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COLOMBIA PERSPECTIVAS ECONOMICAS 2016

Sin lugar a dudas, 2016 será recordado como uno de los años más complejos y
desafiantes para la economía colombiana no solo por los fuertes choques que
experimentó la actividad productiva durante este periodo sino por los drásticos
ajustes que se tuvieron que llevar a cabo para que la economía pudiera adaptarse
a las nuevas condiciones económicas. Como consecuencia de ello, la economía
habría crecido cerca de un 1,8% real en el consolidado del año, la cifra más baja
desde 2009.
Tras los ajustes llevados a cabo durante 2016, esperamos que este año la
economía empiece a mostrar señales de recuperación. Bien hay que señalar que
con la reciente aprobación de la Reforma Tributaria el país evitó asumir una serie
de costos que seguramente superarían con creces aquellos que se derivan de la
reforma, al menos en el corto plazo. En tal sentido, si bien existen efectos
virtuosos en el terreno fiscal y efectos favorables en materia de actividad
económica en el mediano plazo, lo cierto es que en el corto plazo la Reforma
Tributaria generará costos sobre la dinámica productiva del país. Nuestras
estimaciones indican que, en efecto, la reciente Reforma Tributaria desaceleraría
en cerca de 0,3 puntos porcentuales el crecimiento del PIB durante 2017
A nivel interno, el ritmo de corrección en la senda de inflación y por consiguiente el
manejo de la política monetaria, la normalización en las condiciones
climatológicas, los efectos de corto plazo de la Reforma Tributaria sobre los
precios y la actividad productiva, y el grado de avance de los grandes proyectos
de infraestructura, serán los principales factores a considerar durante este año en
materia de crecimiento económico. Estos elementos demandarán, por supuesto,
de una asertiva coordinación entre las autoridades económicas en el propósito de
dinamizar el proceso de recuperación
En el frente externo, las perspectivas sobre el crecimiento en Estados Unidos y
América Latina también serán determinantes, aunque en principio estas lucen más
favorables frente al año anterior. En el caso de Estados Unidos, dicha situación
podría impulsar, ahora sí, una normalización monetaria, drenando parte de la
abundante liquidez monetaria a nivel global. En contraste, las perspectivas de
crecimiento de regiones como China o Europa parecen ser menos optimistas. A lo
anterior se suma la incertidumbre respecto a factores como el rumbo de posibles
políticas proteccionistas sobre el comercio internacional en varias regiones del
mundo o el comportamiento de los precios del petróleo
A nivel local, estimamos un crecimiento del PIB de 2.8% en 2016, frente a 3% en
2015. Nuestra expectativa se debe principalmente a la continuación del ajuste
asociado a los bajos precios del petróleo y su impacto adverso sobre el ingreso
nacional y la demanda interna. Otros factores detrás del bajo crecimiento
económico serán los siguientes: la persistencia de los efectos de la devaluación
sobre la inversión fija distinta a la construcción; un menor crecimiento del gasto
público debido a que la caída de la renta petrolera se sentirá con más fuerza el
próximo año, y a la baja ejecución asociada al inicio de las nuevas
administraciones regionales y locales; una mayor desaceleración del gasto de los
hogares debido al aumento de la inflación y al deterioro reciente del mercado
laboral; una política monetaria menos expansiva; la incertidumbre asociada a la
presentación y discusión de una nueva reforma tributaria; y la debilidad de la
demanda externa y la volatilidad de los mercados financieros internacionales, pero
especialmente la enfocada en los países emergentes
Desde 2011, Colombia venía transitando por una senda de buen crecimiento,
situación que terminó en 2015 con una desaceleración considerable. Tal
desaceleración fue generalizada, salvo por las ramas primarias de la producción
(agricultura y minería) que lograron crecer ligeramente por encima de sus tasas de
2014, mientras que los servicios, la construcción, el transporte y el comercio se
desaceleraron de manera importante. Aún con esta situación, 2015 cerró con
tasas positivas en todos los sectores
Nuestras proyecciones sugieren que en 2016 la mayoría de sectores se
desacelerará en forma apreciable, siendo la minería el de peor desempeño ante la
difícil situación de los productos minerales en los mercados internacionales. Para
este sector anticipamos una caída de -3%, la tasa más baja desde 2001. La
construcción y la industria manufacturera serán los motores de la economía
colombiana. De manera conjunta aportarán 1.7% del crecimiento total en 2016.
Sectores como el agropecuario, el comercio y los servicios financieros mostrarán
fuertes ajustes a la baja, mientras que otros como el transporte y los servicios
personales se contraerán de forma leve.
A pesar de estas dificultades, Colombia termina el 2016 con cifras que reflejan la
solidez de esta economía: logramos crecer en un contexto de contracción en
América Latina; mantuvimos una tasa de desempleo de un dígito; los indicadores
sociales avanzaron; la industria se recuperó; la construcción sigue liderando el
crecimiento, y, logramos estabilizar el entorno macroeconómico, en una coyuntura
de fuertes presiones inflacionarias y volatilidad en los mercados.

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