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“Tatuajes: Cuerpo, Ideología y

Mente”

Lic. Julio Brizuela

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Indice:

Introducción…………………………………………………………….………..…… Pag. 3

Orígenes historia y actualidad………………………………………..…….………..Pag. 3

El cuerpo………………………………………………………….……..……………..Pag. 6

¿Qué nos dice el tatuaje? Mensajes en tinta……………………...………,,,……..Pag. 8

Conclusiones……………………………………………………………………,,,…...Pag. 11

Bibliografía:..........................................................................................................Pag 12

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Introducción:

El cuerpo en la actualidad está determinado por una delgada línea entre lo real y lo
virtual, desde tiempo antiguos el cuerpo ha sido utilizado para expresar sentimientos,
emociones, poder, etc.

En el siglo XIV, el cuerpo era un medio para pagar las culpas, el cuerpo funcionaba
como medio de tortura y control dentro de la sociedad religiosa, para el siglo XVIII el
cuerpo toma un concepto diferente y ahora es tomado como una recurso de
producción, un cuerpo que funciona como una máquina, que puede ser moldeado, y
manipulado como una fuerza que produce y consume, un cuerpo que expresa y
construye arte.

El arte corporal que es lo que nos interesa en este texto será el protagonista de un
fenómeno cultural, definimos tatuaje como una modificación del color de la piel en el
que se crea un dibujo, una figura o un texto y se plasma con agujas estériles que
inyectan tinta o algún otro pigmento bajo la epidermis de una persona, pero no siempre
fue así, en sus inicios, se utilizaban instrumentos como huesos, puntas de metal, hollín
como tinta, y en los mejores casos, instrumentos médico – quirúrgicos, este
procedimiento de tatuado era muy desagradable y doloroso.

Orígenes historia y actualidad

El tatuaje ha estado presente en muchas culturas a lo largo del tiempo, ha sido objeto
de múltiples funciones, rituales o de momentos que marcan el paso de una etapa a
otra, de cada una de estas antiguas culturas y es precisamente lo que a continuación
iremos desarrollando.

En Japón era toda una labor artesanal, representaba un significado profundo y honor,
en tiempos contemporáneos era una representación de guerreros y criminales como
los yakuza, en ese momento el tatuaje era cubierto por las ropas, y el gobierno lo veía
como un símbolo subversivo, el tatuaje ha tomado diferentes caminos y significados, la

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antigua Samoa en la cual para que un niño fuese considerado como hombre tenía que
pasar por un ritual, en el caso de algún hijo del jefe de la tribu, todas las mujeres
acudían ver al joven que sería tatuado, mientras que estaba en dicho proceso, el cual
podía prolongarse por meses ya que se tatuaban todo el cuerpo. Dentro de esta tribu
las mujeres tendían a rechazar a los hombres que no portaban un tatuaje, y
dependiendo de cuantos tatuajes portara el hombre dependía su grado de
masculinidad, en Taití cuando una mujer alcanzaba la madurez de edad le eran
tatuadas las nalgas de color negro, en Hawái el luto tradicional era tatuar tres puntos
en la lengua, en borneo era tatuado un ojo en la mano como guía espiritual hacia el
otro mundo, cada isla tiene sus propias historias sobre el origen del tatuaje, en 1820 en
nueva Zelanda el tatuado facial era lo tradicional que representaba cierto grado de
honor, familia, linaje o diferenciaba jerarquías de guerreros , los ingleses fueron
quienes incorporaron la palabra tatoo al inglés, y el concepto cambiaria después de ser
más popular entre la cultura europea, por esos días lo que ocurrió con los maoríes fue
grotesco, se intercambiaban cabezas maoríes por armas, estas cabezas estaban
tatuadas del rostro, muchos de los tatuajes en el rostro simbolizaban las jerarquías de
los guerreros, hasta que en 1831 el gobierno británico prohibió la importación de
cabezas.

Se hace presente otra función que tenían los tatuajes en aquel entonces, que hoy día
parece permanecer esta costumbre en ciertos grupos delictivos como los mara
salvatrucha, la función de la que estamos hablando es la de dar un sentido de
pertenencia a aquellos miembros tanto de estos grupos delictivos como de aquellas
culturas antiguas, el portar una marca en la piel, en el cuerpo, es también llevar en uno
mismo la señal de algún movimiento ideológico.

Para el siglo XIX la tecnología dio un giro inesperado para el arte del tatuaje, en nueva
york , Samuel O’reiley invento la máquina de tatuar, su rápida propagación en el
mundo de la farándula, así mismo se banalizo y se comercializó en todo el mundo, el
tatuaje se realizaba en solo una hora y con menos dolor, siempre se percibe un
significado profundo en el tatuaje corporal y cada uno de ellos es diferente, simboliza
un cuerpo diferente al que era antes del tatuaje, el legado del tatuaje es su longevidad

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y aunque el significado cultural están variado como sus diseños, la constante es un
signo de individualismo, un intento de ser diferente, muestra quienes somos, cómo
vivimos y cómo queremos que nos vean los demás, el tatuaje no escapa a su mención
dentro del mundo la música, el tema también es abordado por grupos musicales,
principalmente grupos de rock, heavy metal, Guns N’ roses, y otros más, expresando
en sus composiciones historias, sentimientos y necesidades, “será mi último tatuaje
para cubrir el recuerdo de alguien que yo creía que siempre” (Last tatto – Rehab), en la
actualidad podríamos preguntarnos si el ¿arte corporal sigue teniendo el mismo
significado?, ¿ si el cuerpo mismo sigue teniendo el mismo valor que se tenía en la
antigüedad?, evidentemente la historia y su desarrollo también tatúan la subjetividad
del ser humano de lo cual depende nuestra realidad y el significado que le damos en
un momento determinado.

Sabemos que el cuerpo es erógeno, es decir que se le puede depositar cierta carga
libidinal a un área en específico del cuerpo, y cómo revisamos en párrafos anteriores, el
hecho de tatuarse implica, marcar un proceso de transición. El cuerpo está atravesado
por estos eventos transitorios, como bien puede ser el pasar de la niñez a la adultez o
el duelo que implica la muerte, y el tatuaje es una representación en la corporalidad
¿cuán simbólico ha de ser un evento y cuán cargado de afecto ha de estar para que en
grupo o individualmente se decida marcar estos eventos en la piel?.

El Cuerpo:

Cuando hablamos sobre historia y actualidad, nos encontramos con un largo camino de
diferencias e indiferencias, en cada época y contexto cultural el cuerpo ha cambiado
de valor y significado, como ya describimos más arriba del texto el cuerpo era una
prisión para el sujeto y un medio de castigo así como un medio para alcanzar un grado,
de posición jerárquica o de espiritualidad y entrar en el reino de los cielos, si hablamos
del medio económico en sentido valor – dinero, el cuerpo es en un contexto moderno
un medio de expresión y producción de arte, una máquina perfecta que construye y

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consume, que crea e imagina de acuerdo con aspectos espirituales e individuales, el
cuerpo no ha salido bien librado de los inminentes cambios de la sociedad y los medios
del poder, reflexionemos un poco con la ya expuesto ¿era el cuerpo un medio de
reivindicación hacia una vida de bien? ¿Cuándo el cuerpo tomó un concepto diferente?
¿Es el cuerpo en la actualidad un medio de producción de capital?.

Indudablemente tenemos un cuestionamiento que nos arrastra por aspectos socio


políticos y sociales, hablamos de un cuerpo que esta ya sujeto a una historia sin
historia, en donde lo que se agrega es lo que se vende, que a falta de significado se
agregan más colores e imágenes que representan belleza mundana, imágenes
grotescas que reflejan el miedo inconsciente de todo ser humano, la piscología y el
psicoanálisis nos habla de personalidad del sujeto, una historia de vida, una capacidad
de relacionarse, una subjetividad profunda, y de que nos habla la posmodernidad, tal
vez de conducta, de una individualidad con significado comercial, donde el soy a partir
del otro, es solo parte hoy de un ideal del yo imaginado, porque ese otro es solo un
simulacro de lo que el sistema capitalista intenta proyectar, como lo que debe ser y no
lo que es, entonces el cuerpo toma un valor comercial así como sus accesorios son
vendidos y rematados de acuerdo a las tendencias y la moda, el honor del tatuaje y su
propia historia sobrevive a tiempos inesperados y violentos sólo en aquellos hombres
que llevan tatuados tiempos de significado antiguo, un tatuaje pagado con esfuerzo,
historia, convicciones o locura, y no pagado con unas monedas que le dan un valor en
lo estético y que media en la comedia y lo absurdo, pero no para todos, ya que el
contexto está plagado de mensajes comerciales, donde lo diferente es comprar siglos
de historia en centros comerciales con el emblema “made in china” aquello que se
produce de forma instantánea y que su significado depende de los rating televisivos y
figuras públicas que promueven el vacío emocional y la banalidad individual del
hombre, que posee un cuerpo que consume, un cuerpo dócil y flexible a las nuevas
campañas publicitarias y ajustes políticos, donde lo que importa son los números, me
refiero a las estadísticas institucionales, donde el poder económico marca su presencia
mediante el control masivo de toda persona, mediante un cuerpo disciplinado, un
cuerpo tatuado de acuerdo a una historia violenta de lucha de clases, pero tatuado en
una historia cómica y barata, que proyecta solo un desacuerdo social fantaseado, un

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tatuaje que figura una rebelión sin voz, una rebelión apagada por el costo de la tinta y
los impuestos, por el desinterés propio de lucha, una lucha pintada con una maquina,
que basta con el dolor que ha sufrido ya el cuerpo, ese cuerpo disciplinado y obligado a
obedecer las tendencias del poder, mediante el control social, control de los medios de
expresión, ya no estamos en tiempos donde la oposiciones, y las protestas estaban
plasmadas en un arte que reflejaba los afectos y sentimientos reprimidos por una
cultura opresiva he interesa en los recursos materiales “historia del materialismo,
marx”. 
Hoy ese arte, ese cuerpo como medio, es una historia que intentan dejar en el olvido,
un olvido que se lleva en la piel sin significado profundo como en las culturas antiguas,
aun así el cuerpo no ha dejado y no dejara jamás de ser un productor de ideas,
emociones y convicciones del ser humano, es el cuerpo un medio de realización de la
mente, por lo tanto en algún momento el cuerpo reclamara lo que es suyo, un cuerpo
marcado no solo por un tatuaje, sino por una historia, un cuerpo que simboliza la
creación de un universo corporal, una naturaleza que va desde la tranquilidad del alma,
hasta el apocalipsis humano dejando en libertad los instintos más primitivos y
agresivos, tratando de recuperar aquellas pulsiones reprimidas, tratando de librarse de
las ataduras y prejuicios sociales, si el cuerpo ha tomado un nuevo concepto, aquello
que se plasma en el como el tatuaje, también conlleva un concepto diferente, un
concepto no generalizable, aunque parezca que la lucha está perdida no podemos
pasar de largo que toda mente tiene una subjetividad diferente, lo que para muchos un
tatuaje es un accesorio estético y te compra una imagen especial y diferente, para otros
el tatuaje es un medio de expresión que no puede ser hablado, es un grito ante el
poder aplastante de la desigualdad que se ha creado en contexto materialista, y la
trascendencia de una historia que se resiste a ser olvidada, sin la lucha de por medio,
la reflexión, y el cuestionamiento propio del significado que le damos al arte en nuestro
cuerpo, un cuerpo que está siendo secuestrado por las esferas de poder, un cuerpo
que sutilmente está siendo encarcelado, vigilado y personalizado.

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¿Qué nos dice el tatuaje?
Mensajes en tinta.

En el primer apartado se mostró una contextualización histórica y cultural sobre el


tatuaje y ya entrados en tema, continuaremos hablando del tatuaje, pero desde la
perspectiva psicoanalítica.

Durante la recolección de información en el trabajo de campo para el presente ensayo,


los entrevistados mencionaron que portan un tatuaje por recordar un evento importante
en sus vidas sea ya en el pasado o el momento actual, o bien por destacar ciertas
cualidades de sí mismos, como si fuese un deseo. La licenciada Glenda Lo Curto,
psicóloga argentina, en su artículo “El tatuaje como elemento clínico” (2012) explica el
fenómeno psíquico que rodea el tatuaje

“Desde el psicoanálisis se considera al tatuaje como una marca, una expresión en el


cuerpo, cuyo significado varía de un sujeto a otro. Los más frecuentes son expresión
simbólica de un deseo, de lo que se desea ser, o de lo que se cree ser. Otros
representan un deseo de alterar el tiempo, de permanecer en una situación actual y
perpetuarla, o perpetuar el pasado representando en su piel alguno de sus objetos
amados perdidos.”

La anterior cita de Lo Curto, nos da pie para adentrar la información de nuestros


entrevistados que muestran lo que se explica en la misma mención. Es el ejemplo de
dos de las jóvenes que entrevistamos, una de 22 años y otra de 23, pero ambas llevan
un tatuaje que marca un momento de duelo, el deseo de llevar en su cuerpo una
representación de sus objetos amados perdidos.

La joven de 22 años porta un tatuaje representativo de un símbolo Kikapoo, un atrapa


sueños, además de una mariposa adjunta, el tatuaje de esta chica representa el duelo
de la muerte de su abuelo materno había fallecido y es por este momento transitorio
que ella decide junto con su madre portar el mismo símbolo en su piel, símbolo que

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representa una tribu norteamericana, específicamente de Eagle pass, ciudad donde
vivieron por un tiempo.

La otra chica de 23 años lleva sobre su omoplato izquierdo un pedazo de la canción


“hoy te toca ser feliz” del grupo Mago de Oz:
“Y verás que tú puedes volar
Y que todo lo consigues
Y verás que no existe el dolor
Hoy te toca ser feliz”
Ella decidió llevar estas palabras puesto que era la canción favorita de su hermano,
quien a la edad de 22 años falleció de cáncer, el hecho de que ella lleve este mensaje
en su omoplato izquierdo representa para ella, el que cada vez que la abracen también
abracen el recuerdo de su hermano.

El caso de ambas chicas nos habla de un duelo que queda marcado en su historia y su
cuerpo, a manera de preservar vivo el recuerdo de sus seres queridos que fallecieron.
Que en otro sentido esto se puede tomar como una resistencia ante el duelo en sí, el
hecho de dejar representantes en su cuerpo de aquel objeto amado que ahora ya no
está, de cierto modo sería el no dejarlo ir y conservarlo. En estos dos casos hay una
similitud con lo que Lo Curto:

“De esta forma el tatuaje puede considerarse una expresión de diversos procesos
psíquicos, y en algunos casos constituye un intento de elaboración del psiquismo
siendo una pieza más en el rompecabezas de un proceso de duelo, o un intento de
elaboración de un acontecimiento traumático que ha impactado superando la capacidad
psíquica de metabolizarlo.”

También existen los casos de quienes deciden tatuarse para marcar su deseo de
permanecer como se está en aquel momento de tatuarse, hablando con términos
propios de la materia que nos compete, esto sería la manifestación de una resistencia
que se opone al cambio, como si todo cambio se viviese como una catástrofe,

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expresando así en los tatuajes de este tipo de casos el deseo de conservar aquel
momento u objeto que nos llena de dicha, placer y amor.

Esto se muestra en la entrevista de un joven de 22 años, el cual su tatuaje es la inicial


de su actual novia, y que en sus propias palabras significa “tener la inicial de mi novia
para recordarla por siempre, aunque sé que podemos terminar después pero ella me
ha marcado, me cambió la vida y además en peleas que hemos tenido miro mi tatuaje y
recuerdo todo lo lindo que hemos pasado y eso me da más fuerza para arreglar las
cosas”. Esto es lo que en el párrafo anterior se mencionaba el llevar un símbolo de ese
momento en el cual se pretende permanecer por todo aquello que recibimos y que
luchamos, nos empeñamos por seguir conservandolo.

Sin dudas el tatuaje es un acto que se realiza por varios motivos, conscientes e
inconscientes, y representantes de un sin fin de fenómenos psíquicos, que no es
solamente el acto de pretender embellecer el cuerpo, porque detrás de este acto existe
un motivo disfrazado de razón, ya que siempre hay algo singular y subjetivo en el
dinamismo psíquico de quien porta un tatuaje.

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Conclusiones:

El cuerpo está teñido por historias, por subjetividad y en algunos casos representado
con símbolos en la piel entintada. Las marcas que puede ostentar una persona a través
del tatuaje es más que un simple dibujo impreso sobre si mismo puesto que habla de
su historia y de aquellos momentos transitorios por los que ha pasado.

Una última cita de Lo Curto:

"Por lo tanto, el tatuaje, en otros tiempos históricos integrador, puede ser analizado
actualmente como elemento diferenciador, no sólo desde una perspectiva social, sino
también psíquica, en tanto expresa dinámicas psíquicas, subjetivas, singulares, únicas,
directamente relacionadas con la influencia del ambiente, y con la historia vivida de
cada sujeto, y especialmente con el impacto que los mismos han tenido sobre el
psiquismo de ese ser humano particular como resultado de su metabolización.”

La psique toma, transforma e incorpora los elementos que forman una historia de vida y de una
manera singular se busca plasmar en la piel lo que internamente se desea expresar. El tatuaje
aunque hay variaciones de sus usos originales, más religiosos, sigue teniendo la misma
esencia, pero lo que sí es importante señalar es que quizás el modo en que se emplea este
hábito hoy por hoy expresa nuestra sociedad, nos referimos al hecho de que el cuerpo ha
pasado de ser un cuerpo grupal a un cuerpo propio e individual.

El valor que se le da hoy al tatuaje no es aquel valor que solía tener, el valor, mejor
dicho precio es aquel que se le piensa dar al cuerpo a cambio de bienes monetarios y
efímeros. La individualidad es el tatuaje del cuerpo de nuestra cultura occidental.

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Bibliografía:

Lo Curto, G. (2012, April 30). El tatuaje como elemento clínico. Retrieved November 16, 2014,
from http://saludypsicologia.com/6835/el-tatuaje-como-elemento-clinico/

Reisfeld, S. (2004). Tatuajes: Una mirada psicoanalítica (1a ed.). Buenos Aires: Paidós.

Budrillar j. (1978). cultura y simulacro. barcelona: editorial kairos

Lacan,Jacques (1949). el estadio del espejo como formador del yo tal como se nos
revela en la experiencia psicoanalítica" escritos, 1966, méxico: fce. 2005).

Barman, zygmunt (2002) modernidad líquida. buenos aires: fondo de cultura


económica.

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Foucault, Michel. “vigilar y castigar, nacimiento de la prisión”. ed. siglo veintiuno.
méxico, españa, argentina, colombia. 1976

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