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INSTITUCION EDUCATIVA HORIZONTES – SAN JOSE DE PARE

ÁREA DE CIENCIAS NATURALES GRADO 10°


TALLER COMPLEMENTARIO 1ER PERIODO 2020

DESARROLLO DE LA TABLA PERIODICA

Contextualización y exploración:

Dmitri Mendeléyev (1834-1907)

Es el inventor de la tabla periódica de la que parte la actual. Su descubrimiento no surgió de la noche


a la mañana, sino que fue el resultado de un proceso de varios siglos. Los elementos podían ordenarse
en función de sus propiedades, pero faltaba desentrañar el patrón periódico. Mendeléyev, por fin, lo
encontró.

El científico era el menor de una numerosa familia siberiana. Tras la muerte de su padre, y con la
economía familiar en bancarrota, se trasladó con su madre y algunos hermanos a San Petersburgo, la
gran ciudad imperial, en busca de un futuro. A los 21 años obtuvo el título de maestro de ciencias, con
26 asistió al Primer Congreso Internacional de Química y con 33 ya era catedrático de esta
disciplina. Combinó su actividad docente en la Universidad de San Petersburgo –la asistencia a sus
clases era multitudinaria– con el ejercicio de consultor para el gobierno.

Descubrimiento fortuito

Mendeléyev creó la tabla periódica en un intento didáctico de explicar los elementos a sus estudiantes
de Química. Lo resolvió creando 63 cartas, una para cada elemento conocido, y anotando en ellas el
peso atómico y algunas de las características químicas de cada sustancia. Después empezó a agrupar
las cartulinas como si jugara una partida al solitario. Comprobó que, si ordenaba los elementos según
sus pesos atómicos de manera creciente, presentaban características químicas muy próximas a
intervalos regulares. El científico dispuso las cartas configurando una tabla, en la que dejó
intencionadamente casillas vacías, pues postuló con acierto la hipótesis de que estas pertenecían a
elementos aún desconocidos de los que podían deducirse sus propiedades. Su trabajo, “Intento de un
sistema de los elementos basado en su peso atómico y su afinidad química”, apareció primero en el
manual Principios de Química (1869) y, al año siguiente, en forma de artículo científico.

La comunidad investigadora recibió la propuesta con escepticismo, pues la tabla parecía surgir de la
nada. Las dudas se dispersaron al poco tiempo. En 1875, Paul-Émile Lecoq de Boisbaudran, un
químico francés que desconocía completamente la tabla de Mendeléyev, anunció el hallazgo de un
nuevo elemento parecido al aluminio, al que patrióticamente denominó galio. Su peso atómico se
correspondía exactamente con el valor que Mendeléyev había asignado a un hueco de su tabla. Este
hecho contribuyó a reforzar de manera espectacular su tabla periódica.

El éxito se repitió cuando el químico sueco Lars Fredrik Nilson completó el espacio que Mendeléyev
había dejado en blanco entre el calcio y el titanio al revelar el escandio, en 1879. Y una vez más
cuando, en el siguiente decenio, el alemán Clemens Winkler aisló el germanio, intermedio en la tabla
periódica entre el silicio y el estaño. Los huecos de la tabla se iban rellenando.

Para entonces, Mendeléyev había recibido los honores de numerosas academias de ciencias
extranjeras, salvo de su Rusia natal, al oponerse al gobierno imperial. Las semillas de este
antagonismo habían germinado en sus años en Siberia, cuando conoció a un grupo de decembristas,
revolucionarios que habían intentado sin éxito derrocar al zar Nicolás I. En 1890 fue obligado a
renunciar a su puesto de profesor en la Universidad de San Petersburgo.

Mendeléyev había demostrado que los elementos químicos podían agruparse en una disposición
periódica. No obstante, el desarrollo de técnicas químicas cada vez más refinadas reveló nuevos
elementos con propiedades no previstas por el ruso. Era el caso de los gases nobles, descubiertos
por el químico británico William Ramsay en la última década del siglo XIX.

A las puertas del Nobel

Mendeléyev no recibió jamás el Premio Nobel, pero medio siglo después la comunidad científica quiso
reparar aquel agravio. Cuando, en 1955, un grupo de físicos nucleares, liderados por el
norteamericano Glenn T. Seaborg, descubrió el elemento radiactivo que ocupa la casilla 101 de la
tabla periódica, decidieron llamarlo mendelevio.

Con los años, físicos y químicos comprobaron que el peso atómico creciente no era aceptable como
método de ordenación de la tabla. El criterio adecuado, descubierto por el físico inglés Henry G. J.
Moseley, era la ordenación a partir del número atómico de los elementos, es decir, el número de
protones que tiene cada átomo de un elemento.

En cualquier caso, la tabla periódica sigue siendo un icono de la forma en que se organiza el mundo.
Omnipresente en los laboratorios de química, es uno de los grandes logros del saber... y una “chuleta”
de primera para los estudiantes de ciencias.

Tomado de : Periódico La Vanguardia.

Estructura y organización de la tabla periódica

La tabla periódica actual es un sistema donde se clasifican los elementos conocidos hasta la fecha.
Se colocan de izquierda a derecha y de arriba a abajo en orden creciente de sus números atómicos.
Los elementos están ordenados en siete hileras horizontales llamadas periodos, y en 18 columnas
verticales llamadas grupos o familias.
Hacia abajo y a la izquierda aumenta el radio atómico y el radio iónico. Hacia arriba y a la derecha
aumenta la energía de ionización, la afinidad electrónica y la electronegatividad.
Grupos
A las columnas verticales de la tabla periódica se las conoce como grupos o familias. Hay 18 grupos
en la tabla periódica estándar. En virtud de un convenio internacional de denominación, los grupos
están numerados de 1 a 18 desde la columna más a la izquierda —los metales alcalinos— hasta la
columna más a la derecha —los gases nobles—.
Anteriormente se utilizaban números romanos según la última cifra del convenio de denominación de
hoy en día —por ejemplo, los elementos del grupo 4 estaban en el IVB y los del grupo 14 en el IVA—
. En Estados Unidos, los números romanos fueron seguidos por una letra «A» si el grupo estaba en el
bloque s o p, o una «B» si pertenecía al d. En Europa, se utilizaban letras en forma similar, excepto
que «A» se usaba si era un grupo precedente al 10, y «B» para el 10 o posteriores. Además, solía
tratarse a los grupos 8, 9 y 10 como un único grupo triple, conocido colectivamente en ambas
notaciones como grupo VIII. En 1988 se puso en uso el nuevo sistema de nomenclatura IUPAC y se
desecharon los nombres de grupo previos.
Algunos de estos grupos tienen nombres triviales —no sistemáticos—, como se ve en la tabla de
abajo, aunque no siempre se utilizan. Los grupos del 3 al 10 no tienen nombres comunes y se
denominan simplemente mediante sus números de grupo o por el nombre de su primer miembro —
por ejemplo, «el grupo de escandio» para el 3—, ya que presentan un menor número de similitudes
y/o tendencias verticales.
La explicación moderna del ordenamiento en la tabla periódica es que los elementos de un grupo
poseen configuraciones electrónicas similares y la misma valencia, entendida como el número de
electrones en la última capa. Dado que las propiedades químicas dependen profundamente de las
interacciones de los electrones que están ubicados en los niveles más externos, los elementos de un
mismo grupo tienen propiedades químicas similares y muestran una tendencia clara en sus
propiedades al aumentar el número atómico.

 Grupo 1 (I A): metales alcalinos  Grupo 7 (VII B):  Grupo 13 (III


 Grupo 2 (II A): metales familia A): térreos
alcalinotérreos del manganeso  Grupo 14 (IV
 Grupo 3 (III B): familia  Grupo 8 (VIII B): A): carbonoideos
del escandio (tierras familia del hierro  Grupo 15 (V
raras y actínidos)  Grupo 9 (VIII B): A): nitrogenoideos
 Grupo 4 (IV B): familia del titanio familia del cobalto  Grupo 16 (VI A):
 Grupo 5 (V B): familia del vanadio  Grupo 10 (VIII B): anfígenos
 Grupo 6 (VI B): familia del cromo familia del níquel  Grupo 17 (VII
 Grupo 11 (I B): A): halógenos
familia del cobre  Grupo 18 (VIII
 Grupo 12 (II B): A): gases nobles
familia del zinc

Por ejemplo, los elementos en el grupo 1 tienen una configuración electrónica ns1 y una valencia de 1
—un electrón externo— y todos tienden a perder ese electrón al enlazarse como iones positivos de
+1. Los elementos en el último grupo de la derecha son los gases nobles, los cuales tienen lleno su
último nivel de energía —regla del octeto— y, por ello, son excepcionalmente no reactivos y son
también llamados «gases inertes».
Los elementos de un mismo grupo tienden a mostrar patrones en el radio atómico, energía de
ionización y electronegatividad. De arriba abajo en un grupo, aumentan los radios atómicos de los
elementos. Puesto que hay niveles de energía más llenos, los electrones de valencia se encuentran
más alejados del núcleo. Desde la parte superior, cada elemento sucesivo tiene una energía de
ionización más baja, ya que es más fácil quitar un electrón en los átomos que están menos fuertemente
unidos. Del mismo modo, un grupo tiene una disminución de electronegatividad desde la parte superior
a la inferior debido a una distancia cada vez mayor entre los electrones de valencia y el núcleo.
Hay excepciones a estas tendencias, como por ejemplo lo que ocurre en el grupo 11, donde la
electronegatividad aumenta más abajo en el grupo. Además, en algunas partes de la tabla periódica
como los bloques d y f, las similitudes horizontales pueden ser tan o más pronunciadas que las
verticales.
Períodos
Las filas horizontales de la tabla periódica son llamadas períodos. El número de niveles energéticos
de un átomo determina el periodo al que pertenece. Cada nivel está dividido en distintos subniveles,
que conforme aumenta su número atómico se van llenando en ese orden. Siguiendo esa norma, cada
elemento se coloca según su configuración electrónica y da forma a la tabla periódica.
Los elementos en el mismo período muestran tendencias similares en radio atómico, energía de
ionización, afinidad electrónica y electronegatividad. En un período el radio atómico normalmente
decrece si nos desplazamos hacia la derecha debido a que cada elemento sucesivo añadió protones
y electrones, lo que provoca que este último sea arrastrado más cerca del núcleo. Esta disminución
del radio atómico también causa que la energía de ionización y la electronegatividad aumenten de
izquierda a derecha en un período, debido a la atracción que ejerce el núcleo sobre los electrones. La
afinidad electrónica también muestra una leve tendencia a lo largo de un período. Los metales —a la
izquierda— generalmente tienen una afinidad menor que los no metales —a la derecha del período—
, excepto para los gases nobles. La tabla periódica consta de 7 períodos:
Bloques
La tabla periódica se puede también dividir en bloques de acuerdo a la secuencia en la que se llenan
las capas de electrones de los elementos. Cada bloque se denomina según el orbital en el que en
teoría reside el último electrón: s, p, d y f. El bloque “s” comprende los dos primeros grupos (metales
alcalinos y alcalinotérreos), así como el hidrógeno y el helio. El bloque p comprende los últimos seis
grupos —que son grupos del 13 al 18 en la IUPAC (3A a 8A en América)— y contiene, entre otros
elementos, todos los metaloides. El bloque d comprende los grupos 3 a 12 —o 3B a 2B en la
numeración americana de grupo— y contiene todos los metales de transición. El bloque f, a menudo
colocado por debajo del resto de la tabla periódica, no tiene números de grupo y se compone de
lantánidos y actínidos. Podría haber más elementos que llenarían otros orbitales, pero no se han
sintetizado o descubierto; en este caso se continúa con el orden alfabético para nombrarlos. Así surge
el bloque g, que es un bloque hipotético.
Metales, metaloides y no metales
De acuerdo con las propiedades físicas y químicas que comparten, los elementos se pueden clasificar
en tres grandes categorías: metales, metaloides y no metales. Los metales son sólidos generalmente
brillantes, altamente conductores que forman aleaciones de unos con otros y compuestos iónicos
similares a sales con compuestos no metálicos —siempre que no sean los gases nobles—. La mayoría
de los no metales son gases incoloros o de colores; pueden formar enlaces covalentes con otros
elementos no metálicos. Entre metales y no metales están los metaloides, que tienen propiedades
intermedias o mixtas.
Metales y no metales pueden clasificarse en sub-categorías que muestran una gradación desde lo
metálico a las propiedades no metálicas, de izquierda a derecha, en las filas: metales alcalinos —
altamente reactivos—, metales alcalinotérreos —menos reactivos—, lantánidos y actínidos, metales
de transición y metales post-transición. Los no metales se subdividen simplemente en no metales poli
atómicos —que, por estar más cercanos a los metaloides, muestran cierto carácter metálico
incipiente—, no metales diatómicos —que son esencialmente no metálicos— y los gases nobles, que
son monoatómicos no metálicos y casi completamente inertes. Ocasionalmente también se señalan
subgrupos dentro de los metales de transición, tales como metales refractarios y metales nobles. 7475
La colocación de los elementos en categorías y subcategorías en función de las propiedades
compartidas es imperfecta. Hay un espectro de propiedades dentro de cada categoría y no es difícil
encontrar coincidencias en los límites, como es el caso con la mayoría de los sistemas de
clasificación.76 El berilio, por ejemplo, se clasifica como un metal alcalinotérreo, aunque su
composición química anfótera y su tendencia a formar compuestos covalentes son dos atributos de un
metal de transición químicamente débil o posterior. El radón se clasifica como un no metal y un gas
noble aunque tiene algunas características químicas catiónicas más características de un metal.
También es posible clasificar con base en la división de los elementos en categorías de sucesos,
mineralógicos o estructuras cristalinas. La categorización de los elementos de esta forma se remonta
a por lo menos 1869, cuando Hinrichs escribió que se pueden extraer líneas sencillas de límites para
mostrar los elementos que tienen propiedades similares, tales como metales y no metales, o los
elementos gaseosos.

PRÁCTICA

1. Realizar una línea de tiempo acerca de la vida y logros de Dmitri Mendeléyev a partir de la
lectura adjunta.
2. Haga un resumen de la estructura de la tabla periódica descrita en la lectura adjunta.
3. Responda las siguientes preguntas:

a. ¿Qué sucede con el tamaño de los átomos en cuanto a su radio según la posición en la tabla
periódica?
b. ¿a qué se debe la forma actual de la tabla periódica? (apoyarse con el video)
c. En la vida cotidiana se usan muchas sustancias químicas que son útiles en nuestras
actividades. Haga un listado de objetos, utensilios o herramientas que use a diario (mínimo
10) y de las cuales pueda determinar cuál o cuáles elementos químicos son su principal
componente y escriba en frente símbolo químico, numero atómico (Z), masa atómica (A) y en
qué grupo y periodo de la tabla periódica esta ese elemento. Por ejemplo:

Objeto: cuchara elemento(s) que lo compone: Aluminio (Al) Z: 13 A: 27 Grupo: 13 (III A)


Periodo: 3

EVALUACIÓN

1. Hacer toma de fotografía de las actividades realizadas y enviar la evidencia al correo


electrónico del docente o a través del WhatsApp.
2. Mediante un archivo de audio de mínimo 2 minutos donde argumente ¿Por qué es importante
el estudio de la tabla periódica?

_Las evidencias del trabajo pueden ser entregadas por los siguientes medios:

WhatsApp: 3192068509
 Correo electrónico: jhrodriguez2011@gmail.com
Jairo Hernán Rodríguez Álvarez
Químico de alimentos UPTC/do cente de ciencias naturales I.E. Horizontes

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