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EJERCICIO: VISUALIZACIÓN GUIADA DE LA PLAYA

Está bajando una larga escalera de madera que le conduce a una playa preciosa y

abierta. Parece casi desierta y se pierde en la distancia, más allá de su vista. La

arena es muy fina y clara... de aspecto casi blanco. Pisa la arena con los pies

desnudos y la siente entre los dedos. Resulta muy agradable caminar lentamente

por esta bellísima playa. El sonido de las olas del mar es tan tranquilizador que le

ayuda a olvidarse de todo. Observa las olas como vienen y van... llegan

lentamente... rompen al llegar a la playa... luego retroceden también lentamente.

El mar tiene un precioso tono azul... un matiz de azul que relaja sólo con mirarlo.

Contempla la superficie del mar hasta el horizonte, percatándose de cómo se

dobla ligeramente hacia abajo siguiendo la curvatura de la tierra. Mientras

examina el mar, ve, a muchos kilómetros de distancia, un diminuto barco de vela

deslizándose sobre la superficie del agua. Y todas estas visiones le ayudan a

soltarse y a relajarse más aún. Mientras sigue paseando por la playa, cobra

conciencia del aroma fresco y salado del aire marino. Respira hondo... suelta el

aire... y se siente muy refrescado y más relajado todavía. Percibe la presencia de

dos gaviotas volando sobre su cabeza... sortean ágilmente las corrientes del

viento... y se imagina cómo se sentiría si tuviese la libertad de volar. Se siente en

un profundo estado de relajación mientras sigue paseando por la playa. Siente la

brisa del mar rozando delicadamente sus mejillas y el calor del sol penetrando su

nuca y sus hombros. La sensación cálida y líquida del sol le relaja más aún... y

empieza a sentirse tremendamente feliz en esta preciosa playa. Es un día

encantador. Enseguida ve, delante suyo, una confortable hamaca playera... y

cuando llega a ella, se sienta y se acomoda. Tendido en la hamaca, se deja ir y se

relaja incluso más, dejándose arrastrar en una relajación más profunda, si cabe.

En breve, cerrará los ojos y sólo escuchará el sonido del agua, el ciclo sin fin de

las olas yendo y viniendo. Y el sonido rítmico de las olas le llega a lo más

profundo... a la tranquilidad más profunda... a un maravilloso estado de

tranquilidad y paz.

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EJERCICIO: VISUALIZACIÓN GUIADA DEL BOSQUE

Está caminando por un sendero en medio de un bosque. Todo a su alrededor son

árboles altos... pinos, abetos, sauces, robles... intente verlos. El sonido del viento

soplando entre las copas de los árboles resulta tranquilizador, le permite dejarse

ir. Puede oler la humedad del suelo del bosque, el olor a tierra y a nuevas

plántulas y a hojas caídas. Levanta la vista entre las copas de los árboles hasta ver

un cielo azul luminoso. Cuando el sol penetra el toldo formado por las copas, se

divide en rayos que pasan a través de ellas hasta alcanzar el suelo del bosque.

Observa los intrincados claroscuros generados por la luz que se filtra entre los

árboles. El bosque parece como una enorme catedral antigua... le inunda de una

sensación de paz y respeto hacia todos los seres vivos. A lo lejos, escucha un

sonido de agua corriente que produce un eco en el bosque. Aumenta de volumen

a medida que va aproximándose y pronto se encuentra junto a un arroyo. Observa

el riachuelo, se percata de la limpieza y claridad de sus aguas. Imagínese

sentándose y acomodándose en el lugar. Puede sentarse en una roca plana

apoyado en un árbol o incluso decidir tenderse en una pradera. Ve el arroyo

avanzando y formando rápidos, correteando entre una variedad de piedras

grandes y pequeñas. Las rocas tienen todos los matices del marrón, el gris y el

blanco, y algunas están cubiertas de musgo. Ve el agua reluciente corriendo sobre

algunas de ellas y rodeando otras, creando estanques y torbellinos. El sonido del

agua es tan pacífico que no puede más que dejarse arrastrar por él... relajándose

más y más. Respira hondo el aire puro y lo suelta, descubriendo la sensación

refrescante de los aromas sutiles del bosque. Mientras se hunde en el mullido

lecho de hierba, o de hojas secas, o de fragantes agujas de pino, se olvida de

tensiones o preocupaciones... permitiendo que la vista, los sonidos y los olores de

este precioso bosque le inunden de una profunda sensación de paz.

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