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Un deseo antes de morir

Yo era como cualquier otro joven, apasionado a la música con muchos sueños por

delante, yo solo quería convertirme en alguien, hacer algo con mi vida y porque no

tal vez enamorarse, vivir una buena historia de amor que como otras no tendrá un

final feliz; y es aquí donde debe empieza la historia de este amor, con el hecho de

que a esa chica, aunque no debía la seguí frecuentando como un loco maniático

obsesionado y no pare hasta que ella acepto mi invitación para una cita, mi única

arma contra ella, fue mi pasión por la música y mi voz que a ella le encantaba

pues creo yo que era esa la único razón por la que ella acepto, pues quien iba a

aceptar a un joven delgaducho, pálido, con cabello un poco despeinado como todo

buen músico y unos ojos que no llaman la atención, para nada iban a poder

ganarle a la belleza de ella; a sus mejillas rosadas, su piel cálida, sus grandes ojos

y su cabello claro de Paula. Esa noche es una que nunca olvidare; es la noche en

que este primer amor empezó. Nos encontrábamos en un hermoso bosque Paula

había querido citarnos aquí, me decía que era mejor que no nos vieran juntos

porque yo era el primero en su vida y que tenía que ser especial y fantástico. Al

encontrarnos los dos solos en el bosque ella me guio por un camino que conducía

a un hermoso lago que brillaba con el reflejo de la luna, me dijo que ella venia aquí

siempre; era su escondite y que como me lo había enseñado a mi ahora yo

pertenecía mucho más en su vida. Nos sentamos a la orilla de este hermoso rio y

charlamos sobre todo acerca de nosotros y pasó tan rápido el tiempo, pero fue

suficiente para darme cuenta de que me había enamorado de ella. Al volver de

regreso me pidió que la dejara en el lugar que nos habíamos quedado de ver, le di
mi número de celular y me dijo que pronto nos volveríamos a ver y que no quería

perderme esto me sorprendió demasiado pero las palabras que definitivamente

me paralizaron por completo fue las ultimas que dijo antes de macharse -creo que

por fin sé que es el amor- y se marchó.

No paso mucho tiempo para que se comunicara conmigo solo dos días y me cito

en el bar que solía cantar, le encantaba verme y oírme cantar decía que tendría

mucho futuro en la música y que no me rindiera que ya alguien descubriría mi

talento y me hizo jurarle que nunca me rendiría y que luchara por mis sueños y

obviamente no pude negarme a ella.

Cada noche que pasaba con ella era fantástica las charlas, los besos y lo mucho

que me demostraba su amor pues para nosotros era nuestro primer amor pero

esto pronto acabaría como lo pronto que empezó. Entre tanto abrazo, charla,

beso, caricia nos llevó al ardiente deseo de la pasión de dos jóvenes. Nos

encontrábamos en el lugar de nuestra primera cita aquel hermoso río pero esta

vez Paula me había conducido a una cabaña que se encontraba al otro lado del

rio; llegando a esta ella abrió la puerta y entro, la seguí hasta el centro de la

habitación y antes de que pudiera decirle algo ella dijo que era y sería el único en

su vida y que no quería marcharse sin saber lo que se sentía entregarse en

cuerpo y alma a la persona que amas. Yo confundido ante sus palabras a punto

de decir algo ella me beso y ambos vivimos la noche de nuestro primer amor.

Al amanecer regresamos y ella se marchó no sin antes irse y decirme una

palabras que a la vez de alegrarme las sentí extrañas –gracias, te amo y nunca te

olvidare eres y serás siempre el primero y único- y se fue.


Pasaron los días y no me llamaba, empecé a preocuparme y yo estaba dispuesto

a todo por ella y empecé a buscarla pues yo la amaba demasiado. No pasaron

días y di con su casa, al tocar a la puerta se abrió y un hombre de edad adulta me

invito a pasar como si ya supiera a lo que venía y me dirigió a la sala de estar y

me invito a sentarme. No paso mucho y aparecieron dos personas muy elegantes

una mujer y un hombre; ambos con rostros llenos melancolía y a punto de

empezar a hablar más bien a protestar en favor de que nos dejaran vivir nuestro

amor, el señor me gano la palabra y me dijo –gracias por hacer de la vida de mi

hija algo muy bello, por enseñarle que es el amor un verdadero amor-, yo no

entendí sus palabras y solo me dio en la mano una carta que tenía escrito mi

nombre y atentamente Paula; salí de esa casa y corriendo con la carta en la mano

pensando lo peor me dirigí hacia nuestro lugar secreto esa orilla del rio y empecé

a leer y era de suponerse ella se había ido lejos marchado pero no podía ir tras de

ella porque sería suicidio, si ella había muerto padecía de una extraña enfermedad

que no tenía cura y ella le había pedido a sus padres que la dejaran disfrutar de

sus últimos meses de vida y así fue ya que ella nunca había amado y no conocía

el amor igual que yo. Antes de marcharse ella les dejo una carta también a sus

padres explicándolos de que yo un chico común me presentaría ente ellos y que él

era su único y primer amor el que le había dado sus mejores momentos de vida y

que me entregaran esta carta.

Al terminar de leerla no sabía si valía la pena vivir pero al leer el posdata de la

carta me cambio la vida, tenía escrito -si piensas que no vale la pena vivir,
recuerda que me hiciste una promesa de seguir tus sueños y espero me la

cumplas mi primer gran amor.

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