción Civil, Marítimos, Periodistas, Cuereros, Pilotos y Copilotos. De esta manera
pasaremos a explicar los requisitos que se requieren para estar en estos regímenes
especiales.

5. JUBILACION MINERA. REFERENCIA A LA LEY 2500995


La ley que regula este régimen especial es la Ley de Jubilación de Trabajadores Mineros
Ley Nº 25009 publicada el 25 de enero de 1989. Además de contar con su Reglamento el
D.S. Nº 029-89-TR.

Dentro de este régimen encontramos 3 modalidades: las minas subterráneas (socavón),


tajo abierto y los Centros Mineros Metalúrgicos Siderúrgicos (Centros de Producción
Minera).

5.1 Modalidad Minas Subterráneas (Socavón)


Dentro de esta modalidad encontramos dos situaciones referidas al Decreto Ley 19990
y el Decreto Ley 25967.

a. Según el Decreto Ley 1999096


Se requiere los siguientes requisitos:
1) Contar con 45 años de edad cumplidos.
2) Los años en esta modalidad (trabajo efectivo) deben ser 10 años.
3) Para obtener una pensión completa se requiere 20 años de aportaciones.
4) Para obtener una pensión proporcional se requiere 10 años de aportaciones.
b. Según el Decreto Ley 2596797
Se requiere los siguientes requisitos:
1) Contar con 45 años de edad cumplidos.
2) Los años en esta modalidad (trabajo efectivo) deben ser 10 años.
3) Para obtener una pensión completa se requiere 20 años de aportaciones.
4) Para obtener una pensión proporcional se requiere 20 años de aportaciones.

5.2 Modalidad Tajo Abierto


a. Según el Decreto Ley 19990
Se requiere:
1) Contar con 50 años de edad.
2) Los años en esta modalidad (trabajo efectivo) deben ser de 10 años.
3) Tener 25 años de aportaciones para obtener una pensión completa.
4) Tener 10 años de aportaciones para obtener una pensión proporcional.

b. Según el Decreto Ley 25967


Se requiere:
1) Contar con 50 años de edad.
2) Los años en esta modalidad (trabajo efectivo) deben ser de 10 años.
3) Tener 25 años de aportaciones para obtener una pensión completa.
4) Tener 20 años de aportaciones para obtener una pensión proporcional.

5.3 Modalidad Centros Mineros Metalúrgicos Siderúrgicos (Centros de Producción Minera)98


a. Según el Decreto Ley 19990
1) Tener una edad de 50 a 55 años.
2) Tener 15 años en la modalidad (trabajo efectivo).
3) Tener 30 años de aportaciones para obtener una pensión completa.
4) Tener 15 años de aportaciones para obtener una pensión proporcional.

b. Según el Decreto Ley 25967


1) Tener una edad de 50 a 55 años.
2) Tener 15 años en la modalidad (trabajo efectivo).
3) Tener 30 años de aportaciones para obtener una pensión completa.
4) Tener 20 años de aportaciones para obtener una pensión proporcional.

6. JUBILACION PARA TRABAJADORES DE CONSTRUCCIÓN CIVIL, MARITIMOS, PERIODISTAS,


CUEREROS, PILOTOS Y COPILOTOS

6.1 Trabajadores de Construcción Civil99


a. Según el Decreto Ley 19990

Se requiere:
1) Una edad de 55 años de edad (sólo es aplicable a los hombres)
2) 15 años de aportación en la modalidad o un mínimo de 05 años de aportación en la
modalidad en los últimos 10 años anteriores a la contingencia.100

b. Según el Decreto Ley 25967

Se requiere:
1) Tener 55 años de edad.
2) 20 años de aportaciones, de los cuales 15 años de aportación en la modalidad o un
mínimo de 05 años de aportación en la modalidad en los últimos 10 años anteriores a
la contingencia.

6.2 Trabajadores Marítimos


a. Según el Decreto Ley 19990
1) Se requiere de 55 años de edad.
2) Tener como mínimo 5 años de aportación acreditados al 18 de diciembre de 1992 y
haber realizado por algún tiempo en este periodo, labores como marítimo.101

b. Según el Decreto Ley 25967


1) Tener 55 años de edad.
2) Contar con un mínimo de 20 años de aportación y haber realizado por algún tiempo en
este periodo, labores como marítimo.102

6.3 Trabajadores Periodistas


a. Según el Decreto Ley 19990
1) Si es hombre debe contar con 55 años de edad, si es mujer debe contar con 50 años de
edad.
2) Tener 15 ó 13 años de aportación en la modalidad, ó 15 ó 13 años de aportación con
un mínimo de 05 años de aportación en la modalidad en los últimos 10 años anteriores
a la contingencia.103

b. Según el Decreto Ley 25967


1) Si es hombre debe contar con 55 años de edad, si es mujer debe contar con 50 años de
edad.
2) Tener 20 años de aportación, de los cuales 15 ó 13 años de aportación en la modalidad
o un mínimo de 05 años de aportación en la modalidad en los últimos 10 años
anteriores a la contingencia.

6.4 Trabajadores Cuereros (Curtiembre)


a. Según el Decreto Ley 19990
1) Si es hombre debe contar con 55 años de edad, si es mujer debe contar con 50 años de
edad.
2) Tener 15 ó 13 años de aportación en la modalidad.
b. Según el Decreto Ley 25967
1) Si es hombre debe contar con 55 años de edad, si es mujer debe contar con 50 años de
edad.
2) Tener 20 años de aportación, de los cuales 15 ó 13 años de aportación en la modalidad.

6.5 Trabajadores Pilotos y Copilotos


Aquí podemos encontrar distintos supuestos para acceder a una pensión (sólo es aplicable
a hombres).
PRIMER SUPUESTO.- Tener 55 años de edad y contar con 05 años de aportación en la
modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de aportación, de los cuales 05 años de aportación
en la modalidad (DECRETO LEY 25967).
SEGUNDO SUPUESTO.- Tener 56 años de edad y contar con 05 años de aportación con un
mínimo de 04 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de
aportación, de los cuales 04 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 25967).
TERCER SUPUESTO.- Tener 57 años de edad y contar con 05 años de aportación con un
mínimo de 03 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de
aportación, de los cuales 03 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 25967).
CUARTO SUPUESTO.- Tener 58 años de edad y contar con 05 años de aportación con un
mínimo de 02 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de
aportación, de los cuales 02 años de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 25967).
QUINTO SUPUESTO.- Tener 59 años de edad y contar con 05 años de aportación con un mínimo de 01 año de
aportación en la modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de aportación, de los cuales 01 año de aportación en
la modalidad (DECRETO LEY 25967).

QUINTO SUPUESTO.- Tener 59 años de edad y contar con 05 años de aportación con un
mínimo de 01 año de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 19990) ó 20 años de
aportación, de los cuales 01 año de aportación en la modalidad (DECRETO LEY 25967).

PIE DE PAGINAS
76. La Constitución Española hace referencia a la Seguridad social en los siguientes artículos:
1.- “Artículo 25º.-
1. Nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no
constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento.
2. Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y
reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere
cumpliendo la misma, gozará de los derechos fundamentales de este Capítulo, a excepción de los que se vean
expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria.
En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad
Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad.
2.- “Artículo 41º.-
Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad Social para todos los ciudadanos, que
garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones de necesidad, especialmente en
caso de desempleo.

La asistencia y prestaciones complementarias serán libres.”


77. “Caracteres del derecho a la seguridad social.- Son los tres siguientes:
1.- El derecho a la seguridad social es inherente al ser humano como integrante de la sociedad. Aun cuando
la percepción y la cuantía de las prestaciones puedan hallarse sujetas a determinadas condiciones, debe
entenderse que el derecho tiene su origen, en principio, en la situación indicada. Legalmente, no se debería
ya, por lo tanto, hacer derivar el derecho a la seguridad social sólo de presentar la condición de ser trabajador
o de pagar determinadas cotizaciones. El derecho a recibir prestaciones de salud, de vejez, de invalidez y de
muerte debería corresponder a toda persona, el derecho a recibir asignaciones familiares, a todo niño, joven
y hogar, y el derecho a las demás prestaciones a quienes tengan necesidad de ellas.
2.- El derecho de todo ser humano a ser protegido contra los riesgos sociales crea para el Estado la obligación
correlativa de realizar todos los esfuerzos necesarios para darles a sus integrantes, seguridad social;
asimismo, como las prestaciones necesarias implican un gasto determinado, le corresponde al Estado
organizar la distribución del ingreso económico nacional para hacer frente a ese gasto.

3.- El derecho a la seguridad social es irrenunciable; irrenunciabilidad que podría ser


entendida en un sentido amplio, como el derecho a perseguir la implantación de la
seguridad social por quienes aún no disfrutan de ella, o de exigir su extensión; y, en un
sentido restringido, como la imposibilidad jurídica de renunciar al derecho por un convenio
o por una declaración unilateral de voluntad de quienes son sus beneficiarios obligatorios,
lo que no impide el abstenerse voluntariamente de gozar de algunas prestaciones.”
(RENDON VASQUEZ, Jorge. Derecho de la Seguridad Social. EDITORIAL TARPUY S.A.Lima,
1985, p. 89).
78. Acerca de la duración de las prestaciones económicas tenemos que “Por lo general, las prestaciones, una vez
iniciadas, se abonan todo el tiempo en que exista la situación protegible. Así, si una pensión se ha atribuido
por situación de invalidez o de vejez, el pago de la misma se prolonga todo el tiempo en que persiste la invalidez
o la vida del viejo, y no cabe hablar de duración en el sentido de que pueda pensarse en una limitación de
tiempo de disfrute de la pensión”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 306).
79. MATERNIDAD
“Es decir, la maternidad, no siendo enfermedad concretamente, determina una alteración de la salud de la
mujer en un grado de tal importancia que si la salud de la madre se resiente de cualquier deficiencia o su
constitución orgánica no está preparada adecuadamente, puede la alteración producir la muerte de la mujer
en el parto o como consecuencia de él y en muchos casos la muerte del hijo.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho
de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 148).

80. Las prestaciones por maternidad “tienen por finalidad atender el embarazo, el parto y
sus consecuencias, así como la suspensión de ganancias por causa de los mismos”. (MARTI
BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA.
Madrid, 1964, p. 76).
81. EL SEGURO DE DESEMPLEO EN ALEMANIA

“El Instituto Federal de Trabajo tiene su sede en Nuremberg. Hay además nueve
Delegaciones Regionales de Trabajo y 156 locales. Todas ellas cumplen con la misión de
facilitar colocaciones, organizar programas de formación profesional, adoptar medidas de
creación de puestos de trabajo y asegurar la subsistencia de los desocupados y sus familias,
es decir, hacer efectivas las prestaciones pecuniarias.” (DEPARTAMENTO DE PRENSA E
INFORMACION DEL GOBIERNO FEDERAL. Seguridad Social para Todos. La previsión
social en la República Federal de Alemania. Edición alemana, 1980, p. 36).
82. La prestación por invalidez “tiene por finalidad cubrir la ineptitud para ejercer una actividad profesional, en
un grado prescrito, cuando sea probable que aquélla sea permanente o cuando la misma subsista después
de cesar las prestaciones económicas por enfermedad”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social.
Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 77).

83. En opinión de MARTI BUFILL “Pueden originar situaciones de incapacidad permanente


tres tipos de contingencias: la vejez, los accidentes y enfermedades profesionales y la
invalidez. Cada una de estas contingencias presenta un cuadro de situación de idéntica
protegibilidad, pero de naturaleza tan diversa que obliga a delimitar los perfiles de la
prestación económica con unas características distintas en cada caso”. (MARTI BUFILL,
Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid,
1964, p. 385).
84. PRESTACIONES ECONOMICAS POR SITUACIONES DE INCAPACIDAD PERMANENTE
“Puede originar situaciones de incapacidad permanente tres tipos de contingencias: la
vejez, los accidentes y enfermedades profesionales y la invalidez. Cada una de estas
contingencias presenta un cuadro de situación de idéntica protegibilidad, pero de
naturaleza tan diversa que obliga a delimitar los perfiles de la prestación económica con
unas características distintas en cada caso.” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad
Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 385).
85. En la legislación peruana según el Decreto Ley 20530 son prestaciones de sobrevivientes: “Artículo 28º.- Las
pensiones de sobrevivientes que se otorga son las siguientes:
a) De viudez; b) De orfandad; y, c) De ascendientes”.

86. La prestación de sobrevivientes «tiene la finalidad de cubrir la pérdida de medios de


subsistencia sufrida por la viuda o los hijos, como consecuencia de la muerte del sostén de
la familia.» (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 78).
87. PENSION DE VIUDEZ. FUNDAMENTO

“Por el contrario, cuando el trabajador fallecido es el marido, el vínculo de esposa legal


es suficiente para suponer su dependencia económica de aquél. La esposa tiene, pues, la
consideración de beneficiaria por cuanto las circunstancias de convivencia y dependencia
económica se dan por supuestas y no necesitan probarse, lo que debe probarse es
precisamente la inexistencia de aquellos requisitos” (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de
Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p.
291).
88. “Es la prestación fundamental de los regímenes de ayuda familiar. Cronológicamente es una de las
prestaciones antiguas de la Seguridad Social, ya que arranca de las primitivas Cajas de Compensación
francesas y belgas, a través de las cuales los empresarios aseguraban el pago de subsidios a sus trabajadores
según el número de hijos, en cantidades iguales cualquiera que fuese la empresa respectiva en que trabajase.
Su objetivo es, pues, hacer que la contingencia feliz de la prole no sea un motivo de quebranto para el salario
que percibe el trabajador, y, por tanto, la prestación económica está en función de los hijos que constituyen
la familia”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA.
Madrid, 1964, p. 551).
89. PRESTACIONES A LOS ESTUDIANTES

“Hay varias formas de atender al estudiante. Así, encontramos desde la prolongación


del subsidio propiamente familiar (subsidio por hijos a cargo), más allá de la edad límite
normal, hasta la creación de un régimen especial de Seguridad Social integral para el
estudiante, pasando por estudios intermedios en los que la ayuda familiar acentúa su
acción protectora para los estudiantes que verdaderamente pueden necesitarla” (MARTI
BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS
LARRA. Madrid, 1964, p. 569).
90. “El objetivo de este tipo de prestación económica es el de atender a las necesidades económicas en el momento
en que un trabajador tiene que retirarse del trabajo para alcanzar una edad en que, naturalmente, ha perdido
su vigor y necesita el bien ganado descanso. (…)
El estudio de la naturaleza de la vejez como contingencia productora de una situación protegible de
incapacidad permanente es, pues, imprescindible.
En primer lugar, no puede hoy hablarse de una edad obligatoria de declaración de vejez.
En segundo lugar se plantea el problema de si una vez declarada una vejez, la protegibilidad debe
subordinarse o no a la investigación de medios de fortuna, criterio que se va simplificando en el sentido de
que el habitual y constante trabajo por cuenta ajena debe ser factor determinante de la protegibilidad capaz
de eliminar por sí solo la enojosa investigación de medios de fortuna.

En tercer lugar, cabe examinar si la prestación debe ser premio de jubilación o


instrumento que cumple la función social de atender la situación de incapacidad
permanente derivada de la vejez. El primer criterio puede resultar peligroso para la
economía, pero el segundo implica la necesidad de que la prestación sea realmente
suficiente”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones.
Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p. 388).
91. Dichos artículos señalan lo siguiente: “Artículo 10º.- Derecho a la Seguridad Social. El Estado reconoce el
derecho universal y progresivo de toda persona a la seguridad social, para su protección frente a las
contingencias que precise la ley y para la elevación de su calidad de vida.
Artículo 11º.- Libre acceso a las prestaciones de salud y pensiones. El Estado garantiza el libre acceso a
prestaciones de salud y a pensiones, a través de entidades públicas, privadas o mixtas. Supervisa asimismo
su eficaz funcionamiento.
Artículo 12º.- Fondos de la Seguridad Social. Los fondos y las reservas de la seguridad social son intangibles.
Los recursos se aplican en la forma y bajo la responsabilidad que señala la ley.”
92. “La pérdida del salario puede producir la miseria. Contra esta afirmación podría decirse que el trabajador
tiene la obligación no sólo de ganar el sustento, sino de mantener a su familia y, además, ahorrar para el caso
de que, en momentos determinados, pudiera hacer frente a las eventuales situaciones de necesidad que se le
presentasen.

Esta consideración sería correcta si en los países las retribuciones fueran de tal manera
suficientes que permitieran el ahorro en un grado discreto. Sin embargo, la historia de la
vida del trabajador es la historia de lucha por la suficiencia del salario. Salvo en contados
países, el trabajador no especializado no sólo puede ahorrar, sino que está muy satisfecho
de poder atender sus necesidades primarias y elementales, con renuncia por anticipado a
los más elementales instrumentos de comodidad o confort. Para toda esta gama de
trabajadores, el salario es el único y permanente caudal que asegura su subsistencia. Si
sus ingresos tuvieran mayor capacidad, ellos tampoco ahorrarían y tenderían a vivir mejor,
tendencia muy humana y muy lógica por cuanto la sociedad le ofrece el espectáculo general
del progreso que nadie puede negarle. Para este tipo de trabajador, la falta de salario
significaría, pues, la inmediata imposibilidad de atender a su más elemental subsistencia
y, en consecuencia, quedar sumido en la auténtica miseria”. (MARTI BUFILL, Carlos.
Derecho de Seguridad Social. Las Prestaciones. Segunda edición. DIANA. Madrid, 1964, p.
278).
93. PRESTACIONES ECONOMICAS. SIGNIFICACION MORAL

“¿Cómo lograr este objetivo moral de las prestaciones? El secreto está en la forma de
otorgarlas, forma que lo mismo se refiere a la oportunidad de darlas en el momento en que
se necesitan como también en la manera de hacerlas efectivas para que sean justamente
apreciadas en lo que naturalmente se merecen. Una prestación concedida a destiempo o en
forma no adecuada a la persona que debe recibirla, produce un impacto moral negativo
para la debida apreciación de las prestaciones”. (MARTI BUFILL, Carlos. Derecho de
Seguridad Social. Las Prestaciones. DIANA ARTES GRAFICAS LARRA. Madrid, 1964, p. 53).
94. Para acceder a una pensión de jubilación en cualquiera de las modalidades que se reseñarán, los asegurados
deben cesar laboralmente.
95. El cálculo de la pensión de este régimen no está sujeto al descuento por años de adelanto.

96. Sólo será de aplicación para aquellas personas que hasta el 18 de diciembre de 1992
reúnan los requisitos de edad y aportaciones señalados.
97. Sólo será de aplicación para aquellas personas que a partir del 19 de diciembre de 1992 reúnan los requisitos
de edad y aportaciones señalados.

98. Se requiere para estos casos, que el asegurado bajo la supervisión de la ONP se someta
a un Dictamen Médico que certifique primer grado de Silicosis (41% de Neumoconiosis) o
su equivalente en la tabla de enfermedades profesionales.
99. El cálculo de la pensión para esta modalidad, no está sujeta al descuento por años de adelanto.
100. Para aquellos asegurados que hayan nacido antes del 01 de julio de 1931 (varones) y
el 01 de julio de 1936 (mujeres) requieren haber aportado cuando menos 05 años como
asegurados obligatorios o de continuación facultativa y estar inscritos a cualquiera de las
Cajas del Seguro Social.
101. No existe requisitos de mínimo de años en la modalidad.
102. No existe requisitos de mínimo de años en la modalidad.

103. Para aquellos asegurados que hayan nacido antes del 01 de julio de 1931 (varones) y
el 01 de julio de 1936 (mujeres) requieren haber aportado cuando menos 05 años como
asegurados obligatorios o de continuación facultativa y estar inscritos a cualquiera de las
Cajas del Seguro Social.

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