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COMPETENCIAS COMUNICATIVA

CÓDIGO: 90003_165

Taller 3- aprendizaje colegial e innovación

Presentado a:
William Francisco
Tutor

Entregado por:
Fabián Eduardo Núñez Cujia
1065840424

Grupo: 90003-165

UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA- UNAD


ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD (ECISA)
2020
VALLEDUPAR
INTRODUCCION

Con el presente trabajo una estrategia de comprensión lectora, según artículo


de la revista semana ¿Es conveniente flexibilizar el porte de armas en Colombia?
Se busca desarrollar en los estudiantes las competencias lingüísticas a
través de un discurso narrativo donde el estudiante adquiere comprensión de
lectura.
¿Es conveniente flexibilizar el porte de armas
en Colombia?
A principio del año, el país se conmocionó con la historia de un médico asaltado al
norte de Bogotá a altas horas de la noche, ya que desenfundó su arma y mató a
los tres presuntos ladrones. Miles de personas salieron en redes a defenderlo y no
faltaron quienes, incluso, llegaron a denominarlo un “héroe nacional”. Muy
seguramente actuó en defensa propia, pero eso no lo convierte en héroe, sino en
víctima. El rigor conceptual es esencial en cualquier reflexión y debate, mucho
más si aquello que se debate tiene consecuencias directas sobre la vida y el
desarrollo ético de la comunidad.

Mucho menos revuelo causó el asesinato de un niño en Medellín, cuyo padre, al


parecer, había robado una bicicleta días atrás. Ante el cadáver de su hijo pusieron
un letrero tan cruel como inhumano: “Siga robando HP”. 

Los dos casos anteriores vuelven a poner sobre la mesa un debate esencial en
toda democracia: ¿Se debe flexibilizar el porte de armas o, por el contrario,
fortalecer el total monopolio del Estado sobre ellas? 

Un porte más libre de armas ha sido ampliamente defendido por algunos


parlamentarios del Centro Democrático y del Partido Conservador; muy
especialmente, por Christian Garcés, Alfredo Rangel y Juan Carlos Wills. A nivel
internacional esta tesis ha contado con el total respaldo de Donald Trump, quien
llegó a proponer la absurda idea de armar a los profesores para detener las
frecuentes masacres en las instituciones educativas. En Brasil, Jair Bolsonaro,
desde su campaña había propuesto liberalizar el porte de armas, bajo la tesis de
que era lícito “matar ladrones” y que, quien lo hiciera, sería indultado. 

Como puede verse, el debate sobre la flexibilización en el porte de armas,


claramente marca fronteras ideológicas, éticas y políticas. Al fin y al cabo, lo que
está en juego es la defensa de la vida, los derechos humanos y los principios
democráticos.   La idea de los defensores de la flexibilización es muy sencilla:
proponen liberar el porte de armas para que los “ciudadanos de bien”, se
defiendan de los maleantes. 

El término “ciudadano de bien” debería estar proscrito de la reflexión y el debate,


por excluyente, clasista y segregador. Pero muy especialmente, por ser
completamente falso, dado que atribuye un mejor comportamiento ético y
ciudadano a quien posee mayores recursos económicos, lo cual, a todas luces es
una asociación que no necesariamente se cumple. Sin embargo, la idea central
del proyecto que deberá discutirse durante el año en curso, propone facilitar el
porte de armas para que los ciudadanos ejerzan su defensa.
En Colombia 690.000 colombianos tienen armas amparadas. De ellos, 400.000
pueden portarlas. Así mismo, se estima que hay 3 millones de armas ilegales que
circulan por las diversas regiones. 

Tres argumentos principales se pueden exponer en contra de la flexibilización del


porte de armas, entendiendo que, en casos muy excepcionales, es comprensible
que puedan portarlas los ciudadanos cuyas vidas corran gran peligro, pero eso ya
está contemplado y reglamentado en detalle por la ley. Nos interesa plantear si las
excepciones deben seguir ampliándose indefinidamente, como proponen algunos
políticos, y cuál sería el costo social y humano de hacerlo.

En primer lugar, al flexibilizar el porte de armas el Estado está trasladando la


potestad de ejercer justicia a una muy pequeña parte de la población. En la
práctica queda legalizada la pena de muerte, ya que un ciudadano que se sienta
amenazado, sin ningún juicio, ni defensa, ni proceso en curso, puede disponer de
la vida de quien considera que lo está amenazando. Más grave: la decisión sobre
la vida o la muerte de otra persona la debe tomar en pocos segundos. Todavía
más delicado: quien posee un arma tiene mayor poder de intimidación y mayor
capacidad para ejercer violencia. Todos sabemos lo intimidante que puede
volverse una persona que desenfunda su arma. Por tanto, seguramente la
flexibilización se convertiría en Colombia en un factor que, en lugar de reducir,
eleve el número de homicidios. En mayor medida, si tenemos en cuenta que
somos un país acostumbrado a la muerte, muy intolerante, poco empático e
insensibilizado tras décadas de violencias, mafias y conflicto armado.

¿Se imaginan cuántas de las mujeres maltratadas en Colombia, habrían terminado


muertas si sus esposos tuvieran autorización para portar armas? ¿Se imaginan
cuántos muertos se producirían en las calles de las ciudades del país, si en las
riñas callejeras, algunos de los involucrados hubieran tenido derecho a usarlas?
¿Se imaginan cuántos hinchas deportivos habrían muerto si los hinchas de los
equipos contrarios tuvieran permiso para portar armas? ¿Se imaginan cuántos
reclamantes de tierras habrían sido asesinados, si los usurpadores de sus tierras
tuvieran derecho a portar armas? 

Preguntas todas ellas muy pertinentes en un país en el que la mitad de los


homicidios son generados por alguien que conocía previamente a sus víctimas; los
victimarios eran, muy posiblemente, sus esposos, sus compañeros o sus vecinos y
murieron en una actividad deportiva o social acompañada, por lo general, de licor.
Es tan triste que el Día de la Madre sea la fecha con mayor número de homicidios
en el país. Aun así, ¿prefieren que más personas salgan armadas a la calle todos
los días?

El segundo argumento es científico. Dado que esta es una medida que ya se ha


adoptado en diversas regiones del mundo, es relativamente fácil saber cuál ha
sido su impacto. El caso más claro de todos es Estados Unidos, país en el que de
tiempo atrás en diversos estados ha sido permitido el porte, hasta tal punto, que
se consiguen armas y municiones en cualquier supermercado, como muy
claramente lo ilustró Michael Moore en el documental Bowling for
Columbine (Premio Óscar al mejor documental largo en 2002). 

Estados Unidos es un buen contraejemplo a la propuesta del porte legal de


armas. Según un estudio reciente, entre 1966 y 2012 en este país se presentaron
90 tiroteos masivos. Los 90 tiroteos son cerca de un tercio de los 292 ataques que
se registraron en el mundo para el mismo periodo. Sin embargo, aunque esta
nación tiene el 5% de la población mundial, allí se presentaron el 31% de los
tiroteos masivos. Una variable central para explicar esto, tiene que ver con su
política de liberación de armas. Así mismo, en el Estado de la Florida, tras
promulgarse la ley de libre porte de armas en 2005, el homicidio aumentó casi un
30 por ciento durante los años siguientes.

Investigaciones adelantadas en el mismo país, encuentran que no sólo se eleva el


número de asesinatos por homicidios con un porte más flexible. También se
evidencia que aumenta el riesgo de suicidios. La explicación es sencilla: es más
fácil quitarse la vida si hay armas al alcance de individuos con tendencias suicidas.

Aunque el tiempo todavía es breve para conclusiones generales, en Brasil la


situación al parecer ha sido similar. Bolsonaro recién posesionado, cumplió su
promesa de campaña y flexibilizó el porte de armas. El Atlas de la Violencia
registró el 2019 en Brasil como el año de mayor número de homicidios por cada
100.000 habitantes. 

Los partidarios de la legalización harían bien en estudiar el dramático caso


venezolano. Cuando Chávez llegó al poder en 1999 la cifra oficial era de 19
homicidios por cada 100.000 personas. Hoy en día, el Observatorio Venezolano
de Violencia (OVV), estima que se multiplicó por cuatro al llegar a 79 muertos.
¿Qué pasó? Que el gobierno repartió armamento preparando a la población para
una supuesta invasión norteamericana. Amnistía Internacional estima que, en un
país de 29 millones de habitantes, existen 6 millones de armas distribuidas entre la
población. Caracas se convirtió en la tercera ciudad más insegura del planeta y
otras dos (Guayana y Ciudad Bolívar), están entre las diez más inseguras. Como
puede verse, la experiencia internacional permite pensar que una mayor
flexibilización, eleva la inseguridad y no la reduce, como suponen sus defensores.

El tercer argumento se puede inferir de diversos estudios y experiencias


colombianas. Un estudio realizado en 2017 por la Fundación Ideas para la Paz
(FIP) encontró que, incluso personas entrenadas en su uso, como los vigilantes,
presentaban en Colombia y contrario a lo que presuponen sus defensores, mayor
riesgo de ser asesinadas si estaban armadas. 

Otro estudio de la FIP, realizado en 2019, ratifica que el uso de armas de fuego en
homicidios ha disminuido en los últimos siete años en el país, cuando se restringió
el uso libre de armas.  En 2010, el 81% de los homicidios se producían con armas
de fuego y en 2018 el 72%. Sigue siendo muy alto, pero la tendencia es favorable. 
Una experiencia significativa en esta misma dirección, se encuentra con la
búsqueda del monopolio de las armas en Bogotá durante la alcaldía de Antanas
Mockus. Sus medidas a favor del desarme permitieron reducir significativamente
las tasas de homicidios de 72 (1994) a 51 por cada 100.000 habitantes (1997).

De todas maneras, la experiencia más importante de todas se ha vivido con el


desarme de las FARC alcanzado gracias al proceso de paz durante el gobierno de
Juan Manuel Santos. El mayor triunfo del acuerdo radica en la reducción sostenida
de los indicadores de violencia. Es así como, entre 2012 y 2017, la tasa de
homicidios por cada cien mil habitantes se redujo de 34 a 24 casos en el país. Lo
verdaderamente grave es que esta tendencia ha comenzado a revertirse con la
llegada al poder de Iván Duque y muy especialmente desde finales del año 2019.
La Misión de Observación Electoral (MOE), concluye que enero de 2020 es el mes
más violento contra los líderes sociales en los últimos cinco años.

El presidente Duque afirma que defiende el desarme. Lo mismo ha dicho su


Consejero para la seguridad. Ojalá se consoliden estas posiciones en la nación, ya
que en una democracia le corresponde al Estado garantizar el monopolio total en
el uso de las armas y de la fuerza, para que solo tengan como propósito proteger
la vida, que es el más importante de todos los derechos. 

En la práctica, permitir el porte de armas equivale a establecer la pena de muerte


sin juicio previo. Un meme que circuló en redes lo expresaba de manera clara: “Si
matar para robar es malo, pero matar al que roba es bueno, entonces lo que
importa no es la vida, sino la propiedad”. ¿Eso es lo que más importa hoy en
Colombia?

 Palabras claves

 La idea principal del texto

 Las ideas principales párrafo por párrafo

 Conclusión a la que llega el autor


RESUMEN

La evidencia también apunta a que la flexibilización del porte de armas aumenta


los crímenes violentos, especialmente los homicidios. El 3 de febrero, el
Representante a la Cámara Christian Garcés del partido Centro Democrático
solicitó adelantar discusiones para revisar el decreto que prohíbe el porte legal de
armas. El anuncio fue inspirado por el caso del médico que disparó y asesinó a
tres presuntos ladrones en el norte de Bogotá, así supuestamente demostrando la
importancia de dejar a los colombianos tener las medidas necesarias para
defenderse contra cualquier amenaza. Detrás de esta propuesta, que comienza a
ganar voceros en Colombia, está la idea de que flexibilizar el porte de armas
reduce el crimen.

Pero Los defensores de esta propuesta argumentan que poseer un arma disuade
a los criminales de cometer delitos. Sin embargo, distintos estudios muestran que
flexibilizar el porte de armas no reduce los hurtos y, en cambio, sí aumenta los
crímenes violentos particularmente los homicidios, así como los niveles de
violencia doméstica y los suicidios por arma de fuego.

La principal evidencia viene de estudios realizados en Estados Unidos, entre 1966


y 2012 en este país se presentaron 90 tiroteos masivos. Los 90 tiroteos son cerca
de un tercio de los 292 ataques que se registraron en el mundo para el mismo
periodo. Sin embargo, aunque esta nación tiene el 5% de la población mundial, allí
se presentaron el 31% de los tiroteos masivos. Una variable central para explicar
esto, tiene que ver con su política de liberación de armas. Así mismo, en el Estado
de la Florida, tras promulgarse la ley de libre porte de armas en 2005, el homicidio
aumentó casi un 30 por ciento durante los años siguientes.
Además del incremento en los homicidios producto de crímenes y riñas, también
se ha evidenciado un aumento en los homicidios en casos de violencia doméstica.
Permitir el porte de armas equivale a establecer la pena de muerte sin juicio
previo, quien posee un arma tiene mayor poder de intimidación y mayor capacidad
para ejercer violencia. Todos sabemos lo intimidante que puede volverse una
persona que desenfunda su arma. Por tanto, seguramente la flexibilización se
convertiría en Colombia en un factor que, en lugar de reducir, eleve el número de
homicidios.

4. MAPA CONCEPTUAL
¿ES CONVENIENTE LA FLEXIBILIZAR EL PORTE DE ARMAS EN
COLOMBIA?

PROPONE QUE

Colombia volverá a decidir si amplia o limita el porte de arma en los


ciudadanos.

FACTORES PARLAMENTO DE CENTRO DEMOCRATICO

HOMICIDIO

RIÑA

CHRISTIAN GARCES ALFREDO RANGEL JUAN CARLOS WILLS


MUERTE

Son generados por la


vulnerabilidad del porte
de armasd
Defensores de la BASADO EN
flexibilización en el
porte de armas
El porte de armas claramente
marca fronteras ideológicas, PORTE DE ARMAS
éticas y políticas
Respaldado por Donal Trump

El estado está en la potestad de


ejercer Justicia a una pequeña
Propone el porte de armas para parte de la población
que los ciudadanos ejerzan su
Posiblemente la flexibilización defensa
se convierte en Colombia en un
factor que en lugar de reducir,
eleva el número de homicidios
Quien posee un arma tiene
mayor poder de intimidación y
mayor capacidad para ejercer
violencia
CONCLUSION
En este trabajo logre realizar estrategia de comprensión lectora, pude identificar
que la comprensión de lectura es un proceso más complejo que identificar
palabras y significados, y que a su vez nos ayuda a un porcentaje alto para
desarrollar la destreza de la oralidad, dentro del mismo logre interpretar, sacar
ideas centrales y reconocer el apoyo que ofrecen las ideas secundarias a la idea
principal.
BIBLIOGRAFIA

 https://www.semana.com/opinion/articulo/es-conveniente-flexibilizar-el-porte-de-armas-
en-colombia-julian-de-zubiria/652415

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