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, la edición mcxicanc1
prologo a , .
.d tes del genero.
Dist end rxs de lo indómito cotidiano
explora o
NELLA GUERRERO M c MANUS
S 10BHAN FE

To seek out new lífe and new cívílízatíons,


to boldly go where no one has gane befare!
JEAN- Luc P1cARD

/t ís always awkward when someone asks me


what /'m workíng on and I answer
that /'m trying to figure out what gender is.
SALL V HASLANGER

De las pocas cosas que puedo decir que me han acompañado casi
a todo lo largo de mi vida es mi gusto y fascinación por Viaje a las
estrellas (Star Trek), en especial por las series hechas desde finales
de los 1980, comenzando con Viaje a las estrellas: la nueva gene-
ración (Star Trek: The Next Generation). Este es un gusto que de
alguna manera heredé de mi padre, aunque él siempre le ha tenido
un aprecio muy especial a la serie original. Para mí es claro que
entre su gusto y el mío media una ruptura generacional, pues si
bien ambas series tienen escritorxs de primer nivel y estimulan la
imaginación como pocas producciones culturales, las series hechas
a partir de los 1980 -década en la que nací- , incorporan cotidiana-
mente recursos tecnológicos que les permiten alcanzar un nivel de
realidad otrora inimaginable. En otras palabras, tras el paso de una
generación, hemos dado mayor realidad/materialidad al simulacro .
. ~omienzo con esta breve anécdota porque lxs editorxs de
o_,s,dentes de género: la nueva generación escogieron este título en
directa alusión a Viaje a las estrellas, lo cual, dicho sea de paso, hizo
que me enganchara de inmediato con la lectura. Como su homólogo
tel · ·
evisivo, este producto cultural es parte de una saga que, en este
caso, comenzó con el libro Gender Outlaw, escrito originalmente . d e sentía uno más de la masa. Sus am1gxs, por el
, b" d' 1 Por
, . y priva as
Kate Bornstein en 1994 . Aca tam 1en me 1a e paso de una gen publica. ecían verdaderxs forajidxs del género que explora-
. . era- trano le par
ción y la constatación de cómo se ha ido vo 1viendo más y más real lo con ,' . del sexo el deseo, el emparejamiento, el placer y el
b n los 11m1tes ' . . . , .
que comenzó con un horizonte de lucha, en muchas ocasiones co ª
dolor mezc 1a ,
dos las identidades, las orientaciones, las practicas ...
. .
una apuesta teórica o política o críti~a deconstructiva o simpleme~: . • miedo de que un día sus am1gxs descubrieran que era
Quince tenia .
con una protesta. Aquí se retratan vidas, encarnadas en cotidianida. a convencional y aburrida .
una person .
des, que en otro tiempo resultaban inimaginables e invivibles. . mbargo, como también nos cuenta, cada vez que salla a la
Sin e . . . . .
Según nos dicen lxs editorxs de este nuevo libro, Kate Bornstein ·en le recordaba a gritos, a insultos, a 1nJunas -o qu1zas con
ca lle, a gu1
1
y s. Bear Bergman, esta nueva generación va aún más lejos que la una mirada indiscreta o un gesto desa~r~bador- que era p~rt_e de la
anterior: construye sobre los logros ya alcanzados y anda valien- República de lxs Despreciadxs, que, t_ra_g1~amente, aunque ~I Juzgara
temente a donde nadie ha ido antes. Esta nueva generación se ha su vida como normal y cotidiana, qu1zas incluso algo aburrida, para
apropiado así de frases, nombres, teorías y luchas para hacerlas otrxs representaba lo anormal, lo abyecto, lo_ínaceptable, lo oprobio-
carne, para hacerlas vida, para hacerlas cotidianidad - pero no por so: era el síntoma de la depravación social. El y su cuerpo trans.
ello quitándoles su dimensión de lucha-; con ello, ha hecho habita- Entonces caí en cuenta de lo mucho que tomo como cotidiano,
bles estas categorías, las ha vuelto imaginables, las ha convertido normal y casi irrelevante el ser una mujer transexual ex- gaymer y
en reales y las ha traído al mundo sin hacerlas mundanas. que tuvo un personaje drag queen por un breve tiempo, que tam-
Tras decir todo eso, se vuelve un reto presentar un libro así, bién practica vague - una danza urbana propia de las comunidades
y es que, al terminar de leerlo, me preguntaba quién era yo para LGBT y en la cual se juega todo el tiempo con el performance de
presentar, para prologar semejante compilación de narrativas, de género- y que ha tomado como dado el hecho de que la miren todo
pensamientos y de voces. Soy, me decía, una aburrida profesora el tiempo, de que susurren cuando entra a algún espacio; supe que
e0 universitaria que vive en un barrio de clase media en compañía de su en muy poco tiempo he normalizado la experiencia del acoso mi- e,
madre y dos pequeños poodles; estoy en ese estrato de edad en el cromachista y callejero que sufrimos mujeres cis y trans por igual,
que los bancos dicen confiar en ti. Casi apesto a normalidad, a orto- esa vigilancia que sobre lxs cuerpxs tran s opera. Finalmente, he
doxia. No he sufrido de racismo y, si bien no sé si soy heterosexual.a terminado por aceptar como inevitable esa constante exigencia de
veces creo que sí. He aspirado a ser poliamorosa, pero se ha queda- justificar mi existencia ante propios y extraños.
do en eso, en aspiración. Ejemplifico la gentrificación ideológica de Fue así como este libro me hizo darme cuenta de uno de sus
ciertas clases medias, pues hago yoga y soy vegetariana. Para col· elementos centrales: lxs disidentes del género somos exploradorxs
mo, luego coqueteo con el reformismo y con ciertas tesis liberales. de 10 indómito cotidiano. ¿Qué quiero decir con esto? Antes de expli-
Digo eso porque, tras reflexionar en quién era yo para prologar carlo, quiero señalar que este conjunto de textos me hizo pensar - y
un libro así, arribé a la conclusión de que era casi un escándalo creo que esto le pasara a otrxs lectorxs que se identifiquen con las
narrativas- que muehos de los relatos que nos ofrece me recuerdan
que me lo pidieran a mí. ¿Qué tengo yo de disidente?, me pregunta-
a varixs ami . .
ba. Sentía que prácticamente nada . Luego me encontré el ensayo gxs, a vanxs conoc1dxs, de tal forma que, al leerlos, pen-
saba en ellxs 1 ,
de ~uince Mo_untain en esta excelente obra : Impostor. Quince~~~ , , es poma rostro; pensaba en quienes son transexuales,
transgenerxs b" . .
recia compartir estos temores que he mencionado, pues tambie , no 1nanxs, de- trans, drag queens, drag kings, b10
queens bio k' .
se sentía un impostor entre sus conocidxs· llevaba una vida poco fu ' . ings, genderflu1d, genderbender, genderqueer, gender-
subversiva: tenía un tra bajo y una vida con~encíonales; en su vida ck, mancas, lenchas, putxs, lilos, vestidas, dragonas, bigéneros,
agéneros y lo que mi memoria deja por ahora de lado ... términos rte· no se atrevan a colapsar mi género en un
. Serano en su apo . .

~-
me hacen pensar en por lo menos alguien que me es entrañabl que Julia performance; mi género, nos dice, es una obra
. . . f. eYa constructo o en un
quien quiero y admiro. Para m1, se re 1eren a personas con vid
as tan de no-ficción. . . · d 1
tremendamente sui generis pero a la vez tremendamente inrn . . ·t otidiano marca esa pecul1andad tan propia e xs
Lo 1ndom1 oc
en cotidianidades, rutinas
. y deberes mundanos. Sin embargo a . disidentes del género. A la vez transgresorxs, m ar-
cuerpxs de Ixs . . .
no me parecen vidas sui generis, me parecen vidas que califica: ·a parte de lo social englobadxs por sus dinam1cas;
ginales, y tod av1 ' .
como normales... si no le tuviera tanto desprecio a ese término. . t · ( mas) de representar un afuera absoluto, son( - rnos),
leJOS es an - . .
Aquí no estoy introduciendo subrepticiamente una fantasía ~ si acaso, una marginalidad integrada . De eso van estos ensayo_s.
1
beral que, por un lado, se fundamenta en un humanismo sobre la so la transgresión de márgenes dentro de las mul-
narran en Cada Ca
sexualidad y el género que afirma que todxs somos iguales y que m~ tiples dinámicas del género; asimismo,_ la cotidiani_dad con la_cual
nimiza así el alcance de nuestras diferencias mientras que, por otro, ocurren estas transgresiones que constituyen la rutina de alguien y,
postula que la emancipación del patriarcado y el racismo demanda sin embargo, pese a su carácter rutinario, parece que no dejan de
necesariamente la abolición del género y la raza y, por ende, de las estar marcadas como transgresiones, pues la norma que transgre-
diferencias que nos revisten; no sostengo esa tesis muchas veces den no cesa de citarse.
criticada que postula la existencia de una sola naturaleza humana, Empero, dentro de lo indómito cotidiano, dentro de esta rutinaria
de una sola humanidad, de un mononaturalismo que haga de las d~ resistencia a las normas, la oposición a la norma no es absoluta
ferencias culturales una suerte de divertimento museográfico donde porque no es una, sino un haz de estas; de allí que las transgre-
toda alteridad sucumbe a un infierno de la mismidad en el cual las siones sean también legión, pues ocurren en multiplicidades no
variaciones son puramente superficiales. Tampoco, aclaro, me co11r del todo idénticas, y no se transgreden todas al mismo tiempo, se
prometo con su opuesto, es decir, con la visión de las diferencias transgreden unas pero otras se mantienen, de allí esa marginalidad
EE como necesariamente antagónicas -y de lo social como un campo integrada, la posibilidad de una vida a la vez integrada, rutinaria y co- e:3
siempre agonístico-, como creadoras de un quiebre insuperable que tidiana, pero también transgresora . No podemos, por ende pensar, a
transforma lo político en la continuación de la guerra, como habría lxs disidentes del género corno un todo homogéneo o como un blo-
dicho en un tiempo el propio Michel Foucault. Este falso dilema en- que histórico capaz de expresar una voz colectiva; no son el agente
tre liberalismo Y agonismo, entre lo político como espacio universal polític_o que soñó el siglo XIX, sino el que parió el siglo XX. Lxs cruzan
para dar Y pedir razones y como campo de batalla, no permite com- s~s diferencias, y así como aquí hay historias de transiciones de
prender siquiera eso que he llamado /o indómito cotidiano. genero que ocurren dentro del binarismo y que incluso reconstituyen
1
En cualquier caso, el libro ciertamente no admitiría esa lectura ª monogamia heterosexual, también hay historias de destransicio-
dicotómica, pues ni es un retrato de distintas instancias de un im~~ nes, ~e personas que fueron y ya no son trans, de personas que son
no-binarias d
siblemente universal Ser Humano ni es tampoco la representacion , e personas que no son monógamas.
Hay a ·
de subversiones que se fugan de toda estructura opresiva Y que . qui voces de migrantes y de empleadxs corporativxs que
· · ' b10- no tdienen empacho en usar su experiencia trans para avanzar den-
inauguran un espacio radicalmente revolucionario. Vemos aqui . t ro e la 1• · .
grafías ductiva de og,ca empresarial capitalista ; de personas dos-espíritus,
Y cuerpxs que encarnan la materialidad orgánica, pro .
y fenomen 0 1 • • d scritx5 personas orgullosas de reivindicarse como she-males o trannies
ogica e las diferencias. Cuerpxs marcadxs Y e (apesardeq . .
por s~~ trayectorias biográficas, tatuajes de la lengua, pues so~¡: b.. ue estos terminas suelen usarse como insultos) y tam-
1en voces d h
dxs sitios donde la sangre se ha mezclado con la tinta . Bien 10 e ombres trans que fueron padres embarazados y que
p

ah, a,n,1sin cmpac.110 n sus hijxs y sus pnt<Jrnidades ele cuello bla uerpxs trans e intersex que, de alguna forma, son el
sobre lxs c • , · ·f· 1
<:n rnolc1i~nc1ns por esn m11sc~linir!ad c1el proveerlo, que trabajad: . d te libro Igualmente imposible sena Just1 ,car una so a
tópico e es ·
nlllwe n cinco y que engendro la segun<fo posguerrn. • de lucha pues las voces a escuchar no componen un
estrategia ' . .
El r)llnlo ciue quiero seiifilar es _en realidad bastante simple: uno ' di·co sino que se entremezclan - incluso se hacen ruido-
l
todo me o , .
de los méritos enormes de este libro es dar cmne, nombre y bio- y no permiten que emerja una sola manera de concebir el futuro, el
grafía ni concepto d(➔ interseccionalidad que la feminista de color presente y la justicia.
estndounidense Kimberlé Crenshaw ílC lllió a comienzos de los no- Este libro es, en todo caso, una exploración acerca de lo que
ventn. Crenshaw introdujo este término para poner énfasis en la significa habitar más allá del binarismo cisgénero, lo que significa
fonmi en la cual diversas posiciones sociales se cru zan, en cómo morar una vida habitable que, sin embargo, no cabe en los roles e
se ~cstan identidades que intersecan dos o más posiciones que, identidades típicamente masculinos o femeninos; una vida habita-
sin embargo, no funcionan aditiva mente y, por tanto, no pueden ser ble que no se fuga a un mundo imposiblemente otro y distinto del
comprendidas como la suma de sus experiencias componentes. El nuestro y, al resistir este acto de fuga, pone en evidencia la posibi-
ejemplo tradicional es que la experiencia de las mujeres negras no lidad de hacer de nuestro mundo un mejor lugar sin que se postule
es simplemente la mezcla de la experiencia de las mujeres blancas así una inalcanzable utopía.
con la de los hombres negros; por el contrario, el patriarcado racia- Esta obra marca una frontera distinta de la que solemos ver en
lizado - o el racismo patriarcal- opera diferente sobre estas sujetas estudios de género y sexualidad, pues presta atención a cuerpxs
de formas que simplemente no permiten desagregar sus vivencias transe interque pueden o no ser hetera-, bi-, pan- u homosexuales,
en aspectos raciales o de género. De ahí que su voz, tanto en el pero cuya transgresión rebasa la esfera de la sexualidad colapsada
movimiento negro como en el feminista , sea tan importante. en mera orientación sexual; a diferencia de cierta tendencia muy
Este concepto transformó tanto los estudios críticos de la raza extendida, no otorga primacía a las vidas e historias de las perso-
e'i como los diversos feminismos, pues nos hizo ver la explosión de nas c'.s-_género gays, bisexuales o lesbianas, y no porque las acuse es
subjetividades, corporalidades, experiencias e identidades que de de asimiladas o promotoras de un asimilacionismo, sino porque se
facto se dan Yque no podemos capturar cuando nos concentramos concentra en esxs cuerpxs que representan nuevas formas de vida,
nuevas configurac·iones cIvI
. ·1·Izatonas
. y que marchan valientemente
en una sola dinámica social o cuando creemos que simplemente
por un sendero nunca andado.
podemos comprender lo social al superponer linealmente el género,
1
ª raza, la clase social, la orientación sexual etcétera. , Ha~ ~~e admitirlo: como dijera alguna vez Claire Colebrook, ((es
mas fac1I Imag· ¡·
ES te libro nos ofrece un conjunto de r~latos que ejemplifica~ , , . inar e1 in del mundo que el fin del capitalismo, pero
esto·.· lo que sign,
· 'fica ser un disidente del género. No hay una u, 'n~ es mas fac,I irn · .
Da ., ag,nar el fin del capitalismo que el fin del génerO)>.
r atenc1on a est
ca vivencia O forma de ser un disidente del género; la transgresion dad xs cuerpxs es poner sobre la mesa la incomodi-
que generan· m h d
m,s~a está racializada y condicionada no solamente por la clase, dejan s· ' uc xs esestabilizan nuestras categorías y nos
el genero la raza y la ·
. '
.. . · , corn°
onentac1on, sino también por la rel1gion H in mapas para navegar ese continente llamado género.
creencia y práctica . to en oy se ha vuelto f , ·1
• por e1 origen étnico, la nacionalidad, el pun jer para ac, expandir las nociones de hombre y mu-
acomodar las · ·
el mundo ,donde.. se habita, etcétera. o- un jaque orientaciones sexuales sin que representen
Para dOJ1camente e t l'b , irnP Para la gra ·r .
. ' s e ro nos hace ver por qué sena
I en cierto . rna ica misma del género· se ha domesticado
s1ble hacer una t , y su 5 sentido lo . '
. eona de alcance global sobre el género 1
monstruos . . que para el siglo XIX era paradigmáticamente
transgresiones O po • , .
r que sena imposible hacer una narrativa
. glob8 º· a figura del x homosexual. Pero estxs cuerpxs foraj idxs
1

e
.. d énero: la nueva generación son:
de los que habla este libro (todavía) desestabilizan la gramáticat ·ras de D1s1dentes e g
Mis citas favon
género y, quizás, si bien no la socavan porque no todxs desea- a mí me formaban ellxs».
abolir el género, todxs la transgreden ya sea para cruzarla, reQ'.r, ,No podían descifrarme porque E. S. Weisbrot
modarla, ir más allá de esta o mostrar su plasticidad. Estxs cuerp~
nuestrxs cuerpxs, desestabilizan la lógica del deseo binario, ~
exhiben una intersección no vacía entre la elección de objeto(se- , que e·ste me convertiría en mujer
· barazo tem1a .
xual) de heterosexuales y homosexuales, pansexualizan en priílClp: ,Antes de rn1 ern , f s'1 me convirtió más en un tipo».
-
en una senora. Pero no ue a , j wallace
el deseo de todxs. 0
Nuestrxs cuerpxs trans pueden ser deseadxs y deseables par¡
hombres y mujeres cisgénero hetera- u homosexuales y, ca · · h un
·t llamado chico que camina detras de mi ... ay
esto, dejan en claro que estas categorías pueden traslaparse ir ,hay un mi o .
. e nunca he podido sen!.
su elección de objeto, que no son categorías transhistóricas, rie- chico llamado mito qu simon iris
das y naturales que atienden a un mundo naturalmente ordenado.
Nosotrxs hacemos ver que el afán de ordenar el mundo social se- erando muchos años.
,Él llora, lágrimas. Ha esta do es P
xuado se colapsa cuando andamos por las calles, por eso es que Se
Recuerda el día en que me llevaron y yo lloraba». ,
nos decreta como imposibles, como indeseables, como aberrantes; Ahimsa Timoteo Bodhran
somos declaradxs traidorxs y degeneradxs: traidorxs por llevar a
género a otros límites sin necesariamente socavarlo, por atreverOOI ,Así que no te atrevas a decir que mi género es un _cons~
a extender y transform ar sus gramáticas; degeneradxs por exacta- tructo, que sólo es drag, performance o representac1on . M1
mente la misma razón. Lo que cambia es quién nos lee, quién OOI
género no es una obra de ficción» . e1
.8 ve. La transgresión que ejecutamos no es, pues, ajena a la mira- Julia Serano
da delx otrx, sino que se constituye como transgresión solamentt
cuando se da este encuentro. Sea, pues, este libro eso mismo: Ulii ,Trauma de por medio o no, habría sido trans sin importar en
antología de encuentros. qué cuerpo naciera. Díganles a los doctores que existimos
Cierro así con esta colección de citas tomadas del libro. Son, 9 por la salud de la humanidad, la cual necesita hallar plenitud
acaso, un muestreo de lo que lo compone, una invitac1on · · a ab(a-
. . •. aY y creer en la complejidad».
zar su belleza literaria tan bien lograda, su profundidad ernpatlC Scott Turner Schofi eld
ética, su particularismo y, a la vez, su amplitud de mirada, su ~
fundidad teórica sin necesidad de abandonar la praxis. Ha sido 1/ ,Tomando en cuenta todo lo anterior, siempre preferiré ser
privilegio leerlo y un honor prologarlo.
considerada un fet iche sexual antes que ser atacada o asesi-
nada por ser vista como un esperpento antinatural~.
Sherilyn Connelly

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